Un nuevo día comenzó, iluminado por el sol sin vestigio alguno de amenazadoras nubes de lluvia, solo la tranquilidad de un nuevo y soleado día.
Los rayos de sol obligaron a despertar a esos esculpidos cuerpos entrelazados entre sí, unidos por la cercanía de la carne
- No te muevas tanto… -pronuncio adormilado el rubio, mientras aprisionaba contra su cuerpo la cintura del azabache
- ¿S-shizu-chan? –contesto desconcertado el pelí-negro que escondía su rostro en el pecho del rubio
- ¿te sorprende? cuando fuiste tú quien me lo rogo -agrego sarcastico revolviendo sus rubios cabellos con una mano
- ¡¡¡¿¿Q-que hice que??!!! –cuanto más el rubio se acercaba a su rostro más retrocedía intentando no quedar frente a frente- ¡¡¡¡mentiroso!!!!
- Que más podía esperar de ti –dijo lamiéndose el rastro de sangre sobre su mejilla, el azabache no había perdido el tiempo en herirlo con su navaja, que ni el mismo tenía la certeza de donde sacaba- De todos modos aún tienes algo de fiebre, ¿Qué quieres desayunar?
- Shizu-chan…. –en su lasciva mente solo podía reconstruir lo que sucedía como compensación luego de una noche de lujuria, ¿qué otra cosa podía ser para que Shizuo se comportará tan amable y calmado?
- Shi-zu-o -tomando al moreno de la barbilla lo obligo a silabear su nombre, inconscientemente este se dejó guiar - di mi nombre correctamente estúpida pulga
Su sonrisa era distinta, pensó el informante, diferente a cuando trataba de matarlo, diferente a cuando lo tenía acorralado o gritaba esquizofrénico su nombre, tenía cierto toque de autenticidad y tan solo verlo daba ganas de sonreír. Levanto su camisa impregnada de su perfume una vez tenía el torso cubierto salió de la habitación encaminándose a la cocina
- Oye Shizuo… ¿ayer hicimos “eso”… cierto?
- ¿eso?
- Etto… tu sabes…. eso que hacen cuando…. –su tono nervioso y el jugueteo con sus dedos denunciaban el claro estado de ánimo del informante- ¡¡¡de una vez que lo hicimos y el mundo volverá a cobrar sentido!!!
- Tsk. De verdad que no tengo la menor idea de lo que piensa tu pervertida mente… Pero para que lo sepas ayer fuiste el tipo más molesto del mundo…. Tuve que soportarte por tu inútil enfermedad… y luego con tus estúpidas peticiones….
- Ya vuelves a ser tu –comento llevándose a la boca el arroz de su tazón; notando la molestia del rubio- pero al menos… cocinas muy bien
- Tu voz me irrita cállate de una vez –de esa forma corto la conversación, dejando caer sus rubios cabellos sobre su rostro ocultando su rubor por el halago
- ¿estás seguro de que no fuiste tú el de las ideas raras?
- Déjame en paz, me duele un poco la cabeza y no recuerdo muy bien nada luego de que me desmaye…. Debiste quedarte dormido supongo –un flash de incomodos recuerdos recorrió su mente ¿realmente todo lo que había dicho era cierto? La verdad era que no podía dar fe de ello, un 35% debió ser cierto el resto eran ideas de Shizuo inventadas para explicar la situación al momento de despertar, totalmente desnudo y abrazando a la pulga, pero eso no lo admitiría, prefería creerse su mentira y mejor no recordar nada
Fuera de todo contexto parecerían un típica pareja de enamorad…..
Termino el desayuno, sin decir nada Shizuo recogió la mesa y evito a toda costa el contacto visual con Isaya, ¿Qué se supone que hacía? Estaba con su mayor enemigo desayunando como si nada, eso no era posible
- Me voy primero, cierra cuando te vayas
- Ah… -no supo más que decir mientras veía perderse en la salida al rubio que apenas y estaba vestido
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Gracias a Tom y evitando a toda costa las preguntas de Kadota y Simon Shizuo se cambió en el trabajo usando uno de los tantos trajes que su hermano le había comprado, y paso todo el día haciendo mandados para su jefe. Para cuando llego la noche evito por todos los medios posibles salir a caminar; por primera vez en mucho tiempo cedió a la publicidad del sushi ruso prácticamente escondiéndose en el lugar. Como en otras ocasiones no deseaba ver el rostro de Izaya, pero esta vez era diferente, tan solo tenerlo a unos metros su corazón no paraba de latir como caballos descarriados y se moría por hablarle de cualquier idiotez incluso imploraba por oírlo decir su nombre; mas todo eso era confuso y al mismo tiempo atemorizante por eso mismo ¿se escondía?
- Esto es molesto –murmuro acercando a sus labios el vaso lleno de sake- ¿Por qué debería estar escondiéndome?.... ¡¡¡Se acabó ahora mismo voy a matarlo!!!
La mesa vibro por el impacto del puño, aún no había acabado el sushi cuando salió disparado del lugar, la musicalizada palabra “matar” no salía de su mente y aunque aún no arrancaba ninguna señal de transito había dejado varias a su paso con la impresión de su puño estrujándolas con fuerza. Finalmente ahí estaba el informante número uno de Ikebukuro, extrañamente se notaba distante alejado de la realidad incluso parecía no haberse percatado de la presencia del rubio; el ojí-carmín se encontraba sentado en un extremo de la fuente de aquel parque echándola cabeza para atrás como si tratara de entender un difícil problema de matemáticas
- I Z A Y A AAA!!! –su profunda y varonil voz nombro al moreno el cual respondió rápidamente agitando la mano a manera de saludo- Tsk… al fin te encuentro nomimushi…
- ¿vienes a matarme? -cuestiono con una encantadora risilla cínica- deja ya esa actitud, me asquea…
- Ya terminaste –retorico e impaciente apretaba con demencia sus puños
- Entonces no viniste por eso…
- Ya deja de balbucear estupideces de eso y aquello, ¡¡solo he venido aquí a patearte el trasero!!!
- Pensé que yo tenía fiebre, pero al parecer tu tampoco recuerdas nada… -comento decepcionado, para después cambiar de tono a uno más petulante- ¿Qué? ¿tan solo así lo olvidaste? Realmente eres una bestia…
- ¡¡¿hay algo que deba recordar?!!
- Créeme que tampoco quisiera recordarlo, pero me produce tanto asco que no puedo borrarlo
Antes de que dijese algo más con su impertinente boca su puño actuó por sí solo, siendo el que odiaba la violencia no podía contenerse ante la sarta de estupideces del azabache, al principio se contenía con vehemencia pero la venita de enojo fue creciendo y creciendo hasta que no tuvo otro remedio más que golpearlo; no fue problema alguno para el ojí-carmín esquivar el golpe y eso que no esperaba el golpe.
- Estas bastante juguetón estos días –canturreaba esquivando cada uno de los golpes- Realmente… ¿no recuerdas nada?
- Prefiero no recordarlo!!!! –respondió siguiendo con su ataque ahora acompañado por señales de transito
- Entonces, deja que yo lo recuerde… -una perfecta sincronización del lanzamiento del rubio y el momento en que el moreno salto por encima del letrero sirvieron de ayuda para poder acortar la distancia entre sus cuerpos- Verdaderamente eres muy cálido….
En un forzoso e inesperado abrazo Orihara Izaya se dio la libertad de impregnarse del perfume del hombre más fuerte de Ikebukuro, solo por esa vez no se pondría restricciones a si mismo permitiéndose inhalar el aroma de aquel atractivo bar tender rubio.
- No me disculpare porque no estoy arrepentido -prosiguió después, para evitar un incómodo silencio- No deberías quejarte después de todo solo te abrace, en cambio yo… anoche deje que me besaras…
Con un evidente rubor echo a correr.
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~flash back~
Aun a oscuras y valiéndose de su tacto busco en el piso algo que pareciese una pequeña botella; lo que no sabía era que el contenido de la bolsa también era una pequeña botella; por un descuido o quizá el destino encontró primero esa botella, y confundiéndola con el jarabe para la tos bebió todo el contenido.
El peligroso contenido
De pronto la cabeza le empezó a dar vueltas, se sentía mareado embriagado por un etílico elixir que nunca probo, era la primera vez que sentía esa extraña sensación recorrer todo su cuerpo, el calor era insoportable y le obligaba a despojarse de cuanta prenda llevaba, comenzó aflojando su corbata, nunca le había sido un inconveniente dormir con la ropa puesta cuando estaba sumamente cansado sin embargo en esa ocasión no pudo seguir su plan…
A su forma de ser tan brusca como era se quitó la camisa, aun sin poder aplacar el calor de su cuerpo.
- Nee~ Shizu-chan… dormirás conmigo…
- Estas delirando nomimushi, solo duérmete
- ¿también tienes fiebre? –agrego entre delirios sin entender por qué el rubio se quitaba tan sensualmente la ropa
- Q-qué era esa cosa…
- ¿no bebiste el contenido de esa bolsa o sí? Shinra me lo dio para drogar a un sujeto…
- No entiendo de que hablas…. Todo da vueltas….
- Shizu-chan… ¿Qué vas a hacer? –el torso desnudo del ojí-carmín era aprisionado por el cuerpo en las mismas condiciones del rubio- no ataques desprevenido monstruo…
- Cállate, solo quiero que te calles –con un beso brusco y pasional sello los impertinentes labios del moreno, que intentando resistirse gemía deliciosamente- así….. eres mas lindo
Las pocas fuerzas que le quedaban no serían suficientes como para resistirse a un ataque del guardaespaldas que a pesar de no estar en sus cinco sentidos gozaba a plenitud de su fuerza
- No te atrevas maldito!
- Izaya-kun… juguemos… -los escarlata ojos del moreno se cerraron esperando lo que vendría, y de pronto… Shizuo cayo desmayado, una total decepción para Izaya ya que en el fondo con sus delirios de enfermo deseaba que pasará algo más
- ¿ya te dormiste? –pero no escucho respuesta- por eso te odio… nunca se lo que harás…. ¿estaría bien si tú me…?
Pero fue interrumpido por el cuerpo del rubio que aprisionando su cadera entre sus brazos se acurruco para pasar así el resto de la noche
~fin flash back~
Confundido y con una completa ira que recorría cada centímetro de su ser avanzo a grandes pasos lanzando lo que tenía cerca; fue un día triste para las máquinas expendedoras que sufrieron no uno sino un montón de daños; a la voz de “matar” y ajustando sus gafas oscuras no paraba de atacar como solo el solía hacerlo
- No peleen -la electrónica voz de Celty les regañaba, por suerte y llego si seguían así destruirían todo Ikebukuro, su poderosa sombra sobrenatural sujetaba fuertemente los cuellos del informante y el bar tender- Destruirán todo
- Es culpa de ese idiota de Izaya!!!!!!!!
- Gomenne, no soy bueno con esas cosas ¿quisieras practicar? -cuestiono con sorna
- ¿practicar? ¿de qué habla Shizuo? –una vez la ingenua Celty no entendía nada de lo que hablaban ese par, lo único que pudo hacer fue inclinar la cabeza a un lado a manera de interrogación
- ¡¡¡no los escuches Celty!!! ¡¡esta pulga esta demente!!!
- Suenas nervioso, estas bien ¿Shizu-chan?
- ¡¡¡Te odio!!!
- Ya veo… -respondió tristemente desviando la mirada con la cabeza gacha
- Por lo general los dejo hacer lo que quieran, ¡pero hoy no! -continuo la un poco molesta motociclista de negro, señalando a su alrededor a un grupo de chicas vestidas con yukatas que observaban curiosas- ¡Hoy hay un festival!!!!!
- ¿festival? -contestaron al unísono