Shun estaba nervioso y ansioso por ver al joven que lo salvó. No sabía cómo actuar ante él o que decir. En un momento tuvo ganas de decirle a la enfermera que lo llevara de nuevo a su cuarto, pero ya estaban en la puerta de la habitación del rubio
-Con permiso- dijo la mujer entrando. Hyoga dormía boca abajo. Ya no llevaba mascarilla de oxigeno. La espalda descubierta de Hyoga dejaba ver los vendajes que cubrían las quemaduras. Shun lo miró con pena.
-Disculpa, pero ya debo llevarte. Está dormido y no podemos molestarlo- dijo la enfermera
-Oh, claro...- dijo Shun y fue llevado otra vez a su habitación. Esa noche casi no pudo dormir pensando en lo ocurrido. Cuando al fin lo lograba, soñaba que estaba dentro del automóvil en llamas y que Hyoga lo miraba indiferente desde afuera. O que Hyoga era quien estaba dentro del coche y él no podía hacer nada para ayudarlo. O que Hyoga no pudo escapar de la explosión y moría allí mismo, ante sus ojos. Después de dar vueltas durante horas en la cama, al fin pudo dormirse. Su mente estaba agotada, su cuerpo adolorido y su corazón latía de una manera diferente.
Alrededor de las 11 de la mañana, Shun despertó y se encontró con Ikki que lo miraba sonriente
-¡Buenos días dormilón!-
-¡Ikki! ¡Buenos días! ¿Qué hora es?-
-Casi mediodía...-
-¡Vaya! Lo siento... ¿Hace mucho que estas aquí?-
-Como una hora. No quise despertarte porque sabía que estarías agotado-
-Con permiso- dijo Mu
-Hola tío Mu- saludaron los hermanos
-Ikki, Shun ¿como estas?-
-Bien, ya quiero irme-
-Ya puedes irte. Aquí tienes la indicación de las medicinas y debes volver en una semana para quitarte los puntos de la sutura-
-Correcto tío. ¡Muchas gracias! ¿Algún día vendrás a comer con nosotros?- preguntó Shun
-Ya veremos. Disculpen pero debo atender a otros pacientes. Que estén bien. Adiós- dijo Mu y se fue dejando a los muchachos pensativos
-Bueno, ¿nos vamos?- dijo Ikki
-Sí, pero primero quisiera pasar por la habitación de Hyoga, para ver como sigue-
-Tarde hermano. Cuando yo bajaba del auto, él y su padre subían a un taxi- dijo Ikki
-Oh, bueno vámonos- dijo Shun resignado y ambos se fueron a su casa.
El camino se hizo largo y molesto. Ikki notaba que su hermano estaba incomodo y preguntó
-¿Que te sucede?-
-¿Eh? No... Nada...- y siguió mirando por la ventana del auto con la vista perdida y mordiéndose los labios
-Me alegro mucho de que estén a salvo- dijo el chofer tratando de distraer a los jóvenes
-¡Gracias Shura!- dijo Ikki. Shun seguía en su actitud molesta y su hermano trató de hablarle otra vez pero el conductor le hizo una seña negativa por el espejo retrovisor y siguieron su camino en silencio.
Al llegar a su casa, Ikki ayudó a Shun a subir a su cuarto y se quedó con él hablando tonterías que no eran escuchadas
-¡Ey Shun! ¿Que te sucede? Me tienes preocupado hermano... ¡Cuéntame!- rogó Ikki. Shun miró a su hermano y le dijo
-Estoy algo preocupado...-
-¿Preocupado? ¿Porque? ¿Te sientes mal?-
-No... No... Yo estoy bien...-
-¿Entonces?-
-Es... por... ese joven-
-¿Te preocupas por él?-
-Sí... anoche fui a su habitación y me dio mucha pena verlo, tan lastimado. Soñé toda la noche con él y con el accidente. Ni siquiera pude darle las gracias porque dormía cuando fui. Y ahora ya no lo veré más... y no podré agradecerle el habernos salvado... y...-
-¿Y...?- preguntó Ikki algo desconcertado por la angustia de su hermano
-¡¡Pensará que soy un desagradecido!! Yo pedí ayuda y él vino a ayudarnos y ni siquiera pude hablar con él... Necesitaba verlo...-
-Bueno Shun, papá y yo fuimos a verlo, estaba con su padre, papá le ofreció una buena cantidad de dinero pero la rechazó gentilmente, dijo que el hecho de que todos estuvieran a salvo sería su mayor recompensa- dijo Ikki tratando de calmar a su hermano
-¿Eso dijo?-
-Sí, se ve que son personas honestas, papá insistió pero nos invitaron a salir de la habitación si seguíamos insistiendo. Papá se dio por vencido entonces y él preguntó por ti-
-¿Preguntó por mí?- dijo Shun emocionado
-Sí... Se alegró de saber que estabas bien- dijo Ikki extrañado de la actitud de su hermano que ahora sonreía levemente y miraba al suelo
-Shun...- murmuró Ikki -¿Acaso Shun... se ha... enamorado... de él?- pensaba -¡No, no puede ser! ¡Shun tiene novia y van a casarse algún día! Ella lo ama, lo ama a él y... ¿¿¿acaso... no es correspondida??? Mi hermano dejará a su novia ¿¿por un hombre?? Defraudará a nuestros padres ¿¿por un hombre?? Dejará a esa hermosa mujer ¿¿por un hombre?? ¡¡Eso la destrozará!! Sentirá que falló como mujer... No puedo permitir eso... ¡¡No puedo!!- pensó Ikki con rabia y sale del cuarto cerrando la puerta tan fuerte que trajo a Shun otra vez a la realidad. Al bajar y como si hubiera sido a propósito ve entrar a June, que venía a ver como se encontraba su novio
-¡Ikki! ¡Qué alegría verte de nuevo!- dijo la joven y abrazó a su cuñado
-June...- dijo Ikki y respondió al abrazo con cariño
-¿Como está Shun?- preguntó separándose de Ikki
-Está bien, está en su cuarto ahora-
-Con permiso. Subiré a verlo- dijo y se dio la vuelta hacia la escalera
-June...- dijo Ikki tomándola de un brazo
-Ikki... no lo hagas más difícil...- dijo la joven bajando la vista
-No pude olvidarte y veo que tu tampoco...- dijo Ikki
-Voy a casarme con tu hermano-
-¿Estás segura de que eso es lo que quieres?-
-No tengo opción. Debo obedecer a mi padre-
-June... yo...- dijo Ikki pero ella lo calló con un dedo en los labios. Los ojos lagrimosos de June lo hicieron sentir culpable por la verdad sobre los sentimientos de Shun y sin reparar en nada, se acercó a su amada y la besó con amor, beso al cual ella respondió con la misma intensidad y no pudo evitar compararlo con Shun. No, definitivamente no era igual con Shun no sentía escalofríos ni se le erizaba la piel. Además sus besos no eran apasionados ni deseados, eran más bien obligados ante la presencia de alguno de sus padres, pero a veces los negaban aludiendo respeto ante sus mayores. Pero esto era algo maravilloso. Hacía ya cuatro años que no se veían y habían cambiado, sobretodo June, apenas era una adolescente cuando Ikki la vio por última vez y ahora tenía en sus brazos a una hermosa y delicada mujer. Ikki no había cambiado mucho, seguía siendo el mismo impulsivo de siempre, sediento de besos que June había visto hacía tiempo pero que nunca pudo olvidar
-¿¿¿¿Que significa esto????- grito Shion que acababa de llegar y se encontró con este espectáculo en la sala
-¡Papá! ¡Amo a June y quiero estar con ella!- dijo Ikki enfrentando a su padre valerosamente
-¿¿¿Que estás diciendo??? Es la prometida de tu hermano ¿¿y lo traicionas así?? Y tú June... ¡¡Debería darte vergüenza!! ¡¡¡Si no quieres que se lo diga a tu padre será mejor que vayas a ver a Shun y te quedes allí con él!!! ¡¡¡Y no se te ocurra decirle nada de esta aberración!!! ¿¿¿Entendiste???- dijo Shion irritadísimo
-Sí señor- dijo June y subió corriendo las escaleras
-Y tú Ikki... Me has vuelto a decepcionar... ¡¡¡Ahora mismo empacas tus cosas y vuelves a Inglaterra!!!-
-¡Pero papá!-
-Ningún pero... ¡¡¡Obedece!!!- dijo Shion casi gritando. Ikki lo miró con rabia y sin decir nada, acató la orden, se dirigió a su alcoba, tomo su bolso y Shion lo llevó hasta el aeropuerto para asegurarse de que suba al avión. Mientras tanto...
-¡Shun! ¿Cómo estás?- dijo June abrazándolo y con los ojos aún rojos
-¡Ey tranquila! Estoy bien- dijo Shun abrazando a su amiga
-¡Tenía miedo de no volverte a ver!- dijo June y se largó a llorar desconsoladamente. Shun la abrazó con fuerza y se sintió culpable pensando que ella lo amaba y él no podía corresponderle
-Oye, ya no llores. Me hace mal verte así. Eres muy hermosa como para estar llorando por un tonto como yo- dijo Shun y ella pensó en que él la amaba y no podía corresponderle de la misma forma. Entonces se separó de él secándose las lágrimas y él la besó tiernamente para tratar de mitigarle el dolor. Ella aceptó el beso, pero no pudo olvidar el de Ikk,i que aún le quemaba los labios...
CONTINUARÁ...