PRIMERAS CONFRONTACIONES
Los Uchiha llegaron a su casa ardiendo de la furia.
- ¿Qué ha pasado? – Gaara pregunto al ver a sus “hijos” en esas fachas.
- Nos peleamos – respondió de mala manera Akira.
- ¿Están bien? – Gaara quiso tocar el rostro herido pero el menor se alejó.
- No me toques – se retiro – no molestes.
- ¿Qué paso Sasuke? – cuestiono a su esposo.
- Paso que la zorra de Naruto es profesor en el colegio – respondió apretando los puños. Gaara agacho la mirada dolido. Desde hacia años cargaba con una culpa que le destrozaba el alma – pero voy a acabar con el, voy a demandar al colegio y a asegurarme que no consiga trabajo en ningún lugar decente. Si quiere dinero que se abra de piernas que es lo que mejor hace.
- Sasuke deberías dejarlo en paz – pidió por lo bajo el pelirrojo.
- Nunca, voy a destruirlo de la misma manera que el me destruyo a mi – y se encerró en su despacho. Gaara reprimió las lágrimas, sentía que ya no podía más con el peso de su conciencia.
- ¿Tienen hambre? – pregunto a los menores.
- Algo – dijo Sora, los demás se marcharon a sus habitaciones en silencio. Con un cumulo de sentimientos encontrados por haber visto a su otro padre después de seis largos años. En su despacho Sasuke estaba bebiendo, recordando en contra de su voluntad a su ex esposo. Todos los bellos momentos que habían vivido juntos y como todo había acabado, con su asquerosa “traición”. Al día siguiente regresaron al colegio y desde que pusieron un pie dentro notaron que todos los alumnos los miraban mal. Habían pasado de ser los reyes de su antiguo colegio a la paria del nuevo. Ese día Rin tuvo clase de literatura con su padre y la niña no sabia que hacer. Ella solo tenía buenos recuerdos con el doncel, pero sus hermanos mayores y su oto san se pasaban hablando tan mal de él que no sabia que pensar, así que se mantuvo en silencio toda la clase, observando a su papi. Los dos mayores sufrieron el vacío que le hicieron sus compañeros y los malos tratos de sus profesores. En la institución estaba más que claro que nadie los quería cerca. Yuki no le daba importancia a que no le hablaran porque él no hablaba con nadie, pero Shiushi si se vio afectado. El día anterior había conseguido algunos prospectos de nuevos amigos, y ya ninguno le dirigía la palabra. En el receso se juntaron los seis. Ayame y Rin también sufrían los desprecios de sus compañeros y querían irse de ese colegio inmediatamente.
- Es increíble, todos estos estúpidos están de su lado – murmuro Akira con rabia.
- Seguro follo con todos – comento Sora.
- Idiotas – dijo Shiushi – son insufribles y por su causa nosotros hemos sido rezagados.
- No es nuestra culpa, es la suya – dijo Akira molesto con su primo.
- Por favor – Ayame se puso de pie – ni siquiera se les ha acercado, para él es como si fueran unos alumnos más ¿Qué pudo haberles hecho?
- Engaño a nuestro padre – Akira se puso de pie encarando a su prima. Los demás lo imitaron.
- Akira eres tan idiota como tu padre, algún día de estos vas a darte cuenta de lo equivocado que estas y no vas a saber donde meter la cara – la chica se alejó rápidamente de ellos. Su padre le había contado que había pasado realmente con su tío y ella supo que era verdad. Su tío Naru era el ser mas encantador y puro que había conocido, no tuvo dudas sobre el relato de su padre. Y también estuvo de acuerdo con el en no decir nada a nadie mas. Su hermano Shiushi había deducido las cosas por si solo y cuando le comento sus sospechas ella le dijo que hablara con su padre. Ellos comprendieron así porque Itachi los había dejado y también comenzaron a tener cierto resentimiento para el resto de su familia, principalmente su papi y su tío Sasuke. La chica camino decidida a la sala de profesores, su hermano la siguió. Ayame llamo a la puerta y le pregunto a la mujer que la atendió donde estaba el sensei Naruto.
- Esta en el auditorio – dijo la mujer y los dos adolescentes fueron allí. Encontraron al rubio leyendo unos papeles muy concentrado.
- Tío – llamo la chica, el rubio levanto los ojos y miro a sus dos sobrinos – tío, yo – Ayame estaba nerviosa y emocionada. De solo imaginar todo lo que el pobre doncel había sufrido. Él le sonrió como siempre. Shiushi no necesito más y dejando atrás a su hermana se abrazó al esbelto cuerpo para comenzar a sollozar.
- Lo siento, lo siento – decía el chico llorando, afianzando mas su abrazo. Naruto enternecido le acariciaba el cabello y la espalda para calmarlo – de verdad lo siento.
- Mi niño no tienes que disculparte por nada – le acaricio el rostro – no puedo creer lo grande y guapo que estas, te pareces tanto a tu padre – miro a su sobrina – Ayame – extendió su mano para que se acercara – estas tan hermosa – los tres se abrazaron – las fotos que Itachi y Hana me mostraron no les hacen justicia.
- ¿Has visto a Hana? – consulto Ayame sorprendida, su hermana mayor apenas llamaba una vez al mes a la casa.
- Si la veo seguido, vive cerca de casa y cenamos juntos de vez en cuando – les sonrió.
- ¿Ella sabe? – pregunto Shiushi comprendiendo muchas cosas. Naruto asintió con una triste sonrisa – siempre lo supo, igual que oto san.
- Supongo – dijo el rubio – pero no recordemos cosas feas, no saben el gusto que me da verlos de nuevo, los he extrañado un montón.
- Y nosotros a ti – dijeron los dos abrazándolo de nuevo – tío voy a decirte algo, espero que no te ofendas – siguió Shiushi – pero tus hijos son unos imbéciles.
- En principal Akira y Sora, de lo peor – agrego Ayame.
- Ellos están confundidos y solo ven lo que Sasuke quiere que vean – suspiro – no es su culpa.
- Si la es, nosotros que somos tus sobrinos nos dimos cuenta y ellos que son tus hijos no – Ayame negó con la cabeza, ya habían comenzado a avanzar hacia la salida de la sala – son malos y resentidos.
- No es su culpa – los defendió Naruto – crecieron pensando que yo los había traicionado y jugado con su padre además – suspiro – seguramente Karin y Sakura se encargaron de lavarles el cerebro ¿verdad? – los menores asintieron. Esas dos brujas, amantes de su tío se la pasaban hablando mal del rubio cada vez que podían. Sus palabras era puro veneno y los Uchiha de Naruto eran muy susceptibles a ellas.
- De todas maneras no se donde quedo su inteligencia si se nota a años luz que esas dos son de lo peor, yo no las soporto – dijo Ayame con una mueca de asco.
- Ni yo, es una bajeza aceptar ser las amantes de alguien, y mas todavía haber destruido una familia solo por capricho – Shiushi las odiaba de verdad. Naruto suspiro – las odio tío, de verdad las odio.
- Mi amor, el odio no nos lleva a nada bueno – le acaricio el rostro con ternura. Estaban en el pasillo, donde varios alumnos veían la escena – lo mas sabio y saludable es perdonar y seguir adelante – el chico negó – prométeme que lo intentaras – le pidió con una sonrisa.
- Tío no puedo negarme si me miras así – dijo rendido y Naruto lo abrazo – que pena – susurro el varón sonrojado.
- ¿Por qué es una pena? – El rubio se separo y le sujeto las mejillas - ¿acaso no puedo mimar a mi sobrino favorito? – Ayame reía por la vergüenza que pasaba su hermano.
- Soy tu único sobrino – aclaro el.
- Por eso eres el favorito – Naruto lo soltó sonriendo – ya deben ir a sus salones, no tarda en sonar el timbre – Ayame asintió y antes de irse volvió a abrazarlo.
- Te quiero mucho tío – le susurro.
- Y yo a ti mi cielo – le beso la coronilla – y a ti también bonito – le guiño un ojo a Shiushi que sonrojado le sonrió y le lanzo un beso.
- Yo te adoro tío, eres el mejor – grito mientras se alejaba, el doncel sonrió feliz. Iluminando a todo el corredor y robando más de un suspiro.
- Niños a clase que ya tocan el timbre – comenzó a avanzar por el pasillo sin dejar de sonreír. De a poco el lugar fue quedando vacío. El rubio camino a su despacho, no tenía clases esa hora y debía adelantar trabajo. Al llegar a su zona se paralizo. Al lado de su puerta estaba parado uno de los protagonistas de sus peores pesadillas.
- Naruto – Gaara hablo sin mirarlo a los ojos – quisiera hablar contigo – el rubio estaba congelado.
- No lo creo – dijo serio y decidido – nosotros no tenemos nada que hablar – avanzo hacia la puerta, pero no pudo evitar que el otro se colara dentro – por favor Gaara vete, no me hace bien verte.
- Ya no puedo mas – Gaara se quebró – la culpa me esta matando, ya no puedo mas – se agarró el pecho y comenzó a sollozar – no sabes cuanto lo siento Naruto, si pudiera regresar el tiempo.
- No se puede – dijo cortante el rubio – y si te sientes así no es mi culpa así que no sé que pretendes aquí.
- Quería disculparme – cerro los ojos – yo sé que no lo merezco, pero lo necesito para poder seguir viviendo.
- Hace tiempo te he perdonado Gaara, a ti y a los otros – Gaara lo miro, los ojos verdes se encontraron con los azules y el pelirrojo solo pudo ver frialdad en ellos – tú y todos los que me dañaron ya no significan nada para mí, los he dejado atrás. Supongo que tendrás que buscar la manera de superarlo por tu cuenta, porque esta claro que no voy a ayudarte – le señalo la puerta – por favor no vuelvas, no quiero verte – Gaara asintió, ya había hecho lo que debía. Pero le dolía horrores el haber perdido a su mejor amigo, a su hermano del alma.
- Voy a decirle todo a Sasuke – dijo antes de irse. Naruto no respondió. Ya no le importaba lo que su ex esposo o su familia hicieran. Ya había sufrido demasiado por ellos. Suspiro y luego de despejarse comenzó su trabajo, no se dejaría afectar de nueva cuenta por personas que no lo merecían. Nunca más sufriría por ellos.
Yuki observo como su padrastro salía de la oficina de su oto chan, llorando y terriblemente destruido. Él había seguido a sus primos y estaba comenzando a entender muchas cosas. Jamás creyó lo que decían de su papi, pero era demasiado cobarde y débil para enfrentarse a sus hermanos y a su padre. Suspiro, era el momento de enfrentar la verdad, fuera la que fuera, y sabia a quien preguntar. Salió del colegio sin ser notado y tomo un taxi al hospital. No tuvo que preguntar mucho para encontrar a quien buscaba, el cirujano en jefe era bastante conocido.
- Yuki – lo saludo serio Itachi cuando apareció en su oficina - ¿Qué quieres? Estoy algo ocupado.
- La verdad – dijo simplemente, entendía perfectamente que su tío no lo quería allí, se le notaba de lejos que ni el o sus hermanos le agradaban – quiero la verdad sobre mi papi – la voz no le tembló, sonó firme y decidido. El mayor lo observo unos instantes y luego saco de un cajón bajo llave una carpeta.
- Si eres tan inteligente como dicen entenderás todo por ti mismo y ahora vete – le señalo la puerta. El menor obedeció de inmediato y salió con el archivo en mano. No quería ir a su casa, porque debería estar en clases así que camino hasta encontrar un tranquilo parque donde se ubico bajo un árbol y abrió la carpeta.
Nombre: Uchiha Naruto
Edad: 27 años
Sexo: doncel
Condición: desgarro del recto, fracturas, golpes, raspones, cortes.
Diagnostico: Abuso sexual con violación, brutal.
El menor leyó la primera hoja y sus ojos se llenaron de lágrimas. Observo la fecha y supo que era del mismo día que su padre había dejado la casa. Siguió leyendo horrorizándose cada vez mas, sintiendo asco de los malditos que habían hecho aquello y de él mismo por no haberlo sabido antes. Las imágenes del cuerpo magullado y ultrajado de su papi le revolvieron el estomago y vomito todo lo que había comido y lo que no. Ya no necesitaba leer más, siempre lo supo. Pero su cobardía había sido mayor y ahora se lamentaba por ello. Limpiándose las lágrimas se puso de pie y comenzó a correr, tenia que aclararlo todo.