Me rendí a las cosas que odiábamos, ésta noche. La noche en que dijiste ésas palabras destinadas a mí. Ésas palabras que quería empujar al fondo de mi mente, ésas palabras que quería arrancar de mi cabeza, arrojar al suelo, prender en llamas y pisar las cenizas una y otra vez. Me rendí al alcohol, humo, marihuana, éxtasis. Todas las cosas que odiamos, todas las cosas que despreciamos. Por supuesto, no hice nada. No bebí nada - ni siquiera un vaso de agua cuando lo ofrecieron. Ni siquiera una soda sin abrir. Nada. Porque no quería participar; quería ser testigo.
Quería ver a ésa gente con problemas más pesados en sus vidas, ahogándose en éste terrible estilo. Quería ahogarme en sus problemas; quería ahogarme en ti.
Porque tú me dijiste...que no funcionaría.
Y, ¿por qué se suponía que iba a funcionar? Somos un grupo idol. No tenemos permitido salir, tener novias, participar en ése estúpido We Got Married. Somos jóvenes, somos la epítome de yunhanams que las noonas del mundo aman.
Pero, ¿cómo puede SME creer que pueden controlar todo? Pueden decirnos que no tengamos citas. Pueden decirnos que no tengamos ningún tipo de relación con nadie. Pero no pueden decirnos que no desarrollemos enamoramientos, que no tengamos sentimientos por nadie. Aunque estoy seguro que ellos no esperarían que sucediera dentro de los grupos idols. Cinco chicos en un dormitorio, ¿no estaba obligado a suceder, eventualmente? No sólo física, sino emocionalmente.
Quería ahogarme en los problemas de otros para olvidarme de los míos. Quería ver las penosas vidas de las personas para recordame que la mía es buena - increíblemente buena. Mucho más que la que cualquier chico de mi edad podría pedir. Quería probarme que soy un niño mimado y necesito aprender a oír la palabra 'no' sin lanzarme a atacar.
Y, sin embargo...Aún me lanzaba a atacar.
Abro la puerta del dormitorio, y son pasadas las dos de la mañana; he ignorado el toque de queda, pero a éste punto SM podría venir y regañarme y castigarme o lo que sea - no es nada comparado con el dolor que tus palabras dejaron en mi cerebro. Es como si, por dentro, mis oídos estuvieran calentándose, derritiendose por mi cabeza, bajando por los lados de mi cara, bajando por mi cuello, pecho, caderas, piernas, todo el camino al piso para formar un charco de adjetivos y sustantivos y un verbo o dos. Un fango gramatical se sienta a mis pies mientras dejo mis zapatos en la entrada, y no podría importarme menos.
Pero, por fortuna, no hay nadie esperándome. Suspirando para mí mismo y tratando de mantenerme en calma, me quito mi chaqueta con un encogimiento de hombros y noto un tufillo del horrible hedor que me siguió desde ésa fiesta. Humo de cigarro adherido a mi cabello y chaqueta, y me desnudo ahí mismo, arrojando mis ropas en el lavado. He experimentado suficiente por una noche, estoy listo para lavarlo todo y seguir con mi vida.
Me muevo en el baño y enciendo el aspersor de la ducha para moderar la temperatura caliente, no tanto como para escaldar mi piel pero tampoco como para encogerme cuando me pare debajo del aspersor. Me siento como si estuviera en un trance, mecánicamente mientras paso por los movimientos para lavarme el cabello. Paso mis manos por mi cara y las alejo, mirándolas, viendo el negro y azul manchados en mis palmas. Había olvidado que estaba usando maquillaje. Tuvimos un horario temprano y me había arreglado para éste, pero una vez llegamos a casa y sus palabras rasgaron mi mente, tomé mi chaqueta y me fui una vez más. Sin ningún pensamiento. Sin preocuparme por tomar una bufanda extra, o un sombrero para ocultar mi identidad. Era lo suficientemente tarde como para que alguien joven que estuviera afuera me reconociera.
Agitando mi cabeza, froto mis manos por mi cara de nuevo, antes de tomar una prenda para limpiar apropiadamente el maquillaje. La toalla amarilla está permanentemente manchada por los múltiples usos de removedor de delineador de ojos que ha tenido en el día, y cuando termino, la escurro y cuelgo en la pequeña barra de la ducha. Tomó el jabón y enjabono mi cuerpo rápidamente, enjuagando y apagando el agua mientras salgo y tomo la toalla del estante - sólo para darme cuenta que olvidé tomar una antes de entrar al baño.
Por alguna razón, mi mano busca de todos modos, como si supiera algo que yo no. Mis dedos toman algo suave y afelpado, y me asomo por la cortina de la ducha para verlo parado ahí, entre el vapor y el aire plagado de humedad, su cabello rizándose en las puntas debido a la humedad.
"Ten," dice él, poniendo la toalla en mi mano.
Agarro el tejido y desaparezco detrás de la cortina de la ducha otra vez, tratando de luchar contra la bilis que está subiendo por mi garganta. ¿Por qué está en el baño? ¿Por qué está mirándome todavía? ¿Cómo puede soportar estar en la misma habitación que yo? Hago un secado rápido de mi cabello, despeinándolo por unos segundos antes de pasar la toalla por mi cuerpo, envolviéndola en mi cintura. Jalo las cortinas de la ducha y el sigue parado ahí, apoyado en la puerta, sus grandes ojos pegados al piso.
Cautelosamente, salgo de la bañera, mis pies hundiéndose en el suave tapete del baño que está en el piso con el propósito de secar tus pies, una vez que la ducha está completada. Paso mis dedos por mi cabello y me pregunto porqué está en el baño, porqué está cerrada la puerta, y porqué demonios decidió que estaba bien pasarme una toalla cuando quizás, convenientemente, olvidé tomar una.
"Minho-"
"Kibum."
Su voz me corta, y hay una finalidad en su tono que me dice que va a hablar, y yo voy a escuchar. Él se aleja de la puerta y se endereza, pasando su mano por su cabello, que se ve un poco más pesado con el vapor alargándolo. ¿No encendí el ventilador? El interruptor está en 'apagado', así que aparentemente no.
"No te voy a preguntar a dónde fuiste, o qué hiciste." Su voz está en un timbre bajo y, mierda, amo mucho escucharla, no importando si está hablando o cantando o rapeando o maldiciendo a un juego de video. "No voy a interrogarte o hacerte sentir culpable." Lame sus labios, sus gruesos y rellenos labios, y yo cambio de lugar mi vista. No puedo seguir mirándolo. "Yo sólo - No sé porqué dije éso. Me asusté, cuando me dijiste, no supe que hacer--"
No estaba mirándolo, pero quizás debí haber estado haciéndolo. Porque, en el instante siguiente, estoy siendo empujado contra la pared del baño, sus labios devorándome mientras su largo cuerpo me captura. Estoy confundido, estoy exaltado, estoy asustado, pero estoy aquí, estoy sintiendo todo lo que él está diciendo, todo lo que él no está diciendo, no estoy escuchando una maldita cosa, excepto por su latido que está fusionándose con el mio a través de nuestros pechos. ¿Son necesarias las palabras? ¿Quiero palabras? No puedo, no lo haré, me niego a decir nada mientras me deleito en la sensación de sus labios moviéndose desesperadamente contra los míos.
Sus dedos están en mi toalla y el material cae al suelo con bastante facilidad, las puntas de sus dedos paseándose por mi todavía húmedo cuerpo. No puedo evitarlo, maullo dentro del beso y me rindo a él como la jodida zorra que sé que soy, por él, sólo por él, por siempre y para siempre. Nunca hemos hecho nada como ésto pero se siente familiar y como una rima vieja, mientras él se baja los pantalones del pijama por sus largas piernas, sacándolo, y mi mano quita su camisa, nuestros labios se separan por un segundo para sacar el material por su cabeza. En igual estado de desnudez, necesidad y excitación, siento como si estuviéramos en la misma página, que ambos nos estamos derritiendo juntos, creando un nuevo charco en el piso. Un charco diferente al que dejé en la entrada, un charco diferente al que dejé en la fiesta, un charco diferente al que dejé a los pies de Minho cuando me enfurecí antes.
Mi pierna está siendo levantada en sus caderas marcadas, y aún no puedo disfrutar plenamente su cuerpo aunque mis manos recorren su piel. Es como si mis manos no fueran mías y su cuerpo no fuera suyo, como si fuera alguna clase de extraña experiencia fuera del cuerpo donde no estoy realmente aquí pero puedo sentir todo el placer que está sacudiéndose por mi miembro, por mis venas, por todo mi puto cuerpo mientras sus dedos continúan su viaje por mi cuerpo. Puedo sentir todo de él contra mí y, sin embargo, no siento nada de él contra mi, como un amante fantasma que me ha conocido por eones, listo para acariciar cada punto sensible con conocimiento de un viejo amante.
"Minho..." exhalo, una vez nuestros labios se desconectan, su exquisita boca atacando mi cuello, succionando gentilmente y mordiendo suavemente. Quiero que él vaya más lejos, que me marque, pero sé que no seremos capaces de esconder ésto, ésta dolorosamente pecaminosa y gloriosa cosa, de los miembros, del manager, del público. Me siento tan absolutamente desesperado que no estoy avergonzado de la manera que mi cuerpo se aprieta contra él, listo para reclamar lo que le corresponde por derecho.
Sus manos se pasean por los lados de mis muslos, pasando una de mis rodillas encima de su cadera. Es impar porque él es alto, pero fácil porque soy flexible. Nuestra excitación se junta y es tan malo que es bueno, el blanco y negro desvaneciéndose en aburridos grises y difuminándose en los bordes porque no deberíamos estar haciendo ésto, pero estamos y es muy bueno como para detenerse. Mi otra pierna se une a su contraparte alrededor de sus caderas, tobillos cerrándose en su espalda baja mientras el me alza en la pared, una de sus manos sube a mi boca. Succiono los dedos como si lo hubiera hecho un millón de veces antes, como si supiera lo que estoy haciendo; su cabeza se echa hacia atrás y deja salir un gemido grave antes de quitar los ahora empapados dígitos y ponerlos bajo mi cuerpo.
La primera infracción es incómoda, pero no intolerable. La segunda es un poco más incómoda, y un poco intolerable, pero rechino mis dientes. Él mueve los nudillos de su mano libre a mi boca y mis dientes de hunden en su dedo índice, mordiendo el nudillo para suprimir los gemidos que él sabe que quiero dejar salir. El trabajo y masaje está ayudando un poco, y él está susurrando cosas dulces, cosas adorables que no deberían de ser dichas entre nosotros, cosas que sólo nos traerán problemas, pero me las estoy tragando y murmurándoselas , los 'te amo' y 'eres hermoso' y 'te necesito tanto' están mezclándose unos con otros.
Sus largos brazos se enrollan en mi cuerpo mientras me alejan de la pared, su fuerza sorprendiéndome mientras él me carga a la encimera, poniéndome en ella y posicionándose entre mis piernas.
Me acerco al borde y mantengo mis piernas cerradas en su cintura - no puedo perder ningún contacto con él, si dejo de tocarlo, él se evaporará y se irá con el inexistente viento en éste pequeño espacio cerrado, en las ventilas, por el edificio y saldrá al cielo nocturno para jamás volver a ser visto. La punta de su pene está en mi entrada y ambos sabemos que no estoy ni un poco listo para ser penetrado, pero envuelvo mis brazos en su cuello y nos acerco, respirando contra sus labios.
Con mis ánimos de 'está bien', 'te necesito', 'por favor', él empuja lentamente. Casi deseo que él no sea tan gentil conmigo, entonces yo podría pretender que ésto no significó tanto como lo hace para ambos, podría pretender que cuando despierte en la mañana todo sea un sueño y podría seguir mi vida normalmente como si ésta noche no hubiera pasado. Pero la parte masoquista de mi quiere que ésto sea real, quiere impregnar ésto en mis memorias, las que no se derretirán y crearán un charco en el suelo que será hollado, olvidado y trapeado o barrido debajo del tapete.
Es doloroso, lo es, y las lágrimas en mis ojos son definitivamente reales, incluso cuando sus besos angelicales se las llevan. Más quejidos, más palabras dulces, más cosas que son producidas por ésa sexy, melódica y hermosa voz que está adormeciendome a una sensación de complacencia, a pesar del hecho que mi cuerpo entero está en llamas, me siento como si estuviera siendo partido en dos - pero no importa porque él separa uno de mis brazos de su cuello y une nuestros dedos, recargándolos en el mostrador para unirnos más mientras aleja el resto. Mierda, duele, es incómodo en todas las maneras posibles, y cuando él empieza a moverse, se siente aún peor. Pero la gente hace ésto todo el tiempo, lo sé, no soy estúpido, y me siento orillado a disfrutarlo justo como ellos.
Y, demasiado pronto, el ángulo cambia y dejo salir un suave 'oh!' en exclamación, mis caderas adquieren una mente propia mientras ruedan para unirse a sus movimientos. Y, demasiado pronto, estamos moviéndonos juntos, un ritmo lleno de nosotros, una música totalmente nuestra, y es como si yo deseara que pudiéramos capturarlo en música, para anunciarla y darla al mundo entero. Pero en el momento que tengo ése pensamiento, me vuelvo egoísta; quiero mantenerlo para mí, en mis memorias, las que no se volverán charcos, entonces podré continuar disfrutando de él por el resto de mi vida, para nunca olvidarlo, siempre recordarlo, porque un día, puede que Minho no esté aquí. Un día, SHINee se desintegrará. Un día, puede que esté solo y me maldeciré si dejo todos ésos charcos en toda la Tierra porque fui muy descuidado para tratar de sostener una cubeta bajo mi cabeza para atrapar las lágrimas, para atrapar las memorias de todo lo que está pasando.
Estoy tratando de bajar mi voz, y es sorprendente qué tan vocal es él, pero estoy amando cada minuto. Estamos en el baño, encerrados, todavía está vaporoso y más condensación se está formando en el espejo, gracias a nuestros alientos, y estamos subidos en éste tren de éxtasis juntos, perdidos en el cuerpo del otro, amor, lujuria, soledad. Y mientras ambos alcanzamos el final, mientras nuestros cuerpos se estrechan y nuestros ojos se cierran; nuestras frentes se presionan juntas y pronto, nuestros labios se unen, nuestra pasión explota entre nosotros mientras él se presiona contra el mostrador y yo contra él, mis manos rodean su cara y nuestras frentes nunca pierden contacto, tratando de reactivar nuestras respiraciones.
Son sólo unos momentos los que estamos así, antes de que él se enderece y tome la toalla olvidada, limpiando ambos cuerpos de la evidencia. Solo puedo ayudarlo pero pienso seriamente mientras él limpia la esencia de mi estómago, y mi silencio debe ser extraño para él pero no está diciendo una palabra mientras me ofrece una pequeña, triste, media sonrisa y me ofrece su mano para bajar de la encimera. Yo me tambaleo un poco y él se asegura que esté limpio antes de vestirse, pasarme un par de pantalones de pijama extras que me llevó.
Mientras salimos del baño y nos encaminamos al dormitorio, no puedo evitar empezar a preguntarme cuándo los charcos de Minho se hicieron tan grandes, cuándo se juntaron con los mío y cuándo creamos un pequeño lago juntos. Sólo puedo imaginar, pero sé que no tendré ninguna respuesta.
Porque he encontrado la cubeta para poner bajo mi cabeza, la cubeta que atrapará mis memorias, mis lágrimas, mi dolor y mi alegría.
Minho sonríe mientras se trepa a su litera, y me ofrece una sonrisa. Mis ojos se cierran y mi cuerpo se relaja por primera vez en las últimas semanas, y finalmente puedo dormir.
Nuestro lago está en un calmado y pacífico valle, y llenaremos nuestras cubetas juntos, compartiendo nuestros descubrimientos y haciendo una cubeta completamente nueva. Nuestra propia cubeta.