¡¡Todo por culpa de Yuki!! por hideky

Capitulo 2


Se encontraba aburrido admirando el paisaje, ya se había dado por vencido al tratar de escapar de esos dos que estaban a su lado, sonrió al recordar cómo es que habían formado una amistad y todo por petición de Akatsuki para hacer que el peli rojo aceptase sus sentimientos por un rubio oji esmeralda y Rima responda a los sentimientos de la Sounen.


“Al fin te conoceré Zero… mi querido y estimado Zero…”


Una suave voz retumbo en su cabeza mientras en su pecho un mar de sentimientos se acumulaban, sintió algo en sus mejillas y al ver que eran se sorprendió, después sintió más de esa agua salina salir de sus ojos, eran lagrimas pero no eran lágrimas de tristeza y no sabía de qué eran.


Zero te encuentras bien – dijo el peli rojo viendo como el chico se secaba rápidamente esas lágrimas.


Si no se preocupen por mí es solo tierra en mis ojos – respondio sin voltear admirando el paisaje.


Después esa corta charla, el camino al centro fue silencioso y una vez que llegaron los nobles olvidaron rápidamente lo sucedido arrastrando a Zero por las tiendas.


Hay que probar ahí – dijo Rima señalando a una tienda donde había todo tipo de ropa de niños incluso disfraces.


Si, lo más probable es que ahí encontremos yukatas muy bonitas – dijo Shiki.


Oigan acaso ustedes no se dan cuenta que tengo orejas y cola – dijo el pequeño molesto al ver como los miraban.


Estamos bien no te preocupes, antes de salir te lanzamos un hechizo para que los humanos no vean tus orejas y colas — explicó Shiki.


Entonces porque nos ven — dijo el pequeño fastidiado.


Es normal después de todo somos modelos conocidos — le recordó Rima.


A parte quien no se fijaría en un niño tan mono como tú — dijo Shiki ganándose una mirada amenazante de Zero.


Vamos Zero-chan — dijo Rima tomándole suavemente la mano y guiarlo.


Una vez dentro los nobles hicieron turnos para escoger ropa y disfraces mientras uno se quedaba con Zero el otro escogía ropa después cambiaban puestos.


Ahora vamos a que te pruebes la ropa — dijo Rima arrastrándolo a los probadores.


Zero resignado entró en el probador, se despojó de su única prenda que era una camisa de seda color marrón que le dio Kaname y se la dio a Rima para que le pasara un yukata de color azul oscuro con estampados de mariposas blancas en el borde de las mangas y una gran mariposa Blanca estampada en la espalda.


Ya estás listo — oyó como llamaba su amiga.


Si, ya voy — respondió para salir.


Cuando salió a los nobles les aparecieron unas estrellitas en los ojos.


Definitivamente los yukatas son la mejor elección— dijo Rima con orgullo de su elección y Shiki asentía con ojos brillantes.


Ufff será mejor que me preparé con ellos, lo más seguro es que me traten de vestir como un muñeco — se dijo a sí mismo el pequeño en un suspiro al ver la reacción de los nobles para regresar al probador.


Y así pasaron toda la tarde comprando y probando ropa en esa tienda.


Rima — llamó el peli rojo a su amiga sin quitar la mirada de un disfraz del mostrador.


Si — respondió la chica para después mirar donde su amigo apuntaba y cuando llegó a ver, sus ojos brillaron para después cruzar una mirada cómplice con Shiki.


Sí, pero también creo que tu deberías probarte ese de allá Takuma se pondría muy contento ya que tú me contaste que los adora — dijo mientras señalaba unos shorts cortos con una cola de gato, unos guantes en forma de garras y una bincha con orejas de gato, todo el conjunto era negro.


El peli rojo se avergonzó ante el comentario de su amiga pero asintió.


No será necesario que me lo pruebe sólo pediré mi talla — dijo muy rojo al igual que sus cabellos.


Una vez que pidieron el disfraz del mostrador se dirigieron al probador donde los esperaba su pequeño amigo.


Zero-chan este es el último así que dame el que tienes — dijo Rima.


Está bien que sea el último porque ya me canse de estar probándome ropa — respondió Zero desde el probador pasándoles un yukata color celeste claro.


Bien este será el último — dijo Shiki pasándole el disfraz en una bolsa negra para que no lo vea.


Cogió la bolsa que le dio el peli rojo, la abrió y saco la ropa pero al hacerlo sintió unas grandes ganas de matar a esos dos.


¿Zero ya te estas vistiendo? — pregunto Shiki.


Ustedes dos sabía que en cualquier momento me harían esto definitivamente no me lo probaré — escucharon las furica voz de su amigo.


Vamos póntelo es la única ropa que tienes, le pedimos al chofer que se llevara el resto de ropa a la escuela y dentro de unos minutos vendrá a recogernos — dijo Rima con malicia.


Definitivamente quería matar a esos dos, ahora entendía porque le habían pedido que les pasara el último yukata, estaba sin opciones, lo tenían acorralado, esos demonios, definitivamente se vengaría.


Pasaron varios minutos desde que Zero les había hablado y todavía no salía .Shiki preocupado se levantó para confirmar que su amigo estuviera bien pero antes de hacerlo la puerta del mostrador se abrió.




Después de pensar, resignado decidió darle el gusto a ese par y se vistió, muy avergonzado abrió lentamente la puerta.



Cuando dirigieron la vista al menor se sonrojaron levemente, no podían creer que existiera un ser tan tsundere como su amigo. Zero llevaba un vestido de maid de manga larga hasta las rodillas color negro de estilo chino, un delantal blanco que ajustaba su figura mostrando así su contorneada silueta, medias blancas largas con un lazo al borde dos dedos bajo la rodilla, zapatos negros taco alto y por último un gorrito negro con forma triangular que llevaba en el centro un brillante en forma de rombo y como detalle tenía bolas de peluche con lazos a los lados.




Zero-chan...eres muy lindo — dijo Rimase acercándose traquilamente acariciándole los cabellos, pero Zero podría jurar que podía ver a una mini Rima saltaba y cantaba feliz por lograr su cometido.



Si pero mis colas no están cómodas — dijo Zero mostrando el problema.


Yo lo arreglo — dijo Rima sacando sus garras para hacer unos huecos y las colas pudieran pasar por el traje.

Gracias Rima. — agradeció a la chica mientras sus colas se movían.


Zero deberías intentar decir muchas gracias amos — dijo Shiki ganándose una mirada asesina de Zero.


Tuvimos suerte al encontrar un traje como el del manga "oh my maid" — dijo Rima.


¿De qué trata ese manga? — preguntó curioso Zero.


Es un manga yaoi donde....—


Con eso basta, no des un resumen de un manga de ese género en un lugar público por favor — dijo Zero tapándole la boca a la noble.


Sera mejor que vayamos de una vez la limosina nos espera — dijo Shiki revisando la hora.


Cuando se dirigían a la salida una joven se acercó al peli rojo.


Disculpe joven se olvidó esto — dijo la chica dándole una bolsa negra.


Shiki se sonrojo al recordar el contenido de la bolsa, lo tomó y le agradeció para salir de la tienda.


¿Qué tiene esa bolsa que se puso así? — preguntó Zero curioso.


Un disfraz — respondió la chica con un tono que no supo describir.


Por otra parte en una gran sala con muebles antiguos, cortinas negras y una gran alfombra se encontraba un gran zorro de nueve colas echado en la alfombra y en su pecho el rubio de ojos azules.


¿Oye Ku-chan tú crees que este bien? — pregunto el joven.


Al zorro le salió una venita en la cien.

Ya te dije que no me llamaras así mocoso y sobre tu pregunta en verdad no lo sé, para eso iremos a verle y contarle la verdad — dijo el zorro tranquilo.



Si pero eso tienes que volver a tu forma original, si vas así lo vas a espantar, después de todo él no sabe nada — dijo el chico con un puchero.

Kukukuku…Tienes razón cachorro, lo haré ahora para acostumbrarme a mi otro cuerpo— dijo el zorro.

Dicho esto el joven se apartó del gran animal y un remolino de pétalos rojos envolvió al gran zorro para desaparecer dejando ver a un apuesto joven de 20 años de estatura mediana, con una larga cabellera roja con mechas color plata, ojos de una mescla entre plomos y rojos, piel blanca, figura delicada y esbelta, orejas y colas de color rojo excepto de las puntas que son de color negro; llevaba un yukata negro con detalles blancos.


Ku-chan eres muy guapo no sé porque siempre tienes tu otra forma – dijo el rubio abrazando al joven peli rojo.

Te dije que me digas Kurama no Ku-chan, ahora vamos tenemos que abrir el portal para ir a la tierra y buscar el aura de Zero – dijo el joven.

Pero Ku-chan es más bonito o prefieres que te diga kyu-chan o Ubi-chan o mejor Ama-chan no mejor… – seguía diciendo muchos apodos mientras el mayor se irritaba cada vez más.


¡¡Basta!! Me quedo con Ku-chan solo no se te ocurra llamarme por los otros apodos y si lo haces lo lamento por tu clan pero lo dejare en peligro de extinción – dijo cabreado el peli rojo.


¡¡buu!! Deberías ser menos aburrido Ku-chan – dijo el rubio sacándole la lengua –¡¡ bien ahora iremos a conocer a Zero!!


Kukuku…Pero no crees que te deberías despedir primero, puedo sentir muy bien cómo nos observa – dijo el peli rojo divertido.


¡¡No quiero!! Además ya le dije a ese estúpido demonio pervertido que no me espié – grito el rubio erizando sus colas


Kukuku… sabes que siempre pasa por alto tus amenazas aunque creo que esta en todo su derecho después de todo el… -


¡¡No lo digas Ku-chan yo no acepto eso!! – interrumpió el oji azul antes de que acabara la frase.


Kukukuku – rio divertido el mayor.


¡¡Ya deja de burlarte de mi desgracia y mejor vamos!! – dijo el menor con cascaditas por la risa del mayor.


Kukuku…Es que no me puedo sacar de la cabeza cómo pudiste caer de esa manera muy tonta – dijo divertido mientras caminaba a la salida.


Ni yo puedo creer en verdad quise golpearme por eso – dijo cabizbajo para luego fruncir el ceño y mirar una mariposa azul que reposaba en un cuadro – ¡¡deja de molestar!! ¡¡Estúpido!! ¡¡Idiota!! ¡¡Tonto demonio pervertido y ni se te ocurra seguirme!! – grito para salir del lugar.


En otro lugar en una habitación se podía ver una figura masculina observando una fuente con la imagen del rubio saliendo del salón.


Jum – rio divertido por las últimas palabras – sabes que es algo que no hare, eres muy despistado, podrían aprovecharse de ti y tu me perteneces kitsune – dijo pasando una mano por sus cabellos.