-Conoces Dream?
-no
-dream, es un mundo mágico creado por un niño
-y que hay ahí?
-hay de todo, hay hadas, elfos, entre muchos más, pero cuando entras ya no hay escapatoria, el no te deja salir…
-quien?
-nadie sabe su nombre, se dice que el niño era hijo de una bruja, su madre fue asesinada y ella para protegerlo, lo escondió en un mundo creado por la imaginación del niño, el todo lo que imagina aparece…
-eso es cool!
-para el no lo es…
-porque?
-porque el vive solo, y busca a niños como tu para jugar. Y cuando alguien ya no quiere jugar con el, este los mata…
-que horrible, ya no sigas!
-el primero hace ruidos a tu puerta del armario , luego cuando menos te lo esperes ya estás en su mundo y el nunca te dejara ir.
Takanori jugaba con su osito de peluche color beige, corría de un lado al otro jugando con el oso como si se tratase de un avión, subió las escaleras ignorando el regaño de su madre que cocinaba, cuando subió a su cuarto dejando la puerta abierta, escucho un golpe, se detuvo mirando a todos lados, buscando el producto del sonido. Al no encontrarlo se subió a su cama, cruzando sus piernas, dejando al peluche entre ellas y moviéndolo de un lado al otro…
“tum” volvió a escuchar, el mismo sonido, miro a su ventana, el viento era brucos generando que una rama pegada al vidrio golpease constantemente en el, aun con ese deje de miedo lo ignoro….
“tum” el sonido, el cuerpo del pequeño dio un respingo por el susto, pues este sonido fue más fuerte.
Miraba a todos lados asustado
“tum”
El niño temblaba, abrazo a su osito de peluche, mirando a todos lados aquella cosa que producía el sonido, se quedo mirando la ventana, diciéndose mentalmente que era la rama…
“tum”, salto el pequeño, tenía miedo, apretaba sus ojitos, ponía fuerza en el abrazo del osito… era ya presa del miedo…
“tum” esta vez la puerta de su armario sufrió un movimiento, como si alguien la hubiera golpeado desde adentro, aun con ese miedo recorrerle se levanto, con una mano abrazando al osito mas con la otra libre la levanto para alcanzar el pomo de su armario, lo abrió rápidamente pero no había nada, solo ropa…
Trago saliva fuertemente, se volteo y fue a la cama aun con su cuerpo temblante, se subió a la cama y se quedo mirando al armario, siguió jugando tratando de quitar ese escalofrió y piel de “gallina” que sentía.
¡tum!
-ah! –grito el pequeño, la puerta se cerró sola, su cuerpo temblaba mas, su sudor resbalaba, su garganta se secaba. El re chinillo de la madera de su suelo escucho, como si alguien se acercaba a paso lento. Tomo su sabana y se escondió debajo de ella, estrujando al peluche entre su pecho, el re chinillo se escuchaba más cerca, apretó sus ojitos.- no existen los monstruos, no existen los monstruos.- repetía el pequeño haciéndose bolita en su cama.
Su sábana blanca la jalaban lentamente, se hiso mas bolita como fuera posible, repitiendo aun las palabras cada vez más fuerte y rápido.
-buu!
-AHHHHHH!!!!
-hahhahhahahhaahaha
Takanori lloraba, un chico con cabellera castaña se revolvía en el suelo carcajeándose de su amigo “llorón”.
-que paso aquí? –llegaron los padres de taka, quienes preocupados miraban la escena.
-que te dije sobre espantar a mi pequeño, shima? – regaño la madre al amiguito de ruki, 3 años mayor que el suyo.
-lo siento, es que debieron ver su cara!!!! –reía shima, un chiquillo de 12 años amante de las películas de terror, cosa contraria al pequeño taka de solo 9 añitos que aun creía en el hada de los dientes, en papa Noel, entre otros más.
-takashima vete a tu casa! –grito la madre harto de shima, nunca le había caído bien ese mocoso por ser mayor, el ni siquiera era un niño ya era un pre-adolescente, la forma de pensar de su hijo y del vecino eran completamente diferentes, y el mayor claro, siempre le metía “cosas” a la cabecita de su bebe.
-si ya voy, nos vemos taka, no sueñes con Dream! Hahhaha –carcajeaba shima ya por la puerta, el padre y madre se acerco a su pequeño, abrazándolo fuertemente. Taka lloraba entre el pecho de su madre sin soltar el muñeco.
-ya, ya paso, taka. –consolaba la madre protectoramente.
-mami! –lloriqueaba el niño en el pecho de su madre.
-taka, mi bebe, quien es ese tal dream? –pregunto la madre levantando la cabecita de su bebe, quien ya se había calmado un poco.
-Shima, me dijo, que mff Dream, es un mundo mágico donde no puedes salir… mff y…
-No quiero que te ajuntes mas con ese Shima!- le detuvo la madre. – solo te mete historia tontas!
-pero el dijo que era real, que su primito lo vivió y….
-nada, nada y nada! Puras mentiras de shima, yo conozco a su familia y nunca eh oído nada sobre un primo muerto, son puras mentiras!
-pero..!
-Hazle caso a tu madre, shima no es de fiar, mejor juega con tu peluche nuevo mientras tu madre termina la cena, si? –dijo el padre sobando la espalda del menor.
-si….-asintió taka.
-en unos minutos te llamo- decía la madre, dándole un beso en la frente de su bebe. Ambos padres fueron a la salida, el padre tomo el pomo de la puerta para cerrar-
-NO! .-grito taka.
-taka no tengas miedo nada va a salir del armario. –apunto el lugar el padre, sonriéndole.
-pero…!
-ves lo que provoca shima –menciono la madre. El padre aun sonriente, cerró la puerta, taka se erizo, al escuchar su sonido, miro a todos los lugares, corrió al armario y cerró la puerta. Retrocedió lentamente sin mirar atrás, estrujaba a su peluche, repitiendo en su cabeza las “sabias” palabras de sus padres…
“ya es muy tarde”
Escucho en su oído, tan cerca que sintió la respiración de alguien.
Rápidamente corrió a la puerta, pero cuando giraba esta no daba indicios de abrirse creando pánico en el pequeño, jalaba de la puerta, le daba patadas pero nada.
-mama!!! Papa!!!! Ayuda!!! –gritaba desesperado taka al no poder salir.
mama!!! Papa!!!! Ayuda!!!
-ahora que sucede?-pregunto la madre viendo a su esposo terminar de bajar las escaleras
-mama!!!!!!-un fuerte golpe seco se escucho.
-vamos!- padre y madre subieron las escaleras apresurados a ver qué era lo que sucedía con su pequeño-taka, soy mama.-intento girar pero no podía.- taka, abre la puerta.
-no puedo mami, no puedo mami!! Ayúdame mami!!
-taka, me estas asustando.
-mami!!!
-mama!!!!!!-un fuerte golpe seco se escucho. Taka volteo buscando la cosa que de alguna altura alta debió provocarlo. Una caja con juguetes suya cayo, tirando todo, pero como era posible que algo así cayera si la caja siempre estaba en el suelo.
Miro a su cama, parte de su sábana blanca tenía una “mano” de suciedad, como de tierra…
Miraba a todos lados, escuchaba susurros a su alrededor, los golpes y gritos de sus padres los escuchaba lejos, taka, daba vueltas en el mismo lugar y en una de esas vio un bulto negro, una persona, pero fue tan rápida la vuelta que dio, que tuvo que dar otra para ver si estaba.
Su mente estaba jugando con él, un vil juego de su cabeza y las mentiras de shima, un vil juego como el Dream.
Sin más que hacer fue a la cama aterrado.
-shima no es divertido, ya sal! –grito taka, nada sucedió, Taka tomo su sabana y se oculto debajo de ella, esperando a que su imaginación terminara y escuchara a su madre decirle palabras dulces para que se calmara. Su sabana fue jalada, cerro sus ojitos y esta ya no la sintió.
Sentía una brisa en su piel pálida, abrió lentamente sus parpados, mirando entrecerrado el lugar, hasta verse en un mundo mágico. Un lugar lleno de arboles grandísimos, el sol iluminaba, criaturas sorprendentes por todo el lugar, elfos, silfos, gnomos, hadas, entre otros seres. Un lugar bello, se levanto de su lugar -su cama- bajo y camino hasta llegar con ellos, un hada pequeña –de 10 cm- se le acerco volando a su alrededor, asiendo sonreír a taka.
-vienes a jugar conmigo? –escucho, dejo de ver a la hada, y miro que lo lejos había un chico de cabellera rubia, piel un poco bronceada, con una camisa blanca y pantaloncillos marrones que cubrían hasta sus rodillas. –vienes a jugar o solo vienes a molestar como todos los demás? –le volvió a preguntar desde arriba de una roca.
-tu eres Dream? –pregunto taka, acercándose lentamente.
-no –negó con su cabeza –mi nombre es…..
-tu nombre?
-no lo recuerdo….. Nunca nadie me lo ha preguntado….. Ya ni recuerdo quien soy….-dijo tristemente el pequeño rubio, mirando melancólicamente el suelo.
-entonces te daré un nombre. Te llamare….. Qué te parece, Reita. Ese es el nombre de mi peluche – levanto sus manos donde supuestamente tria al peluche, cosa que no traía, voltio y miro que en su cama seguía el peluche y como su cuerpo estaba ahí.
-no te irás verdad? –pregunto el chico.
-yo..yo….-takanori seguía en shock, su cuerpo estaba en la cama, se miro y se toco, se sentía frio y su corazón no lo oía palpitar.
-no te irás? –pregunto el chico.
Takanori camino hasta su cuerpo, al llegar se le quedo mirando, viendo como su cuerpo se encontraba hecho bolita como la última vez.
“Mi mundo se llama Dream”
Escucho detrás takanori, voltio miro al chico rubio, quien ya había bajado y caminaba en dirección a el, las criaturas se le acercaban al alrededor suyo, una que otra las acariciaba de su cabeza y/o mejilla.
El chico no parpadeaba, dándole más miedo a taka.
Miro a su cuerpo y levanto su mano….
-yo que tu no lo hacía.- le advirtió, pero taka con curiosidad de tocar a su propio cuerpo descansar, hiso lo prohibido.
-lo tocaste….- volteo taka, el viento resoplaba con más fuerza, el lugar se oscurecía lentamente por las nubes negras del cielo. – te quieres ir como todos ellos – levanto sus manos, de las corteza de los arboles, se abrieron, mostrando dentro a niños que dormitaban – no te dejare ir. – las criaturas comenzaron a deformarse, mostrando una forma de cadejos, con sus ojos rojos, y esa mandíbula con dientes sobresalientes dejando caer su saliva. – tú eres mío… para siempre…. -los cadejos los siguieron, taka corría por el lugar tratando de evitar que las criaturas se lo comieran..
-Hay una forma para escapar
-Ninguna, taka, el te atrapa y jamás sales…
.
Taka lloraba, sus piernas dolían, ya no había escapatoria, iba morir como todos…
Taka….
Taka….
Taka!
Takanori despertó, su madre le movía por los hombros desesperada.
-mami, donde estoy?
-en tu cuarto, me distes un tremendo susto, pero luego ya no oi nada entre y tu dormías, me asustaste. La comida ya esta lista, hasta creo que se te en frio, venga vayamos a comer.
-vamos.- dijo el padre, taka dudoso le tomo de su mano, llevándoselo lejos, no sin antes ver que de su puerta había una rama delgada verde con hojitas meterse a su armario y esta cerrarse.
Taka recibía de su madre un beso en su frente, una sonrisa por parte de ella…
Sus padres se fueron, cerrando la puerta, taka abrazaba su peluche, colocándose de costado para dormir…
“Tum” taka se levanto de su cama, sentándose en ella, la puerta de su armario se abrió sola, en el fondo del, en mundo mágico se encontraba con Reita, nombre que le dio taka, caminaba lentamente hasta su puerta, estiro su mano sacándola un poco del armario.
Taka se levanto con ese peluchito en sus manos, estiro su mano, tomando la de ella. Llevándolo con el, taka volteo mirando ahora su cuerpo dormir boca arriba.
-no te irás verdad? –taka dudo, no sabía si dejar a su padres… si entraba jamás volvería a ver a su padres….
-no, jugare contigo por siempre…-le sonrió taka.
Ambos pequeños entre lazaron sus manos, caminando por el camino verde, las hadas juguetonas volaban a sus lados, los elfos sonreían, todo era armonía… o eso creía….
Un grito desgarrador se escucho del cuarto del pequeño, los padres de taka corrieron al cuarto de su hijo, trataban de abrí la puerta blanca, les era imposible, los gritos del pequeño resonaban en el cuarto y los padres no podían entrar….
Takashima miraba desde su ventana como en la casa de su vecino taka, habían paramédicos, una camilla salió mostrando como en esa bolsa negra salía una mano pálida chorreante de sangre.
-te lo llevaste….
Su cuarto se deterioro. Detrás de shima, apareció el, mirándole directamente -una mirada muy penetrante-. Shima volteo, viendo como el chico, traía sus ropas manchadas de un liquido rojo, en su cara una que otra gotita y en su mano traía un peluche color beige manchado de sangre…….
-taka no era un chico malo, el de seguro si quería jugar contigo…
-el me mintió…. Dijo que jugaría conmigo pero solo lloraba…
-no debiste matarlo, el solo recordaba a sus padres….
-yo no tengo padres y no lloro…
-pero eres tú, no el… no debiste
-shima, consígueme a un nuevo amigo, quieres?
-con este ya van 22, y dos de esos eran mi primito y mi amigo
-no me consiguieras mas amigos?
-no, no puedo dejar que hagas más daño…
-entonces…..
-AHHHHHHHHHHHHHHHH
Los padres de shima miraron aterrados su casa, habían salido para ver que sucedió afuera, corrieron desesperados, buscando a su hijo, que seguía gritando en su cuarto.
Fue horrible la escena: las paredes manchadas, el cuerpo de shima sangrante con heridas de mordidas, una que otra parte de su extremidad ya lejos, se encontraba en medio de su cuarto boca abajo, con sus ojos mas que abierto, esos cabellos largos que tenia fueron cortados….
Un pequeño jugaba con un robot de lucecitas, mientras uno más grande jugaba en su computador, un juego online… de la nada una ventana apareció:
“Quieres jugar conmigo”
El chico de cabellos largos, no pensó mas y le dio aceptar, sin saber que su vida iba a cambiar…. Y no solo la de el si no la de su hermanito, kai, quien estará más cerca de la muerte….
Duerme, duerme, te veo desde tu armario.
Juega conmigo, será divertido.
Si tratas de huir te persiguiere.
Y si escapas te daré otra oportunidad de jugar conmigo.
Juega, juega conmigo, será divertido
No tengas miedo, de todas maneras nunca te soltare.
Tu alma se queda en mi mundo.
Tu cuerpo lo probaran mis lindos cadejos.
Herido jamás regresaras a casa.
Estaremos juntos por siempre.
Porque te convertiré en mi nuevo juguete.
Reita, caminaba por un sendero de pasto verde, juguetonas hadas volaban a su alrededor, entre sus brazos, abraza a un peluche de color blanco y una muñeca de trapo con cabellos castaños y largos…. Llego hasta un gran árbol frondoso, se sentó y se recargo en el tronco, mientras a su lado tenia a dos acompañantes que inclinaban su cabeza hacia abajo como si dormitaran…
-Taka, eres muy suave, esponjoso y pequeño, y tu shima eres una hermosa muñeca. –el tronco se abrió y los cuerpo dormitan tés fueron absorbidos quedando abrazados….
“¿Quieres jugar conmigo?”