¡Oh, sí! La escena del encuentro del anillo resultado maravillosa. En aquella ‘cueva‘ hecha y diseñada… todo salió perfecto después de ensayarlo muy equidistante, pues era una parte importante del film.
Lo mejor, Martin había trabajado por primera vez con el gran Andy Serkis, “Gollum“, en cuestión; y tanto tiempo juntos y ensayando, que habían forjado una relación de amistad fuerte. Una que Andy incitaba mucho tanto como animo a su compañero británico como por gustarle tenerlo cerca.
-Buen trabajo, Martin.- sonrió, halando el brazo con cual estrechaba manos para poder apretar el hombro contrario de Freeman. -Muy bueno.-
Martin le dedicó una sonrisa tierna que mostraba toda su gratitud.
-Gracias e igualmente. Es todavía un honor...-
-Para mí un placer.- movió las cejas. -¡Vamos, Martin, ya pasamos la diplomacia de esto! Ahora vayamos por un trago bien merecido.- miro a sus lados, buscando a su amigo Director.
-Ah... pero debemos..., usted...- sabia que el trabajo que quedaba por hacer esos días dependía del equipo de tecnología. Efectos especiales, ambiente, todo... y Andy era parte de ello.
-Como dije, merecemos ese trago e iremos por él.- ubico por un lado a Peter Jackson, y dando una palmada a Martin, camino hacia el. -Espera aquí.-
Miro como cruzaban palabras ambos líderes, para luego Peter hacerle a lo lejos una seña positiva a Martin por su trabajo ese día, para luego continuar la plática con Andy.
Tuvo ganas de marcharse, como todos los demás de ese elenco, a cambiarse y luego a su remolque pues la escenografía oscura y húmeda le ponía nervioso, pero mejor espero a que Andy terminara y se pusieran de acuerdo, ya que una vez separados, seguro tardaría en encontrarlo.
Y miro a Armitage, con quien no mucho compartió esos ultimos dias. Estaba de pie, algo o casi nada apartado de el, con una mujer joven, la cual con clarísima y bella sonrisa coqueta le retiraba la barba, pasando luego al largo cabello. Era alguna maquilladora, creía reconocerla. Una hermosa mujer rubia.
No pudo evitar sentir ansiedad; y una sonrisa ahora de Armitage a la mujer le dio la sensación de ser capaz de ir ahí, de una u otra forma, y descubrir que se traían esos dos sonrientes, de una forma u otra también, ya que no parecía algo banal.
-¡Oficial! Día libre... o lo que queda, así que será una cena.- Andy rio tras él, haciendo que girase rápido.
-¡Si, genial! ¿Donde te veo?- Martin le sostuvo la mirada, nervioso de que Andy subiera los ojos y descubriera lo que veía antes, o sea obviamente a Armitage con la mujer.
-Tu remolque. De ahí a mi carro y nos vamos.- le sonrió a la carita de Martin. -A las 7:00.-
-Bien, si. ¡Pues me apuro!- nada disimulado, se alejo corriendo como si algo se le estuviera quemando en su lejano remolque.
Andy sonrió. En cualquiera, una actitud así seria molesta, pero en Freeman el la veía como tal encanto del hombre. Alzo la mirada a donde Armitage y se aclaro la garganta ante el pensamiento que le llego.
“¿Martin y Richard…?“
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Después de una hora de viaje, y un leve debate en el auto con el mismo Andy acerca de que restaurante escoger, llegaron a uno cual fachada mostraba elegancia.
Con una mención de su nombre, Andy Serkis, consiguió una mesa perfecta, y Martin surco su mente para golpearse ahí dentro al haber escogido simplemente su pantalón negro de vestir y una camisa color vino para tal ocasión. Andy portaba elegante traje claro, y el británico menor se sintió mal.
-Cielos, me siento tan informal.- dijo apenas el mesero se alejaba entregada ya sus ordenes; una vegetariana para Andy, claro.
El lugar era hermoso. Seguro punto donde algunas celebridades llegaban al visitar ese país, y su mesa era privada, lo cual le agrado al momento.
-¡Ha! Si supieras cuan bien te vez.- sonrió con una copa llena, alzándola.
Martin sonrió al cumplido y levanto su copa también. Un brindis sin claro sentido, y luego bebieron sus copas.
Hablaron de todo un poco en la velada pero de la familia menos que todo, para sorpresa de Martin; aun asi disfruto escuchar lo que parecia un sin fin de proyectos cuales Andy participo y participaría.
Luego la conversación giro a él.
-“Sherlock“ me fascina. Primeramente los libros; y la serie estuvo en mi muy corta lista de intereses. Mark Gatiss es grandioso en lo que hace.-
-Steven Moffat tambien, claro. Opino lo mismo.-
-Doctor John Watson, ¿no?- le miro.
-Si.- rió algo avergonzado al saber que a Andy le hubiese gustado “Sherlock“, donde él realizaba el papel secundario.
Andy lo seguia mirando. Martin tuvo que dejar el tenedor y pasar su bocado, sosteniendo sin saber porque la mirada.
-Lo que me gusto de tu interpretacion en esa serie...- pasó una mano por su barbilla. -... ¡es que eras tú!-
Martin alzo una ceja en duda.
-Es decir, tus ojos, tu cabello; nada de maquillaje... ¡eras tal cual te veo aqui!- se recargo con los codos en la mesa, acercándose así sólo un poco a Martin.
-¿Mis ojos y cabello? ¿Que tienen de especial?- sonrió como si fuese broma.
-Si, es decir, amo tu cabello. ¿Y de que color son tus ojos realmente?- se cerco mas, ahora orillándose en su silla.
-Un momento... ¿mi cabello? Ya la edad me toca, y estas hebras doradas se estan haciedo blancas.- se toco un mechon de pelo.
-Martin Freeman, me estas diciendo viejo a mi...- el aludido lo miro divertido, pero Andy sonó serio. -... hacia mucho que no disfrutaba tanto mirar a alguien. Hablar con alguien tanto asi.-
Martin nuevamente se abochorno. Eran muchos halagos para su gusto.
-¿Que te hace pensar asi? ¡Por favor!- tomo su copa, sin alejarse, y bebió de ella, pues quería cambiar el tema cuando antes.
-¿Qué qué me hace pensar asi? Mmm... Pues toda tú forma de ser. ¿Nadie te ha dicho que eres tan común y sencillo que agradas mucho?-
Martin sonrió, pero ya no le agradaba mucho a donde iba al caso.
-No sé.- continuo Andy. -Quiza solo a mi me sea eso atractivo en ti.- lamio sus labios con nula disimulación, mirando a la boca del menor que se abria ante lo dicho. -Me gustas.- y la boca el otro se abrio un milímetro mas.
“Oh, no.“; pensó Martin. No le podia pasar de nuevo. Era presa de un hombre que habia conocido en el sagrado trabajo.
Pero el ya no queria... ¿o si?
-¿Que dices?- susurro, y por default miro los labios de Andy siendo cada vez mas cercanos. Cerró los ojos y se dejo. Andy lo beso con un sonar de fondo de platos y cucharas, pues casi y se encimaba en la mesa para alcanzarlo.
Martin lo sintio suave y precavido; y ancioso, tanto que, lento, le succiono un labio y lo mordió tentadoramente.
Soltó un jadeo, y abrio los ojos, viendo a Andy concentrado en lo que hacía. Un quedo y húmedo sonido, y se separaron, pues Martin ya estaba impredeciblemente en el borde de su silla también.
Andy suspiro.
-Me gustas, Martin Freeman.- repitió ahora con la copa en los labios. -Mucho.- y bebió.
El otro seguia algo agitado, pero se sereno para volver lento a su lugar bien sentado. Sus claros ojos miraban los botones en la camisa de Andy, sólo eso mientras pensaba y recapacitaba.
-Ta... tambien me gustas...- sintio la pena en la carita. -Pero perdón, no quiero nada si no es amor.- solto eso sin pensar, obviamente.
Andy abrio los ojos en sorpresa.
-¿Amor?- pregunto a los ojos que ahora si le miraban.
-S-Si... Es como dijiste. Soy casi mas corriente que común... tanto que padezco ya mucho por no buscar solamente el amor.- las mejillas le quemaban, pues sonó tan cursi todo. Pero era cierto. No queria salir dolido una vez mas.
“Cielos; ¡he rechazado a Andy Serkis! Mi vida acabo.“; exageró en pensamientos.
-Bien, Martin. ¿Quién fue?-
Alzo la mirada con duda.
-¿Quién fue qué?- tecleo con sus dedos la mesa. “Oh no...“
Andy sonrió.
-Eres tan lindo, Martin.- hizo apenar al de adelante.
-No, por favor... no digas tú tampoco eso. Es tan...- nego con la cabeza.
-Pues supongo que ya te ha sucedido. ¿No? Alguien cayó ante ti, y creo que fue alguien con quien tambien trabajaste. Un hombre, veamos...-miro el techo con expresión de misterio, rascando su barbilla.
Martin empeoro pues, ¿porque creía y sabia que otro hombre? Su silencio contrastaba con su boca, que tenia abierta. Estaba pálido y solo pudo susurrar.
-Tú no deduscas nada...-
Y el foco se encendio en Andy.
-¡“Sherlock“!- señaló, riendo ante la muda respuesta.
Si el mundo acabara ahi mismo, Martin estaría más que feliz. Pero, claro, no pasó.
-Ahora, ¿quien exactamente de ahi?-
-No...-
-Supongo que estuvieron en los mismos sets...-
-Basta ya.-
-Recordemos.- Andy hablaba ya mas para sí mismo. -¿Quienes participaron en...?- abrio los ojos mas, y para el menor ese gesto fue una alarma. -Sherlock mismo, ¡claro!-
Martin cerró los ojos, tomándose fuerte de las recargaderas de su silla; como si hubiese roto algo super fino y caro, y no querer ver el resultado.
-¿Benedict... Cumberbatch?- recordó el nombre del actor que encarnaba al mismísimo Sherlock Holmes en la serie; y su mente dio mil ideas.
Le pareció suficiente al otro, asi que cubrió sus ojos con las manos, soltando un suspiro. Decidio que ya no importaba.
-Solo fue... una vez.- miro con su gesto mas serio a Andy, pero él le devolvía una bastante mas insinuante, tan pilla que su gesto nuevamente entro en pánico.
-¿Una vez?-
-Ahh... bueno, quiza dos o tres.- soto en un balbuceo.
-La serie duro mucho, dentro de lo que cabe la palabra... y ustedes siempre salían juntos.- afilo la mirada y creció la sonrisa.
Pobre Martin. Moría por meter la cabeza en agua helada, pues la sentia reventar. Aun así, lo que solto no fue humo, sino una tonta declaracion.
-¡Si, si! Tuve algo que ver con Benedict; duro lo suficiente como para que yo, tan tonto, me lo tomara en serio cuando no lo era.- resopló tan avergonzado como molesto por lo que decía.
-Tu y Cumberbatch... es algo...- movia la cabeza, sonriendo. -Es algo irreal.-
-Si.-
-Es decir, Benedict es famoso, y más joven; y saliendo contigo, es...-
-Bien.- trago grueso. -Eso no lo tomare a mal, pero basta.-
-¡Martin, eres increíble!- aplaudió un par de veces, emocionado por algo que aun no entendia el otro británico.
-Bueno, yo... ¡Espera!- negó con las manos y la cabeza. -¡Yo no lo dije por presumir o cosa como esa! Lo malentiendes.-
-¡Ha ha, claro! Lo que digo es que eres tan arrebatador. ¡Vas por donde sea, conquistando y tú ni en cuenta! Eres muy inocente.-
-Cambiemos ya de tema.- sobo sus sienes.
-Y yo que pensaba que era una locura invitarte a salir para decirte que me gustas, Martin.-
-Ok, nuevamente no lo tomare a mal.- frunció lindamente el ceño.
-Gran, gran descubrimiento. Pero gracias a esto espero que entiendas el alcance de ser tú mismo.-
Martin lo miro, y Andy atesoraria esa cara de duda total, tanto que le llegaron ancias de llevarlo a su apartamento justo ya.
Tardo un poco en pedir la cuenta, ya que eran la unica mesa ocupada en la pare alta del restaurante, y ningún mesero se arrimo por un rato.
El británico menor estaba nervioso. Nervioso y con una pena colgandole en el cuello que pesaba. Aun asi, ya sabía lo que quería, o mas bien, como acabar todo eso.
-Sólo una vez. Quizá te desencantes de mí...- bromeó ya en el auto de Andy, camino a donde el mismo se hospedo un tiempo, y donde mantenía la habitacion.
-Claro. Dices que no hay amor.- suspiro. -Pero tambien dijiste que te gustaba. No habra daño, Martin.- le sonrió, y recibió lo mismo de respuesta.