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La Vida después de un sueño por Enthriex

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“Pika, creo que… al fin me estoy percatando de lo que aquella silueta hablaba”  dije yo con una sonrisa falsa. “¿Podremos vivir de esta forma? ¿Qué haré cuando Green me ignore aún estando frente a él? ¿Y si trato de hablarle…? ¿También me rechazara, negara mi existencia? Y aunque lograra reconocerme… ¿Acaso el contacto que tenga con él lo herirá? ¿Lo corromperá?” al hacer estas preguntas caí rendido en el suelo mirando a la nieve con suma frustración “Si vuelvo a pelear contra Green y llegara a ganarme… ¿se suicidara? ¿Aunque sea una pelea amistosa contara? No… Pika, No…”

 

“Pika Pi…” murmuró Pikachu quien bajo las orejas viendo tristemente a su entrenador derrotado en la nieve.

 

“¡No! ¡No! ¡Green! ¡Green! ¡No quiero que eso pase! ¡No Green!” gritó Red histérico mientras imaginaba como se desintegraba como aquel señor, la infección que causaba al parecer causaba una reacción distinta en cada persona y posiblemente cosa... ¿Cómo saber que le ocurriría a Green? No podía pero sabiendo la naturaleza de la maldición que portaba seguramente sería desastrosa.

 

“¡Pika Pi! ¡Pika Pi!” Pika trataba de calmar a su entrenador quien seguía gritando histérico con las manos sujetando su cabeza como si fuera a estallar, Red no acababa de asimilar la idea de lo que podría pasarle a Green si este se encontraba con él, ¡no quería que le pasara nada! ¡Ni a él ni a nadie más! Pero Green era el que con más frecuencia lo visitaba así que era el más propenso en sufrir debido a su estado. La gente lo miraba pero a él no le importaba, su existencia no significaba nada por lo que pronto lo olvidarían y seguirían con sus vidas.

 

“No Green… No puedo encontrarme con él, yo no-“

 

“¿Red? ¿Qué haces aquí…?” Red escuchó una voz venir detrás de él, amplio los ojos al momento de ver a Green, no podía creerlo, la persona por la que estaba sufriendo en esos momentos se encontraba a pocos metros de distancia, Red sabia que Green no debía acercársele pero no pudo evitar quedarse paralizado en ese lugar aún viéndolo como si estuviese viendo un fantasma.

 

“No, Green… no es… posible” dijo Red quien seguía viéndolo inmóvil. ¿Qué debía hacer? Sus piernas no le respondían y parecía que su mente había hecho corto circuito, si Green lo tocaba seguro le pasaría alguna desgracia pero no podía moverse de ninguna forma… ¿Qué hacer?

 

Capítulo 12: Coincidencias

 

“Vaya, que sorpresa verte aquí, justo me dirigía a darte-“ dijo Green quien rápidamente cambio lo que iba a decir “Digo, ehm… yo… está bien, si, iba al Monte Plateado a darte un almuerzo” Green suspiro mientras miraba hacia otro lado, no tenía idea de que Red no estaba en condiciones de entender lo que quería decir, ni siquiera le importaba en esos momentos si Green estaba actuando de forma graciosa de nuevo.

 

“Green… yo…” murmuró Red sintiéndose frustrado, quería dirigirle la palabra pero no sabía si hablarle también le afectaría por lo que opto por guardar silencio. En lo que Green acababa de sentirse avergonzado por ningún motivo en especial, Red juntó todas sus fuerzas para pararse y salir corriendo con dirección al Monte, si tenía suerte, Green dejaría de seguirlo. ¿Suerte? Era probable que no volviera a ver a Green después de eso… ¿Así que eso sería lo mejor? Probablemente, aunque esto le partiera el corazón, Red debía dejar a Green con tal de protegerlo.

 

“¿Ah? Red, ¿Por qué corres…? ¿Acaso dije algo malo…?” murmuró Green sin entender la situación actual, mas sin embargo decidió seguirlo, primero lo siguió sólo caminando ya que sabia hacia donde se dirigía pero al ver la forma tan desesperada en la que el otro corría, decidió correr también.

 

“¡No! Pika, ¡Si Green nos alcanza es posible que muera a causa de la falla!”  Dijo Red a su pokémon el cual comprendía los sentimientos de su entrenador, Pika tampoco quería que Green desapareciera por lo que estaba decidido a ayudar a su entrenador. “¡Usa impactrueno!”

 

“¿Pika Pi?” Pika no entendía porque Red recurría a algo tan serio como atacarlo pero decidió obedecer y lanzar su ataque, obviamente con menos intensidad para no herir a Green; pronto el ataque se dirigió velozmente hacia el castaño él cual logró esquivarlo muy apenas, no había considerado que fuera tan serio como para que Red empezara a atacarlo.

 

“¡Red! ¿Qué te sucede? ¡Deja de atacarme y hablemos!” gritó Green como respuesta a los ataques continuos de su Pikachu. Red seguía ordenándole a Pikachu que lo atacara pero desde su hombro, Green pudo esquivar dos ataques más hasta que por fin uno entro en contacto con su pierna haciendo que esté se tropezara y cayera un poco brusco; Red volteó a verlo algo aterrado ya que Green se dirigía contra una roca muy filosa. Una cosa era alejarlo para que no fuera afectado por su estado pero… ¿herirlo e incluso dejarlo casi muerto? Nunca lo permitiría.

 

“¡Pika! ¡Usa Agilidad!” Pika comprendió que Red esta vez quería salvar a Green por lo que se dirigió a máxima velocidad y lo que hizo fue tomar como objetivo la roca. “¡Cola de Hierro!” Justo momentos antes de que Green pudiera golpearla, Pika la destruyo dejando solo la nieve que estaba debajo de esta lo cual amortiguó un poco la caída.

 

Red lo observó algo culpable pero decidió seguir su camino hacia la cima, probablemente una vez llegara a la cueva en donde vivía, Green olvidaría lo que estaba haciendo y regresaría a Ciudad Verde.

 

“¡Red! ¡Ya basta de huir! ¿Por qué demonios huyes de mí? ¡¿Qué te hice?!” exclamó Green sintiéndose algo frustrado ya que su amigo no le dirigía la palabra y en cambio seguía subiendo el monte como si eso fuera a servirle de algo… “¡Sabes que será lo mismo una vez llegues a la cima!”

 

Red siguió su camino tratando de ignorar lo que Green gritaba, era muy doloroso tener que dejarlo pero tenía que alejarse antes de que Green fuera infectado. Así continuaron los dos, Green lo seguía a unos cuantos metros de distancia mientras que Red seguía muy decidido a llegar a la cueva, tenía la esperanza de que el entrar al lugar donde vivía, Green olvidaría lo que estaba haciendo… ¿acaso funcionaria? Tenía que funcionar ya que de lo contrario Red no lo soportaría, no podría presenciar la muerte de su rival y mejor amigo.

 

“Por qué haces esto, Red…” murmuró Green para sí, estaba muy confundido por el comportamiento de Red, ¿Qué lo llevo a que actuara tan raro? Una vez que Red llego a la parte más inclinada del monte y comenzó a subir escuchó a Green gritar una vez más. “Red, ¡no entiendo qué te pasa y si no me lo cuentas no lo sabré! ¡Baja de una vez!”

 

“Green, yo…” murmuró Red quien había volteado a verlo de reojo, él sabía que tenía que seguir subiendo, alejarse de él, escapar de él… ¿pero por qué le resultaba tan difícil? Su corazón había dudado muchas veces en su trayecto a la cima pero se había tenido que forzar a seguir, repetirse que eso era lo mejor, que hacia lo correcto… “No quiero…” al tratar de seguir subiendo, su agarre se perdió y resbaló causando que inevitablemente cayera.

 

“¡Red!” exclamó Green algo horrorizado al ver como su amigo caía, Red por su parte temía más que la caída el que Green lo atrapara.

 

“¡Pikachu, no dejes que me atrape!” gritó Red siendo oído por Green, ¿Qué le ocurría? Estaba cayendo y ¿no quería ayuda…? De lo que Red parecía no haberse cerciorado era de que Pikachu no estaba con él… luego de que lo mando a ayudar a Green, esté se había quedado con él.

 

“¡Pika-pi!” exclamó el pokémon horrorizado por ver a su entrenador caer, sabía que Red estaba diciendo incoherencias, no podía atacar a Green solo por salvarlo…

 

“¡Te tengo!” exclamó Green a la hora de atraparlo, Red entro en pánico y se deshizo del agarre como pudo retrocediendo unos metros. “¿Pero qué…?” Green lo miraba con una ceja alzada, ¿acaso se había vuelto loco?

 

“Pika-Pi…” murmuró Pika quien veía a su entrenador algo preocupado, Red miraba a Green cautelosamente, esperaba aterrorizado a que Green estallara o algo parecido por haberlo tocado pero curiosamente no sucedía nada.

 

“Pero sí que te afecto estar tanto tiempo en este lugar, creo que será mejor que regreses a Pueblo Paleta por un tiempo” dijo Green quien no terminaba de entender la razón de que Red se comportara como un pokémon asustado…

 

“…” Red se reusaba a dirigirle la palabra, no quería arriesgarse a que algo le ocurriera a su amigo solo por hablarle, el simple hecho de saber que algo podría pasar lo hacía pensar la situación como una bomba de tiempo.

 

“¿Acaso te comió la lengua el gato? Dije que regresaremos a Pueblo Paleta, no puedes quedarte aquí y dejar que el resto de tu cerebro se congele” dijo Green dedicándole una mirada molesta.

 

“…” Red trato de tranquilizarse y empezó a crear un plan, todo lo que le había contado esa otra entidad acerca de su persona comenzaba a llegarle. No podía ser controlado por sus emociones o si no todo el mundo sufriría, tenía que hacer algo al respecto, si no se decidía a hacer algo al respecto pronto terminaría hiriendo a todo ser querido suyo. Red suspiro y escondió su cara con la gorra por unos breves segundos terminando en verlo con un rostro totalmente inexpresivo.

 

“Vaya, ¿Y ahora te haces el serio?, pero si estabas huyendo hace unos momentos, ¿acaso te has vuelto loco?” dijo Green regresándole la mirada aunque por dentro la frustración comenzaba a crecer.

 

“…” Red no podía describir todas las emociones que le llegaban, era imposible matar sus emociones de golpe, era una realidad que tendría que afrontar, ahora tendría que hacer lo mejor posible para parecer frío y distante pero debía matar sus emociones tan pronto fuera posible ya que una vez ahogara y dejara morir esas emociones… podría despegarse de Green y seguramente él también lo dejaría, ¿verdad?

 

“¡Deja de verme de esa forma! ¡Dime que te ocurre! ¡¿Qué demonios te hice?! ¡¿Por qué huías de esa manera?!” gritó Green, Red cerró los ojos decidido a escuchar todo lo que su rival le gritaba. Era triste pero al parecer tendría que gradualmente adoptar la conducta de una falla y vivir como una; para alejar a Green de una vez decidió por hablar una última vez, no sabía cómo funcionaba la infección pero no podía ocurrir con dirigirle la palabra ¿O será que tal vez no pasa nada por lo último de que están en el Monte Plateado? Era posible que la única condición para que algo ocurriera en ese lugar fuera que perdiera un combate, pero aún así no podía arriesgarse demasiado…

 

“Green” dijo Red causando que el otro guardara silencio, por el tono de voz que había usado Red, seguro era algo serio… “Quiero que te alejes del Monte Plateado y no regreses más”

 

“¿Eh…? ¿Qué estás diciendo?” dijo Green quien veía a su amigo sorprendido “Red, ¿hablas en serio?”

“…No quiero verte aparecer por aquí de nuevo, si lo haces no seré responsable de lo que pueda pasar” dijo Red quien contenía todo el sentimiento y las lagrimas que amenazaban con salir.

 

“¿Es por eso que huías?” preguntó Green tratando de entender al otro.

 

“Ya no es posible vernos Green, ya no más” dijo Red, una vez vio la cara de frustración de su amigo decidió enseñarle la verdadera razón, conociendo a Green no entendería aunque le explicara, lo haría pero no haría caso de todas formas ya que involucraba no volverlo a ver nunca más.

 

“¡Deja de decir tonterías! ¡No puedes sólo correr de mí y decirme que-!” Green guardo silencio al ver como Red tocaba uno de los árboles y luego de unos momentos este se volvía puros ceros y unos finalmente desapareciendo. “Imposible…”

 

“Si no quieres terminar como ese árbol…” dijo Red entonces sonriéndole de lado “Te sugiero que no vuelvas a aparecerte por este lugar”

 

“Red…” murmuró Green quien en vez de verlo furioso como Red creyó que haría, lo miraba con una profunda angustia, seguro que Red estaba a punto de tener un ataque cardiaco una vez Green lo atrapo de la caída. Green había visto lo que había ocurrido con el árbol pero a diferencia de lo que Red creyó que haría… aunque honestamente sentía un poco de miedo por la posibilidad de desaparecer… Green no pensaba irse y dejarlo solo. “¿Crees que soy tan patético como para dejarte en este lugar por tu cuenta? ¡Parece que no me conocieras! Bobo”

 

“…” Red se alegro un poco internamente pero en vez de expresarlo en su rostro, esté lo miró de forma sombría encontrando lo que decía inaceptable, no podía dejar que Green se expusiera a semejante peligro, no podía, tal vez estaba actuando egoísta pero sin importar qué, lograría que Green se alejara aún si tuviera que odiarlo en el proceso. “¿Y quien dice que quiero que vengas? Nunca he logrado comprender por qué sigues viniendo, no te necesito”

 

“Red… pero que dices…” Green no podía creerle a Red, era obvio que mentía, siempre se veía feliz cuando Green lo visitaba y reían juntos, a pesar de haberse peleado un par de veces… era imposible que Red lo despreciara tanto como para decirle que no viniera. “¿Crees que voy a creerte y correr de aquí odiándote como en telenovela? ¡No creas que soy tan crédulo! ¡Deja de decirme que quieres que desaparezca! ¡Eso no es verdad!”

 

“Así que no vas a creerme eh… ¿Qué puedo decirte? No creo que te guste lo que encuentres un mes luego de este encuentro, por tu bien no deberías venir” dijo Red considerando los posibles encuentros que pudiera tener con entrenadores… ni el sabia que pasaría luego de que alguno le ganara o si había algo más que pudiera ocurrir.

 

“¿Un mes? Bien, prometo venir a verte dentro de un mes entonces” dijo Green con esa sonrisa burlona que parece siempre tener en su rostro, Red olvido todo su teatro de persona frívola sin sentimientos al escuchar lo que el otro había dicho, ¡¿Qué acaso no entendía?!

 

“¡Green! ¡¿Acaso estás loco?!” exclamó Red increíblemente frustrado mientras que Green se acercaba a él lentamente. “¡No puedes hacer esto! ¡Se supone que te marches! ¡Terminaras como ese árbol! ¡No es broma!” exclamó increíblemente alterado Red, Green termino justo en frente de él sin que el otro se diera cuenta.

 

“Vaya, hasta que por fin me dejas ver tus verdaderos sentimientos” dijo Green con una sonrisa increíblemente satisfecha, Red lo miró paralizado, ¿Cuándo se había acercado tanto? “¿En serio creías que huiría de ti? Eres más ingenuo de lo que creí, Red, siempre me tendrás a mí para molestarte”

 

“No… Green, que dices… ¡Idiota, no digas esas cosas! ¡Tú…! ¡No te atrevas a decirme eso cuando-!” dijo Red entonces siendo abrazo por Green. “Suéltame… ¡No quiero que desaparezcas! ¡No! ¡Aléjate de mí!”

 

“No te preocupes Red, aunque pueda desaparecer… no creo poder dejar de molestarte, siempre haces expresiones muy graciosas, ¿sabes?” dijo Green con una sonrisa confiada mientras lo abrazaba “No me interesa que seas un virus, cosa que tendrás que explicarme luego, sé que quieres alejarme por mi propia seguridad pero yo…” al decir esto pego su frente contra la de Red y lo miro a los ojos intensamente.

 

“Green… ¿por qué eres tan incomprensible…? ¿Por qué no te alejas de mí y me dejas solo? ¿Por qué sigues aquí…?” dijo Red quien trataba de aguantarse las lágrimas pero sin poder evitarlo estas salieron sin avisar.

 

“Eres muy preguntón, ¿lo sabías?” dijo Green al secar una de las lagrimas que recorrían sus mejillas, “¿Qué me dirás si te dijera que simplemente quiero seguir viniendo? ¿Me odiaras si sólo quisiera venir a verte por el simplemente hecho de hacerlo? No tengo mucho que decir, Red, sólo sé… que si no vengo estarías muy solo”

 

“Green… ¡No…! ¡No!” exclamó Red mientras forcejeaba, no quería despegarse pero tenía que hacerlo, era cuestión de segundos antes de que Green desapareciera.

 

“Tranquilízate, prometo volver a venir todas las veces que necesites” dijo Green entonces haciendo que Red se calmara al besar su frente, Red lo miró perplejo. “No es posible que te deje solo, torpe, así que no te atrevas a dudar…vendré a fastidiarte aunque tú no quieras” Green sonrió burlonamente a Red quien quedo sin palabras por unos segundos antes de desmoronarse en puro llanto; Green lo sostuvo mientras el otro lloraba intensamente contra su pecho, Red no lloraba porque Green no se alejara, ahora lloraba por el simple hecho de no querer que se fuera. Las palabras dichas por el castaño habían logrado llegarle, por ahora no se sentía solo y quería aferrarse a esa calidez que él otro le transmitía, ¿pero cuanto podría durar?

 

“Green…” murmuró en sus sueños, Shigeru se había levantado a revisarlo ya que se estaba moviendo demasiado mientras dormía, Satoshi tenía un par de lagrimas en sus ojos lo cual lo hacían preguntarse qué estaría soñando el otro.

 

“¿Satoshi?” Shigeru le habló una vez vio que esté abría los ojos, Satoshi lo observó detenidamente por varios segundos y toco su rostro con una de sus manos como para cerciorarse de que fuera real.

 

“Green…” Satoshi repitió el nombre de nuevo al identificarlo como tal, ahora que había despertado podía recordar con gran detalle la escena entre Red y Green, recordaba como Red había llorado en el pecho de Green…podía sentir su angustia y tristeza al desatar sus emociones y la manera en que Green había aceptado esos sentimientos.

 

“¿Satoshi, te encuentras bien?” preguntó Shigeru algo extrañado, al parecer seguía medio dormido…

 

“Muchas gracias por todo” dijo Satoshi con una sonrisa sincera, en parte era porque sí, Shigeru había hecho mucho por él pero en gran parte era por lo que había visto dentro del sueño, la comprensión que Green le había ofrecido a Red, decidir quedarte con alguien cuando sabes que tu vida puede terminar en cualquier segundo en vez de huir era algo admirable y poco común.

 

“¿Ah? Si, no hay de que… aunque te diré, el sofá no es nada cómodo, bobo” dijo Shigeru quien sentía que las gracias que le estaba dando su amigo iban un poco más allá de lo que podía esperarse… era como si supiera cosas que él no y eso le molestaba un poco.

 

“Oye, Shigeru…” comenzó a decir Satoshi mientras pensaba seriamente en la pregunta que iba a hacerle.

 

“¿Si?” Shigeru lo miro interesado luego de buscar a Pikachu con la mirada el cual ya estaba sobre la cama sentado cerca de su entrenador.

 

“¿Que pensarías de una persona que se queda con otra a pesar de que su vida está en peligro?” preguntó Satoshi algo insatisfecho con como había formulado tal pregunta.

 

“¿Ah? ¿Quedarse con otra persona cuando tu vida está en peligro?”

 

“Si… cuando el quedarte con esa persona pone en peligro tu vida” dijo Satoshi quien miraba hacia las sabanas, aún no terminaba de comprender las razones de Green de quedarse con Red, pero le agradecía infinitamente el ofrecerle su amistad a pesar de todo eso.

 

“Hmm, bien, no sé qué clase de peligro sea pero… heh, eso es una tontería, ¿Quién se queda con alguien con quien corre peligro al sólo estar junto a ella?” dijo Shigeru sorprendiendo un poco a Satoshi quien esperaba una respuesta que reforzara el hecho de que fuera el mismo personaje dentro de su sueño… pero bien, no era el mismo, tal vez eran idénticos físicamente pero Shigeru seguía siendo diferente a Green.

 

“Ya veo…” murmuró Satoshi algo decepcionado por la respuesta, aunque debió imaginarlo, era lógico la verdad…

 

“Aunque bueno…” dijo Shigeru llamando la atención de Satoshi quien lo miró curioso “Tal vez… si se tratara de alguien que te gusta no sea tan irracional…”

 

“¿Ah? ¿Alguien que te gusta?” preguntó Satoshi mirándolo confundido así como si hubiera hablado otro idioma.

 

“Si, digo… sigue siendo irracional pero si es alguien que de verdad te gusta entonces puede ser” dijo Shigeru, Satoshi alzo la ceja dando a entender que no captaba, Shigeru lo miro con incredulidad. “Me refiero a dos personas enamoradas, torpe”

 

“¿Eh?” murmuró Satoshi al ampliar los ojos, eso lo había tomado por sorpresa, ¿enamorados? ¿Estaba intentando decir que Green y Red estaban…? “Shigeru, pero que dices…”

 

“No hay mucho en que pensar, tonto, la única forma de que no te importe arriesgar tu vida hacia ese punto es obviamente por la persona que quieres, por la persona que amas” dijo Shigeru sintiéndose algo cursi al decir todo eso.

 

“Y dime… ¿Tu harías eso?” preguntó Satoshi más por ganas de encontrar similitudes entre Green y él que otra cosa, ¿Podría ser que si fueran la misma persona?

 

“¿Qué?” preguntó Shigeru viéndolo sospechosamente, ¿A que quería llegar? “Satoshi, ¿Por qué preguntas esas cosas?”

 

“Oh bueno… yo… sólo soñé algo al respecto y…” dijo Satoshi entonces dándose cuenta de lo que había dicho ¡Si sería estúpido! ¡Eso podía malinterpretarse!

 

“Soñaste con algo al respecto eh…” dijo Shigeru aún viéndolo con los ojos entrecerrados “Heh, no me digas… soñaste con…”

 

“Ahm este… yo…” dijo Satoshi tratando de esconderse al mirar para todos lados evitando mirar a Shigeru.

 

“La pelirroja esa, ¿no?” dijo Shigeru con una sonrisa picara “Pero que cosas tan pasionales sueñas, Sato-chan”

 

“¿Pero qué…?” cuestiono Satoshi, ¿Kasumi? ¿En qué momento…? “Shigeru yo no…”

 

“¡Ha! No mientas, vaya que eres todo un romántico” dijo Shigeru “Bueno, ahora que te despertaste iré por tu desayuno, ¿está bien?”

 

“Si pero, Shigeru, no es-“dijo sin poder acabar ya que Shigeru salió de la habitación en un abrir y cerrar de ojos junto con Pikachu. ¿Cómo fue que Kasumi entró a la conversación si nunca la menciono? Vaya forma de voltearlo todo… Si el simple malentendido de Shigeru lo había salvado… ¿Por qué le empezaba a molestar…?

 

xXxXxXx

 

Silver yacía en una de las sillas en la sala de espera, después de lo ocurrido, Leaf y él se habían apresurado a llevar a Gold al hospital, una vez adentro lo llevaron al quirófano y lo único que pudieron hacer fue sentarse a esperar. Silver estaba un tanto preocupado por Gold pero otra parte de sí le decía que él se lo había buscado y que esto había sucedido para que Gold no repitiera una acción parecida en un futuro. Leaf estaba sentada como dos asientos a su derecha y de vez en cuando miraba hacia la puerta que daba al quirófano un poco ansiosa, ella tenía muchas ganas de ver a Gold salir de ahí con una sonrisa un tanto cansada pero mostrando que estaba bien a pesar de lo ocurrido.

 

El tiempo pasaba lentamente y Silver empezaba a cabecear del sueño, habían estado allí por un par de horas y el sueño le empezaba a calar, en su cabeza estaba Ataro el cual ya estaba tomando una siesta, se encontraba muy preocupado por su entrenador pero eventualmente el sueño lo venció y ahora Silver era el que pasaba por eso. Leaf como ya estaba acostumbrada a desvelarse por sus hobbies le sonrió y le aconsejo que se durmiera ya que probablemente luego tendría que ver a Gold por un rato. Silver sin mucho que decir cerró los ojos y rápidamente se durmió, había estado algo cansado no sólo por la entrada a la escuela pero por cargar todas las cosas de Leaf. Brevemente recordó la memoria que revivió en la tarde para luego tratar de borrarla e intentar dormir.

 

Silver había quedado inconsciente luego de que el comandante Jakira le negara el tomar aire, el pelirrojo no tenía idea de los gustos extraños del hombre que lo había agredido  y no sabía que hablaba en serio con eso de arrancarle el cabello… la única pregunta que tenia al respecto de lo sucedido era acerca de la razón de querer su cabello, Silver no sabía que más pensar acerca de la situación.

 

“Uh…” murmuró Silver mientras abría los ojos, de momento se encontraba sentado en una mesa, sentía una pequeña brisa helada y como un objeto frío era puesto alrededor de su pecho “Pero qué…”

 

“Veo que ya estas consiente, Silver, debes sentirte incomodo pero ya casi termino” dijo Jakira él cual estaba midiendo el pecho de Silver con una cinta métrica por alguna extraña razón…

 

“Pero qué…” Silver no tenía idea de por qué pero no se sentía bien, apenas podía responder cuando le hablaban y se encontraba muy confundido. “Señor Jakira, que…” dijo entonces callándose a la hora de sentir un apretón en su pecho.

 

“Mira, mira que tenemos aquí…” dijo Jakira al apretar la cinta métrica causando que su pecho se comprimiera de forma incomoda para Silver. “Hmm, se ven que están a punto de estallar…” Silver miró sorprendido como tomaba una aguja y la acercaba peligrosamente ¡¿Qué pensaba hacer?!

 

“¿Eh…? No…” murmuró Silver poco a poco entendiendo la situación a pesar de estar algo atarantado por sabe qué razón, volteo la cara en un intento de separar su pecho lo más que podía de la aguja “¡No! ¡No! ¡Déjeme! ¡Suélteme! ¡No se atreva a picarme con eso!”

 

“¿Oh? ¿Y si lo hago que harás?” dijo el peli plateado mientras seguía acercándola y deteniéndose justo a unos milímetros de distancia. Silver intento moverse, patearlo, lo que fuera pero se dio cuenta que tenia atados los brazos y sus tobillos estaban asegurados con algo, por último se dio cuenta que estaba completamente desnudo.

 

“Por favor, déjeme en paz…” dijo Silver cuya angustia crecía conforme pasaba el tiempo, si tan solo tuviera su pokébola en esos momentos pudiera sacar a Sneasel y darle una buena paliza a ese sádico degenerado.

 

“Hm, no creo que me convenza” dijo Jakira el cual lo molestaba acercando la aguja y tocándolo con ella sin mucha fuerza, había sentido extraño y ahora solo podía temblar del miedo por pensar que al hombre se le ocurriera enterrarla en ese lugar.

 

“¡Eres un-!” exclamó Silver guardando silencio al oír que alguien tocaba la puerta.

 

“¡Silver! ¿Estás ahí?” llamó la voz de… Hibiki, ¡demonios! ¡¿Pero qué hacia el idiota de Hibiki en este lugar?!

 

“Hibiki…” murmuró Silver increíblemente aterrorizado, el hombre frente a él lo observó detenidamente dejando una sonrisa de lado decorar su rostro, Silver lo miró y entendió que algo tramaba con respecto a Hibiki, ¡tenía que advertirle al idiota de su amigo o si no ese degenerado le haría algo raro a él también!

 

“Vaya… parece que alguien fue tocando de habitación a habitación con el fin de encontrarte… dime, Silver, ¿Quién es?” dijo el comandante con una expresión malvada en el rostro, Silver negó con la cabeza dando a entender que ni muerto le diría nada.

 

“Hibiki…” Silver no sabía qué hacer, se encontraba sin poder moverse por lo que no podría hacer nada, Silver lo miró furioso. “Si te atreves a hacerle algo yo…”

 

“O ¿en serio? Quiero ver eso”  dijo Jakira entonces dirigiéndose a la puerta “Tal vez debería dejar pasar a tu amigo y dejar que vea lo que hago contigo, si que será un buen espectáculo”

 

“¿Qué…?” Silver no podía imaginarse a Hibiki sufriendo al ver como lo torturaban y no quería si quiera que llegara al punto de tener que verlo así. “¡No! ¡Por favor! No le hagas daño…”

 

“Hmm, me pregunto qué haré con él” dijo Jakira para sí mismo dejando que Silver escuchara, Silver forcejeo bruscamente tratando de zafarse.

 

“¡No! ¡Espera!” exclamó Silver al ver como el otro tomaba la perilla, Jakira se detuvo y lo volteo a ver muy interesado en lo que el chico tenía que decir “Prometo no decirle a mi padre lo que vas a hacerme… pero por favor no lo molestes”

 

“Hmm… interesante proposición” Jakira lo pensó por varios segundos, era verdad que si Sakaki se enteraba sería desastroso y aún tenía muchos planes con Silver.

 

“¡Silver! ¡Oye! ¡¿Estás ahí?!” gritó Hibiki mientras tocaba la puerta una y otra vez.

 

“De acuerdo, no le hare nada pero si me llego a enterar que le dijiste algo acerca de esto al Jefe Sakaki, entonces tu amigo se unirá a mi colección” dijo Jakira, Silver lo miró perplejo, ¿A qué se refería con colección?

 

“Estúpido, ¿Por qué no te vas?” dijo Silver para sí de forma dolorosa mientras veía como el comandante Jakira abría la puerta.

 

“¿Ah? Disculpe, ¿de casualidad Silver no está escondido en este cuarto?” preguntó Hibiki una vez Jakira abrió la puerta.

 

“¿Escondido? ¿Por qué estaría escondido en este cuarto?” preguntó Jakira fingiendo demencia.

 

“Bueno, su padre me dijo que Silver se había escapado de donde estaban los invitados y que era posible que se hubiera escondido en algún cuarto” dijo Hibiki con una sonrisa.

 

“Hmm… ya veo, dime pequeño, ¿Cuál es tu nombre?” preguntó Jakira mientras recorría el cuerpo del niño con la mirada.

 

“¿Eh? Mi nombre es Hibiki” dijo él, Silver no podía quedarse quieto al escuchar como Hibiki se presentaba a su agresor, lo único que podría hacer era gritar que se marchara pero eso solo ocasionaría que Hibiki tratara de entrar al reconocerlo y que Jakira efectivamente lo jalara dentro del cuarto para torturarlo a él también… lo mejor era confiar en que el hombre no lo tocaría y lo dejaría ir.

 

“Entiendo… tu nombre es muy bello, Hibiki” dijo Jakira mientras pensaba en qué clase de cosas podría hacerle al peli negro. “Serias una bella muñeca para mi colección”

 

“Hehe, ¿en serio?” preguntó Hibiki mientras sentía como se le erizaba la piel con lo ultimo dicho por el hombre. “¿Usted como se llama?”

 

“Jakira, soy el comandante Jakira” dijo el hombre sonriéndole falsamente al pequeño que parecía tener unos 6-7 años.

 

“Bueno… señor Erika” dijo Hibiki apropósito “Usted no está escondiendo a Silver, ¿verdad?” al decir esto con una amplia sonrisa, Jakira se quedo en silencio mientras que Silver se alteró por lo directo que había sido Hibiki, ¡¿Pero qué demonios le pasaba?!

 

“¡Silver!” llamó Leaf quien estaba moviendo a Silver para despertarlo “¡Despierta! Gold ya está bien” Silver se frotó los ojos y luego se sostuvo la cabeza por tal pesadilla, ¿por qué no lo había despertado antes?

 

“Oh…” murmuró Silver en lo que veía alrededor dándose cuenta que ahora estaba dentro de un cuarto, Gold estaba en una cama con la pierna vendada y levemente levantada. “¿Cuándo llegué aquí?”

 

“Hehe, yo te traje” dijo Leaf con una sonrisa “En realidad pesas menos de lo que pensé”

 

“Vaya, si que eres demasiado…” dijo Silver no pudiendo acabar ya que Leaf acababa de amenazarlo con la mirada.

 

“Atrévete a terminar esa oración…” dijo Leaf mientras tronaba sus dedos y preparaba un puño. “Aunque bueno, que te puedo decir… soy una sexy y ruda ladrona”

 

“Claro…” dijo Silver al verla poner sus brazos detrás de su cabeza y a ser una pose de modelo según ella “Entonces, Gold, ¿Cómo estás?”

“…Hnn… quiero una hamburguesa…” dijo Gold entre sueños, Silver lo miro por breves segundos y suspiro, al menos al oírlo decir esas cosas estaba seguro de que su amigo se encontraba bien.

 

“Bueno, Silver, me retiro por hoy, cuida de Hibiki, ¿está bien?” dijo Leaf quien ya se iba del cuarto.

 

“Leaf, te acompaño a tu apartamento, el comandante encargado de mí seguro se enojara si no llego a dormir a la casa” dijo Silver, Leaf hizo un puchero y negó con la cabeza. “¿Eh? ¿Por qué no?”

 

“Quiero que te quedes con Gold y hagan cosas cuando no este” dijo Leaf con la nariz sangrándole. Silver la miro algo perturbado por lo que acababa de escuchar.

 

“¿Pero qué demonios…?” dijo Silver “Ya, vamos, regresare más tarde… Hibiki, vengo en unas horas”

 

“¿Ehhh? ¡No! ¡Quédate aquí y vio-!” dijo Leaf entonces callándose para luego empezar a reírse de forma estúpida, Silver la miró como si estuviera loca y se decidió por empujarla e irse los dos.

 

“Ataro, cuida de Hibiki, vendré en un rato” dijo Silver al Aipom de Gold el cual asintió felizmente. Silver arrastro a Leaf fuera de la habitación y procedió a la salida chocando con un doctor. “Oh disculpe”

 

“…” el doctor siguió caminando mirando unas hojas, Silver lo miró encontrándolo un tanto raro, normalmente los doctores en Ciudad Mística eran muy agradables por lo que encontrarse con un Doctor que no lo fuera era como encontrar una aguja en un pajar.

 

“Aw, Silver, te hubieras quedado con Hibiki…” dijo Leaf, Silver suspiro algo irritado ahora que Leaf no dejaba de insistir con eso, ya iban a medio camino del apartamento de Leaf y ella todavía no desistía con la idea de que Silver regresara.

 

“Leaf, ya sé que ibas a decir y no, no pensaba hacerle nada de eso a Hibiki, eres una degenerada” dijo Silver quien ya había vivido una experiencia parecida y no se le había hecho para nada encantadora por lo que no comprendía por qué Leaf estaba terca, lo peor del caso ahora era que ella parecía haberse vuelto aún más cínica…

 

“¡Ha! Si claro, no tienes idea de lo que iba a decir, no pongas palabras en mi boca, Silversito” dijo Leaf cerrando los ojos brevemente, Silver frunció el ceño como respuesta.

 

“Si como no, querías que lo viola-“dijo Silver entendiendo lo que Leaf quería “No te daré el gusto de escucharme decirlo”

 

“No te preocupes, ya lo tengo todo grabado” dijo Leaf sacando un reproductor el cual al darle reproducir decía “quiero violar a Gold” con una voz diferente a la de Silver.

 

“¡Oye! ¡No quiero violar a Gold!” dijo Silver algo sorprendido por decirlo, ¡Maldición! Había caído en la trampa. Leaf saco otro reproductor el cual decía lo mismo pero esta vez con la voz de Silver; Silver se cubrió el rostro con una mano tratando inútilmente de esconder su vergüenza. “Eres despreciable”

 

“Gracias, muchas gracias” dijo Leaf muy orgullosa de su habilidad para engañar y salirse con la suya. “Pero ya en serio, Silver, ¿Qué pasa si a Hibiki le hace algo un Doctor o enfermera?”

 

“¿Pero en qué mundo torcido y enfermo vives?” preguntó Silver a Leaf quien lo veía de forma seria “Y para colmo me estás diciendo que vas en serio…”

 

“Es tu amigo, ¿no? Algo podría ocurrirle en el hospital como doctores pervertidos que-“

 

“Leaf, detente, creo que se te oxigeno el cerebro suficiente por hoy” dijo Silver quien estaba harto de escuchar semejantes tonterías de parte de su amiga.

 

“Bueno, ¡pero no digas que no te lo advertí!” dijo Leaf, luego de un rato de caminar en silencio llegaron a su apartamento y luego de despedirse, Silver camino hacia el cuartel ahora dirigido por el comandante Jakira. La única persona que él consideraba una amenaza en ese ámbito era él, ahí si no dudaría en tomar en serio a Leaf si llegara a mencionarlo. Silver entro al cuartel seguido por varios guardias que no paraban de hacerle preguntas por lo que se decidió a explicar que Hibiki había sufrido un accidente por lo que estuvo en el hospital, luego de eso se dirigió a su cuarto donde se preparo para dormir.

 

“Pero mira lo hermoso que estas” dijo el comandante Jakira mientras sujetaba la cara de Silver. “¿Te gusta ese vestido? Estos colores hacen que tu cabello reluzca, Silver, eres una verdadera muñeca… tal como creí que serias “al decir esto saco una cámara y empezó a tomarle fotos, Silver lucia muy mal, tenia moretones en los brazos y piernas, sus tobillos se veían muy inflamados de estar forzosamente atrapados dentro de los grilletes, la única parte del cuerpo ilesa de Silver era su cara, ni siquiera su mente se encontraba bien… en esos momentos no sentía nada ya que el hombre lo había drogado y lo tenía más atarantado que antes, esto le facilitaba a Jakira el poder tomarlo de donde quisiera y hacer lo que quisiera con él.

 

“Uhn…” murmuró patéticamente Silver mientras miraba alrededor del lugar, al parecer se encontraba en otro cuarto pero para su desgracia no podía distinguir bien lo que había por el lugar, solo veía unos estantes cubiertos por… ¿costales? Lo que Silver no sabía era que en realidad se trataba de muñecas alineadas, muñecas tétricas sin vida… no estaría mal decir que parecían más cadáveres a muñecas…

 

“Eres indudablemente una de mis obras maestras, si que tengo excelente gusto” dijo él aún sosteniendo su cara, Silver frunció levemente el ceño al verlo tan cerca, deseaba escupirle pero no podía si quiera mover un musculo, era tal y como el hombre quería… era solo una marioneta en ese momento.

 

“Púdrete…” murmuró Silver, en esos momentos se encontraba en una silla con los tobillos aferrados a las patas de esta. El hombre lo vio interesado.

 

“¿Oh? Vaya que tienes agallas para decirme algo en tal posición… no querrás que le haga algo a tu querido Hibiki, ¿verdad? Ya que creo tener el lugar perfecto donde ponerlo” dijo el hombre, Silver le sonrió de forma desafiante, Silver no le llegaba a los tobillos a Hibiki en terquedad por lo que sabía que si intentaba algo con Hibiki no resultaría.

 

“Hibiki es más atrevido que yo, no podrías tenerlo de la misma forma que yo, es imposible” dijo Silver, Jakira se acerco a él y no pudo evitar soltar una risa burlona.

 

“¿Imposible? Niño hay más maneras de romper el espíritu de alguien, tal vez no con drogas pero si con dolor y humillación… eso indudablemente rompe a la persona más terca” Silver estaba empezando a ponerse nervioso, ¿el efecto de la droga estaría pasando?

 

“¡Si le pones un dedo encima a Hibiki te juró que yo-!” gritó Silver increíblemente molesto al verlo mover la lengua de forma sugestiva. Jakira le dedico una mirada asesina a Silver y luego pateo la silla causando que el pelirrojo cayera de lado.

 

“¿Es en serio? ¿Quieres que arruine a una de mis más hermosas creaciones? No tengo intenciones de estropearte pero si tanto lo pides a gritos…”

 

“¡Ya te lo dije! No me importa que hagas conmigo, ¡Si te atreves a hacerle algo a Hibiki te juró que te mataré, no sé cómo pero lo haré!” Silver lo miró de la forma más fría que pudo consiguiendo una sonrisa desafiante del otro.

 

“Quiero verte intentarlo, niño” dijo Jakira entonces pisando a Silver de forma repetida “¿Quieres que te arruine? ¡Perfecto! A una muñeca se le puede reparar una vez maltratada, de eso me encargo yo; el hombre tomo un cuchillo y lo alzó justo donde Silver podía verlo, ¿Qué pensaba hacer con eso…?

 

“¡No!” gritó Silver al levantarse y quedar sentado en la cama “Demonios… ¿cuándo piensan parar las pesadillas…?” Silver trato de ignorar lo visto antes en su sueño para luego pararse y empezar a alistarse para ir al hospital de nuevo, seguro que Hibiki ya estaría despierto a como es. Recordaba lo que había sucedido con mucho resentimiento, no le había ocurrido nada grave ya que el hombre solo tenía una obsesión rara por las muñecas humanas… pero no quería ignorar lo que había dicho acerca de romper el espíritu de una persona…

 

xXxXxXx

 

Shigeru había salido por el desayuno de Satoshi, no entendía por qué Satoshi había comenzado a preguntar cosas tan extrañas como esa, ¿sería que en serio estuviera enamorado? Pero bueno, fuera lo que fuera eso significaba que había tenido un sueño placentero y eso realmente le gustaba ya que no sabía cómo actuar con Satoshi en estado vulnerable.

 

Luego de poco se topo con la enfermera  y está le entrego la bandeja de Satoshi, una vez listo para regresar a la habitación busco a Pikachu con la mirada sólo para ver una puerta de un cuarto abierta; Shigeru dejo la bandeja en un estante vacio que estaba fuera de ese cuarto para asomarse a ver si estaba Pikachu de pura casualidad.

 

“Disculpen las molestias, de casualidad no vio-“ dijo Shigeru mientras tocaba la puerta aún estando abierta y encontrando a Pikachu ahora un Pichu sobre la cama de un chico peli negro con un Aipom en la cabeza, los pokémons estaban viendo jugar al chico él cual tenía un psp en sus manos.

 

“Uhm, ¿Pichu?” llamó Shigeru tratando de verificar si era el Pikachu de Satoshi, inmediatamente el Pichu volteo a ver a Shigeru y asintió mientras que el chico y el Aipom volteaban a ver a Shigeru de la misma forma. “Disculpa por la intromisión, vengo por el Pichu que está contigo”

 

“ ¿Ah? ¿Eres el entrenador de este Pichu?” preguntó el peli negro  viendo a Shigeru de forma sospechosa.

 

“No realmente… pero lamento que viniera a tu cuarto así nada más” dijo Shigeru pidiéndole a Pichu que regresara con él.

 

“¿Y por qué debería dártelo si no es tuyo?” el peli negro lo miro sarcásticamente, ¿Qué no era obvio que no iba a dárselo a un completo extraño? Aunque por alguna razón estaba buscándolo a pesar de no ser suyo… ¿será que quería robarlo?

 

“Es el Pika-Pichu de un amigo” dijo Shigeru sin sentir necesidad de explicarle nada a un verdadero extraño.

 

“Pichu… ¿dice la verdad?” preguntó el peli negro al Pokémon, si no había forma de saberlo al menos podía preguntarle al pokémon.

 

“¡Pi!” exclamó Pichu felizmente como respuesta afirmativa, el peli negro asintió entendiendo lo que quería decir el pokémon.

 

“Lo entiendo… de acuerdo, perdona los problemas hehe” dijo el peli negro ofreciéndole una sonrisa expresando su leve arrepentimiento.

 

“Si no hay de que, es verdad que no puedes darle a alguien desconocido un pokémon solo por que diga que lo busca” dijo Shigeru considerando lo ocurrido como algo aceptable.

 

“Mi nombre es Hibiki pero puedes llamarme Gold” dijo Gold felizmente, Aipom igualmente le ofrecía una sonrisa simpática lo cual Shigeru respondió con una sonrisa calmada.

 

“Ya veo, mi nombre es Shigeru” dijo Shigeru a Gold mientras Pichu saltaba a su hombro. “¿Puedo asumir que se conocen? De otra forma Pichu no hubiera entrado al cuarto”

 

“¡Exacto! Compartimos unas flautas el otro día” dijo Gold feliz de la vida “Es un pichu muy simpático e inteligente”

 

“¿Flautas? No sabía que los pokémons podían comer eso… Pichu, ¿no te dio un dolor de estomago luego de comer?” pregunto Shigeru muy extrañado al pokémon.

 

“Chu” dijo Pichu negando con la cabeza, había disfrutado mucho de las flautas y lo mejor es que no le habían hecho daño.

 

“No digo que no sea bueno que estés bien, Pichu, pero las flautas ni otra comida humana pertenecen a lo que es la dieta de un pokémon… me sorprende saber esto” dijo Shigeru mostrándose pensativo.

 

“Se ve que se llevan muy bien, su entrenador debe ser muy buen amigo tuyo” dijo Gold feliz de ver a otro entrenador que le hablaba a los pokémons… Silver debería ser como ellos, él solo se hablaba a su sneasel si era necesario pero que el supiera nunca lo ha visto tener una verdadera conversación con él.

 

“Hmm, podría decirse” dijo Shigeru “Oh, disculpa, estaba a medio camino de ir a dejarle el desayuno”

 

“Así que el también está en el hospital…” dijo Gold muy interesado “Me agradaría poder conocerlo, si es posible me gustaría que viniera a verme”

 

“Hmm, si, supongo que le hará bien venir a platicar un rato, tendré que ir por la silla de ruedas” dijo Shigeru pensando en cómo traerlo.

 

“¿Ah? ¿Necesita silla de ruedas? Oh vaya, entonces no te molestes, cuando ya pueda salir de aquí lo ire a visitar yo” dijo Gold algo apenado por hacer que alguien así fuera a verlo en vez de que fuera al revés.

 

“No hay problema, a ese bobo no le gusta estar en cama, seguro que lo traigo” dijo Shigeru, Gold se quedo callado al recibir tal respuesta aunque luego sonrió y asintió lentamente.

 

“Si tu lo dices… haha” dijo Gold “Bueno, entonces sería bueno que fueras a dejarle el desayuno antes de que se lleven la bandeja”

 

“Oh, sí…” murmuró Shigeru, ya se retiraba cuando de pronto Gold volvió a hablar pero ahora con un tono más serio.

 

“Oye…” dijo Gold algo preocupado, no sabía si era buena idea decirle pero tenía que decirle a alguien. “Hay un doctor muy extraño en este lugar”

 

“¿Un doctor extraño?” preguntó Shigeru algo interesado en lo que decía Gold.

 

“Sí… es algo incomodo decirte esto pero no quisiera que le pase algo así a tu amigo” dijo Gold obteniendo toda la atención de Shigeru. “Hace un rato vino a revisarme un doctor de cabello corto oscuro, no sé si sepas de él… no sé cómo se llama, sólo sé que es alto y un tanto gordo, oh y usa lentes”

 

“Si… creo que lo identifico” dijo Shigeru algo alerta a lo que le estaba contando.

 

“Bueno, él no lo sé… creo que cuando revisa toca un poco más de lo debido…” dijo Gold algo incomodo “No sé qué tan grave esté tu amigo pero ese tal doctor necesita que le den una patada o si no sigue haciendo cosas raras”

 

“¿Te molestó…?” preguntó Shigeru algo alterado al relacionarlo con el comportamiento raro de Satoshi, acababa de serle infinitamente agradecido a Pikachu por meterse a ese cuarto y sobre todo la sinceridad que el otro le mostraba.

 

“Hmm, podría decir que si aunque no quiero sonar paranoico, ¿podría estar equivocado? Bueno el punto es que te dije esto para que lo vigiles, oh, si ves que hace algo más avísame, tampoco quisiera tenerlo al pendiente de mí” dijo Gold quien sentía que le había revelado cosas un poco fuera de lugar a un extraño… pero como siempre ¡A quien le importaba! ¡No es como que volviera  a ver a Shigeru luego del hospital! Además, Shigeru parecía haberlo tomado con mucha seriedad por lo que le hacía sentir un poco mejor al decirle esas cosas… ¡es que no iba a dejar que ese gordo pervertido siguiera haciendo de las suyas! Si hubiera estado Silver seguro le habría platicado a él pero como no estaba… un momento… ¿en serio lo haría? No… eso sería demasiado embarazoso… ¿Y decirle a un extraño no? … ¡Nah! Gold no tenía por qué preocuparse por ser imprudente, decía las cosas como eran y ya.

 

“Entiendo, gracias por decirme esto, en serio” dijo Shigeru decidido a regresar con Satoshi lo más pronto posible.

 

“Sí, no hay de que” dijo Gold mientras se despedía de Shigeru y regresaba a su videojuego.

 

Shigeru cerró la puerta del cuarto y con Pichu en su hombro agarró la bandeja y se apresuró. No iba a permitir que un pervertido le hiciera algo a Satoshi, además de que sabía que si le hacía algo, Satoshi no le contaría por miedo a que esté lo ridiculizara… una vez llegó, abrió la puerta sin tocar y se encontró a un doctor revisando a Satoshi de muy cerca, ni siquiera estaba seguro si era el doctor de quien hablaba Gold, sólo sabía que estaba muy cerca de Satoshi y que esté tenía una expresión incomoda en el rostro. ¡Maldición!

Notas finales:

Espero les haya gustado, les dije que esta vez sería más largo n_n apreció mucho cualquier tipo de: queja, opinión, corrección, pregunta o simple comentario. (:


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