Capítulo 1:
Hibari kyoya estaba emocionado, esa noche Mukuro iría a pedir su mano, había hablado sobre eso con su madre, pero el hermoso joven le acaricio el cabello y le sonrió con tristeza diciéndole que fuese fuerte.
Eso no le había gustado y se auguraba algo malo, supuso que tal vez su maldito padre negaría el permiso pero si lo hacía le valía sorbete él se casaría y punto no era como que pudiesen separarlos tan fácilmente ¿o sí?
Finalmente Mukuro se presentó en la casa de los Hibari, una empleada le abrió la puerta y le saludo humildemente. Él llego con su hermana gemela Crome una dulce chica de salud delicada.
—Mukuro me alegra que estés aquí, mis padres saldrán en un momento.
—Estoy algo nervioso hiba chan, ¿tú crees que les agrade?
—Seguro que sí, eres muy buen mozo y guapo, a mama le gustas mucho para mí, me ha felicitado por mi elección.
A los pocos minutos los Hibari hicieron su aparición y Mukuro se levantó a saludarles.
—Buenas noches señores, yo soy Rokudo Mukuro y estoy aquí para….
—Se para que estas aquí escoria y déjame decirte que solo pierdes el tiempo.
—haaa.
—Mi hijo no es para ti.
—Pero padre ¿qué cosa estas diciendo?
—Lo siento kyo chan a mi realmente me parece lindo tu novio intente hablar con tu padre al respecto pero…
Entonces el moreno noto el aspecto desalineado del cabello de su madre y un leve sangrado en la comisura del labio sabía bien que significaba eso, su madre como siempre quiso intervenir a su favor y fue castigado por su padre con tirones a su cabello y mordidas a sus labios.
Sintió verdadero enojo hacia su progenitor odiaba que maltratara a su madre y odiaba que él se dejara y que a la par lo aleccionase para que no sufriese lo mismo que él y eligiese un buen seme.
—Mire señor yo sé que…
—Guarda silencio miserable, alguien como tú nunca podría servir a mi hijo, no eres de nuestra clase.
—Padre basta ya.
—No Hibari kyoya, que te quede bien claro tu seme debe ser un hombre de nuestra categoría , alguien adinerado, fuerte, poderoso, que de un buen prestigio a nuestra familia, no un simple pelagatos como ese, reconozco que es un hombre de bastante atractivo pero requiero que tu marido tenga mucho más que eso.
—No eres tú el que se va a casar ni acostar con el soy yo quien decide con quien se casa.
—Me niego a darles mi permiso.
—Me los suponía pero me vale, vámonos Mukuro, nos casaremos por cuenta propia.
—Si haces eso quedaras desheredado.
—No me importa el dinero.
—Señor yo amo a su hijo y trabajare para darle lo que se merece y…
—Lárgate ahora mismo.
—Si me voy pero con hiba chan, vamos amor.
—Si vámonos.
El moreno alcano a su hijo de dos zancadas y lo tomo del brazo, dio un fuerte golpe al peli azul apartándolo.
—Jamás permitiré que te lleves a Kyoya. Seguridad. Grito y de inmediato cuatro guardaespaldas se acercaron a sacar al chico peli índigo por la fuerza y aunque era un hábil combatiente difícilmente Podía luchar contra cuatro poderosos y entrenados guardias que llevaban armas y le apuntaban indiscriminadamente.
Kyoya intento pelar con su padre y le dio varios tonfasos pero el moreno se burlaba del chico y de un fuerte golpe al abdomen lo lanzo contra una pared.
—Voiii no maltrates al niño.
—Esto es tu culpa estúpida escoria te dije que lo educases bien y mira que lo has formado rebelde.
—Él es como tu Xanxus no me culpes.
—Es verdad y seria mi orgullo si fuese un seme pero nació doncel y se tiene que atener las consecuencias de su especie.
—Nunca maldito viejo, nunca seré un sumiso uke que baile al son de su seme, nunca permitiré que elijas mi destino por mí.
—Eso está por verse. Nunca volverás a ver a ese muchacho si me desafías me encargare de matarlo.
—Pero…
—Sabes que tengo contactos con la mafia, desaparecerlo será cosa fácil.
—Te odio.
—Me vale, tu mami también me lo dice a menudo pero disfruta mucho conmigo en la cama.
—Oh cállate desgraciado no digas eso en frente de kyoya.
—Él sabe que es verdad seguro te ha escuchado gemir como la zorra que eres.
—Te odio.
Grito el peliblanco mirándolo de la misma forma que su hijo.
—Y yo los amo a ambos mis pequeños doncelitos pero tiene que aprender a obedecer.
Kyoya fue puesto a vigilancia y Mukuro también a fin de evitar que se volviesen a ver. Un par de días después llego una carta con un sello de gran importancia a la mansión Hibari, después de leer el contenido Xanxus estaba cien por ciento satisfecho y mando hablar a su esposo e hijo.
—Bueno kyoya al parecer si te casaras.
— ¿En serio?
Dijo el muchacho emocionado y Squalo sonreía pensando que su marido había cambiado de opinión al ver la tristeza de su hijo.
—Así es, te casaras con un buen hombre, guapo, rico, poderoso, y fuerte.
— ¿Ehh?
—Te casaras con Dino Cavallone.
—Hee ¿y ese quien rayos es?
—Nada más y nada menos que el décimo jefe de la familia Cavallone, la tercer mafia más importante de Italia.
— ¡Un mafioso!, me casare con un mafioso ¿que se te salió un tornillo? maldito viejo, los morderé hasta la muerte a ti y a ese miserable capo.
—Si hijo ya tendrás tiempo de darle dolores de cabeza a tu marido.
—Xanxus esto…Explícate por favor, ¿De qué se trata esto?
—Es un contrato matrimonial beneficioso para todos.
—Un contrato.
—Así es, he recibido esta carta con la propuesta de matrimonio y creeme cuando te digo que nos conviene, de aceptar se nos dará una comisionen en la mafia para formar una cuadrilla, lo que siempre hemos deseado Squalo, Varia se haría realidad.
— ¿El proyecto Varia?
—Si
— ¿Estás seguro Xanxus?
—Exacto y lo único que nos piden es que aceptemos el matrimonio de kyoya chan cosa que ya está decidida.
—Ni madres no me casaran por la fuerza.
—Cariño, eso está por verse.
Dijo burlesco Xanxus antes de salir del despacho arrastrando a Squalo con él.
—Tu madre y yo jugaremos un poco tu puedes pensar en tu futuro esposo aquí encontraras fotos y datos sobre él.
—Un italiano…se casaría por la fuerza con un italiano, Un matrimonio por conveniencia y Mukuro había sido alejado de su vida.
Romario entro al despacho emocionado entregando un sobre a su jefe, Dino lo abrió ansioso, allí estaba la repuesta de la familia Hibari a su propuesta de convenio matrimonial, sonrió al notar la repuesta era un sí.
Se le pedía que preparase todo, el lugar de la boda y la fiesta, y le aseguraban que allí estaría su lindo novio. Fantaseo un poco al pensar en ese bello niño, era tan bonito, tal vez pudiese enamorarse de él, ¿Acaso era mucho pedir?
Por un momento esa alegría fue nublada al pensar que el chico solo se casaba con él por interés motivado en la gran suma que recibiría tras su muerte, tal vez el jovencito nunca le amara…Eso le hizo ponerse de mal humor por un rato, pero luego su optimismo surgió.
Se casaría con ese hermoso doncel, tendría un hijo con él, disfrutaría de ese bello cuerpo y tal vez consiguiese su amor, no importaba que se casara por interés tarde o temprano lo amaría, estuvo fantaseando largo rato con él, en las cosas que le diría, en lo que le compraría, en lo que le haría. Se puso duro de solo imaginar la noche de bodas y anduvo feliz un largo rato hasta que de nuevo una sombra nublo su ánimo.
No, no podía hacerle eso al chico, se conformaría con su cariño y respeto, no intentaría ganar su amor, eso sería demasiado cruel pues sabía que muy pronto moriría y lo dejaría solo.