Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

3 de Octubre por Isa no Tenshi

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Puede causar diabetes, y un posible suicidio.

Notas del capitulo:

Bueno! me siento culpable de no subir algo totalmente mio, asi que les traigo este que escribi para el 3 de octubre, pero n publique por ser demaaaasiado dulce, pero ña! es mi aniversario!

Feliz Aniversario! para mi c:

03/Oct/10

Ocurría cada año, incluso después de haber terminado todo, ocurría, ambos detenían sus viajes (y el otro lo sabía) y se mantenían sentados en la misma posición, sin saber que hacer a continuación, sintiéndose débilmente perdidos, sintiéndose desorientados… habían pasado tanto.

Los años anteriores, ambos hacían silencio ese día, actuaban como si el mundo hubiera dejado de importar por un momento, y ambos a su vez se sentaban sin mirarse… a la vez atormentándose a la vez agradeciendo, porque habían obtenido tanto con su monstruosa perdida.

Aunque claramente, no lo veían así, y no lo vieron así por mucho tiempo, el menor de los dos, miraba por la ventana, pensando en toda aquella comida que su ahora novia le daba todos los días, los sabores exóticos de la comida de Xing y el calor corporal de la chica contra su brazo al dormir, y el simple hecho de dormir, todo aquello era maravilloso y de algún modo, lo hacia sonreír con simpleza, siempre ganándose una mirada extrañada y un beso tímido en los labios.

Podía decir que era feliz, aquel día había dejado de ser el día en el que perdieron todo… se convirtió simplemente en el día en el que obtuvieron una segunda oportunidad, giro su cabeza, encontrándose con la azabache, quien comprendía y respetaba su silencio. El realmente la amaba, su delicadeza al entender que había momentos en los que quería simplemente sentarse en silencio y pensar… recordar

La miro con una sonrisa y extendió su mano y ella sonrió, el claramente era una persona reservada, ella lo sabía, ella lo comprendía, y el hecho, de que se encontraran allí, abrazados mirando y compartiendo el silencio… por respeto, por amor, era algo por lo que ella podría sonreír después, pues por fin, había dado un paso dentro del corazón del chico…

El mayor era un caso diferente, no había una chica linda y amorosa que estuviera allí junto a él, no había un apoyo moral ni por parte de su hermano, él estaba allí, sometiéndose ante la culpa de sus errores, porque no importaba cuando lo deseara, dejar ir algo así era complicado e incluso inútil…

Había pasado los últimos 5 años en Aerugo, aprendiendo nuevos métodos de alquimia-aunque jamás podría volver a practicarla-siempre inclinándose hacia la medicina, justo ahora, estaba trabajando codo a codo con uno de los doctores más importantes de aquel país, quien no hacía falta decir, encontraba la alquimia un método perezoso y aburrido, con huecos y momentos incoherentes e innecesarios, donde Edward no se molestaba en defender aquello que estuvo con él toda su vida… el doctor tenia argumentos demasiado coherentes.

Se encontraba tirado boca arriba en su cama, cada año sin importar lo que ocurriese, el no salía de su cuarto, y con el pasar del tiempo, el doctor había entendido que lo que sea que fuese que hiciera que el rubio se encerrara como ermitaño, era necesario, casi como descansar de ser el mismo… descansar de ser fuerte, aunque fuera por un día.

No dormía, jamás dormía ese día, se mantenía allí, ahogándose en sus propios recuerdos –algunos años, en sus propias lagrimas-pensando en todo lo que había perdido, obligándose a escuchar el rechinido de su pierna falsa, obligándose a recordar a su hermano y el sonido hueco de su armadura… ese año no era diferente, solo que evitaba hacer cualquier ruido, sabía que sucedería, incluso lo esperaba, hasta ahora, no había fallado.

El ruido del teléfono rompiendo con el silencio lo hiso respirar de nuevo.

--Escuche que había caído una tormenta en Aerugo y quise asegurarme que no te hubieras ahogado—reíste ante su comentario, esta vez, el ruido ronco de tu garganta volvió a delatarte, tosiste un par de veces sin preocuparte por una respuesta, el nunca preguntaba.

--me sorprende que el Fuhrer tenga tiempo de ver el clima de otros países—te recostaste con el teléfono en tu hombro, y respiraste sintiendo como todos los sentimientos se acumulaban en tu garganta, no volverías a comentar el error de llorar con él.

--bueno, el salvador de mi nación es un enano con una increíble facilidad de meterse en líos, solo quiero asegurarme de no tener que levantar luto nacional, eso es todo—escuchaste una pequeña risa y el sonido de su silla rechinando—supongo que has estado tan metido con tus hierbas que no has tenido noticias de Alphonse—una risa molesta salió de tus labios, ambos tenían ese acuerdo silencioso de no mencionar a nadie de la realidad...

--he estado un poco ocupado—

—Alphonse será el nuevo emperador de Xing—alzaste la ceja.

--¿Cómo te enteraste tú antes que yo?—

-- existe algo llamado “diferencia de puestos”, ni siquiera estoy seguro que Alphonse y Mei lo sepan—de nuevo el rechinido, esta vez hubo un silencio duradero.

--entonces, ¿Mei y Al se casaran?—preguntaste, el solo soltó una risa pequeña.

--eso no lose, pero harán a Mei emperatriz—sonreíste, sabias que eso solo significaba que ellos estaban más cerca del matrimonio que tu hermano siempre soñó, reíste un tanto alto.

--entonces él se casara antes que yo—de nuevo un silencio, pudiste escuchar el arrastrar de la silla, sus pasos silenciosos, y el rechinido del sofá.

Respiraste de manera más libre, y te permitiste sonreír, las cosas estaban saliendo bien si ti… ¿no?

--¿Cómo van las cosas con la chica Rockbell?—la pregunta te tomo un poco por sorpresa, inclinando la cabeza como si pudiera verte, te preguntaste a que se refería exactamente—es decir… aún siguen comprometidos… ¿no?—parpadeaste un par de veces, era verdad.

--… sí, claro, aún estamos comprometidos—aunque últimamente no habías hablado con ella, pero era algo que suponías Mustang no tenía por qué saber.

--al final—dijo el rompiendo tus pensamientos—el intercambio equivalente te da lo que mereces—escuchaste su risa, sin saber exactamente porque, sabia un tanto agria.

Suspiraste, cansado, molesto, este era tu día para dejarte ser débil, pero te encontrabas allí, evitando a toda costa el llorar, mostrándote fuerte, y lo peor de todo, es que este era el momento que estuviste esperando todo el día… quizás todo el año… tu pequeño momento a solas con Mustang…

--creo que es suficiente—el no hiso un solo ruido—colgare ya, adiós—justo cuando te separaste el auricular del oído lo escuchaste.

--por favor… no te fuerces a ser fuerte delante de mí—no te moviste, sentiste como una pequeña lagrima se deslizo hasta tu nariz—no delante de mí—comenzaste a reír, mientras sentías las lágrimas acumularse en tus ojos, y comenzaste a respirar fuertemente, buscando que cada bocanada de aire pasara la enorme muralla que habías colocado, tratando siempre de retener tus sentimientos, allí te encontrabas… asfixiándote.

--he estado pensando—dijiste más para ti mismo que para tu oyente—que yo pude haber evitado todo esto—sin esperar su respuesta seguiste hablando y hablando, culpándote de cada momento y cada pésima decisión que tomaste, riéndote de tu estupidez infantil, culpándote del sufrimiento de tu hermano, de Winry—incluso ahora, te hago perder el tiempo—reíste antes de recostarte de nuevo viendo el cielo, cubriendo tu rostro con tu brazo. Humo un enorme momento de silencio, pensaste que te había abandonado como debió haberlo hecho, como sentías que el resto había hecho, cuando ibas a separar el auricular de tu oído el suspiro.

--el genio aquí eres tu—volteaste en dirección al auricular, como si el hombre estuviera allí, casi podías verlo sentado detrás de su escritorio, manteniendo aquella pose imponente y dura.

--por mi culpa, mi hermano y el resto de personas que cruzaron en mi camino, perdieron todo aquello importante… por mi culpa—sin poder evitarlo te quebraste--¡si solo desapareciera…!--

--¿cambiaría algo?, ¿eso le devolvería a tu hermano el tiempo sin su cuerpo?, ¿a tu padre la vida?, ¿a Rockbell su tranquilidad?—sentiste una fuerte impotencia en tu pecho, el solo te decía lo obvio… no había nada que hacer.

Un silencio, largo agotador, doloroso inundo la conversación, cerraste los ojos, suspirando, ahogándote, esto no te hacia bien, miraste la ventana, cerrada totalmente, desde el décimo piso de aquel hotel... sería tan sencillo

--Nada volverá a ser como antes, no importa si desapareces, nada cambiara—reíste con amargura, el bastardo era bastante directo—y realmente me alegra—dejaste de reír esperando a que el continuara—el futuro que tenemos ahora, ese donde Al es feliz y está a punto de casarse con la emperatriz de Xing, ese donde Winry se casara con el amor de su vida… ese donde por fin cumplí la meta de Hughes y mi sueño… todo eso, lo bueno y lo malo, todo comenzó por el error que cometiste en tu niñez… y realmente lo agradezco—casi lo podías ver allí, incluso lo sentías… la calidez de sus palabras, era como si estuvieras recostado sobre su pecho en el sofá delante de su escritorio, ignorando su máscara de imponencia, ignorando tu muralla de fortaleza, tu llorando sin resentimiento y el consolándote sin preocupaciones…

Se sentía tan real… que solo te rompiste…

Llorabas sin preocuparte por el resto, sin preocuparte por si el resto de personas escuchaban las fuertes patadas que lanzabas al aire, los golpes y las lágrimas salían de ti de manera instantánea, sin pensarlo. Porque Roy Mustang lo había hecho, había saltado aquella enorme muralla y había hecho lo que mejor podía hacer… había derretido tu muralla de hielo, aunque justo cuando te detuviste, tuviste miedo de que él se hubiera ahogado con tu llanto.

No respondía, pero podías escucharlo debajo de tus jadeos, él estaba allí, atento, en silencio, respetando el espacio que le habías ofrecido solo para él,  respetando tu dolor, respetando tu miseria, llego el punto en el que no podías llorar más, solo tratabas de respirar, de calmarte… de recuperar tu dignidad. El hombre solo escuchaba.

--valla tonterías que dices—comenzaste tratando inútilmente de recuperar tu dignidad--¿así es como llegaste a ser Fuhrer?... dando gracias a todos por tus méritos, sin mí, hubieras llegado igual—era lo único en lo que podías pensar, sin saber exactamente porque.

--sin ti, no habría Amestris que gobernar—fue su golpe directo, solo reíste, antes de que pudieras volver a quitarte el mérito, el continuo—estoy agradecido por haberte conocido, por todo lo que hiciste por mí, por lo que hiciste en mi… si para seguir cambiando a las personas, necesitas llorar con todas tus fuerzas una vez al año, estaré siempre aquí para escucharte y hacerte entrar en razón—fue lo que dijo, las palabras no salían, querías decirlo, querías hacerlo, un simple gracias, pero no podías—no lo olvides—03/oct/10—Te amo—

Fin

Notas finales:

Una amiga me dijo "Parece como si a Al le hubiran dado todos los dulces en Halloween y a Ed una mentita con una pelusa" 

Por favor! le di a Roy Mustang D: yo preferiria a esa mentita que a todos los dulces causa muelas del mundo! Es Mustang! 

En fin C: espero les alla gustado

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).