Seungri recorría los pasillos del palacio real con una gran sonrisa en su rostro, después de todo habían pasado cinco años en los que había estado trabajando junto con sus hermanos para lograr que La Comunidad fuera un lugar en que las diferentes habilidades fueran tratadas por igual
No había sido sencillo, tuvo que desterrar a los ancianos que se oponían a cambiar las viejas costumbres, pero los pocos jóvenes y algunos de los padres cansados de las tiranías se unieron al nuevo rey contra aquellos que se opusieron a los nuevos ideales y cuando lograron la victoria crearon un nuevo consejo en donde las decisiones se tomaran tanto por su majestad como por sus consejeros
Las pérdidas que sufrieron fueron terribles, no solo de manera económica, ya que tuvieron que romper negocios con otras comunidades, sino también de vidas, ya que muchos de los desterrados prefirieron cometer suicidio a ver como el único mundo “seguro” que conocían eran demolidos a golpes
Sin embargo, Seungri nunca se dio por vencido, por más negras que se ponían las cosas él sabía que pronto pasaría la tormenta y que pronto podrían ver los frutos de su esfuerzo, además no podía darse el lujo de deprimirse pues tenía el constante apoyo de sus hermanos y de las gemelas que siempre estaban a su lado
Era afortunado, de eso no cabía duda, mas eso no significaba que a veces, durante las incontables horas que pasaba en vela, no pensara en la otra vida que había dejado atrás y en la que pudo haber sido feliz hasta el día de su muerte
Especialmente no existía un solo día en que no pensara en su amado dragón
Tenía aún muy presente cuando se separaron, no había sido algo sencillo, tampoco fue difícil, era algo que los dos sabían que era necesario y que a pesar de sus corazones rotos, no hicieron nada para impedir la separación
Jiyong sabía que algo andaba mal, no le había gustado nada que el panda les pidiera que lo dejaran a solas con las bruja que le hizo olvidarlo, quiso discutir, pero al ver el rostro serio de su amado no le quedo de otra más que seguir al resto fuera de la habitación
Marianne intento relajarlo, no obstante, fue imposible, el líder estaba realmente preocupado, si, comprendía que la chica había actuado de esa manera antes por órdenes del difunto padre de Seungri y que ahora que sabían que eran medios hermanos no podía no había motivo para desconfiar de ella, pero…
O tal vez no era en si él que el maknae estuviera cerca de Lele, sino que le angustiaba la expresión de firmeza que había demostrado, él mejor que nadie lo conocía y algo muy dentro suyo le decia que Seungri ya tenía ya planeado lo que haría en adelante y esa vocecilla también le susurraba que era posible que él no estuviera en ese plan
Pasó una hora larguísima, en la que GD estuvo a punto de ir a interrumpir la conversación de los hermanos, y cuando se armó de valor para hacerlo, la puerta se abrió y de ahí salió Lee Hi con los ojos hincados y las mejillas con rastros de lágrimas, ella le indico que entrara y sin dudarlo lo hizo
Lo primer que vio fue a Seungri sentado en el marco de la ventana, tenía una pierna cerca del pecho en donde se recargaba su barbilla, se le notaba muy sumido en sus pensamientos y no se percató de la presencia de su hyung hasta que el mayor se sentó frente a él y le tomo de la mano
- Apenas y puedo creer que mi padre este muerto – comento el panda aun con la mirada fija en el paisaje de afuera – Es increíble ver que pase la mayor parte de mi vida tratando de complacer a alguien a quien no le importaba
Jiyong apretó la mano del maknae en forma de consuelo, no se creía capaz de encontrar las palabras adecuadas para confortarlo, después de todo el jamás podría comprender el sufrimiento por el que había pasado Seungri y que a pesar del mal trato, su corazón era tan grande que aun así le dolía la muerte de su padre
Seungri correspondió el gesto, entrelazo sus dedos con los del mayor y por primera vez lo miro al rostro desde que el otro ingreso a la habitación, alzo su brazo de tal manera que sus manos unidas estuvieran en una posición en que los rayos del sol las acariciaran suavemente
- Cuando veo nuestras manos juntas siento que no hay nada en el mundo que pueda detenerme – dijo el menor con una sonrisa melancólica sin dejar de contemplar los hermosos ojos de su hyung favorito – Y sé que tú me apoyarías en cada cosa que decidiera y estarías ahí para corregir mis errores – había tanto amor en su voz – Te amo tanto, Jiyong – trago saliva – Estoy tan agradecido con el destino por haberme puesto en tu camino
Jiyong abrió los ojos por la sorpresa, no es que no creyera en los sentimientos del menor, es solo que la manera en la que se expresaba como una despedida, era como si después de aquella reunión ya nada sería igual entre ellos
- ¿Me estas apartando de tu lado? – pregunto el líder directamente, no le gustaban los rodeos, prefería las malas noticias de una buena vez por todas - ¿Es eso lo que tratas de decirme?
Seungri podía leer con claridad todos los pensamientos que cruzaban por la mente de Jiyong y aunque su corazón palpitaba violentamente por la culpa de hacerlo sufrir, sabía que era lo correcto, y era bien sabido que a veces eran las peores decisiones que tenías que tomar
Amaba a Jiyong de eso no cabía duda alguna, y por ese mismo amor estaba dispuesto a sacrificarse con tal de que al mayor no le pasara nada y pudiera continuar con su sueño, ya que jamás en la vida podría perdonarse que por él, Ji tuviera que abandonar el mundo de la música
Y Jiyong tampoco podría pedirle que dejara a La Comunidad y que regresara junto con el resto de sus hermanos a Corea, porque sería como matar una parte del panda
- Ji – dijo de manera tierna sentándose de tal manera en que su frente se recostó en la de Jiyong – Sera doloroso al principio, puede que sea imposible superar este amor, pero lo mejor para ambos es ver al otro intentando su mejor esfuerzo en aquello para lo que es bueno – el líder comenzó a llorar porque sabía que el maknae tenía razón – Tú tienes un mundo que espera por conocer al grandioso G-Dragón y yo tengo a un pueblo que necesita de un Rey
- Un rey maravilloso que podrá darles la libertad que tanto han esperado – comento Jiyong colocando sus manos en las mejillas de Seungri – Te amo tanto, Lee Seunghyun, mi Seunghyun
Los dos unieron sus labios en un beso desesperado, en donde volcaron todas sus emociones, su amor, su deseo, su pasión, su dolor, su temor, porque esa sería la última vez en la que los dos volverían a estar juntos de esa manera
Un fuerte golpe distrajo a Seungri de sus ensoñaciones, era fácil para el perderse en el momento en que se despidió para siempre de su amor, giro su atención hacia un grupo de cinco niños y niñas que jugaban alegremente en el salón principal con una pelota de futbol
Sonrió al verlos tan felices, era extremadamente agradable ver a gente en el palacio, anteriormente solo se podía encontrar de vez en cuando a miembros selectos de La Comunidad y con un rango alto, ahora todo era distintito, y cualquiera podía disfrutar de su casa como si fuera propia
Continuo su recorrido hacia el jardín exterior en donde lo esperaba su mejor amiga y compañera fiel, Marianne que al verlo corrió hacia el con los brazos extendidos y le dio un gran abrazo, el cual el correspondió con la misma efusividad, ya que estaba a punto de despedirse de ella
- Seungri, estoy tan contenta de que hayas dejado tus ocupaciones para llevarme al aeropuerto – le tomo de las manos y se las estrujo – Mas no es necesario, Marbelle y yo nos iremos juntas
El Rey se impresiono ante la notica, aquella era la primera vez que escuchaba que la otra gemela también pensaba irse de Francia, no es que le sorprendiera tanto esa decisión, solo que lo impulsivo de la decisión no se lo esperaba
- Entonces solo me queda desearles buen viaje a las dos – dijo con tranquilidad, abrazando de nuevo a su amiga – Te quiero, Mar y sé que serás muy feliz a su lado
Marianne iba a mudarse a Corea, ella y Taeyang habían logrado mantener una relación a larga distancia, en la que de vez en cuando se veían cuando los Bangs se iban de gira, por lo que después de largas pláticas coincidieron en que ya era el tiempo de sentar cabeza y contraer matrimonio
Él estaba muy feliz por ellos dos, en cierta forma era reconfortante saber que aún no todo estaba perdido y que las cosas buenas seguían sucediendo, aunque eso significara que tendría dos personas menos en su mesa a la hora de las comidas y que las conversaciones no serían igual de interesantes
Y aun así sentía un gran vacío en su corazón, porque no podía evitar pensar en lo injusto que era que el no pudiera liberarse de sus ataduras como las gemelas, porque él aún tenía una responsabilidad que cumplir y por más que anhelara correr hacia los brazos de Jiyong sabía que no era una opción
- No es una opción porque no quieres que lo sea – la voz de Hi lo hizo avergonzarse, a veces olvidaba que no era el único con la habilidad de la telepatía – Seungri, sabes muy bien que ahora yo puedo hacerme cargo del Reino
Marianne se mordió el labio inferior y jalo a Ri hacia ella, quien intento oponerse a que lo arrastrara, sin embargo la chica siguió intentándolo logrando que avanzara un par de pasos hacia el vehículo que los llevaría hacia su avión particular
- ¿Cómo podría irme así nomás? – pregunto Seungri con la mirada clavada en su medio hermana – Jamás podría perdonarme el ser egoísta y abandonarlos con toda la carga y ahora cuando estamos a punto de establecer convenios con algunos de los grupos nómadas
- No nos estas abandonado – dijo Amelia que acaba de llegar con una pequeña caja de madera tallada hermosamente en las manos – Solo estas tomando la decisión que debiste escoger hace cinco años atrás
Seungri trago saliva, aquello significaba tanto para él, pero no era sencillo quitarse ese tremendo peso de encima, no después de haber sacrificado tanto para poder alcanzar sus metas, y aunque dejarse llevar por las gemelas resultaba tentador algo aun lo detenía
- No lo dudes tanto, Sergin – ahora era Robert quien avanzaba con él con los brazos extendidos para darle un abrazo de despedida – Te amamos hermano, y quiero que confíes en nosotros – le dio unas palmadas en los hombros – Así como nosotros confiamos en ti
Amelia y Hi se acercaron a Seungri y le dieron también un fuerte abrazo, el panda se cubrió los ojos con la mano izquierda para que no lo vieran llorar, con la derecha tomo el obsequio de su hermana mayor….
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Los nervios se quedaban cortos en comparación con la ola de sensaciones que embargaban al maknae una vez que piso la tierra que tanto había extrañado, era algo fuera de lo común que se sintiera más conectado con este país que de su origen, aunque después de todo, ahí había conocido lo que era una verdadera familia y lo que era amar a alguien incondicionalmente
Young Bae iba a ir a recoger a su prometida al aeropuerto y Seungri se negó rotundamente a acompañarlos, incluso hizo prometerle a su amiga de la infancia que no le digiera nada al moreno acerca de su regreso porque quería que el primero que se enterara fuera Jiyong
El problema radicaba en que una vez a solas no tenía ni la menor idea de que hacer, era bastante obvio los lugares en los que podría localizar fácilmente a su hyung, sin embargo en cada uno de ellos podía ser descubierto por las otras personas que se encontraran alrededor
Se dio un golpe en la frente, a veces podía ser tan idiota cuando menos necesitaba serlo, camino hacia la sala de espera y se dejó caer en una de las sillas mientras intentaba tranquilizarse para hallar una solución a su dilema, ya que el ponerse histérico no lo ayudaría en nada
Su celular vibro, saco inmediatamente el aparato del bolsillo de su camisa, oprimió la pantalla y comprobó que se trataba de un mensaje de texto de Mar, sin pensarlo lo abrió y soltó un suspiro de alivio porque siempre podía contar con la chica cuando más lo necesitaba
Se puso de pie de un brinco y salió corriendo lo más rápido que le permitieron las piernas fuera del aeropuerto, llego a la zona en la que se encontraban los taxis, fue hacia uno e ingresando dentro de la cabina le pidió al chofer que lo llevara a la YG lo antes posible
Fueron los 20 minutos más largos de su vida, una vez que diviso el edificio familiar, le indico al taxista que se detuviera, le pago con un billete grande y sin esperar el cambio corrió hacia un parque cercano, ahí era donde de vez en cuando iban los Bangs a descansar después de pasar horas grabando en el estudio
Casualmente Jiyong se encontraba a solas en ese parque, porque Mar le había dicho que fuera a darse una vuelta para darme la oportunidad de verlo a solas y poder suplicarle que me aceptara de su nuevo a su lado
Al llegar al lugar indicado busco con la mirada la silueta de su hyung, no tardo en distinguirlo, el mayor se encontraba recostado bajo la sombra de un árbol, con pasos suaves camino hacia el tratando de no hacer ruido, se arrodillo a su lado
- Jiyong – dijo en un susurro acariciándole el rostro con roces de sus dedos – Yongie – murmuro antes de darle un beso en la frente
Jiyong abrió los ojos y parpadeo un par de veces para asegurarse de que no soñaba de nuevo, no era algo raro en él perderse en los recuerdos que había compartido con su panda, sin embargo, por más que se tallara los ojos la imagen de Ri no desaparecía
- No estas soñando, hyung – dijo Seungri con una tierna sonrisa en sus labios mientras entrelazaba sus dedos con los de Jiyong – Estoy aquí contigo
Jiyong dejo que las palabras se clavaran bien en su corazón justo en el momento en que su cuerpo se lanzaba hacia el menor, ambos cayeron sobre el pasto, lo que provoco que Seungri se soltara riendo y rodeara la cintura del otro con delicadeza
- No puedo creer que estés aquí – escucho los sollozos del mayor quien lo apretaba con fuerza para impedir que se fuera – Fue tan difícil vivir sin ti todos estos años, creí que no podría soportarlo más y…. – oculto su rostro en el hueco del cuello del panda – Estas aquí
- Y estaré aquí de ahora en adelante