Declaimer:
Los personajes de Naruto no me pertenecen. Todo es del gran sensei Kishimoto-san. Pues si fueran míos, ya hubiera puesto a follar a Sasuke y Naruto jeh. Y ¡QUE VIVA EL YAOI!
Notas del fic:
Gracias a todos aquellos que me han seguido gracias por su paciencia y espero que disfruten este cap. Os quiero YUKI-NII ICHI
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Lógica de un corazón
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Está cansado, abatido y confundido ha pasado exactamente una semana. Y continua con esa mascara tan fría e impenetrable en el rostro que sienta mal. Traga lentamente la delgada enredadera de espinas que rodea su garganta, continua viendo al cielo, necesita desesperadamente una distracción. Necesita no pensar, aun si sabe que es lógicamente imposible. No importa. No en ese momento.
Un pie sigue al otro, la lengua se le enreda, es filosa y destila veneno sin medida, es una serpiente albina, cruel y peligrosa, se arrastra bajo su propio peso y muerde a sus víctimas más por instinto que por interés. Su naturaleza es tan frágil y la vez lejana. Es complicado porque es simple. Se repite. Nadie lo entiende.
Va por el kilometro número 15 en el bosque, se está alejando y no mira atrás, si lo hace se arrepentirá, tendrá que enfrentar a la culpa y honestamente no sabe si podrá con esa carga extra sobre su espalda. Sentir es doloroso. Ser un humano es un fiasco empero amar, amar dan ganas de devolver todo entre palabras y tonos, eso que no se puede mirar, porque si lo hiciese tal vez lloraría y el no es débil.
Así que evita recordar, las palabras hirientes que ha soltado en un momento de desesperación a aquel que se dice ser su mejor amigo, ¿Cuándo se va dar cuenta que eso no funcionara? Una sonrisa petulante se le pinta en el rostro, claro, eso sucederá cuando el acepte que lo que le corroe el alma no son más que celos provocados por su antigua compañera del team 7.
Se detiene en uno de los enormes pinos, las castañas le rodean y continúan cayendo. Pone una mano sobre el grueso y corrugado tronco, huele a tierra húmeda y a lluvia. No quiere levantar la vista ante la figura que igualmente ha parado su caminata y que esta a tan solo un metro de él.
La mirada azul es turbia, Sasuke nunca sabe lo que Naruto piensa. Y eso es lo que lo vuelve interesante. Permanecen ahí por un tiempo incontable y rápido, ambos quieren decir algo, las letras le queman la punta de la lengua pero ninguno dice nada al final, están en la espera de que el otro hable. Y no es por suficiencia ni presunción, es solo que no quieren equivocarse y crear otro malentendido.
Sasuke se hasta hartando de todo eso, está cansado de fingir que no sabe cuál es su enfermedad, se siente un mentiroso buscando una cura que no encontrara en otra parte que no sea en el rubio. Así que deja de lado todos esos pensamientos oscuros que a veces se funden con los positivos y le hacen querer huir. Es suficiente, le dice su conciencia en un tono hastiado y malhumorado.
Cierra los ojos por un momento antes de sentir una mano sobre su frente desnuda de banda, la cara de Naruto se encuentra demasiado cerca, no lo ha sentido venir, así que observa los gestos que cambia a cada nuevo segundo, el ceño fruncido y la boca algo junta, los ojos hacia arriba y la nariz arrugada le indican que el rubio quiere comprobar algo que no necesita ser preguntado.
-No tienes fiebre Sasuke –murmura, con esa voz chillona y a veces calmante – pensé que habías estado enfermo, el oba-chan ha estado algo insistente en que no debes de perderte por más de unas horas –
Y de pronto la calma que tiene el pálido rostro se quiebra, sus boca es una línea tensa y su mano se cierra sobre la muñeca del brazo que no se ha retirado de su posición. Es estúpido, demasiado, sin embargo por un breve instante pensó, que el ojiazul había estado preocupado por él. Ahora ve que no es así. Por lo tanto no tiene caso aceptar nada. No está dispuesto a entregar aquello que tiene herido desde niño.
-Estoy bien usuratonkachi – y aparta la mano de su frente con el mayor cuidado y desinterés que puede – yo mismo iré con la vieja para que sepa que no he traicionado a tu amada aldea – el ojinegro quiere preguntarse cual es su afición por hacer sentir mal a Naruto, ya que la respuesta es vergonzosa, respira, no puede decir que esta sensible y que la menor señal de amenaza el levantara uñas y dientes para defenderse –
El ojiazul le ve fijamente y niega con desaliento, sabía que no era buena idea encontrarse con Sasuke, es obvio que él no quiere verlo y aun así el ha ido arriesgando su tonto y destrozado corazón. La necesidad de solo compartir el mismo espacio se ha vuelto insoportable
Las manos le cosquillean al igual que los brazos, tiene unas ganas irremediables de abrazar el cuerpo que de pronto se ha tensado, tal gato encrespado a punto de atacar. No ha encontrado mejor adjetivo para describir en esencia lo que el Uchiha es. Un gato negro de miembros largos y delgados, sus movimientos son agiles pero elegantes, parece débil pero es alguien fuerte, aparenta estar sometido cuando en realidad es orgulloso ¿Por qué le gusta hacerle sentir tan ansioso? ¿Qué no se da cuenta que cuando le ve no puedo mirar hacia otro lado?
-eres un bastardo Sasuke, yo estaba preocupado por ti – confiesa, no hay nada que perder, ha escogido con cuidado lo que tiene que decir, no quiere comprometerse más de lo que realmente esta –
Una risilla de burla se le escapó al otro, no puede creer en esas palabras de consuelo que tratan vanamente de arreglar algo que ya no está. Mas no tiene derecho a decir nada, Naruto no tiene ni la más mínima idea de que es lo que en su interior sucede. Sin contar claro que él ha sido un egoísta que le ha robado años de su vida, haciéndole que le persiga. Es entonces que Sasuke encuentra un poco de verdad a las palabras que le ha dicho hace una semana. Naruto no podrá ser Hokague, no por que no tenga el potencial y la fuerza, sino porque el tonto rubio lo dejo de lado y lo puso a él como la prioridad.
Llámenle momento de iluminación o quizás un atrevimiento pero solo ahora es que el Uchiha puede ver lo que está frente él.
-Lo siento – su voz ronca y varonil sale atrayendo la atención de un sorprendido Naruto que no da crédito a lo que acaba de escuchar –
-¿Cómo? Pero… ¿de qué hablas? – y Naruto se acerca con más confianza al Uchiha, no lo entiende de veras que no lo entiende – si, lo dices por lo que paso en el campo de entrenamiento está bien, ya sé que eres un bastardo que siempre quiere ganar, así que yo te demostrare que puedo llegar hacer Halague –
-Lo sé – dice sin inmutarse –
Ahora sí que Naruto cree que está soñando, ese que esta frente a él no es Sasuke –
-jeh, no necesitas ser sarcástico teme – y una risa nerviosa se le sale sin querer – ah, Sasuke – y da una bocana en busca de aire, los brazos fuerte y algo fríos le rodean – oye, Sasuke, tebayo ¿Qué ocurre? – Naruto necesita respuestas, claras y que pueda entender, porque siente que esta apunto de un colapso nervioso si no las tiene -
Pero no sale ni una palabra más de Sasuke, que se ha limitado a disfrutar de esa sensación que le recorre de pies a cabeza, se siente bien, joder, demasiado. Es tranquilo y la vez cálido. Es algo que ya había olvidado resignado a jamás volver a experimentar. Aplica más fuerza y un suave vapor de sueño le invade. Una nueva necesidad nace en el. No quiere separarse de una aturdido Naruto que continua hablando de manera pausada.
-Serás un buen Hokague – murmura antes de soparlo un poco y juntar sus labios –
Sasuke se ha dado cuenta cuando su lengua penetra esa cavidad tibia y con sabor a ramen que estar ahí, así era lo lógico de hacer después de tantos años, de anhelos y deseos.
No hay confesiones como "me gustas o "te amo" eso hay que dejárselos aquello que tiene que decir en voz alta sus pensamientos para sentirlos. Porque lo de ellos ya no es simple y rosa amor. Lo de ellos se llama síndrome del corazón.
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