Termine de arreglar la habitación para Ciel y me fui directo a arreglar la de Sebastián. Sonreí pues estaríamos bastante cerca.
Perfecto para mi plan-susurre con una sonrisa de lado, entre a la habitación, y me dedique a arreglarla sin quitar la sonrisa, me senté en ella y acaricie la almohada-pobre Sebastián, no sabes lo que te espera.
Salí de ahí y me dirigí a hacer las cuentas; escuche unos ruidos raros en el piso de arriba pero no le preste atención.
Fin pov. Claude
En el piso de arriba.
Alois suéltame! Y bájate! –decía un peli azul tratando de quitarse a su rubio amigo de encima. Ambos estaban sobre la cama del primero.
Vamos Ciel-susurro en su oído- solo quiero jugar-concluyo lamiendo el lóbulo de la oreja del otro, quien sintió un escalofrió recorrerle.
Yo no quiero jugar, bájate!-decía mientras trataba de quitarle sin hacerle daño.
Alois logro colar una de sus manos entre las ropas de Ciel y comenzó a tocarlo sin descaro, acariciando su pecho lo mas que podía, pellizcando la suave piel mientras con su boca se dedicaba a lamer y dejar marcas en el níveo cuello. Ciel comenzó a jadear suavemente ante el tacto; Alois logro alcanzar uno de los pezones del menor y lo pellizco sacando un sonoro gemido de este, sonrió y dejo de tocarlo, saco su mano y con ambas abrió la camisa rompiéndola, dejo su tare en el cuello y comenzó a bajar por el pecho de Ciel dando mordiscos y lamidas a este, llego a uno de los pezones y comenzó a deleitarlo; su mano bajo y apretó la entrepierna del peli azul, la cual comenzaba a despertar.
Alois…p...para -decía Ciel entre jadeos- al…to.
Alois dejo lo que estaba haciendo y acerco su boca al oído de Ciel, susurrándole sensualmente:
¿Porqué, Ciel? Si no parece que te desagrade-lamio el lóbulo y siguió en un gemido- quiero que me hagas tuyo Ciel.
Ante esas palabras Ciel quedo en shock, viendo fijamente al techo, sintió una sensación extraña recorrerle de pies a cabeza incitándolo a obedecer y poseer a su joven amigo pero su conciencia decía otra cosa “aléjalo, saldrá mal, aléjalo”, el duque se vio en un dilema: hacerle caso a su cuerpo y hacer lo que Alois le pedía o no hacerlo y seguir como siempre. “¿qué hago?” era el pensamiento del joven.
Bochan-interrumpió Sebastián- eh terminado la tarea que me pidió, ¿quiere algo más?
Ciel nunca había agradecido tanto la presencia de su mayordomo.
Sí-dijo apresurado logrando quitarse a Alois de encima- lleva a Alois a su habitación, no dejes que se acerque de nuevo, y tráeme la información que conseguiste.
Dijo rápidamente, Sebastián asintió y cargo a Alois en sus brazos llevándoselo hacía la habitación principal. Alois peleaba para que lo soltase pero el mayordomo no lo dejaba irse.
¡Bájame!-gritaba el joven- tengo algo pendiente con Ciel.
Me parece asombroso que lograras tanto del bochan pero no puedo desobedecer-dijo colocándolo, aventándolo, en su respectiva cama-descanse, hasta mañana.
Dijo dando vuelta para alejarse sin embargo Alois trato de salir.
Alto ahí-dijo Sebastián empujándolo dentro.
¡Claude!-grito Alois.
¿Me llamo?-pregunto Claude llegando y viendo la escena enarcando una ceja, Sebastián giro el rostro sonrojado recordando inconscientemente el incidente anterior, Claude sonrio ante esto y Alois solo los miraba.
¡Llévatelo!-dijo Alois- yo iré con Ciel.
Lamentablemente señor-dijo Sebastián ocultando el sonrojo rápidamente- mi bochan me dio una orden y era dejarlo en su habitación y evitar que se le acercara, no puedo desobedecer.
Alois hizo un puchero y se sentó en la orilla de la cama con los brazos cruzados.
Ok, aun así llévatelo Claude-dijo con una sonrisa divertida que Sebastián no paso desapercibida y temiendo un poco vio de reojo a Claude quien dijo un mudo gracias hacia su amo.
Por supuesto, sígueme-dijo lo más normal tratando de ocultar la sonrisa que amenazaba con salir. Sebastián resignado lo siguió.
Al pasar por uno de los pasillos antes de llegar a las escaleras Claude giro y estampo a Sebastián, sin hacerle daño, contra la pared aprisionando sus labios en un beso demandante el cual Sebastián no pudo evitar corresponder. Las manos de Claude comenzaron a acariciar el cuerpo de Sebastián mientras las de este subieron al cuello del mayor para profundizar más el beso. Claude sonrió ante la acción de su amante comenzando a desabrochar la camisa de este, rompió aquel beso para comenzar a repartir besos por el largo cuello de Sebastián, dejando marcas que serian difíciles de ocultar.
Claude-susurro Sebastián al oído del otro dejándose llevar por las sensaciones que este le proporcionaba; sonrió con dulzura recordando las mil veces que su pareja le había llamado así en el pasado, su corazón se hincho de felicidad “tal vez no sea tan difícil recuperarte, Sebastián” pensó el demonio volviendo a besar a su pareja y comenzando a palpar la suave piel de esta, hasta que…
Sebas-chan!-un horrible grito se escucho y seguido de este un tipo vestido de rojo, completamente, entro por la ventana que quedaba frente a ellos.
Sebastián y Claude quedaron quietos, el primero agradeciendo la interrupción y maldiciéndose por ser tan “débil” con Claude y el segundo maldiciendo al que entro por interrumpir su momento “malditas interrupciones” pensó.