Después de la boda Ji y Seung se fueron de luna de miel, la madre de Seung no podía volver a su casa así que me ofrecí a hospedarla en mi casa por un tiempo mientras encontraba un lugar o se resolvía la demanda de divorcio, lo que fuera que pasara primero.
Vivir con la madre del esposo de mi mejor amigo era toda una experiencia, la mujer era amable, mucho quizás pero no lográbamos hacer buenas migas del todo como tampoco lo lograba con su hijo, era Dae quien estaba encantado con la presencia de ella en la casa, recuerdo que se encerraban por horas en la cocina a preparar tanta comida que parecía que alimentarían a media nación… les gustaba cocinar, les gustaba ir de compras juntos… yo me sentía bien por ellos. Al menos ninguno de ellos parecía estar en verdad deprimido como Dae lo había estado antes de la boda o como la mujer seguramente había estado durante años viviendo con un hombre al que no amaba.
Yo sentía que Daesung había encontrado una amiga en la madre de Seung, ella no era precisamente una mujer muy mayor, de hecho era bastante joven y eso ayudaba pues la madre de Dae era una mujer mayor con la que no se podía bromear tan abiertamente, además la madre de Seung había cambiado el guardarropa, se veía años más joven, radiante, feliz… recuerdo haber pensado que ella debería casarse y conseguir ser feliz con otro hombre pero nunca lo dije y no sé si Daesung si lo hizo….quizás eran solo nuestros pensamientos disparatados sobre la mujer que con su excelente comida nos estaba engordando.
Ocurrió entonces que Dae recibió una llamada de su madre, aparentemente su familia también lo extrañaba ahora que estaba lejos y que estaba tan entretenido que no tenía tiempo de llamar, su familia quería verlo así que me ofrecí a llevarlo, él me dijo que su familia quería conocerme un poco y me pidió de ser posible quedarme un poco con su familia, ellos me agradaban así que acepté, deje a la madre de Seung en casa esperando que todo fuera bien y conduje durante bastantes horas hasta encontrarme en una zona residencial.
- ¿estamos cerca? – pregunte cansado de manejar
- Si, ya muy cerca, da vuelta en la siguiente a la izquierda – dijo Dae que también se veía fastidiado del camino
Al final de la calle se encontraba una casa de tamaño mediano color blanco con jardín al frente y elegantes ventanas, el jardín era precioso y se veía bien cuidado, después de todo la reja que lo resguardaba parecía estar haciendo un muy buen trabajo. Bajamos del auto dejándolo en la cochera y miramos a la familia de Daesung, nos saludaron amablemente, ellos parecían felices de vernos. Estuvimos charlando durante toda la cena sobre cosas de la boda de Ji, sobre cosas sobre la madre de Seung… sobre nuestras nuevas vidas, después de todo ahora estábamos juntos Dae y yo con o sin boda.
Pasaríamos ahí un par de semanas así que lo tome con calma, conocí el barrio que si bien no era precisamente el mejor tampoco estaba tan mal, era seguro y bonito, con vecinos amables que cada mañana arreglaban su casa y después iban a trabajar. Habían pasado dos días cuando ya tenía a las amigas de la hermana de Dae pidiéndome autógrafos, recuerdo la cara molesta de mi novio diciendo que no estaba para nada bien que me acosaran con esas cosas… a mi en verdad no me molestaba, me gustaba haber sido un idol pero me gustaba más tener mi felicidad conmigo y pensar en que Ji también era feliz, sin problemas de presiones por parte de la empresa o encubrimientos de quienes éramos en verdad.
Había pasado ya casi una semana cuando me desperté de noche bastante sediento, salí de mi recamara para ir a la cocina sorprendiéndome de ver que las luces del comedor estaban encendidas y una voz conversadora hablaba en tono confidencial, me preocupé un poco así que me acerqué aún más solo para escuchar la voz de la madre de Dae que hablaba con tono preocupado con su único hijo varón.
- ¿Es en serio que no te das cuenta de que te está usando…?yo sé que crees que te ama y estoy segura de que él se lo hace creer también… pero ¿Qué pasará después? Cuando pasen los años y vea su vida preguntándose porque dejó de ser quien amaba por un chiquillo que aunque es encantador… - decía ella
- No le llega ni a los talones, eso ya lo sé… - dijo Dae con un suspiro – no tienes que preocuparte porque Seung me bote, estoy seguro de que eso pasará tarde o temprano, no me angustia para nada… parece que es feliz aún y yo soy muy feliz a su lado, estoy listo para dejarlo cuando sea necesario… - dijo Dae y no pude tolerarlo más
Crucé el comedor de dos zancadas y él se levantó, su madre prácticamente huyó y yo simplemente me serví un vaso con agua, me giré y lo miré, parecía que él estaba a punto de tragarse el desierto completo, estaba muy incómodo.
- Quiero irme… - dije después de beber el agua
- P.pero…. – susurró tartamudeando, inseguro de lo que yo había escuchado
- No voy a volver… tu puedes seguir viniendo a que te metan ideas en la cabeza si quieres…pero aparentemente esta casa es demasiado miserable para tenerme así que me largo…. – dije y él me miró, vi las lágrimas en sus ojos pero no me importó
Por primera vez… no me importó.
Volví a mi recamara y con la paciencia que no tenía empaqué todas mis cosas y me dispuse a salir de la casa, él me miró en mi camino y se colgó de mi maleta arrancándola de mi mano y lanzándola lejos, me miró y yo lo miré.
- Trae tus cosas… - le dije y él negó, lloroso, sonrojado… se veía muy mal
Avancé hasta mi maleta y la traté de tomar, él se lanzó sobre mí para impedirlo gritándome, gritaba que debía quedarme, que no me enfadara, yo lo aparté de un manotazo y quedó al borde de la mesa mirándome, lloraba mucho.
- Cálmate ahora o te dará un infarto… ¿me oyes? Cuando resuelvas que eres “bastante” puedes volver a casa, ahora no lo mereces – dije fríamente antes de salir de la casa arrastrando mi maleta, con grandes pasos, furioso en verdad.
Lancé mi maleta al auto y salí de ahí conduciendo como si no hubiera nada que pudiera detenerme, no sé cuántos “alto” evité, solo quedaba en mi mente su cara vista en el espejo retrovisor, su sorpresa mientras me marchaba y mi corazón latiendo lento, deseando asesinarme, deseando hacerme llorar como un niño hasta que me sintiera al menos un poco mejor. Yo en verdad había creído que Dae era feliz conmigo… que le gustaba ser mi novio… pero no, aparentemente vivía esperando el día en que le daría las gracias y le pediría que se largara de mi vista. Él aún creía que no lo amaba… todo lo que yo había hecho por él no le había demostrado nada, todo era un juego en su mente y él iba a perder.
Mi corazón no lo iba a soportar, bajé en una gasolinera y compré una cajetilla de cigarros, fumé tres metido en el auto mientras lloraba en silencio… nunca antes en mi vida me había sentido así…Dae era mi primer y único amor ¿y ahora que quedaba?