Harry ha caído en manos de su enemigo, con un destino peor que la muerte... y que puede convertirse en el mayor de los milagros.

 Había pasado tanto tiempo…demasiado, ya era hora de volver de reencontrarse, pero este retorcido mundo les había jugado una broma, una gran y dolorosa broma, los había vuelto enemigos…enemigos mortales, se suponía que era su destino acabar con él, pero no podía hacerlo, no ahora que lo había recordado todo…no ahora que recordaba cuanto lo amaba, ¿También lo habrá recordado él? ¿Habrá recordado su promesa eterna? ¿Los momentos que pasaron juntos? ¿El amor que se profesaban mutuamente? Sí, él lo había recordado, había recordado aquel ser que tanto amaba y aquella promesa que los mantendría unidos eternamente y ahora se lamentaba, lo había intentado matar tantas veces ¿Por qué no lo recordó antes? Cierto, se suponía que ninguno de los dos debía recordar, esto solo pasaría si la situación fuese realmente critica entre ellos dos y ahora lo era porque estaban intentando matarse mutuamente

Harry James Potter cerró sus ojos esmeraldas y dejo que las lágrimas escaparan de ellos

Tom Marvolo Riddle cerró sus ojos dorados como el oro y por primera vez en 50 años dejo que una solitaria lagrima escapara de ellos y rodara por su mejilla

¿Cómo había podido siquiera pensar en hacerle daño? Eso…eso era lo que los dos con solitarias lágrimas en sus mejillas se preguntaban

Lord Voldemort y Harry Potter recuerdan algo que se suponía nunca debían recordar: una promesa que hicieron en otra vida y el amor que siempre en cada una de sus vidas los uniría