/POV LuHan/
El despertador sonó ruidosamente. Como siempre. No me quería levantar y los ojos me pesaban, hasta podía sentir mi cuerpo entumecido. Mire hacia la ventana comprobando que el clima era húmedo y frío. Perfecto, el tipo de ambiente que más odiaba.
Me levante con gran pesadez, mis pies descalzos tocaron el piso de madera haciéndome sentir escalofríos, y tentándome enormemente a meterme de nuevo en la cama. Odiaba los lunes, malditos inicios de semana, pero realmente era cumplido en la escuela y no me gustaba faltar. Por un día que faltara a clases, al siguiente día solo me acarrearía tener el doble de trabajo y tarea. No quería eso.
Me levante y camine hacia el baño, tropezándome en el camino con una caja de cartón. Ah, lo olvidaba, algunas de mis cosas aún no estaban desempacadas. Mi madre y yo nos habíamos mudado de casa apenas unos 2 días.
Me di una ducha rápida y luego me puse mis jeans, una playera blanca sencilla con algunos estampados negros y mi chamarra azul encima, peinándome lo mejor que pude con los dedos de las manos.
Baje para desayunar encontrándome con mi madre tomando su café y anotando en su agenda interminable. Le di un beso y no platique con ella. Normalmente era así. Ella siempre ocupada con su adorado trabajo, yo siendo un chico cerrado sin tema de conversación. Realmente no tenía la mejor relación con mi familia, pero al menos mi madre, que quien sabe cómo lo hacía, me tenía muy checado y siempre estaba al pendiente de mí de alguna forma u otra. Aun teniendo una vida bastante aburrida, era feliz.
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Estaba ya frente a la puerta de mi salón, sin tener muchos deseos de entrar. Suspire. En eso sentí como alguien me pegaba ligeramente en la espalda.
- ¿LuHan acaso quiere ponerse de rebelde y saltarse la primera hora?
Aquél chico molesto que conocía desde que entre a primer año, popular por la cara que poseía, el sueño de varias chicas y bastantes, debo decir, chicos de nuestro año e incluso de los de tercero, ese era Byun Baekhyun, mi mejor amigo.
- ¿Qué pasa? hoy le romperás el corazón a muchos, solo mira tú inmenso abrigo.
Baek llevaba un gran abrigo beige que lo tapaba totalmente del frio.
-¿Queeé? ¿has visto el clima LuHan? hace frio - dijo mientras hacia un adorable puchero.
¡Rayos! Baekhyun se veía bien con todo, no importaba si se ponía un abrigo inmenso o si se ponía sus peores fachas. Desvié la mirada mientras reía topándome que al otro lado un chico de nuestro grado veía a Baekhyun de arriba para abajo, obviamente interesado en él. Lo normal. Ya estaba acostumbrado que vieran a Baek así.
-Aunque te pongas una carpa encima tus admiradores persisten.- Lo gire de un hombro para que viera a aquel chico. Baekhyun lo miró y rodo los ojos sin importarle ser discreto.
-Si al menos se molestara siquiera en saber mí nombre primero en vez de mirarme como si se me lanzara en cualquier momento. Qué asco.- Y me jalo por el brazo para entrar al salón.
Byun era así, podría tener a casi toda la escuela a sus pies, pero él los rechazaría ‘‘gentilmente’’. Le molestaba muchísimo los chicos y chicas que solo se fijaban en su físico. Si tan solo al menos trataran de conocerlo, todos se darían cuenta que Baek tiene más que ofrecer, más allá de esa cara bella y delicada se encontraba un gran chico con una personalidad muy especial. Al igual que yo, Baekhyun no podía confiar ya en las personas. Al menos no tan fácilmente.
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Finalmente finalizo la primera sesión de clases por lo que podíamos ir a almorzar o hacer lo quisiéramos por ahí.
Estábamos caminando por los pasillos, íbamos a salir del plantel para ir a las afueras del campus, Baek se detuvo de pronto.
- ¡Rayos! lo olvide, LuHan tengo que ir a entregar unos trabajos, luego te alcanzo ¿vale?. Y se echó a correr piso arriba. Suspire y seguí mi camino.
Afuera del plantel había un gran campus verde, con bancas de mármol por todos lados. Caminé para llegar a una pequeña cafetería que se encontraba al otro lado pero en mi trayecto mi vista se enfocó en otro punto. En una banca, solitariamente estaba sentado un chico, estaba concentrado leyendo un libro y se podía ver que traía unos auriculares. Discretamente me le quede viendo. Casi todos ahora mismo estaban con sus amigos pasando el rato, él no. El extraño chico que emanaba un aura totalmente diferente, extraña y solitaria, tenía el pelo color rubio casi blanco, su piel pálida y se podría decir de vista que poseía un buen físico, de figura delgada, no podía decir si era alto o no, ya que se encontraba sentado. Realmente no sé qué vi, pero él era diferente a todos, o al menos esa era mi impresión.
Vi como aquel chico subió su rostro de pronto, y solo suspiro, dándose un aire después de su lectura. ¡Vaya!, su rostro era hermoso. No había otra palabra para describirlo. Su semblante era serio y dudaba si alguna vez lo cambiaria, pero yo sé que esos ojos profundos reflejaban muchísimas cosas más.
Ni siquiera me di cuenta cuando deje de caminar. Genial, me veía como un perfecto estúpido.
Trate de actuar rápido para no verme más obvio de lo que seguramente me había visto allí parado y fui a una pequeña tiendita que se encontraba a unos pasos, un poco pero no tan lejos de donde estaba sentado aquel chico.
Compre un jugo y espere a que me dieran mi cambio, pero la empleada se tardó demasiado en buscar las monedas, así que decidí voltear a ver al de ojos profundos, encontrándome con que estaba platicando con alguien parado en frente de él. La alta y bien formada silueta nueva se sentó al lado del chico que había llamado mi atención. Lo reconocí al ver su rostro. Era aquel chico alto y atlético de piel morena, que mal si no recuerdo era ganador en todas las competencias de danza que ha habido en la escuela, sí, aquel que tanto le gustaba bailar. El que tenía gran popularidad en la escuela por su rostro, mucha de hecho, demasiada, claro porque tenía ya la fama de ser todo un mujeriego casanova, buscador de chicas y chicos. Y si mi memoria no me falla, ése era el tal famoso Kai.
Desvié mi mirada ya que por fin me tendían el cambio.
No sé cuándo paso, pero solo fue un breve lapso en que volví a voltear para despedirme del ‘chico misterioso’ ya que sería difícil de volver a encontrarlo en esta escuela, ahí fue cuando me quede estático por la sorpresa, nervioso más que nunca. No sabía qué hacer ya que mis piernas no me respondían para simplemente alejarme de ahí lo más rápido posible porque… Kai me estaba observando fijamente, y no era una simple mirada indiferente. Sus ojos negros que me miraban con suma atención me perturbaron. Creo ahora estar loco pero… podría jurar que lo que vi en su rostro fue una sonrisa.
No me gusto para nada…
Porque por un momento… me hizo olvidar al chico de nombre desconocido.
Solo enfocándome en Kai y su perfecta sonrisa.
… Solo en Kai.