Capítulo 29.5: Interludio
Vacaciones. Al fin ya llegaban las tan ansiadas vacaciones de verano y con ellas todos los planes: viajes, sol, arena, mar, noches de fiesta, días de siesta, o al menos los recuerdos de vacaciones pasadas… cualquier cosa para olvidarse de la escuela, el trabajo o simplemente darse un escape del rutinario resto del año. Exilieth también estaba en ello. Si bien era cierto que transcurrieron poco menos de dos semanas desde su escape a Okinawa, no podían quedarse allá para siempre –en palabras del Demonio Kamijou–.
Por otro lado, Hotaru se había mudado nada más ni nada menos que a la casita donde Misaki solía ir a tocar los viernes después de la escuela (1) y en cuanto supo que él estudiaba en la Universidad Mitsuhashi, no dudó ni un poquito en hacer los trámites para su transferencia, no importándole que faltara poco para que terminara el semestre.
–Menos mal que la vieja esa no vendió la casa ni nada por el estilo –musitó con cierto desdén mientras se medía unos atrevidos trajes de baño frente al espejo del armario– Pero es una maldita por haber corrido a Misa-chan.
En efecto la casita no había sido habitada de nuevo desde que aquel par de mujeres prácticamente echara al guitarrista. Agradecía enormemente que el castañito le hubiera ayudado a redecorar e instalarse, a espaldas de su rival Akihiko Usami.
–Ahora sí podré estar cerca de ti, Misaki.
Look out, here's Starbreaker
Cruising into town
Set his mind to stealing
every little heart around
Step out on the sidewalks
if you're feeling game
He comes, but once a lifetime
Never seen again…
(Cuidado, aquí está rompe-estrellas
Navegando en la ciudad
Ajusta su mente para robar
Cada corazoncito de alrededor
Aprieta el paso en las aceras
Si te estás sintiendo valiente
Él viene, pero una vez en la vida
Nunca es visto otra vez…)
En otro lugar no muy lejano, cierto catedrático leía tranquilamente el periódico mientras oía una favorita de Judas Priest. Estaba tan absorto en su lectura que apenas si se percató cuando el volumen bajó drásticamente y la canción fue remplazada por la versión de Arch Enemy (2).
–¡¿Qué rayos…?!
Starbreaker
Glides in from the sky
Starbreaker
Takes you up so high…
(Rompe-estrellas
Planea por el cielo
Rompe-estrellas
Te sube muy alto)
Apenas volteó a ver a la cocina, el baterista de Exilieth ya estaba ahí con la música de su nuevo móvil a todo volumen, cortando una col con la velocidad propia de él.
–¿Qué… cómo… cuándo…?
–Saldré con mis padres este fin de semana.
–Pero…
–Agradece que te dejaré lista la comida.
–¿Podrías al menos dejar la original? –replicó, refiriéndose a la canción.
–No me sirve, va muy lento –y luego de eso subió aún más el volumen de su celular (si eso era posible).
–Como quieras –suspiró resignado, y luego agregó por lo bajo: –Aunque para mí las canciones originales siguen siendo mejores que los covers.
–¡Por supuesto que no!
“No otra vez” al mayor le rodeó un aura deprimente, la tormenta había iniciado (3).
.
Careful where you stand now, boy
Everything has changed
Got to search and destroy
Everything has changed
Got to move stop the dreams
All protection gone
Listen how the people scream
On and on and on
(Cuidado dónde te encuentras ahora, muchacho
Todo ha cambiado
Tienes que buscar y destruir
Todo ha cambiado
Tienes que avanzar, detener los sueños
Toda la protección desaparecida
Escucha cómo las personas gritan
Una y otra y otra vez) (4)
El integrante más joven de Exilieth se encontraba en algo similar. Preparaba algunos bocadillos, ya que de buenas a primeras su casero y novio –aunque no lo admitiera como tal– dijo que saldrían de picnic. La canción se vio interrumpida por una llamada.
–Moshi moshi… –respondió desde el móvil que, más de a fuerza que por gusto, tuvo que comprar.
–¡Misa-chan ¿Qué dice la vida! –era su amiga Hotaru.
–Etto… bien, supongo ¿Qué hay de ti, Taru-san?
–Te invito al parque acuático, solos tú y yo.
–¿El que está cerca de la estación de tren? (5)
–Así es.
–Claro ¿Cuándo sería?
–Hoy en la tarde.
–¿Hoy?
–Sí, ¿te parece?
–Bueno, etto… la verdad es…
–Lo siento, Shimura-san, pero Misaki y yo ya tenemos planeado pasar la tarde juntos… y el resto de nuestras vidas –el escritor rodeó por la espalda a su castañito y al mismo tiempo le quitó el teléfono. Aunque no pudiera ver su cara, sabía que ella debía estar ardiendo de celos. Esbozó una sonrisa de suficiencia de tan solo pensarlo.
–¡Usagi-san, no diga eso, es vergonzoso! –Misaki le quitó el móvil a duras penas– Perdón por eso, Taru-san ¿Qué decías?
–En 15 minutos estoy allá.
–Pero… –Hotaru ya le había colgado– Me colgó…
–Mejor para nosotros ¿no crees?
–No lo sé, dijo que en 15 minutos estaría aquí.
–Entonces démonos prisa.
Un rato más tarde estaban frente a la puerta, a punto de salir, hasta que…
–¡SENSEI! ¡Usted no va a ninguna parte hasta que termine ese maldito manuscrito!
“Mitakuye oyasin lel ohinni e yelo…”
Soon I will be here no more
You’ll hear the tale
Through my blood
Through my people
And the eagle’s cry
The bear within will never lay to rest
Wandering on Horizon Road
Following the trail of tears…
(“Toda mi gente está aún aquí…”
Pronto no estaré más aquí
oirás mi historia
a través de mi sangre
a través de mi gente
y del llanto del águila
el dolor interno nunca se detendrá a descansar
Viajando por el camino del Horizonte
Siguiendo el sendero de las lágrimas...) (6)
Por otro lado y no menos importante, Hiroki se encontraba en el sillón leyendo un libro con el mismo título de la canción que se oía de fondo (7). Por alguna razón los últimos días la pasaba escuchando la música de la tarjeta de memoria del primer teléfono que se le estropeó a Nowaki (8) –este último ignorante de que la tenía en su poder–, como si de alguna manera pudiera compensar la ausencia del azabache. Sí, este último ya no venía a verle con tanta regularidad por una muy fuerte razón: su nuevo trabajo en una constructora. El joven, además de estudiar arduamente para volver a la Facultad de Medicina, trabajar en la floristería Amaranth, en la tienda de música Sahara, y como segundo guitarrista de Exilieth en El Cuartel del Metal, ahora estaba en una constructora trabajando de sol a sol… y aunque no lo admitiera, lo envidiaba y admiraba por eso.
–Definitivamente eres un metalero poco convencional, Nowaki… demo…
Si el sentimiento de abandono cuando el guitarrista se escapó a Okinawa fue como una tortura, esto era peor ¡y ni quería imaginarse cómo sería cuando estuviera en la Universidad o tuviera que hacer la especialización!
–¿Desde cuándo me volví tan dependiente de ti? –resopló pesadamente.
–¡Hiro-san, estoy en casa! –un entusiasta peliazul entró por la puerta– ¿A que no sabes qué?
–¡Maldita sea, Nowaki, toca antes de entrar!
–Lo hice, pero no me abrías, así que tuve que usar la llave que dejas debajo del felpudo.
–Como sea, ¿Qué sucede? –preguntó, fingiendo desinterés.
–Bueno, Kimoniya-san me dio el resto del… ¿no era esa la música de mi antigua tarjeta de memoria?
'Cause I f*cking hate you,
you're such a liar
And I love to hate you,
you're all the same to me
(Porque te odio j*didamente,
eres un mentiroso
Y amo odiarte,
sois todos lo mismo para mí) (9)
Pero no todo era miel sobre hojuelas para algunos, y este era el caso de Shinnosuke Tödö. Agradecía que se encontrara solo en casa, y que Ijuuin no hubiera vuelto a quedarse después de su escape a Okinawa. Para suerte suya e infortunio del otro, Ijuuin se había atrasado para la entrega del nuevo volumen de The*Kan, así como de un artículo para la revista Metal Militia, por lo que estaría trabajando parte de las vacaciones en su casa y no vendría a molestar.
–Malditas vacaciones –susurró el bajista, acostado de espaldas sobre la cama, con los brazos, piernas y cabeza colgando de los extremos– las odio.
Por inercia volteó a ver a la mesita de noche, para encontrarse con una fotografía de hace unos años. Los dos salían en ella y se veían muy felices, pero casi le dan nauseas al ver que en ella Ijuuin sostenía un bajo bastante costoso.
–Estúpido bajo… me costaste odiar las vacaciones de verano.
FIN DEL INTERLUDIO