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You make me go insane por Chaheesun

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Notas del capitulo:

Holaaa ^^ lo siento por no subirlo antes, no habia tenido tiempo para hacer las correcciones kekek, bueno espero que les guste....

(Random) ya vieron la 2da parte de la version drama? akhdasjhdhaskdha yo tuve sentimientos encontrados cuando la vi hahha por un lado me encanto verlos asi todos sensuales peleando y hubo momento KaiSoo!!!! jksahdkahakhd pero la historia no tiene como...no se, es muy... XDDDD kris al final hahahah ok ya

L@s dejo leer el fic en paz XD

 

 

 

 

“Si le das demasiada importancia a algo, gradualmente ése algo empezará a afectarte”

 

Kyungsoo le dio demasiada importancia a su estudiante y no era para menos después de una conversación inquietante como la que habían tenido días atrás, sin embargo ahora  Jongin parecía diferente, no volvió a molestar en clase, aunque seguía sin prestar atención, Kyungsoo de vez en cuando lo regañaba y él sonreía contestando un “lo siento” que no parecía muy sincero, tampoco volvió a acercarse de forma indecente, más bien tenía una actitud indiferente, parecía estar demasiado ocupado con sus amigos;  todo rastro de su personalidad pasada había desaparecido, sonreía como un niño pequeño, jugaba y actuaba de una manera infantil y  en los descansos cuando Kyungsoo se sentaba en las gradas de la escuela, al levantar la mirada descubría al menor  observándolo para luego apartar la mirada y seguir riendo con sus amigos.

 

¿Qué era todo eso? Una especie de reality en el que prueban la sanidad mental de las personas?, ¿Hasta qué punto podría soportar toda esa confusión?

 

Estaba sentado en el lugar de siempre, haciendo lo que siempre hacia y pensando en lo  frustrante que era su “problema”, cuando lo saludó una voz alegre, la voz de su amigo Baekhyun, hijo del director de la escuela, era cantante de bares a pesar de que su padre habría querido que fuera abogado, Baekhyun pasaba de vez en cuando por la escuela ya que  los miércoles daba clases de vocalización a los chicos del club de música.

 

- Kyungsoo-yah~-

 

-Ahh hola- saludó sin ánimo

 

-Hey, qué te pasa? Últimamente no has ido al bar, estoy empezando a preocuparme, sabes que puedes contarme lo que sea- dijo mientras se sentaba al lado del para nada emocionado Kyungsoo

 

Si todo fuera tan fácil… ¿Cómo podría contarle a su amigo que se sentía atraído por un hombre, por un estudiante? y además  a pesar de haber decidido no prestarle atención,  ahora que el chico no se le acercaba, había empezado de alguna manera a extrañarlo.

 

Se sentía estúpido, devastado, no sabía por qué, cómo o en qué momento, pero el mocoso había destruido su barrera de seguridad en muy poco tiempo y con una eficacia abrumadora. Kyungsoo había sido forzado a enfrentarse a algo nuevo y al ser un calculador acostumbrado a cierto tipo de cosas, se encontraba desorientado, sin saber qué hacer para llegar de nuevo a la normalidad de sus rutinas.

 

-Nada- la respuesta más falsa de todas, en ese momento le estaba pasando de todo un poco.

 

-Ok…cuando estés listo para decírmelo aquí estaré- afirmó su amigo, con una sonrisa enternecedora.

 

-Nunca podré ocultarte nada ¿verdad?- Baekhyun parecía saberlo todo, era intuitivo y Kyungsoo sabía de antemano que su amigo no creería en su respuesta simple.

 

Baekhyun  sonrió dándole palmadas suaves en la espalda.

 

-Todos tenemos algo que ocultar, no te preocupes- se puso de pie e hizo un gesto con la mano en señal de despedida, Kyungsoo suspiró algo desanimado.

 

Las palabras de Baekhyun retumbaron en su cabeza  “todos tenemos algo que ocultar” un recuerdo fugaz ocupo sus pensamientos, recordó a Jongin diciéndole algo sobre que hay más cosas en el fondo de las que él no se percató, tal vez el moreno ocultaba algo también y lo encubría con su comportamiento extraño, pero ¿qué era?  

 

En ese momento tuvo una especie de revelación, tal vez Jongin lo había elegido a él para que lo descubriera, o ¿eso era demasiado fantástico? Tal Vez solo se estaba imaginando cosas, sin embargo  las palabras del chico le incomodaban bastante, ¿Y si realmente era eso lo que Jongin buscaba? Alguien que se percatara de lo que había oculto tras su imagen de niño rebelde.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Jongin estaba sonriendo, cada chica a su alrededor quedaba encantada con sus gestos, su piel bronceada lejos de ser un defecto era un atractivo exótico, su cuerpo atlético y bien proporcionado descansaba sobre el pasto de la zona verde donde era prohibido sentarse.

 

Como siempre el rebelde de la escuela rompía las reglas, con su lema sacado de las típicas películas americanas “las reglas están hechas para romperse” pero más allá de eso, era más bien una costumbre, un mal hábito que ya no le proporcionaba placer y le resultaba demasiado tedioso cambiar su actitud.

 

Se levantó estirando su cuerpo, aspirando el aire con olor a hojas secas de comienzo de otoño, estaba aburrido y solo, a pesar de estar rodeado de gente.

 

Pocas personas sabían de su doble personalidad, producto de su inexplicable necesidad de ocultar lo que sea que hubiera en su interior -porque ni el mismo lo sabía-, también ocultaba su verdadera naturaleza; el chico no era estúpido, en realidad era un hombre con una inteligencia admirable, los maestros creían que hacia trampa en los exámenes, por eso cambiaba las respuestas para que su puntaje no contrastara demasiado con su actitud en la escuela.

 

A demás no era capaz de estar completamente satisfecho con nada ni con nadie, pero tenía la habilidad de aparentar estarlo.

 

Para los estudiantes y amigos era el chico rebelde y más popular de la escuela, para los maestros un dolor de cabeza y para sus padres el hijo para el que no tenían tiempo, pero a Jongin no le interesaba realmente recibir esa clase de atención, no le satisfacía, así todo el mundo lo mirara o estuviera “a su lado” no se sentía feliz, tal vez su vida era solo una mentira y todos se la creían y como muchos mentirosos el tenia momentos en los que terminaba cayendo en su propio engaño, terminaba aceptando la vida de apariencias que llevaba, en la que supuestamente y según los psicólogos a los que las directivas de  la escuela lo habían remitido, estaba sometido a lo que dijeran los demás, según ellos Jongin era rebelde porque necesitaba atención, “necesitaba que la gente le subiera el ego”.

 

Que estupidez, ni si quiera se interesaba por ese tipo de banalidades, sin embargo esa imagen le servía para ocultarse a sí mismo y no tenía la más mínima intención de demostrar lo que era….por lo menos hasta ahora.

 

Lo único que realmente le importaba era el baile, sus padres lo habían inscrito a clases de ballet cuando era pequeño, tal vez solo para evadir la responsabilidad de cuidarlo los fines de semana, de todas formas Jongin nunca se sintió  unido a sus padres así que no le importaba, en realidad les estaba agradecido ya que el baile se había convertido en su salvación.

 

El baile era la forma en la que él podía expresar todo su ser, todo lo que sentía y lo que no podía ni puede ser explicado con palabras, mas allá de la teoría o simples movimientos, Jongin sentía que el baile era su arte, su vida, su mente se despejaba y era inmediatamente transportado a la nada o tal vez a un todo supremamente lejano e inalcanzable para muchos.

 

Pero… últimamente no sentía lo mismo, al terminar sus prácticas en el salón de danza se sentía horrible, como si estuviera en el estado de depresión mas enfermizo, sentía un vacío en el pecho y no sabía con qué podría llenarlo o qué lo provocaba, por más que se esforzara buscando algo que lo sacara de su miseria no lo encontraba, se sentía perdido, incapaz de llegar a sentirse completo por una vez en su vida.

 

Ciertamente tenía un problema grave y lo peor era que estaba rodeado de gente simple, una parte de su personalidad encajaba en ese medio –la de la apariencia- pero la otra estaba hastiada, estaba preocupado por no poder encontrar un alivio, un alma que pudiera ayudarlo a entenderse a sí mismo.

 

Pensándolo detenidamente, supuso que de alguna manera debería existir alguien que pudiera entenderlo, que no pensara solo en  lo que se ve, sino en lo está más allá de la vista humana, alguien que pudiera analizarlo detalladamente – y no hablaba precisamente de los psicólogos, aunque algunos son buenos, los que ha conocido creen saberlo todo y hacen estúpidas pruebas que al final no sirven para nada-

 

Jongin sabía que la gente que parece demasiado común puede terminar siendo la más extraña y su profesor de literatura parecía ser de esas personas, tal vez el profesor aún no sabía el porqué de su actitud pero a Jongin le gustaba probar a la gente, estimularla para ver sus reacciones, a través de ese método supo que el profesor era demasiado cuadriculado, se notaba que le había puesto un orden inmaculado a su vida, que Jongin logro destruir y que era consciente de ello, aunque tuvo suerte de que sus trucos funcionaran con el maestro.

 

Pero no todo era cuestión de suerte, la ingeniosa mente del muchacho había conseguido información a través de contactos cercanos a él, observando al maestro en sus recorridos hacia su casa, la manera en que al llegar a su residencia sacudía sus zapatos antes de entrar, la manera en la que al llegar al salón de clases primero revisaba todo el lugar pasando sus ojos por cada rincón y luego ponía sus libros sobre el escritorio. La misma rutina siempre, la seguía como si estuviese orando, sin embargo había roto una parte de su rutina de fin de semana, en el último mes no había salido a el bar al que acostumbraba ir con sus amigos, no sabía la razón ya que ninguno de sus contactos la conocía tampoco.

 

A veces se preguntaba porque estaba poniendo tanto esfuerzo en la investigación de la vida privada de otra persona, ya había logrado obtener mucha información acerca de su profesor, tal vez más de la que debería  y a pesar de que la vida de Kyungsoo no era para nada  emocionante a Jongin le intrigaba saber porque se mantenía neutro, tan apegado a sus costumbres.

 

Ahora el investigar sobre su profesor y experimentar con sus reacciones se había vuelto su pasatiempo favorito y aunque no quería aceptarlo estaba cada vez más interesado en Kyungsoo que en su propósito inicial, Jongin terminaba repitiéndose a sí mismo que solo necesitaba a el maestro para que lo ayudara a entenderse  un poco y a encontrar lo que le hacía falta para sentirse completo.

 

Esperaba que su profesor enloqueciera un poco, quería que centrara toda su atención en él para que así pudiera ayudarlo con sus habilidades analíticas, ese era su plan, que hasta el momento salía a la perfección y más que eso…se estaba volviendo divertido, le encantaba ver las reacciones y las expresiones en el rostro del mayor, pensar en su rostro adorable y sus ojos grandes lo hacía sonreír como idiota y en ese punto se preguntaba quién se volvería loco primero… él o Kyungsoo.

 

Notas finales:

:D Qué tal?  alguna sugerencia, duda o reclamo? pueden dejar un coment con lo que quieran <3

 


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