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JaeBoo por Suzuki Sakamoto

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Notas del fanfic:

Es un fic distinto (?) ya que es una corta conversación; simplemente se me ocurrió esta extraña idea y así fue como lo dejé.

Hay tantas cosas del Líder que faltó mencionar. A mi parecer es alguien muy divertido, más por las historías disparatadas que tiende a contar. Su personalidad también me agrada, es única, despistada y que genera curiosidad al ser tan competitivo y perfeccionista; puedo quedarme hablando infinidad de cosas sobre él.

La «Pareja» Es Kim JaeJoong~ De él no sé tantas cosas, pero la amistad entre ellos me dio para escribir este one-shot. 

Espero disfruten.

— ¿Si te pido algo te negarías? — Interrogué sin pensarlo.

—Depende, todo depende, Hyun Joong.

—Debes aceptar, sin importar lo que sea. Soy tu dongsaeng, sólo di que sí y yo me encargo del resto.

Respondí con seguridad desmedida, aunque por dentro cada fibra de mi cuerpo se encontrara tiritando.

—Es extraño…  Un poco confuso.  Debo se aceptar aunque la curiosidad no me lo permite… ¿Lo has notado?

Cuestionó con una tenue sonrisa. La pose que había adoptado al estar sentado en el sofá de dos plazas  se podía notar como una pose calmada: Los brazos a la nuca y las piernas ligeramente cruzadas, para relajarlas con aquella postura.

—Claro que lo es…  Sólo tienes que aceptarlo. — Respondí en seguida.

— ¿Aceptar qué?—Frunció el seño al preguntar.

Era la conversación que más me había llevado en la vida, intentar entablar. Muchas veces la había mencionado conmigo mismo. Repitiendo cada palabra, no para ser convincente, sino para que en mi intento de darte a conocer lo que significaba en mi vida, yo pudiera ser claro.

—En verdad que lo haces difícil…

Escucha…  La persona que yo amo, es alguien a la que no puedo ver por nuestro exceso de trabajo, ella me gusta sobre todas los demás, nadie se le  compara. Su sonrisa no es única, es como la de cualquier individuo, solo tres detalles le hacen sobresalir de las otras: Dejaba ver una dentadura irregular, posee  la mirada que me enamoró, eso es lo más importante, sus ojos son pequeños y claros pero llenos de vida.

Nuestras formas de vivir son completamente  distintas. Yo soy alguien calculador,  que decide rápidamente porque creo que conozco todo de la vida, pero sólo a los ojos de los demás; generalmente soy alguien calmo, obstinado, perfeccionista, tolerable al alcohol por gracioso que esto suene, competitivo, con miedo por los insectos… Sólo las libélulas, cuando veo algo blanco inmediatamente dejó un autógrafo, la mayoría de las veces son prendas.  En cambio él es distinto, pero no del todo, tiende a actuar por impulsos sin importarle lo que pueda suceder, mayormente toma la vida a la ligera y es muy alegre, no lo detienes al hablar  y su risa, bueno… Su risa es hermosa e inigualable, pero nunca llega a ser ruidosa, cuando ríe es tímido que llega a cubrir sus delgados labios, puedo imitar su voz a la perfección, pero su risa jamás, en la cocina destaca, ama los alimentos picantes y sus mensajes de texto son más emoticones que mensaje.

Hace cerca de una década que lo conozco, sin embargo el valor no es un aliado y se fue de mi lado en el momento más importante. Me encuentro cerca de llegar a los 120 meses de ser su amigo, pero no cualquier amigo, soy uno de los más cercanos, tanto que un tiempo vivimos juntos al encontrarnos en Japón; un año. No podía verlo como deseaba ya que el trabaja  con demasiadas giras y mi concentración era por completo a los SS501 y las grabaciones de un dorama. Hay tantas cosas que deseo en la vida y entre ellas es conocerle completamente.


La situación más complicada y que había dejado en un inicio devastado fue el saber sobre su madre biológica. Ella era una mujer buena; conclusión a la que llegué al poco tiempo. Una madre que simplemente se preocupaba por el bienestar y la felicidad de Jun.  Descubriendo con ello que el hombre que yo amaba no se llamaba «Kim Jae Joong» sino «Han Jae Jun» no hay mucha diferencia; lo sé.

En ese tiempo no sólo tuvo que enfrentar los rumores que la prensa se dedicaba a dar a conocer, sino también aceptar lo que había sucedido a su corta edad de cuatro años: Como había terminado en manos de una familia que lo llenaba de amor.


Mayormente intento llamar su atención, lo he hecho de una y mil formas, sincerándome, muchas de ellas han sido erróneas… Como buenas opciones, pero ninguna que demuestre el amor que yo tengo reservado y que crece por él. En una ocasión llegamos a escribirnos una carta, era mucha la preocupación de hyun por mí que llegó a ello.  Aún la conservo ya que es uno de mis mayores tesoros, aunque no tenga demasiado impreso: «Si hay algo que te molesta, no lo guardes para ti. Estoy ahí para ti»


Este amor no es solamente físico aunque hay atracción, tampoco es sólo admiración aunque sus conocimientos me sorprenden, verdaderamente es alguien con inteligencia, bondad, carisma  y talento,  existe aprecio: claro tengo que mi vida no sería la misma si él no estuviera a mi lado ¿Y cómo puedo hacérselo saber? Posiblemente con una de esas confusas historias que no he podido tomarme el tiempo de contárselas… Si él alguna vez me preguntará, respondería encantando, sin dudar un momento siquiera… Lo haría así:

«La vida de una persona tiene distintos caminos, ninguno se encuentra trazado, todos son imaginarios; invisibles. Conforme uno hace uso del poder de la elección ellos cambian siendo más claros o peligrosos, a veces lo contrario… Nada es totalmente blanco y nada es totalmente negro, todo es gris; pero puede tornarse del color que quieras darle, sólo debes ser firme al decidir, la vida se basa en constante decisiones.  Al elegir el camino que se tomará, con cada elección sobre su  vida se van o llegan oportunidades. Es un mecanismo que se puede considerar complejo, pero no lo es; menos puedes creerte de el, por más que conozcas sus bases.

“En una noche fría; invierno, salí a comprar un café. Necesitaba una bebida caliente pero partí sin abrigo. Una mala elección ya que el clima era favorable para enfermar, cualquiera por mejor es que fueran sus defensas lo haría. Al no tomar ello en cuenta seguí con la idea de cumplir mi ¨Meta¨ adquirir el caliente.

Ya que el helado viento cambiaba la temperatura de mi cuerpo, mi concentración tanto como mis movimientos se situaban en adquirir la misma cálida temperatura que yo me había negado instantes atrás: frotando mis palmas en mis brazos ¿Al encontrarme centrado en ello, qué podía ocurrir? Por suerte mía no obtuve más que un susto de un gato hambriento que hurgaba entre los contenedores de basura. El sonido que generó el felino al remover las bolsas me tuvo tan alerta que mis manos dejaron  la fricción que me intentaba ayudarme contra el fresco de la noche. De inmediato mis casi entumecidos dedos se resguardaron en los bolsillos delanteros del pantalón que portaba. Continué concentrado en el camino de tres cuadras, deteniéndome frente al establecimiento; Cafetería a la que entré sin dudar  yendo directo al mostrador.

 —Por favor, dígale a su mejor barista que deseo un café helado.

Bromeando expresé  respecto al pedido que la encargada no pudo evitar mostrar una semblante en el que claramente manifestaba cuando desubicada era mi idea; por supuesto por el clima. Tal vez al verme sin abrigo alguno, especuló hasta llegar a la conclusión que yo era un verdadero loco y que en realidad si apetecía la fría bebida. Sino era así, ella simplemente se dedicaría a su trabajo, atendiendo. Por lo general, el lugar era de ellos donde tenías que pagar antes de que tu pedido fuera entregado, sino se proporcionaba el pago los encargados no moverían dedo alguno. En el instante que tenía que hacer la entrega del efectivo, la dichosa billetera no iba conmigo, la había olvidado ¿Acaso era demasiado mi deseo de café que ni consideré llevarla, tanta prisa tenía por consumirlo? ¿Qué hacer? Una sonrisa de idiota no me ayudaría en esa ocasión, por ello simplemente reí  posteriormente de verificar que ni dinero suelto llevaba en los bolsillos, después salí de la cafetería,  en una corta carrera a la puerta continuando dos cuadras de regreso a casa. Sí, había quedado con la pinta de un perfecto loco ante aquella chica.

Al llegar al departamento sólo marqué la clave en la parte, usando cuatro dígitos «0406»  no había llegado aún al living cuando un estornudo escapó de mis labios, abultando ellos como única queja y casi de inmediato pude observar la billetera en el sofá de dos plazas en el que permanecía recostado momentos atrás. Bufé y sin tomarla me dirigí a la cocina, buscando lo necesario para su preparación; el cual no tardé ni cinco minutos al darle el primer sorbo.

Con un mohín, la nariz rojiza  y fría aún, así regresé tomando asiento en uno de los sofás para terminar mi bebida, meditando al degustar: Si no hubiera llevado tanta prisa o más bien, si la curiosidad no me hubiera ganado al saber cuan delicioso era aquel café, gracias a los comentarios de todos los que habían podido disfrutarlos, no hubiera salido rápido de casa, sin llevar abrigo y sin olvidar la billetera. El gato tampoco me habría asustado, aunque por suerte mía era un gato y no cualquier delincuente que pudiera  ultrajarme, todo por no poner atención al camino. En la cafetería pude no sólo haber obtenido esa infusión de la que todos hablan, quizá… Quizá hasta el número del móvil de la empleada hubiera conseguido… En realidad eso no me interesaba, pero era linda; ya que en el móvil guardo con marcación rápida tu número. Y ese… Ese estornudo creo que es el inicio o lo que me asegura una corta gripe.»

No decidí bien, eso es claro, en sí no pensé sólo me dejé llevar, sin embargo en cierto momento tomé algunas buenas decisiones. Justo como lo hice al tiempo de conocerte, decidí acercarme a ti, enamorarme perdidamente y mantener un amor por años que no dejaba de crecer. Es por ello que puedo asegurar que mis sentimientos aunque no sean correspondidos por infinidad de situaciones, son los correctos. En este momento como durante los diez años que te conozco, no tengo nada por lo cual arrepentirmeEstoy amando a la persona correcta.

— ¡Vamos, dongsaeng! Dime ¿Quieres? ¿Si? ¿Si? — Solicitó con insistencia y dulzura.

—Lo diré pronto, lo prometo. — Aseguré con una sonrisa que siempre le dedicaba a él, porqué esta sonrisa sólo se la puedo mostrar a mi ángel, Boo.

 

Notas finales:

Es el primer fic que hago sobre k-pop y no podía hacerlo de alguien más que no fuera del Líder de SS501: Kim Hyun Joong.

Las couples de SS501 no son de mi agrado excepto el 2KHJ, prefiero verlo con Kim JaeJoong de JYJ, ellos son una pareja hermosa y más aún por la dulzura de Boo.

Por cierto es para Nath~ -No te quejes de como quedó >:c- (?)

(°3°)/ Es todo, cuídense bien. Gracias por leer.


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