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Fugitivos I: Buscando Una Razón Para Vivir. por diidi1897

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En El Capítulo Anterior...

 

 

 

No me di cuenta cuando ambos entramos a la habitación, Sean liberó mi mano y yo me giré para cerrar la puerta... y pasarle seguro... tampoco quería que nos vieran... volví a girarme e inmediatamente Sean tomó mi rostro entre sus manos para empezar a besarme con fuerza y velocidad.

Tomé sus manos entre las mías para hacer que me soltara un poco, los labios me dolían.

Mis pies fueron retrocediendo lentamente para tener un poco de distancia pero no pasaba lo que quería, al contrario, cada paso que yo retrocedía Sean lo recuperaba al acercarse dos y... me intimidaba un poco... sentía que todo estaba fuera de control... todo estaba muy rápido...

Volvió a besarme pero esta vez lo hizo de una manera más pausada, con más calma, logrando que por fin pudiera respirar. Una de sus manos se liberó del agarre que les tenía y pasó a posarla en mi nuca.

-Casi todo el día sin besarte...-... sujetó con fuerza los cabellos de mi nuca dejando en paz mis labios pero, mi respiración era incontrolable. Sus dedos se movieron de mi nuca hacia mi rostro, rozando mi mejilla, se inclinó un poco más y la punta de su nariz hizo contacto con la mía, ambos terminamos por vernos fijamente. Volví a ponerme nervioso cuando nos quedamos en absoluto silencio y Sean seguía prestando atención a todos los movimientos que yo hacía. Me sonrió ligeramente y me besó en la frente-vamos-... me besó en los labios y sus brazos rodearon mi cintura haciendo que dejara de sentir el piso bajo mis pies, inmediatamente mis piernas rodearon su cintura y mis brazos se ocuparon de apresar su cuello. Nuestros labios volvieron a moverse uno contra el otro. De alguna extraña manera me había dado cuenta de que a mí me gustaba más el labio inferior de Sean, era el más grueso, el que era más fácil de morder y... de manera tan singular... sabía mejor...

Pero por parte de Sean... creo que él prefería ambos labios, a ninguno le prestaba más atención que al otro... o al menos eso sentía ya que al día siguiente ambos estaban igual de rojos, igual de hinchados y... todo igual.

Sentí la lengua de Sean pasearse por mi labio superior, mi lengua aún no salía de mi boca... me daba vergüenza de tan solo imaginar que yo hiciera lo mismo que Sean a mí... no, no... no podría.

Nuestros rostros volvieron a tomar distancia.

-¿en qué piensas?-... murmuró sin haber tomado un poco más de alejamiento en nuestras bocas, permitiéndome sentir su respiración contra mi nariz, negué levemente pero sin mirarlo a los ojos, luego, suspiré y afiancé el agarré que le tenía a su cuello, escondiendo mi rostro en él. Inhalé su aroma y mi vista se posó en la cama que estaba frente a mí y a espaldas de Sean. Sabía que si ambos nos acostábamos en ella iba a experimentar, de nueva cuenta, lo que la noche pasada habíamos hecho, sentía curiosidad, emoción y a la vez nervios, muchos nervios ya que me había dolido, pero la sensación que llegó después de él fue algo indescriptible.

Temía que esta vez sintiera solamente el dolor.

Odiaba el dolor.

 Lo odiaba.

Sentí los dedos de Sean pasearse por el cabello de mi nuca

-de nuevo estás pensando mucho- sus dedos no se detuvieron por nada, continuando con ese agradable movimiento que tanto me gustaba sentir.

Suspiré.

-... ¿me va a doler?...- susurré y sentí que Sean esbozaba una sonrisa.

-te había dicho que solo una vez iba a permitirme provocarte ese dolor- el brazo que se aferraba a mi cintura fue perdiéndose dentro de mi playera. Me arqué ligeramente. Los cabellos se me erizaron por completo-no va a doler- dejó de enredar sus dedos entre mis cabellos y tomó con fuerza mi nuca, haciendo que mi rostro saliera de entre su cuello. Nos miramos fijamente-también debes cooperar un poco- me sonrió y siguió jugando con el cabello que me caía por la frente. Asentí ligeramente sin dejar de verlo directamente a los ojos-de acuerdo- me sonrió por última vez para después, empezar a besarnos.

Esta vez, mis manos se perdieron entre su cabello, mi espalda se arqueó un poco más y nuestro beso incrementó la velocidad.

Me gustaba, me encantaba.

Su mano en mi nuca al igual que su brazo alrededor de mi cintura no me permitían nada de distancia a él pero... no me importaba... lo estaba disfrutando.

Mis ojos estaban sellados, me gustaba besar a Sean con los ojos cerrados, así, se me permitía sentir más. Más de Sean.

No fui consciente cuando nos empezamos a mover, dejando muy lejos de nosotros la puerta de la habitación.

Mi espalda se estampó contra el colchón de la cama, ahora, ambas manos de Sean estaban dentro de mi playera. Mis piernas se abrieron un poco más para permitir que Sean se colocara entre ellas y dejándolas reposar sobre sus muslos. Tomé el rostro de Sean entre mis manos, sentí los huesos de su mandíbula y me permití enterrar apenas un poco mi dedos en sus mejillas, no quería que dejara de besarme, me estaba gustando.

Sus manos siguieron moviéndose sobre mi abdomen, me daban escalofríos pero realmente los estaba disfrutando. Sus dedos subieron y bajaron por mis costados, haciendo un poco de fricción y, al mismo tiempo, elevando mi playera poco a poco... estaba gustándome, mucho, de sobremanera, era extraordinario. La velocidad con la que íbamos era perfecta, no íbamos tan rápido ni tan lento como la primera vez.

-... arquéate...-... dejó de besarme por un momento y escuché su voz un poco alterada, hice lo que me dijo, arqueé mi espalda y él, rápidamente se deshizo de mi playera. La vi salir volando por quien sabe que parte de la habitación. Mañana tendría que buscarla pero, posiblemente, no la encontraría al igual que las cobijas en la mañana.

Me avergoncé un poco por no tener con que cubrirme, aunque no sentía nada de frío, la mirada tan fija de Sean me incitaba a taparme un poco. Nuestras respiraciones estaban incontrolables al igual que nuestros pechos que subían y bajaban sin control. Relamí mis labios y la mirada de Sean se fijó en ellos. Cuando quise darme cuenta, nuestras bocas nuevamente estaban fusionadas una con la otra.

Se sentía increíblemente bien.

Hasta que repentinamente dejó de besarme

-... no... espera...- casi grité, tomé con fuerza su playera impidiendo que tomara más distancia de la que realmente quería que tuviéramos. Sean sonrió y tomó mi mano entre las de él e hizo que dejara de jalar su playera

-que ansioso...- sonrió...- pero déjame estar por iguales-... me mordí los labios y el labio inferior me tembló un poco.

¿A qué se refería con “iguales”?...

...

Volvió a sonreírme, liberó mi mano y tomó la distancia que yo estaba evitando. Vi que su lengua viajaba por su labio superior y la boca entera me tembló. Solté de golpe el aire que estaba acumulando en mi interior desde quien sabe cuánto tiempo.

Vi que se enderezaba por completo. Llevó sus manos al borde inferior de su playera y empezó a elevarla, haciendo que poco a poco fuera dejando al descubierto su abdomen y las marcas que tenía producto del ejercicio, según él me había explicado. Vi la tela de la playera deslizarse lentamente, sus brazos se tensaron un poco al sacar por completo la playera y dejándola caer sobre mi abdomen. La tomé por un momento y fijé mi vista en ella para después, seguir prestando atención a los movimientos que Sean hacía, ahora, me estaba sonriendo.

Noté movimiento por parte de sus manos en su pantalón, dirigí mi vista a esa zona y me di cuenta de que se lo estaba desabrochando. Vi deslizarse el cinturón y caer lejos de donde estábamos. Parpadee un momento y después, regresé  a la realidad, al momento.

Ahora, el pantalón de Sean estaba completamente desabrochado, dejándome ver su ropa interior, era de color azul oscuro y... había algo abultado en él.

No sabía que era pero... me daba vergüenza verlo por mucho tiempo, aparté mi mirada e intenté buscar el cinturón que momento antes había salido volando.

Escuché que Sean empezaba a carcajearse.

-estás sonrojado-... regresé mi vista a él, aún mantenía la sonrisa en su rostro. Él si sabía porque estaba avergonzado y yo no. Que injusto- no te enojes, después te explicaré-... parecía que Sean sabía leer mentes... con su poder no se alejaba tanto pero... era algo imposible para él. Relamí mis labios.-... ahora... ¿en dónde estábamos?...- vi que se frotaba un poco la barbilla... pensando o recordando algo...- ha, claro- su vista viajó a mí-... estábamos en esto-... sonrió y volvió a inclinarse.

Quería que me besara en la boca pero... no. Se fue directamente a mi cuello y siguió bajando y bajando. Pasando su lengua por mi pecho y... de nuevo su lengua se entretuvo con mis tetillas. Mis manos se movieron hacia su cabello, lo estrujé un poco por la sensación que se expandía desde mis tetillas hasta mi pecho, llegando hasta la punta de los dedos de mis pies. Me mordí el labio inferior.

Su lengua siguió bajando hasta llegar a mi abdomen, en el cual, empezó a hacer círculos y otras figuras que no sabía realmente cuales eran. En uno de esos momentos que hacía figuras, su lengua se introdujo en mi ombligo. Apreté con más fuerza sus cabellos.

Su lengua salía y entraba por mi ombligo, haciéndome pensar y recordar el momento en el que había hecho esos mismos movimientos pero... en mi ano. Arqueé involuntariamente mi espalda, de tan solo imaginármelo mis piernas insistían en cerrarse, mis muslos internos se estaba contrayendo. Las sensaciones eran diferentes.

Cerré mis ojos cuando sus dedos empezaron a hundirse en mi ombligo. Al ser tocado de esa forma, por el interior, una ligera sensación viajó hacia mi parte íntima. Sean hizo movimientos circulares hasta que, por fin, lo dejó en paz.

-... eres muy sensible en esa parte...-susurró y yo tuve que abrir mis ojos-... no sabía que esa zona... podía ser así de erógena...- volvió a susurrar pero no le entendía nada de lo que estaba diciendo... ¿erógena? ... ¿qué era eso? ...

 Calmé mi respiración un poco, Sean tomó mis manos dejando libre a su cabello de mi agarre. Besó mis manos y me observó fijamente mientras se enderezaba.

-hemos aprendido hoy algo curioso-...me sonrió. Seguía sin entenderle y... sentía que no podía preguntarle porque... mi lengua no respondía...- hay que continuar-... liberó mis manos y las dejó a cada lado de mis costados.- no las muevas de ese lugar-... se refería a mis manos... ¿verdad?...

Sean empezó a pasar sus dedos por mi abdomen, subiendo y bajando dándome esa sensación que recorría por completo mi cuerpo. Cerré mis ojos cuando sentí que sus manos se posaban sobre los broches de mi pantalón. Desabrochó los botones y luego bajó lentamente el cierre.

Sentía como mi pantalón se deslizaba por mis piernas. Me mordí, de nuevo, el labio inferior. Soporté las ganas de mover mis manos, sabía que a Sean no le gustaba que lo hiciera.

Una vez que ninguna prenda cubría mis piernas, excepto la ropa interior, sentí las manos de Sean sobre mis muslos... me ponía muy nervioso todo esto.

Sus dedos se tamborilearon sobre mi piel... hasta que... sentía cómo sus dedos empezaban a querer entrar por mi ropa interior. Entreabrí mis ojos y con lo primero que me encontré fue con la mirada de Sean en mí. Suspiré y me mordí el labio inferior.

-... tranquilo...- me sonrió y sus dedos entraron por completo en mi ropa interior. Estiraron el resorte un par de veces y después, mi ropa fue descendiendo lentamente. Ahora, él se relamía los labios...

Cubrí mi rostro con mis manos cuando la última prenda de ropa que me quedaba iba descendiendo.

-... si no pones tus manos... en su lugar... voy a hacer algo más vergonzoso-... la voz de Sean fue clara y directa. Mis manos temblaron ligeramente-... no me hagas obligarte a que dejes los ojos abiertos-... los movimientos habían cesado, la voz de Sean retumbaba por toda la habitación. Suspiré, quería calmarme por completo.

Relamí mis labios y dejé de cubrir mi rostro.

Observé fijamente a Sean... tenía el rostro sin ninguna expresión en él... pero luego, sonrió

-... buen chico...- mi ropa interior salió volando y liberé otro poco de aire que había estado guardando en mi interior sin darme cuenta-... ven...- Sean extendió una mano hacia mí-... acércate-... tomé su mano y ayudó a que me enderezara, haciendo que ambos quedáramos de frente. Pasó un brazo por mi nuca logrando que me acercara a él.

Empezamos a besarnos lentamente.

Con su otro brazo me tomó de la cintura e hizo que mis glúteos quedaran sobre sus muslos. Me sentí increíblemente cómodo.

Continuamos besándonos, pasé mis brazos alrededor de su cintura y lo abracé con fuerza haciendo que nuestros pechos se tocaran.

Nuestros labios siguieron moviéndose contra los del otro. Su mano libre se paseaba por mis piernas y mi vientre, cerca de mi parte íntima. Mis manos empezaron a subir y a bajar por su espalda. Me gustaba tocarla, era fuerte y suave.

Por un momento dejé de sentir su mano sobre mis piernas.

Me concentré aún más en los movimientos de mis labios... y así fue por mucho tiempo hasta que... su mano rodeó por completo mi parte íntima. Dejé de besar a Sean haciendo de lado mi rostro. Coloqué mi barbilla sobre su hombro y seguí sintiendo esos movimientos que Sean hacía. Mordí mis labios y lo abracé con más fuerza. Mis piernas exigían cerrarse pero la cadera de Sean me lo impedía.

De un momento a otro sentí que algo más rozaba mi parte íntima. La curiosidad me ganó y no pude evitar bajar un poco la vista. Me encontré con que la parte íntima de Sean era con lo que se rozaba la mía.

Los movimientos y la velocidad aumentaron y mordí ligeramente el hombro de Sean. Los ruidos que provenían de mi boca empezaban a aparecer.

Cerré con fuerza mis ojos y empecé a concentrarme en lo que estaba sintiendo... era espléndido... maravilloso... todo... todo me gustaba sentirlo.

Entreabrí mis ojos y mi vista se clavó en la puerta...

...

...

Tenía seguro y suplicaba porque ni Tía Lucy ni James entraran por ella, derrumbándola o quemándola.

Volví a cerrar mis ojos cuando la sensación empezó a marearme un poco, dejé de morder el hombro de Sean porque los movimientos en su mano habían reducido.

Los dedos de mis pies se contrajeron y por fin, la mano de Sean dejó en paz mi zona íntima. Finalmente pude respirar sin sentir aire caliente entrar por mis fosas nasales.

Relamí mis labios y suspiré.

Sean jaló levemente de los cabellos de mi nuca para hacer que tomara la distancia adecuada de su hombro. Nos observamos fijamente y me sonrió. Besó mi frente, mis mejillas, mis pómulos...y al último mi mentón.

-... relájate...- su mano libre subió hasta quedar frente a mí, me enseñó el dedo índice, lo colocó sobre mis labios empezando a separarlos lentamente...- abre la boca...- lo obedecí y su dedo entró. Sean se relamió los labios-... llénalo con tu saliva...- ... sentí increíblemente calientes mis pómulos.

-... por... ¿por qué?...- pregunté aún con su dedo dentro de mi boca...

-... debes cooperar... ¿recuerdas?...-... una de sus cejas se arqueó. No lo pensé e inmediatamente empecé a ensalivar su dedo dentro de mi boca. Pasé mi lengua alrededor de él. Me moría de la vergüenza y evitaba por completo la mirada de Sean. Esto era mucho para mí... o tal vez no.... no lo sabía...

Su dedo también se movía en mi interior, tocaba mis dientes y mi paladar... la sensación era increíble.

-... alto...- susurró y, de nuevo, inmediatamente dejé de mover mi lengua alrededor de su dedo. Él lo sacó de mi boca y me sonrió. Empezó a besarme.

No entendía lo que había hecho y menos del porqué... hasta que lo sentí.

Sentí ese dedo que había ensalivado adentrarse en mi ano. Intenté dejar de besar a Sean pero me tomó con más fuerza de la nuca y mordió mi labio inferior, provocando que me doliera por el pequeño jalón que yo había hecho.

  Su dedo se movió en mi interior... salía y entraba. Salir sentía que no costaba mucho pero... yo me contraía al sentir que volvía a entrar en mí... si, esto era mucho para mí.

Era incómodo y vergonzoso. No podía soportarlo.

Siguió entrando y saliendo mientras Sean aún no liberaba mi labio inferior, por la desesperación sentía que mis ojos se humedecían un poco, los cerré con fuerza e intenté relajarme... tal como Sean había dicho que hiciera.

Su dedo empezó a moverse circularmente, me calmé un poco y respiré hondamente. Empezaba a gustarme los movimientos... aunque... seguía siendo incómodo.

Continuó con esos movimientos hasta que sentía como su dedo salía de mí.

Suspiré ligeramente mientras lo abrazaba con más fuerza. Dejó en paz mi labio inferior y besó mi mejilla

-... lo siento...- murmuró levemente, recargué mi barbilla sobre su hombro y, nuevamente, volví a suspirar...

¿De qué se estaba disculpando?

Mi suspiró se vio interrumpido cuando dos de sus dedos volvían a mi interior... mi mandíbula se tensó porque era consciente de cómo iban adentrándose lentamente en mí... podía sentirlos... esto...

Empezó a moverlos, dentro y fuera de mí. Mordí su hombro por sentir como mi ano iba abriéndose a cada movimiento que sus dedos hacían dentro de mí... mordí mi labio inferior cuando clavó con fuerza sus dedos en mi interior... pero no pude más, un quejido salió de mi boca sin que pudiera evitarlo.

-... tranquilo...- empezó a frotar mi espalda y mis dientes liberaron apenas un poco su hombro. Esto era... increíble.

Me gustaba la forma en la que me susurraba esas palabras, el roce de su mano en mi espalda para que me tranquilizara. Cuanto quería a Sean...

Sus dedos volvieron a salir de mi interior después de haber hecho esos movimientos por quien sabe cuánto tiempo.

Me relajé un poco más, la posición en la que tenía mis piernas empezaba a provocarme ligeros calambres.

Todo esto era maravilloso. Tan maravilloso que no se sentía real.

Y de pronto... de la nada... un pensamiento rápido... me hizo darme cuenta de que no quería... no quería perderlo... nada...

Me dio miedo de perderlo todo.

Me aferré con mucha fuerza al cuerpo de Sean. Las piernas me punzaron para avisarme de que necesitaba estirarlas correctamente, pero no me importó.

-...Sean...-escondí mi rostro en su cuello mientras seguía repitiendo por incontables veces su nombre

-hey, hey, hey- me tomó por la nuca e hizo que mi rostro saliera de entre su cuello-... ¿Qué sucede?-... tomó mi rostro entre sus manos e hizo que lo observara fijamente-... tranquilo... tranquilo...- besó mi mejilla-... lo dejaremos por hoy...-... empecé a negar lentamente-... no quiero forzarte a nada... así que está bien, Daniel...-

-... ¡no!...- esta vez elevé un poco más de lo normal el volumen de mi voz, me sentí absurdo-... Hay que seguir... solo...- lo vi fijamente...-... no me dejes...- tomé una gran bocanada de aire-... no me dejes Sean...- parpadeó varias veces y luego me sonrió

-¿pero qué es lo que estás diciendo?...eso es algo que jamás va a pasar... Daniel-... no sabía por qué esos pensamientos habían inundado mi mente... pero... necesitaba escucharlo por parte de Sean... necesitaba saber que no iba a dejarme.

 

Abandonarme.

Olvidarme.

 

-¿quieres que continuemos?-nos observamos fijamente

-... si...- asentí varias veces y Sean sonrió

-...muy bien...-me besó rápidamente en los labios para luego pasar su dedo índice por mi labio inferior-... está un poco inflamado...- ha claro, yo me lo había mordido con fuerza momentos antes-¿te duele?-tomó mi labio entre sus dedos y lo estiró un poco

-...no...no me duele-

Ambos nos quedamos en silencio. Los dedos de su mano se movieron hacia mis mejillas, cerré mis ojos y su toque se hizo más intenso. Sentí que besaba mis hombros y luego dejaba su mejilla sobre él.

-me gusta como hueles- besó mi cuello, sus brazos envolvieron mi cintura haciendo que nos acercáramos aún más

-...a que... ¿a qué huelo?-ahora, sus dedos se paseaban por el largo de mi espalda, sus uñas rozaban mi piel de vez en cuando, haciendo que me estremeciera.

-a vainilla, a un caramelo... no lo sé Daniel, todo tú me gustas- sentí su lengua pasar desde mi hombro hasta mi cuello. De nuevo tuve la necesidad de cerrar mis piernas y de nuevo, no podía hacerlo-... quiero hacerte mío-dejó de pasar sus dedos por mi espalda colocándolos en mi cintura-voy a entrar en ti...- me susurró al oído y mi cabello se erizó por completo. Sus manos bajaron un poco más hasta colocarse sobre mis glúteos.

Mi cuerpo entero se estremeció cuando sus dedos empezaron a pasearse hasta hacer que mis glúteos se separaran y fue cuando uno de sus dedos entró en mí. La incomodidad reinaba por todo mi cuerpo. Me retorcí un poco y rápidamente el segundo dedo llegó. Empezó a moverlos circularmente y para cuando empezaba a agradarme ese movimiento, sus dedos salieron de mí.

-... eso será suficiente...-murmuró, besó mi hombro y me observó fijamente. Sean se movió un poco y sentí como algo más grueso que sus dedos se paseaba entre mis glúteos. Mi abdomen se contrajo y los dedos de mis pies se retorcieron cuando me di cuenta de que ese “algo más grueso que sus dedos” se paseaba entre mis glúteos era su parte íntima-arrodíllate-no dejó de verme fijamente, intenté mover mis piernas pero no me respondieron tan fácilmente... empecé a negar con la cabeza

-... no puedo... mis piernas...-lo intenté otra vez pero no pude, suspiré-... no pue...-

-hazlo-... no dejó que terminara de hablar. Me tomó con firmeza de la cintura y me ayudó a mover de poco en poco mis “pesadas” piernas. Coloqué mis manos sobre sus hombros y me di el último impulso para arrodillarme, tal y como Sean me había dicho. Mis piernas agradecieron el cambio de posición, ahora estaba más cómodo con mis rodillas contra el colchón, pero yo aún estaba sentado sobre los muslos de Sean y mi parte íntima se estrellaba un poco más contra su abdomen-... muy bien...-sonrió y me besó en la frente-... quiero que me mires...- pasó un brazo alrededor de mi cintura e hizo que me hincara-ahora, baja lentamente-me relamí los labios y le obedecí.

Baje con lentitud y a cierta distancia algo se estrelló contra mi ano. Era la parte íntima de Sean.

-... continua...-me abrazó con más fuerza.

Obedecí y su parte íntima empezó a entrar en mí. No era dolor el que sentía mientras bajaba lentamente, más bien, era mucha, bastante incomodidad. 

Sentía como mis glúteos se separaban cada vez más cuando su parte íntima entraba en mí. Me relamí los labios.

-esto está muy lento- tomó mi rostro entre sus manos-iré más rápido- empezó a besarme en los labios y después de un corto lapso, de una forma tan veloz, él entró por completo en mí. Otro ruido salió involuntariamente de mi boca, pero se vio apagado cuando la lengua de Sean se frotó contra mis dientes.

Me aferré con más fuerza a su cuello y Sean empezó a moverse hacia arriba y hacia abajo. Todo sin dejar de vernos fijamente.

-dime qué sientes-...-¿te gusta?-...-¿más rápido?-...-¿más profundo?...-no podía responder a sus preguntas porque cuando terminaba una, la otra ya estaba iniciando. Cerré por un momento mis ojos y Sean bajó un poco la velocidad con la que entraba y salía de mí para empezar a hacerlo de forma más profunda... otro sonido leve salió de mi boca y después le siguieron otros más-quiero que abras los ojos, ve lo que te estoy haciendo-mis parpados estaban pesados por todo lo que estaba sintiendo, pero hice un esfuerzo y logré entreabrirlos-buen chico... ahora ve hacia abajo-... mi mirada automáticamente bajó y me encontré con mi parte intima estrellándose contra su abdomen...-tócate-... ¿tocarme?...-tócate para mí-... no entendía...

Sean aumentó la velocidad y más ruidos salieron de mi boca.

-te lo...- la voz de Sean se cortó abruptamente, su cabeza se fue hacia atrás, permitiéndome ver su cuello, relamí mis labios y empecé a besárselo. Jalé sus cabellos un poco más hacia abajo para luego, enredar mis dedos en él-carajo... Daniel...- ya no sentía vergüenza, ni nada, simplemente era consciente del movimiento que Sean hacía para entrar y salir de mí.

Esa fricción que se lograba en mi interior se sentía realmente muy bien. Mordí mi labio inferior.

-... Daniel...- Sean dejó de inclinar su cabeza y me observó mientras detenía sus movimientos, mi respiración iba muy rápido.

-... porque... ¿Por qué te detienes?...- mi garganta estaba extremadamente seca

-ahora muévete tú-... ¿yo?... me tomó del mentón y besó mi mejilla

-... ¿cómo lo hago?...-

-apóyate con tus rodillas, flexiónalas y estíralas-... lo pensé un poco y lo intenté.

Flexionando y estirando.

Flexionando y estirando.

-no, no, no- Sean se movió con gran rapidez sobre la cama, haciendo que terminara sentado en la esquina de la misma y yo aún sobre él-ese ritmo está muy lento, yo te guiaré-... colocó sus manos en mi cintura y empezó a hacer un impulso logrando que volviéramos al ritmo con el que empezamos.

Estuvimos con ese ritmo, las sensaciones seguían en todo mi cuerpo y realmente lo estaba disfrutando. Hasta que, de nuevo, Sean se detuvo. Ambos teníamos agitada la respiración.

-ahora hazlo tú-dejó de abrazarme para pasar a colocar sus manos extendidas sobre el colchón de la cama-...hazlo como te expliqué...-me observó fijamente. Me quedé por un momento inmóvil.

No sabía realmente cómo debía moverme. Y la mirada tan seria de Sean en mí no ayudaba mucho con los nervios que empezaban a invadirme.

-...yo...- vi que arqueaba su ceja izquierda, los nervios aumentaron y mi vista empezó a viajar por toda la habitación-... yo no...-no pude terminar de hablar cuando Sean empezó con los movimientos, otro sonido salió de mi boca por la impresión. Y ahora, permití que más sonidos salieran de mi boca.

Sean continuó moviéndose, la sensación se estaba alargando pero aún estaba disfrutando de ella.

Siguió entrando y saliendo se mi por un buen tiempo hasta que ese dolor en mi parte íntima regresó. Me quejé levemente y Sean se detuvo abruptamente.

-¿te lastime?-sus brazos rodearon mi cintura y ambos nos vimos fijamente, yo negué lentamente.

-no... sólo... es que... me duele... en mí... mi parte íntima...- me avergoncé un poco, Sean posó su mirada en mi parte y negó lentamente con la cabeza

-te había dicho que te tocaras-acercó su mano a mi parte íntima, pero antes de tocarla, él se detuvo y me vio fijamente-deja de decirle “parte íntima”-

-... y... ¿no lo es?...-... ¿entonces?...

-si... si lo es, pero quiero que empieces a llamarlo por “pene”, ese es su nombre, nada de tabúes, ni penas, ni restricciones entre nosotros- “pene”... muy bien...-ahora, tómalo entre tu mano-...dirigí mi mano hacia mi part... mi pene pero me detuve y regresé mi vista a la mirada expectante que mantenía Sean

-tomo mi pene ¿verdad?- Sean sonrió

-Sí Daniel, tu pene, tómalo ya-... me apresuré y lo tomé. Se sentía duro y caliente... incluso parecía que vibraba levemente. La mano de Sean se colocó sobre la mía-ahora... muévelo así...- empezó a subir y a bajar mi mano sobre mi pene. Después de varios movimientos más mis brazos perdieron fuerza... pero Sean me abrazó por completo e hizo que colocara mi barbilla sobre su hombro-disfrútalo...-... mi mano perdió por completo la fuerza y dejé que Sean continuara. Me recargué por completo sobre su pecho y me dejé llevar por todas las sensaciones que nacían desde mi pene.

Suspire una y otra vez.

La mano de Sean llevaba una velocidad lenta... hasta que reanudó los movimientos dentro de mí. Lo tomé con fuerza de los hombros y cerré mis ojos. Todos los movimientos incrementaron, salía y entraba a gran velocidad al igual que su mano en mi pene, subía y bajaba...

Una sensación agradable empezó a surgir de mi vientre y de mi pene. Era una buena sensación... mis brazos se tensaron y dejé de pensar por un momento... la sensación se estaba incrementando de una forma espectacular, podía sentir cómo se expandía por todo mi cuerpo, me mordí los labios. Algo iba a liberarse...

Pero Sean detuvo cada uno de sus movimientos.

-... Sean... no...- con velocidad, tomó mi rostro entre sus manos

-aún no debemos acabar-susurró muy cerca de mis labios para después, empezar a besarme lentamente. Tiró de mi labio superior manteniéndolo en su boca, cuando llegó a arderme coloqué mis manos sobre el pecho de Sean he hice que me liberara

-... alto...- tomamos distancia, calmamos nuestras respiraciones mientras nos veíamos fijamente. Sean retiró varios cabellos de mi rostro, me sonrió... y yo le sonreí un poco... tenía vergüenza. Él aún estaba dentro de mí.

Se acercó lentamente a mí, cerré mis ojos y ambos empezamos a besarnos lentamente. Pasé mis brazos alrededor de su cintura y lo abracé con fuerza hasta que él termino de besarme.

-... continuemos...-... me tomó del mentón e hizo que lo viera fijamente-¿estás cansado?-negué lentamente con la cabeza mientras le veía fijamente, sonrió-bien-

Colocó sus manos en mis glúteos

-tus piernas a mi cadera-cuando se levantó de la cama, rápidamente enrosqué mis piernas en su cadera, él siguió soportando mi peso con ayuda de mis glúteos y... aún estaba dentro de mí.

Sean giró y de nuevo tuve a la vista la puerta de la habitación, que aún tenía seguro.

De nueva cuenta, mi espalda se estrelló contra el colchón de la cama y sentí cómo Sean iba saliendo, lenta, muy lentamente de mí. Sentía como se deslizaba y cuando por fin quedó afuera de mí, me sentí... vacío en esa zona.

¿Aún íbamos a continuar? Pero... ¿el afuera de mí?...

-gírate-Sean estaba de pie, frente a mí

-... ¿por qué?...-se acercó a mí y me tomó de la cadera con ambas manos y deslizando por la cama hasta que mi cabeza quedó sobre las suaves, nuevas y blancas almohadas que había.

-haremos otra posición-...

-¿posición?... a... ¿a qué te refieres?...-

-ponte boca abajo- volvió a decirme... no tuve alternativa, tal vez obedeciéndolo iba a enterar de lo que me iba a hacer.

Lentamente, giré sobre las cobijas de la cama hasta quedar boca abajo. Sentí como Sean se subía a la cama y me tomaba por las caderas haciendo que las elevara un poco hasta hacer que quedara hincado pero al mismo tiempo inclinado. Mi cabeza aún descansaba sobre las almohadas.

-separa un poco las piernas-la vergüenza llegó a mí al darme cuenta de que Sean estaba atrás de mí, viendo todo...-Daniel-giré un poco para verlo-separa las piernas- regresé mi vista a la cabecera de la cama y acaté lo que me dijo.

Sus manos aún no liberaban mi cadera, enterré mi rostro en la almohada y empecé a sentir como su pene se deslizaba nuevamente en mi interior. Pero ahora, lo sentía un poco más en el fondo, si es que eso era posible.

Mordí la almohada cuando entró de golpe a mi interior. Se había sentido muy, pero muy bien.

-relájate...- sentí el pecho de Sean contra mi espalda... y luego su húmeda y caliente lengua se paseó por toda su longitud, me retorcí un poco por la sensación que me llegaba. Parecía que estando así, era capaz de sentir mejor todo.

Empezó a moverse hacia adelante y hacia atrás... sentía como salía y como entraba en mi...

Se aferró con más fuerza a mi cadera hasta el punto que la presión que ejercía en sus dedos a mi piel empezaba a lastimarme

 

-... Sean...-

-...shhh...- una de sus manos viajó hasta mi pene empezando a masturbarme. Si hacía las dos cosas... y más en esa posición... no podría...

-... Sean... no... yo...-

-...Shhh...- su otra mano libre la pasó por mi pecho y aplicando un poco de fuerza hizo que me fuera levantando lentamente hasta que mi espalda chocó contra su pecho. Besó y mordió mis hombros para luego, darle paso a mi cuello. Pasé lo poco que podía mover de mis brazos a su cuello, ambos giramos la cabeza un poco y logramos besarnos en la boca. La mano que tenía en mi pecho pasó a pellizcar mis tetillas. Me moví cual lombriz pera intentar librarme de su agarre pero... era algo imposible de lograr.

Aumentó la fuerza y la velocidad con la que entraba en mí y me masturbaba. Pronto más ruidos empezaron a salir de mi boca. La sensación era única.

Continuó moviendo todo a gran velocidad, y ambos liberamos un fuerte sonido al mismo tiempo.

De nuevo mi interior se sintió caliente y ahora, la mano de Sean estaba un poco pegajosa en mi pene.

Calmamos nuestras respiraciones y ambos nos dejamos caer de lado en la cama.

Nos besamos por un poco más de tiempo, ambos nos mantuvimos sin ninguna prenda con la que cubrirnos. Los dedos de sus manos se paseaban por mis piernas, mis brazos, mi abdomen, mi pecho... mí cabello... por todo mi cuerpo.

Y yo le hice lo mismo.

Me abrazó y besó mi frente muchísimas veces más hasta que él se quedó dormido.

Yo no pude dormir para nada. Sentir así a Sean... tan cerca de mí, abrazándome por la cintura sin ninguna prenda que nos separara... él era la persona que más quería en todo el mundo... me llenaba por completo y me hacía sentir tan feliz.

Por fin logré dormir cuando el sol estaba por salir...

 

Y para cuando desperté.

Sean no estaba a mi lado.

Con el sueño presente en todo mi rostro me levanté de la cama. Aún estaba desnudo pero el clima por esa parte de la ciudad era templado y no frío como el que había en la fábrica. Enredé mis dedos en mi cabello y los revolví un poco, froté mi rostro con ambas manos y suspiré.

Me quedé en silencio, en medio de la habitación, desnudo y pensando en nada, solo quería comer algo de lo que, seguramente, Tía Lucy ya había hecho para el desayuno. Pero antes, debía bañarme y vestirme para quitarme un poco el malestar en todo el cuerpo por haber dormido casi nada. El silencio que me rodeaba se esfumó cuando alguien abrió la puerta de la habitación. Vi que Sean entraba por ella. No me hubiera movido de no ser porque recordé que yo estaba desnudo. Me avergoncé e intenté correr hacia la cama para cubrirme un poco pero Sean fue más rápido al tomarme por la muñeca

-espera, espera- escuché que se reía-da gracias de que fui yo quien vine a despertarte y no James o Lucy-se sentó en la orilla de la cama y me indicó que me sentara sobre sus piernas, sin decir nada lo obedecí. Ambos nos quedamos en silencio, sabía que Sean me observaba fijamente pero yo tenía mi vista en sus manos, las cuales, aún no liberaban a mis muñecas. Suspiré y fue entonces cuando Sean me liberó pero rápidamente tomó mi rostro entre sus manos, haciendo que lo viera fijamente-¿te preocupa algo?-la pregunta fue directa... volví a suspirar y negué lentamente...

-... no... nada...- deje de verlo fijamente al pasar mi mirada hacia el piso de la habitación-... no sé... que me pasó-... volví a suspirar y de nuevo quedamos en silencio. Había dicho esas palabras raras que no me gustaba mucho pensarlas. Sean suspiró.

-por ahora lo dejaré pasar-tomó mi rostro con más fuerza-... mírame...- inmediatamente lo obedecí-aunque no me digas nada tarde o temprano voy a enterarme-me sonrió y después, besó una de mis mejillas-ahora tenemos un poco de tiempo antes de que Lucy nos llame-sonrió un poco más-hay que aprovecharlo como se debe-besó mi frente.

Con gran velocidad hizo que quedara sobre el colchón y él sobre mí.

-nos ahorraremos el tiempo de desnudarte-...los dedos de su mano empezaron a pasearse por el largo de mi pierna desnuda, la tomó por la corva e hizo que quedara alrededor de su cadera. Antes de que lograra hacer algún ruido, empezó a besarme en la boca. Mis labios estaban secos por ser tan temprano pero parecía que a él no le importaba eso. Enredé mis dedos en su cabello y su lengua empezó a frotarse contra la mía. Sus manos empezaron a moverse por todo mi cuerpo y...

-¡Sean!-... rápidamente ambos nos separamos por escuchar el grito de Tía Lucy proveniente de afuera de la habitación-¡no me hagas entrar!, ¡bajen ya!- ambos nos quedamos en silencio y escuchamos como Tía Lucy bajaba las escaleras.

Ambos nos quedamos en silencio y quietos, sin mover ni un músculo.

-...Maldita Lucy...- murmuró Sean y luego regresó su vista a mí-...esto queda pendiente para esta noche- sonrió mientras me tomaba del mentón y me besaba en la mejilla-ahora ve a bañarte antes de que la histérica de Lucy regrese- rápidamente me levanté de la cama y entré al baño.

Me bañe lentamente mientras recordaba todo lo que Sean y yo habíamos hecho... esperaba con ansias a que la noche llegara...

Salí del baño sin el olor a sudor y con un poco menos de sueño. Me cambié con la ropa que Sean había llevado. Me puse un pantalón de mezclilla, el primero que me habían dado, así que ya estaba un poco despintado y roto de la parte de abajo producto de haber caminado descalzo por todas partes. Me puse una playera blanca con cuello en V y unas sandalias, las que siempre utilizaba cuando no quería ponerme zapatos o cualquier otra cosa que cubriera la libertad de mis pies.

Pasé mis dedos entre mi cabello para “peinarlo” un poco, aún estaba húmedo así que me era más fácil.

Salí de la habitación y bajé lentamente las escaleras, abajo, ya se escuchaban las voces de James, Tía Lucy y Sean.

Entré a la cocina y me fui a sentar directamente a un lado de Sean. Ambos nos quedamos en silencio viendo como James y Tía Lucy discutían sobre... ¿plantas?...

-créeme James, esa planta será un gran árbol que se verá bien en el patio trasero y aparte, nos brindará una sombra bastante fresca- Tía Lucy tenía los brazos cruzados a la altura de su pecho

-Lucy, un árbol tarda demasiado tiempo en crecer, ese tiempo aprovéchalo para plantar más arbustos o lo que sea, así darán la frescura que tanto quieres-ambos se sentaron en sus lugares alrededor de la mesa. James a la cabeza y Tía Lucy frente a mí.

Tuvimos un desayuno entre varios comentarios que me dieron risa y a otros... no les entendí tanto pero con tan solo verlos a todos reír... me provocaba alegría...

Pero...

De nuevo ese miedo que llegaba de la nada.

No me gustaba para nada la sensación que me invadía... esas ganas tan grandes de correr... a cualquier parte...

-¿qué sucede Dany?-la voz de Tía Lucy me alejó de esos pensamientos-¿no te gustó la fruta?-... su rostro se transformó a uno preocupado, yo negué rápidamente con la cabeza

-no, no Tía Lucy, la fruta está rica-observé la fruta que aún tenía en mi plato, no me había dado cuenta de que solamente la estaba jugando con el tenedor

-pero si ni la has tocado...-

-Lucy, no te preocupes por estas cosas, Daniel puede comérsela más tarde-James tomó un sorbo de café cuando terminó de hablar, me lo quedé observando un momento, él tenía razón. Pinché un trozo de melón con el tenedor y me lo llevé a la boca, Tía Lucy sonrió y siguió platicando con James y Sean... lo observé de reojo y noté que me miraba fijamente.

 

 Musica de ambiente

 

Tomé un sorbo del jugo que estaba frente a mí y mi vista regresó a Sean, él aún me veía fijamente... lo observé y nuestras miradas se conectaron...

-... que... ¿Qué sucede?...- ¿por qué me veía tan fijamente?...

-no lo sé, dímelo tú-... me quedé en silencio un momento hasta que escuché un pequeño ruido proveniente de...

Vi que James se levantaba de su lugar

-es mi celular, disculpen-... salió de la cocina... regresé mi vista a Sean, aún me observaba fijamente

-no pasa nada...-... solo... es hambre... comí un poco más de fruta pero esta vez utilicé mis poderes para elevarla hasta mi boca

-entréguenme sus platos-Tía Lucy se levantó de su lugar, sean y yo dimos nuestros platos vacíos y ella empezó a lavarlos mientras nos daba la espalda

-no me vengas con esas Daniel, dime que es lo que te inquieta-... corrió un poco su silla para quedar cerca de mí. Pasó un brazo por el respaldo de mi silla y con su otra mano tomó la mía-dímelo-...observó fijamente mi mano-estás muy frío-... me miró tan fijamente... hasta el punto de hacerme creer que si sabía el motivo... pero no, no lo sabía. Frotó mi mano entre las de él para que tomaran un poco de calor.

-yo... no lo sé...- aparté mi mano de la de él pero rápidamente volvió a tomarla y esta vez tiró un poco más para que me acercara

-no intentes ocultar algo-Sean estaba molesto

-no... yo no...-

-Sean-jamás me había alegrado tanto de escuchar la voz de James... ahora tenía tiempo de pensar en alguna excusa, Sean pasó su atención de mi a James

-¿Qué pasa?-James entró a la cocina y se colocó al lado de Tía Lucy, recargado en el fregadero, viéndonos fijamente

-acaba de llamar Ana, ella y los idiotas tuvieron un problema con su auto de camino a aquí, ¿me acompañas?-James se cruzó de brazos y yo comí otro trozo de melón, lo mastiqué lentamente y de reojo, volví a ver a Sean, ahora, tenía su ceja izquierda fruncida

-¿por qué debo ir yo?, tan solo tráelos en tu auto, está a punto de llover así que mañana iremos por el de ellos-Sean seguía tomando con fuerza mi mano, evitando que me alejara de él

-es lo mismo que les dije pero... Ana insistió y su miedo a ir en carretera con esos idiotas ha de ser mayor. Y la apoyo-... Sean por fin liberó mi mano y se levantó de su lugar

-vamos, entre antes sea, mejor-James salió de la cocina y Sean se regresó hacia donde yo estaba, inclinándose un poco-tu y yo hablaremos en cuanto llegue-besó mi frente y sus dedos se entrelazaron un poco en mis cabellos-no tardaremos-... dio media vuelta y en cuanto vi que salía de la cocina un temblor invadió por completo mi cuerpo, al igual que un terrible dolor en el estómago y en la cabeza.

Apoyé mi cabeza en la mesa e intenté respirar... de poco en poco.

Escuché cómo la puerta de la entrada se abría para luego cerrarse... un frío invadió todo mi cuerpo. Tuve la necesidad de llamar a Sean... para que se quedara conmigo... pero... no pude siquiera hablar...

-¿Dany? Hey, ¿te sientes mal?-... Tía Lucy se puso en cuclillas a mi lado y me observó mientras tocaba mi frente con el reverso de su mano-estás muy caliente Dany- se levantó-ven, vamos a la sala para que te acuestes un momento- Tía Lucy me ayudó a levantarme y un gran mareo me invadió, me sentía realmente mal. Logré estabilizarme un poco y a paso lento logramos llegar a la sala, en donde, me acosté sobre el sofá. La sala me daba vueltas, cerré un momento mis ojos

-iré a prepárate un té, no te muevas tanto, debe ser debilidad, mataré a Sean si no te ha estado alimentando de la forma correcta-... Tía Lucy salió de la cocina y yo suspiré largamente.

Abrí mis ojos y mi vista se colocó en el reloj que tenían colgado en la sala, marcaban las

10:27 de la mañana

Volví a suspirar y cerré por un momento mis ojos.

En mi menté... Sean ocupaba todo el espacio... soñé que caminábamos por el pasillo de los laboratorios, blancos en su totalidad, Sean y yo llevábamos ropa negra, íbamos en silencio y... las manecillas del reloj seguían retumbando en mi cabeza... al final del pasillo... logré verlo. Ahí estaba. El reloj. Me quedé viendo fijamente el movimiento de las manecillas del reloj... pero sabía que Sean seguía a mi lado. Mi propio sueño no me permitía girar la cabeza pero... lo sentía... sabía que estaba ahí... conmigo...

Abrí mis ojos y lo primero que vi, fue el mismo reloj de la sala.

11:44 de la mañana

Parpadeé un poco más e intenté levantarme, pero una mano sobre mi pecho lo impidió.

-Descansa Dany-Tía Lucy estaba sentada en el sofá, mi cabeza estaba sobre sus piernas y noté que ahora, mis pies eran cubiertos por unos calentadores negros-voy a matar a Sean, no te deja dormir y creo que no te da la comida apropiada-pasó su mano por mi cabello-aún estás pálido-me sonrió. Tómate este té, te relajará y podrás dormir por un poco más de tiempo- se estiró un poco hacia la pequeña mesita que había al lado del sofá y tomó una taza blanca con algo humeante-tómalo-me enderecé un poco para poder irlo tomando en pequeños sorbos.

El dolor en la cabeza y estómago habían desaparecido... pero aún me sentía mareado y con ganas de volver el estómago...

Me senté correctamente en el sofá y empecé a tomar grandes sorbos del té.

Noté que Tía Lucy estaba viendo ese programa en donde pasaban las noticias de sus telenovelas... o algo así se llamaban... y en se momento hablaban de una “actriz”... que comentaba estar feliz porque su hermana menor estaba embarazada... ¿embarazada?...  

-Dany- Tía Lucy me llamó y yo volteé a verla, ella estaba sonriendo-tengo que decirte algo...-amplió su sonrisa mientras murmuraba eso...

-¿decir qué?...- dejé la taza ya vacía sobre la mesa del centro y me gire a ver a Tía Lucy de frente

-¿sabes cómo vienen los bebés al mundo?-... la observé en silencio unos momentos... ella... seguía sonriendo...

-... hemm... ¿no?...- Tía Lucy se rio

-mira Dany, es cuando un hombre y una mujer tienen relaciones sexuales, el hombre pone su “semilla” en la “maceta” de la mujer y poco a poco se va formando un bonito capullo... después... pasan 9 meses o a veces antes...- Tía Lucy se rio y volteó a ver hacia el patio trasero de su casa, que se alcanzaba a ver desde el sofá-después... después de ese tiempo... nace un bebe, Dany-volteó a verme con una gran sonrisa-estoy embarazada mi Dany- se llevó una mano al vientre-tendré un bebé y voy a ser mamá...-su sonrisa se ensanchó-vas a tener un hermanito Dany-Tía Lucy empezó a reír mientras una que otra lágrima resbalaba por su mejilla... lloraba... ¿de felicidad?... ¿eso existía?...

-¿embarazada?-... volví a repetir... -¿un bebé?-...

-solo que te pido lo guardes en secreto, en la noche, cuando todos estemos reunidos mientras cenamos, daré la noticia-tomó una de mis manos-ni siquiera James lo sabe, tú eres el primero, Dany-... ¿el primero?...-ya quiero ver la reacción de todos... va a ser magnífico...-Tía Lucy suspiró un par de veces y luego... me abrazó.-estoy tan contenta Dany-... mi vista viajó al reloj que había.

11:55 de la mañana

Suspiré, Sean y los demás estaban tardando un poco.

Tía Lucy dejó de abrazarme y me vio fijamente

-¿no estás contento Dany?, esta es una muy buena noticia-tomó mi rostro entre sus manos-te quiero tanto mi Dany-... le sonreí y tomé sus manos...

-...yo...-

El timbre de la entrada resonó por toda la casa.

-qué extraño, hoy no hay correo y no he hablado mucho con mis vecinos-Tía Lucy se levantó del sofá y se acercó lentamente a la puerta... mi vista viajó hacia ella y... cuando abrió la puerta, una bala pasó muy cerca de mi rostro. La había evitado pero la taza que momentos antes tenía mi té, se había hecho pedazos.

-¡Dany!-el grito de Tía Lucy hizo que reaccionara, me levanté del sofá y quise acercarme a Tía Lucy... pero ella salió volando hasta estrellarse contra las escaleras. Coloqué mi vista en la entrada de la casa... todo estaba en silencio... pero... no...

Observé por completo mi cuerpo.

Los láseres me apuntaban a signos vitales.

-si no pones resistencia, no morirás-...-de hecho, nadie morirá-... esa voz...

Clavé mi vista a la entrada principal... y por ella... apareció él.

El general, el capitán, el jefe de todos, la cabeza...

-¿Qué tal?... GH65...- entró por completo a la casa y cuando se colocó justo frente a mí, muchos guardias con trajes negros, diferentes a los que yo recordaba, entraban a la casa y se situaban a mí alrededor, solo 2 cubrían a Tía Lucy, que aún yacía inconsciente en las escaleras-eres alguien difícil de encontrar, GH65-... no...-pero no hablemos de eso, aquí estamos que es lo importante-... esto no...-sólo lo diré una vez, GH65, vendrás con nosotros por las buenas o todas las cabezas de tus conocidos rodaran-... no puede estar diciendo la verdad...-anda, vamos ya-... yo no...-niñato no tengo tu tiempo-... Sean...-

-¿en dónde están los demás?-... tenía que saber... saber que estaban bien... era... lo importante aquí...

El coronel sonrió.

-también están rodeados, los dejaremos en paz en cuanto tu subas con nosotros al helicóptero-...

-... ¿los dejará en paz?...-...

-es una promesa-... ¿confiar?... o ¿no confiar?... ¿en él?...

-¡¿Qué estás pensando Daniel?!-la voz de Tía Lucy me liberó de mi trance, voltee a verla pero fui testigo de cómo un guardia le asentaba un golpe a Tía Lucy en su cabeza con la culata de su arma... la rabia me recorrió por completo y un impulso salió disparado en su dirección.

Con velocidad, corrí hasta donde Tía Lucy se encontraba. Me puse frente a ella y al otro guardia que la cubría hice que se desmayara

-¡no les creas ni una mierda de lo que te digan!-ella intentó levantarse y noté que la sangre le brotaba con gran fluidez, perdiéndose entre el color de su cabello y mostrándose en su blanca piel... -¡ellos no van a cumplirte nada Dany!- ayudé a que se levantara... y cuando regresé mi vista a ellos... todos nos apuntaban con sus armas

-no hay escapatoria, muchacho, vamos-el coronel volvió a sonreír-tu no perteneces a este lugar-... ¿no?...-tu lugar está con nosotros, así que vamos-...

-Dany, escúchame, tu lugar es aquí, con todos nosotros, no con ellos, ellos solamente quieren utilizarte, Dany, por favor, no le creas nada a ese hombre-

-¡tú cierra el hocico!- el coronel le gritó a Tía Lucy y... la vi temblar... esto... esto no... -¡vendrás con nosotros ahora!- el coronel avanzo hacia nosotros y nosotros, retrocedimos un escalón de la escalera

-no lo escuches Dany-... me murmuró Tía Lucy mientras jalaba un poco de mi playera-por favor, por favor Dany-...

No lograba pensar con claridad.

No lo lograba.

¿En dónde estaban Sean y los demás?

Él había dicho que no tardaba... pero... el coronel... dijo que los tenía rodeados... ¿era verdad?... ¿era mentira?...

-tranquilo Dany... por favor...-

-¡cállate maldita zorra!-... el coronel corrió hacia nosotros, tomé a Tía Lucy por la playera y la aventé con fuerza un poco más arriba de las escaleras, corrí hacia el encuentro del coronel pero algo más pasó rosando mi cabello... los láseres... estaban preparados...

Lancé un impulso contra el coronel haciendo que se estrellara contra la pared de la sala.

Tomé más impulsos y los empecé a lanzar como disparos a las armas, logrando que todas estallaran

-estúpido-escuché atrás de mí- y vi que el coronel tenía una pequeña arma apuntando directamente a mi cabeza y... otro guardia ya estaba subiendo las escaleras, intenté correr pero el coronel me dejó en blanco

-si te mueves, este juguete hará que tu cerebro se desintegre al instante-nos observamos fijamente hasta que escuché un grito de Tía Lucy, intenté correr pero... de nuevo el coronel habló-ven con nosotros, por las buenas nadie saldrá lastimado-...

... esto...

No era verdad... todo

Era un sueño...

Mi vista viajó hacia el reloj de la sala.

12:15 de la tarde

No, no era un sueño, el tiempo estaba corriendo...

-no les haremos daño si vienes con nosotros-el coronel siguió apuntando y escuché otro grito de Tía Lucy... de nuevo lo intenté pero... no podía moverme... que era...-todas estas armas, son cosas que tú no has visto, tardamos en venir por ti por el simple hecho de estar preparados-sonrió-¿vendrás por las buenas?... ¿o por las malas?...

 

 

 

Notas finales:

u.u nadie me ha escrito (solo una chica)

entiendo su enojo

pero ustedes ganan un capitulo

y yo no gano nada más que leidos u.u

estoy triste

les traere lo más pronto la actualización

cuidense


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