Era de noche y Amaimon estaba sentado en la baranda del balcón de la oficina de Mephisto comiendo uno de sus dulces. Estaba mirando a la nada, últimamente era lo único que hacía, Mephisto no lo dejaba salir porque temía que hiciera algún alboroto y ya se estaba aburriendo de estar todo el día encerrado sin hacer nada.
-Amaimon cierra que está entrando mucho viento-dijo Mephisto tratando de que sus papeles no se volaran.
Amaimon hizo caso y cerró la ventana. Su hermano estos días estaba haciendo lo de nunca, su deber como director de la academia de Vera Cruz, y su escritorio estaba repleto de papeles.
Amaimon se sentó sobre el escritorio y balanceó los pies, golpeando así el mueble.
-Bájate de ahí-
-memo etoy am-
-Sácate el dulce para hablar-espetó el mayor sin quitar los ojos de los papeles que tenía en sus manos.
¡Pop!
-Hermano…-dijo volteándose para ver a Mephisto.
-hm?-
-Estoy aburrido-
-…-
-Hermano-
-Y ¿qué quieres que haga?-
-No sé, pero has algo-
-…-
Como no recibió respuesta alguna, trató de distraerse volviendo a balancear los pies mientras jugaba con su dulce sacándolo y metiéndolo en su boca. Golpeaba el escritorio y el sacar el dulce de su boca provocaba un singular sonido. Estoy ruidos comenzaron a irritar a Mephisto.
-Te dije que te bajaras- perezosamente se bajó del escritorio y se apoyó en uno de los costado del mismo.
¡Pop!… ¡Pop!
-Deja eso-
¡Pop!
-¿Qué cosa?
¡Pop!
-Eso. Deja de hacerlo-
¡Pop!
-No quiero-
¡Pop!
-¡Oye!... hermano eso mío- Mephisto ya harto del molesto sonidito, se paró de su asiento y le arrebato el dulce.
-Ahora no-dijo burlonamente mirando a Amaimon y se volvió a sentar.
-Devuélvemelo- dijo Amaimon mientras se subía al escritorio y pasando por encima de todos los papeles, se acercaba a Mephisto estirando el brazo para alcanzar el dulce.
Con una extraña expresión de sorpresa y fastidio Mephisto miraba como Amaimon arrugaba y aplastaba todos sus papeles.
-¡¿Pero qué haces?! ¡Bájate!-
-No, hasta que me des el dulce-
-Bájate y te lo doy-dijo alterado.
-No…primero el dulce-
Mephisto suspiró.
-¿Quieres jugar?- esto sorprendió un poco a Amaimon.
-Si… ¿a qué jugaremos?-
-Me tienes que quitar el dulce solo usando tu boca- dijo sonriendo de medio lado y moviendo el dulce entre sus dedos.
-Está bien-
-Pero… te tienes que bajar del escritorio-
-No-
-¡¿Eh?! ¿Por qué no?-lo miró frunciendo el ceño.
-Estoy cómodo aquí-dijo encogiéndose de hombros mientras cruzaba las piernas para acomodarse.
-Por lo menos déjame guardar los papeles-decía metiéndose el dulce en la boca al tiempo que se paraba del asiento, pero Amaimon de dos simples movimientos de brazos tiró al piso todo lo que estaba sobre el mueble.
Mephisto se le quedó mirando con la boca abierta y los ojos muy abiertos. Luego cerró su boca y ojos, frunciendo el ceño y cerrando las manos en puños.
-¿Por qué hiciste eso?...-
-Quería jugar pronto-
Mephisto suspiró. Volvió a sentarse y comenzó a mover el dulce frente al rostro de Amaimon.
-Empecemos- dijo sonriendo con malicia.
Mephisto acercó el dulce a la boca de Amaimon y este la abrió en un intento de agarrarlo, pero no alcanzó.
-¡Ha! Buen intento-dijo Mephisto sonriendo de forma burlona, apoyando su cabeza en su mano izquierda.
Volvió a acercárselo a la boca moviéndolo hacia los lados esperando a que el menor abriera la boca, cuando lo hizo, Mephisto retrocedió unos pocos centímetros el dulce lo suficiente para que Amaimon no cerrara su boca y se acercara un poco más. Mephisto repitió la acción seguido por Amaimon que comenzó a mover su lengua queriendo saborear el dulce.
Amaimon cada vez se acercaba más a Mephisto y este no podía evitar mirar la juguetona lengua del menor, se había distraído tanto mirándola que Amaimon atrapó por fin el dulce.
-¡¿Ah?!...vamos, suelta-Mephisto tiraba del dulce.
-hn…hn-negó Amaimon.
Ambos tiraban del dulce, ningún de los dos quería ceder. Estuvieron así unos minutos hasta que Mephisto terminó ganando y ambos se fueron hacía atrás, aunque Amaimon le fue pero porque se cayó del escritorio al irse de espalda.
-Hahaha-
-¡Ay!...pero hermano yo ya lo había atrapado, ¿por qué me lo quitaste?-dijo parándose. Por su parte Mephisto trataba de retener la risa.
-bu-bueno…haha…para seguir jugando por supuesto-
Amaimon rodeó el escritorio quedando frente a Mephisto, y se recargó contra el mueble que ahora estaba detrás de él.
-vamos juguemos-
Mephisto ya había dejado de reírse, acercó nuevamente el dulce a Amaimon y repitieron lo hecho anteriormente. Amaimon movía su lengua con algo de ansiedad por querer volver a tener el dulce, y Mephisto volvió a quedar hipnotizado por ella, pero esta vez no dejo que el menor se lo arrebatara. Ya estaban a pocos centímetros de distancia, Mephisto pasó rápidamente el dulce por la lengua de Amaimon, este haciendo el ademan de atraparlo nuevamente, Mephisto lo retiro y se metió el dulce en la boca.
-¿terminó el juego?-
Mephisto retiró el dulce de su boca.
-No…solo subió de nivel- Amaimon ladeó su cabeza.
-Saca la lengua…y no vayas a cerrar la boca- y eso hizo Amaimon. Mephisto pasó unas cuantas veces el dulce por la lengua del otro para después alejárselo unos pocos centímetros, el menor se inclinó siguiendo el dulce y Mephisto aprovechó para tirar a Amaimon de su corbata y besarlo.
Amaimon cayó sobre Mephisto. No cerró sus ojos, no entendía que estaba haciendo su hermano, pero no le desagradaba, le provocaba una sensación extraña en todo su cuerpo. Sentía algo extraño en su boca, algo se movía dentro. Era viscoso y dulce, le gustaba, pero le estaba costando respirar. No tuvo que decirlo, Mephisto se separó de él, recargó su codo derecho en el brazo del asiento y apoyo la cabeza en su mano, el dulce lo mantenía en la otra.
-y… ¿cómo estuvo?-
-¿Qué cosa?-
-…-Mephisto lo miró fastidiado, pero Amaimon solo ladeo la cabeza.
-La última parte del juego-
-¿cuándo metiste tu lengua en mi boca?- Mephisto se sobre salto un poco con aquello.
-S-si…eso-
-mm…me gustó. Era dulce y me hizo sentir extraño.- Dijo sin cambiar su usual expresión.
A Mephisto le llamó la atención el comentario. Se sentó bien contra el respaldo y lo miró.
-¿Te gustó sentir eso?-
-…si-
-¿Te gustaría sentir más?-
-¿Va a ser dulce?- Mephisto se metió el dulce en la boca y sacó solo el palillo, dejando el caramelo dentro.
-Sí, será dulce- Mephisto tomó a Amaimon por la nuca y lo acercó para besarlo.
De nuevo comenzó a sentir algo extraño por todo el cuerpo, y como había dicho su hermano, era dulce. La lengua de Mephisto recorría todo el interior de su boca y se enredaba con la suya.
Amaimon había estado tratando de aprender lo que su hermano hacia y ahora quería intentarlo. Posó sus manos en el pecho del otro, presionándolo contra el respaldo y comenzó a luchar contra la lengua de Mephisto. Sus respiraciones chocaban, la temperatura aumentaba y el beso se tornaba feroz.
Mephisto deslizó sus manos al pecho de Amaimon y comenzó a desvestirlo. Detuvo el beso, se alejó un poco siendo un pequeño rastro de saliva la única conexión entre ambos.
-¿hn?... ¿por qué…te detienes…hermano?- bajó su mirada y frunció el ceño al ver que casi no tenía ropa que le cubriera el pecho-¿Qué haces hermano?-
-Ya verás…-sonrió con picardía.
Mephisto terminó de quitarle la camisa y deslizo sus manos a los pezones del menor, con sus dedos comenzó a jugar con ellos. Acercó su boca al cuello de Amaimon y empezó a morderlo y besarlo hasta dejar marcas.
-hn…ah…her-hermano…-
-¿Qué pasa?-dijo contra la piel del menor. Había bajado por su cuello y llegado a uno de los pezones, lo mordía y succionaba.
-ah…se-se siente bi-bien…uhn- sentía un calor extraño en su entre pierna y que recorría todo su cuerpo. Quería sentir más de eso, se sentía demasiado bien. Inconscientemente comenzó a mover sus caderas provocando una deliciosa fricción que no tan solo lo hizo reaccionar a él, si no también provocó que Mephisto ahogara un gemido contra su piel.
-…uhn… ¿quieres más?-
-s-si…ah-
Mephisto se paró y dejó a Amaimon sobre el escritorio, este estaba inquieto se revolvía sobre el mueble. Mephisto comenzó a desvestirse.
-Quítate todo…si quieres más-dijo clavando la mirada en Amaimon quien, como siempre, hizo lo que le dijo.
Mephisto quedó solo con ropa interior, y se podía notar su excitación. Por su parte Amaimon estaba completamente desnudo y su miembro erecto, estaba a la vista y a disposición del mayor.
Mephisto se acerco a Amaimon, mirando con deleite el miembro de este. Comenzó a acariciar los muslos del otro, pasando sus manos por la entre pierna, y acariciando su erección, provocandole pequeñas descargas que estremecieron al peli verde. Fue aproximando su rostro al miembro del menor, mientras con sus manos separaba sus piernas. Amaimon posó sus manos en la cabeza de su hermano, enredando sus dedos con el cabello de este. Su pecho subía y bajaba rápidamente, sentía mucho calor y ansiedad.
Mephisto tomó con una de sus manos la erección del menor y lo introdujo en su boca. Con su lengua saboreaba cada parte, jugando con el miembro, recorriéndolo de arriba abajo cada vez más rápido. Sentía como Amaimon se retorcía sobre el escritorio, como comenzaba a tirar de su cabello causándole algo de dolor.
-mph…ah…her-mano… ¿qué haces?-dijo bajando la mirada hacia el mayor, este se la devolvió y con lentitud retiró le miembro de su boca, pasando la lengua por la punta más de una vez, haciendo gemir al menor.
-probaba un nuevo dulce- Amaimon deslizó una mano a su miembro.
-¿Esto… es un dul-ce…?-
-Para mí…sí-dijo el mayor con una sonrisa ladeada.
-y…co… ¿cómo es?-
-delicioso…-dijo Mephisto, proporcionándole una lamida a la punta del miembro para luego introducirlo nuevamente en su boca.
Mephisto lamia desenfrenadamente de arriba abajo el miembro del peli verde y se detuvo al sentir como un líquido comenzaba a salir de la erección. Se irguió y deslizó sus manos a su ropa interior, se los quito dejando expuesto su miembro.
Amaimon estaba agitado y se molestó cuando Mephisto se detuvo. Se apoyo en sus codos y se quedo observando a su hermano, más bien la erección que tenia.
Mephisto tomo su miembro y lo comenzó a masajear, moviendo su mano por toda la extensión. Su otra mano la poso en la cadera del menor y se acerco a él dirigiendo su erección a la entrada.
-Hermano… ¿qué vas hacer?-
-Algo que te va a gustar…- Y entró de una sola estocada. Amaimon gruñó y araño el escritorio con sus uñas, dejando marcas en él, a la vez que se tensaba, aprisionando el miembro de su hermano. Este por su parte enterró sus uñas en las caderas del menor.
-Du-e… tsk… duele-
-Ya te…uhn…te acostrum-brarás-
Mephisto tomó con fuerza las caderas de Amaimon y comenzó a moverse con desenfreno, haciendo crujir el escritorio. Amaimon posó sus manos sobre la espalda de su hermano, dejando sobre ella rojas maracas de uñas y rasguños, hasta el punto de que algunas sangraran.
Ambos gemían con fuerza, desahogando el dolor y el placer que sentían; se besaban, pero no con dulzura, más bien era como si trataran de devorar sus bocas.
-nhg… ah!... her...ah! hermano…-
-tsk… q-qué?…-
-Siento… algo ahh!...nhg-
-hn…tsk…-
-Herma ahh!!- Mephisto mordió su hombro con fuerza, tanta que lo dejó sangrando.
-¡Cállate!...-Continuó moviéndose, y a los pocos minutos ambos llegaron al orgasmo, Mephisto se corrió dentro de Amaimon, mientras este se corrió entre sus cuerpos. Los dos se quedaron quietos por unos segundos, calmando sus respiraciones.
Luego Mephisto salió de Amaimon, se sentó en su asiento y cerró sus ojos, por otra parte Amaimon se sentó en el escritorio frente a su hermano y se le quedó mirando.
-(suspiró)… ¿Qué te pasa ahora?-
-quiero un dulce…-
-…-
-Her- con un rápido movimiento Mephisto abrió uno de los cajones del escritorio, sacó un dulce y se lo tiró al otro.
¡Pop!
Mephisto frunció el ceño en señal de disgusto.
¡Pop!
-Amaimon…-
¡Pop!
-¿Qué?-
Mephisto volvió a dar un largo suspiro.
-Nada… solo estoy cansado-