Capítulo: Silver Roses 2/3
Acierto – concordó el mayor dirigiendo su mirada a los mellizos – ¿No sería molestia pedirles vuestra compañía? Veo en esta situación, debo agregar, una oportunidad para pedirles ser los guías de mis amados hermanos – ofreció, los mellizos intercambiaron miradas y asintieron sin querer desperdiciar tal oportunidad.
Le agradecemos su amabilidad – expresaron a la par haciendo que los gemelos se observaran confundidos, Zero soltó una tierna risa haciendo sonrojar a los presentes.
Siento verme con modales pésimos, María e Ichiru suelen hacerlo con frecuencia y me es realmente encantador poder observarlos – explicó el albino haciendo sonrojar a los mencionados.
Los menores mantenían una amena conversación mientras Zero mantenía su mirada en el teléfono desde el cual había organizado en conjunto con su maestro Yagari, la piezas para el concierto, el participaría en solo 4 puestas de escenas. De pronto la pantalla se interrumpió con la llamada de su progenitor, Zero dirigió una mirada discreta a los jóvenes antes de contestar y estos se mantuvieron en silencio.
----Kiryû Zero habla… Me tranquiliza poder hablar con usted padre, he cumplido correctamente todo lo que me ha indicado ---
----La señora de la casa al parecer no desea colaborar con su papel, reduce tu participación con dos piezas, solo así se atreverá a regresar y darme la cara con toda esta exposición de mi heredero---
---Entiendo padre, me encargaré personalmente de cubrir mis participaciones excesivas para cumplir sus instrucciones---
---Procura no volver a entablar una conexión con Kein Cross, no necesitamos a personas que estanquen nuestro camino en Japón, tenemos suficiente pérdida en atender los berrinches de la señora de la casa ----
---Si, padre---
Los mellizos Kuran observaron todo en silencio, se podía percibir la tensión en el ambiente ya que los gemelos habían cambiado de actitud de forma abrupta. Cuando el mayor de los hermanos dio por terminada su conversación, les observó con una suave sonrisa.
Padre ha ordenado unos últimos arreglos, podre acompañarlos hasta el despacho del director y luego solucionare esto con Yagari-sensei – anuncio, los mellizos sonrieron pero no pasaron por alto la inquietud de los albinos menores.
Que bueno, han llegado en el año de las elecciones Etoile, los participantes serán escogidos de acuerdo a las calificaciones y popularidad que adquieran a lo largo de las pruebas – cambio el tema Yuki.
Lo olvidaba, Ichiru-Onii-Sama… debemos preguntar qué significaba el tema de participación en la apertura, tal parece que aún no decidían que hacer con nuestros resultados – recordó María.
Sé que podrán resolverlo si surge algún inconveniente – alentó de forma sutil a su hermanos, estos sonrieron y asintieron felices por la confianza de Zero.
Espero poder compartir el mismo grado y sección – comento Reita.
Concuerdo contigo, personalmente temo que es nuestra primera experiencia en mantener una amistad propia – apoyo Ichiru, María tomo su mano y este le correspondió el apoyo con cariño.
La limusina se detuvo tras unos minutos más y el chofer anunció lo que sería un camino de abundante peripecias – Jóvenes amos, hemos llegado a la Academia Cross –
Reita bajo cuando el chofer abrió la puerta, el menor pudo sentir como era blanco de la mirada de muchas féminas, él sabía que esperaban con ansias ver a su mujeriego hermano; el menor le tendió la mano a su querida hermana y luego a María, quien fue blanco de mucha atención al ver a una bella joven extranjera, siguió con ayudar a Ichiru quien recibió la ayuda con un tenue rubor y cuando iba a hacer ademan de ayudar al primogénito Kiryû el chofer le interrumpió y ayudo a su joven amo, tratándole como si fuese un preciado cristal; Reita, María, Ichiru y Yuki pudieron oír un leve jadeo de asombro por parte de los curiosos.
Joven amo ¿Desea que le espere aquí? – inquirió el chofer del vehículo manteniendo una leve reverencia.
Por favor, te lo encargo… regresaré en unos minutos – y dicho esto se abrió paso entre los curiosos estudiantes y otros un tanto anonadados por ver a los hijos de la familia Kiryû portando el uniforme.
Zero guiaba el camino tras el iban María y Yuki seguido por Ichiru y Reita, los mellizos Kuran sentían curiosidad por saber la aparente familiaridad que tenía el mayor con el lugar.
Se dirigieron entre los corredores de los edificios y jardines hasta llegar a una gran puerta de caoba negra, Zero se detuvo y antes de tocar aclaro la duda de los morenos.
Yo fui un estudiante de esta Academia y la pareja del décimo Etoile – Justo en aquel momento la puerta se abrió dejando ver a un asombrado Kein Cross ante la fría expresión del albino.
Zero... –
Kiryû Zero… mis hermanos Kiryû María e Ichiru serán estudiantes de su Academia a partir de este año, le encargo encarecidamente de su cuidado – Cross no podía moverse del estado catatónico, titubeo un par de veces pero el albino no se lo permitió y dirigiéndole una última mirada habló – lamento no poder quedarme a charlar con usted pero tengo que solucionar unos compromisos organizados para dar conocer la llegada de los señores de la casa, debo retirarme, con permiso– se excusó se giró ante la mirada sorprendida y algo perdida de los mellizos y la intrigada de sus hermanos, acarició las hebras de los menores y se alejó del lugar dejando a un descolado director que reacciono tras unos minutos de la partida de Zero.
Cross al ver a los jóvenes volvió con su actitud relajada y risueña – veo que Reita y Yuki ya han entablado una amistad con vosotros, eso hará la cosa más fácil – sonrió ante la confusión de los menores, jugó con sus índices nervioso ante la futura reprimenda – verán no me decidía por quien sería el remplazo de Shiki-tan así que opte por que Ichiru recibiría el premio representativo y María daría el discurso como representante de los que inician este año – dijo y los mellizos se golpearon la frente con la palma de la mano.
-Kurohe-Onii-Sama me pregunto cómo Zero-Nii y tú lidiaron con este hombre en su momento – compartieron aquel pensamiento mientras observaban a un director chibi de rodillas lagrimeando y pidiendo perdón ante la reprimenda de los mellizos.
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Zero caminaba con ritmo grácil y parsimonioso ante la mirada de muchos estudiantes que terminaban escondiéndose o sonrojándose cuando recibían una mirada del bello joven de orbes purpureas. El albino presiono ligeramente sus puños debajo de las mangas mientras mantenía la mirada alta demostrando su posición.
-Lo siento sensei, aunque usted pudo perdonar yo siento que tengo en su nombre la desdicha de su vida y la rabia acumulada por sus años de penurias – llegó hasta el vehículo siendo atendido de forma inmediata por el chofer y una vez dentro habló – Llévame al campus Universitario, en la entrada principal, debemos recoger a un invitado muy importante para la gala de esta noche – ordenó dirigiendo su vista al grupo de edificios rodeados de bosque frente él.
Con certeza joven amo –
Zero se perdió en sus recuerdos, a su mente vino la charla que tuvo con su querido maestro Yagari.
-“Habían dejado el salón de música para recorrer los jardines de rosas y otra variedad de flores ubicadas en el límite del bosque.
Veo que has progresado mucho Zero- interrumpió el silencio Yagari admirando los rosales.
Y yo también percibo que Sensei está siendo feliz – dijo el pelo plata, ambos sonrieron.
El estaría muy orgulloso de todo lo que has logrado Zero – el menor bajo la mirada y el mayor pensó más en elegir sus palabras sin abrir aquella herida fresca del cual había sido confidente.
Muchos alcanzan la felicidad a pesar del daño que otros ocasionan, pero – se apresuró a continuar – yo fui muy feliz y lo sería más si consigo lo que él no, planeo no desperdiciar su sacrificio Sensei y reuniré cada herramienta que él ha forjado para esto, solo por ello estoy aquí – Yagari percibió perfectamente el llanto en el corazón del menor; herido pero con la frente en alto, cansado pero sin perder la tenacidad.
Zero, espero que puedas aguantar todo el peso de la familia Kiryû, yo estaré dispuesto a cumplir mi parte en un determinado momento, solo no caigas cuando veas que los peones derrotados se apilen a tus pies – prometió.
Lo haré – afirmó con determinación.
Bien, también te pediría ser amable con él en su momento, yo he olvidado todo gracias a un lindo sol de ojos cielo – Zero se sorprendió y bajo el rostro feliz por su maestro.
No se lo prometo pero lo haré e intentaré cumplir su petición – ambos ingresaron a la casona para seguir charlando con los menores. “-
Zero salió de su ensoñación cuando la mano de su chofer le invitó a salir del vehículo, se encontraba tan desconcentrado que no podía percibir un gran grupo de jóvenes observando su belleza mientras murmuraban.
Zero no se percató de esto hasta que el bullicio y alboroto cesó mientras Yagari Touga se habría paso con paso firme y mirada severa, Zero acudió a su encuentro y realizó una leve reverencia mientras inevitablemente sonreía.
Has florecido como una hermosa rosa – comentó el mayor arreglando un poco el broche, sonriendo ante el rubor que cubrió el rostro del menor.
Le agradecería que dejara de burlarse de mi Sensei sé que extrañaba su pasatiempo preferido pero yo no – refunfuño.
Lo he pillado ya te dejo tranquilo, lo que no has perdido ha sido el carácter – comentó el menor hizo un leve mohín.
Lo tomaré como un cumplido – Yagari rio tomando por sorpresa a muchos de los presentes – ya que nuestro encuentro fue aquí, le agradecería que fuera mi guía al despacho del director ya que solo Kurohe visitó este lugar y no me encuentro lo suficientemente familiarizado para aventurarme a ir solo – pidió.
¿Tenías algún asunto pendiente conmigo? – Se preguntó más así mismo Yagari sorprendiendo también a Zero.
Yo no sabía que Sensei era el director de este lugar – admitió avergonzado arreglando uno de sus mechones.
Tranquilo, le atribuyo ese gesto a Kurohe siempre me tildó de como el sensei espartano – Zero se cubrió el rostro sonriendo pero se detuvo al ver a Yagari fruncir el ceño, dirigió la mirada guiado por los orbes de Yagari y vio a un muchacho rodeado de jovencitas y jovencitos, pero el menor notó que los orbes color vino del muchacho se mantenían fijos en su dirección.
Sensei, debemos ir al pueblo para concretar el ensayo y reducir el concerto, padre quiere que interprete solo dos piezas – Yagari asintió y rodeo sus hombros para ayudarle a subir, tuvo un mal presentimiento al pensar en un encuentro entre su pupilo y Kuran Kaname.
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Kaname había llegado con el tiempo ajustado, le irritaba tener que llegar para ser rodeado de admiradoras, bajo con pereza de la limusina negra y se sorprendió al no verse rodeado de forma inmediata, buscó el hecho que había llamado la suficiente atención para que todos no se percataran de su llegada hasta que vio a dos jóvenes susurrando.
¿Podrá ser su novio? - susurró una.
El directo le ha sonreído y hace sonrojar, hacen una linda pareja –
Le tengo envidia, quisiera un esposo o prometido así de bello –
Quisiera saber su nombre… –
Debo admitir que es atractivo –
Kaname dirigió su mirada discreta al centro de atención y pudo ver a aquel hombre de cabellera azabache comentando algo que al parecer avergonzó al hermoso joven de cabellos plateados, piel blanca, labios cereza y por lo que veía unos inusuales ojos color purpura grisáceo. Las jóvenes y jovencitos atrevidos comenzaban a rodearle y el solo desafiaba a Yagari con la Mirada y no pudo evitar sonreír de una forma imperceptible al recordar aquellas noches donde cobijo en su cama a una larga cabellera miel; especialmente recordó cuando aquel hombre los descubrió en su propio lecho, él se había encargado de dejarle un camino con las prendas desparramadas que se sentían innecesarias y como gozo ver aquel rostro compungido cuando los encontró varias veces desnudos solo cubiertos por una sabana.
Le enfado la mirada que aquella hermosa luna le dirigió y siguió prestando su atención al director; chistó y siguió su camino al primer timbre que daba inicio a su último ciclo en aquel lugar.
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Reita y Yuki observaban con una gotita a sus preciosos gemelos que sonreían mientras aquella mujer de sonrisa dulce les había preparado una gran mesa con medio banquete servido a la hora del almuerzo; lo que no podían creer era que nadie había notado el lugar y lo agradecían, la amable señora les invito a sentarse y ellos obedecieron, tras el anuncio del menú se sirvieron los platillos.
Toda la situación había iniciado al sonar el segundo timbre indicando la hora del almuerzo, los ángeles plateados se habían visto en apuros cuando fueron rodeados por diversos grupos tratando de integrarlos, por suerte que ellos al ser influyentes solo basto con el hecho de acercarse y todo el tumulto se marchó, luego de esto habían optado por ir a ver los almuerzos de los albinos antes de comprar los suyos y regresar al jardín oculto tras uno de los diversos edificios en el cual solían estar con su grupo pero no contaron con que la afable señora a la cual habían recibido hiciera todo aquello.
Cuando su primo Shiki y Aidou, un rubio de ojos hielos en último año de academia, ambos jóvenes que acudieron a su encuentro quedaron con el rostro hecho un poema y aceptaron encantados la invitación de unírseles.
Nana-san cocina como los dioses – comentó Yuki encantada con una tarta de nata, María sonrió y la amable ama de llaves acepto el cumplido con una reverencia.
Era de esperarse siendo de la familia Kiryû – asintió Shiki – espero con ansias poder disfrutar del concerto dado por su hermano – añadió.
Ciertamente, nosotros de igual forma lo esperamos, Onii-Sama esta mañana recibió una llamada de padre y debe reducir su participación a dos piezas – comentó Ichiru.
Ahora comprendo, Zero-Sama estaba hablando en vuestra lengua materna – María afirmó lo dicho por Yuki.
Espero que no posponga Danse macabre como pieza de cierre – deseo Reita haciendo que Shiki y Aidou se atragantasen.
Es impresionante, Yagari aún no ha podido hacerlo – habló Aidou con un sonrojo al nombrarlo.
¿Touga-Sensei? – cuestiono con duda la albina.
Es su prometido – respondió Shiki con cierta malicia, Yuki y Reita le miraron incrédulos.
S-Shi-ki… - farfulló el rubio sonrojado – lo propuso ayer ante mi familia y aun nos encontramos planeando la fiesta donde se dará a conocer nuestro compromiso – concluyó.
Mis más sinceras felicitaciones, Touga-sensei es un gran amigo muy querido en nuestra familia – felicitó Ichiru.
Onii-Sama estará muy feliz por la noticia, aprecia mucho a Sensei, el día de hoy se veía muy entusiasmado por reunirse para programar el concerto – añadió su gemela.
Una vez concluido el almuerzo entre amenas y curiosas charlas, Nana anunció el horario y los gemelos asintieron, la ama de llaves se despidió y los cuatro jóvenes quedaron reunirse en casa de los gemelos para ir a recorrer el pueblo y regresar a la casa de los primeros para vestirse e ir juntos al teatro donde se daría en concertó.
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