-Te has quedado callado- de nuevo habló muy cerca de mi oreja-puedo suponer que te sabes ambos significados ¿verdad?-paso mi cabello atrás de mis orejas-¿quién te lo ha explicado?- mire un momento mi pijama, ahora la tenía bien acomodada-responde, Daniel-esta vez, su voz sonó diferente... ahora me sentía mucho más nervioso...-fue Thomas- no lo dijo en duda y mucho menos en pregunta, era la afirmación a la pregunta que me había hecho... ¿cómo es que logró descubrirlo?...-¿no me vas a responder a nada?-... Tom me había dicho que no le dijera nada a Sean... pero Sean se estaba molestando... -bien, entonces iré por Thomas para que el me lo diga- Sean se levantó de la cama y se acercó a la puerta, por un momento se me había olvidado como caminar, vi como salía de la habitación, me moví rápidamente y también salí, Sean empezaba a llegar al primer escalón de la escalera, corrí y no lo pensé dos veces, simplemente di un gran salto hacia él y logre tomarlo con fuerza para evitar que siguiera avanzando-Daniel- me puse frente a él y le impedí que siguiera avanzando... -¿ya vas a hablarme?- vi como levantaba una ceja y se cruzaba de brazos, lo mire un momento, sí se veía muy, muy molesto... negué con la cabeza mientras agachaba mi mirada-iré por Thomas- intento pasar por mi lado pero me moví para evitar que lo lograra-Daniel- esta vez su voz fue severa, pero aun así no me aparte de su camino... Sean me miro de una forma más seria y brusca... di un paso hacia atrás pero había olvidado por completo que estábamos en el inicio de las escaleras, sentí que mi cuerpo estaba perdiendo el equilibrio y mientras mí cuerpo caía hacia atrás... cerré los ojos, escuche que Sean murmuraba mi nombre y esperé el golpe.
Sentí que con uno de sus brazos me rodeaba y con el otro me tomaba firmemente de la nuca, giramos y giramos, me llegue a golpear en los costados y en mis brazos que habían terminado abrazándolo por la espalda... giramos unas cuantas veces más hasta que ambos nos detuvimos, quedé abajo de Sean pero su peso sobre mi cuerpo era inexistente...-¿estás bien Daniel?- Sean aun me sostenía firmemente de la nuca... abrí mis ojos y vi el rostro preocupado de Sean
-...sí... sí, estoy bien-...suspiró, me abrazo un momento más hasta que se acostó a mi lado.
Nos quedamos en silencio, el miraba hacia los grandes ventanales que había en el techo y yo mire hacia la escalera, jamás se me habían hecho tan largas... y tan dolorosas... me toque en mi costado izquierdo... y presione un poco, sí, me dolía.
Sean se levantó del piso, lo mire un momento y vi que se acercaba a la puerta de Tom...
-no, Sean- murmure mientras me levantaba del suelo, de nuevo corrí hacia él y logre ponerme de nueva cuenta frente a el-no Sean... él… él ya debe de estar durmiendo...-susurre, el me miro y suspiro... ¿lo había convencido?...
Vi que se frotaba con sus dedos el tabique nasal... cerro un momento los ojos y luego de pensar un poco, los abrió para verme fijamente.
-entonces tú me lo dirás-...
-le prometí que no te diría nada...- vi que arqueaba su ceja izquierda,
-¿prometerle?-asentí, ahora Sean tenía una expresión de burla en su rostro-primero dile que el cumpla las advertencias, que tu aprendas a obedecer y que él no te haga crear estúpidas promesas-no me dio tiempo de decirle algo porque me cargo poniéndome sobre su hombro, quede viendo directamente al piso... ¿qué había dicho?... ¿advertencias?, ¿obedecer?, ¿estúpidas promesas?
Sean empezó a caminar hacia el pequeño pasillo que estaba al lado de la habitación de Tom.
Me quede quieto y en silencio... sabía que Sean estaba demasiado molesto… aunque aún no entendía del todo su enojo hacia… ¿mí?, no sabía que más podría decirle, no había entendido del todo sus palabras.
Caminó por el pasillo hasta que llegamos a la habitación que Sean había utilizado el día que Tom durmió conmigo... pero no lo soporté y había salido a buscar a Sean.
Entramos a la pequeña habitación, Sean se acercó a la cama y me arrojo sobre ella... rebote un poco y quede boca arriba. Pude ver la sombra de Sean entre la oscuridad, sabía que me estaba mirando fijamente... no me quería mover por los nervios que estaba sintiendo en ese momento...
-... ¿Sean?...- murmure un poco... realmente... tenía un poco de miedo con su actitud...
-he sido muy paciente-empezó a decir mientras me quedaba viendo los movimientos de su figura en la oscuridad, vi que se liberaba de un jalón su camiseta-he tolerado muchas cosas-... su playera terminó en el piso-he reprimido mis impulsos- puso una rodilla sobre la cama y no pude evitar retroceder hasta ponerme en la esquina más alejada de Sean...-quiero tenerte por completo-... abrí de sobremanera mis ojos... ¿tenerme?, ¿por completo?, ¿Qué significaba eso?...-ven aquí Daniel-... negué un poco con la cabeza mientras cubría mi boca con el reverso de mi mano, podía sentir como mi corazón estaba agitado y eso me hacía estar más nervioso de lo que jamás había estado en toda mi vida... -Daniel, ven aquí ahora mismo-... su voz me hizo temblar, entre la oscuridad, vi que empezaba a deshacer el nudo que tenía el resorte de su pantalón... llevé mis rodillas al pecho y me abracé, aun no dejaba de temblar... -Daniel-de nuevo ese tono severo... mi labio inferior empezó a temblar sin que pudiera detenerlo, por un momento no nos movimos ni hablamos, de mi parte, no respiré-ven- hablo Sean, negué ligeramente con la cabeza. El bufo ruidosamente-he dicho, que vengas- me tomo del tobillo derecho y me jalo con brusquedad hacia él.
Quede acostado en la cama, Sean se puso sobre mí, retiro mi mano de la boca y la tomo con fuerza pegándola en el pequeño colchón de la cama... lo mismo hizo con la otra.
-S...Se...Sean...-no podía hablar... tenía miedo, mucho miedo...hacia Sean...
Empezó a besar cada uno de los dedos de mi mano, ahora fue un pequeño y corto beso en la mano. Avanzó hacia mi muñeca y pasó lentamente su lengua por los huesos que había en ella, fue hacia mi antebrazo y de igual manera lo besó. Empezaba a calmarme apenas un poco…
Cuando llegó a mi hombro pude sentir como lo mordía con fuerza, mis hombros se contrajeron hacia mi cuello mientras me quejaba levemente, su mordida me había dolido. Siguió avanzando más y más, pasando por mi clavícula a la cual succionó con fuerza. Llegó a mi cuello y se dedicó a morderlo y pasar su lengua muy lentamente… cerré mis ojos y empecé a sentir mucho más… Sean sopló un poco en mi cuello logrando que mi cuerpo se estremeciera y sintiera como mis cabellos se erizaban desde la raíz.
Soltó una de mis manos y la junto con la otra, a ambas las tomo entre una de él mientras que con su mano libre empezaba a desabrochar los botones de mi pijama, pasó su lengua por mi cuello una vez más y sus dedos empezaron a tocar la piel de mi pecho, abrí mis ojos y me retorcí un poco para soltar mis manos, era imposible.
-no… Sean... no...-… murmuré levemente… su mano se posó por completo en mi pecho, acarició tocar mis costados y mis costillas…-…Sean…-salió mi voz, pero logré escuchar que no se había entendido muy bien lo que había querido decir…
-¿qué?-murmuró Sean… dejó de moverse, se enderezó y me miró. Pude ver apenas un poco su rostro, suspiré entrecortadamente mientras que Sean apretaba un poco más el agarre a mis manos… de las cuales, mis palmas ya estaban transpirando, al igual que mis muñecas…
-… de…-suspiré un poco para calmarme y poder hablar mejor-… detente…- volví a murmurar mientras seguía intentando soltar mis manos, me empezaba a cansar la posición en la que me encontraba, miré atentamente a Sean…
-no-… dijo secamente y de nuevo, empezó a besar mi cuello. ¿Había dicho que no se detendría?...
-…por… ¿Por qué no?...- sentí que su mano bajaba a mi abdomen, intenté doblar mis rodillas para evitar que siguiera avanzando, pero Sean pasó sus piernas sobre las mías y logró inmovilizarme… esta vez no me dijo nada, su lengua bajó hacia mi pecho y lo único que podía ver eran sus cabellos chocar contra mi pecho… seguí intentando liberar mis manos pero era inútil, todo lo que intentaba hacer contra Sean… era inútil…
-deten… Sean… por favor…-… volví a decirle, pero no me hizo caso alguno.
Se volvió a enderezar y me miró, su mano aún se mantenía sobre mi abdomen… sin moverla… solo… sintiendo mi agitada respiración…
-…Sean… detente…- bajé mi mirada hacia su mano, no dijo nada y sentí que su mano llegaba al resorte de mi pijama… miré a Sean, él tenía su vista en su mano… -…qué… ¿qué haces?...- me miró un momento… y sentí como iba introduciendo sus dedos a mi pantalón… -espe… espera… Sean…- me retorcí intentando soltarme, sus dedos empezaron a tocar los huesos de mi cadera, me agité mucho más fuerte pero era inútil, tenía miedo, miedo, miedo…
Sus dedos llegaron a rozar el principio de mi parte íntima… no debía ser tocada por alguien más… era prohibido, prohibido, prohibido… solo yo lo podía hacer mientras me estuviera bañando… pero Sean… ¡Sean la estaba tocando!...¿!que acaso no sabía que era prohibido?!... volví a retorcerme…
-no, Sean… no… no debes…- entrecerré mis ojos, y sentí que sacaba su mano de mi pantalón, me calmé por un momento, mi respiración estaba agitada, miré a Sean, pero él… no me miraba en lo absoluto… suspiré y fue cuando él me miró… -… ¿Sean?...- estiró su mano libre hacia mis cabellos y los acarició lentamente… regresó su mano sobre mi pecho y lo acarició con sus dedos en forma circular, pasó sus dedos alrededor de mis pezones y luego acariciaba la boca de mi estómago, bajando y bajando… esta vez puso su mano por completo sobre mi parte íntima… volví a agitar mis manos y a retorcerme… -…detente… no más… no…- frotó su mano en mi intimidad, mis piernas se cerraron un poco de forma automática, pero su mano aún seguía ahí… aún… me estaba tocando en esa parte prohibida… un escalofrío llegó a esa zona… un… un… era algo extraño… algo… que nunca, nunca, nunca había sentido mientras yo me bañaba ahí… volví a jalar mis manos, esta vez, con más fuerza logrando soltarme. Apresé la mano de Sean entre mis piernas, me enderecé rápidamente, y por impulso hice mi mano en un puño, el cual, terminó en la mejilla izquierda de Sean… vi como su rostro giraba un poco hacia la derecha por el golpe que le había dado, mi mano tembló un poco… me hice hacia atrás, alejándome lo más que podía de Sean, vi que se llevaba una mano a su mejilla, no nos movimos por unos instantes… lo vi de perfil... ese no era el Sean que conocía… no, era otro… pero… se veían iguales… no… ¡no era él!... llevé mi mano a mi pecho, vi que Sean tenía los ojos cerrados… ese momento se me estaba haciendo eterno… junté mis rodillas y me abracé un poco… -…Sean… yo no…- no pude evitar hablar… me acerqué un poco a él pero rápidamente se levantó de la cama-…Sean…- salió de la habitación sin mirarme o decirme algo…-… Sean…- murmuré y la voz no me volvió a salir, no… no era mi intención golpearlo… me fui acostando lentamente sobre la cama… ya había otras veces en las que había golpeado a Sean… pero esta… esta vez, era diferente, muy diferente, mi puño quemaba y me dolía, mi brazo lo sentía agotado. Me acosté por completo sobre la cama y me quedé en silencio. Afuera de la habitación no se lograba escuchar nada. ¿A dónde habrá ido Sean?... me quedé viendo hacia la puerta en donde hace pocos momentos Sean había salido furioso, enojado y molesto conmigo… miré mi puño, aún me ardía y no era por el golpe que le había dado a Sean… no… era otra cosa y no sabía que era.
Me hice un ovillo mirando hacia la puerta… tenía las esperanzas de que Sean entrase por ella, me diera un beso en la frente y nos acostáramos a dormir como todas las noches… parecía que esta vez iba a ser imposible que eso sucediera…
No debí haber golpeado a Sean… aunque… él estaba tocándome en una parte que no debía ser tocada por alguien más… o al menos eso era lo que siempre me decían los científicos en el laboratorio… de tan solo recordar el cómo me había tocado me estremecí un poco y apreté mis piernas… la verdad… es que cuando me tocó, había sentido algo extraño… algo que… me gustó apenas un poco… sentí mi rostro calentarse, cerré los ojos con fuerza y volví a apretar mis piernas, debía olvidarme de todo eso, era algo malo y algo en lo que debía evitar pensar.
Cerré mis ojos pero inmediatamente los abrí, me sentía cansado, seguramente ya pasaban de las doce de la noche… cerré un momento más mis ojos, me pesaban y los sentía muy cansados.
Escuché un pequeño ruido provocado por el movimiento de trastes, de seguro Sean aún estaba en la cocina… probablemente buscando un vaso con cual tomar agua… miré hacia la puerta y me levanté de la cama, el piso estaba frío, hasta ese momento lo había sentido…
Me puse de frente a la puerta para empezar a abrirla lentamente. Primero me asomé un poco dándome cuenta de que al final del pasillo se distinguía una leve luz de color amarillo/anaranjada…
Salí de la habitación y empecé a caminar lentamente a través de él… no escuchaba ni un ruido y yo me esforzaba en no crear alguno… sentía que mi respiración podía ser escuchada, estaba algo agitada y alborotada… las manos me sudaron por los nervios que sentía al recorrer el largo pasillo que antes me parecía normal. Llegué a el inicio de la sala asomándome un poco, Sean estaba acostado sobre el sofá, siendo alumbrado por la luz de una pequeña lámpara que había atrás de su cabeza… se encontraba leyendo el libro que hablaba sobre el “sexo”… sobre ese tema que había causado que golpeara a Sean en la mejilla… o eso creía… salí por completo del pasillo y me fui acercando lentamente a él… realmente quería dormir a su lado, quería… que me abrazara como lo había hecho en la mañana… tan solo hace pocas horas…
-ve a dormir-… escuché su voz, me detuve a mitad del camino, di un paso hacia atrás mirándolo fijamente, él aún no apartaba su vista del libro
-yo… yo quería…-murmuré
-ve a dormir-volvió a decir… yo solo… quería disculparme…
-pe… pero…-avancé un paso más
-he dicho-retiró su vista del libro y me miró fijamente-que te vayas a dormir y no salgas de esa habitación hasta que amanezca-… no terminó de verme mientras me hablaba, había regresado su vista a ese libro… lo miré un momento más, seguía leyendo sin prestarle atención a mi presencia, la mitad de su rostro era iluminada… mientras que la parte de su boca… no podía verla con claridad…
-¿aún sigues ahí?-vi que cambiaba de hoja en el libro y se acomodaba mejor en el sofá, dándome un poco la espalda…
-si… me voy a dormir-… el pecho me ardía… ardía, dolía y no me dejaba respirar de la forma que quería… lo miré por un instante más, aún me daba ligeramente la espalda… de nuevo el pecho me ardió. Di media vuelta y empecé a caminar de nuevo entre el oscuro pasillo arrastrando mis pies y mirando fijamente el piso… ahora solo quería acostarme en la cama.
Durante el resto de la noche me había mantenido dando vueltas en la cama, girando y girando tratando de encontrar la forma más cómoda para poder dormir, quitando y volviéndome a tapar con las cobijas, viendo hacia la oscuridad pensando… pensando en muchas cosas pero a la vez en ninguna… nunca antes… había pasado una noche así, realmente quería dormir pero no podía, no podía… necesitaba que algo me abrazara y que yo también… abrazara…
Cuando el cielo empezó a teñirse de un azul más claro pero que aún se mantenía oscuro me quedé viendo fijamente hacia la ventana… tenía sueño y estaba cansado… pero ya era temprano como para ponerme a dormir… giré unas cuantas veces más en la cama hasta que me harté de ella y decidí levantarme por fin, el cielo aún seguía igual… ¿por qué el tiempo siempre es tan lento?, y a veces cuando quería que pasara lento… se me iba entre los dedos… odiaba el tiempo.
Empecé a arreglar la cama. Quité las cobijas y las sábanas, sacudí el colchón y de nuevo coloqué todo en su lugar. Cuando la cama estuvo ordenada me volví a acostar en ella dejándome caer boca abajo. No tenía ganas como para moverme o para hablar con alguien, me sentía… de muy mal humor… el cuerpo me dolía y tan solo… quería estar acostado… escuchando nada…
Escuché como chocaban más trastes en la cocina… ¿Sean?... miré hacia la puerta y de nuevo me levante acercándome a ella. Había dicho que no saliera de la habitación hasta que amaneciera… pero… miré hacia la ventana, el cielo aún se veía oscuro… ¿podría decirse que ya había amanecido?, ¿o no? Abrí lentamente la puerta y salí de la habitación, el frío llegó a mi pecho y recordé que mi pijama aún estaba desabrochada, observé por un momento mi pecho al descubierto, vi cómo se inflaba cada que respiraba… vi hacia el final del pasillo y empecé a abrochar de nuevo cada uno de los botones… empecé a caminar de nuevo por el pasillo y en medio de él me froté el rostro con fuerza, si era Sean el que estaba en la cocina, quería que me viera con un buen rostro… tal vez ya había olvidado lo del golpe… o… tal vez… me hablaría como hace 24 horas lo había hecho…
Llegué a la sala y vi que el sofá ya estaba vacío, la luz de la lámpara aún estaba encendida pero la acompañaba una luz más potente que provenía de la cocina, mi vista se puso en ese lugar.
Los ruidos se escuchaban más fuertes de su interior, me acerqué lentamente y entrecerré mis ojos por la luz… me habían ardido… vi a Sean de espaldas, su cabello estaba mojado y con una toalla roja sobre sus hombros. Tenía puesto un pantalón de pants azul oscuro, del mismo color del que estaba el cielo en esa mañana, y una playera de tirantes color blanca… dejando al descubierto sus brazos y un poco de sus hombros… ¿debía decirle buenos días?... así como siempre hacían Tía Lucy y James para luego besarse en la frente… o tal vez ¿simplemente debería acercarme a él?... me froté un poco más el rostro y jalé un poco los cabellos que cubrían mis orejas…
Empecé a tranquilizarme porque me había dado cuenta de que mi corazón estaba acelerado y me sentía nervioso… y Sean aún no me veía… inhalé y exhalé lentamente… sintiendo el aire fluir por mis fosas nasales… sonreí un poco y me acerqué lentamente a Sean…
-…Sea…-hablé levemente
-ve a bañarte y después baja a desayunar-… de nuevo me detuve a un metro de distancia de él… lo miré un momento más… ahora… quería gritarle… pero… no podía… simplemente no podía hablarle de esa forma a Sean… no le dije nada, me volví a girar y salí de la cocina. En la sala me di cuenta de que mis manos estaban echas puños… me había molestado el que Sean no volteara a verme… simplemente… me dijo lo que tenía que hacer… realmente, estaba molesto con él.
Subí lentamente las escaleras, aún arrastraba mis pies descalzos sobre la madera del piso, el enojo hacia Sean hacía que el pecho me ardiera demasiado, necesitaba bañarme con agua fría para poder aclarar y enfriar mi mente…
Llegué a mi habitación y noté que la cama aún estaba como yo la había dejado ayer por la mañana, seguía sin arrugas y las almohadas estaban bien acomodadas… entonces… Sean durmió en el sofá… suspiré lentamente, el enojo estaba disminuyendo de poco en poco… entré al baño y cerré con seguro la puerta
Me mire fijamente en el espejo, vi mi rostro un momento y no noté ningún cambio en el, me sentía triste y tenía sueño... pero mi rostro seguía igual que los días anteriores... pero por el interior me sentía diferente... Sean me había hablado de una forma diferente a como lo hacía siempre y tampoco me había volteado a ver... me hacía sentir mal...
Empecé a desabrochar mi pijama y la deje caer al piso al igual que el pantalón. Mire mi figura en el espejo unos momentos, tenía mis brazos, piernas, cintura, muslos, cuello y manos delgadas, no había ningún problema en el exterior... solo... fije mi vista en el pequeño moretón que había en la zona de mis costillas, lo presione un poco y me dolió ligeramente. Me observé un momento más hasta que decidí empezar bañarme.
Abrí el grifo de la regadera, esta vez no se me antojaba un baño en tina. El agua empezó a salir helada, la templé mientras el agua caía en la palma de mi mano. Cuando el agua estuvo en la temperatura que más me agradaba acomode mi pijama sobre el retrete, me quite la ropa interior y la puse sobre lo demás.
Me coloqué debajo de la regadera y el agua empezó a caer por todo mi cuerpo, primero mojo mis cabellos, mis hombros y mi abdomen. Recargue mi frente en la fría pared del baño y el agua calló de lleno en mi espalda, cerré mis ojos y me dedique a escuchar los agradables sonidos que hacía el agua... entreabrí mis ojos y mi vista se puso en mi parte intima, "la parte prohibida" como algunos científicos le decían. El recuerdo de la mano de Sean sobre “esa” parte me hizo estremecer y cerré mis ojos mientras apretaba con una ligera fuerza mis piernas… no sabía que es lo que me estaba pasando…
Inhalé y exhalé lentamente.
Mi vista se puso sobre el jabón de barra que había sobre un estante de metal que estaba pegado a la pared, estiré mi mano y lo tomé. El jabón poco a poco fue haciéndose resbaloso conforme el agua le caía, primero lo jugué entre mis manos hasta que su olor picante llegó a mi nariz. Di media vuelta y me senté en flor de loto sobre el piso, el agua empezó a chocar contra mi rostro.
Pasé el jabón por mi cabello, tallándolo muy bien, luego lo lavé y seguí con mi pecho, axilas, brazos y manos. El jabón llegó a resbalarse de mis manos cayendo justo en medio de mis piernas, lo tomé pero mi vista se puso “ahí”… de nuevo miré hacia las cuatro esquinas del baño, sabía que esta vez no entrarían científicos a detenerme… de nuevo inhalé y exhalé, me recargué en la fría pared, cerré mis ojos y empecé a frotar el jabón en “esa parte”.
Hice ligeramente mi cabeza hacia atrás, recordé cuando la mano de Sean se había posado en mi intimidad… empecé a sentirme bien… reemplacé el jabón por mi mano… no sabía de dónde había provenido esa idea… pero lo hice. El jabón quedó a un lado de mí y empecé a frotar mi mano. Tomé mi pene y lo moví de arriba hacia abajo… arriba, abajo… arriba, abajo… muy, muy lentamente… entreabrí mis ojos cuando sentí que se empezaba a… poner…
-…está tieso…- murmuré mientras lo miraba fijamente… ¿eso era normal?, ¿eso debía pasar?, ¿solo eso me pasaba a mí?... era como en algunas mañanas… solo que esta vez… yo lo había provocado… o algo así, realmente no estaba muy seguro… pero… ¿y si continuaba?, ¿me pasaría algo malo?, ¿dolería?... con mi pulgar toqué la punta y llegó a arderme… pero… lo tomé entre mi mano y seguí con los movimientos de arriba hacia abajo… de nuevo me llegó esa agradable sensación… volví a cerrar los ojos, él agua cayó en mi frente y mi mano aumento los movimientos… mis piernas temblaban y se cerraban un poco, empecé a morder mi labio inferior y saqué el aire que mantenía en mis pulmones de una forma brusca… aumentaron los temblores en mis piernas… ahora, mi mano estaba en un momento de frenesí… no quería detenerme… no… no quería…
Escuché que tocaban a la puerta, mi mano se detuvo y abrí los ojos para mirar directamente a la puerta… ¿los científicos?... no… ellos no… volvieron a tocar la puerta, esta vez con más fuerza… será…
-… ¿Sean?...-la boca se me había secado y mi voz fue opacada por el agua…
-¡estás ahí Dany!-… esa era la voz… de August…-¡¿Dany?!- tocó de nuevo la puerta y con más fuerza… reaccioné inmediatamente
-si… si… hemm… ¡estoy bañándome!…- empecé a levantarme pero las piernas me temblaron y no podían sostenerme adecuadamente, tuve que ayudarme con la pared
-¿vas a tardar mucho?... es que… ¡me anda del baño!-miré un momento más a la puerta y no pude evitar sonreír, empecé a retirar el jabón que quedaba en mi cuerpo
-no, ya casi salgo-… terminé de bañarme, salí de la regadera y tomé una toalla envolviéndome en ella, hice una bolita mis ropas y miré una vez más el baño… todo estaba bien… abrí la puerta e inmediatamente August entró al baño. Me quedé por un momento pasmado por la gran velocidad con la que había entrado… de verdad… ya le andaba del baño...
Dejé la ropa sucia en el cesto y saqué la limpia del closet, un pantalón de mezclilla, ropa interior blanca, playera azul y una sudadera gris. Primero me puse la ropa interior y luego empecé a secar mi cabello.
-de la que me has salvado Dany-August salió del baño con una gran sonrisa, se sentó en mi cama a un lado de mi ropa-casi nunca me dan ganas de ir al baño a estas horas, pero por alguna extraña razón hoy si-volvió a suspirar-no tengo baño en mi habitación, Ana estaba en el suyo y ella tarda una eternidad en salir, creo que se depila las piernas-lo último lo dijo susurrando, empecé a ponerme el pantalón de mezclilla-Tom aún estaba durmiendo o tal vez no quería abrirme, y la habitación de Sean estaba cerrada-volvió a suspirar-tú me has salvado-se levantó de la cama y me abrazó justo cuando empezaba a ponerme la playera-te debo una Dany-me sonrió-oye…¿Qué te pasó aquí?-… señaló hacia el moretón que estaba en mi costado-tienes 4 en total… ¿Qué estaban haciendo anoche loquillos?... –me sonrió-escuché ruidos en la sala, ¿eran ustedes?...- amplió la sonrisa… todo lo de anoche… volvió a mí… puse mi vista en la sudadera que aún estaba sobre mi cama-bien… pero vi que Sean tenía un moretón su mejilla, se le veía cansado… y tú también… ¿se pelearon?...-quitó la sonrisa de su rostro y yo evitaba mirarlo
-…no… él y yo… no…-
-está bien, está bien, no hace falta que te esfuerces-volvió a sonreír-Sean es un bestia, ¿sabes? Él siempre se peleaba con Tom, James y conmigo, es muy territorial con lo que le pertenece- miré de reojo a August y noté que hacía una mueca… ¿le dolerá algo?... -como sea, mejor me voy antes de que pase algo más, no quiero morir y mucho menos en este día-me frotó los cabellos y salió de la habitación mientras me decía adiós con su mano.
¿De qué estaba hablando August?... no lo había entendido del todo
Terminé de vestirme, me puse las pantuflas porqué aún era temprano y hacía frío. Dejé la toalla en el baño y volví a arreglar las leves arrugas que tenían las cobijas de la cama por que August se había acostado en ella. Peiné mis cabellos utilizando mis dedos mientras salía de la habitación, pude ver por los grandes ventanales que el sol ya estaba saliendo, aún era muy temprano pero ya no tenía tanto sueño… aunque…
Me detuve a mitad del pasillo y mis manos se hicieron puños, aún estaba molesto con Sean. Inmediatamente recordé lo del baño… miré hacia las pantuflas y las moví ligeramente recordando esa sensación… que tanto me había gustado… me sentía en un momento muy bueno… pero… August llegó… e interrumpió ese momento. Seguí caminado y bajé de dos en dos los escalones de la escalera mientras que a mi nariz llegó un agradable y delicioso olor. Me apresuré en llegar a la cocina, ahí aún estaba Sean pero sin la toalla en su cuello. Esta vez no le dije nada, él aún estaba de espaldas, así que me senté en mi lugar intentando no hacer ruido. Sabía que él ya había notado mi presencia, pero no me hablaba, eso hacía que me molestara. Empecé a jugar con el salero que había frente a mí, dándole vueltas y mirando que tendría de nuevo
-wok, que ambiente más pesado hay aquí- entró una Ana sonriente, se sentó frente a mi sin quitar su sonrisa-parece que a alguno de los dos le llegó la visita de “Andrés” por la madrugada-Ana amplió su sonrisa y se recargó en el respaldo de la silla-¿pasaron una mala noche de bodas?-se carcajeó un poco-yo sí, no pude resolver un rompecabezas, ahora entiendo de donde sale su nombre-vi que se tallaba un poco los cabellos terminando de desordenárselos y puso su frente sobre la mesa, soltando un bufido de cansancio-Dany, por favor, ayúdame a terminar el rompecabezas, mi cabeza explotara en cualquier momento, estoy muriendo muy lentamente de sueño… -extendió sus brazos sobre la mesa y me tomó de las manos-¿me ayudarás?-sus ojos se veían cansados y con grandes ojeras que parecían bolsitas moradas… iba a responderle pero Sean puso frente a mí un plato con fruta, haciendo que Ana soltara mis manos y ambos tomamos distancia. Sean puso un tenedor a mi lado junto con una taza llena de yogurt… de pronto… la poca hambre que tenía… de repente… se había esfumado…
Ana tenía razón… el ambiente en la cocina… era muy pesado, aunque no supiera con exactitud a que se refería con eso… pero sí lo sentía…
-Buenos días-… Tom entró en la cocina sin muchas ganas… nadie dijo nada y se sentó en su lugar, a un lado de mí. ¿Parecía deprimido?... acaso todos… ¿habían pasado una mala noche?
-parece que alguien no tiene humor hoy- canturreó Ana mientras sonreía y su rostro se iluminaba un poco… -¿por qué será?-hizo una pose de estar pensando mientras miraba al techo-¡ho!, ¡ya sé!, alguien tiene hoy una cita con el dentista ¿verdad?-Ana puso ambos codos en la mesa y entrelazó sus dedos, colocando sobre ellos su barbilla… ¿Dentista?... ¿Qué era eso?...
-cállate Ana, no me agrada eso de que sea el único que vaya al dentista, ¡ustedes también tienen dientes!-
-sí, pero tú eres el único que no tiene una buena higiene en ellos y que come chocolates, dulces y chucherías en la madrugada para después no lavarse los dientes como es debido-August entró en la cocina con un buen ánimo. Se sentó a un lado de Ana.
-¡eso no es justo!, ¡Sean y Dany también comen palomitas en la noche!-…ha… cuando veíamos nuestros maratones de películas…
-sí, pero ellos si se lavaban los dientes ¡y tu cerdo, no lo hacías!- Ana estalló en carcajadas al igual que August.
Sonreí un poco y tomé el tenedor que había a mi lado, empecé a vaciar el yogurt sobre la fruta y me llevé la primera pieza a la boca. En mi boca la fruta no supo nada bien.
-¿Dany vas a hacer algo hoy?-… Tom me preguntó mientras se servía un poco de fruta que Sean había picado… un momento… ¿en dónde estaba Sean? ... lo empecé a buscar con la mirada y lo encontré sentado en su lugar, comiendo fruta con miel y hojuelas, mientras que en su mano sostenía un libro que no era el que decía con letras rojas y grandes “Sexo”… ¿ya lo había terminado de leer?... -¿Dany?-Ana y August también se estaban sirviendo su desayuno… -Dany, te estoy hablando-Tom se acercó su rostro al mío, puso una mano en mi frente y me llegó un pequeño golpe-¿aún estas aquí?-Tom se sentó a mi lado y noté que hacía una pequeña mueca de dolor…
-sí, hemm… no, hoy no hago nada…-llevé otra fruta a mi boca
-oye Sean, ¿crees que Dany pueda acompañarme al dentista?-… cuando escuché el nombre de Sean, me estremecí
-oye, no, no, no, no, Dany no tiene por qué escuchar los horribles ruidos de ese lugar-Ana habló por Sean
-¿Por qué no?, estaré solo allá y… allá hace frío-… miré de reojo a Tom, él me sonrió y levantó sus cejas al mismo tiempo
-eres un pervertido-le dijo Ana y todos volvimos a quedar en silencio, la fruta me sabía mal… muy mal.
-bien, ya terminamos-Ana y August se levantaron de su lugar-apúrate Tom que August y yo te vamos a llevar al Dentista, ayer por la noche me llamó James, me dijo que no podría llevarte él porque parece que Lucy se enfermó del estómago y está un poco delicada, así que, ya sabes, la va a cuidar él-… Tía Lucy… ¿estaba enferma?... –tranquilo Dany, no es nada grave-… Ana me acarició los cabellos y me dio un beso en la mejilla
-ese maldito de James me dejó con los dos locos, espero que no me maten en el camino-Tom se levantó de su lugar y dejó los trastes sucios en el fregadero
-Dany, por favor, por favor, ayúdame a terminar el rompecabezas que está en mi habitación sobre mi cama, y si quieres puedes tomar más juego que encuentres ahí, no quiero perder estos dos días sin hacer un rompecabezas-August también se levantó de su lugar y puso sus trastes sucios en el fregadero
-espera, espera, espera ¿Por qué dos días?, se supone que cuando mi consulta acabe solo habrán pasado 2 horas, no 2 días-Tom se puso en frente de Ana
-¿qué?, no vamos a regresar hoy ni mañana, hoy a la una de la tarde empieza la convención que tanto estaba esperando desde hace un año y la vamos a aprovechar al máximo ¿verdad August?... -… eso significaba…
-así es, gastaremos dinero como si fuéramos millonarios-… ambos celebraron al mismo tiempo
-no, no, no, ¡aguarden!-Tom elevó ambos brazos-eso significa que dejaremos a Dany con Sean durante ¡dos interminables días!... no, eso sí que no-Tom se puso a mi lado y me abrazó por los hombros mientras me besaba en una mejilla… Ana me miró
-lo siento Dany, pero para entrar a esa convención necesitas identificación, es decir, tener más de 18 años, todos los tenemos ya cumplidos, de hecho Sean es el más viejo de aquí-Ana señaló hacia un Sean que… no había dicho nada y no se había movido ni un milímetro…-pero si Sean va tú te quedarías solo… y eso sí que no-se cruzó de brazos-pero como a Sean no le gustan estos eventos… pues todo estará bien, estarás acompañado por él-Ana sonrió… de una forma extraña…
-entonces no iré al Dentista hasta que James venga-Tom me abrazó con mucha más fuerza-no permitiré que Dany se quede solo con la bestia, ¡es peligroso!...- Tom me soltó y encaró a Ana… vi como Tom caía al piso y empezaba a convulsionarse…
-gracias Sean-Ana sonrió… miré a Sean, él aún no se movía pero… había utilizado sus poderes en Tom…
-bien, entonces nosotros nos vamos-August cargó a Tom mientras que Ana le empezaba a enredar cinta en sus pies y muñecas
-cuídate Dany-Ana se acercó a mí y me dio otro beso en la mejilla
-adiós Dany, nos vemos en dos días-… August revoloteó mis cabellos-cuida de él Sean y tú también cuídate-los tres salieron de la cocina y yo seguí comiendo la fruta que no me estaba gustando tanto… un momento…
Las palabras llegaron de nuevo a mi mente…
Dos…
Dos… días…
Solo…
Junto… a Sean…
Y solamente… con Sean…