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Zero descansaba en los asientos de terciopelo rojo junto a Yagari en el gran teatro, su vistosa cúpula poseía unas preciosas pinturas rodeando la gran araña de luces, los asientos rodeaban el escenario ovalado, recordaba a la perfección los toques góticos tardíos que tanto admiraba, la bóveda y la entrada con aquellas columnas talladas color marfil que sostenían otra cúpula de cristales coloridos.
Me casaré con un hermoso doncel – anunció de improviso, Zero se sorprendió – Es terco, un poco tsundere, tierno, determinado, rebelde y muy insistente – prosiguió – el día de ayer hablé con sus padres, la fiesta será en dos semanas y la boda será hasta que termine la universidad –finalizó.
¿Estudia en la universidad? – inquirió tratando de procesar la noticia.
No, está en su último año de la Academia ––
Estoy feliz pero temo por usted sensei… –
Zero… tú puedes comprender más que nadie que cuando tus sentimientos mandan es imposible olvidar –Zero sonrió con pesar.
Padre ya sabrá de esto, ya veo porque planea llegar hasta la fecha de su anuncio – aceptó resignado.
Eres el primero al que doy esta noticia, ante todo somos amigos – recordó, el menor rio y siguieron con su labor al ver a la mayoría de integrantes de la banda llegar del descanso.
Podría saber el nombre de su prometido – pidió, vio a su maestro sonreír.
Hanabusa Aidou – pronunció, estaba contento por tener el apoyo de su pupilo.
Ya veo, prepararé algo adecuado para interpretar en su fiesta – sentenció – esta noche les dedicaré mi primera interpretación Sensei, así que le pediría que permanezca junto a él – pidió.
Lo esperaré ya que aún no me has revelado el nombre de las piezas – aceptó.
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María e Ichiru admiraban la belleza de aquel pueblo, las calles eran pintorescas y amenas, en los puestos relucían las frutas frescas y coloridas flores, María vestía un elegante y simple vestido crema resaltando su silueta y delicados brazos, Ichiru una camisa de seda blanca, una corbata del color del terno color azul grisáceo al igual que el chaleco ceñidos a su esbelta figura, un pantalón del mismo color que delineaba sus delicadas curvas y zapatos negros de tacón alto.
Nana vestía su uniforme con las respectivas insignias en el lado izquierdo, Shiki vestía un chaleco color vino, camisa blanca de seda y un short negro con zapatos de tacón, Hanabusa vestía un traje ceñido color hueso y Reita vestía un terno color negro enmarcando su ancha espalda y pronunciada figura.
El pelo rojo y el rubio notaron el interés de los mellizos por los Kiryû, así que durante todo el recorrido crearon diversas situaciones para unirlos, siendo estas muy efectivas por los sonrojos que llevaban los tiernos gemelos y la sonrisa de los mellizos. Nana reía discretamente con ellos mientras veían a las parejas que lideraban la caminata.
Con su misión cumplida solo esperaban que Yuki y Reita se dieran valor para confesar sus sentimientos. Nana anunció que era hora de regresar para descansar antes de alistarse y cuando se disponían a esperar al chofer los gemelos reconocieron la limusina que atendía a su hermano estacionarse a unos metros.
Parte del grupo reconoció al pelo plata mayor que era acompañado del varón de cabellera azabache, Yuki al prever la confusión de su primo y el rubio explico quién era el joven que acompañaba a Yagari.
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Zero-Onii-Sama –
El pelo plata reconoció la voz de María, Yagari y el giraron por dónde provino la voz y encontraron a los gemelos y Nana acompañados de un grupo, el albino pudo notar la expresión de su sensei cuando vio al rubio.
Onii-Sama – me alegro que hayas solucionado los imprevistos, nosotros hemos venido con Nana y unos amigos a conocer el pueblo – habló Ichiru.
Zero dirigió su mirada al pelo rojo y el rubio, deteniendo su mirada en el último; Aidou por su parte nunca se había sentido tan pequeño, el hermano de los gemelos era más que atractivo, sus facciones de muñeca y aquella aura a su alrededor se sentía inalcanzable.
Mucho gusto, soy Kuran Shiki, primo de Reita y Yuki – se presentó el pelo rojo para amenizar la tensión del rubio.
Kiryû Zero – respondió el mayor, Yagari toco su hombre al notar la venganza de su alumno por lo de la mañana.
Vale, no volveré a molestarte si dejas de intimidarlo –espeto.
Zero dibujo una ligera y exquisita curva en sus labios – No le creo, mucho gusto en conocerte Hanabusa Aidou, Kuran Shiki – Finalizó.
Tras las presentaciones, decidieron ir juntos a la casa de los pelo platas a excepción de Yagari, que tras despedirse del rubio con un beso en la frente se marchó.
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Haruka y Juuri esperaban a Kaname pues el chofer de los menores había sido enviado para dar a conocer sus planes, Juuri vestía un hermoso vestido victoriano color verde pastel mientras Haruka un traje color verde oscuro.
Sus hijos deben ser preciosos, estar en la presentación de un Kiryû de cierta forma me trae recuerdos – recordó la mujer, Haruka tomo entre sus dedos un bucle de su compañera y lo beso con ternura.
Creo que es hora de cerrar el capítulo querida Juuri, hemos estado huyendo siempre que no me sorprendería ver el odio en sus ojos – entrecerró la mirada al sentir el abrazo de la mujer, su calor era agradable y siempre le había ayudado a tranquilizarse.
Kaname llegó en ese instante y al parecer de un humor no muy bueno, saludo a su madre con un beso en la mejilla y a su padre con una leve reverencia.
Kaname, esperaremos a que bajes para encontrarnos con tus hermanos en el teatro donde se presentará el primogénito de nuestros estimados amigos de infancia – indicó Juuri, pero Kaname sabía que aquello había sido una orden ante evidente frialdad de su progenitora.
Subió con pereza y dejadez a ducharse, dejó la ropa por el camino al cuarto de baño, reguló la alcachofa y se sumergió en el chorro de agua, las gotas de agua recorrieron su espalda ancha y marcada, pasearon por su torso fibroso y se perdieron debajo de su cintura, cerró los ojos disfrutando de la sensación fresca del agua, acarició sus cabellos con shampoo y realizó leves masajes para aliviar su tención de la cual ni siquiera recordaba el motivo. Sin previo aviso se detuvo y abrió los ojos recordando al joven albino de aquella mañana, aquella mirada le recordó una sensación que había creído matar, sintió la repulsión de la mañana y soltó un gruñido frustrado, golpeo la pared de marfil y dio por arruinado su baño; frustrado, cubrió su cintura y tomó otra toalla para secar sus cabellos; de su guardarropa tomó una camisa de seda color ligeramente amatista, optó por usar un pantalón a medida color negro, un terno del mismo color con bordados plata corte estilo barroco y finalmente una corbata de lino color granate.
Observó su imagen arreglando su cabellera, bufó antes de cerrar su habitación con un sonoro portazo, deseaba no volver a ver aquella mirada.
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Toda la banda sonora se encontraba posicionada, las puertas del teatro están a solo unos minutos de ser abiertas, Yagari revisó por última vez que todo se hallara en orden y finalmente se alivió cuando apareció el joven albino robando muchos suspiros a su paso, tras el venían los gemelos, los mellizo y el primo de este junto con su amado prometido.
Zero se reprimió a soltar una broma por la mirada embobada de su Sensei al ver al rubio; todos se veían muy atractivos, Aidou vestía un hermoso kimono blanco con estampados de flor de cerezo e hilos de plata, también el obi era de color como la flor del cerezo, en el cabello llevaba una corona de peonias delicada con cristales preciosos; Yuki vestía un vestido blanco con ligeros holanes y un corsé de bordes marrones ceñido y marcado en la cintura; la adorable María vestía un lindo vestido de seda con detalles marrones a juego con el vestido de Yuki, su cabello era recogido con forma de rosa en un costado decorado con su broche; Ichiru vestía una gabardina zafiro y short del mismo color medias cubriendo sus piernas color negro y zapatos color azabache; Reita vestía una terno color blanco cola de cuervo con detalles zafiro, pantalones blanco y camisa de seda negra con una corbata zafiro; Shiki vestía una camisa blanca de seda, un chaleco color vino de bordes negros, shorts del mismo color con medias a medio muslo con broches y zapatos negros con tacón.
Zero se lucía con un espectacular kimono de tonos pastel color verde decolorado de los hombros, también llevaba una especie de uchikake rosa con estampado de flores moradas, rosas y blancas en los bordes; el haneri era con blanco con un estampado de la silueta de flores de cerezo, obi color morado, con el cabello recogido por palillos de cabello con adornos de jazmines blancas, tabis de un suave color rosa y zoris.
Gracias por su trabajo Touga-Sensei… le agradecería guiar a mis invitados a sus asientos, a partir de este punto me encargaré del resto— habló el pelo plata cerrando con delicadeza el abanico en sus manos.
Yagari asintió y guio al grupo a una fila reservada en el balcón principal reservado para los gemelos y sus invitados, Yuki y María tomaron asientos juntos al igual que Ichiru y Reita, seguido de Shiki y finalmente Aidou quien se sonrojo de forma tierna al ver a su amado tomar asiento junto a él.
Observaron con admiración como el pelo plata mayor lideraba con nata maestría las porciones y daba las últimas instrucciones mientras el telón rodeaba el ovalado escenario.
Las luces descendieron notablemente dejando sólo la iluminación de los candelabros anclados en las paredes que rodeaban el escenario, los gemelos internamente desearon suerte a su hermano al ver a la audiencia ingresar.
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La familia Kuran admiró el teatro con asombro, la entrada del lugar les recibía con un espectacular show de colores efecto de los cristales y el crepúsculo, el camino era iluminado por la cúpula y los pasillos eran iluminados por candelabros, un joven se acercó con una tablilla y tras reconocerlos los guio hasta la primera fila cerca del escenario, los presentes se mostraban emocionados y hasta intrigados por saber en qué momento iniciaría todo; las luces descendieron por completo y el telón se abrió dejando ver, a un jovial señor anunciando el comienzo del concerto.
Mientras tanto en el balcón, los menores disfrutaban de la primera pieza, cálida y alegre como la primavera; los gemelos se encontraban ansiosos por saber cuál sería las piezas que su amado hermano escogió.
El director de la primera pieza finalmente tras varios minutos desapareció entre las ovaciones de un alegre público, Kaname se encontraba aburrido por tal espectáculo, sus padres por alguna razón se notaban expectantes de algo más.
Tras tres piezas más finalmente María e Ichiru sonreían cosa que el resto tomó como una señal para el turno del Kiryû mayor.
Los telones se cerraron tras anunciar un receso, la gente comentaba animada sobre el espectáculo, cuando finalmente sonó una campanada anunciando el inicio de la segunda parte para sorpresa de Kaname y muchos, en el escenario sólo se encontraba el hermoso joven de cabellos plateados y piel blanca rodeado por una media luna de músicos.
El joven realizó una reverencia, su mirada cautivante tenía la atención del público, el joven dedicó unas palabras y anuncios a los cuales Kaname no prestó importancia por grabar con su mirada la silueta del albino.
El joven observó sobre el balcón siendo esto notado por los Kuran.
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Zero se olvidó de todo a su alrededor mientras se encontraba sentado en la banqueta del piano de cristal, sintió… que el tiempo retrocedía junto a sus recuerdo y se vio en el reflejo del piano más joven y tras él la silueta de un sonriente rostro muy conocido, respiró levemente y reposo sus dedos rozándolos ligeramente en el teclado, cerró los ojos, una suave melodía inició.
Sintió el sonido a aquella voz y el roce de una cálidas manos, los gritos y lágrimas, eran testigos de su encuentro y dolor; estaban bajo el monsoon, sus mejillas se tiñeron de un rosa pálido al sentir los labios del mayor de forma improvista, los ojos de Kurohe se mostraban determinados, sintió su corazón bombear ante tal acto, el mayor lo atrajo hacia su cuerpo y susurró algo cual secreto de su corazón, cuando se separaron y enfrentaron las miradas supieron que no podrían separarse, aquel día fue en que confesaron finalmente sus sentimientos y Kurohe robó el primer beso de Zero.
Y sin prevenir las acciones del menor, Kurohe había terminado huyendo, ante la furia o "tsunderismo" como le había nombrado el mismo, de su amado ángel.
A la mañana siguiente un enfurruñado y agripado Zero ignoraba a un insistente bicolor que lo rodeó de improviso y colocó una cámara frente ellos para inmortalizar aquel día.
Una silueta se dibujó en sus belfos mientras era acompañado por el resto de la orchestra.
El primer recital juntos sin su madre, Kurohe y el ensayaban con emoción, el sentado en el piano y su amado haciéndole compañía con bloody rose.
Sus miradas no se apartaban y las notas transmitían las caricias al alma que ambos corazones se declaraban, cuando terminaron el ensayo el mayor se acercó y beso con ternura su frente para terminar en un beso esquimal.
Los violines hacían gala de su esplendor y el continuo.
Corrían furtivos y cómplices bajo el manto estrellado, las risas y sonrojos eran parte del camino, el mayor lo guiaba entre aquel jardín secreto camino al bosque y entre todos los árboles habían un roble centenario el cual fue escogido, escalaron hasta poder ver el cielo y se cobijaron mutuamente, Kurohe señaló el cielo cuando inició aquel espectáculo de estrellas fugaces, una aurora bailó con ellos en la noche mientras ambos jóvenes eran testigos de su belleza.
Cesó la lluvia
los truenos callaron
los rayos no se agitan encendidos
la tormenta con todos sus bramidos se a marchado.
Cesó la lluvia
las nubes se alejaron
el sol mostró sus rayos refulgentes
y su imponente estruendo las corrientes
han calmado.
Cesó la lluvia
los pájaros cantaron
e inundaron el monte de alegría
las rosas más hermosas florecían
relucientes.
Cesó la lluvia
y todos olvidaron
los bosques arrasados -destruidos-
los pobres animales -sus aullidos-
y sus muertes.
Corrió
como la saeta
como quien salva la vida
corrió
tan desesperado
buscando alcanzar la cima
corrió como nadie
aunque sangraba la herida
corrió
pero nunca supo que la muerte le iba encima.
Una tras otra, las estrellas viajaban en el cielo y él tenía sólo un deseo en mente, su pecho se estremeció.
-El deseo de la felicidad y momentos como aquellos por toda la vida-
Yagari sonrió al comprender lo que se quería decirle su discípulo con aquella pieza, lo que más admiraba del albino era que a pesar de su dolor por medio de sus recuerdos podía expresar la felicidad y ternura del amor; tomó la mano de su prometido y se miraron a los ojos sonriendo.
Aidou se sonrojo al leer los labios de su amado.
=Te amo-
María e Ichiru sintieron también lo mismo pero también se dieron cuenta del valor que se debía tener para obtener cada recuerdo, ambos se sonrojaron al sentir la mirada de los mellizos, con timidez correspondieron con una sonrisa… el amor empieza con una mirada tímida.
El público se mantenía en un viaje por su pasado, reviviendo aquello que creían perdido con el tiempo; dejaron de lado sus problemas y se permitieron ser felices mientras eran invadidos por la magia de los anhelos, inocencia y recuerdos.
Un estado pasajero no es amar, querer de forma intensa es incluso guardar en el alma los momentos difíciles.
Algunos recuerdos se escriben en arena pero los sentimientos siempre quedan cuando esos recuerdos marcaron tu alma y por eso reviven.
Hubo una pausa para el donde se sumió en los sonidos de los demás instrumentos, Zero abrió por un leve momento los ojos y observó la araña de luces rodeada de hermosas ninfas.
La orchestra llevaba la pieza nuevamente, las arpas, violines y luego el resto se unió creando una sola melodia, todos brillaban antes de que el albino volviera a participar y sonrió ante un nuevo recuerdo, sus manos acariciaban las teclas con maestría deslumbrando a los presentes.
En el gran salón sólo se oía regaños y disculpas, el menor se encontraba siendo sostenido por la cintura y mano mientras el sólo posaba su mano en el hombro del mayor, daban vueltas danzando un vals, practicaban para la presentación del mayor ante la sociedad como primogénito.
Varias damas ya habían huido por la inminente falta de coordinación de pies del mayor, finalmente se había optado porque el menor fuera su pareja en el baile de apertura.
Ambos siempre habían tenido una sincronía espectacular, de la cual hacían gala en los bailes de la Academia.
Nunca hubo pareja más apta que el menor para acompañar en una pieza musical a Kurohe sin que este le dejara los pies molidos.
Con el último ensayo se dio por terminado todo.
Ya en la noche, la mansión principal se veía vestida de gala recibiendo a miles de invitados.
El vals se había anunciado y como era costumbre se les invocó a todas las doncellas y jovencitos acudir al centro, todos portaban máscaras, el primogénito se acercó a su querido hermano que relucía con su belleza aún oculta para todos y le pidió bailar, se realizó un círculo y tras las presentaciones comenzaron a dar vueltas con gracia por todo el círculo dejando deslumbrados a todos por la gracia y elegancia.
Se separaron levemente más sus ojos no se apartaban del otro y sonreían mientras mantenían el baile.
Sencilla, fresca
de sonrisa limpia
hermosa rosa de primavera
cómo la envidian
al pasar las flores
cómo la envidian más las azucenas.
Amable y apacible
y amorosa
y a los golpes del mundo
tan serena
buscando siempre
comprender a todos
sincera
siempre diciendo
sin decir a sus ojos
cosas tan lindas
que me pareciera
que la dulzura
tiene en su mirada
a una inigualable compañera.
Mi amada rosa de primavera.
Los tres integrantes de la familia Kuran se mantenían en un limbo mental, tantas emociones que habían decidido asesinar revivían lastimando sus corazones, como una comedia trágica que les echaba en cara el resultado de todas sus decisiones.
Los gemelos y mellizos habían salido del lugar mientras huían a la entrada principal, Reita tomó por la mano a su ángel y su hermana imitó la acción separándose entre el pasadizo de la bóveda que guiaba a la salida y la entrada principal.
María sentía su pecho retumbar mientras sus mejillas se cubrían de rubor.
Yuki se detuvo en la cúpula de cristal mientras la luz de luna las iluminaba.
Las notas del albino mayor resonaban por el lugar, la morena acarició la mejilla de su ángel y la atrajo por la cintura.
Aquellos ojos dulces teñidos de inocencia, eran realmente hermosos.
Sus rostros se acercaron lentamente hasta unir en un suave toque sus belfos tiernos en la mejilla de la menor.
Yuki sonrió ante la imagen de su ángel sonrojada y nerviosa.
No importaba que, había decidido enfrentar todos los obstáculos al ver que no le era indiferente a la pelo plata.
Tomo las manos de la menor entre las suyas y besó con suavidad sus nudillos.
María, me gustas —
::
Por otra parte Reita e Ichiru observaron con asombro el hermoso corazón formado por la luz de la luna.
Reita sujeto a un sorprendido Ichiru por la cintura y guio una mano hasta su hombro para iniciar un vals.
Reita le dio vueltas a Ichiru antes de iniciar nuevamente la danza entre sonrisas.
Ichiru— llamó entre la última vuelta por el salón antes de juntar sus cuerpos— me gustas, esperaré tu respuesta una semana mi ángel — confesó dejando a un pasmado Ichiru que no tuvo tiempo de responder al verse nuevamente corriendo al salón.
-Onii-Sama el amor es hermoso —
Ichiru sonrió mientras era guiado por Reita.
::
Zero tocaba cada nota con el corazón, el público sentía la danza de la orchestra.
Shiki sonrió al ver que sus primos y los pelo plata ingresaban en silencio, los morenos con una sonrisa y los albinos como pequeños tomates.
"Amor que no es amor,
que nunca ha sido,
amor viajero,
amor nacido,
muerto
y renacido,
completamente
profundo
y verdadero.
Hoy fui a verte por última vez
fui sin más deseos que tenerte cerca
sin más esperanzas que tus recuerdos
sin más compañía que el dolor por verte partir.
Hoy fui para verte por última vez, pero no pude evitar el anhelo.
Hoy fui para despedirme de estos sentimientos pero simplemente mis sentimientos
vencieron.
Aunque no lo creas lo que más me entristece Kurohe, es que sé que algún día voy a olvidarte."
Todos los instrumentos se unieron haciendo vibrar los corazones.
Zero abrió los ojos dirigiendo una mirada al público, sus manos danzaban en el piano.
"Pero hasta que aquel momento llegue mi música seguirá diciendo lo que mi corazón siente por ti."
El brillo en sus ojos era como dos luceros, una rosa danzaba al compás de la melodía de la media luna.
Yagari sonrió al saber que la puesta de escena había sido perfectamente entendida.
Su mirada se cruzó con la del albino y sonrió en agradecimiento.
Zero le correspondió la sonrisa y finalmente la pieza terminó dejando a un maravillado público con las emociones a flor de piel.
El pelo plata se levantó y realizó una leve reverencia, los telones se volvieron a cerrar hasta que finalmente se oyó la campana concluyendo el segundo acto.
El tercer acto fue una melodía de solo de piano, era nostálgica y triste, describía un adiós, una partida.
Los gemelos sintieron una especie de incompatibilidad por el intérprete, entonces recordaron haber visto un video del concerto de sus hermanos y vieron en su lugar a su hermano Kurohe, con aquel violín azabache acariciando las notas con su expresión sublime y a la vez nostálgica.
Tras finalizar ese acto se anunció la pieza final.
Está vez apareció nuevamente su hermano anunciando la pieza final dejando al público asombrado.
Zero abrió el estuche del cual sacó el afamado violín del diablo.
Acarició el instrumento y se posicionó antes de empezar.
Era la rosa rodeada de muerte, era ella hermosa e intocable.
La rosa sumida en su mundo de pena, un mundo lleno de tragedia que guarda una esperanza futura.
Danse Macabre
Cuando la Luna se tiña de rojo su belleza será una maldición y ella estará dispuesta a cumplir su destino.
Al finalizar la pieza el público se puso de pie y ovacionó al pelo plata, tras varios años no habían apreciado una interpretación tan perfecta.
Zero se retiró dejando a la orchestra siendo alabada por el público, se dirigió tras bambalinas sosteniendo a bloody rose entre sus manos.
Sus hermanos se encontraban esperándolo, sonrió al ver a los mellizos más cercanos a los menores.
Fue una obra fenomenal Onii-Sama — felicitó María.
Felicidades Zero-Sama fue espléndido— añadió Reita, Ichiru le entregó un ramo de flores.
Gracias — aceptó el detalle.
Me sentí tan feliz de volver a escuchar una pieza interpretada por la familia Kiryû — interrumpió la voz de una mujer, los mellizos se sorprendieron ante la presencia de sus padres pero el sólo hecho que su hermano se encontraba con ellos provocó que se tensaran.
Zero dirigió una mirada a los nuevos invitados y reconoció al joven pero no le tomó importancia al notar más a su sensei irritado.
Kiryû Zero, primogénito de la familia — se presentó con una leve reverencia.
Haruka Kuran, señor de la familia — se presentó el hombre para abrazar a su esposa con suavidad — Juuri Kuran — presentó a la mujer.
Kaname Kuran, primogénito de la familia — se presentó el joven.
María se presentó al igual que Ichiru, ambos podían presentir la tensión del ambiente.
Lamento no poder seguir con la plática pero debemos regresar de inmediato a casa, padre no permite que nos desvelemos y me temo que ya es tarde — comentó el mayor.
La pareja comprendió lo dicho por el menor y se despidieron.
La familia Kuran se fue seguido en el lapso de unos minutos por Aidou y Yagari, finalmente Nana y el chofer recogieron a los albinos y se dirigieron a casa.
Cada uno se encontraba sumido en sus pensamientos.