Se encontraba sentado en una de las gradas del patio del colegio repasando la lección que daría más tarde, algunos estudiantes lo saludaban eufóricamente y le ofrecían dulces y pequeños regalos, el solo sonreía agradecido; Kyungsoo era un profesor respetado, al que los alumnos entendían y de alguna forma apreciaban, pero no siempre había sido así.
Hace 1 año cuando empezó a ejercer su profesión, los alumnos querían hacer de su clase un recreo, los rumores decían que el nuevo maestro de literatura tenía un aspecto adorable, que parecía más joven que cualquiera de los estudiantes, así que probablemente sería muy fácil de intimidar y ese era precisamente el plan de kim jongin, el estudiante problemático de la escuela y al que todo el mundo seguía.
Planeaba atacar al maestro a penas ingresara al salón de clases, le tirarían pelotas de papel, no prestarían atención a su clase y se burlarían de su aspecto, jongin ya lo había visto temprano a la entrada de la escuela, rio disimuladamente y pensó que realmente era un maestro que nadie podría tomar en serio, demasiado pequeño y adorable, aunque algo serio.
Pero ese día su plan no salió como esperaba, el profesor entró al salón, las pelotitas de papel fueron lanzadas hacia él y la bulla de los estudiantes estaba llena de risas burlescas, hasta ahora todo iba bien, sin embargo al acabarse el papel y dejar de gritar esperando la reacción del profesor, recibieron un regaño que no serían capaces de olvidar.
Kyungsoo se giró hacia ellos, pasó su mirada por cada uno, con el semblante frio y atemorizante, de repente el pequeño maestro se había convertido en un ser aterrador, cada estudiante sentía su alma siendo escudriñada por sus ojos grandes, todos estaban inmóviles, incluso jongin, que no estaba seguro de lo que estaba pasando.
-¿Qué creyeron que lograrían haciendo esto?-preguntó con una voz gruesa y una dureza que intimido a muchos, dejo sus libros sobre el escritorio y se puso de pie en el centro del tablero con las manos detrás de la espalda- creí que trataría con personas maduras, tienen 17 años muchachos, no 7, estoy aquí para enseñarles, para que sean alguien en la vida, pero…ha, que podrían ser? Si solo piensan en estupideces como burlarse de un maestro, que vacías están sus mentes jóvenes…- nadie hablaba, estaban mirando hacia el piso y jongin no podía creer que un profesor como ese los hubiera intimidado, realmente dejaría que todo quedara así?
-bueno…yo creí que tendría un maestro que luciera como un maestro pero, hey, usted está aquí no?- dijo con arrogancia con el cuerpo desparramado en la silla, con una sonrisa de medio lado que solo logro que el maestro se riera
-su nombre?- pregunto el maestro
-kim jongin- respondió orgulloso
-señor kim…que le da derecho a juzgar mi desempeño como maestro? Mi apariencia?, su altura no es igual a su inteligencia verdad? Crezca un poco por favor- los otros alumnos comenzaron a burlarse de jongin y desde ahí, el moreno declaro la guerra en contra de su profesor, interrumpiendo su clase y ganándose regaños, a kyungsoo no le molestaba, le parecía gracioso discutir con el chico problemático, pero ese no era el problema.
El verdadero problema empezó meses después, cuando la escuela organizó una actividad para que los representantes de cada club de la escuela demostraran sus habilidades, jongin represento al club de danza, si bien el profesor estaba convencido de que el chico era un bueno para nada, quedo sorprendido por la forma en que bailaba y sin darse cuenta su corazón empezó a latir en su pecho incomodándolo, las expresiones en su rostro eran lo más maravilloso que había visto, la forma en la que movía su cuerpo con rapidez y una fuerza delicada y suave, era increíble, toda esa gracia debía provenir de algún lugar profundo en el cuerpo y la mente del muchacho, ahí se dio cuenta…el moreno tenía muchas cosas que no conocía, era más que un chico promedio y estúpido.
Sin percatarse empezó a verlo de forma distinta y ahora le producía cierta satisfacción el discutir con él, quería descubrir lo que escondía pero era tan difícil entenderlo y saber lo que pensaba que terminaba frustrado en la sala de maestros buscando la forma de dejar de pensar en ello.
Kyungsoo prestaba demasiada atención a cada cosa, de modo que en ocasiones se sumía en sus pensamientos y no prestaba atención a su alrededor, un día se encontraba en el baño, pensando en las preguntas universales, no escucho ni vio a nadie acerase y cuando se dio cuenta era demasiado tarde, sintió unas manos sobre su cintura y miro hacia el espejo encontrándose a su estudiante problema detrás suyo, con una sonrisa arrogante en el rostro.
-q-que se supone que estás haciendo?- preguntó con un nerviosismo que no espero llegar a sentir nunca, quitando con rapidez las manos del moreno de su cuerpo y volteándose para verlo a los ojos
-ohhh, que sorpresa profesor, creí que nunca sería capaz de verle así, nervioso y vulnerable- se burló sin vergüenza alguna, ni respeto hacia su mayor
-que te hace pensar que estoy nervioso o que soy vulnerable?- estaba haciendo esfuerzos por controlarse, y ni siquiera sabía porque estaba tan alterado, no era normal en él
-ah no? Entones por qué tu voz tembló hace un momento? Y por qué tu rostro luce tan sorprendido?- preguntó con su tono de sarcasmo, acercando su cuerpo al del más pequeño, acorralándolo contra el lavamanos
-Jongin, si esta es otra de sus estúpidas bromas será mejor que me deje en paz-advirtió empujando al menor
-hahaha es gracioso que te afecte tanto, nunca pareces molestarte cuando hago algo malo, parece que ya descubrí tu debilidad- sonrió satisfecho
-qué? Cual debilidad?- kyungsoo estaba nervioso y eso era tan extraño para él que no podía pensar bien, no tenía idea de lo que le estaba pasando
Jongin se acercó de nuevo al mayor y comenzó a tocar su rostro mientras lo miraba tratando de intimidarlo, kyungsoo aparto el brazo del moreno y lo empujo con fuerza, no sabía que decir y nunca ha sido de las personas que les gusta enfrentarse a lo que no conocen, así que como un cobarde salió corriendo del baño, jongin sonrió para sí mismo, había cumplido su objetivo.
Por qué? Qué era lo que estaba pasando? Porque provocaba que se pusiera nervioso?, acaso…lo atraía? Eso explicaría muchas cosas, pero se negaba a creer que sentía algo por un alumno, en especial por ese, después de una tarde de reflexiones, decidió no pensar más en ello, lo dejaría solo como un simple suceso en el que se había sorprendido por el alumno, no había sido nada más que eso verdad?
Rogó porque al siguiente día jongin no lo recordara y no volviera a molestarlo, pero no todo en esta vida sale como desearíamos.
Entró al salón recibiendo el saludo de los estudiantes, comenzó su clase y en todo el tiempo no escucho ninguno de los comentarios burlescos que estaba acostumbrado a escuchar de jongin, en lugar de ello, el chico estaba prestando atención a la clase, o eso pensaba él, ya que cuando pidió que tomaran apuntes él ni siquiera se molestó en sacar su cuaderno, se dio cuenta que sólo lo estaba mirando, en un momento llego a sentirse incomodo, ya que sentía la mirada de jongin clavada en su cuerpo, comenzó a sentirse nervioso y eso le molestaba totalmente, qué tenía ese muchacho? Porqué lo hacía sentirse así?? Suspiró cansado y dejo la instrucción de que trabajaran unas páginas del libro de literatura antes de salir derrotado del salón, se dirigió a la sala de profesores, necesitaba un café bien cargado para seguir con la jornada…en ese momento tuvo que aceptar que se estaba volviendo loco.
Estaba acostumbrado a la rutina que era su vida y eso estaba bien, no era feliz pero tampoco triste, no sentía nada por nadie y creía firmemente que eso era una ventaja, no tenía que preocuparse por la cuestión más complicada de la vida, el amor.
En su adolescencia sintió varias veces los síntomas de estar enamorado por algunas chicas, no le gustaban las chicas tiernas, el sentía cierta atracción por lo sexy, chicas de una impresión fuerte y madura, luego de salir de la preparatoria creyó que nunca volvería a enamorarse, aunque no estaba seguro de haberse enamorado por lo menos una vez, ni siquiera sabía con certeza si los humanos podían sentir amor por otra persona, un amor diferente al familiar o fraternal, creía que probablemente solo sentimos atracción física, es el método de la naturaleza para preservar la vida, es la manera en la que tu cerebro te hace actuar en presencia de alguien con unas feromonas atractivas para tu tipo de receptores hormonales.
Eso era lo que le pasaba?, probablemente sí, pero, por qué un hombre? Peor que eso, por qué uno de sus estudiantes? Maldijo el día en que decidió trabajar en esa escuela, pudo haber ido a la misma de joonmyeon, joder…
Decidió no seguirle prestando atención al tema, lo clasificaría como un tema de baja importancia y poco a poco dejaría de preocuparse por ello, intentaría evitar e ignorar a jongin, probablemente solo era una broma suya y no permitiría que lo afectaran las estupideces de un niño.
Salió de la sala con su café caliente entre las manos, jongin estaba apoyado en la pared de enfrente, mirándolo y sonriéndole, sintió que debió haberse sorprendido, pero por alguna razón muy en el fondo sospechaba que jongin estaría allí y que nuevamente venía a burlarse de él, y no seguiría permitiéndoselo, afortunadamente no había nadie cerca ya que todos estaban en clases, podría hablar con él y reprenderlo
Suspiró
-jongin, qué estás haciendo fuera del aula de clase?-
-vine a jugar kyungsoo- contesto sonriente, y qué había eso? Lo había llamado por su nombre? Era un total irrespetuoso
-dis…culpa? Jongin-ah- trato de reprenderlo de la mejor manera posible- me acabas de llamar…
-kyungsoo, si, así te llamas no?- era tan irritante
-me permito recordarte que soy tu maestro y debes llamarme como tal-
-y si no quiero?- se acercó nuevamente, acorralando a kyunsoo contra la puerta de la sala
-jongin…ya es bastante inmaduro que estés actuando de esa manera, por favor aléjate, por qué no vas a molestar a alguna chica por ahí, o a una profesora-
-por qué eso no me supone ningún reto, no sería divertido….demasiado fácil- sonrió con sorna
- así que me usarás para divertirte- supuso bastante molesto
-exactamente- el mayor bufó ante la respuesta, apretó los dientes evitando golpear al chico en la cara aunque ganas no le faltaban, sólo pudo empujarlo para que se alejara de su espacio personal
-eres bastante optimista, te advierto que no caeré en tus juegos infantiles, ya soy bastante mayor como para jugar con niños-
-tu…me ves como un niño?- su mirada cambió, de repente se volvió increíblemente seductor y kyungsoo no sabía cómo reaccionar, por qué lo ponía así un hombre?
-realmente un niño podría ponerte nervioso? Tu qué crees kyungsoo?- nuevamente lo había llamado así
-creo que eres un mocoso muy seguro de sí mismo, que sigue llamándome irrespetuosamente por mi nombre y que pronto se meterá en problemas, hay más cosas en la vida que ser una persona atractiva jongin, pero tú vives de lo que te dicen los demás verdad?-
-puede ser, eso es lo que dicen los psicólogos, que tengo problemas de ego…pero creí que el inteligente profesor de literatura se daría cuenta de que hay mucho más en el fondo, veo que te juzgue muy pronto, bien…tenemos que entrar a clase, jugaremos más tarde, “profesor”-
¿Qué acaba de decir? Kyungsoo oficialmente estaba enloqueciendo