Después de 10 años de eterno amor juntos, decidieron casarse. Tezuka Kunimitsu y Fuji Syusuke se habían unido en santo matrimonio.
Al pasar una larga y agotadora fiesta con todos sus antiguos camaradas, decidieron ir de luna de miel, a las costas de Italia.
Todo era perfecto, en la noche de su llegada al hotel, se demostraron su amor mutuo como nunca antes, y lo habían disfrutado más que nunca…
8:00 A.M – Hotel
Tezuka se levantó sigilosamente para no despertar a su novio, movió la sabana, se sentó sobre la cama y se colocó lentamente los calcetines junto con los zapatos. Suspiró, miró a Fuji y sonriendo le tocó suavemente el cabello. Se levantó, buscando sus lentes con la mirada, cuando los visualizó, se los puso, y fue directamente al baño en busca de una camisa.
- ¿A dónde vas? – le preguntó somnoliento Fuji desde la cama
- Iré a comprar algo para comer – dijo mientras se colocaba la camisa que encontró
- Mitsu, puedes pedir servicio a la habitación
- Lo sé, pero dudo que el servicio a la habitación tenga galletas
- ¿Galletas? Pero si tú nunca comes
- Extrañamente me dio un bajón – sale del baño con la camisa puesta y se acerca a Syusuke sentándose al lado de él – volveré en 10 minutos, ¿sí?
- Está bien – le sonrió esperando a que lo besara
Tezuka se sonrojó frente a l deseo del otro y asintió, dándole un corto beso en los labios.
- Mientras tanto puedes mirar televisión – se levanta para tomar el control de la cómoda y tirárselo suavemente
- Que te valla bien.~ -
Kunimitsu sonrió de lado y salió de la habitación.
Aún le costaba creer que se encontraban en Italia, digo, era bastante caro irse de luna de miel a otro país, ¿¡Y ellos se fueron a Italia!? Por lo menos, les ayudó bastante el haber prosperado en sus profesiones.
Tezuka era un abogado reconocido, y Fuji era un fotógrafo empedernido, el cual se había visto envuelto en un par de líos… pero finalmente todo se solucionaba y podía ser feliz nuevamente con su Mitsu.
Tezuka Kunimitsu, pensaba ir al almacén que había visto unas cuadras antes de llegar al hotel, el recorrido se lo aprendió fácilmente y quería aprovechar de contemplar el lugar.
Pasó por la playa (ya que el almacén quedaba paralelo a esta), lo cual le llenó un poco los zapatos de arena, pero eso no le importaba. Siguió su camino, cada vez sonriendo mientras podía apreciar la maravilla del mar que le recordaba a los profundos ojos azules de su novio.
El aire era fresco, con un toque salado, no se veía gente, debía ser porque el clima era nublado y eran técnicamente las 8:00 de la mañana.
Hacía frío, y a pesar de la camiseta delgada que llevaba, no lo sentía, se había acostumbrado completamente a los días así.
El paisaje era agradable para su vista, el agua, la arena, el aire...
Hasta ese momento, no se arrepintió de pasar por ahí.
Y justamente, unos minutos después, descubrió, que eso había sido su perdición.
11:18 A.M – Hotel
- ¿Uh? - Syusuke se dió vuelta en la cama - ¿Y Tezuka? - agarró el celular que estaba al lado de él encima del velador - ¿¡Ya son las 11:18!? - se levantó de un salto y marcó rápidamente al número de su novio - No contesta... - marca nuevamente - Rayos...
Intentó al menos 20 veces más llamar al número del ex tenista.
Fallando en todos los intentos.
Un minuto después, el chico castaño se veía desesperado caminando de un lado a otro por la habitación. Tenía el celular en la mano y sudaba debido al nerviosismo al que se veía sometido.
Se pasó a tropezar con la cómoda, haciendo que el florero cayera cerca de sus pies. Gracias a dios no se rompió, y lo recogió para dejarlo nuevamente en su lugar. Se levantó del piso mientras se limpiaba la ropa.
- Tezuka, dónde te has metido… - marcaba nuevamente al número al cuál trató de llamar variadas veces anteriormente, pero no había respuesta – es inútil… ¡ES INÚTIL! ¿¡DÓNDE ESTÁ MITSU!? – gritó sollozando – Iré a buscarlo yo… - se vistió lo más rápido que pudo y salió apresuradamente de la habitación
11:22 A.M – Recepción del hotel
Apenas el ascensor tocó el piso 1, salió rápidamente y se dirigió hacia la recepcionista.
- Disculpe señorita
- ¿Dígame?
- Como a las 8 de la mañana, salió un joven castaño con lentes, seguramente a comprar, ¿sabe usted si ha regresado?
- Ah, sí, lo recuerdo, dijo que no tardaría en volver, pero aún no ha vuelto, he estado toda la mañana de turno, y no le he visto pasar
- Muchas gracias, si lo ve regresar, ¿podría llamarme?
- Por supuesto, yo lo llamaré si lo veo
Fuji salió del hotel, y marcó nuevamente al número de Tezuka, obteniendo la misma respuesta: “Usted será transferido a un buzón de mensaje”
Chasqueó su lengua, y decidió ir a la tienda donde había ido Tezuka supuestamente a comprar.
Corrió, estaba desesperado por saber si algo había pasado, y se lamentaría toda la vida si es que había llegado muy tarde.
Empujó abruptamente la puerta, haciendo que las campanitas sonaran fuertemente.
Un viejo con cara de amistoso y barba larga le habló.
- Oh, bienvenido.~
- Disculpe si lo molesto, de casualidad, ¿Ha venido un joven castaño con lentes de unos 24 años a comprar galletas a las 8 de la mañana?
- ¿A las 8? Hm… - se pone pensativo con la mano apoyada en la barbilla – no, no ha venido nadie a comprar galletas hoy
- Muchas gracias…
Sale de la tienda con la mirada triste y cabizbajo, con lágrimas en los ojos, ¿Qué haría? Tezuka no había estado en la tienda, y tampoco había llegado al hotel aún, sin mencionar el hecho de que no respondía a su celular.
Los malos presentimientos se apoderaron de su mente, y su piel se le erizaba.
- Iría al hotel si la recepcionista me hubiera llamado, pero dado a que no lo ha hecho… - dijo mientras caminaba con la mirada fija en el suelo
De repente, siente unos golpecitos tras su espalda.
Una serie de imágenes pasaron velozmente por la mente del ojiazul, recordando todas las cosas vividas con Tezuka.
Se gira velozmente esperando a que sea...
- ¡Yo, Fuji, tanto tiempo!
- ¿Niou? Y ¿Yagyuu? ¿Qué hacen aquí?
- Estamos trabajando aquí por el momento, nos trasladaron
- Fuji-kun, ¿pasa algo? Te ves muy mal
- ¡Gracias a dios que me encuentro con ustedes! – grita felizmente con los ojos aún llorosos
- ¿Uh? Oe Fuji, tranquilízate primero – Niou hace una pausa y prosigue – dinos que pasa
Fuji Syusuke aún triste, toma aire profundamente y cuenta la historia.
La última vez que se habían visto, ocurrió en la boda del prodigio. Casualmente, como se mencionó anteriormente, Yagyuu y Niou habían ido justamente a Italia a cubrir un turno a los jefes de policía. ¿La razón? Eran bastante famosos mundialmente.
- Verán, como saben, he venido de luna de miel junto a Tezuka, a las 8 de la mañana me despertó diciendo que iría a este almacén – señala al almacén que estaba detrás de ellos – a comprar galletas
- ¿Quién rayos compra galletas a las 8 de la mañana? – se pone a reír Niou
- Masaharu, cierra la boca
- Pupina.~
- En fin, Tezuka aún no ha vuelto al hotel, y acabo de preguntar por él en el almacén, y me dicen que no ha pasado nadie a comprar galletas, además no contesta el celular
- Tranquilo Fuji-kun, ya lo encontraremos – Hiroshi coloca su brazo junto al hombro de su amigo
- Si, con la cara desgarrada y tirado en la playa – Niou ríe aún más que antes
- ¡Te dije que te callaras, Masaharu Niou!
- Puri, tienes suerte de que nos hayan trasladado momentáneamente aquí, te ayudaremos a buscarlo – Niou toma su radio y apreta un botón – aquí R-108, tenemos a un hombre desaparecido, de 24 años, pelo castaño, blanco, que usa lentes, de altura unos 1,85 cm, extranjero, desaparecido por el área 76-W – deja de apretar el botón y deja la radio en su cinturón – ya he dejado un aviso en el cuartel
- Al fin sirves para algo, Masaharu – se da vuelta viendo a Fuji nuevamente – Fuji-kun, te ayudaremos a encontrar a Tezuka-kun, Masaharu ya ha dejado el aviso con nuestros camaradas, y nosotros lo buscaremos personalmente contigo, ¿de acuerdo?
- Por eso es mejor tener amigos que dinero… - Syusuke se limpia las lágrimas y sonríe - ¡Vallamos!
Fuji, Niou y Yagyuu, salieron en busca de Tezuka por el perímetro.
Uno se encargaba de registrar una calle, otro otra calle y así…
- Tezuka no tiene conocidos aquí – dijo Fuji al aire
La probabilidad de que estuviera en alguna casa, era 0.
Nuevamente, los dos jefes de la policía seguía corriendo buscando por los alrededores, y Fuji hacía lo mismo.
A veces, llegaron a confudir a algunas personas, e incluso Fuji llegó hasta abrazarlas. Lástima que ninguno de ellos era Tezuka.
- No lo encuentro por ningún lado puri
- ¿No habrá regresado al hotel?
- Le dije a la recepcionista que si volvía, me llamara
- Oigan, no hemos revisado en la playa
Se miraron, pensando en la idea estúpida de Niou, y en su broma anterior. Suspiraron, diciendo “No perdemos nada” y se encaminaron hasta la playa.
Pasaron por la orilla, y Fuji recién se había percatado de que ese mismo camino conducía hacía el almacén también.
Unos 3 metros más delante de ellos, vieron un bulto en la arena.
Fuji abrió los ojos sorprendido rogando para que no fuera Tezuka.
Corrieron como nunca antes lo hicieron en un partido de tenis, sin importar lo profunda, mojada y quizás resbaladiza que estaba la arena.
El aire estaba fresco, aunque amenazador, cortante, como si algo muy horrible hubiera sucedido.
Mientras más se acercaban, más se le llenaban de lágrimas los ojos a Fuji Syusuke.
Quedaron frente a frente con el cuerpo tendido de estómago, Fuji no paraba de llorar y Yagyuu lo consolaba. El único que se atrevió a darlo vuelta, fue Niou.
Niou dio vuelta el cuerpo, y lo que vio lo dejó horrorizado: la cara estaba completamente desgarrada, y no se podía identificar a la persona.
Pero a juzgar por el pelo, la altura, la ropa…
El cuerpo, era de Tezuka Kunimitsu.
De eso, no había duda.
- E-es… ¡TEZUKAAAAAAAAAAAA! – Fuji se abalanzó hacia el cuerpo, y las lágrimas salían de sus ojos como torrentes de agua
Niou y Yagyuu, bajaron sus sombreros de policía, y los pusieron junto a su pecho, haciendo que también brotaran unas lágrimas de sus rostros.