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Velada de Nochebuena por Ana Reiko

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Notas del fanfic:

Este finc esta enfocado en que ya termino al cuenta regresiva y Onodera ya cayo en el amor de Takano...ademas de otros detalles

Notas del capitulo:

Hola de nuevo

Si se que no he terminado mis otro finc (sueño humado) y pueden lanzarme tomates por esto, pero es que no pude resistirme con las fechas que se vienen y que andan en Animate muy felices por el cumpleñaos de Takano Masamune (incluida yo) ps la inspiracion salio sola....

Bueno esta historia de dos capitulos consecutivos y claro ya esta terminada es un one shot largo que decidi dividir...

Lunes 24 de diciembre, en muchas partes del mundo se le conoce como la fiesta de la víspera de navidad, en Japón amigos y parientes, inclusive amantes, se preparan para pasarla bien, comer y divertirse…Sin embargo…en la editorial Marukawa es distinto.

Desde la mañana la mayoría de los empleados han estado corriendo de aquí para allá, debido a que se aproximan las vacaciones invernales y todas las publicaciones de las diversas revistas de Marukawa están dando el último acto del año. Sumado a ello, Takano como editor en jefe del departamento de Esmeralda, de la zona shojo, junto a los demás editores en jefe de Japun y Zafiro estaban dando el resumen del año acerca de todos los números que se publicaron anualmente, asimismo presentar el plan de trabajo del próximo año.

Desde su desordenado escritorio Onodera Ritsu estaba afinando los últimos detalles del último número de Emerld del año.

Y ahora el ojiverde suspiraba mientras miraba alrededor viendo a sus compañeros de trabajo haciendo lo suyo para poder concluir todo esta noche y así tener el 25 libre, sin embargo se quedo mirando la silla vacía de su jefe, reprochándose a si mismo volvió a sus labores.

-Me pregunto si estará todo el día en juntas anuales…-murmuro Onodera un poco decepcionado.

-Ritchan, ¿dijiste algo?...—pregunto Kisa-san al ver cabizbajo al novato.

Al verse descubierto el ojiverde intento despistar a su compañero de trabajo.

-No, Kisa-san estoy bien…--rio levemente.

-mmm, es que desde hace rato, veo que estas pensativo…--de repente, cambio su rostro a uno pícaro--… ¿Acaso estas pensando en alguna…amante?

Esto llamo la atención de Mino y Hatori. La cara de Ritsu se puso roja como tomate.

-Vaya, parece que di en el clavo…bueno es lógico es navidad y quieres estar con ella lo más pronto posible…

-¡Pero qué estás diciendo Kisa-san!, yo no tengo novia

-No-te-creo

-¡Kisa-san!

El susodicho se rio del joven era tan fácil poner nervioso al novato, y de este modo como comenzó este lapsus de relax, se termino y todos los editores volvieron a sus actividades.

-No es que espere que algo pase este año…--reflexiono  Onodera, de nuevo deteniéndose en sus pensamientos.—Hoy es el cumpleaños de Takano-san, y eso me preocupa, no creo que pueda ir a comprarle un regalo, hace 3 meses que oficialmente estamos saliendo ...

Habían ocurrido muchas cosas, a finales de septiembre debido a un incidente con Haitani Shin, en donde el susodicho trato de manipular a Takano con ciertos aspectos del pasado de este y su actual relación con Onodera, mermando su mente con conclusiones sobre que estaba forzando a Ritsu a tener una relación física y emocional con él, y que solo conseguiría que el ojiverde lo odiara a largo plazo.

Todo se volvió una total confusión, fueron días en que ninguno de los dos sabia que hacer, ya que, esto afecto hasta su relación laboral, fue hasta que Ritsu se harto.

Ese día  el novato siguió a Takano, cuando este se hallaba con Haitani en una conversación acalorada en un área despejada de Marukawa, en donde si las cosas hubieran ido más allá, seguramente el editor de Earth pudo haber logrado que Masamune cayera en sus redes.

Esa escena aun estaba fresca en su memoria.

-Pero si es Onodera-kun…--dijo Haitani con una gran sonrisa.

-No sabía que estabas aquí en Marukawa, Haitani-san…--saludo con la mano el novato. Luego vio algo que jamás creo mirar, Takano estaba con una expresión lastimosa y su rostro gacho.

-ne Onodera-kun, estoy aquí ya que le propuse a Takano que regrese a Earth a trabajar en manga Shonen, después de todo hay una oferta de trabajo excelente, aun mas buena que las que puede dar Marukawa, asimismo con su experiencia tiene asegurado el éxito…--explico Shin muy tranquilamente

Este hecho sí que desconcertó a Ritsu. Luego Haitani se acerco lo suficiente al ojiverde, invadiendo su espacio personal

-¿No es una buena noticia?—susurro serenamente--  de esta forma podrías descansar  del “acoso” de Takano y de su constante insistencia…

Onodera encaro a su interlocutor con temor y supresa.

¿Cómo sabia tanto Haitani? ¿Quién le había contado?

-Tú no quieres salir lastimado de nuevo ¿No es así?, si se separan por un tiempo podrán descansar uno del otro y poner en orden tus sentimientos, la distancia lo hará…. —siguió con sus palabras tan frías y mordaces el editor de Earth--…Así que por lo demás, déjame a Takano en mis manos, le tratare bien…--susurro misteriosamente, con una sonrisa envuelta en triunfo.

Los ojos esmeraldas de Onodera busco a Takano, quería que el dijera algo, no obstante el editor en jefe no pronunciaba palabra alguna estaba solamente ahí escuchando toda la plática, con la vista desviada, apenada.

¿Qué le dijo Haitani-san para ponerte de tal forma? No, no quiero verte de esa manera… por favor di algo

-Esta fue la decisión de Takano…

El as de Esmeralda asintió, dándole la razón a su ex compañero de trabajo. Eso si lo destrozo al menor.

-Bueno, entonces nos vemos después Onodera-kun…--se despidió Haitani dirigiéndose al lado de Masamune, quien todavía estaba en el modo sumiso ante todo lo que ocurría. Shin lo tomo del brazo para llevárselo de ahí.

No lo toques…No lo alejes…

¿No vas a luchar Takano-san?

Antes de que avanzaran más, Onodera empujo a Haitani Shin y lo alejo de Takano Masamune, al tiempo que se adueñaba del brazo de este como si fuera su posesión.

-¡No quiero! ¡No puedes llevártelo, porque Takano-san es mío!

Masamune se desconcertó por el comportamiento posesivo de su uke. Una sonrisa burlona se apodero de los labios de Shin.

-Pero Onodera-kun, no me dijiste ese día que salimos de copas que era difícil estar cerca de Takano ¿por qué te presionaba demasiado? Y que algunas veces lo odiabas…

-Yo…yo lo dije puesto que ese día había peleado con Takano-san en el trabajo, estaba enojado y solo…solo me desahogue por el mal día…--explico rápidamente, sin dejarse intimidar--…¡Realmente yo admiro a Takano-san porque es un trabajador extremadamente capaz!,--hizo una pausa para tomar aire, era ahora o nunca, si no lo decía, el karma le haría una mala jugada debido a que le estaba dando a entender que sino defendía lo suyo podrían quitárselo---¡Además yo no lo odio, sino todo lo contrario!¡YO LO AMO!...—grito esta frase.

Los ojos de Takano se abrieron, sacándolo de ese trance de melancolía que sufría al atormentarse por todas los panoramas que le mostro Haitani.

Ritsu recupero la respiración poco a poco, le grito a Haitani en su cara.

-No acepto la oferta de trabajo. —Exclamo con su tono acostumbrado Takano. — Márchate Haitani y ya no insistas…--concluyo.

-Takano, estas dejando ir la oportunidad de tu vida…--Miro a Ritsu que aun se aferraba mas al brazo del editor en jefe de esmeralda— ¿por Onodera-kun?, ni siquiera sabes si mañana te deje de “amar”

Lo había dicho, ahora todo concordaba en la mente de Ritsu, Haitani estaba detrás de Takano desde un principio y de cierta forma siempre ambicionó arrebatárselo haciéndose pasar por alguien amable y de confianza, ahora llegaban a su mente el recuerdo de las advertencias que en múltiples ocasiones su jefe le dijo sobre esta persona.

-Para mí que lo haya dicho hoy es más que suficiente…

Sacudiendo los hombros, dando a entender que se había dado por vencido Shin, paso al lado de los dos chicos, con una sonrisa que en cuanto salió del campo visual de Onodera y Takano, se torció a un apretón de dientes por la frustración por su plan  no cumplido.

Desde ese mismo día, las cosas se aclararon entre el novato y el editor y jefe y simplemente todo se resolvió y ambos aceptaron comenzar a salir de manera oficial.

Ahora regresando al presente, Onodera dejo de fantasear. Ya era más de las 8 de la tarde, y como había predicho el novato, su jefe estuvo todo el día en juntas.

-Mejor me voy a casa primero…--musito, era el último en irse, todos los demás se había retirado, el uso como excusa algunos detalles laborales sin resolver. —Quiero comprarle algo…pero no se qué…

Con ese pensamiento abandono las instalaciones de Marukawa, no aspiró avisarle de su partida a Masamune, además este traía su vehículo, podría llegar rápidamente a casa, además Ritsu quería que su presente de navidad y cumpleaños fuera sorpresa, el año pasado había elegido un regalo practico que se podría catalogar como un presento menos atractivo.

Ya pensaría en algo, entraría en alguna tienda que abundaba por la estación del tren y escogería algo.

Eran las 9 pm, y el editor en jefe de esmeralda al fin abandonaba la sala de juntas, sigilosamente tomo sus cosas y se dirigió a su zona de trabajo, al tiempo que recibía un mensaje de felicitación de parte de Yokosawa. Sonrió cálidamente, era increíble que después de todo lo que habían pasado, aun fuera amigos y lo mejor el mundo es que sin proponérselo, se percato que el “Oso gruñón” de ventas había encontrado a alguien con quien compartir su vida, una vez de reojo pudo ver a Kirishima Zen, el editor en jefe de Japun robándole un beso a su amigo y colega, en una sala de juntas, Takafumi  le reclamo que no hiciera eso en el trabajo, esa expresión y comentario le hizo acordar a Onodera, nunca pensó en verlo de tal manera. Ambos por fin habían “llenado” sus vidas con la dicha del amor. Cuando Masamune llego a Esmeralda, no encontró a nadie, lo sorprendió, bueno era de esperarse, Ritsu estaría cansado, sumado a que ya hablaría con el mediante mensajes de texto o emails, no tenía planes de hacer nada para esta fecha, estaba tan lleno de alegría y gozo de que al fin tenia a Onodera a su lado que no podía pedir ningún otro regalo.

Condujo hasta su apartamento y entro en el, se sobresalto al ver la luz del salón encendida, pero luego se percato que había en el genkan un par de zapatos familiares.

-¿Desde cuándo cocinas Onodera?...—cuestiono con ternura al ver a su uke cocinando, siguiendo la receta de un libro de cocina, seguramente comprado recientemente.

-Cállate, yo siempre he podido cocinar por mi cuenta…--respondió ofendido

-Los almuerzos de las tiendas de conveniencia no cuentan…--bromeo acercándose al ojiverde que no quería descuidar lo que se hallaba en la estufa. —Ya veo son verduras fritas… ¿Ya pusiste la arrocera?

-No aun no, si me descuido se quemaran…

Con la calma del mundo, Takano empezó con sus labores en la cocina, poner el arroz, colocar un poco de pescado en el horno para hacer pescado en su jugo. Era raro estar en la misma cocina y más en estas fechas. Masamune abrió el refrigerador y descubrió un paquete de la pastelería, seguramente su amante lo había comprado para él, prefirió hacerse el ciego y no decir nada.

Una vez que todo estaba listo, pusieron la mesa y se sentaron en el suelo, sobre dos cojines, para estar en la misma altura.

Antes de comenzar a comer, Onodera dijo:

-Espera debo traer algo de mi bolso…--advirtió levantándose, entonces Takano aprovecho para ir a buscar algo a su dormitorio.

Los dos mostraron que se habían acordado del otro, al poner ambos regalo sobre la mesa.

-Onodera traeré el pastel de una vez…hay espacio en  la mesa…

Ritsu había sido descubierto, y agacho la cabeza al asentir al comentario de su jefe .Masamune salió a traer el pastel al refrigerador. Un sonrojo se apodero de Ritsu, recordó algo de su pasado.

“En ese entonces solía fantasear sobre es todo el tiempo. Senpai y yo nos sentaríamos uno enfrente del otro en navidad, con un pastel en medio, y después intercambiaríamos regalos”

Una vez que la torta de crema de fresas estuvo en la mesa, ambos dieron gracias por la comida e iniciaron el rito.

No había conversación, un sentimiento apachurraba el corazón de Onodera, veía a Takano como un enamorado completo, y cuando se vio descubierto desvió la mirada.

Cuando terminaron de comer se dispusieron a tomar el pastel.

-Takano-san ahora levanto la mesa…--aviso el ojiverde, tomando los platos sucios y desocupados

-Déjalos solo en el fregadero, mas tarde los limpiare…--dijo encendiendo un pequeño cigarro mientras su uke no lo veía.

En un movimiento rápido Onodera le arrebato de su boca el cigarro antes de que su seme pudiera disfrutarlo, había leído sus intenciones, el novato sabía de antemano que su jefe fumaba cuando él no lo veía.

-Debes tratar de dejarlo…

Una sonrisa suave se poso en los labios del pelinegro.

-Lo he intentado hace años, pero no lo he logrado, pero ahora que estás conmigo estoy seguro que lo lograre…  

“Imaginaba que todo estaría iluminado bajo una tenue luz de vela…”

-No pongas esa responsabilidad sobre mis hombros, también tienes que poner de tu parte…

-Tienes razón…

“Y mi corazón latiría intensamente…”

-Tu plato

-Eh?

-El pastel…

El pastelillo era de vainilla con frutilla, su glaseado de chocolate y aquellas fresas adornándolo, era simplemente una delicia a la vista. Con calma ambos hombres  disfrutaron cada rebanada de ese manjar dulce.

-¿Quieres otro pedazo?—pregunto Takano, este término en un santiamén su propia ración, adoraba de cierta forma los pasteles, las demás cosas dulces solo las frecuentaba cuando realmente tuviera muchas ganas.

-No, estoy bien Takano-san, no quiero cargar a mi estomago…

El Seme volvió a colocar el pastel en su empaque original, luego se volvieron a acomodar para darse sus regalos. Los dos amantes se propusieron como jóvenes enamorados a abrir sus obsequios al mismo tiempo, se asombraron al ver el contenido de sus cajas.

Notas finales:

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