En El Capítulo Anterior:
Sean se alejó de mí y noté que seguía mirando hacia mi boca… vi que pasaba su lengua por sus labios y vi que tomaban un brillo y se volvieron más rojos de lo normal… esta vez fui yo el que me acerqué y lo besé… solo puse mis labios sobre los de él… sentí que ponía una de sus manos sobre mi pecho, Sean volvió a abrir la boca y atrapó mi labio inferior, y después, sentía que lo succionaba, fue como aquella vez en la que limpiaba la alfombra de la sala junto a Tom, esa vez utilizábamos una aspiradora y Tom la había puesto sobre mi piel…la cual había quedado con un círculo rojo… pero se sentía casi lo mismo, con la diferencia de que esta vez… me había gustado… sentía que lo succionaba y parecía que iba a lograr arrancármelo… puse mi mano libre sobre el hombro de Sean…
Sean volvió a alejarse… me miró fijamente y pude sentir cómo con su mano sobre mi pecho iba empujándome lentamente… hasta que mi espalda, terminó completamente sobre su cama…
Nos miramos por unos instantes, su mano aún seguía sobre mi pecho, el cual se movía lentamente de arriba hacia abajo, Sean no apartaba su mirada de mi… y eso me ponía nervioso, sentía mi rostro caliente y que mi cuerpo entero sudaba al mismo tiempo… era una sensación extraña… desvié mi mirada hacia la ventana de la habitación de Sean… quien aún seguía mirándome fijamente… me sentía nervioso con tan solo saber que Sean estaba muy cerca de mi… no decíamos nada y parecía que el tiempo en esa habitación se había detenido… parecía… un momento infinito…
Sean quitó su mano de mi pecho, y fue entonces que regresé mi vista a él, puso sus manos extendidas a cada lado de mi cabeza y noté como se acercaba de nuevo, y mi rostro, volvió a calentarse… intenté hundirme en la cama para poder mantener mi distancia con Sean… pero era imposible…
-no… no te acerques…- mi corazón se aceleró… y no pude evitarlo, extendí mi mano y la puse sobre el pecho de Sean, él vio un momento mi mano y… saqué un impulso, el cual hizo que Sean saliera volando y terminando contra la pared… rápidamente me senté en la cama y vi hacia donde Sean se encontraba… -yo… yo no… lo… es que… yo lo… lo siento… no quise… y salió por si solo… yo…- Sean me miró… pero no estaba molesto, más bien estaba sonriendo… de nuevo nos quedamos viendo…
-¡Dany!- escuché la voz de Tom llamándome, miré hacia el pasillo, el cual aún se veía porque la puerta de la habitación de Sean, estaba abierta…- ¡Dany!, ¡ya tardaste mucho!-la voz de Tom se fue acercando hacia donde estábamos y cuando dejó de sonar Tom se asomó por la puerta de Sean, primero me miró y después miró hacia donde estaba Sean, porque él aún seguía sentado en el piso y recargado en la pared, escuché que Tom hacia un ruido con su boca para después empezar a carcajearse, lo miré fijamente y vi que se llevaba una mano al estómago para después caer al piso, aun carcajeándose… ¿le dolerá algo?... pero parece… que el dolor le producía risa… ¿eso era normal?... a mi cuando me dolía algo me quejaba y no reía… Tom de verdad era, como decía Tía Lucy, “un retrasado mental”… aunque no entendía aquello… Tom dejó de reírse un momento y se sentó en el piso, mirando hacia Sean
-¿Dany sacó las garras?- vi que le sonreía a Sean y volvió a carcajearse, miré mis uñas y las vi normales ¿garras? Yo no tenía garras… no que yo supiera… noté como Sean se levantaba del piso e inmediatamente Tom también se levantó, se acercó corriendo hacia mi poniéndose atrás de mi espalda y tomándome fuertemente de los brazos, como si yo fuera un escudo… -Da…Dany, dile a Sean que no haga nada…- miré a Tom y después pasé mi vista a Sean, se puso delante de mí, me miró un momento y después, salió de su habitación sin decir nada. Me quedé viendo un momento por donde Sean había salido ¿se habrá molestado por el golp?… ¡no me disculpe por haberlo golpeado!... me llevé una mano a mis cabellos y los jalé un poco ¡cómo se me pudo haber olvidado!, ¡Ahora Sean estaba molesto conmigo!... ¿Qué iba a hacer?... ¿Sean se enojara tanto que ya no me hablará?... ¡No!, no, no, no… Sean… -oye Dany, ¿Qué te pasó en la mano?- salí de mis pensamiento y logré escuchar la pregunta de Tom, noté que ya estaba sentado a mi lado y que me tomaba de la mano que estaba envuelta por la venda que Sean me había colocado
-me recargué en los vidrios que quedaron en la ventana y… me lastimé…- … también miré mi mano y… me di cuenta de que Sean me había curado… mientras que yo… yo lo había lastimado… solté un suspiro… realmente…
-debes tener más cuidado Dany, veo que también pisaste los vidrios- esta vez Tom se hincó frente a mí y tomó mi pie herido
-…si… no tengo mis zapatos puestos…- miré mi pie sano y moví un poco mis dedos…
-parece que ya no podremos seguir jugando Béisbol- dejó mi pie delicadamente sobre el piso y levantó su mirada hacia mí-debemos esperar a que estés bien-… no me ponía nervioso que fuera Tom el que me estuviera viendo, ni ninguna otra persona de la fábrica… solamente era con Sean… que con tan solo pensar su nombre… su imagen aparecía en mi mente y… quería tenerlo cerca… mi cuerpo temblaba y mis manos sudaban… tan solo… con imaginármelo… -hey Daaaany…- vi como Tom pasaba una mano extendida frente a mi rostro, parpadee varias veces y lo miré fijamente
-¿si?-… Tom me miró un momento…
-no nada, debemos encontrar algo con que entretenernos, algo que no necesite esfuerzo físico…- puso sus dedos en su barbilla y miró hacia el techo de la habitación, después sacó un sonido de su boca… me lo quedé mirando hasta que puso su vista en mí y sonrió-ya sé lo que vamos a hacer para no aburrirnos- Tom me tomó de la muñeca y me hizo levantar de la cama, pero mi pierna izquierda flaqueó y casi caía si no fuera porque Tom me sostuvo fuertemente de la muñeca y pasaba un brazo por mi cintura- eso estuvo cerca, lo siento, no recordé lo que tu pie- me hizo pasar mi mano lastimada por atrás de su cuello y me dio un poco de soporte, el dolor desapareció –caminaremos lento, iremos a mi habitación para ver qué buen juego encontramos- si estaba seguro, su habitación se encontraba al lado de la cocina, que eran divididos solamente por un pasillo hacia el cuarto de máquinas antiguas de la fábrica, solo debíamos bajar las escaleras y atravesar la sala, noté que su rostro estaba muy cerca del mío, pero mi cuerpo no reaccionó en nada…
Caminamos uno al lado del otro, Tom sosteniéndome y yo dando pequeños pasos sin tener que apoyar mi pie lastimado, realmente dolía, era como sentir otro vidrio enterrándose en la planta de mí, y que ese vidrio llegaba hasta mi cadera, dándome un dolor horrible acompañado de una punzada…
Caminamos por todo el pasillo, a un paso lento, y hasta que llegamos al inicio de las escaleras, él me levantó un poco del piso y comenzó a bajar las escaleras, mis pies colgaban y apenas un poco rozaban el piso. Cuando terminamos de bajar las escaleras, ambos soltamos un suspiro y Tom comenzó a reírse
-realmente necesito hacer más ejercicio- me dejó con cuidado en el piso y solo le sonreí ¿ejercicio? ¿Para qué?... Tom dejó de reírse y me guio por la sala, después, nos pusimos frente a la puerta de su habitación, la cual era de madera y con el picaporte en un color dorado. Nunca había entrado a otra habitación que no fueran, la sala, la cocina, el cuarto de Sean y el mío… estaba ansioso de ver otra zona de la fábrica…
Tom abrió por completo su puerta y vi que el interior estaba oscuro…
-vamos- Tom volvió a ayudarme y juntos, entramos a su habitación.
Narra Sean
Llevé una mano a mi pecho, ya que ahí fue donde realmente me ardía, el impacto de Daniel, sería mortal para cualquier otra persona sin poderes, o alguna persona con poderes débiles…
Di otro salto y me alejé aún más de la fábrica, me dirigía hacia el mar, quería reprimir esas enormes ganas de hacer girar el cuello de Thomas hasta que la cabeza le colgara… pero… vaya que Thomas tenía un buen escudo… un escudo humano y ese era Daniel… puse mis ojos en blanco y solté un suspiro ruidoso, por ahora, Thomas no era el que me preocupaba, el que tenía en mente era Daniel… Daniel, Daniel, Daniel, Daniel, Daniel mi mente no estaba en otra persona que no fuera él.
Empecé a ver a lo lejos el mar, aumenté mi velocidad y llegué a la orilla del mar.
Me senté sobre la arena y la brisa choco contra mi rostro, miré un momento las olas chocar unas contra otras, el sol estaba en su punto, eran las 2 de la tarde, pronto Lucy empezaría a reunirnos para comer juntos, vería de nuevo a Daniel… si no es que se iba a alguna parte… y posiblemente junto a Thomas… vaya que Daniel sabía crearme celos… y lo peor, es que él no era consciente de lo que provoca en los mi…
Me quedé observando fijamente la extensión del mar, el aire soplaba despacio y daba un estado de tranquilidad… de pronto la imagen de Daniel apareció entre mis pensamientos… su rostro sonrojado, su cuerpo tan tenso, observándome como si fuera a hacerle daño de alguna forma… su mirada tan inocente, sus finas cejas en un ángulo de preocupación, sus labios secos y pálidos… sonreí un poco, de alguna forma… todo eso me gustaba de él… me gustaba… observarlo…
Aún no podía creer que él se confesara a mí, fue algo que realmente… no me esperaba… verlo frente a mí, diciéndome todo lo que pensaba de una forma tan… tan única… tan… especial…
Verlo nervioso, temblando por la reacción que yo tendría ante cualquier acto de su parte, realmente era encantador verlo.
Verlo de reojo mientras me observaba escondiéndose atrás de un libro… me empecé a reír en voz alta, realmente… era encantador… cada cosa inocente que hacía… me fascinaba…
Escuché un ruido a mis espaldas, active mi poder y me levanté rápidamente poniéndome en posición de ataque… vi hacia el interior del bosque y no noté nada… entrecerré mis ojos y seguí vigilando…
Salió James de entre los árboles
-hasta que te encuentro- se acercó a mí-quita tu poder que me pones nervioso- volví a la normalidad y de nuevo me senté sobre la arena, James suspiró y nos quedamos en silencio un momento…-los pasatiempos de Daniel no están tan mal después de todo, es muy relajante estar aquí- simplemente lo escuché pero no le respondí, aunque tenía razón, los pasatiempos de Daniel, eran realmente buenos. James se sentó a mi lado-Lucy me dijo que ya fuéramos a comer-
-si- me levanté de la arena
-y dime ¿Qué tanto estuviste haciendo con Daniel? Tardaron mucho en buscar una pelota, para que al final, no la encontraran- miré un momento a James, y él se levantó de la arena
-eso no te incumbe-… me ponía molesto el simple hecho de saber que alguien más podría saber de la confesión que me hizo Daniel, no, no quería terceras personas. Empecé a caminar al interior del bosque y James me siguió
-hay pero que malo eres, ¿sabes? Tengo 23 años y tú 21, es obvio que tengo más experiencia que tú en varios asuntos, podría darte algún consejo- me detuve y mire a James
-no- lo miré seriamente y seguía caminando rumbo a la fábrica
-de acuerdo, estoy consciente que puedes llegar a ser más terco que Lucy-
-que bien que lo sabes-… murmuré y lo miré de reojo, él sonrió
-Daniel es un chico que no sabe nada de este mundo de amores, así que, trátalo bien ¿sí? Puedes llegar a ser muy bestia de vez en cuando, y no quiero que tenga más traumas- le sonreí y ambos seguimos con nuestro camino de regreso a la fábrica.
Al llegar, todos ya se encontraban sentados alrededor de la mesa, noté que Daniel y Thomas estaban sentados uno al lado del otro, Thomas platicaba con Daniel y Daniel sonreía…
-bien chicos, ya están todos ¿verdad?- Lucy entró a la cocina, nos miró a cada uno y después sonrió-que bueno- dijo después de comprobar que todos estábamos
-¿Qué vamos a comer?- le preguntó Thomas, y en vez de que lo viera a él, mi vista se puso en Daniel, quien estaba jugando con los cubiertos, moviéndolos con sus poderes
-comeremos crema de espinaca y pechuga empanizada rellena de queso amarillo y jamón- seguí mirando a Daniel y vi cuando hacia una mueca de disgusto al escuchar la palabra “espinaca”… recordé aquellos tiempos en los que aún estábamos en el laboratorio…
Escena Retrospectiva (Flash Back)
Desperté y de inmediato sentí mi cuerpo adolorido, ese mocoso de Daniel había aprovechado el momento justo en que me distraje cuando vi que le sangraba la nariz… me llevé una mano al brazo izquierdo, el cual estaba vendado del hombro hasta mi codo, apenas fue un roce pero, era un roce letal si me lo hubiera dado más abajo, justo sobre el corazón.
Me levanté con cuidado de la cama, me quité el pijama y me puse ropa del diario, ese día no tenía entrenamientos, así que andaba libre, podría investigar más sobre los laboratorios y posiblemente robarme más planos.
Cuando estuve bien vestido, con la cara lavada y dientes limpios salí de mi habitación rumbo a el comedor principal, pasé frente a la puerta de Daniel y vi que ya no tenía el seguro en ella, ahora estaba en verde ese foco el cual anunciaba, que Daniel ya había salido de su cuarto, regresé mi vista al frente y caminé por varios pasillos, hasta que llegué al comedor, lo busqué con la mirada y lo vi sentado al fondo.
Siempre solo.
No le hablaba a nadie que no fuera ese tipo de nombre Noé, con el único que siempre lo veía, tal vez Noé tenía entrenamiento a tan tempranas horas. Me senté al otro extremo del comedor, Daniel estaba recargado con su hombro izquierdo en la enorme ventana que había, siempre mirando hacia el exterior, siempre despeinado y ojeroso, se le veía el cansancio desde donde me encontraba, sus ojos se mantenían entrecerrados y parecía que solo esperaba a que se cerraran por competo, vi que suspiraba, siempre lo hacía cada que veía hacia los jardines sintéticos ¿Qué pasara por su mente en estos momentos?... yo estaba seguro que Daniel no era de aquellos chicos que buscaban escapar, siempre tan sumiso ante cualquiera, dejándose hacer… es por eso que Daniel no me agradaba.
Vi cómo se acercaba una enfermera a su mesa, en sus manos llevaba una charola con 2 platos, un vaso con algo blanco, y cubiertos, la enfermera los puso frente a Daniel y él ignoró a la enfermera. Cuando la enfermera se alejó vi de nuevo, que Daniel suspiraba, vi el interior del plato y noté que era crema de espinaca, algo muy común en la dieta de Daniel, vi como insertaba la cuchara a la sopa y luego tomaba una porción, se acercó la cuchara a la boca pero se detuvo… vi que primero olía un poco su comida, yo también sabía que le ponían medicamentos a su comida, Daniel hizo otra mueca y regresó la cuchara a la crema, hizo a un lado el plato y siguió con el siguiente, el cual era una ensalada con unos trozos de carne, que de igual manera, debían tener vitaminas.
Vi que estaba vez la comenzaba a comer, pero con sus dedos, dejando a un lado los cubiertos, hacia a un lado la ensalada y solo se enfocaba en disfrutar la carne… Daniel, ¿Qué vas a hacer con la comida que te sobre?... me lo quedé observando fijamente, comía y masticaba lentamente, vi que agarraba el vaso con el líquido blanco, también hizo una mueca de disgusto pero se la empezó a tomar, después puso de nuevo su vista al exterior, y de nuevo suspiraba… ¿Por qué no intentarás escapar?... claro, tienes miedo de no saber lo que te espera afuera, conformándote con toda esta mierda que nos rodea… de verdad que te odiaba…
Vi que sus platos empezaron a flotar, ¿utilizaría sus poderes?, los platos flotaron hasta quedar rosando con el piso, se acercaron hasta un bote de basura, y cayeron. realmente era bueno haciendo eso sin que nadie se diera cuenta… vi que se limpiaba la boca con una servilleta y se levantaba de su asiento, se dirigió a la salida y pasó frente a mí, me miró de reojo y cuando se dio cuenta de que lo observaba aparto rápidamente su mirada, que bueno, que me tenía miedo.
Fin Escena Retrospectiva (Flash Back)
Miré atentamente a Daniel, esta vez, estaba comiendo sin hacer muecas y dejando limpio el plato, se le veía más contento, y eso, me ponía feliz.
Cuando todos terminamos de comer vi que Thomas tomaba de la mano a Daniel y lo hacía levantar de su asiento
-¿A dónde van Thomas?-Lucy se me adelantó con la pregunta
-a mi habitación- hice que la cuchara que tenía en mi mano se doblara y partiera a la mitad… si no fuera porque Thomas tenía agarrado a Daniel de la mano, ya le habría soltado un ataque al interior de su cuerpo…
-bien, pero no hagas estupideces- le advirtió Lucy, no Lucy, dile que no toque a Daniel con tanta confianza… ¡y Daniel no decía nada! ¡Y no se quejaba!... de verdad que me sacaba de mis casillas… vi como ambos salían de la cocina.
-tranquilo Sean, Dany no se dejará hacer nada- me di cuenta de que los únicos que quedaban en la cocina, eran Lucy, James y yo. Lucy recogía los trastes sucios y James se sentó a mi lado-pero deberías cuidar más a Daniel, Tom ya lo puso en su mira- mire a James, él estaba jugando con un salero
-si Sean, debes estar más atento, si no, saldrás perdiendo-ahora fue Lucy la que me hablo, la miré de reojo, y estaba sonriendo-Tom es bueno conquistando corazones, y uno tan inocente como el de Dany…-… la miré fijamente
-ambos cállense- me levanté de mi silla y miré a ambos- no les pregunté nada- active un momento mi poder y salí de la cocina, también esos dos, me mandaban lejos de este mundo.
Para poder relajarme un poco más iría al cuarto de Daniel, ahí nadie me molestaría con monólogos estúpidos. Salí de la cocina y pasé frente a la puerta de la habitación de Thomas… escuchaba risas de su parte… iba a hacer que tuviera una muerte, lenta y tortuosa, de eso me aseguraría yo.
Subía las escaleras y llegué al segundo piso, primero me dirigiría a mi habitación para recoger los cristales y evitar que alguien más se lastimara.
Entre a mi habitación y me dirigí a la ventana, me asomé un momento y el sol le dio directo a mi piel, el clima era bueno. Me agaché y empecé a recoger los cristales pequeños, noté que debajo de mi cama estaba la dichosa pelota… pero bien… sin esa pelota no hubiera hecho que Daniel… estuviera sobre mi cama… miré hacia mi cama, aún seguía un poco arrugada, y pensar que Daniel estaba acostado ahí… recordar su expresión de preocupación… creo… que debía ir más lento con él, Lucy tenía razón, Daniel era muy inocente y podría asustarlo fácilmente… debía… controlarme… ya nos habíamos besado, era un paso de muchos… llevé mis dedos a los labios y recordé el tacto de Daniel sobre los míos, los cuales temblaban y se movían torpemente, pensando antes de hacerlo, y decidirse si, si hacerlo o no hacerlo, realmente era magnífico… ver su rostro de nerviosismo era algo que quería ver siempre… y que solo sucediera conmigo… de eso me encargaría yo.
Al terminar de recoger los cristales, los tiré en el bote de basura que había en mi baño y salí de mi habitación cerrando con seguro la puerta.
Me dirigía a la habitación de Daniel y entré, siempre era un lugar silencioso pero que tenía la esencia de Daniel… me quedé viendo su habitación un momento, viendo como el aire movía lentamente las cortinas y el sol entraba con débiles rayos… era una imagen muy parecida a Daniel…
Me acosté en su cama y miré el techo… Daniel, Daniel, Daniel… realmente eres increíble…
Miré de nuevo la hora en mi celular, marcaban las 11:45 de la noche, ya era tarde y Daniel aún no regresaba a su habitación. Me encontraba acostado en medio de su cama, la tarde la había pasado leyendo los libros que Daniel guardaba en su armario, me había entretenido pero ahora… la presencia de Daniel iba escapando de su habitación. Volví mi vista a el libro pero no pude seguir leyendo… apreté el libro entre mis manos, Thomas… ese bastardo… me las pagaría caro por entretener y TENER a Daniel por mucho tiempo junto a él… iba a morir…
Me levanté de la cama y salí de la habitación, bien, si Daniel no iba, yo iría por él, no permitiría que durmiera en otra parte y MENOS con alguien más…
Bajé las escaleras y atravesé la sala, iría por Daniel a la habitación de Thomas… pero… vi por el rabillo del ojo que Thomas estaba en la cocina… lo miré, estaba de espaldas a mi… me acerqué y entré a la cocina, miré fijamente hacia Thomas y él sintió mi mirada haciendo que volteara
-hey Sean ¿Qué cuentas?- vi que tenía un vaso en una mano, luego se lo llevo a la boca y tomó el agua a sorbos
-¿Dónde está Daniel?- el levantó una ceja y sonrió
-no te preocupes, él está acostado en mi cama, quedó completamente dormido, ya lo tapé bien para que no se resfríe, no te preocupes- amplió su sonrisa
-escucha, no quiero que estés más con Daniel- me recargué en una pared y me crucé de brazos, mirando fija y seriamente a Thomas, el dejó su vaso sobre la mesa e igual se recargó sobre ella, cruzándose de brazos
-¿a, si?- nos miramos fijamente -¿Qué pasa si me opongo?-nos seguimos mirando fijamente y ambos nos movimos a gran velocidad, pero fui más rápido, lo tomé por el cuello y lo hice estrellarse contra la pared de la cocina, haciendo que temblara un poco, lo elevé y él puso sus manos sobre mi mano
-si me matas, Daniel no te lo perdonará-no miramos fijamente… no me había dado cuenta de que mis ojos se habían transformado, listos para atacar… apreté un poco más y después solté a Thomas, quien cayó al piso
-aléjate de él- no lo miré y salí de la cocina… debía calmarme porque si no lo hacía, realmente era capaz de matarlo en ese preciso instante… caminé lentamente hasta que estuve frente a la habitación de Thomas, abrí la puerta y vi que todo estaba oscuro, entré y me moví silenciosamente, pude distinguir que en la cama de Thomas se encontraba Daniel, me acerqué y pude ver su rostro gracias a la luz de la luna que se colaba por las ventanas que había, lo vi respirar tranquilamente, acaricié un poco sus cabellos, vi de reojo que Thomas se recargaba en su puerta
-debo dormir- fue lo único que dijo, regresé mi vista a Daniel y lo destapé un poco- llévatelo con las cobijas, tengo más guardadas y no quiero que se enferme- de nuevo escuche la voz de Thomas, esta vez, le haría caso, envolví bien a Daniel con las cobijas y lo cargué.
Cuando salí de la habitación Thomas entró cerrando la puerta sin delicadeza, Daniel se removió entre mis brazos y me quedé quieto, en medio de la sala y de la oscuridad. Daniel dejó de moverse y empecé a subir las escaleras rumbo a su habitación.
Al entrar a su cuarto, apagué las luces y lo dejé sobre su cama, lo miré un momento más y volví a acariciar sus cabellos… realmente… no quería que nadie más estuviera con él… me incliné hacia él y lo miré de cerca… su rostro relajado, sin esos sonrojos y su cejas en su posición, me acerqué más y lo besé en los labios… aún los tenía secos… que adorable… sonreí un poco y me acosté a su lado… lo observé un poco más y lo abracé por la cintura… noté que Daniel sonreía entre sueños… de verdad… Daniel…
Suspiré.