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AMOR SALVAJE por FINE

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Notas del capitulo:

 

 

Sesshoumaru tomo la piedra Meidou y la ato a su Tenseiga y se posiciono entre las piernas de Inuyasha penetrándolo lenta y cuidadosamente hasta haberse introducido por completo en su interior, lo abrazo y alzo en sus brazos sentándolo encima de él. le dio un suave beso en sus labios al tiempo que hacia el abrazo más fuerte.

-Inuyasha, te amo, juro que no te perderé nunca más.

Y dicho esto tomo a Tenseiga y apuñalo a Inuyasha por la espalda atravesando su cuerpo hasta el suyo quedando ambos atravesados por la Tenseiga, en ese instante Sesshoumaru se percató de que no sentía dolor alguno, muy al contrario de lo que esperaba sintió como sus latidos sincronizaban con lo de Inuyasha, comenzó a sentir un ligero entumecimiento de sus cuerpo y comenzó a sentirse más ligero de lo normal, y entonces sin más, sintió como una fuerte ráfaga de viento le arrebataba lejos de su propio cuerpo, una densa neblina lo rodeo por completo acompañada de un frio tan espeso que le era difícil respirar, entonces al querer tocar su pecho noto que ya no estaba unido a Inuyasha lo que era más se notó a si mismo levitando sin intención de hacerlo. Intempestivamente la niebla se disipo dejando al descubierto unas enormes puertas de madera con las figuras de quien parecería la muerte vistiendo su túnica, al tratar de abrir las puertas estas figuras de la muerte se movieron demostrando vida propia.

-TU NO PUEDES PASAR, TU ESTAS VIVO.

-ustedes no entienden, debo entrar, mi amado está ahí dentro, necesito entrar por él.

-NO, TODO EL QUE ENTRA AQUÍ JAMAS SALDRÁ,

-Escuchen, Irasue me ha dicho que debo entrar a este lugar para poder ayudar a …

-IRASUE?...¿ACASO IRASUE TE HA ENVIADO?

La expresión de interés y desconcierto que Sesshoumaru pudo observar en aquellas esqueléticas figuras le hizo comprender que su madre era alguien sumamente respetado en ese lugar.

-así es, yo soy Sesshoumaru hijo de Irasue, y ha sido ella quien me ha enviado aquí a rescatar un alma que entro equivocadamente a este lugar, tengo que entrar para salvarle.

-TU PARECIDO CON IRASUE ES SIMPLEMENTE INDISCUTIBLE, ES OBVIO QUE TU ERES QUIEN DICES SER, SI ELLA HA SIDO QUIEN TE HA ENVIADO ES LA UNICA EXPLICACION PARA QUE UN VIVO HAYA LLEGADO HASTA ESTAS PENUMBRAS, PUEDES PASAR, PERO ANTES DEBERAS ESCUCHAR CON ATENCION NUESTRA ADVERTENCIA.

-¿y cuál es?

-TRAS ESAS PUERTAS YACEN LAS ALMAS TORTURADAS Y DESESPERADAS DE MILES DE CONDENADOS, SI ALGUNO DE ELLOS SE LLEGARA A PERCATAR DE TU ESTADO DE VIVO Y TOMAN TU VIDA…QUEDARAS ATRAPADO PARA SIEMPRE EN ESTAS TIERRAS DEL SUFRIMIENTO.

La fatal advertencia solo le hizo sentir aún más determinación de ayudar a su amado.

-lo comprendo.

-MUY BIEN ENTONCES SEAS BIENVENIDO.

Las esqueléticas figuras finalmente volvieron a su inmóvil estado y ambas puertas se abrieron, Sesshoumaru entro rápidamente entre las abrazadoras tinieblas. – (Inuyasha amor mío ¿Dónde estás?)

Tras un breve recorrido por el lugar en un inútil intento de encontrar a Inuyasha y habiéndose topado con ciento de almas condenadas tratando de arrebatarle su vida para tomar su lugar en el mundo de los vivos, a Sesshoumaru no le tomo más de un movimiento y un mínimo de su fuerza y poder para vencerles y seguir su camino, le parecía que mientras más se adentraba en el lugar más oscuro y frio se tornaba.

-no deberías ir mas haya de aquí por tu propio bien muchacho.

Sesshoumaru se impresiono al ver que la vos provenía de un anciano que yacía sentado en una árbol caído sosteniendo un báculo, esto le hizo comprender que se trataba de un monje.

-¿porque dice eso?

-más allá en los más profundo de estas tierras malditas, se encuentran las almas más torturadas y peligrosas, aquellas cuya muerte fue tan horrible y traumática que en consecuencia les han transformado en horribles crueles y despiadadas criaturas sedientas de sangre y toman a cualquiera que se les acerca para provocarles el mismo dolor que les causaron, ir haya solo es garantía de muerte para un vivo como tú.

-si allá es donde están las almas más torturadas entonces es ahí donde esta lo que busco.

-¿y qué es lo que buscas tan desesperadamente?

-es…Inuyasha mi hermano.

-vaya, si te refieres a un youkai que tiene cierta familiaridad contigo entro no hace mucho, y su cara denotaba dolor y desesperación pero una gran cantidad de almas asesinadas fueron tras él, muchas estabas enfurecidas, imagino que habrá tenido alguna relación con la muerte de todos ellos.

-¿y el hacia dónde corrió?

-él se apresuró a lo más profundo del lugar, las almas han ido tras él, creo que le quieren hacer daño.

Al escuchar estas palabras Sesshoumaru supo que debía apresurarse, corrió en la dirección que le había indicado el monje, el ambiente era cada vez más espeso y la luz cada vez más escasa, se escuchaban toda clase de gemidos de dolor y lamento, ríos de interminable sangre iban tornándose cada vez más oscuros.

Comenzó a notar que los lamentos comenzaban a tornarse molestos, iracundos incluso, supuso que estaba no muy lejos de Inuyasha si había tantas almas enfurecidas reunidas en un solo punto, de entre las sombras una enorme cantidad de alamas saltaron en su dirección, gritando “dame tu vida”, recordó entonces lo que les habían dicho los guardianes de la puertas, las alamas se percatarían de su vida y tratarían de arrebatársela. Había venido tan lejos, había soportado toda clase de torturas sin Inuyasha, tuvo que atravesar y viajar por diferentes épocas y sitios hasta llegar a su amado, no había manera de que estando tan cerca de lograr su cometido se dejara vencer por algo tan insignificante como unas inmundas almas humanas, desenvaino su Tenseiga e ilumino con una onda de energía que deshizo en el aire a los muertos tras él, estaba cada vez más furioso al pensar que querían hacerle daño a su preciado tesoro.

Una presencia particularmente familiar y molesta le hizo dirigir su atención en otra dirección, se trataba de esa despreciable humana Kagome que siempre estaba tras Inuyasha, quiso exterminarla pero no valía la pena perder su tiempo con ella, su amado esperaba, entonces se percató que ella se dirigía en su dirección cosa que le desagrado mucho.

-Sesshoumaru, cuanto tiempo sin vernos

-lamentablemente no lo suficiente como para alegrarme de verte.

Kagome estaba en un estado deplorable por no decir lamentable, sus ropas sucias, su piel cortada y con las heridas aún frescas que le propino Inuyasha causándole la muerte, sus ojos no expresaban sentimiento que no fuese dolor y caminaba cojeando pues una de sus piernas estaba parcialmente destrozada.

-veo que tu aspecto no ha cambiado mucho, considerando que la última vez que te vi fue en un pozo.

-tu aspecto no cambia mucho que digamos cuando estás muerto, lamentablemente lo conservas tal cual cuando abandonas el mundo terrenal, pero dime ¿Qué haces aquí?, tú no estás muerto.

-no te hagas la inocente, sabes que he venido por él.

-ha claro has venido por Inuyasha, desde que llego todo esto se ha descontrolado un poco sabes, hay muchos aquí que no están muy felices de verle.

-supongo que eso te incluye a ti y a tus patéticos amigos.

-no, te equivocas, ellos abandonaron este plano hace ya bastante, de hecho yo diría que no paso mucho de nuestra muerte cuando Miroku y Sango habían superado lo ocurrido y decidieron que no tenían motivo alguno para no descansar, Shippo por supuesto no tenían nada que le retuviera, ellos trataron de persuadirme para que yo también pudiera continuar, pero no les resulto, sabes cuando tienes una muerte dolorosa y es causada por quien más amabas no lo superas tan fácil, así que me quede y decidí esperar, algo me decía que el terminaría aquí por haber asesinado a toda esa gente. 

-¿Cómo pudiste llegar a esa conclusión?

-lo intuí cuando Naraku quien también había sido asesinado, y termino aquí como el resto de nosotros de repente ascendió volviendo a la vida, supe en ese momento que esto no había terminado y que me volvería a encontrar con Inuyasha, y ya vez, no me he equivocado.

Sesshoumaru noto de inmediato que Kagome había perdido la cordura, la muerte no le sienta bien a la gran mayoría, pero a ella le había trastornado por completo.

-¿a qué viene eso?, ¿Qué insinúas?, ¿planeas acaso lastimar a Inuyasha?, ya que de ser así permíteme advertirte que he venido aquí para llevármelo y no permitiré que nadie le hiera de nuevo.

Estas palabras pareciera que no le agradaron a Kagome cuya mirada se tornó oscura y furiosa,  entonces de la nada su rostro se sereno y comenzó a reírse sin ningún control solo para volver a su sereno rostro.

-por favor, ¿crees acaso que yo iba a permanecer tanto tiempo aquí sola, aguantando estas penumbras sola para que cuando finalmente Inuyasha viniera, llegaras tu diciendo que te lo llevaras de mi lado?, eso no Sesshoumaru, no he llegado hasta aquí solo para que llegues y me arrebates a Inuyasha de nuevo, no me importa lo que tenga que hacerte, no volverás a separarnos, el y yo debemos permanecer juntos, nos amamos.

-ESO ES UNA MALDITA MENTIRA Y LO SABES!!!

-por favor no trates de engañarte Sesshoumaru, Inuyasha siempre me prefirió a mí, por eso permaneció a mi lado desde que nos conocimos como Kikio, el no volverá contigo sencillamente porque su lugar está a mi lado.

Sesshoumaru lo supo entonces Kagome ya no estaba dentro de sus cabales.

-has enloquecido por completo, Inuyasha no pertenece a este lugar, él está vivo y tu muerta.

-ho pero pronto lo estará, sabes una vez que lo hayan asesinado las alamas enfurecidas de sus víctimas, el pertenecerá aquí, y entonces yo permaneceré a su lado y lo consolaré, entonces ambos asimilaremos nuestra muerte juntos y ascenderemos y estaremos juntos para siempre…Y TU MALDITO DEMONIO NO ME LO VAS A IMPEDIR… NO ME LOS VAS A ARREBATAR NUNCA MAS!!!

Sesshoumaru siempre pensó que Kagome no era más que basura humana, su estado actual de locura se lo confirmo, decidió que simplemente no valía la pena hacerla entrar en razón, sencillamente ella debía ser exterminada, una energía comenzó a emanar de su Tenseiga y de un solo movimiento le enterró su espada justo en el corazón, Kagome solo rio mientras trataba de zafarse de la espada, lo que le resultaba inútil, entonces comenzó a sentir una sensación que no había sentido desde su muerte, dolor, una gran cantidad de insoportable dolor, su expresión cambio de burlesca a desesperada, buscaba zafarse desesperadamente de la Tenseiga sin éxito, entonces Sesshoumaru solo sonrió.

-debí haber hecho esto desde que te vi inmunda humana.

Kagome escupió una gran cantidad de sangre.

-ttt…tu….ma….ldito…él..volverá a mi…a donde…sea que vaya el…..regre…sara

Sesshoumaru solo agrando su sonrisa mientras descubría sus colmillos y sus ojos se tornaban rojos como la sangre al tiempo que le enterraba más profundo su espada a Kagome robándole el aliento.

-no, a donde tú vas, solo llegan  las peores criaturas, serás la cena de los peores demonios todas las noches.

Al escuchar esto la expresión de Kagome cambio a un total horror, una gran sombra se extendió bajo sus pies unas grandes garras oscuras le halaron a su destino final. El portal se cerró dejando a Sesshoumaru más furico que nunca mientras una gran cantidad de muertos que le rodeaban quedaron paralizados.

-A quien tenga pensado intentar lo que ella, a menos que quiera correr la misma suerte le recomiendo que se aleje.

Estas palabras fueron suficientes para que todos retrocedieran despavoridos, Sesshoumaru estaba más que enojado, ya había desperdiciado mucho tiempo con esa loca, debía ir en busca de su querido Inuyasha, entonces capto su olor e inmediatamente salió en su dirección.

Le encontró temblando asustado siendo acosado por todas las almas que había asesinado le habían herido, uno de sus brazos estaba totalmente destrozado su cara estaba llena de arañazos, su ropa hecha trizas, el verle la ira le domino por completo, con su Tenseiga extermino a todos los muertos y se acercó corriendo a abrazarle, de sus ojos no paraban de emanar lágrimas, su cuerpo estaba helado, temía que le hubiera asesinado, pero su energía continuaba fluyendo, esto le dijo que aún vivía pero que de seguir así no tardaría mucho en morir, le tomo en brazos y se dirigió a la salida a toda velocidad, al tratar de cruzar Inuyasha comenzó a gritar de dolor, no era capaz de cruzar, su vida estaba terminando, Sesshoumaru desesperado lo empujaba con todas sus fuerzas para que cruzará pero fue inútil, el solo gritaba de dolor sin poder cruzar la puerta.

-él no puede cruzar, aunque su cuerpo físico no esté muerto, su alma está muriendo a un ritmo acelerado.

Sesshoumaru volteo y se percató de que era el monje que le había ayudado en un principio.

-¿Qué puedo hacer?

-algo que nos vuelve iguales a humanos y demonios es la determinación de seguir con vida, debes darle una razón tan fuerte que haga que su alma recupere el aliento de vida antes de que muera por completo o no podrá cruzar y morirá.

Sesshoumaru le tomo en brazo le hizo verle a los ojos.

-Inuyasha, te he amado desde que te conocí cuando eras tan solo un bebé, desde ese momento he dedicado mi vida a proteger y cuidar de ti con todo mi ser, Inuyasha debes salir adelante, para que estemos juntos, para que podamos ser una pareja feliz –entonces Sesshoumaru pronuncio aquellas benditas palabras que nunca había tenido la oportunidad y el coraje para decirle –Inuyasha te amo, no me dejes te lo suplico, te amo con todo mi ser.

Los ojos de Inuyasha recuperaron su luz e inmediatamente sus heridas sanaron, al volver en si Inuyasha le miro a los ojos y lágrimas brotaron de sus ojos, auténticas lágrimas de felicidad, Sesshoumaru le rodeo con sus brazos y ambos se besaron con locura y pasión tal que un resplandor les ilumino.

-Sesshoumaru querido, te suplico que cuides muy bien de mi hijo.

Sesshoumaru reconoció esa voz, observo como aquel monje anciano se convirtió en la madre de Inuyasha. Su expresión no pudo ser otra sino sorpresa, ella se acercó hasta ellos y le acaricio una mejilla a su adorado hijo.

-Inuyasha hijo mío, te deseo que seas inmensamente feliz, quiero decirte que no te guardo rencor, jamás podría.

Inuyasha corrió a los brazos de su madre y rompió en llanto, Sesshoumaru solo la miro.

-¿cómo podría agradecérselo?

-ya lo hiciste, cuidaste de mi pequeño cuando yo ya no pude y le has entregado todo tu amor, no podría estar más feliz, finalmente podre descansar en paz, verlo feliz era lo único que me impedía ascender.

-vaya no tenía idea.

-salúdame a tu padre, ¿por cierto que ha sido de él?

-amm él está ahora de novio con Naraku, supongo que se llenan de amor mutuamente cada noche.

-ho vaya el no pierde el tiempo he –dijo con una agradable risa

Entonces una resplandeciente luz le rodeo mientras que se desvanecía en el aire. Inuyasha triste y feliz al mismo tiempo de haber vuelto a ver a su madre y perderla en el mismo instante cruzo la puerta de la mano con Sesshoumaru. Ambos regresaron a la habitación que presencio la separación de ambos,  la espada ya no les atravesaba sin embargo Inuyasha continuaba siendo empalada por el gigantesco y caliente miembro de Sesshoumaru quien le miro maliciosamente mientras se acercó a morderle el cuello.

Le abrazo fuertemente como si temiera perderlo de nuevo mientas las embestidas se incrementaron, Sesshoumaru parecía que estaba descargando toda una vida de frustración sexual, de vacío, por no haberlo tenido a su lado en tanto tiempo. Inuyasha perdía el aliento a cada envestida, su ritmo cardiaco se elevaba a la altura del cielo, no podía siquiera gemir de placer, carecía del oxígeno suficiente para hacerlo, Sesshoumaru le comenzó a succionar sus pezones a la par que le masturbaba y ejercía presión sobre su pene y jugueteaba con sus testículos, su boca llego a su cuello que lamio cual perro a su hueso, mientras le propinaba otra bueno mordida.

-haggg Sess…houmaru esto es demasiado

-por favor, tú me mordiste e incontables ocasiones mientras teníamos sexo, aguanta, que pronto lo disfrutaras.

Y no tardo mucho para que Inuyasha comenzará a gozar de cada mordisco que Sesshoumaru le proporcionaba, entonces sintió como dos dedos fueron introducidos en su ano haciéndole compañía al descomunal pene de Sesshoumaru quien abarcaba la totalidad del espacio, Inuyasha queriendo ser parte del juego comenzó a morderle el cuello a Sesshoumaru fuertemente mientras le lamia la sangre que emanaba, sus manos bajaron a la altura de su trasero y se lo masajeaban y buscaban apretarlo como si fuera de algún material de espuma, mientras tanto le devoro la boca  Sesshoumaru nunca antes había dado esta clase de beso tan hambriento, era como si quisiera sacarle el alama por la boca, Sesshoumaru quien comenzaba a aminorar la fuerza de las embestidas, recibió una fuerte recarga de energía con la ayuda de Inuyasha, entonces cayó al suelo, y observo a Inuyasha cubierto por un rubor y sudor que deseaba secarle con su lengua, respiraba agitadamente y su lengua sobresalía de su boca cual perro sediento,  sus pupilas estabas completamente dilatadas, esto le hizo sentir un escalofrió en la espalda a Sesshoumaru quién comprendió que por primera vez desde que hicieron el amor, Sesshoumaru sería el que perdería el conocimiento antes que Inuyasha, como si se tratará de un caballo, Inuyasha monto a Sesshoumaru haciendo uso de sus piernas y caderas se movía con desesperación, mantenía las manos de Sesshoumaru en el suelo haciendo uso de toda su fuerza, no le permitía liberarse, en esta ocasión él mandaba, Sesshoumaru no podría sentirse mal feliz,  entonces de un instante a otro, Inuyasha regreso a su fase demoniaca, sus ojos se tornaron rojos y marcas rodearon sus mejillas, Sesshoumaru pensó que debía detenerlo pero entonces vio que Inuyasha no cesaba de mover sus caderas al contrario, acelero el ritmo a un nivel impresionante, Sesshoumaru sentía que estaba en la gloria. Su boca fue reclamada por un salvaje beso, entonces Sesshoumaru lo sintió estaba por correrse, saco fuerzas de donde pudo y se incorporó y derribo a Inuyasha le mordió el cuello mientras sentía como liberaba todo su carga dentro de Inuyasha al tiempo que él lo hacía entre el estómago de ambos y emitía el mas de los salvajes y sexys gemidos de placer. Entonces el lamio la herida deleitándose con el sabor del sangriento néctar y observo como Inuyasha recuperó la consciencia, sus ojos le hicieron saber que pese a haber salido su demonio, él también estaba presente y lo disfruto todo. Ambos sudorosos, agitados y cubiertos por el semen se abrazaron mientras Sesshoumaru cuidadosamente abandono su interior.

A la mañana siguiente ambos decidieron que no había necesidad de permanecer en ese sitio, horribles recuerdos yacía en cada rincón del lugar, por lo que decidieron que partir era la mejor opción, mientras se alejaban Inuyasha capto el aroma de muerte, y pequeñas lagrimas brotaron de sus ojos, Sesshoumaru solo le abrazo fuertemente y le dio un beso en la cabeza, Inuyasha sabía que aunque quizá nunca podría olvidar todo lo ocurrido ahora no estaba solo y contaba con el apoyo incondicional de quien más lo necesitaba.

Al llegar al pozo ambos levantaron la enorme roca y tomados de la mano saltaron.

Nuevamente en el siglo XXI Inutaisho reposaba en el regazo de Naraku quien le confortaba lo mejor que podía desde la partida de sus hijos, entonces capto dos aromas tan increíblemente familiares que le hicieron saltar de su regazo y dirigirse a la ventana con Naraku siguiéndole los pasos, y ahí estaban ellos, tomados de la mano con un ambiente romántico rodeándoles y una sonrisa de satisfacción.

Ambos bajaron corriendo a recibirlos Inutaisho los abrazo tan fuerte que les sacaba el aire.

-no saben cuánto me alegro de verlos –dijo mientras unas pequeñas lagrimas se asomaban por sus ojos.

Inuyasha le dio un tierno beso en la mejilla y le sonrió

-padre, si estás de acuerdo, a Sesshoumaru y a mí nos gustaría quedarnos aquí contigo.

-pero que acaso Sesshoumaru tu no…

Sus palabras fueron interrumpidas por Sesshoumaru quien le dijo a secas

Decidimos que ya no era tan agradable vivir ahí, además, en esta época se ve que se vive más cómodo –dijo mientras señalaba la mansión de Inutaisho, quien solo sonrió y asintió

Naraku le acaricio el hombre y dijo a todos -deberíamos entrar a casa, parece que se avecina una fuerte tormenta

Caminaron juntos a lo que sería el principio de una eterna felicidad.

-por cierto papá vi a mi madre y al parecer no se mostró sorprendida cuando supo lo tuyo con Naraku.

-jajaj tu madre sabe que yo siempre fui un empedernido enamorado.

-pues más vale que eso se termine he –dijo Naraku mientras les pellizcaba fuertemente la mejilla, Sesshoumaru e Inuyasha solo pudieron reír ante tal tierna escena.

 

Pasado el tiempo Inuyasha y Sesshoumaru fueron debidamente entrenados por su padre para que pudieran ser parte del negocio de la familia, Naraku se había convertido en una madre adoptiva de primera categoría pues continuamente abogaba por ellos cuando hacían enojar por alguna estupidez a su temperamental padre, obviamente este le tranquilizaba con una candente ronda de sexo salvaje al que Inutaisho disfrutaba. Por otra parte Inuyasha lamentablemente jamás pudo librarse de sus recurrentes transformaciones demoniacas, sin embargo estas no resultaron un problema nunca más ya que Sesshoumaru siempre estaba ahí para domarlo en más de una candente posición, se había percatado de que cada vez que su parte demoniaca hacia acto de presencia lo único que quería era ser tomado por Sesshoumaru quien no desperdiciaba la oportunidad, pareciera que su sed de sangre fue sustituida por sed de sexo tan fuerte que Sesshoumaru siempre requería de al menos un día completo para reponer fuerzas, no podía creer que finalmente encontró lo único que podía vencerle “una noche de pasión intensa con su demoniaco amante”, por supuesto Inuyasha siempre le cuidaba luego de esto llevándole el desayuno a la cama y consintiéndole, se había convertido en una familia muy peculiar cuyo símbolo era representado por su amor salvaje.

Fin

Notas finales:

Agradezco a los fieles lectores que me acompañaron hasta el final de esta historia cuyo tiempo para terminarla me resulto ridículamente largo, una disculpa inmensa por eso,  les juro que no que no fue intencional, aprovecho el espacio para comunicar que de aquí en adelante ya no hare más historias de este tipo, con esto me refiero a que me dedicaré a hacer historias de mi propia autoría  por lo que si desean seguir leyendo mis historias ya saben en qué sección podrán encontrarme. Hasta pronto.


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