Desperté sintiendo un gran escalofrió en todo mi cuerpo, el aire que entraba por mis fosas nasales era helado… jalé un poco más las cobijas hasta que mi nariz pudo recibir aire caliente, entreabrí mis ojos y primero vi borroso, me los tallé un poco y mi vista se aclaró, parpadee un par de veces y me quedé viendo toda la habitación, solté un suspiro y miré a mi lado… ahí estaba Sean, aún tenía los ojos cerrados y se le veía tan tranquilo… sonreí un poco y acerqué mi mano a su cabello para poder acariciarlo, me lo quedé viendo un momento, hasta que mi vista se posó en la pequeña ventana que había, podía ver que algo estaba cayendo… me quedé viendo fijamente hacia el exterior de la ventana… ¿Qué era eso?... sin hacer ruido, me fui levantando lentamente de la cama, acercándome a la ventana, me giré y comprobé que Sean aún estaba durmiendo… mi vista regresó al exterior de la ventana, me puse de puntitas, ya que esa ventana estaba más alta que cualquier otra de la fábrica, miré hacia el exterior y… sonreí…
¿Será?... de verdad… ¿era eso?...
Me acerqué a la puerta de la habitación y fui girando lentamente el picaporte, todo sin dejar de mirar hacia Sean, quien aún seguía durmiendo. Salí de la habitación y entrecerré la puerta para evitar ruidos indeseados. Caminé lentamente por el estrecho pasillo que había, el piso era de madera por lo que tuve que andar tranquilamente para hacer que la madera no rechinara a cada paso que daba. Al llegar al inicio de la sala me asomé un poco y comprobé que nadie estaba despierto aún, sonreí un poco más y esta vez troté hasta llegar a la entrada principal de la fábrica, quité los 5 seguros que tenía y deslicé la puerta apenas un poco, pasé de perfil y salí al patio de la fábrica… lo que veía… era magnifico… había leído muchas cosas sobre ella, había querido tocarla y verla de verdad… y estaba… ¡estaba frente a mí!, miré el piso… todo estaba cubierto por… Nieve… miré hacia el cielo y vi que estaba de un color grisáceo y en algunas partes de un color gris más potente… di un paso hacia el frente y mis dedos tocaron la nieve… era fría, muy fría… di otro paso hacia adelante y esta vez, mis dos pies desaparecieron entre la nieve… volví a mirar hacia el cielo y vi como caía la nieve, parecía millones trocitos de papel fríos… extendí una de mis manos y la nieve empezó a acumularse en la palma de mi mano… era… sensacional… debía llamar a Sean y verlo juntos, así, era más hermoso…
-¿!que estás haciendo ahí Dany!?- me giré y vi que al lado de la puerta estaba Tom, aún tenía la pijama y unas… pantuflas… de dálmatas… si, así se llamaban esos animales… ¿o no?... Tom se acercó a mí y me tomó del brazo-vamos al interior de la fábrica- empezamos a entrar a la fábrica- ¿Qué pensabas? Te puede hacer daño y ¡mírate!- me empezó a sacudir el cabello y un poco de nieve salió volando-espero que no te haga daño, ¡también saliste descalzo!- me miro Tom… se veía molesto…- ponte mis pantuflas- vi como sacaba sus pies de las pantuflas y me las ofrecía-vamos, vamos póntelas-… me apuré y me puse las pantuflas…aún estaban calientitas… -oye Dany…- miré a Tom
-¿Qué pasa?- moví mis dedos en el interior de las pantuflas
-ayer dijiste que dormirías conmigo… pero ¿Qué crees?...- vi que no parpadeaba… se me estaba figurando a la misma mirada que Sean me daba cada que hablaba de Tom…
-¿paso algo en mi cuarto?-…
-no, eso no, lo que pasa es que desperté y vi que ¡no estabas!-… levantó un poco la voz, su rostro mostró facciones de enojo… -de seguro te levantaste a mitad de la noche y te fuiste a dormir con el estúpido de Sean-… puso sus puños sobre su cadera e hizo de lado su boca…
-tienes razón Thomas, Daniel pasó la noche conmigo-… escuché que la voz de Sean se acercaba a donde nos encontrábamos, mi vista se pasó al estrecho pasillo y de ahí salió Sean, venía con su pijama y descalzo, vi como bostezaba un poco y se pasaba los dedos por su cabello haciéndolo hacia atrás… me di cuenta de que tenía mi boca abierta y rápidamente la cerré… desde cuando… ¿desde cuándo veía a Sean tan perfecto por las mañanas?... sonreí un poco y Sean se puso a mi lado
-Dany, tu prometiste que dormirías conmigo- ahora miré a Tom…
-¿lo hice?...- escuché como se reía Sean… lo miré de reojo… se veía… tan…
-ya déjalo, vamos a tu cuarto, por lo menos pasaras la mañana conmigo-… Tom me tomó del brazo y me jaló hacia él-vamos-…
-aguarden-… escuche la voz de Sean y ambos lo miramos, Sean se puso frente a mí, me tomó de la barbilla y me hizo levantar mi rostro… nos miramos fijamente… -dime Daniel, ¿quieres pasar conmigo la mañana, tarde y noche?-… su voz y su mirada estaban diferentes… hasta el punto en el que por un momento se me había olvidado el cómo se hacía para poder respirar… -¿Qué dices Daniel? ¿Aceptas?-… acarició mi barbilla y su vista por un momento se puso sobre mis labios… si… si, su vista iba hacia mis labios… ¿o era hacia mi barbilla?... no lo sabía con certeza…
-si… si, contigo…- recordé como respirar de nuevo… Sean sonrió y tomó mi mano libre
-sigo aquí ¿saben?-… escuché vagamente la voz de Tom… pero no le hice caso…
-…vamos…- Sean me liberó del agarre de Tom… me sentía… extraño con esa mirada que Sean me estaba dando…
-hagan lo que quieran, me largo- vi que Tom empezaba a subir las escaleras… ¿Qué había sucedido?... era extraño… cuando vi a Sean… todo se detuvo… fue un momento… muy extraño…
-vamos Daniel-… volví a escuchar la voz de Sean… esta vez… su voz ya estaba casi a la normalidad… solo asentí y empezamos a caminar con dirección al cuarto de donde ambos pasamos la noche… caminé atrás de Sean, él tomaba mi mano y podía ver su cabello por la parte de atrás… ahora su cabello, le cubría un poco más del cuello… era perfecto… vi hacia el piso y noté que aún llevaba puestas las pantuflas de Tom… debía regresárselas, de seguro las necesitará…
-¿Sean?-… levanté mi vista y el me miro de reojo
-¿Qué sucede?-… pero no nos detuvimos
-debo regresarle a Tom sus pantuflas de dálmatas-… Sean se detuvo y giró a verme, miró las pantuflas y empezó a reírse…
-esos no son dálmatas Daniel, son otros animales que se llaman vacas-… Sean me miró y sonrió… ¿vacas?... –y yo se las entregaré después, ahora vamos a dormir un rato más, aún es temprano ¿Qué hacías despierto? ¿No podías dormir?-… ambos entramos a la habitación, pero Sean no soltó mi mano
-es que… está nevando y yo… nunca, nunca había visto nevar y… quería tocarla…- vi como Sean cerraba la puerta y le ponía seguro…
-la veremos más tarde, por ahora…- vi que sonreía… y esa mirada regresó a él… su mirada era como un imán para mi… puso su vista en nuestras manos y fue jalándome hacia él… -ven, acércate-… este Sean… me agradaba… era como si fuera indestructible… me acerqué a él y mantuve mi vista en su pecho… cubierto apenas por la playera de su pijama… -¿estas nervioso?-… solo moví mis ojos hacia Sean
-… un poco…- me gustaba estar así con Sean
-quiero que estés más nervioso-…
-¿más?- levanté mi rostro, Sean sonrió
-si- amplió su sonrisa y vi cómo iba acercando su mano a mi rostro, hasta que tocó mi mejilla, pasé mi lengua por mis labios humedeciéndolos un poco, Sean sonrió y con su pulgar tomo parte de mi barbilla y luego subió a acariciar mis labios… -ven- Sean quitó su mano y me llevó hacia la cama - acuéstate a mi lado-… ambos nos metimos entre las cobijas, yo del lado de la pared, nos tapamos bien con las cobijas, las cuales ya estaban frías pero poco a poco empezaron a darnos calor, Sean aún no soltaba mi mano, ambos nos quedamos en silencio, yo boca arriba y el en posición fetal viendo hacia mí, podía ver por el rabillo del ojo que Sean me observaba atentamente… mi vista empezó a pasarse por todas las paredes y cosas que había en ese cuarto… pero nada me hacía distraerme de la mirada que Sean me estaba dando…
-¿Por qué me miras tanto?-… me hacía sentir nervioso…
-¿no te gusta que lo haga?-… lo miré y vi cómo se acercaba a mi
-no… bueno si… pero… es extraño…- de la mano que aún tenía libre, mis dedos empezaron a jugar entre sí
-entonces no veo razón del porque dejar de mirarte ¿o sí?-… vi como movía una mano hacia mí y la pasaba por mi nuca, empezó a acariciarme los cabellos, yo solté un pequeño suspiro-tranquilo, aún no haré nada más que esto-… no pude apartar mi vista de él… ¿Qué quería decir con eso?, ¿Aún no me hará nada?... ¿Cómo qué?... noté como Sean se acercaba más a mí-no te muevas-Sean se enderezó y yo también lo hice- dije que no te movieras- puso una mano en mi pecho y me volvió a recostar, me miró un momento más, se fue inclinando poco a poco hasta que su rostro estuvo ceca del mío… ladeó un poco su cabeza y me besó, pasó una mano a mi nuca acercándome más a él, ya empezaba a entender todo eso de mover los labios, simplemente… me dejaba guiar por Sean, el ladeaba su cabeza de un lado a otro con diferentes tiempos… hasta que sus dientes jalaron uno de los míos y por inercia mi labio superior se elevó, fue entonces cuando la sentí.
Su lengua había entrado en mi boca, abrí mis ojos y vi a Sean con los ojos cerrados, su lengua se paseaba por mis dientes, mis mejillas internas y fue hasta que su lengua, rozó la mía, empecé a mover mi lengua, porque creía que eso era lo que se tenía que hacer, su lengua era húmeda, suave y ligera… Sean pasó su lengua por debajo de la mía… me dio un escalofrió por todo el largo de mi espina dorsal, ahora su lengua se movió sobre la mía, lo hacía tan lentamente que el aire entraba tranquilamente por mi nariz, sentía que Sean hacia succión a mi lengua, era como si quisiera arrancármela… sin que me doliera… dejé de sentir la succión y sus dientes volvieron a jalar mi labio inferior… hasta que Sean dejó de besarme.
Fue entonces que solté un suspiro.
-¿te gusto?-… nos miramos fijamente, con su pulgar acarició mi mejilla, moví mi lengua un poco y comprobé que aún seguía en mi interior, Sean no me la había quitado-¿Daniel?-
-¿he?...-
-te pregunte, si ¿te gusto el cómo te besé?-llevé mi mano a mis labios y jalé el inferior
-…si… si me gusto-… no vi a la cara a Sean, pero sabía que estaba sonriendo… sonriéndome…
Así nos quedamos, acostados el uno al lado del otro, él me platicaba sobre la nieve, la lluvia, los rayos, los temblores… todo me parecía fascinante… de vez en cuando besaba mis nudillos y los dejaba un momento cerca de sus labios… rosándolos apenas un poco con ellos… y nos manteníamos en silencio… simplemente… disfrutando el estar con Sean…
Cuando el teléfono de Sean hizo un extraño ruido, ambos salimos de la habitación, Sean me mostró la pantalla de su celular y pude ver que estaba un enorme reloj que marcaban las 10:12 AM, fue entonces que fuimos a desayunar juntos y sin soltarnos de las manos…
Al llegar a la cocina, vimos que ya no había nadie en la mesa, Sean me dejó en mi lugar y el empezó a hacer nuestros desayunos
-¿Qué vamos a desayunar?-… mire hacia donde Sean estaba, pude verlo dándome la espalda y cortando algo
-fruta picada con yogurt, jugo de naranja y gelatina-… se escuchaba delicioso el desayuno, sonreí un poco y mis dedos empezaron a pasarse por la mesa, ambos quedamos en silencio, un silencio que se me hacía tan normal… y sin sentirme incómodo… miré atentamente mis dedos y me di cuenta de que estaban más largos y delgados, mis uñas estaban un poco largas y mis palmas seguían igual de blancas, me froté un poco los nudillos recordando los labios de Sean sobre ellos, sonreí…
Vi que Sean ponía frente a mí un plato, el cual estaba lleno de fruta picada y… ¡sin fresas!, me entregó un tenedor y un bote de yogurt, el cual empecé a vaciar sobre la fruta y me llevé el primer bocado a la boca… ese yogurt… me fascinaba…
Sean se sentó a mi lado e igual empezó a desayunar, seguimos platicando sobre el clima, él me contaba cosas sorprendentes… tanto que se me hacían imposible de imaginarme… sentir la lluvia, los temblores, escuchar los rayos… todo… nada de eso lo conocía mi cerebro… y me daban ganas de conocer al lado de Sean… lo miré de reojo y vi como masticaba lentamente la fruta, él si tenía fresas en su plato, me volví a concentrar en mi plato con comida mientras daba pequeños sorbos de mi jugo.
Una vez que terminamos de comer la fruta y de tomar el jugo, ambos salimos de la cocina con nuestra gelatina en mano y nos fuimos a sentar en el sofá de la sala, mi gelatina era de un color verdoso, mientras que la de Sean era roja… se veía más deliciosa la de él… nos sentamos uno al lado del otro y en silencio empezamos a comer nuestras gelatinas mientras veíamos documentales en mi canal favorito Animal Planet, de reojo veía como Sean comía de su gelatina, y miraba de nuevo mi gelatina… de verdad que la de él, se veía más rica…
-¿Qué pasa Daniel?, miras mucho mi gelatina- vi cómo se llevaba otra cucharada a la boca y lo miré a los ojos
-es que la tuya… se ve más rica…- volví a mirar mi gelatina y la moví un poco me gustaba ver como se movía, era divertido hacerlo y ver como temblaba por nada
-¿quieres de la mía?-… miré a Sean sonriendo
-¡sí!- vi como Sean tomaba una porción con su cuchara
-di, Haa-… y fue acercando su cuchara a mi boca hasta que la gelatina quedó en mi interior, su sabor si era más rico que el de la mía, sonreí aun con la cuchara entre mis dientes, Sean sonrió
-¿quieres probar la mía?-… le enseñe mi gelatina, el solo asintió, hice lo mismo que él y vi que mi gelatina la mantenía un momento más en su boca, saboreándola -¿te gusto?-… el sacó la cuchara de su boca
-sí, pero…- me regresó la cuchara y su mano la pasó a mi nuca-quiero probar el sabor de ambas al mismo tiempo-… no supe a que se refería, él aplicó fuerza a mi nuca y me atrajo hacia él, sus labios tocaron los míos, cerré fuertemente mis ojos y mis manos las puse sobre una de sus rodillas, mientras que él ponía su mano libre sobre las mías, apretándolas un poco… mordió mi labio inferior, y esta vez por mi cuenta abrí un poco mi boca, su lengua tocó la mía y de nuevo ese escalofrío me recorrió por completo hasta terminar en la punta de mis pies… empezaba a disfrutar esta sensación…
-ahora el pervertido es Sean y no Tom-… escuchamos esa voz y me alejé de Sean, empecé a comer mi gelatina si mirar a las personas que estaban delante de nosotros… solo los miré de reojo y vi a Tía Lucy junto a James, tomados de la mano y cada uno cargando una bolsa de plástico
-parece que Sean va enserio ¿viste como hizo a Dany? Parecía que iba a “atacarlo” en cualquier momento si es que Dany se distraía- Tía Lucy y James se adentraron a una conversación entre ellos, se hablaban mientras nos miraban de reojo y luego sonreían un poco… mi rostro empezó a calentarse… y seguí distrayéndome jugando con mi cuchara y la gelatina…
-ocúpense de sus problemas de pareja y no se fijen en los demás- miré a Sean, él mantenía la compostura aún después de que Tía Lucy y James nos vieran… besándonos… regresé mi vista a ellos y vi como Tía Lucy se apoyaba en un mueble que había al lado y James… James ya estaba en el piso…
-Se…Sean desgraciado… ¡ya déjanos!-… le gritó Tía Lucy, volví a mirar a Sean, él solo levantó una ceja y se cruzó de brazos
-lárguense ya-… James se levantó del piso y Tía Lucy dejó de quejarse, no nos dijeron nada más y ambos salieron de la sala para entrar a la cocina, miré de reojo a Sean y me di cuenta de que estaba observándome, inmediatamente aparte mi mirada y la clavé en mi gelatina, para empezar a moverla por mis nervios-¿Daniel?-… noté como Sean se acercaba más a mí, no le hice caso… estaba muy nervioso… apreté el vasito de en donde se encontraba mi gelatina y seguí jugando con la gelatina, Sean me tomó de la barbilla y me hizo girar el rostro… -no hagas caso de lo que ellos te digan ¿de acuerdo?-… yo solo asentí y Sean sonrió para darme un pequeño beso en los labios y después en mi mejilla-déjame cambiarte la venda- vi que Sean se levantaba de sofá-iré a mi cuarto por una venda nueva, espera aquí, ya regreso-… solo asentí y vi como empezaba a subir las escaleras para perderse en el segundo piso, subí un poco más al volumen de la televisión y presté atención al documental, trataba de esos animales llamados “suricatos”… debía investigar más sobre ellos… era gracioso verlos sobre sus dos patas… sonreí un poco
-¿Dónde está Sean?- casi escupía la gelatina que tenía en mi boca, mi corazón se alteró y brinqué un poco, miré a mi lado y vi a Tom sentado a mi lado, calmé mi corazón-lo siento si te espanté- sonrió de medio lado
-…no… no importa…- suspiré hondamente y seguí prestando atención a mi documental
-y… ¿Dónde está Sean?...- esta vez escuché su voz muy cerca de mi oído y me alejé un poco de él para poder mirarlo a la cara…
-aquí estoy-… vi que Sean bajaba de las escaleras y en sus manos traía una cajita y una venda nueva, blanca y bien enroscada, se acercó a nosotros
-no deberías dejar a Dany solo, un oso puede entrar por la puerta y “atacarlo por la espalda”…- Sean y Tom se miraron fijamente y… me llevé otro bocado de gelatina a la boca, miré el interior de mi vasito y pude ver que la gelatina estaba acabándose…
-no te preocupes, un oso no sabe cómo abrir una puerta-… vi de reojo a Sean y a Tom, Sean sonrió y ahora me miró-voy a cambiarte la venda- me enseño lo que traía, pero vi como Tom se sentaba más cerca de mi impidiendo que Sean se sentara a mi lado… Sean suspiro y se acercó a mí, se puso en cuclillas frente a mi… me tomó de la mano y empezó a quitarme la venda vieja, lo hacía lentamente mientras que yo observaba cada movimiento que hacía… de vez en cuando miraba de reojo a Tom, quien se había cruzado de brazos y piernas, viendo hacia la televisión y de vez en cuando miraba de reojo a Sean… quien no levantaba la mirada y solo se dedicaba a quitarme la venda para sustituirla por una nueva, vi como de la cajita de cartón sacaba un frasco de color blanco
-¿Qué es eso?- vi que lo destapaba
-es una pomada para que ya no te duela-… vi como tomaba una porción con dos de sus dedos y la empezaba a untar en mi palma, era una pomada muy fría… después empezó a enrollarme la venda de nuevo y cuando terminó tomo mi mano y la acercó a sus labios para darles un ligero roce con sus labios… me lo quedé mirando, el levantó el rostro y me sonrió de la misma forma en que lo había hecho temprano… vi que ponía sus manos sobre cada uno de mis muslos, tomó un poco de impulsó y se acercó a mí para darme un beso en los labios… mantuvo sus labios sobre los míos un momento… hasta que dejó de aplicarles fuerza, se separó de mí y ambos nos sonreímos… al mismo tiempo
-…estúpido…- escuché eso y vi que Tom salía de la fábrica…
-¿le sucede algo?-… me quedé mirando por donde Tom salió
-si le sucede algo no debe importarte- Sean me tomó de la barbilla y me hizo girar mi rostro hacia él, me volvió a besar en los labios y luego en la mejilla… se sentó a mi lado y me hizo poner mis piernas sobre sus muslos, me abrazó por los hombros y yo recargué mi cabeza en su pecho, ambos vimos los documentales que pasaban esa mañana, yo no paraba de hacerle preguntas sobre algunas palabras y cosas que no entendía y él siempre me respondía con una sonrisa… pero siempre soltaba un suspiro de vez en cuando porque me gustaba estar cerca de Sean, nunca me había imaginado así y menos con él… con alguien… que me odiaba… lo miré de reojo y vi como parpadeaba y se quitaba varios cabellos que caían por su frente… -¿no entiendes algo?-… Sean me miró y entendí que se refería al documental, yo solo negué y me estiré un poco para darle ahora… un ligero beso en su barbilla , se lo había dado ahí porque no alcancé hasta su boca… entonces… también se podía besar todo y no nada más la boca, las mejillas y la frente… absolutamente todo… Sean acarició los cabellos que caían por mi nuca, se inclinó un poco y me besó en medio de la frente… ambos seguimos viendo los documentales.
Cuando el reloj de la sala marcó las 3:17 de la tarde, Sean y yo comimos solos en el gran comedor, ya que James ayudaba a reparar la pared de la habitación de Tom, utilizando sus llamas y otro material del cual no recordaba el nombre… Tía Lucy había salido de compras junto a Ana y August… así que Sean tuvo que prepararme de comer… y la verdad es que estaba delicioso…
-¿aún quieres salir a ver la nieve?-… Sean me sirvió sopa de papa… mi preferida…
-sí, si ¡aún quiero verla!-
-cuando terminemos de comer, nos abrigaremos bien y saldremos a verla ¿te parece?-… solo asentí y ambos empezamos a comer, me daba cuenta… de que estaba más feliz… más… contento… miré de reojo a Sean y suspiré… nunca me cansaría de verlo… seguí comiendo tranquilamente y cuando nuestros platos estuvieron vacíos ambos nos dirigimos a nuestro respectivo cuarto para cambiarnos, Sean me había dicho que me pusiera calcetines y el gorro que me dio desde que salimos del laboratorio, me puse los zapatos y un pantalón de mezclilla, el mismo de siempre, una playera y un suéter blanco que fue hecho por Tía Lucy para mí, cuando terminaba de ponerme el gorro Sean entró a mi habitación
-vamos-… me extendió su mano hacia mí, le sonreí y la tomé.
Ambos salimos de mi habitación, Sean entrelazó nuestros dedos y yo bajé un poco más mi gorro para poder cubrirme de la vista de Sean, bajamos las escaleras y nos dirigimos a la salida de la fábrica, aún tomados de las manos. Sean abrió la puerta principal y pude ver que ¡todo estaba cubierto por la nieve!... los árboles, el techo de la fábrica, ¡el patio trasero y delantero de la fábrica!, el automóvil de James y de Sean… ¡Todo!, ¡Todo!... se veía fantástico… Sean apretó mi mano y lo miré-vamos por allá-… señaló el interior del bosque, solo asentí y ambos empezamos a caminar entre los árboles, la nieve me hacía caminar lento y me costaba levantar mis pies, miré hacia atrás y note que íbamos dejando un rastro de lo que llevábamos de camino, suspiré y vi que sacaba un poco de humo por mi boca… el vaho… lo conocía por esas noches frías que pasaba en el laboratorio… -¿Daniel?- dejé de pensar y miré a Sean-mira-… con su vista me señaló hacia una parte del bosque, seguí su vista y pude ver la gran laguna que había… era increíble… ahora no había arena… ahora todo… estaba cubierto por nieve… y solo la laguna se mantenía en estado líquido… se veía increíble y muy fascinante…
-es… perfecto…- miré de reojo a Sean y el también a mí, le sonreí y él me tomó de la mejilla, me tuve que poner un poco de puntitas para poder estar a su altura y besarlo, mis manos automáticamente se pusieron sobre sus brazos y apreté su suéter entre mis puños… hasta que una corriente de aire nos hizo separar
-será mejor que regresemos y nos bañemos con agua caliente para evitar que te enfermes- solo asentí, miré por última vez la laguna y tomé la mano que Sean me ofrecía, caminamos en silencio por entre el bosque, solo se escuchaban nuestras pisadas sobre la nieve y mi respiración. Nuestras manos se mantenían en una agradable temperatura mientras que mi otra mano estaba en la bolsa de mi suéter.
Al llegar a la fábrica un último viento que nos dio en el rostro nos despidió y cerramos la puerta a nuestras espaldas, Sean soltó un suspiro y seguimos caminando hasta que estuvimos en el interior de mi cuarto, me di cuenta de que Tom no estaba así que podría bañarme sin sentirme extraño, me quité el gorro y el suéter, mi cuarto siempre tenía una buena temperatura, eso me gustaba.
-¿quieres bañarte primero?-miré a Sean
-¿no te bañaras en tu cuarto?-el me miro
-mi cuarto parece un congelador, quiero seguir con mi temperatura habitual- sonrió y yo también
-entonces tu primero, yo esperaré-… guardé el gorro en un cajón, me senté en mi cama y tomé un libro que había al lado de mi lámpara
-saldré rápido- vi como Sean entraba a mi baño, me quedé viendo la puerta un momento hasta que escuché que el agua empezaba a caer, empecé a leer mi libro.
Me perdí entre las páginas y escuché como cesaba el agua en el baño, miré de nuevo la puerta y salió Sean con una toalla a la cintura y secándose el cabello con otra, el agua que aún tenía en su pecho se iba evaporando poco a poco y por eso, salía un ligero humo de su piel…
-ya puedes entrar a bañarte-… Sean me miró pero esta vez no dijo nada de que lo estuviera observando… que suerte… cerré el libro y me levanté de la cama
-sí, pero antes debo ir por mi shampoo, Tía Lucy lo tiene- abrí la puerta de mi habitación
-¿Por qué Lucy lo tiene?- Sean se talló el cabello y quedó casi seco
-porque dice que su cabello lo quiere tener sedoso como el mío- Sean solo negó con la cabeza mientras sonreía y suspiraba, no espere respuesta y salí de mi habitación hacia la de Tía Lucy, me puse frente a su puerta y levanté mi mano para tocar… pero un ruido llegó a mis oídos… pegué mi oreja a la puerta
-¿Tía Lucy?-… de nuevo escuché otro ruido… parecían… parecían ¡sonidos de dolor!, abrí de golpe la puerta-¡Tía Lucy! ¿Estas bi…?... –
-¡Dany!- … que… que pasaba…
-¡suelta a Tía Lucy!- no lo pensé dos veces y empecé a utilizar mis poderes… lo que veía era extraño… James se encontraba sobre la cama de Tía Lucy y Tía Lucy estaba sobre James… pero Tía Lucy estaba sufriendo... ¡algo le estaba haciendo James!... vi que Tía Lucy no tenía ropa que cubriera su espalda y James tampoco… -¡suéltala!- volví a lanzar otro poder, pero llegó a estrellarse contra un cuadro que estaba colgado sobre la cama de Tía Lucy
-no, espera Dan…- lancé otro disparo y vi como Tía Lucy se levantaba de la cama enrollándose entre las sabanas… miré a James y él se tapó con una almohada en… ¿estaba desnudo?...
-Dany ¡espera!- James se levantó de la cama y también se enrollo entre otras sábanas… me los quedé viendo fijamente… y seguí lanzando ataques hacia James…
-¡Dany! ¡Detente! ¡No pasa nada!- esta vez fue James el que habló… no… no entendía nada… ¿qué pasaba?, vi que ambos estaban sudorosos, el rostro de Tía Lucy estaba completamente rojo y James… James se veía asustado…
-¿Qué sucede Daniel?- escuché una voz a mis espaldas y luego que otras personas corrían por el pasillo de la fábrica… fue Sean el que entró a la habitación y seguido de Tom, August y Ana… ahora todos, estábamos en esa recámara…