Abigail estaba un tanto perpleja al ver a su hija cerrarle la puerta en la nariz, era cierto que no tenían la mejor relación del mundo, pero no le había educado de esa forma, encogiendo los hombros caminò por el departamento tratando de dicernir lo que había escuchado en la conversación de su hija.
Aparte de la evidente presencia del escritor Yami Atemu en la preparatoria había algunas cosas que había dejado pasar por alto. Extraño la verdad pero aun asi tenia que prestar mas atención, quien era jovencito llamado Joey? Al parecer a su hija no le caìa bien, su tono delataba cierto deje de felicidad ante la desgracia ajena.
Y aparte estaba ese niño, el amigo de su hija que particularmente era igual al escritor, que tendrían en común esos dos? Serìan hermanos? O acaso parientes lejanos? Si no se equivocaba el niñato había llegado a la preparatoria apenas inicar el semestre, su hija le había contado uno de aquellos días en los que no habían discutido lo bonito y tierno que el jovencito era; y también que tenia un auto, cosa que en el instituto no estaba permitido. No hasta donde ella sabía.
Mordiendo el bolígrafo se pregunto como era que ese niño aparentemente pudiente termino estudiando en un instituto publico y teniendo tan bajos resultados, a decir verdad si ella hubera podido habría mandado a Tea a custodia de tutores particulares y también institutos privados mas prestigiosos. Volvió a la puerta de su hija y tocò levemente, sòlo para llamar su atención.
_cariño, no te enojes
_madre el hecho que tu trabajo sea chismear en la vida de otras personas no te da el derecho a husmear en mi habitación
_escuche por casualidad, por dios no me crees?
_no, hace mucho tiempo que no lo hago
_sabes que es mi trabajo, y gracias a èl tienes comida caliente en la mesa
Sabía que era una treta demasiado vieja y trillada, pero su hija tenia un corazón tan pequeño que no cabia mas de una emoción en èl. El silencio que siguió a su declaración le garantizo la victoria en esa batalla; la puerta se abrió y Tea le miró con el ceño fruncido.
_crees que no lo se?
_nena, no te enfades
_que quieres?
_solo venia a avisarte que saldré unos días de la ciudad, mi editor me pidió hacer un reportaje de investigación
Los ojos de la muchacha se abrieron y pudo notar la esperanza en ellos, bueno, era algo completamente diferente a lo que hacia habitualmente, al lado de un paparazzi, pero aun asi no era tan importante como su hija pensaba.
_de que clase?
_una investiacion sobre casos policiales, pero me pagara todos los gastos que se generen en el tiempo que me tarde, sin importar el resultado de la investigación
_madre, entonces te ascendió?
Su hija pensaba que lo que hacia era resultado de la falta de posibilidades en la editorial, ella amaba hacer la vida de otros miserable, las verdades a medias y las preguntas capsiosas de sus reportajes eran como un bálsamo curativo para su alma, estaba cansada de explicarle a su hija que no hacia otra cosa por que era lo que amaba hacer.
_no, solo me dio otra clase de encomienda.
Algo triste la castaña menor le dedico una sonrisa que no le llego a los ojos.
_bueno, por algo se empieza.
A pesar de lo que Tea pensara, ella contaba con un poder moderado que le garantizaba favores en todos los círculos sociales, incluso se había acercado un poco a los círculos oscuros que gobernaban la ciudad baja, en donde un nombre bien pronunciado, o bien una propina deslizada por debajo de la tablilla de un Metre lograba los mejores y mas jugosos chismes de la ciudad.
_en que estas trabajando, cariño?
_oh, en un reporte de literatura, el profesor Yami nos deja mucha tarea y tenemos pendientes rellenar los formularios para la universidad.
_ya te decidiste a cual quieres ingresar?
_si, quiero ir a la facultad de ciencias naturales de la universidad de Kanto
_pero…
_no quiero seguir tus pasos, entre mas alejada este de la via publica mejor para mi
Con un mohín la madre asintió, después de todo, se había encargado de investigar los secretos mas sucios de los directivos de todas las universidades del país a fin de que su niña no tuviera que preocuparse por la selección. Una llamada y el lugar era suyo.
_si eso es lo que quieres
Compartieron un extraño rato, en el que ambas estuvieron cordiales la una con la otra, no era a menudo, en especial por que la mayor casi siempre estaba fuera buscando información y cuando lograba publicar algo en la prensa su hija siempre se molestaba con ella por haber metido en lios a alguien que seguramente era inocente.
En el despacho del jefe de policía el detective Hirahisawa entregaba el resultado de la autopsia realizada a Roger Wheller, asi como el resultado informatico de la información contenida en el ordenador.
_que es esto?
_al parecer estudios farmacéuticos, y sofware espia, incluso el ingeniero que lo reviso se sorprendió de la capacidad de programación del occiso
_tengo entendido que este sujeto apenas concluyo la decundaria
_es correcto, pero creo que todos deveriamos revisar nuevamente el expediente
_que dice su hijo?
_no sabe nada, cuando le pregunte acerca de lo que su padre hacia para vivir contesto que golpearlo para quitarle su dinero
_esto es completamente incongruente, por que un hombre tan pobre como Roger ocultara esas cosas de su propio hijo.
_los vecinos dicen que era un abusivo, que se jactaba por el poder de alguien que lo respaldaba, sin embargo nadie sabia exactamente a quien o que lo respaldaba.
El expediente antes, apenas de un par de hojas ahora contenía al menos 50, incluidas las declaraciones de los vecinos, la declaración de Joey Wheller y Seto Kaiba quien se pronuncio como tutor provisional del joven. Las pruebas periciales en la casa asi como descripciones de la autopsia, fotografías polaroid y un CD, con el contenido de la computadora.
El jefe de policía, barrigon y con un pantalón de vestir que en otros días se vio mejor. Miro a su agente, Hirahisawa era por mucho un gran elemento, pero a el le sonaba que este pobre diablo era la punta de un cabo demasiado grueso que podría poner en peligro al detective.
_terminaste con los demás casos?
_si, robos menores y unas cuantas cartas de disculpa, hoy por la mañaba me asignaron investigar una infiltración en el sistema de la policía pero ya tengo a mi gente trabajando en eso.
_y que dice el arma homicida?
_estaba llena de polvo y sòlo rescate una huella parcial que no aparece en ninguna base de datos.
_me temo entonces que te encuentras en un callejón sin salida
_posiblemente, pero tengo algunas teorías
_en ese caso, tendras que investigar en tu tiempo libre aun tengo una caja completa con denuncias realizadas esta mañana y nadie les ah prestado la atención debida
_pero, señor
_se que te intriga la situación, pero ahora el caso està en manos del departamento de atención a menores y también del departamento de medicina forense
El detective estaba pasmado, su jefe lo estaba relevando del caso, simple y llanamente. No parecía peligroso, si acaso también estaba preocupado por el destino del joven rubio, pero…
_señor
_espero haber sido lo suficientemente claro, retirece
Respirando profundamente el detective se levanto arrastrando la silla, y cerrando de golpe la puerta, bien si el jefe no quería darle seguimiento el no estaba dispuesto a dejar las cosas asi, había un par de niños que necesitaban saber que había sido de su padre y el primer lugar al que tenia que acudir era a las conexiones con el mercado negro, donde seguramente se encargaron de repartir las entrañas de Roger.
En la casa de Yami el teléfono había timbrado por tercera vez cuando Serenithy tomò la llamada. Del otro lado una voz poco familiar le pidió le comunicaran con Joey.
_Quien eres?
_soy un amigo de la escuela
_dime tu nombre
Contesto molesta la menor, ella conocía la voz de Tristan y el sujeto del otro lado de la línea no era el amigo de su hermano; ante su negativa el joven se aclaro la garganta.
_me llamo Yugi Motto, no es mi intención ser descortez pero podrías comunicarme con èl
_no se encuentra, aun no regresa del instituto
_oh! Muy bien, entonces creo que le pasare el mensaje mañana cuando lo vea en la escuela.
_esta bien
_hasta luego
La pelirroja colgó al saber que no era importante, del otro lado Yugi miraba la pantalla de su ordenador donde se declaraba a una menor a custodia de su odiado profesor de literatura y la emancipación de Joey Wheller bajo la condición de que avandone el instituto a fin de iniciar un trabajo formal o bien de un matrimonio legal.
Lo curioso en ese documento seguramente conseguido a express, era que el matrimonio no especificaba nada acerca de quien era el contrayente, el joven tenia la libertad de escoger entre muchas personas a fin de mantenerlo fuera de la custodia de alguno de sus familiares directos. Y si no le fallaban las cuentas la única familiar viva que podría reclamarlo a su lado era su madre.
A pesar de todo, se había comunicado a la casa del profesor para confirmar la información recabada en la investigación a las bases de datos de la policía, su maton personal ahora vivía de caridad en manos del profesor de literatura, una información bastante interesante, será que el joven maestro tenia gustos particulares por los hombres?
Sonrio malevolamente, había oído a Ducke quejarse que él usaba sus encantos para distraer a sus victimas al momento de arrebatarles la vida, para el estaba bien asi que le podía servir para joder al molesto profesor antes de alejarse de ese lugar, el año escolar estaba a la mitad y el tenia que soportarlo lo mas estoicamente posible, contrario a su naturaleza calmada y pensativa sintió la necesidad de sacar al hombre de sus casillas, se lo merecía por haberlo descubierto en esa misión, nadie nunca lo había atrapado con las manos en la masa, y ese sujeto sólo había tenido suerte.
A la mañana siguiente, Yugi entraba al salón usando su uniforme de una forma un poco diferente, la camisa blanca estaba abierta al completo, dejando ver una playera de tirantes gruesos pegada al cuerpo, los pantalones antes holgados y bombachos en las piernas habían sido sutituidos por un juego similar pero justos a la cadera complementados por unas muñequeras de cuero asi como de un collar de cuero grueso que estilizaba su cuello, sin quitar la cara de inocencia que lo caracterizaba.
Las chicas que anteriormente lo habían ignorado, ahora le miraban con una mezcla de ternura y protección maternal, Tea se sonrojo al verle, sabia que su amiga sería su mejor punto de referencia.
_que ocurre?
Pregunto casual al ver a su amiga, igual que todos los días, coloco la mochila en la papelera de la banca y sacó su cuaderno de ejercicios.
_nada, es solo que hoy te vez muy diferente
_lo vi en una revista y me llamó la atención
Tuvo el descaro de sonrojarse, como si el hecho de cambiar de apariencia le costara trabajo, cuando realmente era algo que hacia desde que tenia 6 años.
_te queda muy bien, Yugi
_gracias.
El profesor de matematicas ingresó al aula y todos guardaron silencio para saludarle respetuosamente, el aspecto de Yugi le hizo enarcar una ceja pero no dijo nada al respecto, igual que la mayoría de los maestros que le siguieron. Fue hasta el ultimo periodo que tuvo la suerte de toparse con el profesor Yami en el pasillo el hombre le miro con curiosidad y le dedico una sonrisa.
_no creo que sea la forma adecuada de portar un uniforme pero se que esta en una etapa de redescubrirse a si mismo joven Motto. Bonita tarde.
Devolvió la sonrisa lo mas taimadamente posible, y en cuanto el profesor dio la vuelta frunció el ceño. Era en serio? El cabron nisiquiera lo había visto bien, de que se trataba entonces su interés en él si no era sexual?
_Yugi_kun, que lindo te vez hoy. Me acompañaras a casa hoy por la tarde?
Mai Valentine le llamaba desde su aula y el apegado a su papel de simplon sonrio, avergonzado sin llegar a ruborizarse. Inclino la cabeza a fin de esconder su rabia y el obvio echo que en realidad el comentario no había hecho mella en el. Algo estaba pasando con ese maestro y tenia que averiguarlo.
Se encamino a la oficina de profesores sabiendo que a esa hora no habría nadie, el aula estaba sola, sigiloso se acerco al escritorio del profesor encontrando pocas cosas interesantes, un par de fotografías y lo que supuso era el boceto de alguna clase que impartiría al dia siguiente. En una había una muchacha muy bonita de cabello negro y ojos violetas, le llamo la atención el parecido que esa niña tenia con él mismo pero lo dejó de lado.
Urgando mas a fondo abrió la carpeta que estaba colocada entre los libros reglamentarios de literatura contemporánea. Era una fotocopia de un archivo policial, reconoció de inmediato a su mentor en la fotografía, y peor aun se reconoció a si mismo con unos cuantos años sujetando la mano de una mujer bonita.
Una de sus primeras victimas.
_es de muy mala educación el usmear en las cosas de otras personas
Uno de los profesores había entrado, el Sr. Masamune se encontraba en la puerta mirándolo reprobatorio bajo sus gafas de fondo de botella, llevaba un viejo portafolios, su chaqueta estaba remendada de algunas partes pero solo era visible cuando te acercabas lo suficiente.
_lo lamento profesor, buscaba al profesor Yami
_tuvo que salir temprano, necesitabas algo en especial?
_no, sólo quería verle
La mirada del anciano le dijo que su respuesta había tenido mas interpretaciones de las necesarias.
_el profesor no firma autógrafos
_no es por eso, yo solo quería verle
Acomodándose las gafas en el puente de la nariz el anciano profesor se acerco al escritorio del consejero académico tomando un panfleto.
_no tenga pena de aceptar quien es jovencito, pero le agradecería que no lo haga frente a sus compañeros de mentes impresionables.
El panfleto decía “sexualidad en el adolescente”, sonrio al anciano y salió del aula arrojando humo por las orejas, él no era gay, es mas no sabia siquiera lo que era sentirse atraído por nadie, siendo contra natura amar a un hombre mucho menos lo haría por el profesor, en todo caso se inclinaria por su amiga castaña o por la rubia acosadora. Le seguía el juego a Ducke pero sabia que su amigo no lo deseaba realmente, se había echo cargo de pedófilos y también de violadores impunes, hombres mas despresiables que la basura de los vertederos y que habían sido exonerados por el poder del dinero.
Era la razon por la que amaba su trabajo, librar al mundo de inmundicia como esa era la recompenza; pero eso le había convertido en alguien sin deseos, alguien que solo conocía de la lealtad de sus semejantes, de su padre y de su hermano. De nadie mas.