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El Cuartel del Metal por HitchNoDanna

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Notas del capitulo:

¡¡Hola, hola!! He aquí con otra entrega de El Cuartel del Metal. De veras lamento la tardanza, aunque han estado algo inactivos últimamente, sé que por lo menos me leen y al tardarme tanto siento que de cierta manera les fallo a ustedes. Como saben, los puentes y vacaciones en vez de inspirarme solo logran bloquearme, y como mi escuela tuvo puentes desde el primero de mayo… bueno, entienden el punto.

 

Notas preliminares:

Para esta ocasión ocuparé la letra de una canción llamada N.I.B., de Black Sabbath, del álbum Wicked Wichita (1971). Aunque la letra no tiene que ver mucho con la narración, decidí emplearla con la finalidad de hacer separaciones entre sucesos diferentes de la historia, como hice en el capítulo anterior. Por otra parte, como este será el último episodio del corto Golden Knight no baai, quise una canción en la que resaltara un poquito más el bajo respecto a los demás instrumentos. Asimismo, la letra –repito, tiene poco que ver con la narración– podría interpretarse como promesas que Ijuuin le hizo a Shinnosuke.

La recomiendo no solo para escuchar mientras leen el cap, sino también para tenerla en su biblioteca musical, XD.

http://youtu.be/RaRtXYSszsA

Por último, habrá participación de un nuevo personaje que tendrá importancia para el caso de Ijuuin y Shinnosuke.

 

Bien, terminada esta aburrida introducción ¡A leer, se ha dicho!

 

Disclaymer: Ni Junjou Romantica, ni las bandas mencionadas (a excepción de Exilieth y otras de mi invención), canciones, marcas registradas, etc., me pertenecen… solo el fic, que publico en Fanfiction.net, Aino Fansub, Mundo Yaoi y aquí, bajo los seudónimos HitchNoDanna o Hitch 74 no Danna. Si lo ven en otro sitio que no sea alguno de estos, por favor avísenme para tomar medidas al respecto.

Golden Knight no baai: Las lágrimas secan… pero nunca son las últimas

 

Sábado por la tarde. Agradecía enormemente que Misaki y Nowaki se hubieran llevado los tomos de edición especial de The*Kan y los primeros números de Metal Militia con Ijuuin Kyo como creador de contenidos, pues ya no quería tener más esos objetos que terminaban por recordarle el trago amargo de una relación en la que entregó alma, vida y corazón a cambio de una vil puñalada trapera (1). En fin, el desván conservaba lo absolutamente necesario y uno que otro capricho suyo, como el arbolito de navidad y sus adornos que compró con su primer salario, algunos juegos de mesa, los trofeos que decidió ya no exhibir en la sala –pero que tampoco tiraría, pues al final de cuentas le costaron su esfuerzo–, tres atuendos que usó en una convención de anime el semestre pasado…

 

–Aaah… –soltó un pequeño bostezo en cuanto cerró la puerta del desván con llave– Bien, hasta el próximo semestre.

 

Entró a darse una ducha, pues previamente Kai Shinoda le llamó para que tocara en El Cuartel del Metal en remplazo del bajista de Starless, quien enfermó unos días atrás. Una vez listo, enrolló una toalla alrededor de su cintura y con la otra secó su pelo, para después dejarla sobre sus hombros e ir a atender el timbre, que empezaba a sonar.

 

–¡Shinno-chan!

–¡Yuzuki-san!

 

Una mujer de unos 35 años, cuyo color de ojos y cabello eran muy parecidos a los suyos, le saludaba y abrazaba tímidamente, pero como si se conocieran de toda la vida.

 

–¡Wow! Estás más macizo que la última vez… –espetó ella al contemplar la musculatura no muy marcada del muchacho– creces tan rápido…

–Yuzuki-san, pero qué cosas dices –rio él nerviosamente– Pero bueno, por favor, pasa.

–Muy bien.

 

El castaño le indicó a su visitante que le esperara un poco en lo que terminaba de vestirse.

 

–¿Qué te trae de visita, Yuzuki-san? –ya listo, se encontraba en la cocina preparando té y unos bocaditos.

–Quería saber cómo está mi niño –respondió ella con tono más propio de una madre.

–Pues… qué te puedo decir… acabo de terminar el sexto semestre y tercer año… ya estoy empezando con la tesis y mi servicio pretendo darlo apenas empiece el próximo semestre ¿Qué hay de ti, Yuzuki-san?

–Bueno, tampoco puedo decir mucho… apenas hace dos meses estuve a cargo de tres casos: una demanda de divorcio, otra por agresión física, y otro más por fraude y lavado de dinero.

–¡Vaya! ¡Sí que tienes vocación para eso! –y luego agregó en tono bajito, pero que conmovió enormemente a la castaña– Me gustaría ser como tú…

–Vamos, Shinno-chan, me haces sonrojar… –soltó una modesta risilla– pero dime ¿ibas de salida?

–Ah… bueno… yo… toco los sábados con mi banda en un bar cerca de aquí… El Cuartel del Metal.

–¡¿De veras lo hiciste?! –inquirió Yuzuki con gran emoción. Él asintió.

–Bueno… nuestros jefes nos dieron vacaciones la semana pasada, pero… el bajista de otra de las bandas que tocan ahí se enfermó y debo remplazarlo. Por eso me encontraste en esas fachas.

–Entiendo… etto… –por alguna razón ella estaba nerviosa y le costaba un poco hablar– ¿podría ir contigo? Bueno, si a ti no te molesta…

–¡Vamos, Yuzuki-san, no tienes que pedirlo! –le increpó él dedicándole una sonrisa sincera.

–Etto… hai.

–Okay… emm… ¿vienes? El show empezará en una hora.

–Por supuesto.

 

Ambos salieron de la casa y se encaminaron a El Cuartel del Metal. Shinnosuke le había ofrecido llevarla en taxi, pero ella se negó, so razón del entumecimiento por las horas que vino sentada desde Fukushima hasta acá. En fin, caminaban mientras conversaban de trivialidades, como si fueran madre e hijo. Al llegar al Cuartel, Starless ya estaba sobre el escenario y Shinoda venía junto a Akira del centro de operaciones.

 

–¡Ya te andabas tardando, Shinno-kun! –exclamó el pelirrojo a modo de saludo, pero calló al percatarse de la presencia de la mujer y el bajista de Exilieth lo notó.

–Ah, Yuzuki-san, ellos son mis jefes, Shinoda Kai y Kitazawa Akira –anticipó él– Shinoda-san, Kitazawa-san, ella es mi tía, Tödö Yuzuki.

–Mucho gusto, Tödö-san.

–El placer es mío.

–Shinno-kun… ¿ya estás listo?

–Hai.

 

Algunos minutos después comenzaba el show de esa noche. Starless era una de las cuatro bandas que, al igual que Exilieth y Claymore, tocó por primera vez cuando El Cuartel del Metal se abrió un sábado de hace casi cuatro meses (2). En fin, mientras la banda ejecutaba algunas canciones, la mirada de Shinnosuke solo se enfocaba en la bellísima mujer que estaba a unas pocas mesas del escenario, y que se diferenciaba de los demás por su traje tipo ejecutivo color blanco. Asimismo ella le miraba, no como una fangirl a su artista favorito, ni como un crítico de música a un simple ejecutante, ni siquiera como Shinoda a un estimado subordinado y hasta cierto punto amigo y colega, sino como una madre a un hijo.

 

Más tarde la banda tomaba un pequeño receso, y terminado este receso arrancaba la segunda ronda, con un mini solo ejecutado hábilmente por los dedos del bajista de Exilieth.

 

"La letra es lo de menos, demo… esto te lo dedico a ti, Yuzuki-san. De no ser por ti, no estaría donde me encuentro justo aquí y ahora"

 

Oh yeah!

Some people say my love cannot be true
please believe me, my love, and I'll show you
I will give you those things you thought unreal
The sun, the moon, the stars all bear my seal…

(¡Oh sí!

Algunas personas dicen que mi amor no puede ser verdadero.
Por favor, créeme mi amor, y te mostraré
Te daré esas cosas que pensaste irreales
El sol, la luna, las estrellas, todo lleva mi sello…)

 

CASI DOS AÑOS ATRÁS

 

Después de ver semejante escena entre Ijuuin y ese otro tipo, no quiso quedarse más en Nagoya. Tampoco quiso salir huyendo como cervatillo despavorido, no: no le daría ese gusto ni a él ni a sus padres. En lugar de ir al aeropuerto y tomar el primer vuelo que saliera rumbo a Tokio, se dispuso a caminar los primeros kilómetros. Cualquiera en su caso se hubiera desesperado al llevar más de tres horas de caminata, pero él no: mientras lo hacía, disfrutaba del suave viento que se colaba entre sus cabellos castaños, las luces de la ciudad ciertamente no se comparaban con la hermosísima luna que iluminaba su camino, sus ámbares se deleitaban con las estrellitas que titilaban en el firmamento… como nunca lo había hecho en el encierro de esa prisión a la que alguna vez llamó hogar. Si bien era cierto que al vivir con Ijuuin Kyo había ganado cierta libertad, esa libertad ahora era solo un recuerdo que lo encadenaba a una persona que no hizo más que jugar con él… a partir de este momento tendría que conseguir la propia. Sin embargo, solo por ahora, se conformaba con experimentar esas sensaciones, sin un ápice de miedo por andar solo a altas horas de la noche. Cuando fue necesario descansar, se detuvo en una tienda a comer cualquier cosa, procurando gastar lo menos posible el poco dinero que llevaba consigo. Un momento más tarde se decidió a seguir su caminata, pero no le duró mucho, pues una familia en un coche se acercaba.

 

–¿Te encuentras bien? –le preguntó una mujer de edad avanzada que iba en el lado del copiloto.

–¿Eh?

–¿Te has extraviado? –inquirió el conductor.

–No… solo estoy de paso –respondió con tono frío.

–Ven, sube –le ofreció– Es peligroso que andes solo a altas horas de la noche.

–No, gracias…

–Nada de peros, jovencito, tus padres deben estar preocupados por ti –increpó la mujer.

–En realidad voy a la estación de tren, –mintió sin inmutarse– quedé de verme con unos amigos.

–Podemos llevarte, nos queda a unos minutos.

–Etto…

 

Así se había vuelto su camino los primeros dos días, con extraños ofreciéndole ayuda, algunos más entrometidos que otros al preguntarle sobre su lugar de origen, o sus padres, o sus motivos para deambular a altas horas de la noche. En fin, se había propuesto andarse con cuidado ante cualquiera, pero no por ello desaprovechaba cuando alguien le ofrecía un aventón a algún punto cada vez más cercano a su destino.

 

Oh yeah!

Follow me now and you will not regret
leaving the life you led before we met
You are the first to have this love of mine
forever with me 'till the end of time

(¡Oh sí!

Sígueme ahora y no te arrepentirás
Dejando la vida que llevaste antes de conocernos
Eres el primero que tiene mi amor
Para siempre conmigo, hasta el fin de los tiempos)

 

Sin embargo su salvación llegó cuando se encontraba en alguna estación del tren, matando el tiempo: era una bellísima mujer de tez clara y cremosa como leche, largo y rizado cabello castaño que caía grácilmente sobre su espalda y sus hombros, profundos ojos ámbar como los suyos, ataviada con un traje ejecutivo negro (3) que resaltaba su escultural figura.

 

–¡Shinno-chan! –aquella mujer apenas lo vio, y sin motivo aparente, lo abrazó fuertemente mientras soltaba algunos sollozos ahogados.

–¿Quién es usted? –inquirió con tono frío, aunque no le provocaba aversión, se había propuesto a partir de ahora andarse con cuidado ante cualquier desconocido.

–¿No me reconoces? –ella sonaba angustiada– soy tu… ¡tía! ¡Soy tu tía Yuzuki! Tal vez no me recuerdas porque eras apenas un bebé, pero…

–¿Cómo sé que no miente?

–En verdad soy yo, la hermana de Tödö Hiruko, tu padre… –instintivamente él apretó la mandíbula y los puños, acción que fue notada por ella– ¿Dónde están Hiruko y Kasumi? ¿No vienes con ellos? (4)

–Ellos ya no son más mis padres –musitó con una voz tan gélida que le provocó escalofríos a la mujer.

–Pero… –por alguna razón que no comprendió, ella calló y tomó su mano– entonces ven conmigo.

 

Your love for me has just got to be real
before you know the way I'm going to feel
I'm going to feel
I'm going to feel

(Tu amor por mí debe ser verdadero
Antes de que sepas el cómo, lo voy a sentir
Lo voy a sentir
Lo voy a sentir)

 

Resultaba que ella era una exitosa abogada y por cuestiones de trabajo pasó unos días en un hotel cercano a la estación de tren, y ahora se dirigía a Tokio. Ella le había ofrecido acompañarlo hasta allá, y aunque al principio él se mostró renuente, al final aceptó. Los dos fueron en tren en un viaje tranquilo, con pocas palabras de por medio. Al final de la tarde ya se encontraban dentro de un bonito apartamento cerca de la Universidad Mitsuhashi.

 

–Suave –no pudo evitar lanzar ese comentario apenas puso un pie dentro, pues la decoración sencilla pero a leguas costosa no era para menos.

–Bueno, a partir de ahora este es tu hogar –dijo ella con un tono incluso más amable que el de su verdadera madre. Evidentemente la sorpresa se hizo presente en su expresión hasta entonces inmutable– No voy a preguntarte tus motivos, pero… lo que sea que necesites, puedes contar conmigo.

 

Oh yeah!

Now I have you with me, under my power
Our love grows stronger now with every hour
Look into my eyes, you will see who I am
my name is Lucifer, please take my hand

(¡Oh sí!

Ahora te tengo conmigo, bajo mi poder
Nuestro amor ahora crece más fuerte con cada hora
Mírame a los ojos, verás quien soy
Mi nombre es Lucifer, por favor toma mi mano)

 

A partir de ese día Shinnosuke se quedó a vivir ahí. Resultó que Yuzuki-san vivía en el apartamento desde que terminó la universidad y comenzó a trabajar como asistente en un bufete de abogados, pero no fue hasta cuando pudo ejercer como abogada cuando compró el inmueble, so razón de que los primeros años no salía mucho de la ciudad. En fin, aunque ella se portaba atenta con él, no podía fiarse del todo… la traición de Ijuuin Kyo aún seguía fresca en su memoria y no pretendía repetir ese error de confiar para volver a caer. Por ende, era muy reservado en cuanto a su vida personal.

 

Por otra parte, ya se había inscrito a la Universidad Mitsuhashi para estudiar la carrera de Derecho. Para fortuna suya Yuzuki-san atendió un caso para el Decano Takatsuki, así que no fue difícil ingresar y revalidar sus materias para no perder el año. Además Yuzuki-san le sugirió que conservara el apellido Tödö, y aunque al principio se negó rotundamente, ella lo convenció alegando que llevaría el apellido de Tödö Yuzuki y no el de Tödö Hiruko.

 

–Ya estoy en casa –era un jueves como cualquiera. La abogada anunciaba su entrada y traía unas bolsas de compras– ¿a que no sabes qué te traje?

–Yuzuki-san…

 

La convivencia con aquella mujer le inspiraba un cálido sentimiento… no, no era el mismo que con Ijuuin, pero podía jurar que era igual de intenso. En principio lo atribuyó a que era pariente de sus entonces padres, y que cuidaba de él por mero compromiso, pero aquella sonrisa angelical lo hacía sentir seguro y le inspiraba confianza, así que sin más se aferró a la castaña y rompió a llorar en silencio.

 

–…Yo lo amaba… –fue lo primero que brotó de sus labios–…lo dejé todo por él…

 

Al final terminó por abrir su corazón y relatar toda su historia, desde que conoció a Ijuuin Kyo, hasta el día de su traición. Yuzuki-san le abrazaba con una ternura más propia de una madre, sin emitir ningún juicio, simplemente escuchando cada palabra y haciendo ese dolor suyo.

 

Oh yeah!
Follow me now and you will not regret
leaving the life you led before we met
You are the first to have this love of mine
forever with me 'till the end of time

(¡Oh sí!

Sígueme ahora, y no te arrepentirás
De dejar la vida que llevaste antes de conocernos
Eres el primero que tiene mi amor
Para siempre conmigo, hasta el fin de los tiempos)

 

Las semanas siguientes a eso fueron tranquilos, pero como todo en la vida, eso cambió cuando Yuzuki le dio una noticia: por cuestiones de su trabajo, tendría que mudarse a Fukushima.

 

–Gomene… –suspiró ella con pesar.

–Está bien, Yuzuki-san, es tu trabajo. Además… creo que a estas alturas ya puedo arreglármelas solo –dijo él de la misma manera.

–Pero… yo quería pasar más tiempo contigo –musitó en un hilo de voz.

–Pero este tiempo ha sido muy agradable contigo, Yuzuki-san. Además, no puedes dejar tu trabajo por ocuparte de mí… ya bastante has hecho con acogerme en tu apartamento…

–Lo sé, Shinno-chan, es solo que… –por alguna razón parecía estar a punto de llorar.

–No te preocupes por mí, Yuzuki-san, voy a estar bien…

–Err… Shinno-chan, tengo algo para ti –dicho esto le entregó una enorme funda negra. Él la miró, un poco dudoso– Vamos, ábrelo.

 

Grande fue su sorpresa cuando vio que dentro había nada más ni nada menos que un bajo Rickenbacker modelo 4003 (5).

 

–Tenía 15 años cuando lo toqué por primera vez –dijo ella con una sonrisa nostálgica– en una guerra de bandas en la preparatoria… lo he tenido desde entonces y ahora quiero que tú lo tengas.

–Yuzuki-san… –él tenía la mirada gacha. Ciertamente el bajo con el que Ijuuin le enseñó a tocar lo dejó allá en Nagoya y pretendía desligarse de todo lo que le recordara al mangaka y a sus padres, incluso tocar.

–Sé que es difícil para ti, pero por favor no dejes de tocar… el que Ijuuin te haya enseñado no tiene nada qué ver con que te guste o no tocar el bajo. Además… me gustaría verte dentro de una banda, sobre un escenario alguna vez… ¿harías eso por mí?

–Yo… –aquello era una decisión muy difícil de tomar– te tendré mi respuesta la próxima vez que nos veamos ¿de acuerdo?

–De acuerdo.

 

Your love for me has just got got to be real
before you know the way I'm going to feel
I'm going to feel
I'm going to feel

(Tu amor por mí, debe ser verdadero
Antes de que sepas el cómo lo voy a sentir
Lo voy a sentir
Lo voy a sentir)

 

Los días después de que Yuzuki partiera, se le fueron en pensar si debía hacerle caso o no. Al principio estaba reacio, pues cada vez que intentaba siquiera sacar el instrumento de su funda, los recuerdos de todas esas tardes en casa de Ijuuin lo atormentaban, sobre todo cuando descompuso aquel lujoso bajo que le causó terminar liado con él. En ocasiones incluso le daban ganas de destruirlo, pero el recuerdo de su adorada tía Yuzuki se lo impedía. Al final, movido por el afecto que le tenía a la única persona que realmente se preocupaba por él, se decidió por entrar en una banda. Al principio fue difícil, pues las pocas bandas que conocía buscaban vocalistas o bateristas, además que a ninguna parecía gustarle su habilidad para hacer distorsiones. Por otro lado, aunque no necesitaba pagar renta, sí necesitaba un empleo de medio tiempo para solventar sus gastos diarios, por lo que apenas si tenía tiempo de buscar. En fin, no fue sino hasta una tarde, en el salón de música de la universidad, cuando escuchó un veloz y potente solo de batería. Movido por su curiosidad, entró al recinto en completo silencio, topándose con nadie más ni nadie menos que el hijo del Decano Takatsuki, tocando con gran habilidad dicho instrumento.

 

–¿Se te perdió algo? –le respondió hoscamente el chico de ojos grises.

–Daniel Erlandsson… el solo que hacía en el Tyranny and Bloodshed Tour (6) ¿cierto? –los ojos grises se dilataron un poco, pero luego volvían a su estado imperturbable anterior.

–¿Cómo lo reconociste?

–Fui a ese concierto. Por cierto, me llamo Tödö Shinnosuke, de tercero de Derecho.

–Takatsuki Shinobu, de segundo, también de Derecho.

 

Algunos minutos más tarde ambos se encontraban en la cafetería de la escuela, ambos compartiendo una pizza tamaño familiar.

 

–…así que le dijiste a tu tía que le tendrías una respuesta en su próxima visita ¿no? –espetó el más joven.

–Así es.

–¿Y qué tal vas con eso?

–Mal –suspiró con aura deprimente.

–¿Tan malo eres como para que nadie te quiera en su banda? –Shinobu soltó esto sin ningún tacto.

–¡Ya quisiera que fuera por eso! –seguía quejándose el otro– Pasa que se les hacen muy exageradas mis distorsiones con el bajo…

–Típicos poseros (7). En fin… ¿Manejas otras técnicas además del pedal?

–Slap, tapping, palm mute… (8)

–Interesante… ¿Por qué no mejor formas tu propia banda en lugar de integrarte a una?

 

Oh yeah!

Now I have you with me, under my power
Our love grows stronger now with every hour
Look into my eyes, you will see who I am
my name is Lucifer, please take my hand

(¡Oh sí!

Ahora te tengo conmigo, bajo mi poder
Nuestro amor ahora crece más fuerte con cada hora
Mírame a los ojos, verás quien soy
Mi nombre es Lucifer, por favor toma mi mano)

 

Sí, lo recordaba bien. Unos tres o cuatro días más tarde Takatsuki Shinobu se unía a este nuevo proyecto. Posteriormente, y con el tiempo, hicieron lo mismo Kusama Nowaki, el primer guitarrista entonces, Sumi Keiichi como segundo guitarrista, para posteriormente dejar la banda y darle cabida a Takahashi Misaki ahora como primer guitarrista, y por último pero no menos importante, su nueva vocalista Shimura Hotaru (9).

 

Sonrió con nostalgia al terminar su actuación de esta noche, recibiendo los cálidos aplausos de la audiencia, pero en especial de su tía Yuzuki. Bajó del escenario a encontrarse con ella, quien inevitablemente lo abrazó de forma cariñosa pero no sofocante.

 

–¡Shinno-chan! ¡Estoy tan orgullosa de ti!

–Esto te lo debo, Yuzuki-san… de no ser por ti, probablemente no habría logrado llegar hasta donde estoy.

 

Algunos bocadillos y tragos moderados más tarde, ambos volvían al apartamento del bajista a tomar un merecido descanso.

 

–Bueno, Yuzuki-san, tú vas a dormir en mi cama y yo en el futón –decía él.

–Bueno… yo… pretendía que durmiéramos juntos –farfulló en un hilo de voz, un poco sonrojada.

–¿Ah?

–Como cuando eras un bebé… onegai…

 

Los ojos nostálgicos de la abogada le tocaron el corazón de tal forma, que a los pocos minutos se encontraban los dos juntos, ella acunada en el lecho de él. Por alguna razón estar de esa forma con Yuzuki-san no le avergonzaba ni despertaba morbo alguno, al contrario, ese calor era incluso mejor que el de su verdadera madre.

 

–Yuzuki-san… si tan sólo tú hubieras sido mi madre –susurró con tristeza, mientras una pequeña lágrima se deslizaba por su mejilla.

 

 

FIN DE GOLDEN KNIGHT NO BAAI.

 

Notas finales:

1. Así se designa de forma popular a una traición.

2. Sí, es el tiempo transcurrido de la trama. Lo malo es que por el tiempo que me tardo en actualizar, pareciera que pasó más tiempo (considerando también que los cortos El metal no hace al inadaptado y En el metal no hay actos inocentes se desarrollaron en menos de una semana, pero me aventé unos meses en acabarlos, XP).

3. Referencia del traje de Yuzuki Tödö, es el mismo modelo pero con los colores mencionados en cada apartado:

http://www.aquimoda.com/wp-content/uploads/2012/02/oficina3.jpg

4. Hasta la fecha no se ha mencionado en el manga algo sobre la familia de Shinnosuke, así que para finalidades del fic estos serán los nombres de sus padres.

5. Este vendría siendo el bajo de Yuzuki, y que actualmente usa Shinnosuke:

http://www.oocities.org/nhawk750/jet.jpg

6. Se refiere al baterista de Arch Enemy. La vez pasada mencioné que este concierto se dio en 2007. No confundir con el DVD Tyrants of the Rising Sun. Aquí una referencia del solo que Shinobu estaba tocando:

https://www.youtube.com/watch?v=rC0eqnwVFH8

7. Posero o póser, es igual. En este caso Shinobu alude a los poseros que tienen el estereotipo de que el sonido del bajo no debería sobresalir demasiado respecto a los demás instrumentos.

8. Son técnicas para bajo eléctrico en las que no se requiere el pedal para hacer las distorsiones. Las dos primeras se ejecutan con los dedos, y la tercera con la plumilla.

9. No quise desarrollar esta parte, pues eso lo haré poquito a poquito en los siguientes cortos.

 

Sí, sí, se vio un poco cortado el final, lo sé. Este corto en sí era para explicar el por qué Shinnosuke odia a Ijuuin, así como su decisión de formar la banda. Pretendo continuar con la historia más tarde, pero con la versión de Ijuuin y un poquito más acerca de Yuzuki. Sirve de que termino de aclarar cualquier hueco que haya quedado en la historia (como el ingreso de Ijuuin y Kirishima a Marukawa Shoten).

Como recordarán el orden de los cortos, ahora será el turno de Shinobu. Ya más o menos vieron cómo van a ir los caps, pero trataré de no alargarlos tanto (el de Shinnosuke era necesario porque no traté su historia desde el inicio del fic, pero los demás no serán tan extensos).

 

Bueno, ya terminada mi aburrida cháchara, solo me queda decir ¡hasta la próxima! Chaito.


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