Te odio Oh SeHun, pero no tanto como me odio a mí.

Me odio por ser débil ante ti, por creerte las mil veces que me dijiste que me amabas, por confiar ciegamente que estabas trabajando y no metiéndote con el hijo de tu jefe. Me odio por rogarte tantas veces, al punto de arrodillarme para que no te vayas de la casa.

Tú nunca me valoraste, al contrario, aprovechaste mi vulnerabilidad para irte con la primer basura que encontraste.

Te lloré una eternidad, quise morir, pero ahora, mira cómo te restriego en la cara lo que dejaste ir por una simple infidelidad. Admira la belleza que tú marchitaste y lo que puede hacer con todos los hombres. Muérete de celos, bastardo, arrástrate para que te deje volver a mí.

«HunHan»