Día 13: Aturdimiento / Aron & Minhyun
Todo siempre parecía una buena idea hasta después de haberlo hecho. Ahora que él no podía hacer nada más que mirar a una puerta desconocida y esperar por cualquiera que pudiera pasar por ella, ahora que tenía tiempo para pensar realmente las cosas, esta, probablemente había sido su decisión más tonta.
Cualquier persona con sentido común nunca habría accedido a llevar su amigo - mejor amigo o no - a una 'reunión de trabajo' en medio de la noche. No cuando la reunión iba a ser en una parte sospechosa en las afueras de Seúl y cuando ese amigo se negó a dar detalles. Mucho menos con la inexplicable maleta en el asiento trasero.
Es evidente que Aron no tenía mucho sentido común. Ni un poco, de verdad.
Debería haber conducido de regreso tan pronto como los hombres voluminosos, de apariencia malvada habían salido de la construcción tan pronto como su amigo había acabado de entrar. Por desgracia, ni siquiera había reaccionado hasta que uno de ellos había abierto la puerta del auto.
Todo su cuerpo aun le dolía de solo pensar en la paliza que le habían dado. Especialmente el moretón desagradable cerca de sus costillas.
Debería haber esperado que algo como esto sucediera. Tal vez no exactamente esto - el cuarto tenuemente iluminado y estar cautivo probablemente no se le habría pasado por la cabeza - pero el peligro no debería haber sido una sorpresa.
Aron gimió cuando rodó sobre su costado, con la esperanza de aliviar parte de la presión en el pecho, pero sólo hizo que fuera peor. ¿Realmente había sido necesario que lo golpearan? No les habría tomado mucho más que un par de amenazas para tenerlo detrás de sus talones.
Por mucho que odiara admitirlo, Aron no era exactamente una persona 'valiente' o 'fuerte'.
Algunas palabras bien escogidas y él estaría rogando y llorando como una niña. Excepto que sería peor porque siempre había algo lindo sobre las niñas no importa que hicieran, a diferencia de la cara roja de Aron.
Bueno, habían pasado cuatro días desde esa noche (aproximadamente, porque él podría haber estado dormido el primer día completo) y ellos no habían vuelto por más. Tal vez su feo rostro llorando lo había salvado esta vez.
O tal vez ellos simplemente no veían el punto de luchar contra algo que no podía defenderse.
De cualquier manera, Aron no iba a quejarse de la falta de palizas. A pesar del dolor de su bienvenida inicial, esto no era realmente tan malo. Haciendo caso omiso de la parte en la que no podía ir a su casa o ponerse en contacto con sus amigos y familia, por supuesto.
Sin embargo, ahora que él estaba pensando en las cosas, Aron se dio cuenta de que podría haber sido mucho peor. Ellos le daban de comer - "ellos" eran las personas silenciosas con máscaras que aparecían un par de veces al día para vigilarlo - y no había recibido más palizas.
Sus captores parecían gente muy civilizada. Una pequeña ventaja en una situación desafortunada.
La puerta se abrió con un chirrido oxidado, sacándolo de sus pensamientos como siempre lo hizo.
Entró uno de ellos - una delgada persona enmascarada empujando un carrito frente a sí mismo. Al menos, Aron pensó que era un ‘él’. A veces, él podía ver el mínimo indicio de pechos contra la sudadera con capucha de su visitante, y otras veces seria completamente plana, como ahora. Obviamente, más de una persona había entrado detrás de esa máscara, pero aparte de las pequeñas diferencias en la altura y contextura, no había forma de diferenciarlos.
El hombre - sí, éste era sin duda un hombre, decidió - comenzó a colocar todos los alimentos que había traído en una bandeja, trabajando con rapidez y en silencio. Como de costumbre.
Aron no había recibido ni una palabra de alguno de ellos todavía. Estaba decidido a hacerlo ahora.
"Ustedes se pasaron con mis costillas. Apenas puedo mover mis brazos."
Nada. El hombre tomó la bandeja y, vacilante, se acercó más a su lado.
"Lo menos que puedes hacer es darme de comer, ya sabes. Como una disculpa."
En lugar de tomar la bandeja, como era su costumbre, Aron simplemente miró a los agujeros negros que sabía que escondían un par de ojos.
El extraño giró su cabeza hacia otro lado, sosteniendo la bandeja con insistencia. Hmm, eso era nuevo. Por lo general, la persona enmascarada se quedaría mirándolo fijamente hasta que cediera a lo que quisiera. Era difícil mantener un concurso de miradas cuando no podías ver los ojos de la otra persona, después de todo.
Él estaba haciendo progresos.
Unos pocos minutos más de no hacer nada más que observarlo retorcerse incómodamente, el extraño se rindió. Suspirando - el primer sonido que había oído de otra persona en los últimos cuatro días - puso de nuevo la bandeja en el carro y se sentó junto a Aron.
Aron esperó pacientemente a que la cucharada de arroz estuviera cerca de sus labios, llevando sus manos al borde de la manta hasta tener una oportunidad perfecta.
Con un movimiento rápido que dejó a sus costillas pidiendo clemencia, Aron logró darle la vuelta al hombre enmascarado, sujetando sus brazos antes de que pudiera defenderse.
El lado de su cara había golpeado la almohada primero, el impacto movió la máscara ligeramente de lugar. Mechones de pelo castaño se escabulleron por los bordes cuando el hombre negó con la cabeza violentamente y trató de aflojar el control sobre sus muñecas. Su lucha en silencio se convirtió en una con jadeos rápidos y fuertes.
Aron sonrió mientras deslizaba un dedo por debajo de un lado de la máscara. "Te tengo ahora--... ¿Hwang?"
Hwang Minhyun, alguien con quien había hablado tal vez tres veces a lo largo de los años que habían pasado juntos en la escuela secundaria, miró hacia él con los ojos llenos de furia. "¡Idiota! ¿Crees que te dejaran ir ahora que has visto una cara?"
"¿Qué... Qué estás haciendo aquí?"
"Eso no es de tu incumbencia," Mofó, "¡Deberías estar más preocupado por el hecho de que van a matarte tan pronto como se enteran de esto!"
¿Cómo podía siquiera pensar en eso cuando él acababa de tener lo que debe de haber sido el mayor shock de su vida? Aron podía fácilmente creer que su amigo - el que lo había llevado a estar aquí en primer lugar - estaría involucrado con este tipo de personas. ¿Pero Minhyun?
Puede que no hayan hablado mucho, pero a través de su rara interacción Aron nunca lo habría adivinado.
Debido al largo escrutinio Minhyun se retorció incómodamente y, finalmente, miró hacia otro lado. Suspiró. "Yo... no le diré a nadie que lo sabes. ¿De acuerdo? Olvídate de esto..."
"Pero..."
Poco a poco, Aron soltó sus muñecas. Tan pronto como él se había alejado, Minhyun se levantó y comenzó a recoger la bandeja de comida que había derramado cuando había sido volteado sobre la cama. Una vez que había limpiado tan bien como pudo, se volvió a Aron sin mirarlo a los ojos.
"Mi máscara."
De mala gana, Aron le entregó la máscara.
Sólo le tomó unos minutos a Minhyun cubrir su rostro de nuevo, girar el carro y la puerta se cerró detrás de él.
Aún más confuso de lo que había estado antes, Aron gimió y se acurrucó de nuevo. Bueno, eso no había sido tan productivo como él había esperado.