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Cuando la normalidad falla por Mai_Kusakabe

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Notas del capitulo:

Soy un monstruo, lo sé. Cuando me falta tiempo, la primera historia que siempre me dejo de lado es Cartas desde el mundo, porque es la que más trabajo requiere, y esa es la razón por la que no habéis tenido capítulo: he tenido dos exámenes seguidos esta semana y, sinceramente, me falta el tiempo. Termino los exámenes el día 12, y hasta pasada esa fecha siento deciros que no os puedo prometer que se cumplan todos los horarios de actualizaciones. Casi no llego ni a escribir este a tiempo u.u

¡Tenemos review número 100! :D Portgas_D_Victoria, lo has dejado tú, así que el cuento de siempre: puedes pedirme un one-shot de lo que quieras, siempre y cuando esté relacionado con One Piece ^^

Dicho esto, creo que más de una esperaba este capítulo ¬w¬

 

Capítulo 15: El último paso

Kid no esperó a que la puerta de la habitación se cerrara para empotrar a Law contra la pared y besarlo, sus manos subiendo a desabrochar tan deprisa como podían la camisa del moreno, quien no se quedó precisamente quieto y, besándolo con tanta fuerza como podía, comenzó a levantarle la camiseta al pelirrojo.

Kid tuvo que separarse para que Law pudiera quitarle la prenda y lanzarla por alguna parte, y aprovechó para hablar antes de que el cuerpo que tenía delante lo distrajera demasiado.

-Cama, ahora.

Por supuesto, siendo Law el cabrón de siempre, no podía simplemente obedecer por una vez y punto.

-Pensaba que te gustaba tenerme contra la pared, Eustass-ya –Dijo el moreno con esa sonrisita suya tan característica.

La respuesta de Kid fue una extraña mezcla entre un gruñido y una enorme sonrisa antes de que dijera:

-Y pienso follarte contra la pared. Muchas veces, pero no ahora. La primera vez quiero que sea en una cama.

-Uy, qué romántico –comentó Law, burlón, pero por suerte decidió separarse de la pared y dirigirse a la cama del pelirrojo, que era la que tenían más cerca. Y justo a tiempo, Kid había estado a punto de saltarle encima y llevárselo a la cama a rastras si decidía seguir hablando.

Law dejó caer su camisa al suelo mientras andaba y se detuvo junto a la cama, de espaldas a Kid, para quitarse el pantalón. El pelirrojo se pasó la lengua por el labio inferior, y se habría quitado parte del maquillaje de llevarlo puesto ese día, cuando la prenda cayó.

Law tenía la práctica e increíblemente sexy costumbre de no llevar ropa interior. Nunca.

El pelirrojo se desvistió a toda prisa, ignorando el ruido de algo desgarrándose que escuchó al quitarse el pantalón, y se plantó en dos zancadas junto a la cama, donde Law ya se había tumbado y lo miraba de arriba abajo como un buffet libre de postres.

Kid abrió el cajón de su mesita de noche y se puso a buscar en él lo que había comprado y guardado allí desde el momento en que comenzara su relación con Law. Por supuesto, Law no podía estarse quieto, y el pelirrojo jadeó, sorprendido, al notar una mano envolver su ridículamente erecto miembro; ridículo por el hecho de que apenas se habían besado. Bajó la mirada justo a tiempo para ver a Law acercarse, y esta vez gimió cuando su lengua lo recorrió de base a punta.

Le apoyó una mano en la cabeza antes de que pudiera recolocarse en la cama.

-Estate quieto.

-¿No quieres que te la chupe? –Preguntó Law, mirándolo desde su posición de rodillas en la cama y volviendo a rozarlo con la lengua.

Kid ignoró la más que rotunda respuesta de su polla a esa pregunta.

-Por mucho que me guste correrme en tu boca, no es donde quiero hacerlo ahora –dijo Kid, y finalmente encontró lo que había estado buscando.

Law se tumbó de nuevo en la cama, levantando una ceja al ver el tubo de lubricante y el condón que Kid tenía ahora en la mano.

-Eso no te va a hacer falta.

Kid se miró la mano y después miró al moreno.

-Sé que estás limpio, he leído tu historial médico.

Kid resopló y cogió el condón entre dos dedos de su otra mano.

-¿Y qué te hace pensar que no lo quiero para que no me pases nada a mí?

Si alguien tenía la capacidad de llamar imbécil a otra persona de tres formas distintas sin abrir la boca, ese era sin duda Trafalgar Law.

-Eustass-ya, con la cantidad de veces que me la has chupado, si de verdad tuviera algo ya te lo habría contagiado.

Kid se podría haber dado de hostias por no haber pensado en ese detalle, pero una mirada a la cama, donde lo esperaba Law, completamente desnudo, con las piernas abiertas y esa jodida sonrisa en los labios, le hizo decidir que mejor agradecía no tener que llevar al condón, lo tiraba, y se ponía a hacer lo que habían venido a hacer.

Así que Kid dejó caer el condón al suelo, se subió en la cama y se colocó entre las piernas del moreno.

-Por fin te decides –lo provocó Law, y Kid decidió, en vez de responder, cogerle los testículos con una mano y apretar ligeramente. Se rio cuando Law con eso jadeó.

-Podría decirte lo mismo, empezaba a pensar que no me dejarías follarte nunca.

Sin dejar de sonreír de aquella forma, Law levantó un brazo, enredó los dedos en el pelo de Kid y lo hizo bajar la cabeza para darle un húmedo y ardiente beso. El otro brazo de Law lo rodeó también, y las manos de Kid, una de ellas aún sosteniendo sueltamente el lubricante, subieron por el pecho del moreno hasta encontrar sus pezones, con lo que Law gimió en el beso y se separó lo justo para decir:

-Hazlo.

-¿Ya? ¿No quieres antes…? –El pelirrojo apretó de nuevo los pezones del otro para indicar a lo que se refería.

Law negó con la cabeza.

-Ya habrá tiempo para eso, ahora quiero que me la metas. –Kid no lo vio, pero escuchó perfectamente los pies de Law deslizándose sobre la sábana, separándose más aún.

-Joder, si me lo pides así…

Incorporándose para arrodillarse, Kid abrió la tapa del tubo, que salió rodando y cayó al suelo, y vació parte de su contenido en una de sus manos, cubriéndose con él tres dedos.

Law levantó una ceja, sin duda a punto de hacer algún comentario sobre la amabilidad del otro, pero se calló en cuanto uno de los dedos de Kid presionó contra su entrada. Inclinándose sobre él, el pelirrojo se quedó a escasos centímetros del rostro del otro antes de empujar con el dedo y comenzar a meterlo en la estrecha entrada del moreno.

Law hizo una mueca.

-¿Te duele? –Preguntó Kid, deteniéndose.

-No, solo es raro. Sigue.

Kid lo hizo, adentrando poco a poco cada vez más el dedo y tratando de encontrar ese punto que haría todo aquello mucho más placentero para Law. Inclinándose sobre él, comenzó a besar su cuello, entreteniéndose en el punto bajo su oreja que había descubierto que lo hacía retorcerse, y sonrió contra este cuando su dedo rozó un punto en concreto en el interior de Law, y el cuerpo que tenía bajo él se estremeció, su dueño dejando escapar un elevado y profundo gemido.

Aprovechando el momento, Kid metió el segundo dedo e inmediatamente comenzó a moverlos, dilatándolo y golpeando ese punto tantas veces como podía.

-Jo-Joder… -Jadeó Law cuando entró el tercero, sus manos ahora apretando los antebrazos de Kid con fuerza-. Hazlo ya, ya estoy bien –le aseguró.

Kid, que estaba de verdad tratando de contenerse para no penetrarlo sin más, no necesitó que se lo repitiera. Retiró los dedos y levantó las piernas de Law, pasando una por encima de su hombro y haciendo que la otra se apoyase en su brazo, se colocó contra su entrada, escuchando cómo Law inspiraba al notar la punta de su polla tocándolo ahí, y, forzándose a ir despacio, comenzó a entrar.

Law se tensó y Kid se detuvo.

-¿Duele?

-Bastante.

Kid estuvo tentado de salir para prepararlo un poco más, pero el talón de Law se clavó en su espalda, haciéndolo detenerse.

-Ni se te ocurra, no es para tanto. Sigue.

-¿Seguro?

-Cuanto antes estés dentro, antes se me pasará.

Reconociendo que ahí Law tenía razón, algo que Kid no pensaba decirle en voz alta, siguió avanzando hasta que estuvo tan dentro de él como le fue posible. Aún sosteniendo las piernas de Law, Kid se quedó quieto, algo que le costó un gran esfuerzo en esos momentos, y esperó, agachándose para besar de nuevo a Law mientras este se iba acostumbrando.

Fue un movimiento de las caderas del moreno, sin separar sus labios, lo que le indicó a Kid que ya podía moverse.

Adoptando un ritmo lento, Kid comenzó a entrar y salir de él, al principio apenas moviéndose un poco, sacando una pequeña parte de su polla antes de volver a embestir con las caderas hacia delante, pero poco a poco estos movimientos se fueron volviendo más largos y más rápidos, hasta que apenas la punta de la polla de Kid quedaba dentro del apretado calor que era la entrada de Law antes de que el pelirrojo embistiera de nuevo, adentrándose un poco más con cada uno de sus movimientos.

Ahora Law le sostenía la cabeza por detrás, ambas manos enredadas en su pelo, y lo besaba ansiosamente, ahogando en sus labios la mayoría de los gemidos que le arrancaba, muchos de los cuales Kid podía escuchar igualmente.

La sensación acumulándose en su vientre le avisó de que no le quedaba mucho y, decidiendo que quería que ambos llegasen al límite al mismo tiempo, metió una mano entre sus vientres y cogió la erección de Law, comenzando a masturbarlo, su mano moviéndose deprisa y de forma tan precisa como era capaz en aquella situación.

De hecho, quería que Law o arrastrase a él al orgasmo, y apenas tuvo tiempo de pensar en que lo había conseguido cuando el moreno rompió el beso para dejar salir el gemido más fuerte que le había escuchado, su cuerpo cerrándose sobre la polla de Kid y prácticamente exprimiendo el orgasmo de su interior, haciendo que el pelirrojo gimiera como Law lo estaba haciendo, llenándolo y apenas notando el semen que ahora cubría su mano hasta que se dejó caer, exhausto, sobre su compañero.

Fue un milagro que recordase apoyar los antebrazos a ambos lados de la cabeza de Law para no aplastarlo.

Pasaron varios minutos en silencio, mirándose, Law levantando la cabeza para depositar un corto beso en la mejilla de Kid o Kid inclinando la suya para besarle la comisura de los labios, antes de que ninguno hablase.

-Deberíamos haber hecho esto antes.

-¿Te recuerdo quién es el listo que quería ir despacio?

Law sonrió.

-No tengo ni la más remota idea de qué estás hablando, Eustass-ya.

Riéndose, Kid se movió, saliendo de Law muy a su pesar, y sintió una curiosa satisfacción al ver el hilo de semen que comenzó a caer de su entrada.

Dejándose caer a su lado, lo rodeó con un brazo y lo atrajo contra su pecho, decidiendo de inmediato que esa cama era demasiado pequeña para dos personas.

-Oye, Eustass-ya.

-Dime.

-Que conste que no intento ofenderte ni nada, -Kid hizo un ruido incrédulo que le costó un golpe en el costado antes de que Law siguiera,- pero has sido muy… delicado conmigo. No te veía así.

-¿Y? –Gruñó Kid, que en ese momento lo único que quería hacer era dormirse. Habían tenido un día agotador, no le apetecía quedarse hablando.

-Me preguntaba si vas a ser siempre así o ha sido cosa de una vez.

Kid bajó la mano y le apretó una nalga.

-Ni de coña, hay muchos sitios y formas en las que quiero follarte, pero esta era tu primera vez. –Por raro que sonase, Kid juraría que lo acababa de escuchar levantando una ceja, así que decidió elaborar un poco.- Es solo que la primera vez que me acosté con un tío acabó con un desgarro, y es algo que no quiero repetir.

Law se rio, y Kid no tuvo claro si se estaba riendo de él o del chico con el que Kid se acostó entonces, pero en ese momento le daba igual.

Estaba demasiado cansado.

Continuará

Notas finales:

Recordad, no imitéis a estos dos: el condón es para usarse u.u


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