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My Blood, Your Blood por SungBambu

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Notas del fanfic:

Una unnie ha leido el adelanto de este oneshot escuchando Window de GDragon y ha dicho que es genial... pues entonces también lo recomiendo jajajaj

Pueden oir R.O.D también que creo que le viene el ritmo (de preferencia cuando canta con CL)

Eso...

jeje :3

Notas del capitulo:

Advertencias:

~ Oneshot lemon yaoi

~ Pareja GDragon x Daesung (GDae)

~ No recomendado para menores de 16 años

~ Pequeñas escenas de violencia (descripción leve)

~ No me hago responsable de ningún tipo de efecto secundario tales como traumas, tics nerviosos, pérdida de inocencia (si es que aún tienen e_e), derrames nasales, subidas de presión, taquicardias, entre otras…

~ Kwon Ji Yong (GDragon) y Kang Dae Sung (Daesung o D-lite) son personajes públicos pertenecientes a la compañía YG Entertainment y mi intención no es dañar su imagen o reputación

~ No recomiendo leerlo con padres cerca, se torna incómodo y peligroso x3

~ Cualquier coincidencia con otro oneshot, drabble, fic o imagina es eso: Coincidencia

~ No al copyright, si quieres tomar este oneshot avísale a la escritora o da los créditos y la página de donde lo sacaste

 

Gracias

My Blood, Your blood

 

Salió sigiloso apreciando la tibia noche que se le ofrecía por delante mientras suspiraba hondo para poder empezar bien sus jugadas. Unas risas lo perturbaron y comenzó a mirar hacia todos lados buscando los dueños de aquellas irritantes vocecillas para descubrir que eran de unos niños con disfraces. Meneo la cabeza de un lado a otro en signo de reprobación, por poco había olvidado que esa noche había más humanos despiertos de lo normal.

En todos sus años de vida siempre había odiado aquel día, era ridículo que celebrasen aquella absurda tradición, escuchaba año a año aquellas voces con su típico "Dulce y Truco" y aun no le daba sentido. Niños con sus padres caminaban hacia las casas adornadas con telas de araña, calaveras y una que otra luz de color que se suponía que debían dar miedo. Sus disfraces eran cada vez menos originales y no faltaba la bruja y el típico vampiro. Este último no sabía si le daba pena o rabia, era tan humillante que los representaran como seres pálidos, delgados con unos colmillos ridículamente grandes con los que apenas podían cerrar la boca, cabello negro y engominado hacia atrás, un par de ojeras, una capa y la ropa toda de negro ¡Pero qué mal gusto! Él jamás se veía tan desaliñado, ni siquiera cuando recién se levantaba por la noche. Intentó quejarse pero su estómago le gano, realmente tenía hambre y no había nada de productivo en discutir con un humano, son tercos y su cerebro es demasiado básico como para incluir un nuevo estereotipo en él. Un nuevo rugido lo alentó a seguir su camino en busca de su alimento, esta noche sería larga ya lo presentía.

Intentó colocar sus sentidos en alerta para encontrar aquella sangre tan preciada, y es que no cualquiera le servía, cada vampiro tiene un tipo de sangre específico que lo vuelve loco y el suyo era O, pero no cualquiera, encontrar la adecuada podía ser el trago más dulce y el más amargo también ya que aquella vitalidad lo dañaba en el fondo de su ser.

Se arregló el cuello de su camisa mientras le guiñaba un ojo a la nada sintiéndose el rey del mundo. Un olor dulzón le invadió las fosas nasales indicándole un nuevo rumbo cambiando casi al instante su dirección. Se sentía delicioso, sin duda era lo que buscaba y no se encontraba tan lejos del lugar. Su instinto lo llevo a un callejón donde daba la parte trasera de una cafetería que funcionaba 24/7 mientras un escalofrío lo invadía, aquello se sentía delicioso y no veía a nadie. Evaluó nuevamente su imagen, sus pantalones a la moda y su chaqueta de marca lo hacía lucir fresco, su cabello color del algodón dulce y un cinturón de cadenas lo acompañaba bastante bien, de ninguna manera se le podría arrancar una chica esa noche

-          ¡Aigooo! Maldito pastel- oyó quejarse entre unos basureros notando abierta la puerta trasera- espero se quite... ¡Y en los blancos!

El olor se le intensificó llamándole la atención de sobremanera, de seguro la dueña de aquella exquisita sangre estaba dentro del local. Se acercó sigiloso hacia el origen de la voz viendo un chico de cabellos plata limpiando con dedicación sus pantalones llenos de crema. Le hizo algo de gracia su cara de disgusto, la crema de frutillas no era difícil de sacar, en cambio la sangre si era un problema. De eso él sabía bastante.

Se ocultó tras unas bolsas esperando a que el chico desapareciera para poder colarse dentro del local, no iba a permitir que aquella chica de delicioso sabor se escapara de sus colmillos. El ruido del motor de una moto hizo que asomara la cabeza viendo como el peli plata la montaba para poder partir

-          ¿Un repartidor a estas horas?- vio como el chico acomodaba un paquete en la parte trasera de la moto con delicadeza para poder colocarse el casco- vamos, ya vete luego...

La paciencia comenzaba a colmar por la demora del muchacho y el olor de la sangre se le hacía cada vez más cercano y dulce. Con alegría escuchó el rugir del motor por lo que se hecho hacia tras mimetizándose con las murallas. Una pequeña brisa le golpeo el rostro cuando la motocicleta pasó frente a él. Con una sonrisa victoriosa salió de su escondite olisqueando el aire pero el aroma se había ido

-          ¿Acaso...? ¿Pero él...?- con algo de incredulidad volteo a ver por donde había desaparecido el peli plata sintiendo el aroma desvanecerse con su lejanía- ¿Sería una chica con el cabello corto?- intentó explicarse sin convencerse del todo ¿Aquel chico era el que despedía aquel delicioso olor?

Mascullo un par de palabras por lo bajo antes de comenzar a correr. Salió a la calle mirando hacia todos lados pero lo único que lograba ver eran los grupos de niños con sus bolsas llenas de dulces. Intentó rastrear nuevamente el aroma sin éxito, la sangre metálica del resto lo confundía haciéndole perder la dirección. Miró hacia ambos lados intentando descifrar la dirección que había tomado el muchacho notando que la calle tenía un solo sentido

-          Debe andar por aquí... no puede haber llegado tan lejos...- el mal humor comenzaba a invadirlo incrementando su velocidad.

Había perdido un delicioso manjar por andar buscando a una chica... paro en seco ante ese pensamiento ¿acaso estaba buscando a un chico? Bueno, sangre es sangre pero no acostumbraba a beber la de chicos, sin embargo esta lo había vuelto loco. Sacudió su cabeza violentamente reanudando su carrera, sus instintos no lo dejarían tranquilo si no conseguía clavar sus colmillos en aquel cuello sintiendo el dulce néctar. El olor lo volvió a encontrar seduciéndolo e intentando guiarlo. Dobló en una esquina encontrándose con la imagen del repartidor tocando el timbre de una casa. Desaceleró el paso intentando pasar como si nada entre un grupo de niño

-          ¡Mira mamá! Un vampiro- gritó un chico alarmándolo

-          Hijo, él es solo un señor, ni siquiera anda disfrazado- sonrió amable la mujer pidiéndole disculpa con la mirada

-          Te digo que es un vampiro- insistió el pequeño mirándolo de arriba abajo al peli rosa

-          Seung ya camina o te quedarás sin dulces- la mujer tomó al niño casi en andas quitándolo de su vista.

Con rapidez volvió a mirar hacia la casa donde había visto al muchacho notando con alivio que recién le habían abierto la puerta y conversaba animado con el dueño. Comenzó a caminar lento intentando parecer un transeúnte cualquiera para cuando este se desocupara. La puerta se cerró dejando al muchacho fuera que ya se había ido hasta la moto

-          Disculpa- llamó el peli rosa

-          ¿Mmm?- el chico levantó la mirada encontrándose con él de frente

-          Eh...- intentó maquinar alguna idea rápidamente pero no encontró palabras. Se odio a si mismo por no haber planeado algo mientras se le acercaba. Claro que tenía un buen repertorio para los encuentros femeninos en los cuales siempre terminaba saliéndose con la suya, muchas veces con algo más que sangre, pero este caso era ¿particular? Bajó la mirada hacia el pecho del chico viendo el bordado del logo del lugar donde trabajaba- trabajas en el Sandara’s ¿No?

-          Si...- el peli plata se colocó un tanto nervioso ante la presencia fuerte del mayor haciéndolo retroceder un poco chocando accidentalmente su moto

-          Cuidado- sus reflejos ayudaron a que el chico no cayera tomándolo de la cintura- cuidado...- susurró sintiendo aquel aroma hipnotizante tentándolo a cerrar los ojos para disfrutarlo

-          L-lo siento... la hora me pone torpe- se excusó intentando separarse del agarre- Sí, trabajo allí, pero mi turno ha terminado...

-          ¡Perfecto!- todo su cuerpo celebró al escuchar aquellas palabras. Carraspeo levemente intentando recobrar la compostura, debía engatusárselo de a poco si quería conseguir algo. Podría comérselo allí mismo y luego borrarle la memoria pero no tenía gracia- ah, eso es una lástima, aunque no del todo- le regaló una sonrisa, esa que solo había conseguido luego de muchos años de práctica y valla sí que lo había logrado. El peli plata se había puesto un poco más que nervioso

-          Bueno... yo... debo ir a devolver la moto...

-          ¿Puedo pedirte un favor entonces?- clavó su mirada en las orbes oscuras del chico incrementando su nerviosismo si es que se podía

-          ¿Quieres que te lleve al café? Bueno, a estas horas es un bar- rio nervioso

-          Valla, me he topado con adivino- rio poniendo su mano en el ojal por donde le pasaba la cadena haciéndola tintinear sin querer- Si no te molesto...- puso todos sus encantos en juego para seducir al chico

-          Eh, no claro que no me molestas, al final igual voy para allá

-          Muchas gracias... eh...- hizo un círculo con la mano intentando averiguar su nombre

-          Daesung- sonrió pasándole el casco- puedes decirme Dae

-          Yo soy Ji Yong, un gusto- recibió sonriente el casco mientras veía al repartidor sentarse en la moto- a mi puedes decirme Ji, o GD, o GDragon... valla sí que tengo sobrenombres- rio sentándose apegado a la espalda de Dae

-          Así me doy cuenta- rio colocándose unos guantes sin dedos- bueno Ji, agárrate fuerte- encendió el motor partiendo a toda velocidad. GD se sorprendió al ver pasar más de una cuadra ¿Cuánto había corrido en realidad? Dae dobló en una esquina asustando a Ji quién se afirmó con más fuerza del cuerpo del peli plata inhalando profundo llenándose las fosas nasales con su exquisito aroma- ¿Vas bien?- comprobó Daesung mirando levemente hacia tras

-          Si, tranquilo- soltó levemente a Dae de la chaqueta para parecer más tranquilo. Los pensamientos se agolpaban en su cabeza mareándolo levemente. No podía dar crédito a lo que estaba haciendo, quería averiguar que le estaba pasando pero el aroma proveniente de Dae no lo dejaba tranquilo.

Sintió que comenzaban a perder velocidad y con sorpresa notó que estaban llegando a su destino. Si quería lograr algo debía maquinar un plan pero de inmediato. El motor de la moto se apagó en el callejón dejándolos sumidos en el silencio

-          Noche de halloween...- comentó Ji llamándole la atención al platinado- ¿mucho trabajo?

-          Algo, en realidad no es mucho lo que trabajo dentro- se encogió de hombros apoyándose de una muralla

-          ¿Entonces trabajas de repartidor?

-          La mayor parte del tiempo, si no hay nada que ir a dejar me dejan cocinando

-          Ah...- sentía irse la oportunidad de quedarse por más con el platinado y la conversación no prosperaba

-          ¿Vienes a menudo?- un sonrojo cubrió el rostro del menor al preguntar provocándole ternura al peli rosa

-          ¿Me has visto antes?- preguntó con una sonrisa galante

-          N-no- Ji se largó a reír por la actitud del menor. Debía admitir que todo esto le subía el ego, ahora podía alardear que no solo las chicas caían bajo su encanto y eso le estaba gustando

-          No vengo a menudo, al menos no en la noche- respondió apoyándose en la moto

-          Ah, eso es bueno, creo- sonrió- entonces... ¿vas a entrar?

-          En eso estaba, de hecho- su mente comenzó a maquinar nuevamente, el platinado quería irse

-          Es que está algo lleno y a estas horas llueven los ebrios. No pareces ser un chico de alcohol- Daesung escaneo las ropas de Ji notando su pinta elegante-casual

-          No, no mucho...

-          Tal vez... eh... conozco otro lugar al que puedes ir y no está tan copado- la voz le salía algo rasposa intentando hablar de corrido- p-pero igual no creo que sea una buena idea. Lo siento, olvídalo

-          Vale, ya lo has soltado dime dónde

-          Es un local en el que trabajo el fin de semana- sonrió haciendo sonar las llaves- espera, iré a dejar el casco y las llaves y te llevo

Una sonrisa de victoria se formó entre los labios del vampiro, su presa había caído redondito en sus encantos y sin ninguna complicación

-          Pero es un chico...- un clic sonó en su mente haciéndolo caer en lo que había hecho y a qué punto quería llegar por solo un poco de sangre. Aunque no era cualquier sangre.

Sintió su estómago revolverse inquieto, su condición de vampiro le estaba jugando una mala pasada. Siempre terminaba encontrando a mujeres sensuales que le regalaban un buen rato más un aceptable buffet pero jamás quedaba totalmente satisfecho y es que si se le llegaba a pasar la mano podía quitarle el último aliento a la que había sido su comida y eso no era buena idea. Solía borrarle la memoria protegiendo su identidad y condición por lo que despertaban con una marca roja, algo parecido a un beso apasionado en aquella zona heterogénea pero que dolía levemente. Con un poco de frustración se revolvió el cabello. Daesung estaba tardando y no estaba seguro de seguir adelante con su plan, no sabía hasta donde podía llegar pero unas ganas inmensas de averiguarlo le carcomían las entrañas. Escuchó la puerta abrirse dejando salir al platinado con tranquilidad

-          Siento haberte hecho esperar, pero una amiga me ha tomado y no me ha soltado hasta ahora- rio cerrándose un polerón (sudadera?)

-          ¿Novia?- consultó siguiéndole la marcha

-          No, Minji es solo una amiga, una buena amiga- sonrió sintiendo la brisa golpearle la cara

-          Ah...

-          Me ha advertido que tenga cuidado por la hora- se encogió de hombros como si nada mirando al peli rosa

-          Y razón tiene, son pasada la media noche ¿no temes a que te salga un vampiro por ahí?-bromeó Ji- mira que es noche de Halloween, el 31 todos salen a las calles entremezclándose atrevidamente en con los humanos

-          Ya lo creo- rio Daesung haciendo que sus ojos desaparecieran

-          Andan en busca de presas dignas de su apetito

-          Valla que tienes imaginación

-          No bromeo, tengo varios amigos vampiros que se aprovechan de este día más que ningún otro

-          Yo igual, pero utilizan los fines de semana- un bostezo se apoderó por unos segundos de la conversación animada- ahhh…- se tapó la boca esperando a que su bostezo terminara- pero hoy es jueves

-          Hablando en serio- la luz de la faroles iluminaban la contornos del rostro del peli plata causándole diversas sensaciones a Ji- ¿Siempre trabajas hasta tan tarde?

-          Estas semanas así, sí. Solo cuando hay feriados y festividades me quedo hasta tarde... ¿y tú?- GD sonrió complacido, Daesung estaba a gusto conversando con él sin ninguna dificultad y eso era bueno

-          Que puedo decir, soy un vampiro, mi mejor hora es esta- una carcajada por parte del platinado acompaño las palabras de Ji- ¡es verdad!

-          Vale, vale te creo- sonrió Dae parando para quedar frente al peli rosa

-          Eso no me convenció, tu cara me dice que no me crees

-          Si tu eres un vampiro entonces yo soy un...

-          ¿Un qué?- corto lugar palabras de Dae acercándose peligrosamente

-          N-no lo sé- su cuerpo tembló levemente agitándosele la respiración

-          No es bueno no creerle a un vampiro cuando te dice la verdad- acortó aún más su distancia haciendo que el calor de su respiración chocara con el cuello del menor. Su aroma lo estaba sacando de la cordura poco a poco y el instinto estaba superando a su moral, lo único que se le pasaba por la mente era poseer al platinado beber cada uno de sus néctares y lamer cada rincón prohibido.

-          ¿Pasa algo malo si no te creo?- preguntó Dae intentando mantenerse firme aunque los encantos de Ji lo estaban aniquilando segundo a segundo

-          Depende de cómo lo veas…- su mano derecha se colocó un poco más arriba de los hombros de Dae apoyándose en la muralla mientras imitaba el mismo movimiento con su mano izquierda pero apresándolo desde las caderas

-          ...

-          ¿Quieres averiguar?- sus ojos se tornaron de un color rojizo iluminándole la mirada. Había cedido. El instinto le había ganado. Inhalo profundo llenándose del delicioso aroma que expedía el platinado. La poca luz que les llegaba alcanzaba para notar el temblor de los labios de Dae haciendo que volviera en sí- venga, sí que te asustaste- intentó bromear mientras lo liberaba lentamente y sus ojos y cuerpo volvían a la normalidad

-          S-sí, un poco...- un escalofrío le recorrió el cuerpo al platinado que asustado y todo no podía pensar en alejarse de él. Tenía un algo que se le hacía irresistible y le imposibilitaba tomar la idea de huir.

-          Lo siento, suelo ser un poco menos atrevido con las personas que acabo de conocer, no debí haber hecho una broma tan... así- se intentó disculpar temiendo que el menor se largara a correr en cualquier momento. Había visto algo parecido al terror mezclado con algo que no alcanzó a distinguir en las orbes oscuras de Dae  que le había hecho reaccionar- no debí salir de casa hoy, sabía que no era tan buena idea...

-          No te preocupes Ji. Mis amigos suelen ser así también- una sonrisa se formó en sus labios tranquilizando al vampiro- que mal...

-          ¿Qué pasó?

-          Está cerrado- indicó con el dedo hacia el local donde llevaría a GD

-          Feriado...

-          Eso dice- se lamentó Dae chasqueando la lengua

-          Hoy no es mi día- una risa salió de la boca del platinado al ver hacer una mueca al otro- bien, ¿vives muy lejos?

-          A unas 6 o 7 cuadras de aquí

-          Te acompaño. Si te pasa algo será mi culpa- cerró el zipper (cierre) de su chaqueta para comenzar a caminar. Pero paró al no oír la de Dae- ¿no te quieres ir?

-          ¡Oh! Lo siento, no sé que me paso- le regaló una sonrisa apurándose para quedar a su lado pero el nerviosismo no lo dejaba de lado

-          Te quedaste pegado- Ji le devolvió la sonrisa recaudando su marcha

-          Ji...- su respiración se volvió corta y acelerada apretando levemente los puños

-          ¿Sí?

-          Nos están siguiendo- Dae bajó la voz mirando disimuladamente hacia la acera (vereda) del frente

-          Mantén la calma- susurró Ji tomándole la mano al ver que la golpeaba nervioso contra su pantalón- si se nos acercan lo lamentarán, eso tenlo por seguro

-          E-está bien- bajó la mirada al suelo cerrando levemente los ojos. Los pasos se hicieron más cercanos y en menos de dos segundos tenían a un grupo de seis chicos frente a ellos

-          ¿Qué hacen dos tíos solos a estas horas?- preguntó el más alto de todos, parecía el líder

-          Miren, van de la mano- un rubio tomó a Dae suavemente hacia tras fingiendo un tono dulce- ¿no es tan romántico? Un paseo nocturno de enamorados...

-          ¿Cuál de los dos es el que manda aquí?- volvió a preguntar el primero

-          Yo creo que el peli blanco- sonrió un colorín quitándole a Daesung de los brazos al rubio

-          Buen cuerpo te gastas, amigo- dijo un cuarto chico que observaba atentamente el juego de los mayores del grupo

-          Se ve fuerte de cuerpo pero es frágil, sólo mírenlo está temblando- el jefe tomó del mentón a Dae acercándolo a su rostro- ¿Por qué tiemblas? Solo queremos pasar un buen rato

-          Déjenlo en paz- ladró Ji enfurecido saliendo de su trance al ver que el jefe empezaba a bajar la mano hacia los pantalones de Daesung

-          Venga, ¡se nos había olvidado el novio!- rio el colorín mirando a Ji de arriba abajo- mierda, también estas bastante bueno

-          ¿Qué? ¿Acaso quieres que te demos a ti primero?- el jefe lanzó una carcajada tirando a Dae hacia el rubio quién lo tomó de las muñecas con una amarra al primer intento de defenderse- No tenemos prisa ¿verdad chicos?

-          Suéltalo ahora- exigió el peli rosa empuñando una mano en su dirección

-          ¿O qué? ¿Pelearas con nosotros?- todos se largaron a reír acercándose lentamente- Somos cuatro contra uno- movió la mano indicando a sus amigos al rededor dispuestos a pelear- y tu novio no logrará resistirse por mucho tiempo- indicó sonriente el pequeño pleito que mantenía Dae con sus dos acosadores

-          Te he dicho que lo dejen en paz. Suéltenlo ahora o lo lamentarán- volvió a rugir Ji

-          Se nos ha puesto fiera- dijo molesto un castaño mirando al que tenía a un lado- ¿le damos una lección, jefe?

-          Regocíjense- sonrió el mayor dando la orden de ataque

Ji alcanzó a esquivar una patada para poder darse vuelta y noquear al castaño mientras recibía un puñetazo en el estómago. Cayó al suelo medio atontado por el dolor sintiendo otro golpe llegarle directo al rostro. La furia lo invadió al sentirse impotente y sus ojos cambiaron de color a un rojizo intenso.

Ninguno de los cuatro esperaba lo que vino después.

Se colocó de pie rápidamente esperando a que fuesen por él nuevamente y cuando se le tiraron encima los hizo añicos a golpes. El jefe fue el primero en caer de una patada en la espalda dejando al resto impactado. Los primeros en huir fueron los mismos que le habían dado los primeros golpes al peli rosa intentando por todos los medios levantar al jefe. Ji se les acercó lentamente provocándoles un temblor en el cuerpo. El castaño sintió como Ji lo tomaba del cuello de la polera levantándolo del suelo para terminar tirado a un lado del jefe con un combo en el rostro igual al que le había dado él al peli rosa. Tomó al otro que le había dado el puñetazo en el estómago empuñando la mano dispuesto a partirle la nariz. Escuchó una cabeza golpear contra la muralla lo que lo hizo mirar de inmediato hacia dónde estaba Dae hace unos minutos viendo como el rubio caía despacio medio aturdido del golpe. Dae lo había empujado con todas sus fuerzas hacia el muro y se preparaba para terminar con el otro

-          ¿Qué mierda eres?- preguntó entre asustado y divertido el chico aún entre sus manos mirándolo directo a los ojos

-          Jamás se debieron haber metido conmigo- escupió un poco de sangre antes de impactarle su puño en el rostro. Cayó gimiendo del dolor mientras se tomaba la nariz con ambas manos sintiéndole escurrir la sangre. Ji se limpió las manos asqueado por la sangre que le manchaba su piel blanca. El olor se le hacía pestilente a pesar de ser un vampiro y es que esa sangre ni siquiera valía la pena. El último chico que le quedaba estaba a un lado del mayor terminando de ponerlo de pie

-          ¡Retirada!- grito a penas el jefe corriendo con toda su banda detrás media moribunda. Una sonrisa victoriosa invadió el rostro del vampiro haciendo que se le asomaran los colmillos filudos. Rio despacio meneando la cabeza

-          Se los advertí, idiotas- paseo la mirada por el lugar recordando que no iba solo- ¡Daesung!- gritó a penas lo vio sentarse en el suelo de manera pesada- ¿Te encuentras bien?- preguntó acercándose rápidamente mientras el color de sus ojos iba cambiando poco a poco volviendo a la normalidad

-          Sí, estoy bien- el platinado paso una mano por su cabello despejando sus ojos mientras subía su mirada hasta el rostro de Ji- ¡Estás sangrando!- notó preocupado poniéndose de pie con dificultad

-          No es nada, estaré bien- colocó las manos en sus hombros intentando evitar que se pusiera de pie. Se sentó a su lado intentando recuperarse un poco también. El dolor punzante en el estómago lo estaba volviendo loco y no dejaría de doler en un par de horas más o hasta que se alimentara

-          Dices que estarás bien, pero no te ves nada de bien- se quejó Dae sacando un pañuelo de entre sus bolsillos- al menos deja limpiarte- levantó su mano con el pañuelo intentando colocarlo en una herida en los pómulos pero al menor roce el peli rosa se hecho hacia tras con el ceño ligeramente fruncido

-          ¡Hey! Eso duele

-          Lo siento Ji- se disculpó con media sonrisa Daesung- es que no se me ocurre otra forma de ayudarte

-          Tranquilo, cuando llegue a casa me curo solo- cerró los ojos apoyando la cabeza en la muralla. Cada minuto que pasaba se convencía más que debía haberse quedado ese día en casa, hubiese evitado el incidente

-          ¡Es verdad!- gritó Dae poniéndose de pie- mi casa está cerca de aquí ¡Vamos!

-          ¿Eh? No, Dae no es necesario que…- el menor no lo dejó terminar levantándolo de una sola vez

-          Dijiste que no me dejaría llegar solo a casa ¿verdad? Pues entonces me acompañas- sonrió el platinado guiando a Ji por las calles con rapidez. El peli rosa sorprendido por la actitud de Dae se dejó llevar sin oponer demasiada resistencia. La mano del otro le transmitía una calidez única que casi le hacía olvidar el dolor que le provocaba cada paso que daba y su aroma volvió a ocupar todos sus sentidos haciéndolo avanzar medio hipnotizado. Al cabo de unos minutos llegaron al frontis de la casa de Dae por lo que este sin soltar a Ji abrió la puerta dejándolo pasar

-          ¿Vives solo?- habló por primera vez en un largo rato el peli rosa mientras veía al platinado desaparecer por una puerta para volver con un botiquín

-          Sí. Siéntate, se me será más fácil así- pidió amable preparando un algodón con alcohol- mi familia no vive aquí. Me vine a la ciudad solo por trabajo, bueno en realidad por estudios pero en este minuto solo trabajo

-          ¡Auch!- cerró los ojos al contacto del alcohol con su piel sintiendo como le escocía levemente. Dae se retiró rápidamente mirándolo con ojos asustado- lo siento, sigue

-           Es que si te vieras como has quedado…- reemplazo el algodón por otro pasándolo por los labios del mayor- gracias- Ji se sorprendió al oír el susurro de Dae mirándolo a los ojos sintiendo su cercanía- si no hubiese sido por ti no hubiera salido muy bien con esos seis. Si apenas me la pude con dos- sonrió ladeado limpiando con delicadeza la comisura de los labios

-          No tienes que agradecer, lo que pasó fue culpa mía- dijo apenado recorriendo al menor con la mirada evaluando su estado- además, al primero que se le tiraron fue a ti- tomó una de las muñecas del platinado notando unas marcas en ellas. Seguramente se hicieron cuando lo retuvieron

-          Eso es cierto- Dae frunció ligeramente el ceño pensativo- ¿Por qué sería?- se preguntó en voz alta. El atractivo de Ji bien les podría haber llamado la atención, bueno, al menos a él le parecía atractivo. Bastante si le preguntaban

-          Porque eres lindo- rio despacio Ji colocando un dedo en el ceño del menor

-          No te ofrecí nada de beber- Dae se puso de pie rápidamente sonrojado haciéndole gracia a Ji- ¿quieres algo?

-          Un poco de sangre, quizás- sonrió viendo como las mejillas del menor se ponían casi fluorescentes- me da igual, no te molestes

-          Tengo… tengo unas cervezas si no me equivoco- se dirigió a la cocina revolviendo en el refrigerador para volver con dos botellas heladas- ten- extendió la botella hacia Ji recibiendo una sonrisa a cambio

-          Gracias pequeño- bebió un poco del líquido frio pero el dolor de su estómago no pasaba del todo. Dae notó la mueca de dolor de Ji por lo que se apresuró a dejar su botella a un lado para sentarse frente a él

-          ¿Qué tienes?- el mayor no le respondió, en cambio se comenzó a sacar la polera mostrando todo su torso. Un nuevo sonrojo invadió el rostro de Dae pero intento mantenerse firme. Miró donde se tocaba el peli rosa viendo un moretón bastante feo

-          El maldito cobarde me dio duro- sonrió disgustado volviendo a los ojos de Dae- tranquilo, no me pongas esa cara, no me voy a morir- rio atrapando a Dae entre sus brazos de manera juguetona

-          Has sacado la peor parte de la pelea- apoyó despacio su cabeza en el hombro de Ji dejándose llevar

-          Pues es obvio- sonrió Ji inhalando profundo llenándose del aroma de Dae- ¿no dijeron que era tu novio?

-          ¿Qué tiene que ver eso?- preguntó confundido Dae sin dejar su cómoda posición

-          Tenía que proteger a esta belleza- ocultó su rostro en el cuello del platinado intentando no caer nuevamente bajo sus instintos

-          Eh… g-gracias- el menor agradeció la posición así Ji no veía su rostro sonrojado

-          Debería irme- alejó el cuerpo de Dae poniéndose con dificultad de pie

-          ¡Puedes quedarte!- el peli rosa miró extrañado a Dae y este al notarlo empezó a juguetear con sus manos- bueno, es tarde y… tengo una cama extra donde puedes dormir- ofreció ya más calmado

-          Te he causado suficientes problemas- dijo algo preocupado intentando mantenerse firme

-          Pero estás herido y…

-          Se sanarán- cortó Ji intentando caminar pero el hambre y el dolor era demasiado haciéndolo tambalear

-          Por favor- pidió Dae apurándose a ayudar

-          Maldición ¿por qué debes ser tan insistente?

-          Por favor- volvió a pedir Dae

-          Si me quedo más sólo tú saldrás perjudicado…

-          ¿Ji?

-          Debo irme

-          ¡¿Ji?!

-          Eres tan dulce… tu olor… me hipnotiza… tu sangre debe ser el néctar más dulce, pero si en mi boca toma un sabor amargo no valdrá la pena hacerte daño. No quiero tomarla… no quiero… ¿no quiero?

Dae comenzó a zarandearlo levemente intentando despertarlo a como de lugar. Asustado lo levantó del suelo para ir a recostarlo en su cama pensando en lo peor. Tal vez del golpe le había dado una hemorragia interna y necesitaba atención médica. Sin saber bien que hacer se sentó en la cama observándolo. Algunos tatuajes se apreciaban en su cuerpo invitando a recorrerlos con las yemas y su cuerpo delgado parecía frágil pero con todo lo que vio en la pelea sabía que no era así. Meneo la cabeza violentamente quitándose esos pensamientos de la cabeza. Aunque el mayor estaba dormido- o desmayado- su corazón aún se sentía acelerado por su presencia

-          Dae- susurró Ji abriendo un ojo

-          ¡Ji! Maldición, me has asustado- sin saber bien porque el menor lo abrazó fuerte mirándolo a los ojos- te has desvanecido y no sabía bien que hacer, es que fue repentino y…

-          Es solo hambre- interrumpió Ji cerrando fuertemente los ojos evitando por todos los medios mirarlo

-          Si es eso yo te preparo algo- dijo Dae mirándolo esperanzado

-          No es hambre de… no es hambre de comida- Si solo con la verdad me has de dejar ir…

-          ¿entonces?- los brazos de Dae comenzaron a soltarlo lentamente para poder mirarlo de frente

-          Te dije que no mentía- sonrió con dificultad

-          ¿E-eres un…? Pero ellos… no existen- sorprendido se colocó de pie mirándolo con atención por si era solo una broma pesada

-          Estás frente a uno- lentamente empezó a incorporarse- Deja irme- pidió cuando estuvo sentado del todo en la cama

-          Pero estás débil- insistió el menor sin tragárselo del todo

-          Dae, si me quedo de alguna manera esto saldrá mal. Necesito sangre y eso lo encontraré en las calles o en un hospital- aunque quería irse su cuerpo no le obedecía quedándose completamente inmóvil

-          Pero no estás bien… Ji…- el menor se le acercó con los brazos cruzados mirándolo como si lo fuera a reprender- no dejaré que te vallas, no así

-          Qué duro me has salido, chico

-          ¿necesitas mucha?- preguntó sentándose en la orilla de la cama sin despegar su vista de él

-          No puedo excederme, hace años que no matamos a nuestras… a los humanos por sangre. La ley se ha puesto dura aunque la gente no lo vea así

-          ¿entonces yo te sirvo?- volvió  preguntar pero con un tono un poco más nervioso

-          No es necesario que lo hagas- se sorprendió Ji al entender las intenciones del menor. Dae se tomó la orilla de la polera quitándosela por arriba dejando su torso descubierto al igual que el de Ji

-          S-solo… solo no ensucies demasiado- pidió cerrando los ojos mientras se sentaba de espaldas a él. Ji sin reaccionar del todo lo comenzó a observar. Sus músculos de le marcaban por la tensión provocándole un escalofrió y una mueca torcida ¿en verdad estaba dispuesto a alimentarlo? El olor dulzón le calaba las fosas nasales invitándolo a disfrutar del buffet pero algo en su mente le decía que tentadora o no la oferta, no estaba bien- m-me pone nervioso la espera. Es solo sangre ¿no?- volvió a preguntar Dae dándole la cara a Ji

-          Venga que no es una inyección- bromeo Ji poniéndose de pie- es algo tarde deberías dormirte, ha sido mucho por una noche- recomendó colocándole una mano en el hombro

-          P-pero tienes hambre- Daesung se puso de pie siguiendo al vampiro hasta las escaleras- ¿o solo tomas de chicas?- preguntó pensando en algunas películas de vampiros que había visto

-          Usualmente- se encogió de hombros dándose la vuelta quedando frente al platinado- solo temo dañarte…

-          ¿Y no hay algo que la reemplace? Digo, es que no lo sé, es algo raro… podría ser algo así como los vegetarianos reemplazan la carne con soja y esas cosas ¿no podrías reemplazarlo por otra cosa?

-          No es tan así- suspiro Ji mirándolo a los ojos mientras subía una mano hacia su rostro. Sus ojos se tornaron rojizos pero de inmediato meneo la cabeza volviendo a la normalidad

-          ¿Q-Qué fue eso?- se sorprendió al notar el cambio de color

-          Tu olor ¡Maldición!- golpeo una muralla con fuerza bajando las escaleras- me estás volviendo loco- el platinado sin entender lo siguió de cerca pero no se dio cuenta cuando el vampiro se dio la vuelta quedando frente a él- me traes loco- volvió a decir tomándolo de las muñecas dejándolo contra la muralla. La respiración se le volvió agitada mientras se guardaba por última vez el aroma que expedía el menor en la mente. Tomó su mentón con una delicadeza  que contrastaba con la fuerza ejercida en sus muñecas- lo siento

Unió sus bocas en un tierno beso rozando a penas los labios suaves de Daesung. Sintió un leve temblor en el cuerpo del platinado por lo que soltó lentamente sus muñecas para acercarlo a su cuerpo desde las caderas. Paseo su lengua humedeciendo el labio inferior del menor pidiendo con algo de timidez la entrada la cual fue concedida de la misma manera. Saboreó por primera vez el dulce sabor del beso de Dae entremezclarse con su sabor mientras las manos de Dae lo rodeaban con lentitud causándole múltiples sensaciones al rozar su piel. Sin saber cómo pasó, el frío de la muralla le toco la espalda sintiéndose ahora él aprisionado contra la pared

-          ¡Uh!, Dae- habló entre el beso abriendo levemente los ojos para comprobar su posición pero los volvió a cerrar dejándose llevar por la danza de sus lenguas. Su orgullo se vio levemente dañado al notar que no podía moverse por lo que recurrió nuevamente a su fuerza llevándoselo a un sillón cayendo con el platinado de espaldas

-          Ji- susurró Daesung intentando llenar sus pulmones nuevamente separándose del beso. El menor oyó algo parecido a una protesta lo que le causo gracia subiendo sus manos al rostro del peli rosa quitando algunos cabellos de su frente- n-necesito respirar también- comentó sonrojado mirándolo directo a los ojos

-          ¿Quién necesita oxígeno?- rio GD atacando sus labios nuevamente

Las manos de Dae se aferraron con fuerza a su cuerpo intentando por todos los medios no caerse del sillón mientras se dejaba arrastrar junto con las miles de sensaciones que le provocaba al tocarlo. El aire comenzó a escasear nuevamente por lo que el vampiro termino el beso con una suave mordida en el labio. El menor abrió la boca para decir algo pero Ji se le adelanto mordiendo y succionando cada centímetro del cuello haciendo que un pequeño gemido saliese de la boca entre abierta del platinado dándole a saber que estaba a gusto con el trabajo del algodón de azúcar. Coló sus manos por las caderas jugueteando con la orilla del pantalón mientras iba bajando con lentitud beso a beso por el torso desnudo de Dae

-          Ah… JiYong-ssi- gimió al sentir la lengua húmeda hacer un círculo alrededor de su ombligo haciéndole arquear la espalda levantando con él al peli rosa

Una sonrisa victoriosa apareció en el rostro de Ji siguiendo su camino hacia el cinturón de Daesung quitándolo con una sola mano bajando con parsimonia sus dedos por sobre él haciendo un poco de presión acariciando por encima de las telas

-          Ahh… Ji…- un jadeo corto salió de su boca sacando la lengua hacia fuera en un intento por reprimirse. La sonrisa creció al oírlo haciendo caminar sus dedos por encima notando el bulto que ya se le notaba a Dae

-          ¿Te gusta?- preguntó bajando el cierre (zipper) lentamente mirándolo directo a las orbes oscuras- espera que aún no empieza lo bueno- con agilidad quitó las últimas prendas que le impedían el paso tirándolas a un lado despreocupadamente. Tomó entre sus manos el miembro palpitante del menor lamiendo la punta lentamente sacando por cada lamida un gemido. Con su mano derecha comenzó a acariciar cada rincón cercano mientras que con su boca comenzó a jugar con un mete y saca gradual engulléndose cada vez más el miembro hasta metérselo por completo

-          Ji…- gimió Dae tomándolo de los cabellos con suavidad- GD- llamó nuevamente tirando la cabeza hacia tras sin recibir respuesta.

En cambio fue como un estímulo haciendo que Ji acelerara su trabajo mordiendo con suavidad de vez en cuando la punta sacándole un gruñido. El cuerpo del platinado se tensó levemente anunciándole el orgasmo por lo que el peli rosa se preparó. Un líquido tibio le invadió la boca ahogándolo levemente pero al momento se repuso tragándoselo todo

-          Intente… intente avisarte- rio pesado sintiendo su cuerpo relajarse tras la descarga

-          Eres delicioso- sonrió Ji volviendo a sus labios para atacarlo con fiereza. Sin darse cuenta cayeron al suelo dejando al peli rosa abajo. Daesung aprovechó la posición para atacarle el cuello besándole con pasión al igual como lo había hecho el primero pero de inmediato una idea le asaltó la mente por lo que paso del cuello a las clavículas mordiendo con suavidad

-          Dae… Ghh- la respiración se le entrecortó dejándose seducir por las caricias y besos

Las manos de Dae se colocaron a ambos lados de la cabeza de Ji mientras sus rodillas le aprisionaban tranquilas las caderas. El peli rosa lo miraba expectante mientras este se sentaba arriba de su pelvis pasando la yema de los dedos por sus costillas provocándole pequeños temblores. La presión que le ejercía el cuerpo del platinado sobre su miembro lo estaba volviendo loco pero su orgullo era más grande y no iba a suplicar por lo que quería aunque todo su cuerpo lo gritase al mismo tiempo. En cambio subió el rostro mordiéndole la oreja de modo juguetón

-          Me has puesto de nuevo- susurró Dae a su oído con la respiración agitada. La mirada de Ji se desvió hasta su miembro notando la nueva erección del menor sorprendido por su rápida reposición

-          Habrá que arreglar eso entonces- susurró de la misma manera sintiendo como las manos de Dae se intentaban deshacer de sus pantalones por lo que levanto las caderas ayudándolo en su tarea. Las prendas volaron dejándolos libres mientras se besaban por enésima vez en la noche… más bien madrugada

Se separaron dejando un pequeño hilo entre ellos mientras Dae bajaba hacia el miembro de Ji pero este lo detuvo mientras negaba con la cabeza. En cambio lo recuesta con delicadeza dejándolo con su entrada expuesta pasándole una mano que sin palabra el platinado comienza a lamer cual caramelo ensalivándola

-          Te dolerá en un principio- dijo despacio acomodándose- Bueno, eso dicen- sin esperar respuesta metió el primer dedo con delicadeza sin entrar por completo.

Siente el cuerpo del platinado tensarse levemente mientras cierra los ojos con fuerza incómodo por la intromisión y se arrepiente de su decisión, tal vez él era el más apropiado para estar en ese lugar pero no lo había pensado. A diferencia del menor él penas siente el dolor, o al menor sentirá menos luego de reponerse de su falta de sangre que no le deja cicatrizar tranquilo. En ese minuto recuerda los dolores que le aquejaban hace no mucho rato atrás sorprendiéndose de su olvido. Sacude su cabeza dejando los pensamientos de lado mientras introduce un segundo dedo. La tensión del cuerpo de Dae vuelve a subir haciendo que sus preocupaciones volvieran pero no podía asegurar que el aguantaría mejor ya que nunca lo había hecho. Escuchó un tímido “no te preocupes” de los labios del repartidor por lo que comenzó a hacer círculos y tijeras con lentitud notando como la entrada se dilataba a su paso. Se atrevió a meter un tercero jugando a un mete-saca terminando su misión con honores. Aún indeciso sacó los dedos reemplazándolos con su miembro que se puso con nerviosismo en la entrada

-          Voy a entrar- anunció Ji mirando a las orbes oscuras de Dae viendo como asentía con la misma duda que él.

Sin saber bien lo que hacía lo tomó de las manos para dejarlo frente a él besándolo con suavidad. Acomodó por segunda vez su miembro en la entrada metiendo la punta con lentitud. La tensión en el cuerpo de Dae le preocupó pero siguió con su trabajo introduciendo con cautela el resto de su miembro. Un gruñido se le escapó de los labios al sentir la mitad adentro y al abrir los ojos notó como una lágrima se escapaba de los ojos del platinado.  Un nuevo sentimiento lo embargó haciendo que casi por reflejo besara su rostro bebiéndose las lágrimas saladas susurrándole al oído un “tranquilo” para que lo mirara. Cuando tuvo el contacto visual que quería termino de introducir su miembro. Sintió su cuerpo lanzarle una descarga eléctrica recorrerle entero terminando su recorrido en su propio miembro agitándolo levemente. Espero con paciencia a que el platinado le mandara alguna señal para seguir con su trabajo. Las caderas de Dae se levantaron levemente por lo que empezó a hacerlo subir y bajar con lentitud provocando un vaivén lento. Sin saber cuándo, Daesung empezó a subir y bajar por su cuenta llevando el ritmo. Buena posición se le había ocurrido. Miles de corrientes lo recorrieron al sentir que Dae incrementaba la velocidad a su gusto

-          D-Daesung-ah- gimió tirando el cuello hacia tras

-          ¿Está bien así?- preguntó dificultoso sonriendo a medias. El cabello se le pegaba al rostro mientras miles de gotas perladas le comenzaban a cubrir el cuerpo y su respiración se aceleraba con el paso del tiempo. Un gemido ahogado fue su única respuesta por lo que contento siguió con su trabajo.

Ji colocó sus manos en el piso haciendo de apoyo sintiendo como las fuerzas se le iban por cada subida y bajada del platinado. Acostumbraba a llevar el ritmo, a estar arriba por lo que era nuevo para él. Y no le desagradaba para nada. Abrió los ojos observando expectante el trabajo del menor notando como su pecho se le movía agitado. Llevó sus manos a las caderas de Dae ayudándolo con su movimiento mientras al mismo tiempo lo embestía con fuerza. Los gemidos del platinado se ahogaron en su garganta dejándose llevar por el peli rosa. Sintió su cuerpo tensarse anunciándole el clímax. Ji aceleró las embestidas haciéndolas más largas y profundas

-          Ji… Ahh… ahí- pidió agitado. El peli rosa intentó dar otra embestida profunda tocando el punto G de Daesung haciéndolo gemir con fuerza. Notó la tensión apoderarse de su cuerpo también por lo que intentó llegar al mismo punto por cada embestida- Ahhh… Ji…- Tiró el cuello hacia tras con la boca entre abierta sintiendo como toda su esencia se liberaba entre ambos cuerpo manchando sus vientres

Un par de embestidas coronaron el final mientras lo abrazaba clavando sus colmillos en el cuello blanquecino del menor obteniendo aquel dulce néctar con el que había estado soñando toda la noche. Daesung sintió un líquido tibio llenarle el interior con violencia mientras un pequeño gruñido salía de sus labios sintiendo una punzada causada por la mordida mientras su sangre lo abandonaba poco a poco.

Las manos del peli rosa lo rodearon soltándole el cuello lentamente saboreándose los labios mientras los ojos oscuros de Dae se clavaban en su rojiza mirada. Con la misma lentitud sacó su miembro de la entrada haciendo que el líquido empezara a salir con dificultad provocándole pequeños espasmos al platinado

-          Lo siento, no lo pude evitar- dijo aún agitado lamiéndose los labios. Dae se le acercó al rostro besándolo suavemente entremezclando todas sus esencias en la unión mientras con una mano detenía el viaje de una gota de sangre en medio del cuello del peli rosa

-          No me convertiré en vampiro ¿verdad?- dijo al rato recostándose en el suelo sintiendo como el líquido tibio aún salía de su interior

-          Para mi buena suerte, no- sonrió acariciándole el cabello mientras lo veía desde arriba

-          ¿Para tu suerte?

-          No quiero que muerdas a nadie que no sea yo- rio besándolo nuevamente- toda la noche espere tenerte, desde el primer momento que te olí

-          ¿Qué me oliste? ¿No será que me viste?

-          Cosas de vampiro- dijo sin darle importancia mientras lo abrazaba besándole donde lo había mordido

-          En mi vida había sentido una alfombra tan cómoda- sonrió Daesung colocando su cabeza en el pecho de Ji sintiendo como este lo rodeaba con los brazos haciéndolo caer lentamente en el sueño- descansa, mi vampiro

-          Descansa, mi ángel- sonrió también mirando hacia el techo mientras se saboreaba los labios- El néctar más dulce y no me sabe amargo- se dijo a sí mismo besando la frente del platinado para irse quedando dormido con lentitud- tal vez solo necesitaba encontrarte…

Notas finales:

Muchas gracias por la espera a mis chicas de BigBang fics a las cuales vengo tramitando desde la noche de halloween TwT

Espero que haya sido de su agrado, espero sus comentarios en la página y aquí n_n

 

Sung


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