La llegada de Zero a su primer día en la Universidad generó mucho revuelo, los alumnos le observaron con curiosidad e interés cuando vieron que portaba el uniforme del campus, Yagari se abrió paso entre la masa estudiantil al ver al albino y ambos se dirigieron a su oficina.
Zero vestía una camisa manga larga, su terno zafiro oscuro de mangas escocesas blancas con corte de cola cuervo ancha y un lazo en la cintura, pantalones color zafiro oscuro y un chaleco del mismo color con insignias de su familia y campus, zapatos con un ligero tacón de plataforma.
Todos se alejaban del camino ante la penetrante mirada del joven ya que a pesar de su expresión estoica aquellas amatistas te quitaban la voluntad, Yagari por su parte lucía serio, no era un ambiente amical el que se percibía.
Su pupilo no iba a dirigirse a él para precisamente dar felicitaciones tras revisar el reporte hecho de puño y letra por Rido.
El varón escoltó a un estoico pelo plateado y, una vez que se vieron aislados de todo curioso, ya en el despacho tomaron asiento en los muebles del lugar.
Necesito que me expliques que significa esto - Zero tendió unos documentos sobre la mesa de centro- no se puede permitir – comunicó observando severamente a Yagari.
Se lo informé a Rido perfectamente - comunicó sin dejarse amedrentar por esa mirada férrea, Yagari conocía perfectamente que Zero dividía muy bien sus lazos fraternales de asuntos importantes como el que se encontraban.
Debo solucionar esto inmediatamente - siseo con la barbilla firme, su cabello se encontraba trenzado y caía sobre su largo y fino cuello estilizando más su rostro. Su pupilo se encontraba furioso a pesar de no exteriorizarlo, Zero siempre adaptaba una postura aterradora digna de su noble linaje.
Cuáles son sus órdenes joven amo-
Zero se levantó con tranquilidad felina, le observó detenidamente antes de hablar- voy a estar a cargo, no deseo retrasar más mi trabajo - finalizó.
Con certeza -
Yagari - un brillo de frustración bailó en aquellos ojos, el mayor agachó la mirada.
E querido actualizar e implementar el plan de estudio en base al campus pero simplemente Kaein se ha salido de control- dudó en continuar- comenzó a involucrar lo profesional en nuestro fallido compromiso– confesó el mayor.
Hay veces en la que eres demasiado bueno – regañó con seriedad – necesito los reportes de los últimos años, enviaré una invitación a Cross para la reunión de mañana y comunicarles los cambios – finalizó.
Supongo que necesitaras esto – comentó entregando una llave, Zero le observó confuso.
¿Crees que toda la educación que te dimos tus tutores la obtienen todos? – Inquirió con sorna, Zero se tensó guardando compostura– lo único que realizaras son exámenes que realizaré para ti, te dejaré a cargo de esta universidad, también sé que tomaras el puesto de Cross – indicó Yagari sin percatarse de la expresión del menor – no soy tonto sé que él te instruyó para este momento – añadió, en aquel instante tocaron la puerta suavemente y Yagari le pidió ingresar.
Una joven de cabellera morada y ojos de un leve tono a su cabellera ingresó al lugar – Director, siento interrumpir pero el director de la Academia desea verle – se dirigió a ambos e hizo una reverencia.
Gracias Seiren, por favor acompaña al joven al salón de reuniones – pidió pero Zero elevó la mano en señal de detenerlo.
No – observó los orbes del mayor y este soltó un cansino suspiro.
Comunícale al director Cross que puede pasar e intégrate a clases – ordenó, la joven asintió y luego se fue.
Yagari se acercó al menor y golpeo levemente con su índice al menor en la frente – a veces me pregunto quién es el adulto entre los dos – inquirió.
Sensei usted mismo a dicho como he sido educado – su mirada se suavizó mientras alejaba a los fantasmas que provocaban una desagradable sensación de arcadas – Debo empezar –
La puerta fue abierta de forma imprevista llamando la atención de ambos.
Yagari, quisiera saber porque… –Cross se detuvo al ver a ambos.
Kaein-san que oportuna es su presencia– indicó Zero.
Z-Kiryu-kun… lo siento yo me confundí – se disculpó.
He sido informado de la desastrosa guía del director de la Academia que no ha aceptado los planes de estudio dejados por Kurohe – comunicó – necesito los informes de los últimos años esta tarde – ordenó recibiendo el asentimiento de ambos.
Cabe comunicarte que de ahora en adelante Kiryu-sama tomará la dirección de nuestros puestos de la misma forma en que lo hizo el anterior heredero – anunció el azabache.
Comprendo – acató sintiendo una terrible vergüenza pues su motivo de aparecer en el lugar no era precisamente laboral; sentirse avergonzado era poco, desde que su infidelidad salió a la luz, simplemente perdió los papeles, cayó más bajo y no podía controlar los sentimientos que lo habían llevado al lugar donde una fuente informativa del campus le había comunicado que su ex-esposo y su nuevo prometido se encontraban reunidos – bien - respondió tragando su rabia e impotencia - iré a organizar lo pedido – se despidió saliendo del lugar a tropel.
En aquel momento se sentía un completo idiota, sólo le importaba llegar a su oficina y no salir hasta tranquilizarse. Pero como el ciclo de la vida siempre cobra lo que te ha dado; Cross comprendería de la forma más cruda, que le tocaba redimirse de todo el daño que había causado.
Tan sumido iba en sus tormentos que maldijo cuando su objetivo se vió interrumpido por un cuerpo en su camino.
-Lo ha hecho adrede – pensó fulminando con la mirada a un altanero joven de mirada vino que le había acurrucado tras muchas noches de pasión en su lecho.
¿Ocurrió algo Director? – inquirió con fingida cortesía, Cross sintió una sensación agria en la boca de su estómago al ver la clara burla del joven.
No – masticó las palabras para alejarse del lugar.
Kaname observó al mayor alejarse, era un delite haber conseguido que destruyera la felicidad de la cual se vanagloriaba con sus propias manos, sonrió mientras aguardaba cerca cual depredador para tener su oportunidad con aquel muchacho de mirada purpurea.
Zero se despidió de Yagari mientras cerraba la puerta de su oficina, observó el lugar ya despejado pues cada alumno debía permanecer en su aula de clases; recorrió la mirada revocando a medida que avanzaba por el corredor aquel tiempo donde el dulce sonido de la peculiar risa de Kurohe resonaba por el lugar mientras ambos recorrían el pasadizo; llegó a él, la nostalgia de aquellos días donde eran la décima pareja Etoile, cuando recorrían el plantel de la Academia mientras charlaban y sonreían de las ideas y sueños maravillosos que Kurohe deseaba compartir con él.
-¡casémonos! Zero –
Hola – Zero observó al joven que repentinamente apareció bloqueando su camino, sentía aquella atrevida mirada borgoña que le estudiaba de pies a cabeza, el joven frente a él era rodeado por un aire libertino tan típico en lo jóvenes universitarios de las familias pudientes.
Admiró la espontaneidad fresca del varón, para él todo tipo de "vicios" inmaduros eran prohibidos y poco atractivos.
Hola… lo siento debo organizar mis actividades – se disculpó pues a pesar de lo atractivo que le pareció el joven temía más a su padre.
Puedo guiarte, no te he visto nunca y conozco perfectamente todo el lugar – ofreció ganandose una mirada directa de esas orbes de belleza fría.
Descuida no es necesaria tu amabilidad, Kaito-sensei será mi guía – denegó con gentileza ante la insistencia – sería perjudicial robarte tiempo cuando debes estar en clases – añadió.
Kaname se quedó en silencio al verse rechazado, tal vez había sido muy invasivo aunque aquella táctica siempre funcionaba ya que la mayoría moría por dirigirle una sola palabra.
Tienes toda la razón - sonrió suavemente detallando con su mirada los rasgos tan deliciosos del joven, se imaginaba aquel rostro sonrojado por el trabajo de mantenerle el ritmo, hundirse en el placer y enloquecer en la lujuria de follarlo en cada rincón del campus.
Zero por su parte sólo trabajaba rápidamente en solucionar los planes de estudio y el noviazgo de sus hermanos a espalda de su padre.
Su celular comenzó a sonar y la tensión en sus hombros y espalda aumentaron.
-----Padre----
-----Necesito que te reunas con el señor Ichijou----
-----Como ordene padre----
------Zero------- sus ojos fueron cubiertos por una capa impenetrable al tener un espectador.
-----Todo debe estar solucionado antes de mi llegada-----
----Así será-----
Tras terminar la llamada se disculpó y acelerando un poco el paso, debía pulir todas las asperezas cuanto antes o Rido no sería tan gentil como él.
Kaname sentía una creciente curiosidad por aquel albino ¿había mencionado a los Ichijou? Se dirigió a su salón con una sola cosa en mente.
Takuma debía saber que relación tenía la familia Kiryu con su abuelo.
Dirigiendo una última mirada por el camino que había tomado el joven, se dirigió a su aula donde la atención de muchas féminas y donceles se dirigieron a él, hinchando su orgullo.
Dirigió la mirada a su círculo que se encontraba conformado por un joven de cabellera naranja rojiza, ojos de la misma tonalidad y piel nacarada, luego una joven de cabellera capuchino y ojos castaños; un rubio de piel blanca, ojos esmeralda y gran sonrisa.
Buenos días Kaname-Sama - saludo la joven al verle cerca.
Kaname ocultó su molestia ya que la joven aveces a pesar de tener novio era insistente con él, se limitó a asentir y se dirigió al rubio.
He oído ayer que tu abuelo organizará una fiesta- inquirió con notable interés.
El rubio le observó confuso hasta que pareció recordar y sonrió- es así pero es muy formal el abuelo la ha organizado para volver a entablar lazos políticos con la familia Kiryu- restó importancia pero al ver la mirada de Kaname no tuvo buen presentimiento.
Ya veo- con aquella información, su mente trabajó para idear una forma de abordar al joven.
**************
Zero recorría el campus según las indicaciones, todo era hermoso, los jardines, corredores, las facultades.
Se dirigía al salón de música pues según había sido informado, su guía se encontraba preparando a los primeros grupos de grado superior para el vals anual.
Se guiaba por la música hasta llegar a una gran puerta doble tallada, podía oír risas y una que otra indicación.
Tocó un par de veces y la puerta fue abierta por la joven que había acudido al despacho.
Tengo una cita pendiente con Kaito-sensei - comunicó ingresando.
Todos los alumnos estaban en un círculo y en medio había un hombre joven de cabellera y ojos avellana.
Una joven sonrojada se disculpaba con él una y otra vez pues al parecer había pisado al joven.
Le realizó una seña de silencio a la joven y se mezcló con los estudiantes mientras veía como explicaba los compases a la torpe muchacha que pisaba una y otra vez causándole gracia.
Vaya Kiryu-kun aunque no lo demuestre se que disfruta del espectáculo- comentó haciendo que la atención se dirigiera a su persona.
Un gusto volver a encontrarme con usted Sensei- saludó con una corta reverencia.
Para mi no waka-sama- comentó con sorna mal intencionada dirigiéndose a él y extender su mano- pero ya que está aquí podría ayudarme a darles una lección a los novatos- Zero observó la mano extendida y con parsimonia caminó al mayor aceptando la mano.
Fue guiado al centro y tras los saludos comenzaron a danzar con soltura y elegancia, paseando por el lugar dando vueltas con gracia y volviendo al ritmo lento.
Que hace tu podrida familia aquí- inquirió serio lo suficientemente bajo para el pelo plata mientras daban una vuelta.
Zero giró y cuando Kaito lo atrajo por la cintura a él colocó ambas manos en los hombros del varón- infectar el resto, que más- dieron un par de giros más hasta detenerse y hacer la despedida para culminar el vals.
Excelente cómo recordaba Kiryu-kun su hermano era peor en esto- comentó con acidez.
Se aquivoca antes de fallecer pudo dominarlo perfectamente- comentó con indiferencia- Sensei su clase carece de dinamismo y por lo que según el Director reportó, hoy tendría el día ocupado por lo que sólo e venido a comunicar que la cita se postergaría, si me disculpa- con expresión estoica se retiró del lugar.
Iba a ser muy difícil trabajar en la Universidad y Academia.
Cuando salió del lugar y se dirigió al portón principal su chofer lo esperaba para dirigirse a la casa de la familia Ichijou y luego iría por sus hermanos.
-----------------------------------------------------------
Los gemelos Kiryu veían con emoción el salón de música, poseía diferentes instrumentos, era amplio y con grandes ventanales que daban claridad a la estancia, el techo poseía una cúpula.
Yuki y Reita veían con gracia a los gemelos pues parecían pequeños niños.
A pesar de lo sucedido en el concerto las cosas entre todos iban perfectas, sin tensiones, María observó a Yuki mientras su corazón se desbocaba al verle con esa brillante sonrisa.
Yuki-chan practicaras conmigo no es así...- pidió María con un imperceptible sonrojo.
Yuki le sonrió con suavidad y asintió, Ichiru observó de reojo a su hermana, a pesar de lo que había hablado con Zero aún sentía una desagradable sensación. Quería tantas cosas pero simplemente no podía cuando...
Reita por su parte tomó de la mano a su albino- tú serás mi pareja- sintió al mejor sobresaltarse pero mantuvo el contacto.
Ichiru se tensó de golpe tratando de mantener una expresión neutra.
Estaba muy feliz de tener a Reita a su lado y su hermanos apoyaban, quería experimentar tener amigos, tener un amor, aunque su hermana no le había confesado que ocurrió con Yuki el sabía que ella ya había dado una respuesta a Yuki y él estaba decidido a darle una respuesta a Reita.
Reita-kun - el aludido le observó y con manos temblorosas lo guió hasta el piano.
Sus lágrimas eran tragadas pero seguía con una firme decisión, no permitiría que su hermano sufriera la imprudencia de las impulsivas decisiones que a menudo tomaba junto a su gemela, quería ayudar y quitarse el sabor de la impotencia que siempre provocaba el no respaldar a su hermano mayor.
La albina se acercó con Yuki y al ver a su hermano sentarse en la banqueta del piano, María desvaneció la sonrisa cuando supo que Ichiru miraba de forma vacía el piano.
¿puedo hablar un momento contigo en privado hermano?- inquirió alejándose de Yuki para sentarse a su lado, Yuki llevó a Reita.
Ichiru dibujo una sonrisa aún sabiendo que su hermana no le creería, María apoyó su cabeza en el hombro de su gemelo.- Ichiru, aquí podemos ser nosotros sin que nuestros padres nos asfixien imponiendo nuestros lazos amicales y amorosos - observó a su hermano que no había cambiado su expresión.
Cuántas veces Zero a sufrido por nuestro egoísmo- inició en tono suave- nuestra única familia es Zero y sólo causamos problemas a él, yo no quiero que suceda más- sentenció apartando la mirada de María.
Pero Ichi...-
Es mi decisión María - susurró y Maria sonrió triste asintiendo.
Comprendo- tomó la mano de Yuki- Pero nuestro hermano mayor siempre nos verá como débiles ante sus ojos, y no cambiará eso nunca - miró dolida a su hermano mientras se alejaba.
Ichiru sintió en su estómago turbias aguas de angustia, sus manos temblaban en las teclas del piano, al igual que su indeciso corazón, sus primeras notas fueron temblorosas, quería elegir el amor pero entonces, a su mente llegó los recuerdos de aquella mañana.
Dar click
Zero miraba el jardín perdido en sus recuerdos, sus ojos contenían las lágrimas provocadas por las hirientes palabras que su madre le proferia mediante el móvil en ese instante.
Él sólo le observó sin poder moverse; aunque quería entrar en el mundo de Zero, primero debía llegar a la altura de las expectativas de su padre.
Cuantas veces vio la cruenta educación que recibió el mayor, cuantas veces le vio curando sus heridas en silencio, también le vio recibiendo golpes de su madre, le vio erguirse firme ante la indiferencia de su padre, vio su desolación mientras era asfixiado por la exigencia de ambos y el Clan.
Sólo podía ver la silueta de la espalda de Zero en un sendero carmesí pintado con su propia sangre, mientras nueve sombras espeluznantes le rodeaban susurrando cosas hirientes cual demonios escoltandole al trono.
Quería alcanzarlo pero el mismo Zero majestuosamente se colocaba en el trono como Rey de nueve mounstruos.
¡Ahí estaba el dolor! siempre acariciaba con cariño el Reino del Clan kiryu.
¡El martirio! ¡tan voraz! siempre consumía a su rey con gula.
¡La naturaleza! Ella tan indomable, con deseo por la libertad, buscaba que su rey desesperadamente le complaciera causando doble dolor.
¡oh gentil tristeza! arrullaba al rey junto a su hermana la desolación, ambas se encargaban de su preciado rey.
¡hipócrita tragedia! besaba con premura las mejillas de su amo mientras le coronaba con lirios de muerte.
¡Grácil soledad! Ella danzaba a su alrededor como un tributo.
¡También a su servicio estaba el desamor! quien con más recelo buscaba acaparar a su rey, asesinando loco de celos a su hermano, el amor.
Pero quien siempre fue el sirviente real del rey y le acompañaba desde un incio hasta el final era sin duda la muerte; la muerte era quien con más astucia rodeaba al rey, durmiendo profundamente los sentimientos, debilitando la bondad de su alma creando un digno monarca.
**********>;<*******
Observó a Reita para levantarse de la banqueta, una decisión dolorosa de tantas había sido tomada.
Lo siento Reita-kun - paso al lado del varón sin mirarle.
Reita se quedó ahí estático ¿fue rechazo sin más? Yuki se acercó junto a María.
¿Sólo aceptarás aquello sin más?- inquirió Yuki con voz dura.
Reita agradeció a su hermana con la mirada y salió tras el menor.
Ichiru detente- pidió sujetando su muñeca.
Ichiru ocultó su mirada, si la veía a la cara no podía ceder- siento haberte lastimado Reita-kun pero debo irme - susurró débil.
Yo no voy a rendirme Ichiru, se que fue una confesión repentina pero ¡no me rendiré! - atrajo al más bajo a su cuerpo.
Mirame a los ojos y dime que no me darás ninguna oportunidad para amarte y entonces...- apoyó su frente en la coronilla del pelo plata.
Te dejaré aunque me duela- sentenció con voz rota.
Ichiru sintió sus propias lágrimas por el borde de sus mejillas ¡por qué no podía ser cómo su hermano! Era muy difícil ignorar los sentimientos que la provocaba el dulce moreno que lo sostenía en brazos.
Reita-kun - elevó su mirada nublada por las lágrimas - yo...
Ichiru- aquella voz sedosa y apacible le hizo girar de golpe, Zero observaba la escena con expresión estoica.
Onii-sama yo...- Zero elevó la mano en señal de silencio.
Reita-san por favor permítame unos minutos con mi hermano menor, luego de tranquilizarle podrá responderle con sinceridad - el mencionado asintió en silencio y dejó a ambos hermanos pues Zero a pesar de lucir bello era muy intimidante.
Ichiru sé acercó a su hermano con la mirada baja, podía leer perfectamente en la mirada de Zero una chispa de decepción.
Zero comenzó a andar por el largo corredor invitando al menor a seguirle.
Ichiru... No puedes responder a unos sentimientos de forma deshonesta, es algo que siempre a odiado de las personas- el menor apretó sus puños.
Onii-Sama quiero seguir la tradición de nuestro Clan y por eso...-
Ichiru- Zero detuvo su paso y miró directamente a su hermano- tu no sabrías el sacrificio que ello conlleva, no soportarías ser presionado a tal punto porque nuestro padre os colocó siempre en segunda línea- sentenció con dureza.
Pero con la muerte de Kurohe...- Se detuvo de golpe al ver que aquello había sido una gran ofensa para Zero.
Tu no sabes nada Ichiru- el tono del mayor se volvió sobrio- eres inexperto, incluso en algo como los sentimientos, explora lo que yo nunca podré, se egoísta y déjame a mi las cosas del Clan, desde que os tomé en brazos sólo me propuse a ser un inalcanzable heredero para que vosotros no tengáis que ser parte de esto- Zero se detuvo tratando de no perder el control- yo hago esto por puro egoísmo, no tituberé nunca porque mis sentimientos respecto a ustedes son verdaderos - acarició la mejilla de su hermano- tu sólo dudas al tomar un camino como el mío, sabes que tarde o temprano tienes que ir por tu cuenta y quieres hacerlo al lado de aquel chico en estos momentos- limpió con cariño las lágrimas de su hermano.
Ve con una respuesta honesta y no me decepciones- ordenó.
Ichiru se dirigió en dirección al joven que esperaba unos metros tras ambos.
Se sentía débil e inútil en comparación a su hermano pero como Zero había dicho, era un inexperto en temas como el amor.
Se detuvo en medio del camino observando al varón frente a él y se preguntó si su hermano ya habría disfrutado de tal experiencia, se volvería fuerte al lado de Reita y tal vez así en un futuro no muy lejano ayudaría a Zero.
El mayor de los Kiryu observaba a Ichiru andar hacia Reita con pasos firmes, había sido una gran coincidencia encontrarse con ambos en tal situación y estaba agradecido en haber podido intervenir.
Debía hacer que sus hermanos no dependieran tanto de él, pues sabía que tendría que redimirse en Japón.
Con la imagen de su hermano y aquel varón abrazados se giró caminando los edificios diurnos de la Academia.
Deseaba perderse un momento en sus recuerdos de antaño.
Su móvil sonó dando aviso a un mensaje, lo observó al saber de su remitente abriendo ligeramente los ojos ante el contenido, mérito unos minutos para luego guardar el aparato y desviar su camino a la salida.
Debía preparar la estancia en la casa para la llegado de los señores de la casa.