Kibum estaba llorando. Él nunca lloraba, no le gustaba. Le gustaba pensar que era
fuerte, y los hombres fuertes no lloran. Pero no podía evitarlo. Se sentía horrible. Parecía como si miles de cuchillos estuvieran desgarrándole el corazón. Estaba en su cuarto, sobre su cama, mientras su cuerpo temblaba y las lágrimas caían por sus mejillas. Quería dormir, pero no podía, ya que cada vez que cerraba los ojos, Jonghyun aparecía en su mente.
De pronto, su puerta se abrió, y Jonghyun entró al cuarto. No dijo nada, tampoco Kibum. Tan solo se quedó allí, mirándole, rompiéndole el corazón poco a poco.
- Bummie. – Susurró. Kibum no dijo nada, tan solo cerró sus ojos, no queriendo encontrarse con la mirada de Jonghyun. –, yo….
- Cállate. ¡Tan solo cállate y lárgate de aquí! – Kibum exclamó, furioso.
- ¿Por qué, Kibum, qué he hecho? – Jonghyun dijo, acercándose e intentando tocar a Kibum, pero de pronto Kibum se levantó de la cama de un salto. Fue entonces cuando se fijó en sus ojos, rojos, hinchados, aun llenos de lágrimas y reflejando puro dolor.
Jonghyun sabía perfectamente lo que había hecho, pero no quería admitirlo. No quería admitirle a Kibum que ya no le amaba, aunque realmente quería amarle, y todo por ella.
Ella era el problema. Shin Se Kyung. Una chica dulce y simpática, con gran cuerpo y precioso rostro, todos la amaban, ella era perfecta. Llegó a su vida como si controlara su mundo. Un día, Jonghyun y ella se conocieron en un club, y tan solo pasaron un gran rato de diversión, hablando y bailando hasta cansarse. Jonghyun sabía que Kibum se sentía celoso, así que le dijo a Se Kyung sobre la relación que ambos compartían, y ella se lo tomó muy bien. Fue entonces cuando se hicieron amigos.
Ella era muy simpática, así que pronto comenzaron a pasar más y más tiempo juntos. Eran solo amigos, hablaban de sus vidas y simplemente de todo lo que llegaba a sus cabezas. Ella le hacía reír. Hasta aquel día en el que se emborracharon en una fiesta. Estaba bailando demasiado pegados, sus cuerpos se tocaban, el ambiente estaba lleno se alcohol. Y después, segundos después, ella le estaba besando, y él no la detuvo. Y lo siguiente que recuerda es que la estaba llevando a una habitación. Nadie notó a Kibum en una esquina, intentando no llorar, sintiéndose horrible, con el corazón rompiéndose en pedacitos, sintiendo el mayor dolor que había sentido hasta ahora.
Y al día siguiente, Jonghyun se despertó con un cuerpo a su lado. Se Kyung. Él tan solo sonrió, y se dio cuenta de que la amaba. No como una amiga, sino como algo más. Ella era Hermosa y lista, y sexy, y perfecta. Y entonces se acordó de Kibum. Y se sintió como una mier*a de persona, porque, dios, se había acostado con Se Kyung en su cuarto, en SU CAMA.
Y ahora estaba allí, intentando hablarlo con Kibum, pero no podía.
-Bummie, lo siento, de verdad que lo siento, yo… - El moreno comenzó a decir.
-No, Jonghyun, no digas nada, lo sé. – La voz de Key mostraba lo destrozado que estaba.
Jonghyun quería llorar, porque nunca quiso herir a la "diva". Kibum lo era todo para él, jamás quiso hacerle daño.
-Jjong, yo… lo entiendo. Por favor, hazlo rápido. Termina conmigo rápido. Tan solo… tan solo no me digas que ella es la razón. – El menor comenzó a llorar otra vez, los sollozos dejaban su cuerpo sin que este pudiera controlarlos, y Jonghyun comenzó a sentirse mucho peor. - Por favor, dime que soy un desastre, dime que nunca te escucho, o que te aburriste de mi, o que no te gusta como te beso. O solo di que necesitas distancia.
Kibum se sentó de nuevo en la cama, las lágrimas seguían resbalando de sus mejillas.
-Por favor, dime lo que sea, tan solo no me digas que es por ella… No me digas que es por ella porque no podré soportarlo. Miénteme. Dime una mentira.
Jonghyun no podía decir nada. No podía porque Se Kyung era la razón. Dios, ¿por qué era tan perfecta? Ella tenía toda la culpa. ¿Por qué era tan adorable? ¿Por qué se enamoró de ella? Él quería amar a Kibum, pero ahora era imposible. Miró a Kibum, que ahora se encontraba con las manos cubriendo su rostro. Su cuerpo temblaba, intentaba reprimir los sollozos. Y fue entonces cuando lo entendió.
Jonghyun dejó la habitación. Kibum se quedó.
Jonghyun lo había destrozado.
-FIN.-