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Labios rotos por -oOYUKI-NII-Oo

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Notas del fanfic:

N/A: Harry Potter no me pertenece, todos los derechos son de las editoriales la WB y su autora J.K Rowling. YO tan solo hago Slash con ello y lo hago follar jeh.

N/A: Harry Potter no me pertenece, todos los derechos son de las editoriales la WB y su autora K.J Rowling. YO tan solo hago Slash con ello y lo hago follar jeh.

Autora: YUKI-NII ICHI

Rating: NC 13

Género: frienship/romance

Resumen: el engaño es quizás una de las cosas que más rompe el corazón. Y ni siquiera los magos se salvan de experimentarlo. Albus fue engañado, Scorpius se ha dado cuenta de un sentimiento. La amistad entre ambos amenaza con terminar.

Pareja: Scorpius Malfoy/Albus S. Potter

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Labios rotos

Albus camina despacio, tomando su túnica que ha quedado un poco maltratada para que no caiga, cojea de un pie, y su labio inferior sangra, se limpia fuertemente sus ojos rojos con la manga e ignora las miradas que los Slytherin le dan curiosas pero altivas. Como si fuese algo fuera de lugar. Un punto rojo que va entre una marea verde. Pero eso no le importa, necesita llegar hasta donde estas los calabozos.

Oye una voz tras de él, es grave y seca, gira un poco su adolorido rostro y escucha el silbido sorprendido que otra persona ha dado. Son Theo McKinley y Ewdard Browns, amigos de Scorpius, que le ha rodeado poniéndolo entre ambos. Alza la vista para encontrarse tras las anchas espaldas los ojos que ocultan la espantosa sorpresa de verlo ahí, así.

Scorpius se abre paso entre Theo y Ed para cercarse a él. Que tan solo le da una sonrisa vaga mientras que sus ojos tiemblan, está mal, duele y no sabe cuánto más podrá aguatar estar sostenido por sus propios pies. Es entonces cuando Theo se acerca y lo eleva sin vacilación, un grito ahogado se le atora en la garganta a Albus, que lo mira con reproche en los ojos.

-Lo llevare con madame Kirtthen – es todo lo que sale de la boca del alto castaño. Los otros dos le siguen repeliendo las miradas asombradas y quisquillosas. Otras mas solo entrometidas –

Scorpius camina medio metros detrás, mientras que sus ojos viajan de lado a lado, no quiere encontrarse ni con James ni con Lily. La cual chillaría por lo alto y sacudiría a su hermano para que le dijese todo y a absolutamente todo de cómo diablos había terminado así. Mira una cabellera revuelta y pelirroja. Es Rose que pretende acercarse, pero su intento solo queda en eso. Ed con su largo cabello negro azulado la ha detenido cerrándole el paso con una sonrisa cómplice hacia él.

El ceño de la pelirroja se frunce incongruente mientras que trata de avanzar de nuevo obteniendo el mismo resultado y esta apunto de replicar cuando ve que Hugo ha llegado y niega con la cabeza. La chica se siente más confundida ante la actitud de su hermano y de los amigos de Scorpius. Pero sabe que no es el mejor momento para preguntar así que se queda quieta y toma el brazo de su hermano. Una sonrisa se dibuja en el rostro de Ed que continua su camino hacia la enfermería pues ha quedado más atrás de lo que le gustaría.

Cuando Theo atraviesa el umbral de la puerta el sonido de una pequeña campana suena, y madame Kirtthen se levanta en el acto. Ahoga un ¡por Merlín! Al reconocer a Albus Potter que es depositado en una de las camillas.

Tomando su varita se acerca veloz, o al menos lo que los años le permiten, y ve de arriba abajo al ya no tan pequeño azabache. El sonido de la campanita vuelve hacerse presente, los verdes ojos de Al se elevan buscando inconsciente a Scorpius quien se mantiene a una distancia prudencial junto al castaño observando y escuchando lo que madame Kirtthen dice.

Unos cuentos hechizos de sanación y unos tragos de amarga poción, y de pronto el ojiverde se siente más cansado de lo que en realidad esta. Madame le ayuda a recostarse en la camilla, y le pide de una manera muy poco ortodoxa que permanezca por lo menos un par de horas ahí.

El daño no ha sido grave pero los músculos están lo suficientemente resentidos como para doler con solo hacer un suave movimiento. Se retira de ahí mientras indica a los otros dos que ya todo está bien.

Theo se va, tomando del cuello de la camisa a un Ed que estaba por entrar y que ahora protesta en medio de los inmensos pasillos que el también quiere ver al pequeño Potter.

La presencia del rubio a su lado es fuerte, alza un brazo mientras pretende sonreír, la mirada del ojigris es fría, tiene el ceño levemente fruncido y los labios tensos en una delgada línea. Es entonces cuando Albus siente algo muy parecido al arrepentimiento por su idea de haberse dirigido hacia donde la casa de slytherin estaba y no hacia la de Gryffindor. Pero no puede decirle. Que ni siquiera sabía hacia donde andaba pues lo único que quería era poder llegar hasta un lugar seguro, donde no sintiera como el corazón se hace añicos y la esperanza le escupe en la cara.

Pero no dice nada, no se mueve y tan solo por primera vez en su vida espera, espera a que sea su rubio amigo quien haga el primer movimiento. Que le diga, "eres un idiota Potter". Porque esa será su manera de demostrar lo que siente pero no se atreve a reconocer.

Una mano sobre su labio ya no hinchado pero si amoratado le hace cerrar un ojo por inercia, no le lastima solo escorce, es una pequeña llaga que la poción aun no cura y una muestra de su descuido, su maldito e infortunio descuido.

Y hay tantas cosas que quiere decir, tantos sentimientos que se le revuelven en el estomago, hasta en el punto cumbre de que su resistencia a reprimir su llanto tambalea penosamente, pero el pensamiento de que sería patético le da las fuerzas suficientes para tragarse el nudo en su garganta y no demostrar lo débil que esta, no aun.

La cama se hunde, y ve cómo es que el cuerpo un poco más largo que el suyo se acomoda, recargando su espalda en la cabecera de metal y estirando sus piernas en esa angosta cama en la que apenas cabe una persona. Una mano cubren sus ojos y una voz queda y casi imperceptible murmura un "duerme"

Albus no sabe que las intenciones de Scorpius son evitar que él se dé cuenta que Ewan Douglas entra sosteniendo la mano de Kenny Jeffrey quien golpeo y fue golpeado por el segundo hijo de Harry Potter.

Scorpius no confesara, que Hugo ha ido corriendo hasta él unos minutos antes de que se dirigieran hasta su sala común y le informado que Albus se ha agarrado a golpes con Kenny quien resulto ser ni más ni menos que el amante de Ewan, novio del pequeño Potter. Y el rubio Malfoy nunca sintió más rabia en su vida contra alguien. Pero eso fue absolutamente imposible que no usara su varita y dirigiera un hechizo silencioso y de largo plazo a la entrepierna del estúpido de Douglas.

Porque nadie, sin excepciones, tendría derecho de engañar a otra persona.

Ese día Scorpius vio por primera vez lo frágil que podía ser el amor y se encontró pensando que él nunca le haría nada parecido al ojiverde buscador.

Mientras su conciencia se ponía en sintonía junto a sus pensamientos, que imaginaban cosas como besos y abrazos hacia su mejor amigo, sus ojos se abrieron aun mas por el miedo que entonces le invadió y se burlo divertido, cantando una canción donde enamorado y Albus estaban en la misma

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.:. El alimento del alma de un autor no son las palabras escritas…son los sentimientos que el lector siente al leerlas .:.

 

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