¿Equivocada Atracción?
CAPITULO 3
Ambos viajeros continuaron con su recorrido, aun no caía la noche, eran aproximadamente las 5 de la tarde, habían pasado casi todo el dia en aquella feria, cosa que recordaba Jiyong cada segundo, al observar el osito que Seunghyun había optado por regalarle, seguía creyendo que este era un odioso, pero debía reconocer que tenía su lado amable.
Le miraba de reojo de vez en cuando, recorriendo con sus ojos por todo su rostro, Seunghyun tenía un lindo perfil, unos lindos ojos expresivos, una nariz perfectamente delineada y unos labios rosas apetecibles, Ji al llegar a esa parte no pudo evitar preguntarse como seria probarles, remordiéndose ligeramente su labio inferior, perdiéndose por un momento en aquel chico, aunque, el gusto no le duro demasiado ya que una imagen de Seungri le llego a la cabeza, recordando que el no debía pensar en nadie más que no fuese su novio.
Rápidamente regreso la vista al camino, cacheteándose mentalmente, lo peor de todo, para Ji, era imaginarse ese tipo de cosas con alguien como Seunghyun, era atractivo no lo negaría, pero eso no le quitaba lo mal que le podía llegar a caer.
El viaje iba de lo más tranquilo posible, cuando de la nada, una canción en la radio comenzó a sonar, era un country de alguna artista famosa en aquellos lugares, después de todo, era el género que mas gustaba en E.U.
Ji hizo un gesto de desagrado, aunque a Seung no parecía molestarle, al mayor podría agradarle cualquier género, pero no a Jiyong, y justo antes de que volviera al estribillo, Jiyong cambio la canción, a una cualquiera
-¿Por qué hiciste eso?- pregunto Seunghyun molesto, mirando indignado al menor
-No me digas que te gusta eso- dijo sonando bastante especial
-Eso se llama country y es un género musical, uno debe aprender a escuchar de todo- se quejo el mayor regresando a la anterior estación
-No me interesa como se llama, a mi no me gusta- replico el menor, cambiando nuevamente de estación
-Deja de hacer eso o echaras a perder el radio- dijo Seung dándole al otro un manotazo
-Tú no me golpees y tampoco me ordenes- Ji por la furia comenzó a patalear por todos lados tratando de golpear al mayor
-¡Ji! ¡No hagas eso cuando estoy manejando!- Seung parecía perder el control del vehículo
-Pues entonces deja de ser tan fastidioso- Ji seguía con propia batalla, cuando en un descuido, la mano se le soltó tanto que metió un puñetazo al aparato, descomponiéndolo
-Sabía que iba a pasar eso- Seung detuvo el auto, para tratar de “reparar” el aparato pero ya nada podía funcionarle
-Lo lamento- realmente el menor sonaba arrepentido, Seung tenía ganas de matarlo, pero en el fondo ese puchero le gustaba demasiado
-Ya no importa, estaba demasiado viejo, era cuestión de tiempo para que dejara de funcionar- Seung volvió a Ji –Tranquilo, el enojo ya se me bajo- el mayor tomo su barbilla observando el rostro del menor, ambos ante tal acercamiento se sonrojaron y deshicieron el agarre “Después de todo no es tan mala persona” pensó Ji
Seung controlo su sonrojo y trato de encender el auto, pero este tampoco parecía responder, el combustible marcaba cero, el mayor recordó que había hecho un trato con el otro acerca de la gasolina, cosa que lo volvió a sacar de sus casillas
-Ji… ¿pusiste tu parte de la gasolina como te había pedido?- reprendió Seung entre dientes
-Ammm… ¿no lo habías llenado completamente?- Ji le recorrió un escalofrió, sabia la que le esperaba, había olvidado poner su parte y seguramente el mayor había metido muy pocos litros
-Jiyong, ¡te dije que cada quien pondría su parte!- grito Seunghyun con desesperación
-No te enojes, solo, se me paso- Ji remordió ligeramente su pulgar al reconocer que había sido su culpa que se quedaran varados
-¿Solo se te paso? No puedo creer que hablar con tu estúpido novio no se te pase, y llenar con gasolina el carro si- Seung estaba como energúmeno, mientras regañaba a Ji por su despistes
-En primer lugar, no le digas estúpido a SeungRi, porque ni siquiera le conoces…- grito el menor
-No hace falta, si es tu novio seguramente debe ser un idiota- soltó Seung burlándose del otro, haciéndole enojar aun mas
-Mira tú… Agh no te soporto- el menor salió del auto sin previo aviso, sacando de onda al mayor, quien le siguió
-Ji… ¿Qué haces?- dijo Seung al ver que el menor sacaba sus maletas de la parte de atrás del coche y cerraba la puerta en un azoton
-No me hables… podre soportar que te burles de mí, me molestes y me trates como tarado, pero con mi novio no te metas- Seung sintió un poco de miedo al ver que Ji defendía a capa y espada al otro, aunque en fondo puedo sentir un poco de celos mezclados
-Pe-pero espera- dijo Seung caminando hacia él, ya que el menor comenzaba a caminar hacia la carretera buscando quien le diera un aventón, puesto que con el mayor no pensaba ya viajar
-No Seung, todo el viaje has sido malo conmigo, no puedo creer que llegue a sentir algo por ti- pero después de eso Ji se tapo la boca con una mano, maldiciéndose por dentro haberle confesado al mayor aquello, el otro simplemente abrió los ojos como plato
-¿Tu… llegaste a sentir algo por mi?- dijo Seung estupefacto, no sabía que pensar, Ji suponía odiarle pero ahora eso…
-N-o no, olvídalo, yo no nunca dije eso, además yo tengo a Seungri- Ji siguió caminando por la autopista, pero Seung le seguía, no iba a dejar así las cosas
-¿Cómo puedes ser tan sínico?, primero salir con que sentías algo por mi y después decir “ay yo tengo a mi Seungri” ¿Acaso crees que eso a mí no me afecta?- grito Seung a Ji, al ver que este seguía sin prestarle atención
-¿Por qué tendría que afectarte? Me has tratado mal en todo el viaje, tendrías que simplemente olvidarle- Jiyong no se fijo que caminaba hacia la carretera, con tantísimos carros, autobuses pasando detrás suyo
-Ji, por favor, hablemos aquí, no sigas caminando- decía Seung con angustia al ver que los carros pasaban a gran velocidad y Ji seguía ahí parado como idiota
-Ni creas que lo hare Seunghyun, déjame solo…- el menor continuo caminando, cuando de pronto, un claxon sonó
-¡Ji cuidado!- grito Seung, sin poder evitar aquello…
JIYONG POV
Dios… ¿Qué paso?... ¿Por qué siento mi cuerpo doler?... ¿Por qué veo tanta gente gritar como loca?... ¿Y esa luz tan incómoda?... ¿Dónde estoy?... ¿Y Seunghyun?... Esperen... recuerdo algo… si… me volví a pelear con el… para variar, pero ¿Por qué?...
FIN JIYONG POV
Jiyong fue poco a poco abriendo sus ojos, admirando el espacio en el que se encontraba, volteo pudiendo observar su bolsita de suero colgando de un tubo, cuya manguera conectaba a una de las venas de su mano izquierda, al ver esto casi se pone frio, fijándose en la posición en la que se encontraba, en una cama, con una bata blanca y unas cortinas a los lados y justo en frente, una ventana que conectaba al exterior y a un lado la puerta… Así es Ji había terminado en el hospital…
-Esto no puede ser posible- exclamo un tanto desesperado ¿Cuántos días podría llevarse allí? -¿Dónde demonios esta Seunghyun?- se pregunto, tratando de encontrarlo, pero imposible con esas cortinas, cuando de pronto, la enfermera entro junto con el mencionado Seung
-Seung…- dijo Ji emocionado de ver al mayor, ya se creía solo y abandonado en aquel lugar
-¿Cómo te sientes?- pregunto el mayor, mirándole con preocupación, llamando la atención del menor, nunca le había tratado así
-Un poco adolorido… ¿Qué paso?- dijo mirando a la enfermera, que revisaba que el suero estuviese circulando bien en su sangre y no llegase a sufrir de deshidratación
-Le atropellaron señor Kwon, afortunadamente su amigo actuó a tiempo, si no, hubiese pasado un muy mal rato- decía la enfermera, coreana, por cierto
-¿Seguimos en Chicago?- pregunto el menor a Seung
-No, estamos en Missouri, al encontrarnos ya bastante lejos de Illinois, el hospital más cercano era este- dijo Seung, cogiendo una silla por lo cansado que estaba
-Bien señor Kwon, por lo que veo, su cuerpo sufrió algunas lesiones pero nada de mayor gravedad, así que, lo más probable es que en unos momentos sea dado de alta, con su permiso- la enfermera salió de la habitación, dejando solos a ambos viajeros
-Ni creas que olvidare tan fácilmente lo que me dijiste en la carretera- decía un burlón Seunghyun, con una sonrisa macabra en el rostro
-¿De qué hablas?-
-No te hagas bruto-
-¡No soy bruto!, pero a ti te encanta hacerte el chistoso molestándome cada rato-
-Ves como eres bruto, a nadie se le olvida por arte de magia, habérsele confesado a otra persona-
Ji abrió los ojos como platos, no se hacía bruto, realmente no recordaba haberlo hecho, después de todo su cabeza sufrió una severa contusión
-Demonios- dijo Ji con ganas de que se lo tragase la tierra, lo que le había dicho al mayor había sido mero impulso, si hubiera sido por él se llevaba ese sentimiento a la tumba
-Quisieras decirme, ¿Por qué dijiste eso?- pregunto Seung, queriendo tener una mínima esperanza con el menor
-Yo…- Ji se quedo en blanco, en esos momentos su cabeza no funcionaba del todo y lo que menos quería era pasar más dolores como esos, además el tenia novio…
-Ji… dime ¿Por qué lo hiciste?- Seung tomo fuerte su mano, cosa que hizo brincar de emoción al corazoncito del menor, pero debía ser fuerte, no podía sentir nada por el otro, alejando su mano con brusquedad
-Ya te lo dije, no significa gran cosa, yo tengo a mi novio… y deja de confundirme con tonterías, no deberías tomarle tanta importancia- Ji giro la mirada para no tener que enfrentar con la mirada del mayor, quien sentía un poco de dolor con aquellas palabras pero en parte, el menor tenía razón
“…”
Ji fue dado de alta esa misma noche, lamentablemente, ya no se encontraban en el mismo lugar para ir corriendo con su amable casera de Illinois que tan bien les había caído, además de que ya no tenían coche, el pobre vehículo, por falta de gasolina, se quedo abandonado en la carretera, el lado bueno, sus maletas no les faltaron
-Escuche que cerca de aquí, hay una pensión- soltó el mayor de ambos, una vez afuera del hospital
No dudaron ni un segundo en ir aquel lugar, necesitaban un lugar donde pasar esa noche… Llegaron a una linda casa, que más bien parecía la mansión playboy, está bien, probablemente no tan grande y lujosa, pero si bien parecía la casa de alguna fraternidad, muy comunes entre los jóvenes estadounidenses, en la cual se llevaba a cabo una increíble fiesta, haciendo sentir a Ji y Seung con ganas de salir corriendo, pero techo era techo.
-Hey wassup!- grito la chica rubia que les abrió la puerta de aquel lugar a los viajeros, igualmente coreana…
-Ammm… nosotros… venimos… por… pensión…- Ji no sabía que decir, la fiesta estaba en su buen punto y eso le incomodaba, el era casi niño bien, no era de parrandear y esas cosas…
-Ohh… vienen por lo de la pensión…- dijo la chica, con un poco de alcohol recorriéndole la sangre…
-Así es, ¿tendrás algún cuarto disponible?- le pregunto Seung a la chica, que no dejaba de sonreír, mirando extraño como esos chicos festejaban como si no hubiese fin
-Por supuesto, ¿son casados no?, o ¿mínimo son pareja?- pregunto la chica, casi a los gritos, cosa que puso rojos a ambos chicos
-¿Por qué?- pregunto Seung
-Porque solo aceptamos parejas- grito la chica, eso puso colérico a Ji, tenía ganas de salir de aquel lugar como fuera pero…
-Sí, somos pareja- grito Seung tomando la mano de Ji, mientras la besaba ante su mirada estupefacta
-Perfecto, arriba hay dos habitaciones, escojan la que gusten y si quieren pueden unirse a nuestro fiesta- decía la chica que no dejaba de reír y gritar, estaba claro que al dia siguiente tendría una fuerte resaca –Por cierto, me llamo Chaerin- grito por última vez la chica, dejando entrar, un tanto incómodos a los chicos.
Ambos tuvieron que pasar por todo el tumulto de gente, para llegar a las escaleras y subir a las habitaciones… una vez allí, Jiyong empezó
-¿Por qué demonios le dijiste que éramos pareja?- grito como energúmeno el menor
-¿Querías que nos echaran?-
-Preferido a aguantar a esos locos-
-Ya deja de quejarte y bajemos- soltó por ultimo el mayor, tomando de la muñeca del otro
-Aigo, no quiero, odio las fiestas- ponía resistencia pero era en vano, Seung dejo abrir la puerta
-Vamos, divirtámonos un rato ¿no “cariño”?- soltó Seung, depositando un rápido beso en los labios de Ji, quien tenía unas ganas tremendas de abofetearle en ese momento, si no era porque, de un momento a otro, ya estaban en la fiesta…