La boda de Ji parecía que iba a ser discreta, yo estaba bien y aunque aquello me dolía en el pecho más de lo que había planeado que dolería, era como cuando alguien muy importante en tu vida muere y eso era justo lo que me obligaba a mí mismo a seguir adelante. Me terminé de acomodar la camisa y entonces salí de mi habitación para llamar a la puerta de la habitación contigua, un sencillo “adelante” me hizo abrir y ver a mi Daesung ahí, de pie frente al espejo acomodando su cabello un poco más.
- Te ves muy guapo… - dije sonriendo mientras lo contemplaba
- No más que tu…pero me alegra que creas que me veo bien – dijo sonriendo, caminó hasta mi y me tomó de los hombros, nos besamos.
Hace casi un mes una buena noche Ji había venido a mi casa rojo de furia y con las lágrimas a flor de piel, nos habíamos sentado en la sala a beber y me había contado que de alguna manera que aún no alcanzaba a comprender su novio Seung estaba esperando un hijo suyo, como era de imaginarse lo primero que hice fue preguntarle si era una broma pero pronto me di cuenta que no lo era pues su cara seguía compungida en una mueca de dolor “¿Cómo es eso posible?” pregunté antes de beber a fondo lo restante en mi vaso de vodka “no lo sé” dijo él con la cara más frustrada que en años le había visto. El silencio se hizo largo y tortuoso, pronto me levanté a servirme más alcohol “¿Qué es lo que vamos a hacer? Si esto se sabe no solo mi carrera si no también la tuya estarán acabadas” me dijo Ji de pronto y yo seguí sirviendo alcohol antes de sentarme.
“acabamos de sacar un CD que está aún en listas de popularidad, si quieres podemos anunciar que nos separamos y seguirás como solista… yo… amo a Seung, no lo dejaré solo con eso” me dijo al ver mi mueca de total calma ante la situación.
“recién hoy vengo del hospital ¿sabes? Aún no pueden dar de alta a Dae…dicen que no está listo y que aun cuando lo den de alta no podrá hacer grandes esfuerzos, estará bien si canta pero no puede volver a bailar y cantar al mismo tiempo y la empresa le dio la espalda, dicen que no pueden esperar más, que hay muchos otros deseando su lugar… mi novio esta hecho pedazos, Ji, todas sus ilusiones y sus sueños se van por el caño y saber que yo vivo día a día lo que él deseaba para sí mismo no nos está ayudando… si esto sigue así pronto vamos a terminar y no quiero que eso pase…así que dime, Ji… ¿nunca pensaste hacer otra cosa con tu vida que no fuera esto?”
Al final ambos anunciamos nuestro retiro de la escena musical muy en contra de la empresa, pero la empresa nos hubiera dado la espalda si las cosas se hubieran puesto feas, exactamente igual a como hicieron con Daesung, no me dolía tanto como había imaginado que dolería dejar lo que durante toda mi adolescencia había sido mi sueño y sabía que eso era gracias a que tenía a Ji y también a mi amado novio, no estaba mal, nada mal y no podía quejarme.
Ji y yo habíamos puesto juntos un restaurante en el centro de la ciudad, nosotros solo nos encargábamos de los detalles administrativos y teníamos el resto del tiempo para nuestras parejas, tampoco nos iba mal como vendedores, en verdad las ventas eran buenas y a tan solo 20 días de la inauguración ya comenzábamos a pensar en poner una sucursal pues todos los días hasta dentro de un mes estaban reservados en cada mesa. Era muy elegante ciertamente.
A mí me iba bien, pero no podía decir lo mismo de Ji, para él quizás no estaba del todo mal pero yo seguía teniendo esa mala impresión de que SeungHyun no se sentía convencido de las razones que Ji le había dado para casarse, quizás en la mente de Seung aquello era solo una estrategia para no hacer un escándalo pues aunque Ji y yo hubiéramos anunciado que nos retirábamos de la música aún nos llegaban ofertas de otras empresas y hasta de modelaje nos habían llegado además de que aún nos seguían fotógrafos y de vez en vez aparecíamos en revistas, por mi pate yo sentía que la relación de ellos no iba nada bien….claro que no decía nada, debía preocuparme por mi propia relación y las cosas que vivía con Dae.
- ¿estás listo? La boda es en 40 minutos, son 20 de camino y el padrino no puede darse lujos como llegar tarde – dije mientras me aseguraba de acomodar la corbata a mi novio de la mejor manera posible
- Si… lo estoy – susurró Dae con una sonrisa y avanzamos hasta el auto
Dae como ya sabía yo no venía de una familia muy adinerada, era más bien un muchacho humilde que aún no acababa de superar la depresión de ver sus sueños desparramados por el piso, yo trataba de animarlo siempre pero no era fácil, había hecho arreglos y estaba trabajando como modelo “a pesar de que no soy muy guapo….” Decía él siempre con una sonrisa, quizás la sonrisa más falsa y consoladora que había visto en toda mi vida. Daesung podía no ser guapo como Ji con su cara de bebé… pero era por mucho el chico con el mejor cuerpo que yo había visto.
A razón de su carrera de modelaje su familia le había permitido seguirse quedando en Seul y como en Seul todo es muy costoso y su carrera como modelo apenas despegaba le sugerí que viviera conmigo un tiempo “solo por un tiempo, no tiene que ser mucho…toda tu vida estaría bien” dije tratando de hacerlo sonreír, me sentí muy bien cuando vi que lo lograba.
Llegamos pronto al lugar de la boda, era un jardín enorme con un arco blanco, una alfombra roja, sillas de un lado, sillas del otro, flores aquí y allá y el notario paseaba por la mesa de bocadillos contemplándolo todo sin atreverse a tocarlo, muy elegante a pesar de ser sencilla. Pocas personas habían sido invitadas, aparentemente la familia de Seung tenía muchos problemas con que su único hijo se estuviera casando con un varón que además de todo lo había embarazado ya y ninguno de ellos planeaba venir.
Me aseguré nuevamente de tener los anillos en el bolsillo y sonriéndole a mi novio me levanté para buscar al novio que ese día se casaba. Nunca pensé que Ji se casaría antes que yo, supongo que las circunstancias lo demandaban aunque en verdad él no quisiera hacerlo.
Encontré a Ji sentado en el pasillo mordiendo la uña de su dedo gordo mientras balanceaba las piernas nerviosamente.
- ¿está todo bien? – pregunté al mirarlo así
- Sí, yo estoy bien…es Seung, de último momento decidió que quiere usar una corbata azul pastel y no azul cielo… cree que la azul cielo no va con mi corbata rosa – dijo sonriéndome de lado.
- Solo lo está prolongando – dije sentándome a su lado
- Eso ya lo sé yo, ya pedí la corbata y se la están poniendo, él todo lo que espera es que de pronto aparezcan sus padres y le digan que lo aprueban ¿te dije que fui a pedir su mano? Pues eso hice y el sujeto me sacó el aire, me dejó tirado sobre su jardín y nos cerró la puerta en la cara – dijo Ji levantando la cara al cielo
- Tu suegro es encantador… - susurré
- Tú tienes mucha suerte, hermano, demasiado en verdad – me dijo dándome un par de palmadas en la espalda