En El Capítulo Anterior…
Llevé mis manos a mi estómago, acariciándolo un poco… las manos de Sean se habían paseado por ahí y un poco más abajo… ¿Qué es lo que planeaba Sean?... aún estaba un poco avergonzado… y asustado…
Pero era Sean con el que estaba, así que no había problema alguno… ¿o sí?...
Giré en la cama y quedé boca abajo viendo directamente hacia la puerta de mi habitación, Sean había salido por ella para ir a la cocina y dejar los trastes sucios, esperaba que tardara un poco más de tiempo para que así pudiera calmarme un poco. Hundí mi cabeza en la almohada y empecé a tocar mi cabello, los dedos de Sean tocándome aún seguían en mi memoria, quería volver a sentirlas… solté un suspiro y volví a girar, esta vez, quedé boca arriba mirando el techo de mi habitación… de nuevo, suspiré.
Narra Sean
Era difícil, difícil, difícil, difícil, Muy Difícil, Bastante Difícil, Exageradamente Difícil lograr mantener mis manos en su lugar cuando tenía a Daniel frente a mí, cuando lo tenía tan cerca de mí y su olor llegaba a mis fosas nasales contaminando mi cerebro y todos mis nervios, era imposible no querer tumbarlo en la cama y oler cada poro de su piel… me detuve en medio del pasillo… ¿Qué es lo que estaba pensando?, si llegara a intentar más con Daniel era lógico que se iba a asustar o incluso enojarse… no quería que estuviera confundido, aunque siempre lo estaba con cualquier cosa… suspiré, realmente era difícil, con tan solo recordar su suave piel y con ese olor tan peculiar que conseguía cuando terminaba de bañarse… simplemente era un esfuerzo sobre humano que tenía que hacer para poder mantenerme cuerdo cuando estaba con él y más que nada, cuando estuviéramos solos.
Seguí caminando por el pasillo y bajé rápidamente las escaleras. Al llegar a la sala vi que no había nadie, entré a la cocina y me encontré con todos, aún estaban desayunando
-pero miren quien apareció, ¿ahora tú fuiste el que dejo cansado a Dany?, ese es nuestro Sean-… miré a Ana, era una chica muy pervertida y morbosa… la ignoré y dejé los trastes sucios en el lavamanos
-Ana, no molestes a Sean con eso, nosotros no te molestamos con que andas teniendo fantasías con tus chicos de libros y esas cosas- Lucy me miró de reojo y me guiño un ojo, también la ignoré
-lo mío es diferente a comparación de lo que Sean piensa, él quiere comerse a Dany ¡solo míralo! Parece una bola de masa pervertida andante, pobrecito de Dany, tiene que compartir cama con ese -… llegué a mi limite
-cállate, aquí el pervertido es Thomas, no yo-…
-¿!que?! ¡No te estoy haciendo nada Sean!- si claro Thomas… los volví a ignorar mientras empezaba a lavar el plato de Daniel y el mío
-ya cállense chicos, déjenlo en paz- por lo menos Lucy aún mantenía la postura
-mira quien lo dice, la chica que anda haciendo ruidos obscenos por la noche al lado de otro pervertido- vi de reojo que Ana señalaba hacia James, quien aún no hablaba para nada
-¡Ana! No… ¡no tienes de… derecho a decir eso!- hay Lucy… -lo dices como si estuvieras espiando por las noches- Lucy señaló a Ana con el dedo índice
-¿!que?! – Ana se levantó de su asiento y puso ambas manos sobre la mesa dando un gran golpe- yo no los espío, es solo que las paredes son muy delgadas y bueno… digamos que… ¡tú no murmuras lo que dices!, parece que lo gritas a todos los continentes- vi como el rostro de Lucy se ponía de color rojo, volví a suspirar, una discusión de chicas terminaría en varios platos hechos trizas…
-hay esas chicas- James se puso a mi lado y se recargó en la puerta del refrigerador-pero creo que Ana tiene razón, dime, ¿Cómo van las cosas entre ustedes dos?-…
-eso no te incumbe-…
-¿Qué? ¿Aún no quieres contarle nada a tu… creo que único mejor amigo?-…
-ya te había dicho que no quiero terceras personas entre Daniel y yo, así que no insistas-…
-¿Cómo no quieres que no nos involucremos si vivimos bajo el mismo techo?-se cruzó de brazos a la altura del pecho-pero admitámoslo que Daniel te trae estúpido y con… unos cuantos pensamientos malos… al igual que a Tom, mantén los ojos abiertos, ya sabes que Tom ataca por la espalda y en el momento en que menos lo esperes ¡Boom!- en eso… en eso James tenía razón, miré hacia donde Thomas estaba sentado, él estaba entretenido con la pelea que mantenían Lucy y Ana que seguían discutiendo sobre gemidos y “noches salvajes”, no bajaría la guardia por nada del mundo, sabía cómo pensaba Thomas, sabía, que tarde o temprano intentaría quitarme a Daniel… no se la dejaría tan fácil.
Terminé de lavar los trastes, me sequé las manos con un trapo e hice a un lado a James para poder abrir el refrigerador, saqué dos gelatinas, una de color morada y la otra roja, me gustaba saborear la gelatina desde la boca de Daniel y esperaba que fuera el mismo caso con Daniel… volví a suspirar, Daniel, Daniel, Daniel… su simple nombre me hacía sonreír internamente…
Salía de la cocina sin llamar mucho la atención y caminé de regreso a la habitación, en donde había dejado a Daniel…
Empecé a subir las escaleras con ambos vasos de gelatinas en mis manos, subía lentamente, quería estar con él, quería besar su cuello y ver sus expresiones… esta vez había logrado que soltara un suspiro mientras le besaba el cuello, era buena señal, según yo.
Me puse frente a la puerta de su habitación y giré el pomo lentamente, entré a la habitación
-traje gelatinas ¿quieres…- vi que la habitación estaba vacía, me alarme por un momento… pero escuché el agua caer desde el interior del baño y mi corazón volvió a latir, Daniel se estaba bañando.
Dejé las gelatinas frente a la pecera de la nueva mascota de Daniel… me pregunto si ya le dio de desayunar… bien, de seguro con lo despistado que es no ha de saber que se le debe dar de comer dos veces al día…
Después de darle de comer al pescado me acosté en la cama y me quedé viendo hacia la puerta del baño, solo esa puerta me separaba de poder ver a Daniel como dios lo trajo al mundo… ya llevaba varias noches imaginándolo así, y solo lo podía ver así cuando terminaba de bañarse, utilizando solo una toalla alrededor de su cadera, dejándome ver su delgado y blanco pecho, sus piernas delgadas y con esos ligeros rasgos masculinos que tanto deseaba recorrer con mis dedos, su espalda era menos ancha que la mía, sus hombros eran pequeños y delgados dejando ver unos cuantos huesos, sus muñecas y tobillos eran delicados, sus dedos eran largos, muy blancos y un poco chuecos por utilizar sus poderes, sus uñas estaban largas pero con diferentes tamaños cada una… bien… Daniel le daba poco interés a su persona, aunque siempre fue así, incluso en los laboratorios.
Por el rabillo del ojo pude ver que la puerta del baño se abría lentamente, y del baño salía Daniel… me di cuenta de que ya estaba vestido, que mal, tenía una bermuda de color blanco que le llegaba un poco más arriba de la rodilla y una camiseta negra que me dejaba ver la pequeña curva que se le formaba en su cintura… podía apreciar su delgadas y blancas piernas que tenía, sus rodillas rojas y limpias… suspiré un poco y Daniel volteo a verme
-ya regresaste- me sonrió, apagó la luz del baño y cerró la puerta a sus espaldas-escuché unos gritos ¿todo está bien?-… ¡Pero por supuesto que nada estaba bien!, en la cocina estaban discutiendo sobre las perversiones que cada quien hace y piensa ¡habrá guerra!
-sí, ya sabes, Ana molestando a Lucy- Daniel volvió a sonreír y se acercó para poder sentarse en la orilla de la cama, vi que Daniel seguía con una leve sonrisa, su vista estaba en el pescado que seguía nadando felizmente, me lo quedé viendo fijamente, me gustaba verlo de perfil, parpadeaba muchas veces cada que se ponía a pensar o cada que se ponía a recordar algo, suspiré y empecé a disfrutar el silencio que había entre nosotros, podíamos estar en silencio sin llegar a incomodarnos porque ya estábamos acostumbrados a que eso sucediera, en los laboratorios apenas y cruzábamos palabras y digamos que Daniel no era buen conversador.
Me estiré un poco y tomé ambos vasos de gelatinas
-traje gelatina ¿quieres?-… Daniel volteó a verme
-si-
-¿de qué color?-… Daniel se puso pensativo mientras veía a ambas gelatinas…
-la roja-… le di la roja y ambos empezamos a comerlas, no me cansaba de verlo, era entretenido ver como abría mucho su boca para poder meter ese gran pedazo de gelatina y después la masticaba lentamente, saboreándola y disfrutándola.
Cuando ambos terminamos de comer me quedé viendo fijamente a Daniel, se estaba echando un poco de crema corporal en los brazos, piernas y su rostro, Lucy le había llamado la atención por tener una piel seca, así que le regalo una de sus famosas cremas, y yo no me quejaba porque el olor de la crema llegó a mis fosas nasales, era un olor a rosas… aspiré fuertemente…
-¿cuándo podremos salir de la fábrica?-… Daniel me miró y yo aparte mi vista del movimiento de sus manos al pasar sobre su piel…
-cuando el invierno termine-… volví a mirar a Daniel y noté que tenía un rostro de no entender-cuando deje de nevar es que el invierno llega a su final ¿entiendes?-… lo miré fijamente y él también a mí, solo sonrió y asintió. Una vez que termino de untarse la crema se levantó de la cama y fue directo a la ventana de su habitación, se asomó un poco y mi vista bajó automáticamente hacia sus piernas, tenía a Daniel de espaldas a mi… podía apreciar todo de él… mi vista lo recorría de arriba hacia abajo y viceversa… me llegaron una tremendas ganas de empezar a tocarlo y… no me iba a resistir…
-Daniel- lo llamé y el giró a verme- ven aquí-… vi que apretaba sus puños y parecía que discutía con él mismo porque no se movía ni un milímetro… -¿está todo bien?-… él me miró y solo asintió repetidas veces, me gustaba ponerlo nervioso… sonreí de lado y vi que Daniel se empezaba a acercar a mi… lo miré fijamente, sus reacciones me fascinaban y se me hacía imposible apartar mi vista de él, viendo sus músculos de las piernas tensándose a cada paso que daba, su mirada seguía en el piso y cuando vi que estaba lo suficientemente cerca de mí lo tomé de la muñeca y lo miré directo al rostro, me senté en la orilla de la cama, él aún no me miraba… -siéntate-… él hizo el ademán de sentarse a mi lado, lo detuve-no, ahí no-… Daniel por fin me miró con una ceja arqueada
-en… entonces ¿Dónde quieres que… me siente?- le tomé ambas muñecas y lo guie frente a mí para que se sentara sobre mis piernas, él entendió rápidamente. Empezó a abrir lentamente sus piernas, se acomodó bien hasta quedar completamente sentado. Sus rodillas se hundían en la cama y sus pies terminaron colgando un poco. Podía sentir su trasero bien acomodado en mis muslos, ¿Qué no podría hacerle ahora?; vi y escuché como pasaba su saliva. Sonreí un poco, Daniel estaba nervioso, eso me gustaba.
Llevé sus manos a mis hombros
-no las muevas de ahí ¿sí?-… él solo asintió. Pasé mis manos a su delgada cadera y pude sentir sus huesos, los acaricié un poco con mis pulgares, me acerqué más a él y mi boca quedó sobre su cuello, subí mis manos y lo abracé por la espalda, mi abdomen chocó contra el de él y su respiración llegó a mi cuello, me estremecí por un instante.
Rápidamente pasé mi lengua por su cuello y mordí su piel con mucha suavidad, jalándola muy lentamente, pude sentir que Daniel apretaba un poco sus piernas y los músculos de su espalda se tensaban, sus manos apretaron mis hombros y supe que a Daniel, le estaba gustando el cómo lo tenía. Y a mí también.
Mis manos empezaron a viajar hacia sus muslos y mi boca encontró la suya. Primero pasé mi lengua por sus labios, que ahora ya estaban bien definidos y más apetitosos. Sus brazos rodearon mi cuello, Daniel quería que lo besara ya. Le jalé el labio inferior y me separé un poco de él, vi que tenía sus ojos cerrados y sus pómulos estaban rojos, mis manos fueron a su rostro y lo tomé con firmeza, acaricié su mandíbula y sus orejas, enredé mis dedos en sus cabellos y los jalé muy despacio, Daniel entreabrió sus ojos y lamió sus labios, mi boca volvió a buscar la suya y empecé a besarlo lentamente, llevé una de mis manos de regreso a su cadera y empecé a levantar un poco su playera, quería tocar más piel.
Mis dedos tocaron la piel de su espalda, Daniel volvió a tensarse y sentí una mano sobre la mía, deteniéndola, aumenté la velocidad al beso y la mano de Daniel flaqueó pero aún se sostenía de la mía, bien, seguiría utilizando ese truco en él, se perdía muy rápidamente en nuestros besos, metí mi lengua muy lentamente y rocé la de Daniel, su lengua era un poco larga, me gustaba cuando intentaba enredarla con la mía. Daniel estaba perdiendo. Rápidamente tomé la mano de Daniel y entrelacé nuestros dedos, pegué su mano a su espalda y la jalé apenas un poco, así lograría que no la moviera para nada. Mis labios siguieron jugando con lo de él, a mí también me costaba no perderme cuando nos besábamos, me hacía querer abrir por completo mi boca y succionar la de él hasta que le faltara el aire y la saliva le empezara a escurrir por la comisura de sus labios… esa imagen sería muy excitante… bajé mi otra mano y la llevé al otro lado de su cadera, Daniel aún se sostenía de mi cuello con su mano libre y seguía entretenido con mi boca, empecé a subir su playera y de nuevo mis dedos rozaron su piel… él se removió un poco y detuve el movimiento en mis manos, succione su labio inferior y lo mantuve un buen tiempo en mi boca y Daniel logró hacer lo mismo con mi labio superior… sí que aprendía rápido… pero claro, él era un genio. Lo seguí distrayendo con mi boca y mis dedos se pasearon por el resorte de la bermuda, lo jalé un poco y de nuevo Daniel se removió. Sonreí un poco. Mi mano se movió de nuevo a su espalda y esta vez acaricié más de lo que tenía planeado, mi mano subía y bajaba rápidamente por su espalda, llegué a delinear con dos dedos su espina dorsal y Daniel tembló, de nuevo soltó mi cuello y llevó su mano sobre la mía… tomándola fuertemente
-…espe…espera…- Daniel murmuró contra mis labios e intentó quitar mi mano de su espalda, su playera ya estaba descubriendo más de la mitad de su espalda… volví a lamer sus labios una vez más… y con gran velocidad tomé su otra mano de la muñeca y ahora… tenía sus manos bien apresadas con una mía… de lo mejor… Daniel forcejeó un poco e intentó alejarse de mis labios, rápidamente llevé mi mano libre a su cabello e impedí que se moviera más, hice un nudo su cabello entre mi puño y lo sostuve con fuerza pero sin lastimarlo, seguí besándolo y manteniendo el control en él.
-Deten… espera… es…pera…- volvió a murmurar contra mis labios, sonreí y dejé de besarlo, él entreabrió sus ojos y nos miramos fijamente, noté que sus labios estaban rojísimos e hinchados…
-¿quieres una Pera?-… sonreí de lado y el negó lentamente con la cabeza, intentó zafar sus brazos de mi agarre-puedes lastimarte si sigues intentándolo- le dije contra sus labios… Daniel se hizo un poco hacia atrás y me miró… sus pómulos seguían rojos…
-suel... suéltame Sean…- volvió a jalar sus brazos pero los apreté más, Daniel hizo una mueca… -…Sean… me duele…- me miró a los ojos… no sabía que pasaba… pero me gustaba esa expresión en su rostro…
-te había dicho que no las movieras- con mano libre lo tome de la barbilla e hice girar un poco su rostro, le di un ligero beso en la mejilla… y mis labios siguieron recorriendo su mejilla hasta su oreja… -dime-… con la punta de mi lengua rocé el pabellón de su oreja… y Daniel relajó sus manos al mismo tiempo que soltaba un suspiro…- dime Daniel… ¿Qué harías para convencerme de que te suelte?-soplé un poco el interior de su oreja y Daniel se estremeció y dejó caer su frente sobre mi pecho
-… ¿Qué quieres que haga?...- susurró… miré su cabello un momento y vi que la punta de sus cabellos estaba un poco erizada, escuché que suspiraba- … ¿Sean?… -levantó su rostro y me miró… yo igual lo miré…ninguno parpadeó…
Me levanté de la cama aun agarrando a Daniel de las muñecas y sosteniéndolo por la espalda para evitar que se cayera, él dejó colgando sus pies, sonreí de lado
-enreda tus piernas en mi cadera-… el obedeció y su frente quedó sobre mi hombro
-ya no siento mis brazos- volvió a suspirar, me giré y quedé de frente a la gran cama… por ahora… podía pedirle lo que sea a Daniel… me fui inclinando hasta que Daniel terminó tendido sobre la cama, me puse entre sus piernas, solté sus muñecas pero con gran rapidez lo tomé de los brazos y los llevé a cada lado de su cabeza… vi que en sus muñecas había unas tiras ligeramente rojas… creo que me había pasado un poco… podía ver que Daniel estaba nervioso… debía controlarme.
Solté lentamente sus brazos y me acosté a su lado, me quedé viendo el techo… esto… era extraño… de un momento estaba que podría comerme a Daniel… pero… ahora… la culpa me mataba.
Narra Daniel
Una Semana Después…
Una semana había pasado desde que Sean me había dejado marcas en mis muñecas, ya no dolían como el día que me las hizo y trataba de demostrarlo… pero…
Miré a mi lado
Sean estaba durmiendo conmigo.
Pero estaba dándome la espalda.
Así había sido toda la semana, Sean me hablaba como siempre, pero me miraba menos y ahora… no me besaba… no me tomaba de las manos y no acariciaba mi cabello… ¿habré hecho algo malo?...
-deberías dormir ya-… escuché la voz de Sean a mi lado, lo miré en la oscuridad y solo pude apreciar su gran espalda… puse mi vista en la ventana, por donde aún no se veía la luz de la luna ya que toda la semana el cielo estuvo nublado…
-aún no tengo sueño-… la verdad es que me moría de sueño… pero… quería que Sean me abrazara, ya que estaba haciendo frío… ¿cómo podría pedírselo?... bien, diciéndoselo… pero… ¿y si me dice que no?... y si… ¿me ignora?... con tan solo pensar en eso mi pecho me llegó a arder… sentí que Sean se movía, lo miré de reojo y me di cuenta de que ahora estaba viéndome
-tu rostro dice “muero de sueño”-… me llegó una ráfaga de aire frío de quien sabe dónde… y mi cuerpo entero tembló, me cubrí con las cobijas hasta la nariz-¿tienes frío?-… apreté los dedos de mis pies y me di cuenta de que estaban congelados
-ujum-... los dedos de mis manos también estaban fríos y algo tiesos, vi como Sean se levantaba de la cama-¿A dónde vas?-… me senté en la cama y ni en la oscuridad pude ver a Sean de pie…
-iré a mi cuarto por otra cobija para que ya no tengas frío-…
-¿…porqué…?-… murmuré…
-¿por qué, qué?, ¿no es obvio?-… apreté un poco la cobija y bajé mi vista, pero solo pude ver más oscuridad
-solo quiero que me abraces-… las palabras… habían salido por si solas, realmente quería que Sean lo hiciera…
Hubo silencio…
Aunque sabía que Sean estaba de pie frente a mi… tal vez mirándome… tal vez buscándome entre la oscuridad… suspiré…
-eres un tonto-… cuándo me quise dar cuenta Sean ya estaba sentado en la cama y frente a mí, poniendo una mano en mi mejilla y haciendo que levantara la mirada… -solo estaba esperando para escuchar eso -… su respiración chocó contra mi nariz y se elevó a mi frente… ahí, me dio un ligero beso. Cerré mis ojos un momento… extrañaba ese contacto con Sean… -será mejor que empecemos a dormir- tomó mi mano e hizo que me volviera a acostar, mi cabeza quedó sobre la, ahora, fría almohada… seguí mirando hacia la oscuridad y de nuevo sentí la mano de Sean en mi mejilla, también empezó a acariciar mi cabello, realmente había extrañado eso… mis ojos empezaron a cerrarse, realmente estaban muy pesados…
Me sobresalté un poco cuando sentí que mi cintura era rodeada por un brazo de Sean
-… ¿Sean?...-murmuré un poco…
-shhh-… guardé silencio y dejé que Sean hiciera… lo que fuera que iba a hacer… me jaló más y mi cabeza terminó sobre su pecho, mis piernas entrelazadas con las de él y mi brazo rodeando su pecho, me abrazó un poco más fuerte por los hombros y besó mi coronilla- ahora duerme-… simplemente, le hice caso.
2 Días Después…
-¿Qué?-… todos lo dijimos al mismo tiempo… ¿estábamos escuchando bien?
-que James y yo nos iremos de la fábrica-… de nuevo silencio…
-¿Por qué?- Ana fue la primera en hablar- escucha Lucy, sé que me pasé de la raya la otra vez… pero no tienes que hacer esto…- Ana se acercó a Tía Lucy y la tomó de las manos-lo siento, pero… no deben irse… es decir… no pueden…- Tía Lucy se liberó del agarre de Ana y dio un paso hacia atrás, poniéndose al lado de un James que no decía nada y solo tenía a su lado una maleta mediana de color negro
-lo siento chicos… pero… James y yo vamos en serio y… queremos nuestro espacio-… miré fijamente a Tía Lucy, ella no estaba mintiendo…
-¿Qué será de nosotros?-… preguntó Tom
-nada, ustedes se quedarán aquí y de vez en cuando podremos visitarlos o ustedes podrán visitarnos, no se preocupen, nos mantendremos en contacto-… ¿en contacto?...
Yo no decía nada por el simple hecho de que ya lo sabía. Ya sabía que Tía Lucy iba a dejar la fábrica y se iría junto a James. Ellos me lo contaron junto a Sean.
Escena Retrospectiva (Flash Back) 1 día antes
-¿tienes un momento Dany?- levanté mi vista del libro que tenía en manos, esta vez, era una historia de aventuras, el libro se llamaba Moby Dick, esa ballena era sorprendente al igual que él capitán, me gusta la historia… cerré el libro y miré fijamente a las 2 personas que estaban sentadas frente a mí, eran Tía Lucy y James…
-¿Qué pasa?- dejé el libro a un lado
-queremos decirte algo escúchanos por favor ¿sí?-… Tía Lucy… se veía seria…
-escucho…- miré de reojo a Sean, que estaba sentado a mi lado y él aún no quitaba su vista del libro que leía en esos momento, pero sabía que él estaba escuchando atentamente…
-lo diré sin rodeos… Dany… James y yo dejaremos la fábrica- James tomó la mano de Tía Lucy
-¿cuándo volverán?-… los seguí mirando fijamente, hubo un cambio en su rostro… que no pude identificar…
-Dany, nos iremos para siempre, o eso es lo que tenemos planeado hacer, si volvemos será solo para visitarlos… para ver cómo estás…-… Tía Lucy me sonrió de lado y vi que apretaba un poco la mano de James… -te dejaré en buenas manos-… Tía Lucy puso su vista a mi lado y yo también.
Ahí estaba Sean.
-Sean, cuida de mi Dany-… Sean apartó la vista del libro y miró fijamente a Tía Lucy
-no te preocupes, estaremos bien-… Tía Lucy le sonrió a Sean y después a James… al último me miró a mí con una sonrisa y yo… igual le sonreí…
Esa Misma Noche
-¿habré hecho algo mal?-… dejé de leer y miré a Sean, que estaba acostado a mi lado.
La noche había llegado a la fábrica y ahora nos encontrábamos preparándonos para dormir
-no hiciste nada Daniel, ellos tomaron esa decisión- Sean me miró y yo también
-pero… no quiero que se vaya Tía Lucy-…
-¿Qué hay de James?- Sean levantó una ceja y por un momento aparté la mirada
-…él si puede irse…- Sean sonrió
-son pareja, no puede estar uno lejos del otro, a donde vaya uno, el otro le sigue, así es como funciona esto-… tomó mi mano y empezó a jugar con mis dedos
-¿las parejas hacen eso?-… miré fijamente cómo es que Sean jugaba con mis dedos
-sí, sería lo mismo que en nuestro caso- Sean me miró- a donde tu vayas yo iré-… aparté mi mirada de él… -estas rojo-… murmuró Sean… -en cualquier caso, no es como si Lucy y James se fueran a otro planeta, ellos seguirán en Rusia solo que en otro lugar, debes entenderlo, ambos necesitan su espacio y su tiempo, no debemos interferir-… las palabras de Sean sonaban tan perfectas… pero cuando me ponía a pensar sobre lo que iba a pasar… no podía…
-no quiero que se vayan-… los necesitaba conmigo…
-todo estará bien, podremos visitarlos tanto como quieras, no seas egoísta Daniel…-… Sean se acercó a mí y su nariz rozó la mía… después, me besó en los labios y al último en la frente- descansa-… se levantó de la cama para apagar las luces y la habitación quedó a oscuras… supongo… que así estaba bien todo…
Fin Escena Retrospectiva (Flash Back)
-ya está todo en la camioneta Lucy ¿vamos?-… James llamó a Tía Lucy, ella aún estaba explicando por qué se iba a los demás… hasta que me miró y se acercó a mí…
-todo estará bien Dany, estos días podrás ir a ayudarnos a hacer la limpieza de nuestro nuevo hogar y de vez en cuando podrás quedarte a dormir ahí- Tía Lucy acarició mis cabellos y sonrió… también le sonreí
-si… iré-… Tía Lucy amplió su sonrisa
-ese es mi Dany- me guiñó un ojo y se empezó a alejar de mí para subir a la camioneta de James.
James encendió el motor de la camioneta y solo vi cómo se alejaban… viendo como Tía Lucy se despedía de mi a lo lejos… pronto la volvería a ver…
…Todo iba a estar bien…