En El Capítulo Anterior...
-eso sí...-suspiró-... fue un gran beso-... me sonrió, se inclinó y beso la punta de mi nariz. Saboree mis labios-¿te gustó?-... observé a Sean, él me miraba con una sonrisa
-...si... me gustó-... evité mirarlo mientras hablaba, aún me avergonzaba cuando tenía que decir todo ese tipo de cosas...
-estupendo, porque aún no se termina-...
-¿aún no?-... Sean negó
-no, aún me falta enseñarte más cosas-... ¿más?... –cosas que espero y te gusten-... acarició mi mejilla
-¿Por qué no iban a gustarme?-... sonrió
-son algo más... atrevidas...- de nuevo acarició mis cabellos y vi como en salivaba sus labios... ¿ahora que iba a hacerme?...
-¿atrevidas?...-me miró fijamente y se empezó a enderezar, pero me tomó de la sudadera llevándome con él. Ambos terminamos sentados de frente en el sofá
-sí, más atrevidas-... tomó el cierre de mi sudadera y empezó a bajarlo lentamente, su vista seguía el movimiento de ese cierre... el sonido que provocaba parecía que resonaba por toda la fábrica y también en el interior de mis oídos al igual que los exagerados latidos de mi corazón... pensaba que iba a darme un paro respiratorio o algo peor que eso... lo observé fijamente mientras decíamos nada... quería que él me continuara explicando pero parecía que ahora, estaba distraído bajando mi cierre...
-...he... ¿Sean?...- no soportaría quedarme con las dudas
-dime-... me miró pero sus manos siguieron enfocadas en el cierre de la sudadera...
-... ¿qué vas a hacer?...-puse mis manos a cada lado de mis piernas, Sean sonrió
-nada-... bajo un momento su vista para terminar de desabrochar por completo mi sudadera...-¿por qué lo preguntas?-...
-estas... quitándome la sudadera...-... colocó sus manos sobre mis hombros y la empezó a deslizar lentamente. Fue cuando noté que Sean estaba sonriendo.
Me paralice por un instante... Esa sonrisa... esa ligera y casi imperceptible sonrisa... hizo que me estremeciera...
-¿y eso es extraño?-su voz hizo que regresara en mí pero no dejé de observar la sonrisa que tenía
-nun... nunca lo habías hecho... creo...-tomó una de mis manos y empezó a sacar lentamente la manga, luego fue con la otra... todo lo que estaba haciendo... quitarme la sudadera y hablar... todo tan desesperadamente lento... ¿qué le estaba sucediendo?, ¿le dolerá algo?, ¿o qué?...
-lo hago cuando te quedas dormido y aún estas con la ropa puesta-... no supe en dónde meter mi rostro para evitar que Sean me viera... sabiendo que él hacía eso cuando yo no podría defenderme... me provoco mucha vergüenza...
-... pero... aun no voy a dormir...-... llegué a olvidar el motivo por el que estábamos teniendo esta conversación... ¿por qué habíamos empezado a hablar de este tema tan extraño?...
-lo sé- guardó silencio... ¿solo eso iba a decirme?... yo esperaba... alguna respuesta más larga. Pero nuevamente, no podía quedarme sin preguntar
-... entonces... ¿Qué vamos a hacer?, no es necesario quitarme la sudadera ¿o sí?...-empezaba a sentirme un poco inquieto-...y... y creo que hace un poco de... de frío- Sean solo me miró fijamente y se quedó observándome. Me estaba mirando de alguna forma... no, no, siempre me miraba así... o al menos así me parecía...
-¿sucede algo?-tomó mis manos entre las de él y fijé mi vista en ellas-¿Daniel?-... pude sentir como apretaba ligeramente mis dedos... esto... ¿Qué era esto?... era distinto a lo que siempre hacíamos.
La forma en la que Sean me estaba tocando, la forma en la que me veía, la forma en la que me hacía sentir... todo estaba fuera de lo normal... no lo entendía... ¿Qué es lo que quería Sean?... más bien... ¿yo debía hacer algo?, ¿qué?, ¿cómo?
Sentí que besaba mi cuello.
Me estremecí y me alejé un poco, poniendo mi mano sobre la zona en la que me había besado
-¿Qué haces?-nos observamos fijamente, Sean elevó un poco sus hombros
-te hablé y no me hiciste caso...-retiró mi mano del cuello y en su lugar, colocó las suyas para que con su pulgar empezara rozara apenas un poco mi garganta-se me hizo fácil besarte mientras estabas distraído-aplicó un poco de presión a mi garganta- ¿Qué pasa?-ahora frotó ambos pulgares sobre mi piel -parece que viste un fantasma-... sonrió... ¿qué era un fantasma?... pensé eso por un momento mientras que mi vista seguía en mis manos. Sentí que sus manos se deslizaban a mis hombros y luego bajaban un poco más hasta apretar ligeramente mis brazos... -¿me estas escuchando?-de nuevo la voz de Sean, fijé mi vista en él
-...he...-... vi que sus cejas se distorsionaban un poco
-¿en qué estás pensando?-...
-¿yo?... no... en nada-... elevó una de sus cejas
-entonces dile a “nada” que no te distraiga, porque quiero toda tu atención-... Sean estaba molesto... deje caer mis hombros
-sí... -... murmuré, él suspiró
-...será difícil...-escuché que hablaba entre dientes, lo vi de reojo. Por fin liberó mi cuello. ¿A quién le estaba diciendo eso?... ¿a mí?... ¿o a él mismo?, ¿por qué?... Ambos nos quedamos en silencio. El recargó su hombro en el respaldo del sofá y suspiró. ¿Habré hecho algo mal?... no... Ni siquiera había hablado y mucho menos me había movido... ...ha... será... ¿por eso?... ¿por qué no había dicho nada?... ¿o era otra cosa?
Observé a Sean un poco más, ahora se estaba frotando la sien con dos dedos mientras mantenía sus ojos cerrados... tenía mi oportunidad para que no se molestará más conmigo... ... ¿si debía hacerlo?... ¿o no?... no estaba muy seguro...
Si. No. Si. No. Si. No. Si. No... Si... Si...
Cerré con fuerza mis ojos y me moví rápidamente. Pasé mis brazos por su cuello y pegué mis labios contra los de él.
Quería besarlo. Debía besarlo.
Pero algo falló en mi propósito haciendo que mis dientes chocaran contra los de él provocando que ambos nos quejáramos. Liberé su cuello y lleve mis manos a la boca. Miré alternadamente mis dedos mientras tocaba mis dientes para ver si no me salía sangre o algo así. Ese golpe provocado por mí sí que había dolido. Escuché como Sean se empezaba a reír. Lo observé y el a mí.
-sí que dolió-tocó con dos dedos su boca y sonrió-estuvo bien... pero debes hacerlo así-...tomó mi mano y la aparto de mi boca, me miró fijamente y se acercó a mi mientras pasaba una mano por mi nuca-debes hacerlo lentamente-colocó mi mano sobre el sofá y después puso la suya encima, pasando sus dedos entre los míos-...no hay prisa...-... se acercó más hasta que pude sentir su aliento... tomó con más fuerza mi cuello evitando que me hiciera hacia atrás, sus labios tocaron los míos y de repente mi respiración se detuvo. Puse mi mano libre sobre su hombro y tomé con fuerza su playera esperando a que Sean empezara a besarme... pude sentir como sus labios se separaban lentamente, entre cerré mis ojos y mis brazos se movieron hacia su cuello hasta rodearlo por completo -...hazlo...-Sean habló contra mis labios, su aliento estaba caliente. ¿Hacer qué?... abrí mis ojos y fijé mi vista en sus espesas y negras pestañas. Colocó sus manos en mis costados y tomó con fuerza mi cintura... –...bésame...-volvió a decir contra mis labios y noté que sus ojos se movían ligeramente bajo sus párpados... ¿Besarlo?... Cerré mis ojos por completo y me estire un poco más haciendo que los labios de Sean dejaran de tocar los míos... respiré haciendo el mínimo ruido y me empecé a inclinar un poco para rozar su nariz con la mía y al final, juntar de nuevo mis labios con los de él. Su boca estaba entreabierta así que primero empecé tomando su labio superior y él, inmediatamente tomó el que aún se mantenía libre. Rodeó por completo mi cintura. Sus labios empezaron a moverse con rapidez, succionando y jalando... -ven-... dijo mientras separaba apenas un poco nuestros labios... ¿ir?... me separe ligeramente para preguntar qué es lo que quería que hiciera, pero Sean se me adelanto tomando una de mis piernas y jalándome ligeramente. Se sentó con la espalda recargada en el respaldo del sofá y yo quedé sentado sobre sus piernas. Colocó sus manos en mis muslos y los apretó ligeramente, iba a alejar sus manos porque ese movimiento estaba incomodándome un poco pero volvió a tomar mis labios entre sus dientes y esta vez los jaló con un poco más de fuerza, intenté alejarlo colocando mis manos sobre sus hombros, pero dejó de jalarlos y me detuve. Llevé mis dedos al labio que me dolía -lo siento-... me dijo y lo observe, sonrió. Hizo de lado su cabeza y empecé a sentir su respiración en mi cuello mientras que sus manos se paseaban por el largo de mis piernas, pasé mis brazos alrededor de su cuello y lo atraje a mí.
Sentí un pequeño jalón con sus dientes a la piel de mi cuello y los cabellos de mi cabeza se erizaron desde la raíz. Lo abracé con más fuerza. Sus manos subieron por mis costados y ahora sentí esa corriente extraña pasearse por el largo de mi columna y un poco más en la nuca. De sus dientes pasó a usar su lengua, la cual, se movía lentamente y en un solo lugar de forma circular, de arriba hacia abajo y luego de un lado a otro... entre cerré mis ojos... eso me estaba gustando y no me había provocado cosquillas como otras veces... esta vez me provocaba... algo que me estaba gustando sentir... pero no me sabía la palabra correcta para describir la sensación...
Sus manos pasaron de mis costados a mi nuca, ahí, su boca subió un poco más, besando mi mejilla y llegando a mi oreja, en la cual introdujo su lengua. Llegué a sentirme extraño pero empezó a agradarme en el momento en que sus dientes mordieron el contorno... me empezaron a doler los labios y me di cuenta de que los estaba mordiendo... suspire sin hacer ruido. Sus manos volvieron a bajar, esta vez, colocándose en mis caderas y apretando ligeramente los huesos que me sobresalía... su boca seguía sobre mi cuello y mis cabellos seguían erizándose desde la raíz. Las corrientes que viajaban por todo mi cuerpo se detuvieron en mi pecho y empecé a sentirme realmente muy bien.
Lo disfruté.
Sean bajó un poco más pasando de largo mi cuello para llegar directamente a mis clavículas. Delineó cada una con la punta de su lengua, de un lado a otro y rozándome apenas un poco con sus dientes. Ese cosquilleo aún se mantenía en mi pecho, extendiéndose a mi espalda, brazos y la raíz de mis cabellos... ensalivé un poco mis labios y abracé con más fuerza el cuello de Sean recargando una de mis mejillas en su hombro viendo directamente hacia su cuello. Sentí que jalaba ligeramente mi playera para poder tener a la vista mi hombro. Cerré por completo mis ojos cuando su lengua llegó al inicio de mi hombro. Suspiré y presioné mis labios contra su cuello. No sabía realmente que olor emanaba Sean... pero me gustaba inhalar todo lo que me fuera posible.
Dejé de sentir su lengua pasearse por mi hombro. Abrí mis ojos y fui liberando lentamente su cuello mientras tomábamos nuestra distancia. Entreabrí mis ojos y vi a Sean observándome.
-continuemos en la habitación-... abrí por completo mis ojos y parpadee repetidamente. Sean no espero a que le dijera algo, simplemente se levantó del sofá conmigo en brazos-baja tus piernas-... reaccioné un poco tarde a lo que me había pedido ya que no me di cuenta de que mis piernas se habían enredado a su cintura automáticamente. Primero liberé una colocándola con cuidado en el piso y después la otra. Mantuve por un pequeño momento mis manos sobre sus hombros pero luego lo liberé mientras veía fijamente a Sean...-vamos-... me tomó de la mano.
Narra Sean
Sentí su delgada mano entre la mía, lo vi de reojo, la duda... la curiosidad... el nerviosismo... todo eso estaba plasmado en su lindo rostro... sonreí un poco y empecé a caminar hacia las escaleras.
-... ¿Sean?...-subimos los primeros 3 escalones, no voltee a verlo, quería evitar arrepentirme al observar el rostro preocupado de Daniel. Simplemente apreté ligeramente su mano pero no me giré
-... ¿sí?...- solo lo vi de reojo por un diminuto momento aprovechando que el mantenía su vista en los escalones
-... ¿qué vamos a hacer?...- ... guardé silencio por un momento.
Debía seleccionar muy bien las palabras que le dedicara a Daniel.
Cualquier error de mi parte sería fatal.
Primero debía empezar a trabajar mentalmente con él. Ese paso ya lo había llevado a cabo al explicarle lo que le sucedía, pero aún me faltaba enseñarle más. No quería que tuviera posibles traumas.
-nada de lo que debas preocuparte- subimos otros 6 escalones
-¿seguro?-... maldita la hora en que Daniel era muy curioso... pero eso me encantaba de él.
-seguro-sonreí-dije que iba a enseñarte lo que se supone ya deberías saber, y eso es lo que haré-... subimos otros 4 escalones, íbamos a una velocidad lenta porque Daniel arrastraba un poco sus pies haciendo que sus dedos rozaran el inicio de cada escalón al cual iba a subir o al menos eso había notado en las miradas que le había dado mientras él estaba distraído
-¿lo que debería saber?... ¿eso de masturbarme?-la forma tan normal en que lo decía hacia que me pusiera... ansioso y emocionado...
-así es- fue una respuesta simple pero... lo mejor era hacer que la teoría fuera de un 3% y la práctica un 97%... por lo menos esa era la conclusión más factible a la que había llegado por tratarse de Daniel. Si hubiera usado esa opción a la inversa posiblemente Daniel acabaría por preguntarme más, obteniendo más dudas innecesarias y que nos robarían tiempo.
Si, era lo mejor. Una manera enfocada en la práctica. Tendría otros momentos para explicarle lo que resulte de este día. Por fin llegamos al segundo piso. Daniel había guardado silencio y así lo prefería... solo por ahora. Caminamos por el pasillo que nos conduciría a la habitación de Daniel. La tarde empezaba a notarse, el sol estaba cálido pero había ráfagas de viento que movían de un lado a otro las copas de los árboles que se lograban ver por las ventanas.
Lo mismo pasaba con las delgadas cortinas del pasillo. Una agradable escena. Volteé un poco, el viento revoloteaba ligeramente el cabello de Daniel, haciendo que cerrara los ojos por unos escasos momentos... y luego los frotara con su mano libre. Regresé mi vista al frente.
Daniel era una tentación andante.
Aunque claro, él no lo iba a saber jamás o tal vez... después... me encargaría de mostrarle lo que conlleva el hacer esos “simples” movimientos.
Llegamos frente a la puerta de “su” habitación, la abrí y ésta rechinó un poco. Hice que Daniel entrara primero soltando su mano
-siéntate en la cama-dije mientras cerraba la puerta viendo por última vez en el día el pasillo. Puse el pestillo y giré sobre mis talones.
Lo observé fijamente. Jugaba con sus pies que colgaban de la cama pero él me miraba. Aún lo notaba tenso e inseguro
-¿es... es necesario cerrar con seguro? -... tartamudeó un poco confirmándome el cómo se sentía
-solo para evitar molestias-... fingí no darle tanta importancia, pero realmente necesitaba que absolutamente a nadie se le ocurriera llegar e interrumpirnos. Me acerqué a Daniel. Su mirada estaba en mis labios, me alegraba saber que realmente disfrutaba cuando le besaba-¿nervioso?-... me gustaba hacerle esa pregunta, ya que lograba que Daniel se pusiera aún más nervioso de lo que ya estaba... sonreí
-... si...- dijo en un murmullo que apenas y pude entenderle.
Algo que no terminaba de asombrarme... era cuando lo veía como “Daniel”, el chico con poderes que es realmente poderoso que se ponía nervioso con algo... tan... tan...
-yo también-... decidí serle sincero. Daniel dejo de tensar sus hombros
-... ¿en serio?... ¿Por qué?...- se acercó un poco mientras ponía sus manos extendidas sobre las cobijas de la cama
-... ¿Por qué?...-me reí-... porque se trata de ti...-le sonreí y me incliné para darle un beso en la frente. Cuando regresé mi vista a él, noté que se había puesto colorado. Ambos guardamos silencio, observaba fijamente a Daniel, parecía que jamás iba a cansarme de hacerlo. Siempre con sus muecas o sus expresiones ante cualquier situación que le sorprendiera o que le parecía fascinante... observarle era mi pasatiempo favorito.
-y... co... ¿cómo se empieza?-... vi que pasaba distraídamente sus manos sobre las cobijas
-eso es sencillo-... Daniel me miró, le sonreí, me senté a su lado, pasé una de mis manos por su nuca y lo atraje a mí-...primero así...-cerré mis ojos y junté nuestros labios. Decidí besarlo lentamente, sin utilizar nuestras lenguas.
Fui turnando sus labios, primero el inferior y después el superior, simplemente sintiendo su suavidad y su delicadeza que tanto los caracterizaba. No abrí mucho mi boca para así no perder contacto al momento de cambiar de labio.
Me gustaba ir presenciando el cómo sus labios estaban más sueltos que la primera vez o la segunda o la tercera o la cuarta vez que nos besamos. Daniel ya sabía qué hacer con sus labios y con los míos... aunque lo hacía de una forma realmente lenta y desesperante que a veces no me quedaba más remedio que llevar yo la iniciativa para darle más movimiento a nuestros besos, por ahora, no había podido alcanzar la velocidad con la deseaba besarlo... su lengua se “enredaba” y parecía que le costaba respirar a cada nueva velocidad que le agregaba... eso me gustaba que le sucediera... me daba más sesiones para seguirle enseñando.
Entre abrí mis ojos y observé a Daniel, sus largas pestañas, sus párpados, su frente y su cabello... volví a cerrar los ojos y empecé a agregar un poco de mi peso para que fuera cediendo.
Daniel fue acostándose lentamente sobre la cama y automáticamente rodeo mi cuello con sus brazos, sentía sus dedos enredarse con el cabello que cubría mi nuca. La excitación recorrió el largo de mi espalda. No lo soportaría por mucho más tiempo. Debía avanzar.
Narra Daniel
Sean posó su mano libre en mi corva y atrajo mi pierna hasta su cintura haciendo que la enredara, su cuerpo quedó extrañamente pegado al mío... Y podía sentirlo... Podía sentir esa extraña sensación de nuevo...
Sean volvió a atraerme un poco he hizo que quedáramos de perfil pero sin separarnos ni un centímetro, volvió a tomar con fuerza mi pierna y la pegó aún más a su cuerpo, hizo algún tipo de movimiento con su cuerpo al mío y la extraña sensación nuevamente regresaba a mí. Mis labios podían seguir moviéndose contra los de él, esta vez no iba a una gran velocidad... pude sentir como tomaba mi labio inferior entre sus dientes y lo jalaba levemente... dejo de sujetar mi pierna para pasar a rodear mi cintura y por fin liberó mi labio... nos separamos un instante y nos observamos, Sean me sonrió y pude sentir que tomaba con más fuerza mi nuca. Volvimos a cerrar los ojos y esta vez, Sean me besó en la mejilla y fue descendiendo sin separarse ningún momento...
El roce con la punta de su nariz hizo que me estremeciera... Sean besó mi barbilla y se alejó nuevamente un poco para observarme... me sentía... vulnerable... Volvió a besar mi barbilla y continuó bajando hacia mi cuello. Primero mantuvo sus labios apretando y jalando ligeramente mi piel, cambiando de lugares y haciéndome girar de vez en cuando mi cabeza para poder tomar el otro lado de mi cuello, luego, sentí que en una zona se detenía... empezó a descender lentamente hasta llegar nuevamente a mis clavículas, sus labios empezaron a succionarlas, para después, regresar a mi cuello, ahí, por un breve momento pude sentir la punta de su lengua y después... me mordió.
Me quejé y rápidamente tomé entre mis manos su cabeza intentando alejarlo un poco... pero él no lo hizo... apretó un poco más y volví a quejarme
-... alto...- murmuré... y volví a intentar alejarlo pero a la siguiente vez no me mordió, si no que succionó mi piel... lo hizo de una forma diferente, nunca antes lo había hecho... sentía como mi piel era absorbida por esa extraña succión que estaba haciendo con sus labios y usando levemente sus dientes. Volví a enredar mis dedos a su cabello y los jalé... sentí que besaba la zona en la que me había mordido... Se alejó un poco y me observó...
-¿te ha dolido?-... acarició mi mejilla y volvió a acomodar los cabellos que me caían sobre la frente... lo observé un momento más y asentí levemente...
-... no... no me muerdas...-... susurré y giré mi rostro hacia las cobijas... volví a sentir que paseaba sus dedos por mi mejilla
-de acuerdo... pero...-... guardó silencio un momento y tuve que observarlo por la pequeña curiosidad que me salió al no escuchar su continuación-... me temo que haré algo más doloroso...- desvié un momento mi vista hacia su pecho... dijo... ¿algo más doloroso?...-necesito que confíes en mi-volvió a acariciar mi mejilla-... ¿puedes confiar en mí?...-murmuró ligeramente... el tono de su voz hizo que mis cabellos se erizaran... parpadeé varias veces mientras observaba las pocas cosas que lograba ver de la habitación... como el techo... la ventana... -...Daniel...-... me llamó y regresé mi vista a él-¿confiaras en mí?-... me acomodé mejor entre sus brazos...
No podía concentrarme en su pregunta.
Por más que lo intentaba solo pensaba en esa mordida y en esa succión que me había hecho... también en el momento en que dijo... ¿algo más doloroso?... Algo... Tan doloroso... ¿Cómo lo que sucedía en los laboratorios?... Sean suspiró e hizo el ademán de levantarse, pero tomé con fuerza su playera y me quedé viendo directamente hacia mis puños que tomaban con fuerza su playera...
-... no hay problema...- susurré-... confío en ti...-... Sean no dijo nada y volvió a acomodarse sobre la cama-... pero no me muerdas...-...
-...lo prometo, nada de mordidas... por ahora...- giré mi rostro a Sean y se carcajeó levemente...-es broma-... acarició mi cabello-... no lo haré si no me lo pides-... vi que sonreía y por fin el aire se filtró hacia mis pulmones dejándome respirar.
Suspiré levemente.
Narra Sean
Bien... su “consentimiento” estaba hecho. Había utilizado unas palabras no tan... “exactas” a lo que realmente quería referirme... pero mi objetivo era el mismo... así que no había mucho problema... o eso es lo que quería creer. Aumente la fuerza en el agarre que le tenía a su cintura e hice que nuestras caderas encajaran perfectamente... debía apresurarme para poder terminar el paso más difícil.
Empecé a hacer pequeños y apenas un poco perceptibles roces con el cuerpo de Daniel, debía lograr... que me deseara de la forma que necesitaba.
Lo tomé con más fuerza de la cintura he hice que nuestros cuerpos giraran para que yo, terminara bajo su cuerpo. Logré en un movimiento rápido que una de mis piernas quedara entre las de él, haciendo que mi muslo sostuviera su entrepierna.
Debía empezar con “toques” camuflados por movimientos normales.
Mantuve mi rostro entre su cuello y lo besé ligeramente. Había conseguido hacerle una marca. Una marca que no me arrepentiría de haberle hecho. Le había dolido, de eso estaba plenamente seguro... pero pude ver que no le había molestado... así que por ahora todo estaba bien.
Sentí sus manos bajo mi nuca, inhalé un poco más su olor y empecé a repartir pequeños besos por el final de su cuello... hice que girara de vez en cuando su cabeza para poder alcanzar otros lugares.
Recordé su entrepierna sobre mi rodilla... estire un poco mi pierna hacia adelante y luego hacia atrás rozando esa parte. Sentí como su cuerpo se tensaba por un pequeño momento... tal vez solo había logrado darle una “extraña sensación”... pero decidí continuar.
Seguí besándolo un poco más en su cuello... luego, seguí subiendo lentamente hasta llegar a sus mejillas, a las cuales, besé lentamente... ¿cuántas veces en todo el día lo había hecho?... realmente había perdido la cuenta pero no me importaba... así volvía a contar desde cero. Estrujé un poco más su cintura entre mis brazos, acomodándolo mejor sobre mí... mi boca pasó de sus mejillas a su nariz, besándole la punta... Daniel sonrió levemente y luego hice lo mismo.
Me gustaba tenerlo entre mis brazos... era una gran satisfacción la que me llegaba al estar junto a él y más aún, en una forma tan íntima... estando tan cerca de su cuerpo, sintiendo ese calor que lo envolvía... tan particular de él al igual que su respiración... la forma en la que pasaba saliva... todos esos sonidos eran tan fructuosos que lograban retumbar hasta el interior de mis oídos... todo de él... me fascinaba de alguna manera...
Continué besándolo hasta que de nuevo hice los movimientos en la pierna que sostenía su entrepierna... dejé de sentir sus manos en mi nuca y dejé de prestarle atención a su cuello, me alejé un poco y lo observé... sus pómulos estaban colorados...
-¿sucede algo?-el me observó pero luego desvió su mirada, claro que sucedía algo, yo era el que lo estaba provocando
-...nada...-su voz salió en modo... “evitando la situación”... un tono de voz que casi nunca le escuchaba... Daniel, era muy evidente.
La palabra “nada” se utilizaba cuando sí sucedía algo pero se quería evitar explicar. Daniel estaba sintiendo esos cambios que quería provocar en su cuerpo. Ambos quedamos en silencio hasta que se fue enderezando lentamente... antes de que se sentara por completo lo tome del brazo y volvió a mirarme
-no te muevas-... lo observé fijamente... sus pómulos aún estaban sonrojados...
-...yo...-... tenía que evitar que dijera algo antes de que me hiciera cambiar de opinión... Tuve que requerir de mis poderes.
Me moví a gran velocidad haciendo que quedara bajo mi cuerpo. Observé su rostro confundido y sorprendido. Mi pierna siguió entre las de él, esta vez lo hice descaradamente y rocé su entrepierna, sentí como se exaltaba mientras soltaba una diminuta queja de su deliciosa boca
-...Sean...-...murmuró y empezó a moverse hacia atrás... intentando salir de debajo de mi cuerpo ayudándose con sus codos.
No se lo iba a permitir.
Lo tomé con firmeza pasando mi brazo por debajo de su cintura, arqueándolo levemente y arrastrando su cuerpo sobre la cama hasta hacer que su cabeza quedara sobre las mullidas almohadas.
Volví a acomodarme entre sus piernas separándolas con mis rodillas y quedando por completo sobre él. Pasé una de mis manos bajo su nuca y acerqué mi rostro al de él.
Lo observé mientras sentía que su respiración se calmaba.
Nos observamos directamente a los ojos, Daniel hacía un movimiento con sus labios provocando que se rozaran entre ellos... hasta que vi que cerraba sus ojos e inclinaba apenas un poco su rostro para poder besarme... colocó su mano extendida sobre mi mejilla y también cerré mis ojos antes de que nuestros labios se juntaran.
Me sorprendí al sentir los labios de Daniel más sueltos de lo normal, esta vez, encajaban a la perfección con los míos... sintiendo sus dedos temblar ligeramente... me dejé llevar por completo.
Moviéndolos a un mismo ritmo, sin prisas, sin lengua... pero sí con dientes que mordían sus labios. Al poco rato sentí su otra mano en mi mejilla libre... nos separamos un momento y pasé mi lengua por su labio superior, separándolo levemente del inferior... Coloqué mi abdomen sobre el de él y de nuevo me incliné para colocar mi frente sobre su hombro he inhalar ese aroma tan embriagante...
-...aún tiemblas...-... murmuré y escuché como pasaba saliva... Me quede estático por unos momentos, quería que Daniel se relajara por lo menos un poco más... acaricié sus cabellos y besé su frente. Esperándolo mientras jugaba con sus hebras.
Después de un tiempo en el que no nos movimos ni un centímetro decidí que era momento de continuar. Salí de entre su cuello y volví a observarlo fijamente, tenía sus ojos cerrados. Me enderecé y los abrió por completo.
-confías en mí... ¿verdad?...- tomé su cintura entre mis manos-...Daniel...- insistí una respuesta hablada de su parte
-...si...- su voz salió débil y temblorosa...de nuevo paso saliva... vi como colocaba sus brazos extendidos a cada lado de su cuerpo... En ningún momento dejé de observarlo mientras que con la yema de mis dedos rozaba su ropa... lentamente y sin prisa... hasta que tomé el final de su playera y empecé a sacársela lentamente, pero una mano de Daniel se posó sobre la mía haciendo que me detuviera
-... ¿por qué lo haces?...- tomo con más fuerza mi mano
-porque quiero quitártela-... no dejé de observarle en ningún momento, Daniel aún no se veía seguro... guardo silencio por un momento sin observarme... suspiro y el agarre a mi mano fue cediendo.
Retomé el trabajo de quitarle su playera, primero la tome del borde y fui enrollándola hacia su pecho. Con la yema de mis dedos iba rozando sus costados mientras que me concentraba en ir dejando al descubierto su blanco y plano abdomen... en lo primero que presté atención fue en la ligera línea vertical de bello que se mostraba desde el inicio de su pantalón hasta su ombligo... no pude resistirme a colocar dos de mis dedos sobre su ombligo para después deslizarlos hacia abajo... escuché la leve risa de Daniel... claro... él era muy sensible a las cosquillas... sonreí, suspiré y retomé mi labor de retirarle su playera... aún quería descubrir otras partes sensibles de su cuerpo.
Observé a Daniel.
-ven-... lo tomé de una mano y lo atraje a mí. Quedamos de frente, lo bese castamente en los labios y luego tomé distancia-eleva tus brazos-... me observó un momento... dudando... pero después hizo lo que le dije e inmediatamente le retiré por completo su playera. Daniel se cohibió, no pude evitar sonreír-te he visto millones de veces así-acaricié su mejilla mientras él empezaba a negar lentamente
-...es... diferente...-... se mordió el labio inferior evitando mi mirada... tenía razón. Daniel tenía razón.
-si... lo es-lo tome de los brazos-aun así no debes preocuparte-... sonreí pero él continuaba sin alzar la mirada y aún se mordía el labio inferior... –acércate- pasé mi brazo por su espalda atrayéndolo de nueva cuenta hacia mi haciendo que quedara sentado. En esa posición podía observarlo mejor aunque aún rehuía de mi mirada. Estire mi cuello y llegué al de él, lo abracé por completo con ambos brazos. Mi rostro se hundió en su cuello y mis dedos se pasearon por su espalda... pude sentir su piel... tan suave... sin ninguna molestia de ropa... sintiendo los huesos que le sobresalían de su columna apenas un poco... era mucho mejor de lo que me había imaginado.
Sus brazos rodearon mi cuello... mientras suspiraba nerviosamente.
Mis dedos recorrieron el largo de su columna, llegando a tocar nuevamente su pantalón, debía apresurarme a quitárselo, las ansias me estaban carcomiendo en vida. Empecé a molestar su cuello, dándole besos castos... mientras mis dedos seguían descubriendo cada uno de los huesos que había en su espalda... Mis manos bajaban y subían a un ritmo que sentía desagradablemente lento... no lo soporté más y volví a tumbar a Daniel sobre la cama haciendo que yo cayera encima de su cuerpo y aún, entre sus piernas. Tomé su rostro entre mis manos dando inicio a un beso... un beso que esta vez, si llegaba a notaba que el aire nos faltaba no me detendría, debía hacerlo intenso, desesperante... tal como me sentía.
Besé, mordí y jalé sus labios para después, darme lugar en sus mejillas... inhalando fuertemente su aroma para hacer que cada partícula de oxígeno que viajaba hacia mi cerebro se llenara por completo.
Besé su barbilla y fui descendiendo lentamente, pasando de largo su cuello... clavículas... y al final su pecho. Coloqué mis manos sobre sus hombros evitando que hiciera movimientos innecesarios. Le sonreí un poco y el me regreso la sonrisa en una mueca mientras desviaba su mirada a otro punto de la habitación.
Besé su frente y me incline a repartir besos por su pecho.
-Daniel... -mi voz salió levemente alterada y distorsionada. Justo como me sentía al tenerlo así. Seguí repartiendo besos por su pecho. Tardo un poco en enfocar sus ojos en mí, podía ver la curiosidad que sentía por lo que estábamos haciendo... pero también veía su nerviosismo, el cual, lo notaba en sus reacciones y movimientos.
-dime...- su voz salió en un murmullo
-quiero que te acuestes boca abajo-... No aparte mi mirada de la de él.
Arqueó un poco su ceja izquierda
-... ¿boca abajo?...- sus ojos se movieron de un lado a otro. Era señal de su inseguridad
-si...-... no sabía que más decirle sin que se me resbalaran las palabras de mi verdadero objetivo
-¿para qué?-... la pregunta que quería evitar...
-Daniel, cuando estábamos en la sala y cuando llegamos a la habitación habías dicho que confías en mi...-guarde silencio-pon a prueba esa confianza-acaricie su mejilla.
-confío en ti-su frente presento unas cuantas líneas de frustración
-entonces, da la vuelta-... era consciente de que estaba jugándole sucio... pero... no podía pensar en un modo diferente para conseguir mi objetivo... de verdad lo lamento Daniel.
Vi como empezaba a girar bajo mi cuerpo. En ningún momento perdí de vista su torso desnudo. Abrí levemente mis piernas para que pudiera acomodarse mejor.
Dilató casi nada y hasta que Daniel giró por completo toda mi atención se centró en su piel tan blanca que era levemente estirada por los movimientos que había realizado... quede totalmente embelesado ante esa maravillosa vista, que, sin siquiera quererlo, Daniel me había otorgado.
-... ¿Sean?... ¿ahora qué hago?...-...
-nada- le conteste rápidamente
-¿nada?-... giró su cabeza sobre la almohada y me observó de reojo.
-sí, nada- mi vista descendió por su espalda... mostrándome en vivo lo que tantas veces había imaginado... ahora... me di cuenta de que todo lo que había soñado se alejaba por mucho de lo que en verdad era. La realidad era mucho más y mucho mejor.
No pude evitar fijarme en sus pecas. Estaban bien esparcidas por toda su espalda... parecían constelaciones... eran... perfectas.
Mis dedos viajaron por esa línea que dividía lo largo de su espalda... estaba bien trazada. Daniel se removió ligeramente y contraje mis dedos perdiendo el contacto con su piel.
-me haces cosquillas...-murmuró con un leve toque de diversión, sonreí, hice un rápido examen visual a su espalda... centrando mi atención en esa marca.
Cuanto odiaba esa marca y más aún por estar profanando el cuerpo de Daniel, ese semicírculo que estaba sobre ese número y esa letra, me gustaría borrarlos de su piel, pero era algo imposible.
Tan solo recordar el dolor que te hacia pasar cuando te lo colocaban... simplemente para marcarte... era imposible de perdonar.
-... ¿sucede algo?...-Daniel giró un poco su rostro para poder verme, desvíe mi atención de esa marca y me incline a besar sus hombros desnudos.
-no pasa nada-
Narra Daniel
Apreté con fuerza la almohada que sostenía mi cabeza... hice que mi rostro se hundiera lo suficiente para no tener que verlo a la cara, lastimaba mi nariz por la fuerza que estaba ejerciendo al obligarla a no estar recta, todo por ocultar mi rostro pero no me importaba. Me ponía sumamente nervioso al saber y sentir... que Sean estaba besando mi espalda... pero no solo su boca, no, también sus dedos iban de arriba hacia abajo deteniéndose un poco más de tiempo en algunas zonas que me hacían sonreír... o tal vez eran solo los nervios... no lo sabía pero realmente no me importaba. Cerré con fuerza mis ojos y giré mi rostro liberando de su tortura a mi nariz, por fin pude respirar un poco.
Sus labios se movían lentamente, de un lugar a otro, desde mi nuca iba descendiendo hasta llegar al inicio de mi pantalón...
De un momento a otro sentí su lengua... húmeda, suave y caliente.
Por pequeños lapsos de tiempo abría mis ojos, pero cuando pasaba por alguna zona que, extrañamente me hacía sentir bien, mis ojos se cerraban lentamente porque los sentía pesados... agotados... porque me gustaba lo que Sean me hacía.
Su lengua creaba diferentes figuras... desde círculos hasta triángulos... parecía que estaba dibujando en mi espalda... o al menos así lograba compararlo.
Su lengua dejo de hacer contacto con mi piel, era mi oportunidad para girar e intentar salir de entre su cuerpo, me arrepentía levemente por haberme girado, así, me ponía más vulnerable, intenté girar pero la cama hizo un pequeño ruido y sentí el pecho de Sean sobre mi espalda, no pude moverme más
-¿en qué piensas?... ¿Daniel?...-su aliento se estrelló contra mi oreja, haciéndome sentir escalofríos, de nuevo oculte mi rostro en la mullida almohada, me hacía sentir... nervioso.
Escuché que Sean se reía. -no tienes por qué avergonzarte...-sus dedos se deslizaron por el largo de mi espalda- aún nos falta hacer más... así que mejor no te apresures-... sus dedos volvieron a subir y a bajar unas cuantas veces más...
¿A qué se refería Sean?
-quiero que te gires-dejé de presionar mi rostro contra la almohada he hice lo que me dijo. Era mi oportunidad.
Giré lentamente sobre la cama y con lo primero que se encontraron mis ojos fue con la mirada fija de Sean, observándome casi sin parpadear, pasé un poco de saliva al sentirme tan observado...
Terminé por acomodarme de mejor manera sobre las sábanas.
-quiero dejar para otra ocasión el explorar tu espalda-... me avergoncé e intente rehuir de su mirada, pero tomó con fuerza mi barbilla e hizo imposible mi escape-no apartes tu mirada de mí, quiero que veas todo lo que te hago-...suspiré y el aire salió tembloroso
-... ¿por qué?...-...
-quiero hacer todo con tu consentimiento-... ¿mi consentimiento?...
-es decir... ¿mi permiso?-...
-solo... que lo toleres, que lo admitas...-... Sean de un momento a otro se había puesto serio, extrañamente serio. Y eso solamente sucedía cuando algo era realmente importante...
-... esto... ¿es realmente importante?...-... sonrió y fijó su vista en las sabanas de la cama
-... Daniel... esto es sumamente importante-vi que arqueaba su ceja derecha... volteó a verme-... porque tú eres muy importante-... esas palabras... me habían gustado...
Suspiré, me mordí el labio inferior y me senté en flor de loto sobre la cama
-...Sean...- su vista volvió a mí- hay que continuar- le sonreí y el también a mi
-eso quería escuchar-... me tomó de la nuca y me besó en la mejilla-sobre las sabanas... ahora-colocó dos de sus dedos en mi pecho y me empujó haciendo que terminara como él había dicho-no te muevas tanto-tomo mis manos y las besó-evítame el tener que amarrarlas- asentí levemente pero aún no podía dejar de sonreír... aunque... él hablaba en serio.
Separó mis rodillas con ayuda de sus manos y volvió a colocarse entre mis piernas. Acomodé bien la almohada bajo mi cabeza y suspire, de nueva cuenta, sin hacer ruido. Me sentía nervioso pero ansioso de algo que, realmente, aún no entendía del todo.
-relájate- se inclinó sobre mi cuerpo y me besó en los labios. Sentía sus dedos pasear por mi cabello, me hacían erizar por completo... era fantástica la sensación, me agradaba.
Sean besaba mi cuello y luego bajaba lentamente hasta mis hombros pero para cuando llegaba a ese punto volvía a subir a mi cuello y repetía la misma secuencia...
Cuando mentalmente conté la tercera vez que hacía eso empezaba a desesperarme un poco... quería... quería... ¿Qué quería?...
Su boca nuevamente llegó a mis hombros, pero esta vez, los mordió.
Inhalé ruidosamente mucho aire.
De pronto todas mis reservas de aire que tenía antes de que Sean hiciera eso, se habían esfumado.
Pensé que su boca regresaría a mi cuello... pero su lengua, dientes y labios siguieron bajando... y bajando hasta llegar a mi pecho.
Me empecé a sentir nervioso... Sean nunca había tocado mi pecho... bueno... sí lo había hecho pero sobre la ropa... pero ahora no tenía ropa y... era...
-Daniel-la voz de Sean interrumpió mis pensamientos, mi vista se centró en él-quiero que estés atento a lo que te hago-... y sonrió.
Dejé de pensar en cosas de más.
Bajé mi vista un poco y me di cuenta de que únicamente podía ver el cabello de Sean estrellarse sobre mi pecho... más bien... ya no sentía nada... ni su lengua, ni sus labios...se había detenido...
-...He... Se...- su boca aprisionó mi tetilla izquierda y callé abruptamente.
Narra Sean
Me fui un poco lejos al llegar directamente a las zonas erógenas de Daniel... pero el día avanzaba y aún faltaba más.
Cuando mi boca llegó a su tetilla izquierda, el cuerpo de Daniel se tensó por un momento y, al estar cerca de su corazón pude apreciar en toda su totalidad el cómo sus latidos iban en incremento... el mejor de los sonidos.
No perdí más tiempo y empecé a succionarlo.
Su tetilla era pequeña pero con buena forma, tenía un bonito color entre rosado por la punta y café en toda su pequeña extensión.
Acomodé de forma perfecta mi lengua y de nuevo empecé con la succión.
Cuando la succión fue fuerte mis dientes rozaron levemente
-...No...- Daniel gimió y me sentí increíblemente satisfecho con ese pequeño “ruido”.
Mi succión se volvió más intensa y con mi lengua pude sentir que se había endurecido. Me alejé un poco y noté que estaba en lo correcto.
Volví a inclinarme y suspiré cerca de su tetilla, nuevamente, Daniel se retorció. Presté atención a su rostro y me di cuenta que estaba sonrojado, sus ojos estaban completamente cerrados y sus cejas fruncidas.
No desaproveché la oportunidad de continuar.
Volví a concentrarme en su abdomen, con mi lengua fui bajando hasta quedar a pocos centímetros de su ombligo, regresé mi vista a Daniel, aún mantenía los ojos cerrados. Mis dedos llegaron a sus tetillas y empecé a apretarlos ligeramente, no quería lastimarlo o hacerlo sentir incómodo. Debía hacerlo de una forma lenta y con la fuerza adecuada. Mantuve mi lengua sobre un mismo punto, viendo como su abdomen se movía al paso de su respiración. Visualicé sus costillas que, ahora se marcaban más por el pequeño puente que Daniel había hecho con su cintura, todo era el resultado de lo que estaba sintiendo.
Me reincorporé en la cama quedando por completo sentado, pero aún con las piernas de Daniel sobre mis muslos, coloqué mis manos extendidas sobre sus muslos y los froté levemente, logré captar la atención de Daniel, ahora me observaba.
Lo miré directamente a los ojos y mis manos se movieron hacia su cinturón, colé mis dedos entre la hebilla y la correa para empezar a separarlos... las manos de Daniel me tomaron por sorpresa.
-...que... ¿qué vas a hacer?...-aún seguía sonrojado pero podía sentir el fuerte agarre a mis manos, las de Daniel temblaban levemente. Le sonreí.
-deshacerme de tu ropa- frunció el ceño y parpadeó varias veces seguidas, pero su agarre seguía firme, su vista regresó a mi
-... ¿por qué?...- volvió a parpadear varias veces-... es... para... –hoo Daniel... ¿Qué se siente ser un genio y no saber lo que va a pasar?...
-porque quiero hacerlo, es necesario-... sus manos temblaron y vi mi oportunidad para ahora, tomar yo las de él-... Daniel... las manos...-usé un tono de advertencia y no la pensó dos veces, inmediatamente se libró de mi agarre
-... no lo vuelvo a hacer...- murmuró levemente para volver a relajarse y colocar sus brazos a cada lado de su cuerpo
-que sabio de tu parte...- de alguna forma... aún me gustaba molestarlo un poco.
Volví a mi trabajo de separar la hebilla y la correa de su cinturón. No me tomó más de 1 minuto cuando deslicé su cinturón y dejé que cayera al piso.
Me concentré en los botones del pantalón y luego... el cierre. Todo sin tocar ninguna otra zona que estaba a mi alcance... ya iría por esas partes.
Regresé mi vista a Daniel ambos la mantuvimos, mirándonos fijamente.
Empecé a jalar el pantalón y conforme iba deslizándose por sus piernas pude darme cuenta de que la ropa interior de Daniel era blanca, su resorte era negro y ajustado.
Relamí mis labios.
Sus piernas fueron saliendo a la vista, primero sus muslos, blancos, delgados y por lo que podía sentir gracias a la yema de mis dedos, su piel era suave. Era perfecta.
Deslicé un poco más el pantalón, pero cambié de posición mis manos haciendo que ahora quedaran por debajo, dejándome tocar los glúteos de Daniel. Lástima que estaba boca arriba, así, solamente podía tocarlos, pero ya me encargaría de poder apreciarlos plenamente.
Me di cuenta de que, nuevamente, la cintura de Daniel se arqueó.
No presté atención a su movimiento y seguí enfocado en deshacerme por completo del pantalón.
Bajé un poco más y ahora, a mi vista, estaba lo que ocuparía mi atención. Gracias al color casi transparente que tenía la ropa interior de Daniel, no me dejaba tanto a la imaginación su miembro. Se encontraba en una pequeña erección, probablemente por sus tetillas o por el roce que había hecho “accidentalmente” a sus glúteos y muslos.
Nuevamente, me relamí los labios.
Su miembro se encontraba un poco de lado, producto de la presión que ejercía su ropa, pero me dejaba apreciar muy bien su figura, me fascinó.
-... ¿que ves?...- ahora fue mi turno de parpadear varias veces al llegarme esa pregunta no prevista por parte de Daniel. No lo observé de inmediato, pero seguí deslizando su pantalón, dejando esta vez al descubierto sus blancas, largas y torneadas piernas-... ¿Sean?...- esta vez, si le miré-...¿qué veías?- sus pómulos aún estaban colorados y su ceja, su ceja seguía elevada levemente
-tu ropa interior-... le sonreí... la cara de Daniel era un poema.
-... ¿y por qué?...-vi que se mordía el labio inferior
-porque me gustó-... nuevamente su rostro se desencajó
-... no tienen nada de especial...-
-... lo sé... pero así me gustó-... ¡Claro que tenía algo especial!... apretaba de una manera tan... sensual... ese miembro...
Por tercera vez me relamí los labios.
Daniel se quedó pensando en... mi respuesta no respuesta.
De verdad disfrutaba confundirlo.
No presté más atención al tema y por fin me deshice de los molestos pantalones dejándolos caer al piso, justo al lado del cinturón.
Observé todo el largo de sus piernas, eran perfectas. Empecé mi recorrido visual por los huesos de sus pies que sobresalían de una forma exquisita, quedando justos a la piel que los cubría. Sus dedos eran largos y sin perder su figura. Las uñas estaban un poco largas pero perfectas. Pasé mis dedos por las plantas de sus pies y Daniel se carcajeó. Un punto fuerte de sus cosquillas. ¡Cuánto iba a divertirme con esa zona!
Mis dedos siguieron avanzando hasta llegar a sus rodillas, igualmente, sus huesos sobresalían. Pasé mis dedos por sus corvas y acaricié sus muslos por la parte baja, Daniel cerró levemente sus rodillas porque mi cuerpo no le dejó avanzar mucho más. Tomé con firmeza sus muslos y, nuevamente, utilicé mis poderes para moverme con gran velocidad hacia la boca de Daniel para así evitar que reclamara.
Las quejas de Daniel murieron en mi boca, con mis dientes estiré su labio inferior y luego el superior, inserté mi lengua e inmediatamente me encontré con la de Daniel.
Empezamos a besarnos con fuerza y velocidad, sentí sus brazos alrededor de mi cuello y sus piernas se enredaron un poco más a mi cintura, su abdomen estaba rozando el mío, sabía que su cintura se había arqueado nuevamente.
Mis manos aún seguían estrujando sus muslos y mis dedos índices ya empezaban a buscar sus glúteos, no tardarían mucho en llegar a su destino.
Daniel mordió mi labio inferior, lo interpreté como un “Suéltame” pero los brazos en mi cuello me decían lo contrario. Apresé su labio inferior con mis dientes haciendo que se estirara un poco más de lo que normalmente lo hacía, Daniel gimió y sus brazos se enroscaron aún más en mi cuello. Nuestras lenguas siguieron succionándose y mis dedos no se quedaron quietos, subieron un poco más hasta llegar a sus glúteos, en donde, mis manos tomaron lugar al tomarlos con fuerza. Nuevamente mi labio “sufrió” las “consecuencias”.
Ataqué con más fuerza sus labios y el mío quedó libre.
Estrujé más sus glúteos e impulsé todo mi peso en el cuerpo de Daniel haciendo que dejara de arquear la espalda. Lo escuché resoplar. Sus brazos perdieron fuerza y mi boca dejó en paz la de él centrándose en su cuello, Daniel tomó aire ruidosamente
-... Sean...- gimió y mis manos nuevamente masajearon sus glúteos.
-haz lo mismo que yo-...
Tomé entre mis dientes su lóbulo y lo succioné como si de su lengua se tratase, no espere acción alguna de Daniel y pasé mi lengua por toda su oreja y la inserté un poco en su concha, esa cavidad me gustaba.
Mi lengua siguió descendiendo por su cuello, lo mordí y succioné... por ahora no me importaba el dolor que le causara, debía asegurarme de dejarle marcas... mis marcas...
Sentí un leve toque por parte de su lengua en mi cuello, no pude evitar detenerme... creí que no iba a hacerlo...
El empezó a separarse pero volví a ejercer fuerza en mis manos
-está bien... no te preocupes, continua...-mordí un poco más su cuello y él pasó su lengua por el largo del mío. Era tibia y pequeña... pero me estaba gustando lo que hacía...
Su boca subió un poco más y llegó a mi oreja e hizo exactamente lo que yo le hice... pero con un poco más de fuerza... tal vez una fuerza que utilizó apropósito.
Mi vientre empezó a calentarse al igual que mi parte baja... la lengua de Daniel se me antojaba exquisita.
Mis manos no perdieron movimiento en ningún momento y decidí cambiarlas de lugar. Con ellas aún dentro de la ropa de Daniel hice que subieran un poco, llegando a su cadera.
Sus dientes se enterraron mi cuello.
Sonreí un poco pero el cuello me punzó levemente.
Mis dedos se perdieron en el resorte y empecé a estirarlo dejando apenas un poco libres mis dedos y logrando tocar los huesos de su cadera.
La boca de Daniel succionó mi piel. Mordí mi labio inferior. Parecía que me gustaba sufrir por medio de la boca de Daniel.
Siguió pasando su lengua por mi cuello y me estaba gustando... pero debíamos avanzar.
Por fin libere sus caderas y mis manos se centraron en los brazos que, ahora me apretaban un poco más por el cuello.
Los tome con firmeza y empecé a poner distancia. Ya era momento de continuar.
-...no...- escuché que murmuraba, lo separé por completo de mí y hundí sus brazos en las sábanas, nos observamos fijamente.
Sus labios estaban rojísimos he hinchados... sus mejillas muy sonrojadas, la frente perlada en sudor y su respiración entrecortada... la mejor vista...- no... no es justo...- aparte, tenía la respiración agitada
-No es justo, ¿qué?-se mordió el labio inferior y juré ver un cambio de volumen en sus mejillas... ¿un puchero?...Ja...
-tú... haces todo lo que quieres... y yo... no sé... que puedo hacer...-
Me di cuenta de que en el subconsciente de Daniel aún esta esa rivalidad que teníamos en el laboratorio.
El creía que yo quería obtener toda la atención de la estúpida de Victoria y por eso se esforzaba... pero realmente eso no me importaba. Parecía que Daniel aún mantenía la mentalidad de la competencia contra mí... en cualquier asunto...
-... ya veo...- me incliné para estar frente a frente-solo por esta ocasión debes quedarte sin hacer mucho, luego, cuando aprendas, tendrás el control sobre todo lo que hagamos-... Daniel saboreó cada una de mis palabras. A veces era muy ingenuo.
Le sonreí.
-pero por esta vez me dejarás enseñarte de la mejor manera-... acaricié sus cabellos que, ya estaban un poco húmedos.
No podía creer que acababa de negociar con Daniel, en donde yo, me llevé el premio mayor.
Asintió levemente, dejándome ganar todo lo que la casa ofrecía.
Volví a sonreírle.
-solo te lo voy a enseñar una vez-besé castamente sus labios- presta atención-
Con el desafío en puerta podía continuar.
Lo observé un momento más, viendo la determinación en sus ojos.
Liberé sus brazos de mi agarre y volví a descender hacia su abdomen, y esta vez, inserté mi lengua en su ombligo dejando una buena cantidad de saliva que luego expandí por su alrededor. Mordí el contorno de su ombligo y empecé a bajar un poco más hasta rozar con mi lengua la pequeña línea de vellos que tenía desde su ombligo hasta perderse en el resorte de su ropa interior. Succionaba a cada 2 centímetros que me acercaba a su resorte, dejándole marcas rojas.
Mi lengua tocó el resorte y con la ayuda de mis dientes lo jalé un poco hacia arriba, centré mi vista en Daniel. Aún me observaba atentamente pero sus mejillas ya estaban coloradas. Liberé el resorte y besé su vientre.
Me enderecé ligeramente mientras tomaba por las corvas una de sus piernas colocándola sobre mi hombro.
Empecé a respirar muy cerca de la piel que me ofrecían sus piernas y fui descendiendo hasta llegar a sus muslos. En esa zona su piel se notaba más suave y a su alrededor flotaba un agradable calor que incitaba a ser regocijado. La punta de mi lengua saltó a la vista logrando que Daniel rompiera nuestro contacto visual al hacer de lado su rostro y cerrando con fuerza los ojos, era demasiado vergonzoso como para que él lo pudiera soportar.
Un punto a mi favor.
Decidí dar comienzo con ligeros y paulatinos movimientos de mi lengua contra su piel, quería saborearme cada una de las partes del cuerpo de Daniel pero para cuando quería darme cuenta de la velocidad que estaba manejando ya era demasiado tarde.
Mis dientes habían empezado a reclamar propiedad, los vellos de todo mi cuerpo se erizaron con otro de mis sonidos favoritos. Mi lengua viajo un poco más por sus muslos acechando peligrosamente su miembro. Debía detenerme y así lo hice... pero con uso de mis poderes exigí la boca de Daniel, jalé y torture de forma un tanto salvaje sus labios al igual que su lengua, más tarde tendría tiempo para “lamentarme” de mis acciones pero por ahora disfrutaría de los no reclamos y las no quejas por parte de Daniel al profanarlo de esta forma que de seguro, iban a dejarlo sin habla por un tiempo. Mientras succionaba su lengua mis manos viajaron por sus costados, subiendo y bajando un par de veces hasta que las detuve en su pecho tomando entre mis dedos sus tetillas, tire de ellas una corta distancia y luego las froté contra mis dedos... logrando una maravillosa fricción... tampoco importándome que tan rojas terminaran.
Dejé en paz su boca para inmediatamente mover mis manos hacia su ropa interior, junte la frente de Daniel con la mía, su temperatura estaba elevada, la respiración no iba bien, sus ojos brillaban en demasía y sus pómulos estaban a punto de estallar; nuestras respiraciones hacían colisión en medio de la poco distancia que mantenía su boca de la mía. Nos contemplamos mutuamente y mis manos aún no se movieron...
-... confía... en mí...-... di un rápido mimo a su mejilla e inserté mis manos en su ropa interior.
La respiración de Daniel esfumó.
Primero tantee el terreno aún no explorado de Daniel.
Sus vellos púbicos...
La perfecta forma de su bragadura...
El calor que lo contorneaba...
Y su órgano viril... completamente firme... ansioso, deseoso, anhelante... todo lo que me incitaba a continuar...
-...Se... an... no...- su voz salió tartajosa y casi sin aliento.
Palpé un poco más su miembro sintiéndolo en toda expresión que me era posible.
Relamí mis labios y besé la frente de Daniel, la cual, ahora estaba impregnada de sudor, mis labios descendieron por su cien pasando por sus mejillas y terminando hasta sus clavículas... era de los mejores gozos que podrían existir.
Me volví a enderezar y noté la mirada perdida de Daniel en algún punto de la habitación. Nuevamente se vieron libres mis manos pero tomé con fuerza el resorte de la ropa interior y halé de él hacia mí logrando que se deslizara por sus muslos y sus largas piernas hasta detenerse en sus tobillos, mi vista regresó a su rostro, ahora, se lo cubría por completo.
-... quiero que me veas... – retiré por completo la última prenda que cubría el cuerpo de Daniel y la dejé caer a un lado de la cama.
Tomé con suavidad su tobillo y retiré su pierna de mi hombro, apenas sus dedos tocaron las sábanas inmediatamente quiso cerrar sus piernas pero mis reflejos se lo impidieron tomándolo con fuerza de las rodillas y frustrando su deseo
-... por... favor... Sean... - escuché en un susurro su súplica
-... no tienes por qué avergonzarte llegados a este punto...- nuevamente me acomodé entre sus piernas recostándome sobre su pecho pero sin dejar caer por completo mi peso... sintiendo su erección contra mi vientre. Tomé con fuerza sus muñecas y lo forcé a retirarlas de su rostro para dejarme apreciar el desasosiego que lo inundaba hasta el núcleo de sus células, besé la punta de su nariz y las froté un poco, una contra la otra.
-... no temas... no te avergüences...- anexé sus muñecas con las sábanas y entrelacé nuestros dedos mientras nuestras frentes se encontraban por tercera vez-... mírame fijamente... solo a mí... por siempre...- nuestros fanales se encontraron-... déjame explorarte... no hay porque amedrentarse...- ... Daniel frunció sus cejas...
-...que es... amedren... ame...-... sonreí
-si nunca lo vives después de hoy entonces no hay motivo por el cual necesites saber su significado-... besé castamente sus labios-... voy a continuar...- Daniel suspiró y asintió levemente...
Liberé sus muñecas y besé su cuello.
-te voy a revelar sobre lo que trata la masturbación...-... le sonreí y Daniel lo intento... pero fue más una mueca que una sonrisa-... obsérvame atentamente...- me erguí nuevamente.
Enredé las piernas de Daniel a mi cintura y con mi mano extendida recorrí todo el largo de su pecho... hasta que mis dedos rozaron sus vellos púbicos, las rodillas de Daniel funcionaron como un potente imán pero mis poderes impidieron el choque entre ellas... benditos sean los músculos de sus piernas...
-primero exploras lo que te rodea...- empecé a instruirlo... -... juegas con todo...- enredé mi dedo índice en sus vellos y los halé un poco... sin causarle molestias... pero sus piernas temblaron ligeramente-... si quieres... haces figuras...- hice círculos... y elevé mi mirada hacia Daniel, él prestaba atención pero su rostro estaba completamente rojo y sus cabellos se fundían a su frente mientras que uno de sus dedos sufría entre sus dientes... dejé pasar de nuevo sus nervios... -... luego...- todo empezaba a tomar forma...- bajas un poco... –mi mano siguió cada palabra...- ... he indagas sobre ellos...- llegué a sus testículos. Daniel gimió y se retorció con el simple roce que hice con mi dedo anular. Hizo hacia atrás su cabeza dejándome apreciar la casi invisible “manzana” que adornaba su garganta. De nuevo gimió.
Mordí mi labio inferior.
Mi vista se centró en sus testículos. No había tenido una buena oportunidad de apreciarlos como se merecían.
Eran de un buen tamaño, color y forma... terminaron por encantarme... después tendría más tiempo de disfrutarlos...
Mi dedo índice jugó levemente con ellos al hacerlos perder su paz... nuevamente un gemido... hice círculos y me atreví a rodearlos por completo con mi mano... Daniel arqueó la espalda y sus manos estrujaron las sábanas...
Los revolví y apreté ligeramente... quería seguir pero mi atención se centró en mi destino.
Su miembro goteaba levemente, el glande estaba completamente extendido y las delgadas venas con un color azulado se dejaban mostrar.
Observé a Daniel, me veía con los ojos entreabiertos y las cejas completamente distorsionadas, suspiré y mi mano se enrosco alrededor de su miembro... lo sentí punzante y caliente... apliqué un poco de presión y Daniel exhaló sonoramente.
-... esta zona la tratas con mimos...- empecé a bajar y a subir-... todo con un ritmo pausado...- con mi pulgar me acerqué al glande he hice círculos en la parte superior-... con cuidado y sin prisas...-
Mis labios se secaron y me costó un poco pasar saliva.
-... empiezas a ir más rápido...- incrementé el movimiento y Daniel se removió sobre las sábanas... sin saber en dónde colocar exactamente sus manos-... los movimientos deben incrementar-... sus ojos se cerraron por completo y con mi mano libre empecé a acariciar una de sus piernas... acariciando sus muslos y bajando un poco a sus glúteos...
Daniel jadeó y escuché como rechinaban sus dientes.
-la velocidad aumenta conforme empieces a sentirte... –aumenté la velocidad y el pre-semen hizo su aparición...-... si te gusta sentir más... te detienes-... dejé los movimientos rápidos y mi pulgar jugó en su glande. Daniel bufó... lo siento... pero así debía ser... debías desesperarte un poco...
Mis dedos bajaron a sus testículos y los jugué un poco...
-cuando estés hambriento... regresas los movimientos...- nuevamente ceñí mi mano a su miembro y empecé a subir y a bajar... su vientre empezó a sumirse lentamente... estaba cerca... su respiración se aceleró al mismo tiempo que mi mano a sus movimientos...
-Se... a...n... yo... no... voy... a... – sus labios se secaron... las sábanas fueron estrujadas con fuerza...
-...vente...- rápidamente me acosté sobre él, besé su barbilla y recargué mi frente en la curva de su cuello...
-... es...to... no...- un gran gemido logró captar mis oídos... guardándolo para siempre...
Sentí esa viscosidad en mi mano y las uñas de Daniel en mis brazos.
Siguió jadeando un poco más de tiempo. Debía dejarlo sentir toda esta emoción en su cuerpo... pronto vendría mi momento.
Narra Daniel
La habitación daba vueltas... la cama... yo estaba de cabeza... todo estaba negro pero con pequeños destellos de luz...
Esto era tan...
Increíble...
Una sensación de calma me rodeaba y por momentos me asfixiaba... el aire me quemaba las fosas nasales y los ojos me pesaban terriblemente... la cabeza me punzaba y la sentía a punto de explotar... no podía... todo esto... era...
-...respira...- la voz de Sean sonó como algo lejano que se me antojaba cercano... -... tranquilo...- sus besos llegaron a mi mejilla y uno en la frente... el aire empezó a filtrase a mi cerebro y pulmones... pero mi vista aún seguía en la oscuridad... -... Shhh...- sentí los dedos de Sean envolver los míos... -... fue un buen orgasmo... lo sé... disfrútalo...- sus dedos se pasearon por mis cabellos y por fin la saliva pasó a mi garganta seca...
Las piernas se sintieron pesadas y un poco ligeras a la vez...
Mi vista empezó a reconocer formas... luces... no había tantas...
Había sido grandioso... un hormigueo estaba en mi parte íntima y en mi vientre...
-... esa sonrisa me da a entender que te ha gustado... - escuché la risa de Sean.
Por fin logré entreabrir mis ojos y la plante en el rostro sonriente de Sean... sonreí un poco más-desearía dejarte más tiempo de gozo pero... aún hay más...- me besó en los labios... ¿aún había más?... empezaba a gustarme...
Parpadee un poco más y por fin fui consciente de que estábamos en una habitación de la fábrica... sobre nuestra cama...
Sean se separó un poco de mí y vi como empezaba a quitarse la playera... que... ¿Qué hacía?... enfoqué mejor mi vista... e intente enderezarme pero mis brazos temblaban un poco...
-no lo intentes, por ahora será algo olímpico de lograr...- su playera se perdió en el piso de la habitación.
Noté cada uno de los movimientos que hacía... sus brazos... su abdomen... su pecho... todo... tenía esas extrañas marcas... -relájate... y esta vez quiero que cierres los ojos- mi vista viajó a su rostro
-... por... –mi voz apenas y salió, Sean sonrió-... ¿por qué?...-
-... quiero que no presientas tanto el dolor...-... ¿dolor?... separé mis labios para preguntar a Sean pero pasó una mano por mi nuca-... más tarde las preguntas...- y me besó en los labios, jaló el inferior y lo jugó entre los de él... –quiero que te relajes y no te alteres...- besó mi frente- ahora respira y cree en mi-... vi que empezaba a desabrocharse el cinturón de su pantalón... al poco tiempo lo vi caer... ahora fue por su pantalón y los botones fueron liberados-... Daniel... ¿qué te había dicho?...- asentí y suspiré un par de veces mientras cerraba mis ojos...
Escuché unos cuantos ruidos más pero no lograba identificar bien que eran... moría de curiosidad...
Sentí como pasaba un brazo por debajo de mi cintura y me arqueaba un poco
-te necesito relajado-... sentí sus labios sobre mi vientre y me sentí increíblemente nervioso...
Sentí como me jalaba un poco, mis piernas quedaron sobre sus hombros... y sentí su respiración... en... mi parte intima...
Mi cuerpo estaba casi de cabeza... ¿Qué es lo que estaba haciendo Sean?... me sentía un poco incómodo...
Y todo...
...
...
...
...
...
Sentí su lengua en...
...
...
No pude evitar retorcerme un poco...
... todo era... que era... ¿Qué era esto?...
...
Yo no...
...
Su lengua siguió en mí...
...
...
Mi...
...
En mi ano...
...
Instintivamente me llevé las manos a mi rostro intentando el ocultarlo de... no sabía realmente de que o de quién... pero... esto... era...
...
Demasiado...
Vergonzoso...
...
Me removí un poco pero su lengua seguía en esa zona de mi cuerpo que nunca de los nunca había sido tocado por nada ni por nadie que no fuera el estropajo que utilizaba cuando me bañaba... todo para mantenerme limpio como debía ser... pero ahora... la lengua de Sean me estaba...
Sentí como intentaba entrar más en el fondo... un suspiro tembloroso salió de entre mis labios... me... ¿me estaba gustando la sensación?... no... es que... no podía ser... era tan extraño...
De nuevo su lengua se movía de un lado a otro... tocando de vez en cuando mis glúteos... ambas zonas me avergonzaban... pasé saliva y nuevamente me retorcí cuando sentí y escuché como Sean escupía en mi ano... para luego insertar su lengua y...
No pude evitar soltar un pequeño grito cuando sus dedos empezaron a tocarme en esa zona...
-... Sean... no...-
-... Shhh-... nuevamente me calló...
Estaba muriendo de la vergüenza... realmente lo estaba... todo era... esto... no podía...
Uno de sus dedos empezó a ejercer presión en esa zona... coloqué ambas manos en mi boca al ser consciente de que estaba a punto de gritar... y esta vez un poco más alto que la vez anterior... no eran gritos de dolor ni de nada... eran de sorpresa... o algo así...
Su dedo seguía en esa zona, presionando a entrar... ¿en mí?...
-Daniel... relájate...-... me revolví un poco, la posición en la que me encontraba empezaba a provocarme un leve dolor en el cuello...-debo prepararte...- de nuevo esa presión en mi ano... que extraño... el estómago empezó a dolerme... y la cabeza me dio vueltas... -... acuérdate de respirar...-lo obedecí y el aire invadió por completo mi cuerpo... la cabeza dejo de darme vueltas pero el estómago aún lo sentí un tanto pesado... con ganas de volver el estómago... respiré varias veces y parpadee rápidamente... inhalé aire fresco con la boca y lo liberé por la nariz...
De nuevo el dedo de Sean intentó entrar en mi... suspiré y me relajé... era algo realmente incómodo... suspiré de nueva cuenta y... el dedo de Sean logró entrar en mi... se sentía...
-... es extraño, pero te acostumbraras...- Sean dijo lo que medio pensaba... eso de acostumbrarme... es decir que... ¿iba a haber más veces como esta?... lo primero que hicimos realmente me había gustado... no me molestaba el volver a hacerlo...
Sentí que el dedo de Sean se introducía un poco más, era muy, muy incómodo... moví un poco mí cadera en círculos...
Lo había hecho por reflejo...
...
Creo...
...
Sean empezó a mover de forma circular su dedo dentro de mí... y luego su lengua... mis cabellos se erizaron por completo...
Estuvo haciendo círculos en mi interior por una buena cantidad de tiempo... ¿Qué es lo que pretendía hacer?... no lograba entenderlo del todo...
No sabía en qué momento pero mi cadera se empezó a mover al mismo ritmo que iba su dedo en mi interior... necesitaba... más... y cuando pensé eso inmediatamente Sean retiró su dedo y su lengua volvió a invadirme... me retorcí hacia un lado y suspiré...
Cuando empecé a sentir su dedo... este... venía junto a otro... volví a cubrirme la boca con ambas manos... ambos dedos empezaron a aplicar presión... hizo formas circulares... mi cuerpo tembló... y las rodillas las sentí un tanto débiles...
Varias veces intentó entrar y a la quinta vez... ambos dedos entraron en mi... jadee un poco... me había molestado...
-... vuelve a respirar...-... seguí haciéndole caso a Sean...
Ambos dedos se movían en mi interior... pero esta vez fueron de adentro hacia afuera... entrar me lastimaba pero salir lo sentía como un alivio... el estómago aún me pesaba...
Los dedos siguieron saliendo y entrando... poco a poco los fui sintiendo bien... -así estará bien...- la voz de Sean me hizo regresar... dejé de sentir sus dedos en mi interior y suspiré.
Mis piernas por fin quedaron extendidas sobre la cama y el estómago dejó de molestarme un poco.
-... ¿ya puedo abrir mis ojos?...- la voz me salió temblorosa...
-solo... espera un momento, debo acomodarme-... no entendí su respuesta pero suspiré varias veces más...
Sentí que separaba mis piernas... cuando sus piernas rozaron las mías... me di cuenta... de que Sean no tenía pantalón...
Mis piernas quedaron sobre sus muslos... y sentí como colocaba una almohada bajo mi cintura...
-... ¿por qué la almohada?-... me acomodé mejor sobre ella
-... no quiero que después te duela...-...-¿dolerme?...- sentí una presión en mi ano... no...
...
No eran sus dedos...
...
-... ¿recuerdas que te prometí que solo una vez iba a hacerte sentir dolor físico?...-... solo atiné a asentir... ¿dolor?...- bien... – sentí que con una de sus manos tomaba mi cintura...- dolerá un poco...-... empezaba a preocuparme un poco...-... solo será por esta vez, lo prometo-... de nuevo esa presión en mi ano... -... puedes abrir los ojos...-
Inmediatamente lo obedecí.
En lo primero en que fijé mi vista fue en el rostro de Sean, estaba serio y sin ninguna expresión en su rostro... me preocupé aún más...
Mi vista bajó por todo el cuerpo de Sean...
...
Estaba desnudo...
...
Completamente desnudo...
...
Que era lo que tenía en mí...
Un dolor supremo me llegó.
Intenté enderezarme pero Sean se acostó sobre mi...
-...que...- el dolor incrementó.
Algo entraba en mí...
Era...
Grande...
Grueso...
Doloroso...
-...Se...- el dolor creció...
-... ya pasará...- pasó sus manos bajo mi nuca y me pegó con fuerza a su pecho... era la primera vez que estaba piel a piel con Sean pero...
El dolor incrementó...
Ese algo seguía entrando en mí...
Mi voz dejó de existir y solo pude producir jadeos...
-... no...- empezaba a alterarme...- alto...-
Eso de introdujo más en mí. Me quejé en voz alta.
-... no Sean... alto... no...- Sean empezó a acariciar mis cabellos
-... tranquilo...- mis brazos se movieron automáticamente hacia la espalda de Sean... lo abracé con fuerza...
Podía sentir como estiraba mi piel y como me invadía...
-... no lo quiero... afuera... afuera...- un quejido salió de mi boca... me ardía, dolía, quemaba mi piel interna... esto... era demasiado...
Era una tortura... un calvario... un lamento... un tormento... era mucho para mí...
-no sigas...- mi voz salió en suplica-... no... Por favor... detente... detenlo-...
-...Shhh... Estará bien... aguanta...- sentí como besaba mi cuello pero toda mi atención estaba en mi ano... ¿Qué era lo que tenía adentro?...-todo está adentro...-
... ¿qué era todo eso que estaba adentro?...-... no me moveré...- sentí que sus dedos se enredaban en mis cabellos
...
Tenía miedo...
...
¿Y si Sean me lastimaba a propósito?...
... no... Él lo prometió... pero esto... era mucho...
Sean hizo un movimiento y esa tortura salió un momento de mí...suspiré pero aún seguía abrazando con fuerza a Sean... mis ojos pesaban...
Y de nuevo entró en mí...
Me aferré con más fuerza a la espalda de Sean... mis uñas sintieron un escape en la piel de Sean...
Eso empezó a entrar y a salir...
Una mano de Sean se fue hacia mi parte intima... y empezó a hacer lo de hace menos 15 minutos... el ritmo era conforme la mano de Sean se movía en mi parte intima...
Mis uñas dejaron de hacer presión...
Y empecé a... sentirme cómodo con ese dolor en mi ano...
Entraba y salía...
Salía y entraba...
Su mano...
De arriba hacia abajo...
De abajo hacia arriba...
...
Esto...
...
Lo disfrutaba...
Era bueno...
Se sentía bien...
Empecé a morderme el labio inferior...
-...Relájate un poco más...-
Sean se separó de mí y empezó a repartir besos por todo mi rostro... mis uñas seguían en su espalda... y el dolor en mi ano no desaparecía pero ahora... me gustaba, era agradable... tan solo un poco...
-... iré más rápido...-
Y Sean lo hizo.
La velocidad aumentó y esa fricción empezó a despejarme la mente...
La mano de Sean también me relajó... abracé con más fuerza a Sean y recargué mi frente en la curva de su cuello...
Los movimientos incrementaron al igual que la mano de Sean...
Empezaba a sentirme que estaba a punto de estallar...
Las dos sensaciones... me gustaban... eran de lo mejor... todo...
...
Empecé a sentirme totalmente bien.
Mi cuerpo tembló y Sean soltó el aire de repente...
-... estoy cerca...-... y yo iba a... de nuevo...
La velocidad aumentó en ambas partes y... me sentí perdido... relajado...
Lo liberé.
Y algo dentro de mí se calentó.
Sean dejó salir el aire de golpe. Y mi interior de contrajo como nunca antes lo había sentido...
...
Suspiré hondamente...
Lo que antes me molestaba y termino por agradarme salió de mi interior y mi cuerpo tembló, yo seguía sin soltar a Sean. En ese momento no quería soltarlo...
No, no quería.
...
...
Ambos nos quedamos abrazados por quien sabe cuánto tiempo...
Mi cuerpo aún temblaba... y empezaba a notar que hacía frío y que... ya era de noche... suspiré un montón de veces...
Sean me abrazó por la cintura he hizo que nuestras piernas se enredaran.
Terminé acostado por completo sobre él... y aún no lo liberaba de mi abrazo...
Me sentía increíblemente bien.
Todo era perfecto.
Maravilloso.
Sean besó mi frente
-... no quería que doliera...- su voz era un murmullo, por fin podía escuchar el silencio que rodeaba a la fábrica, yo negué varias veces y abracé con más fuerza a Sean mis labios no dejaban de temblar.
-... no... No...- Sean pasó sus dedos entre mi cabello y me abrazó con más fuerza.
Mi cuerpo aún temblaba y Sean frotaba mi espalda para darme un poco de calor...
Suspiré un par de veces más... realmente... me sentía cansado... pero no tenía sueño.-Sean...-susurré levemente,
-...dime...- frotó un poco más mi espalda...
-... te quiero...-... sentía... la necesidad de decirlo... de decírselo a Sean... no me sabía muy bien el significado de esas palabras pero... mi mente... y todo mi cuerpo estuvo de acuerdo en decirlo...
-... Daniel...- Sean suspiró...-... no te imaginas lo que yo siento por ti...-mi cuerpo tembló y nuevamente, sentí los labios de Sean en mi frente.
Me sentía... libre y completo...