Levi sin decir nada, tomo de las mejillas encendidas de la castaña y le plantó un dulce beso en los labios, que la hechizaron completamente.
-Te amo, Eren, y no me importa que seas un chico, de esa forma me enamore de ti.
Eren se sonrojo hasta no poder más, y unas lagrimas cayeron de sus verdes ojos.
-¿Encerio? Y-yo pensé que era una molestia para usted, por lo que le pidieron que cuidara de mi.
-¿Ah? Eso es mentira, adoro estar al pendiente de ti, y ahora, ¿Que haremos con esta apariencia tan linda tuya?
Eren volvió a sonrojarse y agacho la cabeza gracias a la pena y la emoción.
-Bueno, ya que no quieres contestar a eso- El
pelinegro se posiciono encima de Eren y pregunto tétricamente- ¿También "eso" ha cambiado....?
El castaño miro a los ojos grises que tanto le gustaban, y tuvo una pelea mental, para al fin
decidirse a no sentir pena frente a la persona que amaba- Averiguelo usted mismo- Eren bajo los tirantes de su vestido e hiso una pose seductora, lo cual encendió a Levi quien no dudo ni un segundo y le arranco el vestido, dejando ver lo mas extraño que había visto, pero que no le importaba en lo absoluto, ya que se trataba de quien quería:
Un chico con unas lindas curvas, piel suave, que
cualquiera desearía tocar, podría confundirse con el cuerpo de una diosa.... Pero.... Tenía un "defecto" y ese defecto, estaba erecto, deseoso de atención.
"Esa cuatro ojos de mierda, sabe muy bien como
realizar sus locos experimentos" pensó el ojigris.
El heichou se relamio y sin dudarlo comenzó a
acariciar uno de los pezones del chico, el cual soltó un lebe gemido ante la sensación tan placentera.
-
-Ah, heichou. Al escucharlo, sello sus labios como hace unos momentos, lamiendo sus labios, lo cual entendió Eren y abrió su boca para dejar pasar a la lengua de su amante, la cual comenzó a succionar, mientras la mano libre de Rivaille bajaba lentamente a su miembro para comenzar a acariciarlo.
Eren entre el beso, jadeó, lo cual encendió más a el mayor, y las caricias se intensificaron.
-Eren, tócame, quiero sentirte.
El castaño obedeció y comenzó a masturbarlo, luego a acariciar su trasero y pasar su mano por su pecho, lo cual provocó que levi soltara un sonoro gemido.
Rivaille tomo la erección de su amado y la introdujo en su boca, simulando estocadas, pero paró, ya que no deseaba que se corriera aún.
Eren estaba loco, loco de amor y placer gracias a su heichou, estaba como en un sueño, jamás imagino tenerlo para él de esa forma, y trato de disfrutar cada caricia.
-Eren, es suficiente.
Eren al escuchar su nombre miro a el mayor
confundido, para luego sentir como lo abrían y le
mostraban 3 dedos.
-Lámelos. Obedeció y comenzó a lubricarlos y humedecerlos, para luego sentir como los alejaban de su boca e introducían lentamente uno de ellos en su interior, lo que provocó otro gemido.
-¡AH! Ngh... Mmm.... Le-Levi.
El capitán dibujaba circulos en el interior de el castaño, y al introducir el segundo dedo, comenzó a hacer tijeras, mientras continuaba con su otra mano jugando con los pezones, lamiéndolos, succionando los y mordiendo levemente de vez en cuando.
-Heichou, es suficiente.
-¿Seguro?
-Si, p-por favor, quiero sentirlo dentro.
En un movimiento rápido, levi lo giró y con esa
hermosa vista de su trasero, se introdujo de golpe.
-¡AH!
Gritó el menor, el cual no estaba acostumbrado a esa sensación dolorosa y placentera.
-Eren.
El heichou lamió trazando una linea a lo largo de la espalda del chico, dando un suave beso y luego mordiendo y dejando notorios chupetones,
esperando a que Eren se acostumbrara a la sensación.
Luego de un rato, el castaño comenzó a moverse en señal de que estaba listo para recibir las estocadas.
Levi atendió la indicación y comenzó a moverse, al mismo tiempo que masturbaba el miembro de Eren y lo hacía sentir más y más placer.
-Heichou, Te amo.
Rivaille al escuchar esas palabras lo giró y le dio un profundo y apasionado beso, que demostraba un "yo también te amo" al parecer, a el capitán le agradaba más demostrar con acciones sus sentimientos; El beso se rompió gracias a la falta de aire y dejó un hilo de saliva que era el rastro de tanta pasión.
-¡Ah! N-no puedo soportarlo, mmm Heichou.
Luego de un rato de fuertes estocadas, Eren se vino en la mano de el pelinegro y este en el interior.
-Mmm, me has ensuciado, Eren, necesitarás un
castigo, no ahora, no pienso ser duro con una dama pero ya luego verás.
-¿EHH? P-pero... Heichou.-
Eren abrió los ojos asombrado, aún tratando de calmar su agitada respiración.
Cuando Rivaille salió con cuidado de el interior de el ahora transformado chico, se quedaron dormidos abrazados gracias a la falta de espacio, y agotados por la larga noche que tuvieron
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