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Fugitivos I: Buscando Una Razón Para Vivir. por diidi1897

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En El Capítulo Anterior…

 

 

-te dejo un momento a solas con un cuchillo y esto pasa, creo que ya estoy entendiendo a Lucy-… se revolvió un poco los cabellos-vamos a curarte-… me tomó de la muñeca y salimos de la cocina para llevarme a sentar al sofá de la sala- espera aquí, no te toques los dedos- vi como Sean subía las escaleras rápidamente para perderse en el segundo piso, miré mis dedos… noté que me estaban temblando un poco… y se me congelaron… me preocupe por un momento… intenté mover mis dedos… pero era como si algo me impidiera cerrar por completo mi puño… miré fijamente mis heridas y vi… vi… lo vi… en mi sangre…

Estaba muriéndome…

Me alteré, tenía los nervios de punta… frente a mí se encontraban mis dedos sangrando… pero… tenían algo extra…

-Saifitys-… lo susurré… mi sangre no salía roja… ¡mi sangre estaba saliendo marrón y un poco más espesa de lo normal!... eso solo sucedía cuando tenía gran cantidad de Saifitys… y necesitaba medicamentos para poder sacarlos y hacerlos volver a la normalidad… o simplemente hacer una trasfusión…

 Mi sangre seguía saliendo lentamente y pude ver por el rabillo del ojo que Sean empezaba a bajar las escaleras… rápidamente limpié mi sangre con la tela de mi pantalón y decidí calmarme…

-traje agua oxigenada-Sean se hincó frente a mi-¿pasa algo? Te ves espantado-… rápidamente negué con la cabeza-dame tus manos- vi que empezaba a vaciar el agua oxigenada en un trozo de algodón. Escondí mis manos atrás de mi espalda-dame tus manos Daniel, debo curarlas-me tomó de los brazos pero me levanté del sofá y retrocedí lentamente, Sean se levantó del piso y se acercó a mi-¿Qué pasa?, ¿no quieres que te cure?-… evité mirarlo directamente a los ojos y solo seguí retrocediendo lentamente-¿Daniel?-… levanté un poco mi vista pero mis pies seguían retrocediendo por si solos

-yo… yo me curaré-… Sean levantó sus cejas al mismo tiempo

-¿curarte tu mismo?, ya es mucho con que tú mismo te hieras, así que ven-se sentó en el sofá-ahora-… me miró seriamente… y empecé a caminar hacia las escaleras

-no… de verdad… puedo curarme solo…- rodeé la mesa de la sala, tratando de alejarme lo más que podía de Sean… aún mantenía mis manos escondidas atrás de la espalda y empecé a subir lentamente cada escalón, todo sin dejar de ver los movimientos de Sean, quien me miraba fijamente y sin ninguna expresión en su rostro, podía jurar que no parpadeaba para nada… en cambio yo mantenía una ligera sonrisa ¿la razón?, estaba nervioso… seguí subiendo las escaleras hasta que estuve fuera del campo visual de Sean, en el segundo piso suspiré y miré un momento más mis manos, la palma estaba sudando y la sangre seguía saliendo, las heridas me ardían… volví a limpiar la sangre en mi pantalón y froté mis dedos contra la tela para hacer que el sangrado se detuviera un momento, me llegó a arder un momento los nudillos, empecé a caminar por el pasillo, pero algo me tomó de la cadera, deteniéndome

-¿Qué ocultas?-escuché la voz de Sean a mis espaldas, antes de que lograra escapar me tomó de las muñecas haciéndolas hacia atrás, y logró evitar que me moviera, me quedé en silencio mientras él  revisaba mis nudillos… suspiré y miré atentamente el piso,  sus dedos rozaban mis manos, entonces, sentí los labios de Sean sobre mi cuello y mis hombros-ya sabía que sucedería tarde o temprano-… Sean soltó mis manos y me gire a verlo

-… ¿Qué?... – lo miré - ya lo… ¿ya lo sabías?-observé mis nudillos, la sangre aún emanaba de ellos… miré a Sean y no pude apartar mi vista por ningún momento

-sí, y sé cómo solucionarlo-… empezó a avanzar hacia nuestras habitaciones, me quedé un momento inmóvil… ¿Qué sucedió?... Sean… ¿Sean ya lo sabía?... -¿vienes Daniel?- escuché su voz llamándome, volví a limpiar mi sangre en el pantalón y empecé a caminar hacia él.

Sean se quedó de pie frente a la puerta de su habitación, volteó a verme con su rostro de siempre, me sonrió y no pude evitar sonreírle… esta vez no existían en mi los nervios, ni nada, solo… estaba confundido e impresionado

-entremos- giró la perilla y la puerta se abrió, ambos entramos-siéntate en la cama- lo obedecí y vi que Sean iba hacia su baño. Observé a mi alrededor y mi vista se fijó en la ventana con el cristal hecho pedazos… sonreí un poco con el recuerdo y luego regresé mi atención al baño, de donde Sean salía con una caja blanca en manos. Se sentó en la cama a mi lado-quítate la sudadera- vi que abría la caja y sacaba dos jeringas, bajé el cierre de mi sudadera y me la quité lentamente dejándola a un lado de mi sin poder despegar la vista de esas dos jeringas que Sean mantenía entre sus dedos.

-¿para qué es eso?- vi como sacaba las jeringas del empaque y las golpeaba un poco con su dedo

-haremos lo mismo que nos obligaban a hacer en los laboratorios-… me levanté de la cama-tranquilo- Sean me miró-esta vez no dolerá- caminé hacia atrás y me acerqué a la puerta, puse mi mano sobre el pomo y lo giré un poco-Daniel, vuelve-… no, no, no, no… ese tratamiento dolía… era algo que no quería volver a sentir… era como si el fuego estuviera en mi interior… era como si… era como si…-Daniel- mi vista se apartó de las jeringas y miré a Sean-  ¿vienes o voy?-… siguió preparando ambas jeringas, me quedé un momento de pie observándolo, vi como sacaba dos gruesas ligas, cinta medicinal y unas pastillas…-ven Daniel- golpeó la cama frente a él, lo pensé un momento… Sean… Sean no sería capaz de hacer algo que me doliera… ¿o sí?...

Mis piernas se movieron por si solas y cuando me di cuenta, ya estaba frente a Sean, él me miró, me tomó de un brazo y me hizo sentar frente a él en flor de loto

-no dolerá, ellos al momento de hacer la transfusión de mi sangre a ti,  te inyectaban vitaminas, hierro y mucho ácido fólico, todo en grandes cantidades, era para evitar que la pérdida de sangre te diera alguna enfermedad, lo diferente aquí es que la transfusión será en pequeña cantidad-me señaló la jeringa vacía, realmente era pequeña-y no necesitaras los medicamentos, ellos lo hacían en grandes cantidades para hacer que tuviéramos mejores resultados, pero como ahora no es necesario tanto esfuerzo de nuestra parte, estaremos bien- me sonrió, se acercó y me dio un ligero beso en los labios, jalándomelos mientras se alejaba de mi-no te dolerá-acarició mis mejillas, tomó una liga y la empezó a enrollar en mi brazo-abre y cierra tu puño- así lo hice mientras él también se ponía una liga en su brazo. Nuestras venas empezaron a marcarse mucho más, tomó una jeringa y la incrustó en su brazo, justo en la vena más morada que tenía, su sangre empezó a salir y mi estómago me dolió por un momento… vi la reacción de Sean, parecía que a él no le molestaba en lo absoluto…

Cuando la jeringa estuvo llena con su sangre, él suspiró… me miró y sonrió, esta vez, no pude sonreírle en lo absoluto… dejó la jeringa con su sangre a un lado y tomó un pedazo de cinta colocándosela en donde momentos antes se encontraba la aguja… tomó la otra jeringa, me miró y tomó lentamente mi brazo, acercándolo hacia él, lo puso sobre sus piernas

-si quieres, puedes mirar hacia otra parte-… preparó mi vena con un poco de algodón empapado en alcohol, tomó la jeringa y no pude apartar la vista de todos sus movimientos, acercó la aguja a mi vena y retire un poco mi brazo, pero Sean lo volvió a tomar con fuerza-no te muevas, si lo haces, puedo lastimarte, así que no lo hagas-… me miró un momento y esa severidad en su mirada me hizo quedarme quieto.

La aguja empezó a atravesar lentamente mi vena… podía sentirla, como me invadía… como… como tomaba parte de mi… unos pocos recuerdos del laboratorio regresaron a mí, los doctores y las enfermeras a mi alrededor, la luz que me cegaba siempre, la mascarilla que a veces me hacía quedar adormilado, la infinidad de medicamentos que me hacían tomar antes y después, las agujas, la sangre, mi cuerpo cansado y mi voz interior diciendo que quería morir… me moví lentamente hacia atrás

-espera Daniel, no te muevas- Sean tomo firmemente mi brazo, de nuevo esa enfermera… intenté dejar de pensar en todo eso, ahora, estaba con Sean.

Vi como mi sangre empezaba a llenar la jeringa, salía con un ligero color marrón… suspiré temblorosamente… los mareos, las náuseas llegaron a mí, por un momento la habitación dio vueltas, podía sentir el vómito en mi garganta, amenazando con salir…  sentí que estaba sentado en una plataforma giratoria y cada que cerraba los ojos me movía circularmente… ese momento me parecía entero… y el tiempo me pesaba…

-listo-… abrí mis ojos,  retiró la aguja de mi brazo y rápidamente puso un pequeño trozo de cinta en la diminuta herida que tenía, se inclinó y besó la parte en donde momento antes se encontraba la jeringa, me sonrió y me besó en la mejilla… -tranquilo, cuando acabemos te daré agua y podrás descansar, ahora, falta recibir-… soltó delicadamente mi brazo.

-no dolerá… ¿verdad?...- vi como preparaba la jeringa que almacenaba su sangre, me miró

-no, no dolerá- me tomó de la barbilla-jamás haría algo que te doliera-… besó mis labios y los jaló hacia él. De alguna manera sus palabras me tranquilizaban y me hacían sentir que mi rostro se calentaba lentamente… -pero hay excepciones- vi que sonreía…

-¿a qué te refieres?-… Sean amplió su sonrisa y siguió preparando la jeringa, retiró el trozo de cinta de mi brazo-¿Sean?- volvió a sonreír

-todo a su tiempo Daniel, todo a su tiempo-… sonrió y me removí un poco en la cama

-dime- él no me miraba y solo sonreía… -¡Sean!-… me desesperé un poco, lo tomé del brazo y el me miró, aún estaba sonriendo

-ya llegará el día en el que te lo cuente, pero hoy, no es ese día- sonrió más…

-¿Por qué no?-… lo jalé un poco del brazo para llamar su atención… -Sean… respóndeme…- …

-cuando termine esto te lo diré ¿de acuerdo? Por ahora debo concentrarme-…

-…está bien… -… dejé de molestarlo, pero mi mente intentaba descubrir lo que significaban sus palabras “Jamás haría algo que te doliera, pero hay excepciones” ¿Qué significaba eso?...

-bien, ya voy a empezar-… recordé lo que Sean estaba a punto de hacer… me tomó del brazo-tranquilo…- con sus dedos empezó a buscar mi vena… y cuando la encontró me miró…- tranquilo… acabaré pronto-… la aguja se acercaba a mi vena… hasta que la atravesó… pude ver como la jeringa se iba vaciando lentamente… me debilité por un momento… no dolía pero me hacía sentir cansado… agotado… y con un bochorno interno…-ya casi, un momento más-… solo cerré mis ojos y me quedé esperando… su sangre... aún era pesada… y muy fuerte para mi… hasta que sentí la aguja fuera de mi piel entreabrí mis ojos y vi la jeringa vacía… -recuéstate un momento-… volvió a poner un cacho de cinta en mi brazo y me besó la frente. Me fui haciendo hacia atrás, acomodando mis pies y que mi cabeza quedara sobre la bullida almohada que se encontraba en la cama de Sean, cerré un momento los ojos y vi como Sean se inyectaba mi sangre, hizo una mueca pero se recuperó rápidamente. Me miró y sonrió-iré a tirar todo-… recogió los algodones con alcohol y las jeringas. Todo lo metió en una bolsa blanca de plástico, las envolvió bien y fue hacia su baño con la caja blanca en manos.

Me quedé ahí acostado, viendo fijamente el techo, suspiré largamente y me acomodé mejor en la cama

-¿Cómo te sientes?-… vi hacia el baño, ahí se encontraba Sean recargado en el marco de la puerta, observándome

-bien… solo… estoy cansado…- no fue tan diferente a como era en el laboratorio, pero si fue mejor…

-iré por un vaso con agua, espera ahí- se acercó a mí, acarició un momento mi frente y la besó- regreso-… salió de la habitación y me quedé solo.

Miré un momento mi brazo, se veía normal y lo único que se veía diferente era ese pedazo de cinta medicinal que descansaba en mi antebrazo. Volví a suspirar y volví a recordar el interior del laboratorio, en esos días deseaba morir, era un dolor inigualable, uno que me quitaba el sueño y me hacía delirar toda la madrugada. Esta vez fue diferente, no me había dolido en nada, no me había sentido tan mal.

-listo- Sean entró a la habitación y mi brazo regresó a la cama-¿te duele algo?- vi que traía una jarra llena con agua, unos cuantos hielos flotando de ella y dos vasos de cristal, los puso en el buró y se sentó a mi lado, acariciando mi cabello

-no, no me duele-… le sonreí y él también a mi- bébela con cuidado- tomó un vaso y lo llenó con agua, me enderecé y empecé a tomar el agua. Sentía mis labios secos al igual que mi garganta, pero el agua jamás me había sabido tan deliciosa y refrescante. Vi de reojo que Sean también tomaba agua

-¿también estas bien?- Sean me miró y mantuvo un poco el agua en su boca, inflando sus mejillas, me sonrió y tomó por completo el agua

-sí, estoy bien, ¿quieres más agua?- asentí y volvió a llenar mi vaso. Así seguimos hasta que ambos nos tomamos 3 vasos llenos de agua. Nos miramos. Él se acercó a mí, besó mi frente y pude sentir sus labios frescos y húmedos, pegó su frente a la mía y terminó acostándose a mi lado sacando un sonoro suspiro.

Nos quedamos en silencio, cerré un momento mis ojos, las náuseas ya no estaban y me sentía mucho mejor.  Sentí que Sean tomaba mi mano entre la suya, la ponía sobre su pecho y empezaba a besar cada uno de mis nudillos, ya no me dolían tanto y la sangre se había detenido, ahora que tenía la sangre de Sean, mis heridas cicatrizarían más rápidamente y el dolor sería menor.

-¿aún te duelen?-… murmuró con sus labios cerca de mis dedos

-no tanto…- lo miré de reojo y lo vi de perfil. Podría observarlo todo el día, me pasaba como cuando leía los libros y encontraba imágenes que me hacían imaginar todo lo que acababa de leer… e incluso otras cosas…

Vi que cerraba sus ojos y volvió a suspirar, manteniendo mis nudillos cerca de su boca, haciéndome sentir el cálido aliento que emanaba…

Me acercaría y le daría un beso… en la mejilla… no, no, mejor no, tal vez ya se había quedado dormido y no quería molestarlo… o tal vez también estaba cansado… pero quería darle un beso… puse mi mirada en el techo, tal vez no le molestará, ¿tal vez quiera que haga eso?... o… no, no, no lo sabía con exactitud… lo volví a mirar de reojo,  aún mantenía sus ojos cerrados y  mi mano cerca de su boca…

No lo pensé más, me moví lentamente hacía él, apenas y se hundía la cama con los movimientos que hacía, sus ojos seguían cerrados y la respiración iba con tranquilidad… estiré un poco mi cuello y por fin, mis labios llegaron a su mejilla, vi que sonreía, no abrió los ojos, también sonreí, volví a darle otro beso, pero esta vez en su barbilla, relamí mis labios y esta vez lo besé en la comisura de sus labios, hizo un pequeño ruido y amplió su sonrisa… entreabrió sus ojos, acarició mi cabello y me miró… me miró de la misma forma en que Tía Lucy miraba a James y James miraba a Tía Lucy… no pude evitar sonreír… aunque me sentía como un tonto…

-ven aquí- se enderezó un momento, tomó uno de mis muslos y lo jaló hacia él, haciendo que quedará una de mis piernas sobre su cadera-acomódate-… ahora me tomó de la cintura y volvió a jalarme. Mi cuerpo quedó sobre él y mis piernas a cada uno de sus lados, él puso sus manos sobre mis muslos tomándolos firmemente, puse mis manos extendidas sobre su pecho y lo observé desde arriba, él volvió a cerrar sus ojos-ya puedes continuar- sonrió de lado, y no pude evitar inflar un poco mis cachetes, quería  que él continuara… o esperaba algo así… -estoy esperando-… mi rostro se calentó… y empecé a inclinarme lentamente, puse mis manos a cada lado de su cabeza y lo observé un momento más, cerré mis ojos y guie mi boca hacía la suya… primero rocé sus labios con los míos unas cuantas veces, mis manos fueron hacia su cabello y se lo empecé a acariciar lentamente, haciendo formas circulares… -no quiero dormirme Daniel, quiero que me beses-… sus manos empezaron a moverse por mis muslos, acercándose apenas un poco a mi trasero… puso sus dedos en el resorte de mi pantalón, lo estiró un poco y coló sus dedos dentro de mi playera, esta vez tomó firmemente mi cintura-tienes una pequeña cintura-… me volví a enderezar y puse mis manos sobre las suyas e intenté quitarme de su regazo, pero él me sostuvo con más fuerza de la cintura y abrió sus ojos-sigue besándome y déjame tocarte un poco, eso es lo que quiero-… me miró fijamente…

-…puedes tocarme… sobre la ropa…- de nuevo intenté quitar sus manos de mi cintura

-¿por qué no quieres que lo haga?-… lo miré fijamente. Si le decía que cada momento que alguien que no fuera yo tocaba alguna parte de mi piel que normalmente era cubierta por ropa, el miedo me invadía y me hacía recordar las manos cubiertas con guantes de látex de los doctores y las enfermeras que me inyectaban en todas partes para extraer sangre o inyectarme medicamentos… era algo que quería olvidar y lo mejor para lograrlo era evitar que Sean me tocara. De nueva cuenta intenté hacerme a un lado, él rodeó mi cintura y se enderezó, ahora había perdido por completo mi oportunidad de escapar… evite su mirada... tomó mis cabellos y me hizo mantener firme mi cabeza mirando a él… me miró a los ojos- Daniel, tarde o temprano me dejaras tocarte y cuando eso suceda no me detendré -… me miró seriamente y nos quedamos en silencio, jamás podría decirle por lo que pasaba en los laboratorios, era algo que entre menos gente lo sepa… y en especial Sean… estaría mejor. Agaché mi mirada un momento, pero tuve la tentación para mirar de reojo a Sean, encontré su mirada, aún era severa pero luego la suavizó un momento-… sé que no has estado en este tipo de situaciones, sé… sé que todo es nuevo para ti, pero quiero enseñártelo… quiero que me dejes enseñártelo…- besó mis labios, tomó mi rostro entre sus grandes y suaves manos, su lengua empezó a pasearse por mis labios, los cuales separé y sentí su suave lengua en mis dientes, mis mejillas internas y por último, su lengua encontró la mía… apretó el agarré a mi cintura e hizo que giráramos.

Quedé debajo de él y él entre mis piernas, dejó de besarme y bajó a mi cuello, lo empezó a besar muy despacio y tomándose su tiempo…

Sus manos de nuevo levantaron un poco mi playera. Empezó a acariciar mi piel, volví a poner mis manos sobre las de él, dejó de tocarme y ahora fue a morder mi cuello… jalaba mi piel y la succionaba con fuerza… empezaba a arderme un poco, así que llevé mis manos hacia su cabeza e intenté alejarlo de mi cuello…

-…Sean…- forcejé de nuevo, pero no lo movía ni un centímetro…-espera… deten… Se…an…- rápidamente bajó sus manos y de un jalón levantó la mitad de mi playera, mis manos de nuevo iban hacia las de él, pero fueron detenidas a mitad de camino por las de Sean, pegándolas a la cama y sosteniéndolas fuertemente… sentí su lengua en mi vientre, empezó a succionar mi piel y a morderla… lo sentí igual que cuando la aguja atravesaba mi piel-detente…- intenté cerrar mis piernas, pero era imposible. Esta vez Sean empezó a succionar mi piel, jalándola…- no Sean… no… no puedo… - intenté levantar mis brazos pero el agarre seguía siendo fuerte, sus manos acariciaron el largo de mis brazos y sus dedos se entrelazaron con los míos, volví a sentir los dientes de Sean en la piel de mi cadera, sus dientes rozaron mis huesos y jalaron mi piel, … esa mordida… se había sentido bien… su lengua fue subiendo por mi abdomen y llegó a mi pecho…  mi espalda se arqueó un momento cuando sus dientes volvieron a jalar mi piel en la zona del pecho… me empezaba a agradar el cómo me mordía, no lo hacía bruscamente, no lo hacía doloroso, no… nada… todo me estaba gustando… pero… me daba un poco de miedo… tan solo… un poco… Sean... si, era Sean.

Todas esas sensaciones, el cómo me tocaba y cómo lograba hacer que me moviera debajo de él… todo eso me gustaba sentirlo… pero aún no me agradaba por completo, me hacía sudar y tener esas extrañas reacciones en mi cuerpo…

-gira un poco Daniel…- murmuró cerca de mi oído-ponte de espaldas a mi-… aún sujetaba con una mínima fuerza mis brazos

-… ¿para qué?...-  Sean aún seguía respirando cerca de mi cuello, provocando que me mordiera los labios y se me secaran

-querías saber a qué me refería sobre lo que te dije ¿o no?- me quedé recordando un momento… y las palabras llegaron de un momento a mi mente… “Jamás haría algo que te doliera, pero hay excepciones”… abrí por completo mis ojos y Sean se carcajeo… puse mi vista en una de las esquinas de la habitación… saber el significado de “esa” frase me hacía sentir inquieto

-yo… ya no… ya no quiero saberlo…- murmuré, Sean dejó de reír y suspiró, entrelazó mis dedos con los de él y dejó caer su cabeza sobre mi pecho

-sí, está bien-… volvió a suspirar y vi como empezaba a cerrar sus ojos… liberó una de mis manos y la guio hacia su cabeza, por instinto empecé a acariciar sus cabellos, él se acomodó mejor en mi pecho y volvimos a quedarnos en silencio-¿Daniel?- murmuró, pasé mis dedos entre sus cabellos

-¿sí?-… giró su cabeza y me quedó viendo fijamente

-dime, ¿te gustaría que algún día te tocara?-

-¿tocarme?, lo… estás haciendo ahora…- miré hacia nuestros dedos entrelazados, aparte de que estaba acostado casi por completo sobre mí, Sean sonrió

-no Daniel… estoy preguntándote si me dejarías tocarte pero de manera sexu…-

-¡oigan ya llegué!-… vi que en la puerta de la habitación se asomaba Tom, cuando nos vio quitó la sonrisa que tenía en su boca…-ha, aquí estaban-… ahora lo dijo en medio de un suspiro, ¿Cuándo es que había llegado?, no lo había escuchado… Sean no se movió ni un centímetro, pero ahora, sus ojos estaban apuntando directamente hacia  Tom… -oye Dany, traje chocolates por si es que quieres, están en la cocina-… Tom me sonrió y hecho un último vistazo a Sean… luego se marchó.

Sean giró su cabeza hacia la ventana y de nuevo nos quedamos en silencio… pero recordé lo que Tom había dicho antes de irse… “traje chocolates”… y saber que estaban cerca… miré a mi alrededor y mis ojos se detuvieron en mi mano entrelazada con la de Sean. Él apretaba con un poco de fuerza cada uno de mis dedos… no quería deshacer la posición en la que nos encontrábamos… pero… al recordar la palabra “chocolate” me hacía dudar…

-¿Sean?-… lo vi de reojo y noté que sus ojos ya estaban cerrados…

-¿hum?-… murmuró pero no abrió sus ojos…

-… quiero comer chocolate…- le murmuré y esta vez, él no hizo ningún sonido y mucho menos se movió-¿Sean?-… ¿se habrá quedado dormido?... me removí un poco, pero Sean pesaba para moverlo por lo menos un milímetro… miré hacia mis piernas, las cuales aún tenían a Sean en medio, me empezaba a doler un poco la ingle por el esfuerzo que estaba haciendo al separar por tanto tiempo las piernas…

Pero de un momento a otro Sean me soltó y fue haciéndose a un lado, dejó que cerrara mis piernas y se acostó en el otro extremo de la cama

-…puedes irte…- murmuró… lo vi un momento más y me levanté de la cama, por un pequeño momento todo me dio vueltas pero logré controlarme. Salí de la habitación sin hacer mucho ruido y empecé a caminar por el pasillo, me revisé un momento la zona de donde Sean me había extraído la sangre y donde me había insertado la suya… me apreté la cinta medicinal y dolió un poco…

Al llegar al primer piso noté que había un pequeño ruido en la cocina, me acerqué y me fui asomando lentamente, ahí, vi a Tom preparando… algo…

Entre por completo en la cocina y me acerqué a Tom

-¿en dónde están los chocolates?- le pregunté mientras recorría con mi mirada la cocina, Tom giró, me vio y sonrió

-que fácil eres Dany- sonrió aún más- están en esa bolsa azul de la mesa, toma los que quieras- le sonreí a Tom, rodeé la mesa y tomé la bolsa azul que había. Empecé a sacar todo su contenido, había verduras, manzanas, plátanos… fresas… hice una leve mueca… también había otras cosas que no conocía y hasta el fondo había una caja blanca, la tomé y adentro estaban unos deliciosos chocolates en forma de círculo… me senté en una silla y empecé a comerlos mientras veía a Tom moverse de un lado a otro por toda la cocina… el chocolate al hacer contacto con mi lengua se derretía al instante y su sabor… era realmente muy bueno…

-¿por qué compraste tantas cosas?-… llevé mi segundo chocolate a la boca y lo empecé a disfrutar lentamente, como Tía Lucy me había dicho que lo hiciera…

-como Lucy ya no está, mañana me toca hacer el desayuno y la comida- vi que empezaba a sacar más cosas de unas bolsas blancas y lo iba acomodando en su lugar

-¿y para la cena?- tomé mi tercer chocolate

-cenaremos cualquier chuchería que se nos antoje- Tom giró y me sonrió, se acercó a mí y tomó el cuarto chocolate que me llevaba a la boca para terminar comiéndoselo él, saboreó el chocolate y me sonrió-realmente están muy sabrosos estos chocolates, compraré más para la próxima y puede que me acompañes- cerró un ojo y regresó a guardar más cosas.

Tomé el quinto chocolate pero mi mano fue detenida en el aire

-creo que ya fue mucho chocolate por hoy- ese era Sean… se llevó el chocolate a la boca y también lo saboreó-hasta que haces una buena elección Thomas, están bien estos chocolates- Tom no le contesto y solo siguió haciendo sus cosas. Sean sonrió y se sentó a mi lado. Hizo girar un poco mi silla hasta que estuvimos de frente-cierra los ojos- vi que tomaba otro chocolate, lo obedecí y cerré mis ojos-ahora, abre la boca- percibí el olor del chocolate muy cerca de mi nariz, abrí mi boca y el sabor del chocolate me invadió el paladar, empecé a masticarlo y abrí mis ojos, Sean sonrió, mastiqué rápidamente el chocolate y lo comí por completo. Realmente estaban deliciosos. Sean tomó mi rostro entre sus manos y empezó a darme besos. Primero en mi frente, luego en mis cienes, mejillas, a una de mis orejas la mordió y sopló un poco en ella, haciendo que me dieran escalofríos…

-escuchen, esta es la cocina, váyanse a la sala-… me alejé de Sean y miré a Tom, Sean suspiró y tomó un chocolate de la caja para empezar a comérselo, luego se puso a leer la caja que los contenía-tú puedes irte Sean, me quedaré con Dany porque lo necesito- Tom me miró y volvió a sonreír. Sean no dijo nada, simplemente se levantó de su lugar y salió de la cocina dejando la caja de los chocolates sobre la mesa

-¿en qué me necesitas Tom?- me puse a su lado

-solo… quédate aquí…- acarició una de mis mejillas y me miró de una manera extraña…  retiró su mano y siguió guardando más cosas en las alacenas.

Seguí comiendo los chocolates y él me contaba lo que le había sucedido estando afuera de la fábrica, me reí de vez en cuando y en algunas ocasiones no lograba entender lo que intentaba decirme… pero lo dejaba pasar…

-ya quedo-… Tom volvió a mi lado y soltó un suspiro-todas las cosas están en su lugar- me sonrió y tomó otro chocolate-¿Qué quieres que hagamos? Podemos ver una película, cortarme algún libro que hayas leído recientemente… dime tú Dany-… lo pensé un momento y justo cuando iba a abrir la boca Sean entró a la cocina

-aquí es en donde entro yo- se puso entre Tom y yo-no tenemos nada nuevo que contarte- miró a Tom, quien solo bufó y puso en blanco sus ojos, Sean volvió a sonreír y me miró-tu y yo tenemos algo que hacer, vamos- me tomó de la muñeca, quitó la caja con los chocolates de mi mano y me sacó de la cocina

-¿Qué vamos a hacer?- nos detuvimos en medio de la sala

-solo fue una excusa, pero realmente quiero hacer algo-… me tomó de la cintura e hizo que me juntara más a él, me besó en los labios tomándome de la barbilla. Solo fue un beso corto…-quiero hacerte esto por el resto del día-… le sonreí… yo también quería hacer eso todo el día…

pero no más que eso.

Notas finales:

AUN FALTA SUBIR UN CAPÍTULO MÁS!! XD 


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