El rubio se encontraba en una sala con las paredes de color gris, sillones verdes y en frente de el habían muchos escritorios con hombres uniformados. Tenía la cabeza y los ojos observando al suelo, no quería parpadear porque cada vez que lo hacía veía las imágenes de su familia.
-Naruto- decía una voz que el pequeño rubio no podía identificar
-quien es usted?- dijo sin voltear a verlo
-soy el oficial Umino, pero puedes llamarme Iruka-
El rubio volteó la mirada hacia su acompañante, era un hombre de unos 20 años, tenía el cabello café al igual que la piel solo que esta última era un poco mas clara, tenía una cortada que atravesaba su nariz y ojos cafés.
-…- Naruto no contestó, simplemente se quedó observando al oficial que le regalaba una sonrisa muy cálida.
-tranquilo, no tienes que decir nada, solo necesitamos que te quedes aquí-
El rubio se tranquilizó al ver que el hombre no le quería obligar a hacer nada, pero aún así sentía el frío de la soledad abrazarlo.
-que voy a hacer ahora?- dijo el menor mientras que el castaño deshacía su sonrisa
-… pues… hay algún familiar o amigo con quien te puedas quedar?-
-… no-
-…. Bueno… te gustaría quedarte conmigo?-
-… si-
-excelente, entonces espérame aquí unos cinco minutos y después nos vamos-
-gracias-
Devolvió su mirada al suelo, pronto recordó a Sasuke, se comenzó a preguntar que cosas estaría haciendo en ese momento.
~~~Con Sasuke~~~
Los Uchiha habían vuelto a su hogar hacía 2 días, Itachi y Sasuke esperaban la noche en la que sus padres salieran a cenar y ellos tuvieran el paso libre
-Sasuke, cariño, ya nos vamos, llegaremos ya entrada la noche- dijo su madre mientras se acercaba a darle un abrazo, el pequeño azabache le devolvió el abrazo y lo guardó en su memoria, ya que era posible que no lo volviera a sentir jamás.
-bueno, hasta en la noche-
Mikoto salió de la casa siendo seguida por Fugaku que no dijo nada a sus hijos, los dejó cerrando la puerta de su casa tras el.
-listo Sasu, vámonos- dijo Itachi mientras corría hacia el piso superior por las cosas de su hermano y las suyas.
-Vámonos-
El azabache mayor salió de la casa con las maletas siendo seguido por su hermano menor que miraba con melancolía su casa.
-que haces?-
-estoy dándole una última mirada, ya que no podré volver-
Se quedó observando unos minutos mas, sus recuerdos lo invadían, las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, Itachi al notar eso tomó el mentón de Sasuke y con sus dedos secó sus lágrimas.
-no llores, volveremos, lo prometo-
-… si-
Cerró la puerta de la casa y se dirigió a la calle, ahí un auto de color arena los esperaba en un costado, cuando llegaron un hombre de cabello negro, muy parecido a ellos se bajó del auto.
-primo!- gritó Itachi mientras saltaba para abrazarlo
-hola Itachi, Sasuke-
-porque te tardaste tanto en venir por nosotros?- dijo Sasuke
-… estaba en… la playa, ya saben, trabajo- dijo recordando al pequeño rubio que casi mató.
-ya que, vámonos-
Itachi se subió en la parte trasera junto con Sasuke, el menor al poco tiempo quedó dormido en el hombro de su hermano y este lo abrazó.
-Sai, de que era ese trabajo?-
-te lo diré después-
Devolvió su mirada hacia la carretera y siguió conduciendo, estuvieron en silencio la noche completa, Itachi había caído en los brazos de Morfeo poco tiempo después, pero Sai como era el conductor no tuvo ni un segundo de descanso.
Al estar así de agotado los ojos negros comenzaron a cerrarse, por mas que trataba de mantenerlos abiertos no podía hasta que… <PIIIIIIIIIP>
El estruendo de un claxon de camión lo regresó a la realidad para que después de abrir los ojos se encontrara con un par de luces que se dirigían hacia el auto de frente.