-¿Q-QUÉ CREES QUE HACES?- preguntó afligido el rubio, tratando de apartar al gato, pero siempre que lo intentaba este lo estrujaba con más fuerza, haciendo que su cuerpo se tensara con fuerza.
-…-pero el gatito no lo miraba a él, solo miraba como su mano apretaba y sobaba aquel pedazo que carne que estaba quedando cada vez más grande y duro en sus manos.
…
Si como no
…
Sasu se encontraba mirando al rostro sonrojado y sudado del rubio con una extraña y sádica sonrisa, al mismo tiempo que apretaba con más fuerza el miembro del rubio, quien ahora mismo retrocedía en el suelo, con las manos erizadas.
-…veo que te gusta no rubio…-dijo socarronamente, aproximando sus labios a los del rubio, quien al ver eso desvió su rostro ignorándolos.
-…
Acción que hiso que el gato se enfureciera y por eso apretara con más fuerza al pene del rubio.
-¿no te gusta?-inquirió pasando su lengua por las marquitas del ojiazul.
-No…-respondió el rubio jadeante, con la voz ronca del placer, y con el rostro sudado y rojo.
-¿entonces porque estás así?-inquirió con sorna, volviendo a aproximar sus labios a la boca del rubio, quien desvió su boca al otro lado, cerrando los ojos, con fuerza, tratando de contener los gemidos de placer que trataban de salir de su boca.
-…-Sasuke vuelve a tratar de besar el rubio, pero este echa su cabeza atrás, haciendo que los suaves labios del neko rozaron su cuello, haciendo que su cuerpo estremeciera.
-…-pero aun así el rubio continuó conteniendo los gemidos que las acciones del neko le producían, al mismo tiempo que pensaba, que deberías estar loco para rechazar tamaña belleza.
Y así fue como entrón en una infantil lucha, que consistía en las tentativas de beso por parte del azabache y las huidas del rubio, quien no quería besar al gatito, mismo que este fuera igual a su Sasuke, haciendo que este se enfadara y se excitara al mismo tiempo y en iguales porciones.
-¡Deja de moverte dobe!-bramó el rubio agarrando al rostro del rubio con sus dos manos.
-¿Cómo me llamaste?-inquirió quietecito, mirando directamente a los ojos negros del neko, haciendo que este se sonrojara.
-Dobe…-ronroneó tiernamente, ante los ardientes ojos azules del rubio.
-Sal…sal de encima de mi…-dijo apartando al neko, sin importarse con nada más.
-¿Qué te pasa dobe?-preguntó el neko enfadado con el rechazo del rubio.- ¿Por qué me rechazas?-inquirió levantándose para ser poner frente al rubio.
-Porque tú no eres él.-respondió haciendo que unos pantalones aparecieran de la nada, cosa que le impresiono a él al neko.
…
No…mentira
…
Solo impresiono al neko, pues el rubio se vistió tan rápido con los putos pantalones que ni se dio cuenta que los había invocado por el mismo.
-¿Dónde está la reina?-preguntó el rubio, con los pantalones ya puestos viendo el aun supreso rostro del neko.
-…
-¡RESPÓNDEME!-exigió, mirando al neko, quien solo apuntó a la derecha.- Bien nos vemos neko.-dijo yéndose de allí pasando por el gato quien…
-…
Aun no conseguía entender como el rubio, había controlado la dimensión por el mismo, cosa que él….Sasu neko llevó años a hacer.
_-_-_-_
Por su parte el rubio continuó corriendo y corriendo y corriendo y corrió más un poquito, hasta que llegó a una muelle, donde enfrente se podía avistar un grande y siniestro vulcano negro con un ojo brillante encima, el cual era bastante extraño, era rojo y tenia aspas y arcos negros.
-¿Pero qué mierda?-se preguntó el rubio mirando al extraño ojo.
-Es el volcán es donde se destruye el sello maldito.-dijo un desconoció cubierto con una capa blanca, la cual le cubría por completo.
-¿Sello maldito?-inquirió el rubio, viendo como el desconocido se le aproximaba, descubriendo su rostro, mostrando a un Sasu, pero más viejo y maduro que los otros, hasta canas tenia, pero no por eso dejaba de ser sexy.
-Si…yo…-dijo aproximándose aun más del rubio, clavando sus ojos negros en azules orbes del rubio, hipnotizándolo.
-¿Tú?-preguntó aproximándose aun más al Sasu, haciendo que este sonriera para sus adentros, al mismo tiempo que sacaba una tomatito de uno de sus bolsillos y lo mostró al rubio.
-Quiero ofrecerte esto…-dijo, pegando en la grande mano del rubio, para en ella colocar el extraño tomate, que brillaba misteriosamente.
-¿Un tomate?-inquirió extrañado viendo como el fruto brillaba aun mas después de ser colocado en su mano.
-Si…-respondió sonriente, para después mirar a su espalda sobre su hombro, viendo como alguien se aproximaba.-…Bien nos vemos rubio.-dijo dando un beso en los labios del rubio, para después irse, dejando lo allí solo y con un grande señal de interrogación sobre su rubia cabecita.
-…
-¡HEY!-oyó el rubio, para después ver como la figura del Sasu neko aparecía frente a sus ojos y no solo eso, pues el gatito no se contuvo y se tiró sobre é, haciendo que cayera al suelo con su cuerpecito sobre su desnudo torso.
-¿QUÉ CREES QUE HACES?-preguntó el rubio indignado, alzando un poco su cabeza, para ver mejor al neko, quien olfateaba su tomate.
-¿Qué es esto?-inquirió sin dejar de oler al tomate, que para el gato, tenía un olor de lo más apetecible.
-¡AUN NO ME RESPONDISTE!-afirmó, viendo como el neko o ignoraba para después empezar a lamer al jugoso fruto, haciendo que el rubio se pusiera más rojos que el dichoso tomate.
-…-el neko simplemente continuó lamiendo el tomate, pero ahora mirando intensamente a los ojos del rubio.
-…-Naruto trataba de contener sus impulsos.
…
No…no trató de controlarlos, simplemente rodó sobre sí mismo, haciendo que las posiciones se invirtieran y que el neko se quedara sumiso bajo su cuerpo…lo que el rubio no se esperaba era que al invertir las posiciones Sasu neko se atragantara con un pedazo de tomate que había terminado de morder, y con eso que el pobre se quedara azul.
-…
-¡NEKO-CHAN!-gritó el rubio afligido, preguntándose lo que debía hacer.- ¡POR DIOS! Y ¿AHORA QUÉ HAGO?
-Bésalo-oyó de la nada el rubio, haciendo que este se alzara, tratando de encontrar la fuente de la voz.
-¿Quién estás ahí?-preguntó, tratando de volver a oír la voz.
-NO IMPORTA SOLO BÉSALO-oyó a su derecha, haciendo que una sonrisa depredadora apareciera en su rostro, para después seguir la voz, la cual provenía de un arbusto, cosa que hiso que su sonrisa se escachara.
-¡AQUÍ ESTÁS!-gritó victorioso apartando el arbusto con su mano viendo…NADIE
-¡MUAJAJAJAJA!-oyó, nuestro rubio, haciendo que se quedara más rojo que un tomate, dios como empezar a odiar aquella cosa.
-¡NO TE RÍAS CABRÓN Y APARECE DE UNA VEZ!-gritó el rubio haciendo un berrinche, digno de un niñito de dos años, haciendo el bello Sasu neko “durmiente”, sonriera con prepotencia, colocando mejor el pequeño micrófono que tenia agarrado a su camiseta, esto claro sin que el rubio viera.
-…
-¿Tengo mismo que besarlo?-preguntó el rubio, algo resignado cruzándose de brazos.
-SI-oyó, para después suspirar con desgano, aproximándose del neko, para arrodillarse a su lado y cargarlo delicadamente, hasta que lo acomodo en su regazo.
-…
-…
Para de seguida quedarse un rato mirando fijamente al neko, examinado las hermosas facciones de este.
-¡ITE!-o por lo menos eso hiso, hasta que le pellizco la mejilla sin cuidado ni clemencia al pobre, haciendo que este se levantara de su regazo, al mismo tiempo que frotaba su mejilla.- ¿Cómo lo supiste?-preguntó infantilmente, sin dejar de acariciar su mejillita, la cual se había quedado roja.
-...tenias cara de gato que comió el canario.-respondió encogiéndose de hombros, para después tensar la espalda al acordarse de una cosa. -¡ME ENGAÑASTE GATO DEL DEMONIO!-afirmó apuntando al minino.
-¿Yo?-preguntó apuntándose con uno de sus deditos y poniendo la carita más tierna que tenia.
-SI TÚ…-dijo sin dejar de apuntar al gatito.- ¡ME DIJISTE QUE EL PALACIO ERA EN ESTA DIRECCIÓN!-concluyó cruzándose de brazos, desviando la mirada al otro lado inflando las mejillas, enfadado.
-Y es en esta dirección baka.-dijo aferrando la barbilla del rubio con una mano, haciendo que el mirara al otro lado, viendo que al lado del vulcano había un lindo castillo blanco y azul.
-¿Lo ves?-inquirió al rubio.
-Hai…-respondió, algo avergonzado y sonrojado.
-Hmp…dobe.-dijo el neko sonriendo de medio lado, para después hacer que el rubio lo mirara.- ¿No crees que este lindo gatito merece una recompensa?-preguntó, haciendo una tierna mueca, digna del gato de las botas, al mismo tiempo que aproximaba su boca al del rubio.
-Mmmm…-dijo Naruto, poniendo un dedo en la barbilla y haciendo su expresión pensante.-… no se… ¿crees que lo mereces?-preguntó juguetón, enrolando sus brazos en la estrecha cintura del gatito, quien mauló gustoso.
-Si…-respondió tiernamente, enrolando sus piernas en las caderas del rubio, al mismo tiempo que pasaba sus brazos por los anchos hombros del rubio.
-Muy bien…-susurró aproximando su boca a los labios del gatito, quien más que feliz, movía su colita de un lado al otro, esperando el tan ansiado contacto.
-¡HEY! VOSOTROS-oyeron…oyó el rubio, ya que neko estaba demasiado ansioso, para importarse con lo que aconteciera al su redor. Pero volviendo con el rubio, quien se apartó del azabache, quien materia su boquita preparada, para ver como lejos de allí se aproximaba un grupo de personas, todas vestidas de la misma manera.
-Naru…-llamó el gatito, ya impaciente, abriendo sus ojitos, viendo como el dobe miraba a algún sitio pasmado, cosa que no le agradó nada, ya que el dobe debía estar pasmado sí, pero al probar sus labios no a mirar a otro, así que miró por encima de su hombro viendo como el ejercito de la reina de aproximaba a grande velocidad.
-Gatito ¿estás bien?-inquirió al minino, quien tenía las orejas alzas y la colita erizada.
-…
-¿Gatito?-llamó acariciando la cabecita de este, para después ver como este desaparecía en un PUFF.
-¡HEY! ¡TU!-gritó el grupo, cercando el rubio.
-¿Yo?-preguntó el blondo apuntándose a sí mismo.
-Si tu…-dijo uno de los Sasu pasando enfrente de los otros, para después ordenarles-¡APÁÑENLO!-haciendo que todos los Sasu ataran al rubio a una estaca de madera, de brazos y piernas, haciendo que este mas pareciera un animalito prestes a ser sacrificado.
-¡¿ESPEREN QUE MIERDA HACEN?!-inquirió, tratando de soltarse, sin conseguirlo como es obvio, para después ver como los Sasu lo cargaban, en los hombros, camino al castillo de la reina.
Lo camino hasta el castillo fue lento y tortuoso, pero no para nuestro rubio, sino para los Sasu. Quienes tuvieron que cargar con el rubio y los reclamos de este, esto hasta llegaren al palacio de la reina.
Ya en el maravilloso palacio
Sasuke, la reina, se encontraba cómodamente sentado en su trono, mirando a la nada…no él no estaba mirando a la nada, él simplemente estaba pensando hacer que lo que debía hacer a aquellos que no cumplían sus reglas, es que cortar las cabezas era algo que ya estaba muy usado.
Pero sus “pensamientos” fueron cortados con la llegada de sus soldados, quien entraron por la por principal del grande salón, llevando con ellos un…dios rubio.
-*¬*-“expresó” la reina, viendo como sus soldados posaban el rubio en el suelo, desatándolo.
-ESTABA VIENDO QUE NO ME IRÉIS SOLTAR-reclamó, sin mirar una única vez a la reina, cosa que la enfureció, pero no lo demostró como toda la reina que es… ¡MENTIRA!
Eso porque al sentir que era ignorada, nuestra reina, pegó en uno de sus zapatos, el cual golpeó con fuerza la cabeza del rubio, para después volver como un boomerang.
-¡ITE! ¡¿QUIÉN ME PEGÓ CON…?! –se están preguntando “¿Por qué se calló Naru?”, bien las respuesta es muy simples, digamos que él, al mismo tiempo que sobaba su chichón se volteó y ahí vosotros me preguntan “¿Cuál es el problema?”, pues el problema, fue que al voltearse vio la reina y bien se quedo babeando.
-=*¬*=
Y la reina al ver que él rubio adonis se babeaba por él no pudo evitar, tampoco lo quiso evitar, que una sonrisa ladeada apareciera en su bello rostro.
-Hola forastero, mi nombre es Uchiha Sasuke y soy la reina de este maravilloso mundo.-dijo estirando delicadamente su mano, esperando que el rubio se aproximara y la besara.
-El placer es mi majestad…-afirmó galantemente besando con delicadeza la suave mano del doncel.-…mi nombre es Namikaze Naruto.
Después de este momento sus miradas se encontraron, negro con azul cielo, y todo hiso sentido, fue como si ellos entendieran que estaban hechos uno para el otro…pero ¿sería realmente así?
No claro que no, sino no el otro Sasuke, me mataría por le quitar su Naruto.
-Bien Naruto-kun… ¡QUÍTATE LO PANTALONES!-ordenó con un tonito de lo más autoritario, haciendo que una gota bajara por su nuca.
-¿QUÉ?
-QUE TE QUITES LOS PANTALONES
-¿POR QUÉ?
Sasuke estaba perdiendo la paciencia, quien se creía aquel dobe, para cuestionar y oponerse a sus órdenes.
-¡PORQUE TE LO ESTOY ORDENANDO PEDAZO DE DOBE!-ordenó alzándose de su trono, mirando fieramente al rubio.
-¡¿Y QUIEN TE CREES PARA ORDENARME-DETTEBAYO?!-preguntó el rubio encarando la reina, pegando su frente con la del azabache, haciendo que lo confronte de miradas fuera aun más fuerte.
-¡SOY LA REINA Y SI NO HACES LO QUE QUIERO TE CORTO ESTA CABEZA!-amenazó, aferrándose al pene de Naruto, quien se estremeció ante tal…idea.
-ok…-susurro bajita aun intimidad por la mirada malvada del azabache, al mismo tiempo que bajaba sus pantalones, dejando todo su DESNUDO cuerpo ante la golosa vista de la reina y de los guardas que allí se encontraban
-*¬*-esta es la reina, quien se bababa con clase.
-*¬*-y esta era el rostro de los guardas, quienes babeaban el suelo sin importarse mínimamente.
-=O.O=-y este era el rostro de nuestro rubio, quien se sentía uno conejito en el medio de lobos.
Bien esta escena solo duro un ratito, ya que la reina al ver que SU rubio era comido por la mirada de los guardas tuvo un ataque de celos grave, y por eso se aferro al antebrazo del rubio y lo llevo a su recamara, a la velocidad de la luz, dejando a los guardas allí con muecas de los más disgustadas en sus hermosos rostros.
-Envidioso…-susurraron para sí mismos.
_-_-_-_
Pero volviendo con nuestro, rubio quien ahora se encontraba postrado en la cama de la reina, y este lo seguía viendo y examinando.
-Eres…muy sexy.-concluyó con una sonrisa perversamente sexy en sus finos labios, al mismo tiempo que se subía en su cama y gateaba, hasta quedarse sobre el rubio.
-G-Gracias-as-dettebayo-yo…-quien aun no entendía muy bien, como había llegado allí…pero tampoco se quejaba.
-No tienes que agradecer…-susurró, sobre los labios del rubio, para después celarlos con los suyos. En uno beso dulce y amoroso, que con lo pasar de los segundos se iba tornando cada vez más apasionado y caliente, tanto que nuestra reina se empezó a desnudar con la ayuda del rubio, quien casi rasgaba la fina tela del traje de su azabache.
-Mmmmm…Naru…-gimoteó la reina, sintiendo como las calientes manos del rubio deslizaban por su delicada espalda, hasta llegaren a sus carnosas nalgas, para estrujarlas con sus fuertes manos, al mismo tiempo que soltaba sus labios para dirigir su carnosa boca a su blanco cuello, saboreando su dulce piel.
-Eres delicioso…-elogió, marcando la dulce piel del doncel, eso hasta que una voz lo interrumpió.
-Dobe despierta…dobe…vamos dobe despierta…-era la voz de su teme, pero eso quería decir que él doncel que tenía en sus brazos no era suyo. Y con este pensamiento en su mente apartó al pelinegro.
-¿Qué se pasa Naru?-preguntó sonrojado y extasiado con las caricias del ojiazul, quien simplemente apartó la mirada de la suya, mirando al grande balcón, que había en su habitación, ignorándolo por completo, cosa que sin duda alguna enfureció a la reina Sasu.
-¡Mírame!-ordenó, pero fue nuevamente ignorado por el ojiazul, así que se le aferró a la barbilla y lo forzó a mirarlo.- ¡TE HE DICHO QUE ME MIRES DOBE!-afirmó, mirándolo fieramente con sus perlas negras, para después volver a besarlo con pasión, adentrando su lengua en la boca del rubio, quien trataba de pensar en una manera de liberarse del pelinegro y irse con su Sasuke, pero era muy difícil…ya que teniendo alguien tan sexy como lo era la reina besándote.
-“PUFF”-escuchó nuestro rubio, pero solo él ya que la reina estaba demasiado ocupada, haciendo que él mirara a un lado, viendo como un extraño tomate brillaba, como instando a comerlo…y ay nuestro rubio tuvo una idea.
-Mmmm…Naru…veo-o…que-e y-ya…es-estas a tono-o…-dijo la reina, siendo acostado en su cama, al mismo tiempo que el rubio se acostaba sobre si, movimiento que el rubio aprovecho, para pegar al tomate.
-Con alguien como tu bajo su cuerpo quien no...-murmuró con sensualidad, lamiendo el tomate, para después ver como los ojos del doncel brillaban, como los suyos cuando veían ramen.- ¿Lo quieres?-preguntó, manteniendo el tonito sexy, al mismo tiempo que pasaba el jugoso fruto por los labios del doncel, incitándolo.
-Hai.-respondió quietecito, agarrando la mano del rubio, para de seguida morder levemente el fruto de su perdición, el tomate, ante la brillante mirada del rubio y ante esa misma mirada caer desmayado.
-Bien… ¿ahora como salgo yo de aquí así?-se preguntó mirando a su desnudes.
-Yo puedo ayudarte…-oyó el rubio atrás de si, para después voltearse y ver como el Sasu con las canas lo miraba con deseo.
-¿FUISTE TÚ-DETTEBAYO?-preguntó apuntando al mayor, sin preocuparse en cubrir su…herramienta, también ya no había necesidad, el pobre, del pene de Naru, ya había sido visto por tantos en las ultimas horas
-¿Yo?-preguntó tontamente, sin despegar sus ojos negros del… del rubio.
-Si fuiste tú quien me dio el tomate ¿cierto?
-Ahh…si fui yo.-dijo tratando de recuperar su postura seria y centrada, cosa que no serbio de mucho, ya que logo de seguida el rubio lo abrazo a su desnudo cuerpo, alzándolo en el air, haciendo que su capa cayera el suelo, revelando una linda túnica semi transparente, que favorecía todas sus curvas.
-Vaya…nunca pensé que usaras algo tan…sexy…-susurró aun con el Sasuke alzado en sus brazos, viendo como la tela le permitía ver TODO.
-Gracias…-dijo, algo rojo.-…yo soy Sasu el blanco y soy el sabio de aquí.-se presentó, desviando la mirada, al mismo tiempo que el rubio lo posaba en el suelo.
-Naruto Namikaze.-dijo sonriendo, con su sonrisa derrite bombones, haciendo que el sabio se pusiera aun más rojo.
-Bien…tenemos que irnos.-dijo volteándose, para no ver aquella sexy cara, pero al hacerlo el rubio pudo ver la forma maravillosa como aquella túnica marcaba las nalguitas del ojinoche.
-¿D-Dónde-e?-preguntó, sin conseguir despegar su mirada del trasero del sabio.
-Destruir el sello maldito.-respondió como si nada, pero aun sin mirar al rubio.
-¿Qué sello?-inquirió, aproximándose al sabio, no sin antes enrolar una sabana en sus caderas.
-Aquel.-dijo apuntando a un altarcito, con muchas luces iluminándolo y unas setas indicándolo. Digamos que el rubio se la quedo mirando extrañado.
-¿Por qué? ¿Acaso hace mal a alguien-dattebayo?-cuestionó, viendo como el Sasu sabio se aproximaba del altar, para retirar lo que parecía una tatuaje adhesiva.
-CLARO SI ES UN SELLO AD…MALDITO.-afirmó con obviedad, poniendo sus óculos para ver mejor a la pegadita.
-¿Y solo por eso quieres destruirlo?-pregunto, alzándose una ceja y cruzándose de brazos y mirándolo interrogante, o sea tenía una cara de dobe…nada fuera de lo normal.
-¡CLARO!-dijo convicto, aproximándose de rubio, quien lo vía como si le hubiera nacido otra cabeza.-Acaso no es obvio…todo aquello que tiene maldito en el nombre es maldito.-afirmó, poniéndole el sello en su mano.
-¿Qué quieres que haga con esto?-inquirió viendo a los ojos del sabio, quien le sonrió.
-Destruirlo-respondió con simpleza y encogiéndose de hombros.
-¿POR QUÉ YO-DETTEBAYO?-cuestionó exaltado, apuntándose con un dedo y mirando al ojinoche como si a este le hubiera nascido otra cabeza.
-Porque eres el varón-respondió con simpleza sentándose en la cama, cruzándose de piernas, para después preguntar con él air más dulce y cariñoso que tenia. - ¿quieres que un doncel indefenso como yo lo haga?
-Está bien…
Y nuestro rubio al ver tal expresión en la carita del Sasu no pudo evitar en aceptar, suspirando, para después ver como este se levantaba de la cama en un salto, para después pujar el rubio por la mueca y llevarlo de allí, fueron muchas la veces que tuvieron que esconderse atrás de unas columnas, para que lo guardas no los vieran, otra cosa que también se pasó muchas veces fue el rubio tropezarse en la sabana y casi caer en el suelo, o por lo menos fue lo que se pasó las otras veces…pues esta vez nuestro rubio aterró encima del sabio.
-Mmmm…Naru…no pensé que quisieras…-murmuró sensualmente, restregando su trasero, ya que había caído boca-abajo en el suelo, contra la herramienta del rubio, al mismo tiempo que lo miraba de lado.
-Y-Yo-o…pues-es…y-yo-o… ¡LO SIENTO!-lo sé…muy OOC, esto sería digno de Hinata, Naruto haría algo como esto.
-Pues…-el cerebro del dobe, está procesando lo que pasa…en el interior de su rubia cabecita se podía ver un hámster corriendo en su rodita, para después para y una lusita iluminar toda la rubia cabecita de este, señal que ya había terminado de procesar todo. -¡LO SIENTO!-bramó, saliendo de encima del sabio, pero ya saben cómo es Naru, no podía salir calmadamente, no tuvo que saltar como si fuera un conejo y terminó por tropezarse en sus propios pies, haciendo un grande ruido…y con eso alarmando los guardas, quienes corrieron a ver lo que se pasaba. Conclusión aconteció lo que todos nosotros esperábamos…si queridos lectores y lectoras…Naruto y el sabio salieron de allí huyendo de un grande grupo de Sasu, el cual se fue haciendo cada vez mayor, que solo querían atrapar el rubio y amarrarlo a sus camas.
Entonces nuestro protagonista, juntamente con el Sasu sabio, corrieron y corrieron y corrieron más un poquito, hasta que finalmente consiguieron perder a los otros Sasu de vista.
-Ahhh…Ahhh…Ahhh…-Naruto jadeaba cansado, apoyando sus manos en sus rodillas, tratando de recuperar el air perdido.-Parece…que…ya-ya…los-os…perdimos-os…
-Si…-respondió también jadeante el sabio, de rodillas en el suelo, viendo como el rubio se erguía reto mirando al cielo, lo que hiso que nuestro Sasu se sonrojara…si es lo que están pensando…nuestro rubio perdió la sabana.
-Y ahora ¿por dónde vamos?-preguntó aun sin mirar al sabio, quien no conseguía despegar su vista del…coso del rubio, y este al ver que el ojinoche no le respondía lo miro, viendo que lo miraba muy…intensamente, y solo ahí nuestro rubio se dio cuenta de su desnudez, para después…-¡KYYAAAA!-…gritar como una colegiala avergonzada, cubriendo su…coso.
-Vamos…no lo cubras ahora…-se quejó, con un hilito de saliva saliendo de su boquita, al mismo tiempo que se alzaba del suelo, pero nuestro rubio solo le miro como que diciendo “solo en tus sueños”, a lo que el sabio respondió con una mirada diciendo “todas las noches bebe”, a lo que el rubio re respondió con una miradita súper significativa.-Ok…mejor nos vamos, dame tu mano.-pidió extendiendo su mano, para que el rubio la tocara, pero este lo le miró interrogante.-Es para nos teletransportar hasta al vulcano.
-¿TU PUEDES TELETRANSPORTARTE?-inquirió el rubio fuera de sí.-ENTONCES ¿PORQUE ESTUVIMOS CORRIENDO?
-Porque me olvidé…-respondió en modo chibi, haciendo que el rubio se enterneciera.
-¡¿QUÉ?!-ok…el rubio no se enterneció.
-DAME TÚ PUTA MANO SI-bramó extendiendo su mano de nuevo, a lo que nuestro rubio respondió con un tierno “ok” en su modo chibi, para después y de la nada aparecieren en la boca del vulcano.
-bien… ¿y ahora qué hago?-preguntó el rubio al sabio, quien simplemente lo empurró, haciendo que cayera en el puto vulcano.
-¡AHHHHHH!-gritó nuestro rubio, cayendo y cayendo y cayendo más un poquito, hasta que es salvo por un Sasu…demonio, quien lo llevó de nuevo donde había estado hace un rato con el sabio, quien ya no se encontraba allí.
- ¿QUÉ DEMONIOS CREES QUE HACES CON MY TESORO?-preguntó sacándole la pegadita de la mano, para después arrodillarse en el suelo, acariciándola como si fuera el amor de su vida y diciendo.-Mi precioso… ¿acaso él te hiso algo malo?…no te preocupes que Sasuke ya está aquí…mi precioso.
Naruto…bien Naruto solo miraba a la escena con cara de WTF, al mismo tiempo que pensaba en cuales serian las posibilidades de aquello se uno sueño y que si él se tirara del vulcano despertaría y la primera cosa que iría a ver seria el bello rostro del verdadero Sasuke.
Por su lado el Sasu demonio dejo de mimar a la tatuaje adhesiva, para ver al rubio, quien se hacía por allí en pie y completamente desnudo, vosotros se preguntaran si él no tiene frio, pus claro que no…se encuentra en la boca de un vulcano. Pero al mirarlo nuestro Sasuke tuvo la misma reacción que todos los otros Sasu…o sea saltar encima del rubio y al hacerlo lo tiró a el mismo y a Naruto para el vulcano, haciendo que ellos cayeran y cayeran y cayeran más un poquito.
-¡¿OYE PORQUE NO VUELAS AHORA?!-preguntó desesperado viendo como el demonio se acunaba mejor en su pecho, oliéndolo como si fuera un perrito.
-No quiero…-respondió como si fuera un niñito, para después esconder su rostro en el pecho del rubio, quien lloraba a gota gorda, sintiendo como su final llegaba y por eso empezó a rezar y rogar por piedad, y también para que cuando llegara al cielo tuviera un lindo ángel esperándolo.
_-_-_-_
-Dobe… ¡Despierta Dobe!…DOBE ¡DOBE!-oyó nuestro, rubio para después abrir los ojos levantándose abruptamente, tanto que hiso que Sasuke se echara atrás para no ser golpeado, viendo que se encontraba en lo jardín de la casa de su abuela y lo más importante que…
-¡ITE!-gritó nuestro rubio, poniendo su mano sobre el enorme chichón que apareció en su cabecita.- ¿POR QUÉ ME GOLPEAS TEME?-preguntó encarando al teme, viendo que efectivamente era su teme, con la misma aura de “yo soy el puto amo del mundo y ni el viento me despeina mi pelo de cacatúa”. Pero como Naruto a había sido engañado veces suficientes decidió testar, para ver se efectivamente era su teme…y si señoras y señores nuestro rubio se quito los pantalones, para después…
-¿QUÉ MIERDA HACES DOBE? ¡PUMMM! -...recibir un soberano golpe de Sasuke, quien lo dejo prácticamente KO en el suelo, para después irse dejando a nuestro pobre rubio machacado en suelo, viendo como los Sasu bailaban al redor de su rubia cabecita, que no paraba de repetir este si es mi Sasu.
Esto sin notar en le tatuaje que habia traido consigo...