Dijiste que jamás me dejarías
Que si el barco se hundiría
Por mi irías al fondo del mar
JongDae abrió los ojos, estiró el brazo derecho sintiendo el espacio vacío del colchón y se sentó rápidamente mirando a todos lados. Frunció el entrecejo y se levantó.
-Ya era hora de que despertaras- dijo Yixing cuando JongDae entró a la cocina –te preparé el desayuno.
-Gracias- respondió con voz ronca.
-Te amo.
*
Tenía más de cinco minutos observando fijamente la almohada donde Yixing solía recostar su cabeza; paso la punta de los dedos por la sabana dibujando con ellos la silueta que ya no estaba.
Dejó escapar un largo suspiro y un par de lágrimas corrieron por sus mejillas.
Me he quedado solo y aún no se si fui yo
La culpa se extravió
Escupí el dolor empapado en alcohol
Sin ti, no se ya donde habita la razón.
-¿Me amas?- preguntó Yixing acurrucado en los brazos de JongDae.
-¿Lo dudas?- contestó JongDae agachando la mirada hacia el otro.
-mmm… No lo sé… No recuerdo cuando fue la última vez que me lo dijiste.
JongDae le tomó por las mejillas y le besó suavemente los labios.
-¿Eso contesta tu pregunta?
*
‘’15 de Junio, Yixing
Um… no, tengo clase hasta tarde, lo siento’’
‘’9 de Junio, Yixing
Ire a cenar con LuHan, después de ahí voy
A tu casa, si es que no es muy tarde’’
‘’31 de Mayo, Yixing
¿Por qué te disculpas?’’
‘’30 de Mayo, Yixing
No me siento bien… ‘’
JongDae pegó más las rodillas a su pecho, luchando con todas sus fuerzas por no llorar mientras leía los mensajes de texto que alguna vez Yixing le envió, del último hacia el primero.
‘’23 de Mayo, Yixing
¡Perdón! No podré verte hoy
Me surgió algo y no podré salir’’
‘’17 de Mayo, Yixing
Hey dormilón… ¡Levántate!’’
‘’1 de Mayo, Yixing
Te amo Kim JongDae’’
Las lágrimas hicieron borrosa su visión, cerró los ojos con fuerza y se abrazó las piernas dejando caer el celular por un costado.
Y al abrir los ojos encontré un vacío enfermo
Desperté y la nada cobijaba mi reflejo
El beso del silencio me impregnó de soledad
Y el tiempo pasó lento desde que tú ya no estas.
-¿Cómo se supone que sabré que hora es si no tiene números?- dijo JongDae riendo aquella navidad mientras veía el reloj que Yixing le acababa de regalar.
-Si sabes leer el reloj, no necesitas los números- contestó Yixing golpeándole el brazo -¡Nada más mira a donde apuntan las manecillas!
JongDae sacó la lengua sin dejar de reír y besó la mejilla de Yixing sobre su hoyuelo.
-Abre el tuyo ahora.
Yixing arrancó emocionado el papel navideño y abrió la caja casi rompiéndola.
-… Qué lindo… Gracias- dijo al sacar un suéter con un reno tejido.
-¿Te gusta?- preguntó JongDae con una sonrisa burlona.
-Umm… Sí, es muy… original…
-Entonces quizá no quieras esto- sacó una cajita roja con un lazo dorado.
Yixing tomó la caja con ambas manos y la abrió lentamente, sacó un brazalete con el dije de un unicornio y se lanzó a los brazos de JongDae abrazándolo con fuerza.
*
Abrió el cajón y dejó dentro el brazalete plateado con el dije de unicornio; en su rostro se dibujó media sonrisa y tomó el reloj sin números, parpadeaba al ritmo del segundero y se relamió los labios, no había números, no había nada; estaba vacío como él en ese momento.
Dejaste una lágrima a un costado
Por si algún día despertara
Y no estuvieras a mi lado
Me tendrías consolado, casi muero ilusionado
-¡Pasas demasiado tiempo con LuHan!- gritó JongDae azotando la puerta tras él.
-Es mi mejor amigo y vivo con él.
-Entonces ¿para qué sigues saliendo con él? Viven juntos, se ven siempre.
-¿Qué parte de es mi mejor amigo no entendiste?
-¿Prefieres estar con él que conmigo?- preguntó JongDae acercándose furioso.
-En éste momento, sí.
-¡Escucha bien lo que estás diciendo!
-¡No! Tú escucha bien lo que estás diciendo- empujó las manos que estaban a punto de tomarle por las muñecas.
Se quedaron viendo, ambos con el entrecejo fruncido pero JongDae más molesto que Yixing.
-Cuando tengas tiempo para mí, me avisas- fue lo último que dijo antes de salir azotando de nuevo la puerta.
Yixing se quedó ahí mordiéndose el labio inferior antes de quebrar en llanto.
*
Sacó su billetera y de entre sus tarjetas sacó la pequeña fotografía que guardaba de Yixing, estaba en un parque de diversiones sonriendo a la cámara, unos metros atrás se podía divisar el cabello rubio de LuHan haciendo fila para comprar algo de comer. Era una foto vieja, de antes que se conocieran, seguro YiFan la había tomado.
Dejó la vista clavada en el hoyuelo de Yixing y lo acarició con el pulgar como si pudiese sentir su piel, cerrando los ojos mientras continuaba pasando su dedo por sobre la foto.
Colgaste la esperanza a un milagro
De bebernos el fracaso, si aún podíamos intentarlo
Y desgastamos el alma en pedazos
Discutiendo soluciones que no llegan a ningún lugar
Por intenciones... desconfiadas
-¿Estás listo?- susurró mirándole, Yixing asintió mordiéndose el labio inferior, sus mejillas sonrojadas y las manos sobre los hombros de JongDae. Lentamente introdujo su miembro dentro de Yixing, despacio… sintiendo como el cuerpo del otro se tensaba bajo él, como las uñas de Yixing se enterraban más en la piel de sus hombros, como aguantaba la respiración y se mordía con más fuerza el labio inferior.
Dejó de moverse por unos momentos, Yixing abrió los ojos y soltó su labio dejando la boca entre abierta, JongDae le sonrió, besándole sobre la nariz, recorriendo hasta su mejilla aspirando el aroma de Yixing, escondiendo el rostro en el espacio entre su cuello y hombro. Yixing tomó aire intentando relajarse, pegó las piernas a los costados de JongDae aún algo tenso.
JongDae comenzó a mover la cadera hacia enfrente y atrás, lento, dejando que el cuerpo de Yixing se acostumbrara a tenerle dentro.
Movía los dedos de los pies entre cada embestida y se aferraba más a su espalda recargando la frente en el hombro de JongDae, la primera vez que gimió su nombre, se sonrojó por completo y escondió su rostro intentando cubrir sus ojos con el flequillo, JongDae le besó la oreja susurrándole que le gustaba la forma en que lo decía.
La segunda vez, sonrió apenado pero no intentó esconderse. La tercera vez, lo miró fijamente a los ojos mientras lo decía.
*
Abrazó la almohada cubriéndose hasta la cabeza con las cobijas, empujó las sabanas con las piernas enredándose entre ellas, todo en su cama aún olía a Yixing, todo en su casa aún tenía ese calor, esa calidez, todo espejo aún reflejaba la hermosa sonrisa y el hoyuelo de su mejilla derecha.
Todo ahí aún gritaba el nombre de Zhang Yixing.
Dio vueltas toda la madrugada, no podía dormir, apenas cerraba los ojos y el rostro de Yixing se aparecía en su mente, la voz de Yixing resonaba en sus oídos, y podía sentir el calor de su cuerpo como si estuviera junto a él.
Sacó la cabeza de entre las cobijas para que la luz de la luna le aluzara y miró su reloj sin números, suspiró al no poder leer la hora, quizá era muy tarde como para poder pensar en dónde estaban las manecillas, quizá no había suficiente luz, o quizá… solamente, no quería saber cuánto tiempo había pasado desde que Yixing se había ido.
Se quedó mirando hacia la ventana, aun abrazando la almohada que usaba Yixing, nunca supo qué hora era, lo único que supo fue que por primera vez en toda su vida, vio como los colores en el cielo iban cambiando hasta el amanecer.
¿A dónde fue el amor?
-Estas tan borracho, debería tomarte una foto para que veas tu cara- dijo Yixing entre risas sentándose junto a JongDae en la banca del patio -¿Estás seguro que JongIn no te dio nada más que cerveza?
-¡Heyheyhey! No estoy tan borracho- dijo apenas abriendo la boca –woa… no te muevas…
-No me estoy moviendo.
-¿Estás jugando conmigo?
-Hahaha, ¿de qué hablas?
-No sé…
-¿Quieres que te lleve adentro o esperaremos a que se te baje un poco? Estoy seguro que a MinSeok no le molestaría que terminaras tu gran baile para conquistar chicas.
-No quiero conquistar chicas.
-Y menos con ese baile, aunque estoy seguro que mi abuela si se enamora.
-Me gustas.
Yixing se le quedó viendo confundido y rápidamente la sonrisa se borró de su rostro.
-¿Qué?
-Me gustas.
Yixing rió nerviosamente y tomó las manos de JongDae estrechándole.
-Sé que estas borracho… Y quizá no lo recordarás mañana… Pero tú también me gustas…
*
Sacó su chaqueta del closet, su antigua chaqueta negra que a Yixing le encantaba, cuando salían por las noches y regresaban al departamento de JongDae, Yixing solía decirle que tenía frio para así poder usar esa chaqueta, le gustaba tanto la tela, le gustaba tanto la forma, pero sobre todo lo que más le gustaba de esa chaqueta a Yixing era el olor a JongDae.
Metió las manos a los bolsillos y sintió dentro del derecho algo, sacó un pétalo de una flor… pétalo que una vez Yixing le dio para recordar el día en que estaban en el patio de JongIn, sonrió con ternura observando la planta y se quitó la chaqueta lanzándola al cesto de la ropa sucia.
Se miró frente al espejo y después de tomar una gran bocanada de aire, tomó una chaqueta blanca y salió del departamento.
Quien te dijo te mintió, al decirte, corazón
Que insensible... era yo
JongDae caminaba por el centro comercial deteniéndose a observar los celulares en las vitrinas de las tiendas, tomó un par de folletos leyéndolos mientras caminaba sin rumbo alguno. No buscaba nada en especial, sólo quería un nuevo celular ya que su viejo y muy querido Nokia había sufrido los estragos de darle demasiada azúcar a SeHun al prestárselo para que hiciera una llamada y éste lo dejara caer en la taza del baño.
Decidido a comprar lo que fuese que encontrara, camino hacia rumbo a la tienda detrás de la fuente, cuando ahí, vio a un chico con un celular que llamó su atención.
El joven estaba parado a un lado de la fuente muy entretenido en lo que parecía un largo mensaje de texto, JongDae pudo ver desde lejos como en la mejilla derecha se le marcaba un hoyuelo; se acercó lentamente sin quitarle la vista de encima y le tocó el hombro con el dedo índice.
-¿Qué marca es tu celular?
El chico lo volteó a ver sorprendido y confundido, dio un paso hacia atrás y bajó la vista de nuevo a su celular.
-Samsung Galaxy- respondió con voz temblorosa.
-Gracias… Perdón, no quise asustarte ni nada, es sólo que… vine aquí a comprar un celular y no sabía cuál comprar y… -se relamió los labios apenado y estiró la mano –JongDae mucho gusto
-Yixing- respondió el chico del hoyuelo estrechándole la mano –Creo que es un buen celular, deberías comprarlo.
-Si… lo haré… Gra…
-¡Xiiiiing! ¡Por acá! –gritó un chico rubio a lo lejos moviendo los brazos en el aire.
-Debo irme- dijo Yixing –suerte en tu compra.
-Gracias.
*
Levantó la mirada cuando sintió el cuerpo de alguien más sentarse a su lado en la banca del centro comercial, sonrió del lado a ver a JoonMyun.
-Después de tantos días me alegra saber que sigues vivo- dijo JoonMyun dándole un suave codazo al costado
-Ya tenía que salir de ahí, además necesito un nuevo celular- contestó JongDae poniéndose de pie.
-¿Qué le pasó al tuyo?
-Ya no lo quiero… -dijo bajando la mirada.
JoonMyun dejó la mano sobre el hombro de JongDae apretándole un poco, regalándole una suave sonrisa.
Ambos fueron en dirección a la tienda de celulares detrás de la fuente; JoonMyun le contaba sobre cómo iban las cosas en su trabajo de medio tiempo en la cafetería del padre de KyungSoo, y cómo KyungSoo siempre les gritaba a todos los empleados cuando había más de dos personas haciendo fila y tres en espera de su café.
JongDae reía con fuerza cuando JoonMyun imitaba los ademanes de KyungSoo, extrañaba tanto reír, extrañaba tanto hacerlo, y extrañaba también tanto a sus amigos.
JongDae y JoonMyun fueron a la cafetería del padre de KyungSoo después de que JongDae se decidiera por el nuevo iPhone 5, aún no terminaba de cruzar la puerta cuando a lo lejos, en el fondo del local vio dos cabelleras rubias al lado de una castaña, se paralizó y su respiración se comenzó a acelerar, giró la cabeza hacia JoonMyun y éste sólo le apretó el brazo.
JongDae inhaló profundo y se dirigió hacia la caja para ordenar. Se relamió los labios y lentamente giró su rostro hacia los tres chicos del fondo perdiendo la mirada en el castaño.
Yixing al darse cuenta, lo volteó a ver y sonrió un poco, su hoyuelo apenas marcándosele. Los ojos de JongDae comenzaron a enrojecer y se dio la vuelta saliendo del lugar, JoonMyun yendo detrás de él.
Lo abrazó por la espalda sintiendo cómo el cuerpo de JongDae comenzaba a temblar, podía sentir como es que le costaba respirar y sólo acercó los labios a su oído susurrándole un –Todo estará bien.
JongDae apagó la alarma de su celular una fría mañana de Noviembre, eran las cinco y treinta minutos según su nuevo reloj digital, se puso de pie y abrió la ventana dejando el frio aire golpear su piel, miró hacia el cielo viendo cómo se iluminaba lentamente y sonrió.
Entró al baño y abrió la puertita de un mueble donde guardo su viejo Samsung Galaxy, lo prendió por primera vez en meses, rápidamente comenzaron a llegar mensajes tras mensajes, todos del mismo remitente; Yixing.
Dejó escapar una suave risa y apagó el celular quitándole la tapa y la batería, tirándolo a la basura. Tomó un rápido baño y se vistió; 6:15 de la mañana.
Tomó su iPhone sonriendo.
-ChanYeol… Ya voy para allá- y se puso su nueva chaqueta negra saliendo de su habitación.
Su almohada ya no olía a Yixing, sus cobijas ya no guardaban el calor de Yixing, los pasillos ya no hacían eco de la voz de Yixing, los espejos ya no reflejaban el rostro de Yixing y los pedazos de su corazón que alguna vez quedaron esparcidos por el suelo junto a las latas de cerveza, fueron uniéndose de nuevo, poco a poco, guardando el nombre de Yixing, guardándolo como un recuerdo, como un pasado.
El deseo se fugó de saber dónde estás tú...
Y apague la luz...