Llevaba una semana viviendo en la casa de Itachi, todo era tranquilo desde el punto de vista de Naruto, Sasuke ya había asumido que solo podrían ser amigos eso le relajaba así ya no tendría problemas con su amado pelinegro.
Para Itachi las cosas no eran fáciles su hermano se comportaba de manera extraña según su punto de vista, en alguna ocasiones podría asegurar que le coqueteaba a Naruto, eso le molestaba pero no quería verse como el novio inseguro ni cuando Gaara apareció se sintió de esa manera y es que para Naruto ese pelirrojo era su más preciado amigo, ahora se encontraba en la universidad esperando a que su rubio apareciera para ir juntos a buscar un departamento, según tenía entendido su hermano estudiaba economía por lo que no tendría que preocuparse.
-Llegas tarde. Cuando vio una cabellera rubia acercarse camino hacia él para abrazarlo, su hermano realmente lo ponía nervioso.
-Lo siento, me encontré con Sasuke y me entretuve un poco.
-No deberías pasar mucho tiempo con él.
-Ahora es mi amigo, no tienes que estar celoso estoy seguro que Sasuke sabe que te amo solo a ti.
-Me pregunto si realmente lo tiene claro. Pensaba el pelinegro mientras comenzaba a caminar. –Bueno vamos a buscar un departamento ya quiero vivir solo contigo.
Se pasaron todo el día buscando, el problema eran los gustos tan distintos que tenían, no encontraron ninguno a su gusto por lo que cansados decidieron regresar a su casa, ahí los esperaba un feliz Sasuke con la cena lista.
-Bienvenidos, Naruto prepare tu platillo favorito rameen. Aun que hablo en plural su vista estaba puesta solo en el rubio, este al escucha el nombre de su platillo favorito se emociono tanto que le dio un abrazo a Sasuke.
-B-bueno vamos al comedor. Dijo con un leve sonrojo a Itachi la reacción de su novio no le gusto nada pero lo dejo pasar después de todo se trataba de la comida favorita de este. Todos se sentaron en la mesa ahí se encontraban sus platos ya servidos Naruto comenzó a devorar lo que tenia, Itachi al probar su comida se dio cuenta de que esta tenía demasiada sal. -¿Qué sucede hermano no te gusta lo que prepare? Pregunto con voz inocente observando los gestos del mayo. –vamos Ita-chan el rameen que preparo Sasuke es delicioso. Le animaba a comer el rubio. –No tengo apetito gracias. Fue su única respuesta para después levantarse e ir a su habitación Sasuke sonreía con éxito pues su plan de tener una cena solo con Naruto había funcionado lo que no predijo fue la reacción que el rubio tendría. –Espera Itachi, si no quieres rameen puedo prepararte otra cosa o ya sé por qué no mejor salimos a cenar, aun que no sé donde hay un restaurante que te guste así que tendrías que guiarme tu. Naruto sabía bien las reacciones de su novio por lo que se dio cuenta de su desagrado hacia el rameen.
-Si, desde que llegamos no hemos salido juntos es buena oportunidad. No debería dejar que las acciones de Sasuke me afecten no tengo razones para desconfiar de ti.
-Lo siento Sasuke, el rameen esta delicioso, pero por hoy fue suficiente para mí. Sonríe. –Hoy saldré con Ita-chan la próxima vez podrías venir con nosotros.
-Está bien, entiendo que quieras pasar tiempo con él la próxima vez preparare algo que le guste a mi hermano. Corresponde la sonrisa.
-Eres muy considerado. Ve bajar a Itachi que había subido a cambiarse. –Nos vemos más tarde Sasuke. Se despide del pelinegro pero este le da un abrazo y un beso en su mejilla, Itachi sujeta más fuerte el brazo de Naruto.
En cuanto vio que ambos salían de la casa ya no oculto mas su enojo, el hecho de que Naruto viera mas por su hermano le molestaba, el tenia claro que Itachi no haría nada en su contra la prueba de esto fue que no dijo nada de la comida ni de otras cosas que había hecho. Necesitaba algo para que Naruto dejara a Itachi ese era su único obstáculo. Se quedo esperando a que la pareja llegara, cuando lo hicieron era realmente tarde.
En momentos como este desearía ser otra vez un niño pequeño así podría interrumpir esa escena alegando que tenía una pesadilla, en cuanto Naruto e Itachi llegaron se encerraron en su habitación ahora los gemidos que salían de esta lo atormentaban, en su mente se decía que esto no era real pero realmente no podía mentirse a sí mismo.
La mañana llego no logro dormir ni un poco, se dio una ducha y bajo tenía unas ojeras ligeramente marcadas en su mente cruzo la idea de que tal vez así Naruto lo vería más atractivo, desecho esa idea ya que Naruto lo amaba así como era.
Cuando llego al comedor se encontró con Itachi este lucia muy tranquilo leyendo el periódico.
-¿Dónde está Naruto? Pregunto con la voz más fría que tenia.
-Buenos días a ti también Sasuke, Naruto está preparando el desayuno toma asiento no debe tardar.
-No pareces buena pareja para él.
-¿Por qué lo dices hermanito?
-Se supone que tú tendrías que consentirlo a él, en especial ahora que estoy cerca si sigues así lo perderás aun que él no es tuyo.
-Mira Sasuke contigo tengo consideración por que eres mi hermanito y te quiero mucho, pero te agradecería que no te metieras en mi relación y dejaras a Naruto decidir con quién quiere estar, la razón por la que no digo nada es porque yo confió en el si en algún momento sus sentimientos cambian lo aceptaría, yo no cambiare mi manera de tratarlo porque hemos vivido así desde hace un año, creo que cambiar solo para ser aceptado por otra persona no es nada bueno, como tu hermano mayor te diré que si quieres que alguien se enamore de ti debe ser por lo que realmente eres y no por lo que finges ser.
-Tú no lo entiendes, yo amo a Naruto tu eres el que me lo trata de quitar, todo es tu culpa. Itachi suspiro su hermanito no entendía lo que trataba de decirle, en ese momento entro Naruto con un perfecto desayudo el cual transcurrió en silencio. Cuando salían para la universidad a Naruto se le olvido un cuaderno por lo que tuvo que regresar solo ya que si Itachi lo acompañaba llegaría tarde a su primera clase. En la casa aun se encontraba Sasuke que no tenía clase hasta medio día. Cuando vio entrar a Naruto se sentía nervioso eso siempre le pasaba cuando estaban solos.
-Ah hola Sasuke olvide un cuaderno. Subió a la habitación que compartía con su pareja Sasuke lo siguió.
-Naruto, ¿te parezco atractivo? Esa pregunta desconcertó un poco al rubio.
-Si, eres bastante atractivo cualquier hombre se sentiría dichoso de tenerte a su lado. Esa respuesta hiso feliz al ojinegro, eso significaba que Naruto estaba consciente de sus encantos.
-¿Tu también lo estarías? Se acerca un poco más al rubio que estaba cerca de la cama por lo que cuando intento dar un paso atrás quedo sentado.
-¿Cómo termine así? Eran los pensamientos de Naruto que trataba de buscar una respuesta que no hiriera a su amigo. –Veras Sasuke yo, si te encuentro atractivo pero mi corazón y todo mi ser son de Itachi, estoy seguro que si aceptas que las personas se acerquen a ti encontraras a alguien que te merezca más que yo.
-Pero yo no quiero a nadie más que a ti, es Itachi quien no te merece. Se acerca más al rubio intentando darle un beso, pero se ve interrumpido por Naruto.
-Ya hablamos de esto Sasuke, yo no te puedo querer como pareja en el tiempo que llevamos conviviendo juntos me di cuenta de que eres un maravilloso chico, no miento al decir que cualquier hombre se sentiría dichoso de solo recibir una mirada tuya, pero yo no puedo corresponder tus sentimientos, entiéndelo por favor sé que es mi culpa por olvidar algo tan importante, pero si sigues pensando en eso dejaras pasar las oportunidades que te da la vida para ser feliz.
-Yo te entiendo Naruto pero entiéndeme tu a mi te he esperado por años y cuando por fin regresas mi hermano te roba de mi lado, yo no descansare hasta que te des cuenta de que a quien amas es a mí.
-Sasuke dentro de algunos días Itachi y yo nos mudaremos, es lo mejor para ti. Ahora tengo que irme o llegare tarde. Intenta levantarse pero Sasuke lo detiene robándole un beso.
-Qué bien se sienten sus labios, tienen un sabor único. Esos eran los pensamientos del pelinegro antes de que se viera empujado por Naruto para separarse.
-No lo hagas otra vez, Sasuke puedo ser considerado contigo hasta cierto punto pero mi paciencia también se puede agotar. El rubio se marcho antes de decir algo que hiriera a su amigo.
Pero parece que esas palabras no fueron escuchadas por el pelinegro que solo tenía en mente lo bien que sabían los labios del ojiazul.