Un suspiro cansado del lado de la puerta le indicaba que alguien había escuchado ese último argumento, al girarse los tres jóvenes un castaño de ojos azules se mostraba molesto el tricolor.
_con permiso de quien te decidiste a pedir trabajo
Seto entro a la habitación con paso firmes y un aura de querer matar al chico de ojos rubi, el cual un poco extrañado por la rabieta de su amigo encogió lo hombros y respondió sin pena.
_....mmm del mío?
_sabes que después de la presentación de este libro tienes que ponerte a trabajar en el siguiente, eres el mas grande escritor de historias fantásticas de Japón y vas a dar clases en la preparatoria?
No estaba gritando, pero Seto en realidad sabia hacerse oir con una inflexión especial en la voz, Yami presintiendo la bronca no hizo nada por azusar la calma en su representante y editor. Aun asi no iba a cambiar de opinión, asi que apelando al lado sensiblero del castaño llevo una mano a su nuca y puso la mejor cara de arrepentimiento que sabia.
_Seto; no te enojes, es una forma que tengo para poder regresar a esos años que perdí por estar aquí encerrado.
El de ojos rubí veía cambiar de esa expresión de simulada rabia a una de total vergüenza, era verdad, para concluir sus estudios había tenido que tomar clases particulares tanto de las que faltaban para su acreditación como estudiante de preparatoria como las correspondientes a las letras, después de todo, debía aprender a dar estructuras, a usar imágenes a través de las palabras.
_haz lo que quieras pero no te metas en problemas por favor
Bufo cansado de la desfachatez de su amigo y mas por la facilidad con la que lo manejaba, sabia que era una de sus armas mas infalibles contra su molestia, y aun asi siempre caía. Ante las palabras del castaño Yami puso cara de niño inocente y miro a su amigo con los ojos muy abiertos y las manos unidas al frente de su cadera.
_claro, papi te prometo ser un niño muy bueno
_eres muy problemático, lo sabias?
_si, pero si la riego, estas tu para arreglar mi desastre
_aun asi estoy molesto contigo, asi que no me toques las narices.
_jeje como si eso valiera algo para mi
_por favor, vine a decirte que tienes una presentación en dos días, es para autografiar el libro que sacaste el año pasado, la editorial esta pensando en darte un premio especial al ser uno de los autores mas vendidos dentro de Japón.
_si, lo intentare, pero si tengo clases no voy a ir
_es a las 5 de la tarde en la tienda “Yukari Shop” queda a cinco manzanas de aquí, asi que no tienes pretexto para no ir.
_ya te lo dije, vere si puedo ir
_ahora que no estas bajo arresto domiciliario no tienes por que negar tus apariciones publicas.
_olvidas acaso que Grandyer tiene puesto sobre mi su ojo venenoso?
_ ella no podrá hacer nada contra ti, si no le das pie
_como si no la conocieras, esa mujer es veneno embotellado,
_no te estoy pidiendo permiso Yami Atemu, asi que mas vale que estes listo
_que otra me queda, ahora si no te molesta tengo cosas que hacer y un nuevo manuscrito que empezar
_mas vale que realmente te pongas a trabajar
Tras un intercambio de miradas, el castaño salió dando un portazo demasiado fuerte como para aparentar su enojo, bajó al estacionamiento y se montó en un auto de color negro; el favorito de Yami, y que había comprado solo para darle el gusto de tenerlo aunque no pudiera manejarlo, se estacionó bajo la ventana de la habitación de su amigo y uso la bocina, en cuanto se asomó el tricolor se jacto de la cara que este puso al ver su auto nuevo en manos de su manager; le dedico una sonrisa traviesa y le mando un mensaje de texto.
“tome prestado tu auto…con mi permiso, espero que no te moleste”
Nunca había usado mensajes de texto a menos que fuera muy importante, pero ahora le daba una cierta ráfaga de misterio al “permiso”, un nuevo mensaje lo sacó de su momento de triunfo.
“le pasa algo o lo regresas con un rayón ahora si me encierran por matarte…>:P”
Sonrió para si y emitió una risa superficial, después de todo ese tipo de bromas eran muy comunes entre ellos, las cosas después del altercado con la familia de Beatriz habían sido demasiado escabrosos, él mismo había visto a su amigo en el borde mismo de la locura, despertando azorado con el recuerdo del momento justo en que su novia se había quitado la vida frente a sus ojos.
“_esta ahí…Seto tiene el bisturí”, ”_la sabana, Seto la sabana esta manchada de sangre”
Los ojos desorbitados, la fiebre, la enfermedad, no había peor estado que él mismo siempre se lamentaba no volver a ver esos hermosos ojos violetas eso ojos llenos de ilusión que se fueron marchitando conforme el cáncer le invadía la sangre y de buenas a primeras atacó todo, llevándoselo al diablo, y junto con ella a su amigo. Suspiró, en el periodo que Beatriz estuvo internada su amigo se la pasaba con ella el tiempo que los médicos le permitían, la chica le había propuesto tener un bebe, un hijo de ella y de el para que si no superaba el cáncer su amigo tuviera algo o alguien que le recordara su amor; el abuelo de Yami se negó rotundamente, después de todo su familia nunca había tenido hijos fuera del matrimonio y menos con una mujercita de menor nivel, un golpe sobre el capo del auto le advirtió que estaba demasiado distraído, frenó en seco y vio una mancha azul en la parte de enfrente, a pesar de su acción el impacto fue inminente, se detuvo y lo primero que vio fue a un joven tirado en la calle con una pequeña pelirroja en los brazos, la niña estaba asustada y en cuanto se liberó del abrazo del muchacho comenzó a llorar.
_Hermanito, hermanito despierta por favor, no te mueras!
Él por estar pensando en tonterías había atropellado al chico, no se veía muy grande, unos 17 si calculaba bien y ocultaba su cara al otro extremo de la calle, sus brazos estaban raspados ya que con los mismos había salvado a la niña, su hermana por lo que deducía de las palabras de la pelirroja.
_llamen a una ambulancia
Fue lo único que se le ocurrió decir, todos a su alrededor estaban a la expectativa, después de todo sólo el rubio había visto lo que había pasado y ahora estaba inconsciente, el vehículo llego a los pocos minutos y tras asegurar al chico en una camilla, lo programaron para llevarlo al hospital publico de la ciudad, Seto algo contrito por el complejo de culpa, les indico lo llevaran a una clínica privada. Más tarde en la sala del hospital se encontraba el travieso de Yami regañando por primera vez a su manager.
_como es posible que no te dieras cuenta cuando la niña se atravesó? por dios Seto eso es lo primero que me dijiste cuando te pedi el auto, “cuando conduces tienes la responsabilidad de quienes caminan por la acera y de quienes te acompañan en el auto”
_ya cállate Yami, el muchacho esta bien hasta donde me dijeron los paramédicos, el golpe no fue tan fuerte
_quitándole importancia no vas a evitar que la chica se preocupe y que el muchacho supere el trauma de casi ver muerta a su hermanita, que tal si te reconoce y decide demandarte? o peor aun si el pobre queda lisiado?
_ya te dije que…
Seto estaba harto de las reclamaciones de su amigo, esta bien la había cagado, pero una de las características principales de los hombres de carácter es corregir los errores y tratar de llegar a un acuerdo lo mas racional posible, quisa Yami no supiera de esas cosas por haber estado encerrado tantos años, pero por dios, no tenia por que ser tan paranoico. Cuando estaba a punto de estrangular a su amigo una mujer les interrumpió.
_Seto Kaiba?
_si, ocurre algo enfermera?.
_el joven que escolto hace rato; ya terminamos de atenderlo de acuerdo con su uniforme de estudiante está inscrito en la preparatoria de Dominó, pero de ahí en fuera no encontramos información sobre sus padres no porta credenciales y en sus cosas solo encontramos una muda de ropa y un celular apagado.
Los mayores dirigieron la mirada a la niña que en una banquita en la esquina de la sala de espera hipaba, una pelirroja de 12 años estaba sentada con sollozos ahogando su garganta, y lagrimas ya secas surcando sus mejillas. El corazón de Seto se encogio ante la imagen, esa niña no tenia razón de estar pasando por una situación asi.
_podemos pasar a verlo
Cuestionó Seto refiriéndose a si mismo y a la pequeña, pero la enfermera vio a la niña con un deje de preocupación y se inclinó sobre la tabla de apuntes que llevaba en ese momento en las manos, ocultando su cara y emitiendo en un susurro.
_me temo que para la pequeña será un duro golpe, tuvimos que vendar al joven en mas de una parte, el muchacho parece que gusta de las peleas tiene el cuerpo lleno de marcas y algunas cortadas que nada tuvieron que ver con usted joven Kaiba.
_a que se refiere
El castaño estaba turbado, el estaba seguro de haber visto el rostro del rubio y no mostraba mas que el rictus del dolor aun en la inconsciencia, los brazos raspados y nada mas, la cara le parecio incluso bella por lo perfecta que tenia la piel-
_el doctor recomienda que mejor pase usted primero ya que fue quien firmó la responsiva, después, cuando el muchacho despierte, podrá cuestionarle por sus padres, si es que los tiene o si es que aun vive con ellos.
La niña se acercó tomándole de la solapa del saco, ella con los ojos acuosos y el llanto en la garganta no podía articular palabra, Yami la tomó por la espalda y la levanto en brazos pese a que la chica era casi de su altura, y con un ligero masaje busco calmarla.
_va a ver a tu hermano, tiene que hablar con él; no te apures en este hospital lo trataran muy bien, yo me haré cargo de eso
_..e…en serio?
_si hermosa, así que ya no llores
La niña acunó su cabeza en el hombro del tricolor mientras este le hacía una seña al castaño para que siguiera a la enfermera, entrando a la habitación vio al muchacho con el pecho lleno de vendas, los brazos llenos de raspones y seguramente en las piernas otro tanto, estaba despierto y se sujetaba las costillas al tratar de incorporarse, cosa que no logró con mucho éxito. La enfermera le riño por esforzarse cuando no debía, y el rubio la miro con cara fea; supuso que el castaño que estaba en la puerta pasmado ante su estampa era el idiota que casi atropella a su hermana.
_Serenity…cómo está?
_hablas de la niña?, mi amigo la está cuidando_ agregó mirando a la enfermera_ señorita nos permite? quisiera hablar a solas con él.
_esta bien, si se siente mal joven, no dude en llamarme
_si
La mujer de uniforme salió de la habitación, con paso tranquilo, pero al instante de voltear, el de ojos azules miró al rubio con la cara llena de aflicción.
_que pasa?
_nada, es solo que no tengo para pagar esta clase de atención, a leguas se ve que no es el hospital publico.
_por como lo dices pareciera que has estado ahí mas de una vez
El castaño replico mirando los vendajes del rubio, la enfermera tenia razón, no había lugar en su cuerpo que no estuviera herido, algunas de las marcas de moretones denotaban su antigüedad por las tonalidades de rojo, violeta y verde. Joey suspiro cansado, cada que terminaba en la sala de urgencias le hacían la misma pregunta “otra vez aquí?”
_si es así, y no es asunto tuyo
_dime porque estás tan golpeado?
El hombre frente a el estaba realmente interesado en el origen de sus heridas, lamentablemente él no tenia la intención de contestarle, no si es que quería mantener a su padre medianamente a salvo y a su hermana lejos de un orfanato.
_ya te dije que no te importa
_pero…
_no te metas, se cuidarme solo, pero déjame decirte que si le rasguñaste a mi hermanita aunque sea un pedazo de su piel, esta noche dormirás en un montón de basura por colchón
Se incorporó pero al momento se desplomo en la cama, no podía moverse, el golpe con el auto había sido la gota que derramó el vaso, todo su maltrecho cuerpo no pudo resistir el embate, y colapsó, de acuerdo con lo que la enfermera dijo, el muchacho estaba muy habituado a los golpes, pero él había dado en una zona blanda y por desgracia cuando los músculos estaban completamente relajados, si bien el daño no había sido grave al menos si lo suficientemente fuerte como para afectarle.
_mierda
Dijo entre dientes Joey al momento que asumía una posición fetal para atenuar el dolor de su costado, dedujo que ahí era donde el auto le golpeara.
_mejor será que te quedes aquí, yo me haré cargo de todo
_pero, mi trabajo, tengo que llegar, o no podré llevarla…
_supone que no puedes tener un trabajo a tiempo parcial mientras estas en el instituto?
Las palabras del muchacho lo sacaron del shock que causara el verlo colapsar después de verse amenazado, sus ojos miel habían destilado veneno puro para unos segundos después nublarse y dejar paso al dolor que atenuaba a su dueño.
_hn hay una gran brecha entre lo que se debe y lo que se tiene que hacer…le prometí llevarla al parque de diversiones, tengo que cumplirle por que fue una promesa…
_si quieres yo puedo ir a tu trabajo, no creo que se molesten si digo que voy en tu representación ya que estas en el hospital
_…por que harías algo así, ni siquiera me conoces_ la duda y el temor brillo en los ojos melados del adolescente
_digamos que es parte porque no te conozco y aparte yo fui el culpable de que estés en este lugar mal herido_ respondió el castaño rascándose la nuca y desviando la mirada
_sabes que no todo fue culpa tuya…el Doc siempre me dice que no tengo que soportarlo pero no tengo otro camino…aparte ya estoy acostumbrado
La resignación en la voz del rubio le crispo los nervios, era como si el muchacho tuviera mas de los 17 que aparentaba, acaso se estaba dando por vencido? Pero de que? O por que?
_si lo dices por las marcas de tu cuerpo, pues no soy quien para juzgarte, pero si quieres yo puedo ayudarte.
El rubio miró perplejo al sujeto frente a él, estaba tranquilo y no le notaba ninguna doble intención, se tomó la cara con ambas manos en claro gesto de cansancio, pero después apuro la jarra de agua que estaba cerca de la cama y tomó una gasa de las que la enfermera había dejado en el buró, la humedeció y se pasó la gasa por el contorno de la cara, de pronto su rostro antes pálido ahora se tornaba violeta, morado eh incluso verde: su cara estaba llena de moretones, cubiertos por una delicada y eficiente capa de maquillaje.
_aun viéndome así, crees poder ayudarme?
Al parecer del castaño, las enfermeras se habían enfocado en las heridas del torso del chico, jamas hubieran pensado que el muchacho ocultaba algo mas, aun en el dolor de mostrar su cara sin mascaras, y el dolor de su cuerpo maltrecho, no espero la respuesta que le dieron.
_si tu lo quieres si, pero primero que nada dime dónde me tengo que presentar a trabajar.